Capitulo 1: Génesis

Era una mañana como cualquier otra de 1994. A esa hora la mayoría de las escuelas ya habían empezados las clases, por lo que ya no se veían escolares por ninguna parte. Bueno, casi, tres chicas caminaban despreocupadamente por calles, que si bien eran distintas se unían formando una especie de Y. Las tres chicas llevaban uniformes diferentes, una era rubia, otra pelirroja, y otra morena. Las tres caminaban rumbo al centro de la Y.

- Viejo hipócrita... todavía me duele la patada que me mando por que no me levantaba... y se dice mi papá... y ahora como le hago para esconderme del inspector... viejo cara de perro... me tiene mala por que le pegue a la Viviana y como es su sobrina... ni cuando le pegue a Cristian y lo mande al hospital me reto tanto.- se decía la chica de cabello negro.

- Ay no, ya llevo 10 minutos de retraso. La Vicki me va a dar otro sermón de que puedo quedar condicional y que va llamar a mis padres... Mmm... que ramo me tocaba... química?... Baa! Entonces voy a poder seguir durmiendo en clase... tengo hambre ojalá que alguna de las chicas haya traído algo... - penso la chica rubia.

- Arg... maldito Nemesis... la próxima vez haré que tus viceras adornen la pantalla de mi computador, wajaja, ya veras quien soy yo... solo me falta matarte y podré sacar el 7º epilogo... mmm habré terminado el juego antes que Acuña... definitivamente soy la mejor en el Residen Evil - murmuro la pelirroja.

Mientras tanto en algún lugar lejano una bella joven llora desconsoladamente. Parece estar atrapada en una especie de urna de cristal, cuyo interior esta formado por una especie de liquido de un suave color rojo transparente. Entre sus largos cabellos castaños sobresale una especie de tiara. No se puede decir que este desnuda ni tampoco vestida, es como si el liquido alrededor de su cuerpo se tornara más rojo y viscoso, sin tomar una forma definible. De repente, como si recordara algo abrio sus ojos y trato de pronunciar unas palabras.

En ese momentos las tres chicas caminaban distraídas, sin fijarse hacia donde se dirigían.

-¿quién será ese chico? Lleva mi mismo uniforme pero no parece haberlo visto en el colegio.

-¿dónde estará mi revista? ¿Juraría que la metí en mi mochila cuando salí de la micro?

-¿quiénes serán esos dos? Ah perdón no te vi.

De repente se oyó un grito:

-¡LEGENDARIAS GUERRERAS MAGICAS POR FAVOR SALVEN A CEFIRO!

Las tres chicas miraron hacia el cielo viendo la figura de una mujer en una posición que parecía de suplica. Siguieron caminando mirando hacia el cielo cuando de repente:

-¡¡plaf!!- las tres chicas chocaron quedando medias aturdidas.

Un gran destello de luz apareció, llenándolo todo y en el que las tres jóvenes desaparecieron, y reaparecieron pero en un lugar distinto, muy distinto que en el que antes se encontraban.

La chica de cabello rojo fue la primera en reaccionar, se levanto (por que todas producto del choque estaban en el suelo) y dijo con enojo:

- acaso son ciegas o tontas que no ven a donde van.

La joven de cabello negro se limito a verla con furia, se levanto, se sacudió la ropa, dejando ver que superaba por mucho en estatura y contextura física a la pelirroja, que no parecía haber notado este detalle.

-¿tienes algún problema?- dijo con voz serena y autoritaria a la vez.

La pelirroja no estaba acostumbrada a que le llevaran la contraria y sentía que esa chica se la estaba llevando, la miro pensando donde seria mejor dar el primer golpe. La morena parecía tener los mismos pensamientos cuando...

-¡Miren pajaritos! ¡Oh, este árbol es muy grande! ¡ja, ja, ja!

La rubia había despertado y se movía de un lado para otro gritando. Ambas chicas pensaron que a lo mejor el impacto la afecto mucho, después de todo estuvo demasiado tiempo en el suelo. En la ciudad no habían pájaros, ni grandes arboles, una flor que estuviera adentro de una casa apenas si sobrevivía.

Las dos chicas miraron con atención a su alrededor. Era increíble allí se encontraba frente a sus ojos un hermoso bosque, con arboles enormes y animales por todas partes. Ninguna de las dos parecía dar crédito a lo que veían.

- Pero esto no es Tokio - dijo una.

- yo creo que ni siquiera estamos en Japón - dijo la otra.

La chica rubia las miro, aparentemente no se había dado cuenta de la presencia de las otras dos chicas hasta ese momento, se le acerco y les dijo:

-¡Hola! ¿qué onda? Saben, yo creo que estamos en otro planeta y que algún ser extraterrestre nos rapto y nos trajo en su nave, así como en los expedientes X ¿te gustan los expedientes X? A mí me encantan. Uy yo les iba a preguntar algo... ¿qué era? ¡Ah si! ¿Cómo se llaman?.

Las dos chicas quedaron perplejas. Les pareció extraño que así como así alguien les tuviera confianza.

-ahm, eestee, yo me llamo Ania - dijo la chica de pelo negro.

- y yo soy Reiya - dijo la pelirroja.

La rubia las miro con desilusión -ejem, cuando yo les dije que me dijeran como se llamaban me refería a que se presentaran. Miren les daré un ejemplo:

(el fondo esta lleno de burbujas y flores, aparecen unos cuantos gatitos, estrellas y lunas) Me llamo Kia Sakashi Balcells, pero mis amigas me dicen Kittie, tengo catorce años, mi signo es Piscis, me encantan los gatos, los caramelos y la televisión. Me desagradan las zanahorias y la violencia. Mi hobby es dormir y cuando crezca quiero ser alguna persona famosa como una gran escritora, o una científica, o una arqueóloga, o quizás viaje mucho y conozca mucha gente o... bueno en realidad no se que quiero ser ja, ja, ja. También odio estudiar, pero mi inteligencia es superior al promedio, si hasta se podría decir que soy alguna clase de genio, ja, ja, ja, también... bla, bla, bla...

- Pobre chica, el golpe debió haberla afectado mucho- comento Ania.

- si, yo tengo 14 ¿y tú?- pregunto Reiya.

- Lo mismo.

-...

- ¿Oíste eso?

- No, ¿qué oíste?

- No sé, parecían caballos.

- Debió ser tu imaginación.

-¿y ustedes no se van a presentar? Kia había dejado de hablar para alivio de Ania y Reiya, pero parecía querer obligarlas a que confesaran, torturándolas con la mas dulce de las sonrisas. Pero entonces, de entre los arboles tres caballos con sus respectivos jinetes aparecieron interrumpiendo la escena. Los tres hombres vestían armaduras casi medievales y las miraron de forma tan fría que se perdía toda duda de que ellos no venían precisamente para ayudarlas.

-oye- dijo uno de los jinetes - ¿tu crees que sean ellas?

- no sé, sus ropas son muy extrañas, pero no creo que las guerreras mágicas sean unas mocosas tan endebles- respondió otro.

- pero no perdemos nada en llevarlas al castillo- dijo el tercero.

Las chicas no entendían nada de lo que hablaban aquellos hombres, pero no les gusto nadita.

-y ustedes creen que nos van a atrapar tan fácilmente- sentencio Reiya, mientras se ponía en posición de combate.

Ania hizo tronar sus dedos y permaneció erguida como esperando a que su rival diera el primer golpe.

- nos van a matar, snif- pensaba Kia.

Los tres hombres se bajaron de sus respectivos corceles. Reiya corrió hacia ellos dispuesta a atacarlos cuando...

Continuará...