Fan Fiction: Nada en Especial (Primera Etapa).
Por Magicshadow
Nota de la Autora:
Bien, les comento… estaba yo feliz y contenta agregando el intro de este capítulo, cuando ¡ZAZ! Que se va la luz y toda la información se me perdió… T.T me dio y me da aún de todo!!! Buuuuaaaaaa!!!
Bien, como ando corriendo... me dedicaré a responder en el próximo capítulo, espero me disculpen Alejandra13 y The Angel of the Dreams, la respuesta a sus reviews va en el último capítulo ;0) (Sí, la primera etapa de mi FF Nada en Especial se termina en el capítulo No. 8, que será posteado el próximo domingo a más tardar ;0) )
Mientras tanto, les agradezco por seguir leyendo mi FF y por dejarme reviews...
¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!!
Capítulo No. 2
"Me siento triste… y no sé porqu"
Tercera Parte
Al día siguiente Harry despertó como siempre, tía Petunia le llamaba golpeando la puerta de la lacena.
Ya voy –gritó Harry mientras se incorporaba y se colocaba las gafas rotas que usaba- ¿habré soñado todo lo de anoche? –Se preguntó confundido, pero al sentir lo que aún estrujaba en la mano, sus dudas se disiparon completamente, tenía bien sujeta la varita negra- no ha sido un sueño –dijo para sí con felicidad y bajó de la cama con entusiasmo.
Escondió la varita bajo la cama, luego salió corriendo rumbo a la cocina donde desayunó un mísero pedazo de pan del día anterior y sin hacer ruido salió sigilosamente de allí antes de que tía Petunia lo llamara, corrió a la lacena, se metió bajo la cama y salió con los cabellos cubiertos de tela de araña pero feliz al hacerse nuevamente con su varita.
Sin espera de más salió de la casa y esperó fuera a que Daleien apareciera, lo cual ocurrió a los pocos minutos.
Hola Harry… ¿descansaste? –inquirió la niña con su bella sonrisa.
¡Leien! ¡Ya estoy listo para mi primer clase –exclamó el niño poniéndose inmediatamente de pie, la niña le miraba entusiasmada.
Qué bien Harry, pero… creo que sería mejor si practicamos en otro lugar –volteó su rostro hacia la casa No. 4- tus tíos podrían interrumpirnos –añadió.
¿Y en qué lugar entonces Leien?
La pequeña miró a sus alrededores- vamos allí –dijo señalando hacia una pequeña arboleda algo alejada de la casa de los Dursley.
¡Vamos! –Harry sonreía- por que si mi tía nos ve, seguro me encierra en la lacena y no podré salir –añadió.
¿En serio te haría eso?
Siempre lo hace cuando hago algo mal –respondió Harry con tristeza.
No entiendo como la hermana de Lily puede hacer eso –susurró Leien con pena.
¿Cómo sabes el nombre de mi madre? –en el rostro de Harry se reflejaba la curiosidad.
Es una larga historia Harry James –Leien sonrió mientras los ojos le brillaban por una idea que se le acababa de ocurrir- ahora que menciono tu nombre completo… ¿no te gustaría que te llamara James en lugar de Harry? –inquirió.
¿James?
Sí, James, como tu papá...
Nadie me llama así.
Bueno, yo sería la primera… además eres muy parecido a él… creo que sería muy bonito llamarte así… ¿te gustaría?
¡SI! –gritó Harry mientras daba pequeños saltos de emoción.
Entonces desde ahora te llamaré James –dijo Daleien en tono solemne.
Me costará acostumbrarme –confesó Harry contrariado.
Ya te acostumbrarás… y bueno… ¿qué esperamos? –diciendo esto, Daleien tomó a Harry de la mano y se lo llevó corriendo rumbo a la arboleda.
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Harry nunca se pudo explicar cómo fue posible que nadie lo hubiese visto practicando con Leien toda la mañana en una arboleda que era más bien concurrida por vecinos que querían ahorrar camino y lo utilizaban como atajo, el niño se estaba preguntando eso precisamente cuando…
¡James! ¡Presta atención o nunca podrás aprender! –lo reprendió Leien.
Claro Daleien… ¿qué decías? –inquirió Harry.
Pues eso… el que algún día vamos a tener duelos por parejas y yo quiero que seamos los mejores –dijo la pequeña con ojos soñadores- ahora intenta el hechizo que te enseñé, es muy importante.
Sí, el hechizo… dijiste que es un hechizo de… de… de…
Desarme –susurró Leien.
Sí, de desarme –acotó Harry- veamos, se llamaba… elmelpus… no, externus… no así no era –el niño fruncía el entrecejo tratando de hacer memoria mientras movía la varita con desesperación- no era elpeltus, ¿o sí?
Harry estaba completamente confundido tratando de adivinar el nombre del hechizo mientras Daleien perdía la paciencia- EXPELLIARMUS –gritó la niña mientras apuntaba a su amigo, y antes de que éste pudiera evitarlo, la varita se escapó de sus manos y fue directamente a las manos de la niña- si yo fuera tu enemigo… ya estaríamos perdidos –dijo en tono de resignación.
Lo siento Daleien, pero es que son unos nombres muy difíciles y me cuesta mucho aprenderlos, además que sólo tengo seis años y no me aprendo todo tan rápido –Harry miraba al pasto.
No te preocupes James, yo he estado siendo muy dura contigo, perdóname… te he exigido mucho –Leien lo miraba apenada- es que en verdad quiero que seamos los mejores en los duelos –añadió- ¿me disculpas?
Claro que sí –Harry sonrió- sigamos practicando para que pueda hacerlo, ahora sí voy a concentrarme.
Pasaron el resto de la mañana practicando el hechizo, hasta que al medio día Harry ya era un experto en el desarme, esto alegró en sobremanera a su amiga.
¡Ya puedes hacerlo! –Leien daba saltos de la emoción alrededor del niño.
Fue muy difícil –Harry se dejó caer sobre el pasto, completamente agotado- pero gracias a tu ayuda lo puedo hacer –añadió sonriente.
Aún no me agradezcas –dijo la niña sonrojada- te falta aprender bastante aún.
¿En serio? –Harry se incorporó preocupado.
Sí, en serio.
Pero si tu sigues enseñándome no tendré problemas –el niño recuperó la tranquilidad perdida y una auténtica sonrisa se formó en su rostro, volvió a sentarse en el pasto- deseaba mucho tener una amiga como tu Daleien –añadió.
Lo sé James –acotó Leien mientras se sentaba junto a su amigo.
¿Lo sabías? ¿y cómo lo supiste?
Bueno, de eso te enterarás luego…
¿Y porqué no me dices ahora?
Leien fijó su vista en el cielo- ya es tarde James, es mejor que regresemos –dijo mientras daba por terminada la plática, Harry asintió y se encaminaron hacia la casa No. 4 .
Pero alguien los esperaba entre los árboles…
Un anciano que vestía una túnica color azul marino y un sombrero de punta del mismo color, les salió al paso, Harry observaba maravillado su larga barba plateada.
Al ver al desconocido, Daleien rápidamente sacó su varita y se colocó entre él y Harry, y le apuntó amenazantemente, el niño nunca había visto esa faceta de su amiga y miraba la escena asustado.
Tranquila pequeña, no les haré daño, sólo deseo platicar un momento contigo –dijo el anciano en tono calmado.
Daleien miró sin pestañear fijamente a los ojos celeste del anciano y luego de un momento bajó la varita y sonrió- Albus Dumbledore –susurró la niña- perdóneme el que no lo haya reconocido.
¿Al qué? –inquirió Harry tras Leien.
Albus Dumbledore, James, el director del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería… y debo decirlo, uno de los magos más poderosos que existen.
Harry observaba al mago completamente sorprendido, se preguntaba qué haría una persona tan importante como él allí.
¿Cuál es tu nombre pequeña? –preguntó Dumbledore con calma.
Daleien…
Daleien, ¿puedo conversar contigo un momento?
Por supuesto señor Director –respondió la pequeña- sólo voy a acompañar a Harry hacia su casa- añadió mientras tomaba a Harry de la mano y corría hacia la casa de los Dursley y Dumbledore los seguía con la mirada.
¿Por qué quiere hablar contigo? –inquirió Harry mientras corría hacia la casa de los Dursley tomado de la mano de su amiga.
No lo sé –respondió Leien- pero… debe ser muy importante…
No me agrada que venga –susurró Harry- creo que te retarán…
Leien guardó silencio- quizá –acotó y al estar frente a la puerta de la casa No. 4, se despidió de Harry y regresó hacia el lugar donde Dumbledore la esperaba, el niño la seguía con la mirada, plenamente preocupado.
¿Qué desea? –inquirió la pequeña al estar de pie frente al anciano.
Dumbledore observó detenidamente el rostro de Leien- tu sabes quién es Harry… ¿verdad? –inquirió, Daleien asintió.
Todos sabemos quién es él –respondió- Harry Potter es el niño que vivió.
En eso no te equivocas… pero, muy pocos sabemos dónde encontrarlo, ¿cómo lo supiste? -volvió a preguntar Dumbledore mientras se sentaba en el pasto e invitaba a Daleien a acompañarlo.
Fue algo sencillo –fue la única respuesta de la niña, quien no se movió del lugar donde estaba parada.
Ya veo, todos tenemos derecho a guardar secretos –susurró Dumbledore mientras sonreía- Harry Potter está bajo mi protección y desde hace meses nos percatamos que alguien estaba realizando magia aquí, vine a inspeccionar personalmente quien la realizaba y me he encontrado contigo.
Leien desvió la mirada.
No puedo evitar el darme cuenta que tratándose de una niña tan pequeña, puedes hacer hechizos que pocos conseguirían a tu edad… eres muy fuerte… ¿quién te enseñó?
He leído libros… y he practicado mucho…
Ya veo, te las has ingeniado muy bien, sin embargo no te había visto en la comunidad mágica, y te puedo asegurar que conozco a todos los hijos de magos –le guiñó un ojo- debo suponer que eres hija de muggles… aún así no puedo pasar por alto el asombroso parecido que tienes con Harry.
Daleien palideció- hay pociones… que ayudan –susurró.
Pero hasta tus facciones son idénticas –prosiguió Dumbledore ignorando la última frase de Leien- eres como su hermana gemela.
Usted era muy próximo a los padres de Harry, a los Potter, debió de haber estado presente cuando Harry nació, se dará cuenta de lo ridículo de su observación –Daleien sonreía mientras miraba fijamente al anciano, ninguno parpadeó.
Yo nunca aseguré que fuesen gemelos –se disculpó Dumbledore- sólo recalqué el hecho de que son extremadamente parecidos, incluso tu te habrás dado cuenta de ello, Daleien.
Sí, ya le he dicho que hay pociones…
Es increíble- volvió a interrumpirla Dumbledore mientras fijaba su vista en el cielo despejado- siento como si estuviera hablando con un adulto.
Daleien se sobresaltó- pero a penas tengo seis años –susurró más para sí que para Dumbledore y sonrió.
Lo sé, eres aún pequeña de edad, pero tu alma es mayor –acotó- tus palabras y tu serenidad parecen pertenecer a alguien mayor.
Si eso cree…
Daleien, ya he comprobado que no debo temer por Harry mientras esté contigo, como sabes muchos hechizos avanzados, creo que…
Yo cuidaré de él –Daleien no apartaba sus ojos verdes de los del anciano.
No lo lleves lejos, aunque Voldemort ya no esté, muchos de sus partidarios buscan desesperadamente a Harry, únicamente te pido que no lo expongas al peligro, recuerda que si algo malo le ocurre…
Será mi culpa –Leien bajó la vista- no se preocupe, si Harry corriera peligro, lo protegería aún a costa de mi vida, sabré retirarme si sé que lo expongo, me retiraré de su lado –los ojos de la niña se llenaron de lágrimas al pensar en una posible separación de su amigo.
Confío en ti Daleien, sé que harás lo correcto –Dumbledore sonrió y luego se puso de pie, se alejó lentamente mientras tarareaba una canción alegre, dejando a la niña sumida en sus pensamientos, aún recuperando el aliento luego del interrogatorio al que había sido expuesta.
Daleien, ya he comprobado que no debo temer por Harry mientras esté contigo, como sabes muchos hechizos avanzados, creo que…
Yo cuidaré de él –Daleien no apartaba sus ojos verdes de los del anciano.
No lo lleves lejos, aunque Voldemort ya no esté, muchos de sus partidarios buscan desesperadamente a Harry, únicamente te pido que no lo expongas al peligro, recuerda que si algo malo le ocurre…
Será mi culpa –Leien bajó la vista- no se preocupe, si Harry corriera peligro, lo protegería aún a costa de mi vida, sabré retirarme si sé que lo expongo, me retiraré de su lado –los ojos de la niña se llenaron de lágrimas al pensar en una posible separación de su amigo.
Confío en ti Daleien, sé que harás lo correcto –Dumbledore sonrió y luego se puso de pie, se alejó lentamente mientras tarareaba una canción alegre, dejando a la niña sumida en sus pensamientos, aún recuperando el aliento luego del interrogatorio al que había sido expuesta.
