¡¡Hola!! Pues aquí está ya la tercera parte. He decidido meter otros
conflictos y personajes, algunos inventados, otros no. Espero que os guste.
Capítulo 3. La vida continúa...
"Hace ya un mes desde que firmamos el divorcio, y todo me parece tanto cercano como si hubiese sido ayer. Recostada en un sillón miro por la ventana a la gente que pasa mientras me tomo una taza de café recién hecho. Café, ese es tu sustituto. Dulce y amargo a la vez y cuanto más tomas más quieres. Adicción es la palabra, adicción es lo que yo siento por el café, lo mismo que por ti. Aquí sentada, observando a mi alrededor siento que me faltas, y es tanta la angustia que me revuelvo nerviosa. Recojo mi pelo con un palo chino y analizo mis piernas, que asoman desnudas por debajo de la manta fina que me cubre. Blancas, normales, depiladas. ¿Cómo las tendrá ella?"
Ginny releyó lo escrito y soltó un largo suspiro. Tomó un poco más de café y dejó la hermosa taza de porcelana en la mesilla de al lado de sofá. Una duda la angustiaba, una duda que la mantenía despierta por las noches y por el día no le dejaba hacer nada.
Miró el reloj, Hermione estaba a punto de llegar. Cerró los ojos y volvió a suspirar. Todo era tan diferente, todo tan complicado. Si sólo tuviese la fuerza para poder seguir adelante, si consiguiese un punto de apoyo, alguien con quien olvidarle. Si sólo pudiera volver atrás, volver a aquella noche, la última noche...
Una voz dulce y tranquila la sobresaltó. Era Hermione. Se levantó y se dirigió al vestíbulo, lugar dónde hacía unos segundos su joven cuñada y amiga se había aparecido.
Hola Gin- la saludó con algo de nerviosismo. Ginny pensó que la joven estaba más nerviosa que ella misma.
Hola Hermione- la saludó desperezándose.
No puedo creer que estés tan relajada. Yo en tu lugar habría sufrido un paro cardiaco-
Me lo dará si sigues así ¿Lo has traído?-
Claro. Ron estuvo a punto de descubrirlo pero gracias a Merlín en ese momento lo llamó John y pude despistarle.
A él si que le daría un paro cardiaco si te viera con una de éstas- sonrió Ginny intentando disipas sus nervios y su angustia.
Le dará de igual modo si sale positivo-
Tú siempre tan optimista, Herm-
Ya me conoces-
Ginny chasqueó la lengua y cogió la cajita que Hermione le ofrecía.
¡No deberíamos esperar a que Ivett volviese? Quizá...
Ivett nos perdonará que no hayamos esperado.
Sí, ya, pero...- tenía tanto miedo a saber la verdad que sólo quería tiempo, tiempo.
Ginny- Hermione la cogió de las manos- pase lo que pase, salga lo que salga, tu hermano, tu familia, Ivett y yo estaremos contigo. Nos tienes a nosotros, y nada nos separará.
Tengo la sensación de que es cierto Herm, y yo me muero- susurró al joven, soltando una lágrima- ¿Cómo se lo diré?
Eso no importa, lo que importa es tu salud. Vamos, Gin-
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Un rayo de sol turbó el sueño de Draco Malfoy, que descansaba en su cama adoselada que una vez fue de una pelirroja. El muchacho se desperezó y bostezó fuertemente. Retiró las sábanas de seda blanca y miró a la joven que reposaba a su lado desnuda y casi sin tapar. Era tan hermosa, estaba tan enamorada de él.
Draco- saludó la chica mientras intentaba hacer que el muchacho volviese a la cama.
Hola Megan-
¿Has dormido bien?-
Muy bien, ahora debo irme a trabajar. Es muy tarde-
El muchacho se levantó a pesar de las protestas de su amante. Se duchó y se cambió rápidamente, dejando la ropa sucia para que, minutos después, la elfina los recogiera. Se vistió de acuerdo con su trabajo, con un jersey negro y unos pantalones oscuros. Odiaba usar tanto camisa como corbata, y aunque era algo que estaba bien visto y casi obligado, él pensaba que todo aquello no era más que una tontería.
Cuando volvió a la habitación, la joven se terminaba de arreglar. Draco recogió un par de papeles y se volvió a la rubia.
Anne vendrá el sábado que viene a quedarse a dormir-
Bien, ya sabes que tu hija y yo nos llevamos bien-
No es eso y lo sabes, Megan-
La joven se levantó molesta de la cama y se colocó una bata.
Y dime, Draco ¿Hasta cuando me vas a ocultar?
Hasta que todo esto se calme. Ya te dije que no era de los que anunciaban a voces sus relaciones.
No es eso- replicó la joven cruzando sus brazos por encima del pecho- Lo que a ti te preocupa es que Virginia se entere.
No creo que haya delito en no querer hacer sufrir a una persona más de lo que ha sufrido ya.
Sí, pero por no hacerla sufrir a ella me haces sufrir a mí con tus desplantes. A veces me parece que no me quieres, Draco-
El rubio se volvió y vio cómo los ojos azules de la joven se volvían cristalinos. Sabía utilizar todas sus armas de mujer para atraparlo. Sabía que odiaba que una mujer llorase por él. Se había vuelto un sentimental.
Megan, yo te quiero mucho y pronto todos sabrán que estamos juntos. Te lo prometo.
Gracias, amor. ¿Te vas ya?
Sí. Adiós Megan-
No vuelvas tarde, Draco-
Pero el muchacho ya no escuchaba, acababa de desaparecerse. Megan resopló enfadada y le devolvió la mirada a la joven que la miraba a través del espejo.
Ni siquiera me ha escuchado- se lamentó.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Ginny caminaba rápidamente por la acera de aquella calle intentando no tropezarse con la cantidad de gente que la transitaba en ese momento y que sus pensamientos no la agobiasen en ese momento tan delicado de su vida. Se paró y resopló, pensando hasta cuándo podría resistir con ese ritmo de vida. Miró el reloj muggle y se lamentó por llevar ya cinco minutos de retraso en su clase de primera hora. Volvió a caminar, esta vez más lentamente, y después de unos cinco minutos, entró en el 6 de aquella calle.
Subió un par de pisos y abrió la puerta de la Academia de baile de la que era instructora.
Hola Berta- saludó la joven dedicándole una hermosa sonrisa a la mujer mayor que tocaba el piano mientras ella instruía sobre danza.
Hola Virginia-la saludó la mujer mientras entraba por una de las habitaciones.
La pelirroja entró en uno de los vestuarios de profesores y sacó sus útiles de la enorme bolsa que llevaba. Luego sacó de una esquina el desencadenante de tanta angustia. Lo miró una y otra vez hasta que lo desgastó para ver si había algún error, alguna rotura, algún indicio de una malformación. No, limpio, perfecto, blanco inmaculado. Miró el reverso una vez e intentó hacerse a la idea de lo que eso significaba.
Srta. Virginia- exclamó una voz de niña. Ginny abrió al puerta y se encontró con los ojos azules de una niña de no más de siete años- la esperamos.
Ya voy, Paige- sonrió la joven.
La pelirroja y la niña salieron de la habitación sin darse cuenta del instrumento que se había quedado olvidado encima de la mesa.
Virginia entró en la sala y saludó a las cinco niñas que la esperaban sentadas charlando alegremente.
Buenos días niñas-
Buenos días profesora Virginia-respondieron a coro las cinco chicas.
Hoy empezaremos con los pasos básicos del ballet que aprendimos el viernes ¿De acuerdo? Tu primero, Pam.
Una jovencita de ojos negros y pelo muy rubio se puso en el centro de la sala y practicó un par de pasos con absoluta delicadeza. A Ginny le pareció que se parecía mucho a ella cuando comenzó.
Perfecto- le aplaudió- Me alegra ver que has practicado en casa, Pam.
Gracias profesora-
Vera, ahora tú-
La clase fue mucho más relajada que lo que la pelirroja esperaba, ya que todas las niñas les habían salido los pasos. Se felicitó a ella misma por haberles inculcado mucho respeto y disciplina en los cuatro meses que llevaban juntas. Ahora las niñas eran muy aplicadas, pero antes eran todas unas revoltosas. Cogió una toalla y se secó el sudor con cuidado del delicado cuello mientras miraba por la ventana. Día gris, otra vez gris.
Hola Ginny- saludó una voz conocida. Era Ivett Sommers.
Ivett- susurró la joven a modo de saludo- Me la he hecho.
La joven entró en la habitación y se sentó al lado de la pelirroja, que ocupaba ahora el único banco de la habitación. Le cogió una de sus manos y se dio cuenta de que estaba helada. La pelirroja suspiró y miró a los ojos almendrados de su amiga mientras se mordía los labios, rasgo que reconoció Ivett como que estaba a punto de echarse a llorar.
Es positivo ¿Verdad?- susurró temblorosa la joven de pelo canela- Estás embarazada.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Ron miraba incesantemente a la joven de cabellos enmarañados que tenía enfrente y que tomaba con mucha tranquilidad el almuerzo. La había invitado a comer para proponerle varios cambios en su vida y la joven, en vez de contestarle a la trascendental pregunta que le acababa de hacer, masticaba con cuidado la lechuga de su ensalada.
Herm- suspiró de forma nerviosa el pelirrojo- Herm, cariño, siempre me ha encantado verte comer pero estoy esperando una respuesta por tu parte.
La joven levantó sus ojos pardos y los clavó en los de su novio, que sintió un escalofrío en ese momento.
Ron ¿Sabes lo que me estás pidiendo?- le preguntó seriamente.
Por supuesto, cariño-
¿Estás seguro? ¿No te vas a echar atrás ni nada parecido?-
Ron frunció el ceño y miró con ira a la joven.
¡Claro que no!- protestó el joven- Yo nunca haría nada parecido- se acercó y le cogió las dos manos- Te amo, Hermione, y quiero casarme contigo.
Hermione sonrió levemente y un par de lágrimas asomaron en sus ojos.
Perdóname cariño- se disculpó- Pero estoy tan nerviosa con todo el tema de la separación de tu hermana que me da miedo que a ti y a mí nos pase lo mismo.
Ron suspiró y comprendió en un momento la sensación de duda e impotencia que sentía Hermione.
Te comprendo cariño, pero tu y yo no tenemos nada que ver con ellos-
Lo sé, y creo que es buena idea que reforcemos nuestros lazos- sonrió al ver el estupor en la cara del pelirrojo- Te acepto la propuesta, amor, me casaré contigo.
Ron sintió un estallido de gozo en mitad de su pecho y besó con animosidad a su novia que, riendo, se separó de él y miró hacia todos lados, avergonzada del espectáculo que estaban dando. Cuando vio que nadie los observaba, se acercó y besó la punta de su nariz.
Espero que esto salga bien, Ronald- le susurró al oído- Porque si no, te juro que comprenderás por qué soy la mejor bruja de mi promoción.
Y dicho esto, sin dejarlo replicar, le dio un beso lleno de amor y de esperanza en su relación.
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Bueno, voy a responder a los reviews que me habéis mandado no sin antes agradecer muchísimo s todos vuestros mensajes.
ABRIL: Bueno, veremos a ver si a ellos no les pasa ¿no?
LUCIANA: Otro si que habrá, eso te lo aseguro, pero aún no sé exactamente quién. Podría ser Harry, Colin...
JERU: espero que sigas leyéndolo...Y que te guste.
MAIKA: M e alegra que te guste. Espero que este capi también haya sido de tu gusto.
DAN: No te preocupes que pronto me pasaré por tus fics. Espero que te siga gustando la historia.
DAMARIS: Pues ya somos dos a las que nos fascinan estas historias. La verdad es que la pareja D/G es muy atrayente.
SARAMELISS: Espero que te siga gustando.
MISH: Pronto empezaré a poner cosas más alegres y el conflicto entre los personajes será mayor. Besos.
Capítulo 3. La vida continúa...
"Hace ya un mes desde que firmamos el divorcio, y todo me parece tanto cercano como si hubiese sido ayer. Recostada en un sillón miro por la ventana a la gente que pasa mientras me tomo una taza de café recién hecho. Café, ese es tu sustituto. Dulce y amargo a la vez y cuanto más tomas más quieres. Adicción es la palabra, adicción es lo que yo siento por el café, lo mismo que por ti. Aquí sentada, observando a mi alrededor siento que me faltas, y es tanta la angustia que me revuelvo nerviosa. Recojo mi pelo con un palo chino y analizo mis piernas, que asoman desnudas por debajo de la manta fina que me cubre. Blancas, normales, depiladas. ¿Cómo las tendrá ella?"
Ginny releyó lo escrito y soltó un largo suspiro. Tomó un poco más de café y dejó la hermosa taza de porcelana en la mesilla de al lado de sofá. Una duda la angustiaba, una duda que la mantenía despierta por las noches y por el día no le dejaba hacer nada.
Miró el reloj, Hermione estaba a punto de llegar. Cerró los ojos y volvió a suspirar. Todo era tan diferente, todo tan complicado. Si sólo tuviese la fuerza para poder seguir adelante, si consiguiese un punto de apoyo, alguien con quien olvidarle. Si sólo pudiera volver atrás, volver a aquella noche, la última noche...
Una voz dulce y tranquila la sobresaltó. Era Hermione. Se levantó y se dirigió al vestíbulo, lugar dónde hacía unos segundos su joven cuñada y amiga se había aparecido.
Hola Gin- la saludó con algo de nerviosismo. Ginny pensó que la joven estaba más nerviosa que ella misma.
Hola Hermione- la saludó desperezándose.
No puedo creer que estés tan relajada. Yo en tu lugar habría sufrido un paro cardiaco-
Me lo dará si sigues así ¿Lo has traído?-
Claro. Ron estuvo a punto de descubrirlo pero gracias a Merlín en ese momento lo llamó John y pude despistarle.
A él si que le daría un paro cardiaco si te viera con una de éstas- sonrió Ginny intentando disipas sus nervios y su angustia.
Le dará de igual modo si sale positivo-
Tú siempre tan optimista, Herm-
Ya me conoces-
Ginny chasqueó la lengua y cogió la cajita que Hermione le ofrecía.
¡No deberíamos esperar a que Ivett volviese? Quizá...
Ivett nos perdonará que no hayamos esperado.
Sí, ya, pero...- tenía tanto miedo a saber la verdad que sólo quería tiempo, tiempo.
Ginny- Hermione la cogió de las manos- pase lo que pase, salga lo que salga, tu hermano, tu familia, Ivett y yo estaremos contigo. Nos tienes a nosotros, y nada nos separará.
Tengo la sensación de que es cierto Herm, y yo me muero- susurró al joven, soltando una lágrima- ¿Cómo se lo diré?
Eso no importa, lo que importa es tu salud. Vamos, Gin-
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Un rayo de sol turbó el sueño de Draco Malfoy, que descansaba en su cama adoselada que una vez fue de una pelirroja. El muchacho se desperezó y bostezó fuertemente. Retiró las sábanas de seda blanca y miró a la joven que reposaba a su lado desnuda y casi sin tapar. Era tan hermosa, estaba tan enamorada de él.
Draco- saludó la chica mientras intentaba hacer que el muchacho volviese a la cama.
Hola Megan-
¿Has dormido bien?-
Muy bien, ahora debo irme a trabajar. Es muy tarde-
El muchacho se levantó a pesar de las protestas de su amante. Se duchó y se cambió rápidamente, dejando la ropa sucia para que, minutos después, la elfina los recogiera. Se vistió de acuerdo con su trabajo, con un jersey negro y unos pantalones oscuros. Odiaba usar tanto camisa como corbata, y aunque era algo que estaba bien visto y casi obligado, él pensaba que todo aquello no era más que una tontería.
Cuando volvió a la habitación, la joven se terminaba de arreglar. Draco recogió un par de papeles y se volvió a la rubia.
Anne vendrá el sábado que viene a quedarse a dormir-
Bien, ya sabes que tu hija y yo nos llevamos bien-
No es eso y lo sabes, Megan-
La joven se levantó molesta de la cama y se colocó una bata.
Y dime, Draco ¿Hasta cuando me vas a ocultar?
Hasta que todo esto se calme. Ya te dije que no era de los que anunciaban a voces sus relaciones.
No es eso- replicó la joven cruzando sus brazos por encima del pecho- Lo que a ti te preocupa es que Virginia se entere.
No creo que haya delito en no querer hacer sufrir a una persona más de lo que ha sufrido ya.
Sí, pero por no hacerla sufrir a ella me haces sufrir a mí con tus desplantes. A veces me parece que no me quieres, Draco-
El rubio se volvió y vio cómo los ojos azules de la joven se volvían cristalinos. Sabía utilizar todas sus armas de mujer para atraparlo. Sabía que odiaba que una mujer llorase por él. Se había vuelto un sentimental.
Megan, yo te quiero mucho y pronto todos sabrán que estamos juntos. Te lo prometo.
Gracias, amor. ¿Te vas ya?
Sí. Adiós Megan-
No vuelvas tarde, Draco-
Pero el muchacho ya no escuchaba, acababa de desaparecerse. Megan resopló enfadada y le devolvió la mirada a la joven que la miraba a través del espejo.
Ni siquiera me ha escuchado- se lamentó.
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Ginny caminaba rápidamente por la acera de aquella calle intentando no tropezarse con la cantidad de gente que la transitaba en ese momento y que sus pensamientos no la agobiasen en ese momento tan delicado de su vida. Se paró y resopló, pensando hasta cuándo podría resistir con ese ritmo de vida. Miró el reloj muggle y se lamentó por llevar ya cinco minutos de retraso en su clase de primera hora. Volvió a caminar, esta vez más lentamente, y después de unos cinco minutos, entró en el 6 de aquella calle.
Subió un par de pisos y abrió la puerta de la Academia de baile de la que era instructora.
Hola Berta- saludó la joven dedicándole una hermosa sonrisa a la mujer mayor que tocaba el piano mientras ella instruía sobre danza.
Hola Virginia-la saludó la mujer mientras entraba por una de las habitaciones.
La pelirroja entró en uno de los vestuarios de profesores y sacó sus útiles de la enorme bolsa que llevaba. Luego sacó de una esquina el desencadenante de tanta angustia. Lo miró una y otra vez hasta que lo desgastó para ver si había algún error, alguna rotura, algún indicio de una malformación. No, limpio, perfecto, blanco inmaculado. Miró el reverso una vez e intentó hacerse a la idea de lo que eso significaba.
Srta. Virginia- exclamó una voz de niña. Ginny abrió al puerta y se encontró con los ojos azules de una niña de no más de siete años- la esperamos.
Ya voy, Paige- sonrió la joven.
La pelirroja y la niña salieron de la habitación sin darse cuenta del instrumento que se había quedado olvidado encima de la mesa.
Virginia entró en la sala y saludó a las cinco niñas que la esperaban sentadas charlando alegremente.
Buenos días niñas-
Buenos días profesora Virginia-respondieron a coro las cinco chicas.
Hoy empezaremos con los pasos básicos del ballet que aprendimos el viernes ¿De acuerdo? Tu primero, Pam.
Una jovencita de ojos negros y pelo muy rubio se puso en el centro de la sala y practicó un par de pasos con absoluta delicadeza. A Ginny le pareció que se parecía mucho a ella cuando comenzó.
Perfecto- le aplaudió- Me alegra ver que has practicado en casa, Pam.
Gracias profesora-
Vera, ahora tú-
La clase fue mucho más relajada que lo que la pelirroja esperaba, ya que todas las niñas les habían salido los pasos. Se felicitó a ella misma por haberles inculcado mucho respeto y disciplina en los cuatro meses que llevaban juntas. Ahora las niñas eran muy aplicadas, pero antes eran todas unas revoltosas. Cogió una toalla y se secó el sudor con cuidado del delicado cuello mientras miraba por la ventana. Día gris, otra vez gris.
Hola Ginny- saludó una voz conocida. Era Ivett Sommers.
Ivett- susurró la joven a modo de saludo- Me la he hecho.
La joven entró en la habitación y se sentó al lado de la pelirroja, que ocupaba ahora el único banco de la habitación. Le cogió una de sus manos y se dio cuenta de que estaba helada. La pelirroja suspiró y miró a los ojos almendrados de su amiga mientras se mordía los labios, rasgo que reconoció Ivett como que estaba a punto de echarse a llorar.
Es positivo ¿Verdad?- susurró temblorosa la joven de pelo canela- Estás embarazada.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Ron miraba incesantemente a la joven de cabellos enmarañados que tenía enfrente y que tomaba con mucha tranquilidad el almuerzo. La había invitado a comer para proponerle varios cambios en su vida y la joven, en vez de contestarle a la trascendental pregunta que le acababa de hacer, masticaba con cuidado la lechuga de su ensalada.
Herm- suspiró de forma nerviosa el pelirrojo- Herm, cariño, siempre me ha encantado verte comer pero estoy esperando una respuesta por tu parte.
La joven levantó sus ojos pardos y los clavó en los de su novio, que sintió un escalofrío en ese momento.
Ron ¿Sabes lo que me estás pidiendo?- le preguntó seriamente.
Por supuesto, cariño-
¿Estás seguro? ¿No te vas a echar atrás ni nada parecido?-
Ron frunció el ceño y miró con ira a la joven.
¡Claro que no!- protestó el joven- Yo nunca haría nada parecido- se acercó y le cogió las dos manos- Te amo, Hermione, y quiero casarme contigo.
Hermione sonrió levemente y un par de lágrimas asomaron en sus ojos.
Perdóname cariño- se disculpó- Pero estoy tan nerviosa con todo el tema de la separación de tu hermana que me da miedo que a ti y a mí nos pase lo mismo.
Ron suspiró y comprendió en un momento la sensación de duda e impotencia que sentía Hermione.
Te comprendo cariño, pero tu y yo no tenemos nada que ver con ellos-
Lo sé, y creo que es buena idea que reforcemos nuestros lazos- sonrió al ver el estupor en la cara del pelirrojo- Te acepto la propuesta, amor, me casaré contigo.
Ron sintió un estallido de gozo en mitad de su pecho y besó con animosidad a su novia que, riendo, se separó de él y miró hacia todos lados, avergonzada del espectáculo que estaban dando. Cuando vio que nadie los observaba, se acercó y besó la punta de su nariz.
Espero que esto salga bien, Ronald- le susurró al oído- Porque si no, te juro que comprenderás por qué soy la mejor bruja de mi promoción.
Y dicho esto, sin dejarlo replicar, le dio un beso lleno de amor y de esperanza en su relación.
*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/
Bueno, voy a responder a los reviews que me habéis mandado no sin antes agradecer muchísimo s todos vuestros mensajes.
ABRIL: Bueno, veremos a ver si a ellos no les pasa ¿no?
LUCIANA: Otro si que habrá, eso te lo aseguro, pero aún no sé exactamente quién. Podría ser Harry, Colin...
JERU: espero que sigas leyéndolo...Y que te guste.
MAIKA: M e alegra que te guste. Espero que este capi también haya sido de tu gusto.
DAN: No te preocupes que pronto me pasaré por tus fics. Espero que te siga gustando la historia.
DAMARIS: Pues ya somos dos a las que nos fascinan estas historias. La verdad es que la pareja D/G es muy atrayente.
SARAMELISS: Espero que te siga gustando.
MISH: Pronto empezaré a poner cosas más alegres y el conflicto entre los personajes será mayor. Besos.
