Locura
By Kaede Sakuragi( Seto x Joey )
Capitulo 11
Sentía la calidez del sol en su rostro, sentía el suave césped entre sus dedos.
Lentamente fue despertando, acostumbrándose a la luz, para mirar a su alrededor. Allí estaba de nuevo, en aquel jardín de hermosas flores, con niños jugando. Se incorporo, para poder ver bien a su alrededor, estaba cerca de unos árboles. Sintió como alguien estaba a su lado, girándose un poco, para encontrarse el rostro de un hombre no más de treinta, de cabellos largos, negros, igual que sus ojos. Estaba vestido con una túnica blanca, llevaba un especie de medallón, era el símbolo de los artículos.
- Sacerdote Seth ... del antiguo Egipto – dijo suavemente, pero sin mirarlo - ... Seto Kaiba ... medico del tiempo actual ... – se giro para observarlo a los ojos - ... Sabéis donde os encontráis??? ... y el porque??? – el ojiazul, negó con la cabeza, no podía articular palabra alguna, su garganta se sentía seca - ... Hace 5000 años ... – empezó a relatar, mientras desviaba su mirada, para observar a los niños jugar - ... El destino estaba escrito para cada uno de los individuos ... Cada uno poseía un final, un principio ... – se levanto, haciendo señas que lo siguiera, dirigiéndose a la fuente para luego sonreírle a los niños que lo saludaban - ... Uno de mis hijos ... quiso nacer esclavo ... siendo el menor de todos, y el mas triste ... Era un niño solitario, que no comprendía el valor de la risa, ni de la vida. Era curioso, y muy inteligente, pero a su vez le faltaba algo – levanto su mano para que un pequeño pájaro se posara en ella - ... Me pidió un deseo, el cual se lo concedí ... Pero temiendo por su bienestar ... envié a un guardián, quien lo cuidaría ... hasta que pudiera valerse por si solo ... – el pequeño pájaro voló alto, para perderse entre los árboles - ... Nació entre los hombres ... como un esclavo ... pero aprendió a sonreír, a jugar ... y a amar ... – Kaiba no comprendía lo que le estaba diciendo, lo cual el hombre volvió a mirarlo a los ojos - ... Al mismo tiempo que fueron llevados los artículos ... al Faraón ... mande a mi hijo mayor ... – siguieron caminando, hasta llegar a un pequeño lago, donde el ojiazul se sorprendió, en el reflejo de este, se podía ver distintas escenas, del antiguo Egipto, como el hospital donde el atendía
- Como ...??? – pronuncio despacio ante su asombro.
- Algo que no tuve en cuenta ... fue aquella promesa que os hiciste a mi hijo ... – el ojiazul lo miro extrañado, para luego fijar su vista en una escena del lago. Se veía él mismo, en una habitación con aquel muchacho rubio.
Estaba acostado a su lado, entre sus manos tenia una pequeña
caja, donde en ella, había dos pequeños brazaletes de plata, delgados y finos.
El rubio se sentaba a su lado, y tomando su brazo izquierdo, en el antebrazo,
colocaba un brazalete, para luego colocarse el otro en su brazo derecho - ...
Este símbolo significa eternidad ... – El Ojiazul, escuchaba su propia voz,
pero en un lenguaje extraño - ... y esta figura ... que vez aquí ... significa
que aunque nuestros cuerpos pierdan la vida ... seguiremos amándonos en
cualquier lugar que Anubis nos destine ... – el rubio observo los brazaletes,
los toco creyendo que no eran reales, para luego mirar a los ojos de su amante
- ... pero ... amo ... – titubeo el rubio – Seth ... esto ... significa ... que
... – sus ojos volvieron a llenarse de lagrimas - ... Te amo ... te amo ... te
amo ... te amo ... – se lanzo sobre el sacerdote, para luego llenarlo de besos.
Instintivamente, se llevo su mano a su brazo, para encontrarse allí, el brazalete. Lo observo detenidamente, y poseía los símbolos de la eternidad y una pequeña figura en un costado. Uno de los símbolos del milenio.
- Tanto era el amor que mi hijo tenia sobre vos ... que sin querer ... sello los brazaletes ... Con la promesa de amarse eternamente ... sin barreras ... y sin importar el lugar donde se encontraran ...
- Pero ... yo no ... recuerdo nada ... – Kaiba murmuro despacio, decepcionado, volviendo a mirar el lago. Pudo observar el momento cuando Pegasus los atacaba, donde Atemu caía, y Yugi recitaba un conjuro.
- En ese momento ... Mi hijo mayor ... solo atino a salvar a su hermano ... pero lo que no pudo prever era que moriría en ese instante ... y que mi otro hijo compartiera su cuerpo con otro mortal ... – el hombre se arrodillo ante el lago, tocando el agua, las imágenes se tornaron borrosas, para luego aparecer otras - ... Los conjuros se mezclaron ... trasladándolos a un tiempo diferente ... La línea que había sido trazada hace 5000 años atrás ... había sido alterada haciendo un gran salto ... – se levanto mirándolo a los ojos - ... Haciendo que algunos perdieran sus recuerdos ... otros se mantuvieran en el pasado ... y otros ... no supieran donde realmente se encontraban ... – las imágenes del lago volvieron a cambiar, mostrando al rubio con él, en el Sótano del hospital, justo antes que fuera interrumpido por Marik - ... Mi pobre niño ... quedo en el pasado ... Pero su amor ante vos ... lo hizo fuerte ... pudiendo cuidar la llave ... – en la mano de este, apareció el ultimo articulo, que faltaba. Una llave egipcia – Sabes lo que representa este objeto??? – el ojiazul negó con la cabeza - ... Abre el rompecabezas que poseía Atemu ... El Faraón no debía morir en ese instante ... solo uno debía hacerlo ... – los ojos de Kaiba se agrandaron por la sorpresa
- O sea ... que ... – no pudo seguir hablando, las imágenes del lago volvieron a cambiar, para escuchar un grito
- Así debía terminar ... tu destino ... – aquella escena, era cuando yacía en los brazos del esclavo.
- Entonces ... estoy muerto ... – murmuro, mirándose las manos sin comprender - ... Si realmente lo estoy ... porque puedo aun sentir? Porque aun no comprendo toda esta locura? Porque aun ... estoy aquí ...??? – murmuro despacio, mientras veía el lago. Allí se podía sentir la tristeza y la angustia de su pequeño, llorando desconsoladamente, mientras los demás, a quienes conoció en el hospital, se lamentaban. Tratando de separarlos, dejando su cuerpo inerte en el frió suelo.
De repente, se escucho un reclamo al cielo.
- PORQUE???? PADRE ... PORQUE???? ...- Joey abrazaba el cuerpo del sacerdote - ... Me dijiste que un día de estos podría correr de la mano de quien lo mereciera ... entonces ... dime ... PORQUE TE LO LLEVASTE???? PORQUE JUSTO A EL???? RESP"NDEME ... PADRE!!!!!!!! – su voz era disgustada, pero a la vez quebradiza. Acariciaba el rostro del ojiazul, despejando algunos mechones. Mojándolo con sus lagrimas. Tratando de limpiar la sangre que tenia en sus mejillas – Prometiste ... estar conmigo ... lo prometiste ... Eternamente ... lo prometiste ... – lo abrazo mientras se mecía, acariciando su cabellos – Lo prometiste .... lo prometiste ... Eternamente ... donde sea ...
No supo porque, pero sin darse cuenta fue acercándose a la imagen, tratando de tocar aquel rostro triste. " Eternamente ..." murmuro, pero con la suficiente fuerza, para que este lo escuchara. Joey levanto sus ojos al cielo.
- Eternamente ... – sonrió, para luego sentir como si alguien lo acariciara.
Su cuerpo empezó a sentirse pesado, sus ojos se fueron cerrando. La ultima imagen que pudo ver fueron los ojos color miel que tanto le gustaban. Fue perdiendo la conciencia, hasta caer en un especie de sueño profundo.
Anubis tomo entre sus brazos, el cuerpo inerte del muchacho de ojos azules. Fue lentamente hacia el otro lado del jardín, hasta una gran puerta de mármol, que se alzaba en el medio de un cantero de flores silvestres. Mientras era seguido por los niños, quienes cuchicheaban entre ellos.
- Otra oportunidad ...???? – preguntaron todos juntos.
- Otra oportunidad ... – les dijo Anubis sonriente. A lo que los niños salieron corriendo, festejando.
Las puertas se abrieron pesadamente, dejándolo entrar. Antes que se cerraran se pudo escuchar una voz a lo lejos ... " Otra oportunidad "
