Capitulo 3: Ascot
A medida que la nube de polvo se fue disipando la silueta del hombre se fue tornando más clara dejando ver que llevaba un traje exactamente igual al del anciano que habían visto junto al rey. Su peinado también era muy similar, hasta sus rasgos. Pero, este era un joven de no más de 25 años, de cabello castaño y sonrisa amigable, lo que lo hacia muy diferente del viejo.
-suban.- dijo indicando a la criatura.- no tenemos mucho tiempo.
-¿y tú quien eres?- dijo Reiya con tono despreciativo.
-ves, te dije que nos vendrían a buscar- replicó Kía dándose cierta importancia.- yo siempre tengo la razón.
-hey.- balbuceó el joven tratando de llamar la atención.- no tenemos tiempo para que peleen, si quieren después se pueden agarrar a combos o matarse, pero ahora tenemos que irnos.- terminó con cierta desesperación.
Mientras tanto, Ania se acercó al animal que había destrozado la muralla. Éste tenia cara de perro, melena de león y un lustrosos pelaje blanco. Era mucho más alto que un caballo y al acariciarlo se dio cuenta que era muy manso y dócil.
-Hola, eres muy lindo ¿cómo te llamas?- dijo la morena, con voz cariñosa a la criatura.
-Se llama Shafrám. Debes haberle caído muy bien, normalmente es muy arisco con las personas extrañas- dijo el chico misterioso dejando de prestar atención a la pelea de Kía y Reiya y acercándose a la joven. Ella sonrió.- es que tengo un perro al que se le parece mucho ¿es tu mascota?-.
-no- contesto el joven.- es mi amigo. Lo conocí en el bosque hace tiempo- afinó un poco la voz - ¿... yyy? ... ¿Tu como te llamas?
-Ania ¿y tu?
-yo soy Ascot- dijo mientras le dirigía una dulce sonrisa.
Ania pudo ver entonces sus ojos que hasta entonces estaban tapados por una densa chasquilla. Eran grandes y brillantes. Le parecieron muy bonitos y se quedo mirándolos un buen rato.
-huuuuuuh, mírenla si se hacia la lesa no más- interrumpieron Reiya y Kía -y pensar que yo creía que eras una pobre chica tímida -ves si las calladas son las peores- dijeron alternadamente.
El joven intento tomárselo con humor y se rió un poco, pero la chica de cabello negro permanecía parada rígidamente con la cara roja como un tomate.
-iiih los pillamos, ji,ji,ji- seguían la rubia y la pelirroja sin cansarse. Pero entonces una sirena sonó a lo lejos.
-nos han descubierto- grito el joven. Las muchachas subieron a Shafrám sin poner mayores obstáculos. El animal corrió por el bosque con una velocidad y ligereza impresionante hasta que el castillo desapareció a lo lejos. Los cuatro descendieron y decidieron establecer un campamento en un claro cercano. Prendieron una fogata, la noche era cálida y silenciosa.
-oye... estee... ¿Ania, como se llama tu pololo?- dijo Reiya en un tono un poco sarcástico. A la que la joven contestó con una mirada asesina.
-Me llamo Ascot y no soy un pololo, soy un hechicero- Respondió el chico de cabello castaño.
A la chica de ojos rosados le dio bastante curiosidad lo del hechicero, pero ya había ordenado sus preguntas y quería seguir el orden que había establecido.
-bueno... oye ¿qué onda? ¿Qué estamos haciendo aquí?
-uy, si por que yo no cacho ni una- agregó la rubia.
-bueno... estamos en Cefiro un planeta en un dimensión distinta del mundo místico, ese es el nombre con que designamos al lugar donde provienen. Ustedes han sido elegidas para que se convierta en guerreras mágicas y salven al pilar que rige este mundo...
-¿qué es un pilar?- interrumpe Ania.
-En Cefiro, la fuerza de voluntad es la energía más poderosa que existe, si tu deseas algo realmente esto se cumplirá. Y la persona con la fuerza de voluntad más poderosa se convertiría en el pilar, y velaría por la paz y el bien de Cefiro, dedicando toda su vida exclusivamente a eso... y es la única que puede invocar a las guerreras mágicas... y devolverlas a su mundo...
-Pero... - agregó la joven pelirroja.
-el sistema del pilar fue anulado hace 100 años.
-¡¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!!! ¡¡¿ Y ENTONCES COMO VINIMOS Y COMO REGRESAREMOS?!!- exclamaron las tres chicas al unísono.
-no lo sé. Pero sé quien lo debe saber.
-¿quién?- Preguntó Ania.
-el hechicero más poderoso de este planeta, Guru Clef. Él además les dará su magia, sus armaduras, como conseguir sus espadas y despertar a sus genios.
-Ah... ¿y para que queramos todo eso?- replica la rubia.
-... no sé. Eso es lo que las guerreras mágicas deben hacer.- contestó el joven, viendo el silencio de las muchachas. - Bueno mañana tenemos que recorrer mucho, así que les aconsejo que se duerman.
Ellas se miraron mutuamente, el pensamiento era unánime: Ascot era pobre idiota que había perdido varios tornillos hace tiempo. Pero en todo caso era mejor que los tipos del castillo y tendrían que confiar en él.
Se acostaron sobre el pasto, totalmente a la intemperie, a ninguna se sintió cómoda, pero cerraron los ojos y pronto se durmieron.
-Hey, despierten.
-no mamá, hoy no hay clases, te lo juro.
-¡abran los ojos! ¡Los soldados deben estar muy cerca!
-soldados... - Reiya abrió sus ojos rosados y exclamó. -No!! ¡¡Ustedes aquí!! ¡¡Entonces no fue un sueño!!
-Nosotras también estamos felices de verte. - Dijo Ania irónicamente, enfadando a la pelirroja que parecía haber despertado muy malas pulgas. Mientras Ascot trataba de despertar a Kía que aun dormía profundamente, después de mucho rato de intentarlo lo consiguió.
-Aaah... tengo hambre ¿Qué hay de desayuno? - En ese instante todos los estómagos rugieron al unísono. Ninguno había comido en más de un día, hasta la inminente pelea de Ania y Reiya se paro al recordar el hambre que sentían.
-Bien. - Dijo el muchacho. - Veré que traigo y que puedo encontrar por aquí. - se adentro entre los arboles volviendo un momento después con varias frutas silvestres que las niñas no habían visto nunca. Las comieron y aunque esto no las dejo satisfechas les sirvió para apalear el hambre por un buen tiempo. Subieron a la criatura blanca otra vez, y cabalgaron hasta poco más del medio día para descansar y comer algo.
-Hey Ascot ¿A que se refería el chico lindo, con eso de un tal Kaos? - Preguntó Kía.
-Pues... en realidad yo no se mucho sobre él o lo que sea. He escuchado que tiene muchos secuaces, pero ninguno ha visto su verdadera forma; que quiere reponer el sistema del pilar utilizando a una joven que posee un gran poder de voluntad, aunque nadie sabe porqué. Pero como ya les dije yo se muy poco sobre eso, estuve mucho tiempo fuera de Cefiro y fue hace muy poco que volví.
-Espera ¿Cómo pudiste estar fuera de Cefiro?
-Bueno hay tres planetas además de este: Farem, Autozam y Ziceta; yo estuve todo este tiempo en el ultimo.
-¿y por qué te fuiste de Cefiro?.
El joven se quedo en silencio un largo rato y con un aire nostálgico suspiro y agrego: - Es una historia muy larga, que paso hace muchos años. - La muchacha trato de disculparse pero él prosiguió. - tiene que ver con una mujer que también era una guerrera mágica, tenia los ojos azules como el cielo al igual que su cabello, que era largo y brillante, también era muy mal genio.
-Tú la...
-Sí, la amaba.
-¿Y te correspondía?
-No, ella ya tenía a alguien arraigado en lo profundo de su corazón y nunca me considero más que como un amigo.
-Oh, lo siento. Yo también se lo que se siente no ser correspondida -. Dijo Reiya (!!!).-¿por qué me miran de esa manera?
-No tengan compasión de mi -. Agregó Ascot. -Las princesas de Ziceta eran muy buenas amigas mias , así que me acogieron de maravilla y fue muy feliz a su lado.
-Ascot, yo...-. pero antes de que Ania pudiera terminar su frase una flecha rozó a su lado. Pudieron divisar entonces una tropa de soldados que venia a la carga desde una colina cercana.
-yo los detendre, no se preocupen, ellos no son gran cosa.
-¿Estas loco Ascot? Nosotras tambien lucharemos.- Dijo, bajandose de la bestia, Ania.
-hey yo tampoco pienso quedarme con los brazos cruzados.- alego la pelirroja.
-Chicas yo pienso que deberiamos pensarlo un poco despues de todo la ultima batalla no fue exactamente una victoria.
-Chicas lo siento. w P S X F .
-Ascot estas sangrando ¿cómo te hirie... tengo tanto sue...
-Shafram toma a Ania, A Reiya y a Kía y llévatelas lo más lejos que puedas.
El animal hizo un gesto afirmativo y huyo con las tres muchachas en el lomo.
Después de eso solo se pudo escuchar la gran explosion que ocurrió cuando los soldados se enfrentaron con el gran Hechicero Ascot.
-Puuu.
-¿mokona eres tú?.- Pregunto Ascot.
-Puuu.- respondió el conejo de la gema roja en la frente.
-Hazme un favor. Has que lleguen con Guru Clef.
-Puuu.
-Ahora puedo morir en paz.
Fin del capitulo 3
Continuará...
