FF "Nada en Especial" (Primera Etapa)

Por Magicshadow

Nota de la Autora:

Bueno, este es sin lugar a dudas la última parte del segundo y último capítulo de este mi FF, muchísimas gracias a las personas que lo siguieron a través de este tiempo (o sea 4 meses y 8 días XD ). Les comento que ya estoy trabajando la parte principal de mi FF "Nada en Especial" y estoy segura que no les decepcionaré, ya que se viene... muy emocionante (o mínimo estoy tratando que así sea).

Gracias especialmente a:

Alejandra13

The Angel of the Dreams

Por su apoyo a través de este tiempo.

Bueno, ahora me voy a la parte que más me agrada... RESPONDER REVIEWS!! XD

Silver22:

¡Aiya Silver! Muchas gracias por tu review, en verdad me alegró muchísimo, no tienes ni una idea de lo orgullosa que me sentí al leer eso de que este fic es uno de los mejores que has leído. Te prometo que seguiré adelante con este FF... y con su 2da. Parte, pero me estoy tomando mi tiempo en actualizar... porque lo estoy escribiendo con mucho cuidado ;0)

¡Saludos Silver!

Alejandra13:

¡Aiya Ale! ¡le atinaste! En efecto Dumbledore sabe quién es Daleien... por eso no se preocupa por Harry ;0) En la otra historia me comentas que ya te sientes mejor... ufff... ¡Qué alivio! Me imagino que no poder dormirte por temor debe ser horrible... snifff...

No te preocupes si escribes mucho en los reviews... ¡así me siento más feliz leyéndolos! Por mi es más que perfecto un review extra largo ;0) jejeje.

Bueno, el interés de Daleien por los duelos... se debe a que en el 6to. Curso (que es donde vuelve a encontrarse con Harry) tiene que ser experta en ellos para poder ser la compañera de Harry y que Hermione no le quite el puesto ;0) Pero ya lo verás si sigues leyendo.

¡Cuídate muchísimo Ale! ¡Beshitos y apapachos de oso polar!

Alejamoto Diethel:

¡Gracias por tu review! Bien... en este capítulo te aclaro la mayoría de tus dudas... espero que lo logres leer y me dejes tu opinión... ¡Gracias por tu tiempo en leer mi FF!

The Angel of the Dreams:

¡Aiya Alice! La verdad sí quiero dejarte con la duda de la identidad de Daleien... jijiji... ya tengo listo el 1er. Capítulo de la 2da. Parte, pronto lo subiré ;0) y estoy segura que no voy a decepcionarte... ojalá lo llegues a leer y me dejes tu opinión al respecto. ¡Gracias por tu tiempo!

Bueno, ahora sí les dejo con la última parte... ¡GRACIAS POR LEER!


Capítulo 2

"Me siento triste... y no sé por que"

Cuarta Parte

"Confío en ti Daleien, harás lo correcto" –las últimas palabras de Dumbledore retornaban una y otra vez en la mente de la niña- ¿Qué debo hacer? –se preguntó.

Estaba allí, sentada en el pasto, pensando en las últimas palabras del anciano, sabía lo que tenía que hacer: lo correcto. Pero hacer lo correcto no era lo más fácil, ahora menos que nunca.

¿Leien? ¿Estás aquí? –Harry se aproximaba hacia ella sin verla aún, mientras observaba a ambos lados.

¿James? –susurró la niña- ¡Aquí estoy! –exclamó mientras se ponía de pie.

Harry vio por fin a Leien y corrió hacia ella- te buscaba porque me preocupé por ti... ¿estás bien? –inquirió al ver el rostro pálido de su amiga.

Estoy bien, no te preocupes –Leien sonrió.

¿Qué quería el anciano? –Harry volvió a mirar a ambos lados en busca de Dumbledore.

Sólo... platicar conmigo –la mirada de la niña se notaba perdida, triste... sus ojos estaban llenos de lágrimas.

¿Segura que estás bien? Creo que estás enferma –Harry posó una mano en la frente de la niña tratando de detectar fiebre.

Estoy bien, en verdad, no debes...

Leien se detuvo al ver aparecer a un hombre de aspecto sombrío que salía de pronto detrás de un árbol y sonreía.

¿Quién es usted? –inquirió Daleien al verlo.

Un viejo amigo de James y Lily –susurró el extraño.

¿Era amigo de mis padres? –preguntó Harry con una sonrisa- ¡no había conocido a ninguno! –exclamó con alegría- mis tíos siempre me han dicho que mis padres eran unas malas personas y que no tenían amistades.

¡Eso no es cierto! –exclamó Leien.

Ellos tenían amigos, como yo –susurró el desconocido- ¿qué te parece si te platico sobre ellos? –le extendió una mano a Harry.

Leien negó con la cabeza y sigilosamente sacó su varita sin que el extraño se percatara de ello.

Ven conmigo Harry –le ordenó el extraño mientras se aproximaba un paso hacia los niños.

Él no puede salir –Leien dio unos pasos delante de Harry.

Pero qué cosas dices niña –el desconocido sacó su varita- era amigo de sus padres y deseo pasar unos momento con él.

Si hubiese sido su amigo, no sacaría su varita –Leien señaló hacia la mano del extraño, donde empuñaba su varita.

El hombre rió- tienes razón, no era su amigo precisamente... así que no seas tonta y entrégame al chico Potter –sonrió con malicia.

No va a llevarse a Harry Potter –la niña ahora se había colocado justo entre el extraño y Harry.

El niño miraba asustado al desconocido que apuntaba a Leien con su varita- ¿Qué está pasando? –preguntó.

Niña, no seas tonta, no puedes hacer nada, nada para impedirlo... hazte a un lado –el extraño volvió a dar unos pasos hacia el frente, Harry y Daleien retrocedieron.

No puedo tocar al chico dentro de su casa... o donde están los magos de Dumbledore... pero tu me lo has puesto al alcance –susurró con malicia- gracias a ti entregaré al niño que vivió para que nuestro amo vuelva a su antigua gloria.

Las lágrimas resbalaron por las mejillas de Daleien: sería su culpa si Harry corría algún peligro... Dumbledore le había advertido al respecto- ¡NO TE LO LLEVARÁS! –gritó con fiereza.

¿Y qué hará una niña como tu para impedirlo? –el Mortífago rió.

La niña le apuntó con su varita- Desmaius –el hechizo impactó al extraño en el pecho, pero no le causó ningún efecto.

Un desmaius tan débil no logrará dañarme... mejor entrégame al chico Potter y te perdonaré la vida...

¿Si voy con usted dejará tranquila a Leien? –preguntó Harry mientras avanzaba hacia el desconocido.

Te doy mi palabra –respondió el extraño vestido de negro.

Pero Daleien detuvo a Harry sujetándolo fuertemente del brazo con su mano libre- los Mortífagos no tienen palabra –susurró- y aunque la tuvieran, nunca permitiría que te hicieran daño... confía en mí, James.

Harry la miraba con confusión- te va a lastimar Leien... y no quiero que lastimen a mi única amiga...

Eso no pasará, ya lo verás –Leien sonrió y Harry asintió no muy convencido aún- ahora ponte detrás de mi y yo me encargaré del resto –el niño obedeció.

Si ya terminaron de despedirse... voy a matarte mocosa y me llevaré al chico Potter –sonrió y se aproximó a ellos.

Leien tomó su varita con ambas manos- si se acerca más lo lamentará –dijo con decisión.

El Mortífago se detuvo, sonriendo aún -¿qué harás? –se burló- no me hagas reír... ¿utilizarás otro Desmaius?... pero no me hizo nada el primero...

¡Incárcero! –del final de la varita que portaba Daleien se escaparon unas gruesas cuerdas que inmovilizaron en el acto al Mortífago, sin darle tiempo a defenderse. El desconocido perdió el equilibrio y cayó de bruces sobre el pasto- Accio Varita –susurró la niña y despojó de su varita al Mortífago.

¡Leien, lo lograste! –Harry saltaba detrás de la niña mientras observaba al hombre forcejear por liberarse de las ataduras.

Por el momento James, pero vámonos de aquí ahora, mi hechizo no es muy fuerte y se liberará pronto –tomó a Harry de la mano y ambos huyeron hacia la casa de los Dursley.

Llegaron sin aliento a la entrada de la casa...

Quédate dentro, mañana hablaremos –dijo Daleien entre susurros mientras le daba un beso a Harry en la mejilla.

Harry obedeció e ingresó en la casa, estaba confundido y tenía muchas preguntas que hacerle a su amiga, pero no quería incomodar más a Daleien, todas sus dudas deberían esperar hasta el día siguiente. Lo que más quería era aprender a sacar cuerdas de la varita para tener a Dudley en el suelo bien sujeto siempre que le molestara.

Pero esperar hasta el día siguiente no fue fácil, el día pareció transcurrir extremadamente lento, y la noche fue muy larga.

Cuando por fin amaneció, Harry despertó al alba, quería ver a Daleien y saciar su curiosidad; esperó impacientemente en el patio a que su amiga apareciera sonriendo como siempre... pero no lo hizo por la mañana... ni por la tarde.

Al finalizar el día, Harry aún esperaba sentado en el pasto... la noche iba a entrar ya en el cielo; algunas estrellas comenzaban a asomarse a la distancia, pero Leien no aparecía. Su amiga nunca se había atrasado tanto, no había día en que no la viera... lo que ocurría ese día era extraño, ¿la habría atacado el desconocido?

Harry se puso de pie dispuesto a dirigirse al bosque donde había encontrado al extraño el día anterior, quizá allí encontrara a Daleien, pero cuando empezaba a encaminarse apareció frente a él la niña: su semblante reflejaba una gran tristeza, incluso su ropa era de un color opaco, gris. El niño se extrañó al ver así a su amiga: ella que siempre había estado feliz para alegrarle a él su vida- ¿Qué ocurre Leien?

¡James! –exclamó la pequeña mientras se abalanzaba a los brazos del niño y sollozaba- no quiero... no quiero...

¿Qué no quieres? –Harry preguntaba extrañado mientras la niña aún lloraba en sus hombros, lloraba de una manera tan desesperada y llena de amargura que al niño se le escaparon unas lágrimas, él también comenzó a sentirse triste, presentía lo que Daleien quería decirle- ¿Te vas Leien? –preguntó sollozando.

Por mi culpa te atacaron ayer- sollozó Leien- debo irme...

No te vayas Leien, eres la única persona que tengo como amiga, no quiero estar solo otra vez... ¡no te vayas! –Harry sollozaba con la misma fuerza que Daleien.

Quizá no te das cuenta... pero yo... yo te estoy poniendo en peligro –Leien se separó de Harry- debo irme por ahora... pero volveré y estaré a tu lado otra vez y estaremos juntos en Hogwarts –sonrió un poco- ¿Serás mi compañero de duelos, verdad? –preguntó mientras intentaba limpiar las lágrimas de sus brillantes ojos verdes.

Harry asintió y con tristeza le entregó la varita que tenía escondida en una bolsa de su pantalón.

Pronto tendrás la tuya propia –susurró Leien- y seguramente será más bonita que esta... –le dio un cálido beso en la mejilla al niño- Adiós por ahora James... aunque me olvides por un tiempo... luego recordarás nuestra amistad... –apuntó con su varita hacia el rostro del niño, quien cerró los ojos- ¡Obliviate!

Cuando Harry abrió nuevamente los ojos, miró a su alrededor... como en busca de algo... o de alguien, pero... ¿de quién?

El niño se sentó en el pasto y no le importó que ya casi fuese de noche, instintivamente se llevó ambas manos a los ojos y notó que había estado llorando- ¿por qué? –se preguntó y no encontró respuesta... lo más extraño era que quería seguir llorando, llorar mucho, hasta no tener lágrimas en los ojos verdes- me siento triste... y no sé por qué... –susurró para sí mientras intentaba limpiar las lágrimas que aún se deslizaban por sus mejillas.

Mientras tanto, oculta tras unos arbustos, Leien lloraba sentada sobre el pasto, la separación también le dolía tanto como a Harry- cuando entres a Hogwarts... iré contigo –sollozó y luego de unos momentos volvió a incorporarse, observó secretamente como Harry intentaba limpiarse las lágrimas de las mejillas- lo lamento James –susurró y con un hábil movimiento de su varita desapareció.


Diez largos años pasarían antes de que los niños volvieran a encontrarse nuevamente... justo en el año donde toda la comunidad mágica sabía sobre el regreso de el-que-no-debe-nombrarse...