Capitulo 4: Impresiones.
-¿Dónde estoy? - Balbuceó soñolienta Ania.
-Uf, por fin despiertas.- suspiro Reiya.
-¿Qué paso?
-Pues solo que el muy bastardo de tu mino nos durmió de alguna extraña forma. Ahora estamos solas con esa cosa.
-¿Shafram?
-No, me refiero a esa niña rara que esta ahí.
-Hola Ania.- Dijo Kía abrazando a Reiya.- Reiya y yo nos hemos hecho buenas amigas.
Reiya con cara de fastidio.- ya te he dicho mil veces que te alejes de mí, déjame tranquila, vete, get out, sayonara, fuera, por favor.
-tengo la impresión de que estas un poco enojada, pero no te preocupes yo estaré contigo siempre para enseñarte a canalizar tu ira.- sonrío la rubia.
Ania suspiro, parece que no me podré deshacer de ellas.- ¿Qué hacemos ahora? ¿buscamos a ese Guru algo?
-Guru Clef. Gu-ru Cle-f.- Corrigio Kía.- lo recuerdo perfectamente: G-u-r-u C-l-e-f.
-lo que sea, no creo que tengamos otra opción- dijo Reiya.- pero no tenemos ni la menor idea de cómo encontrarlo.
Ania se acerco Shafram y lo acaricio.- Él lo sabe, él nos llevara a Guru Clef, estoy segura.
-¿Qué? ¿Esa bestia? ¿Estas loca?
-tú lo dijiste, no tenemos otra opción.
Reiya suspiro, mientras, Kía había soltado su cuello ya que algo entre los arbusto le llamo la atención, era un extraño conejo blanco con una gema roja en la frente. Puu dijo la criatura. Puu respondio la joven. Puuuuu repitio el conejo. Puuu? Puu puu. Pu puu pu.
-¡Kía que rayos estas haciendo con esa cosa!
-Creo que hablo su idioma.
-Deja eso que nos vamos.
-Pero tengo mucha hambre, buu, buu.
-ahora esta llorando.
-déjala Reiya ya se le pasara.
-puu.- dijo el conejo e hizo aparecer una pequeña cabaña con forma de huevo, las chicas miraron sorprendidas el interior perfectamente decorado, acabaron con la gran despensa de comestibles, se bañaron, fueron al baño y durmieron como piedras por horas.
En ese mismo instante, en un lugar lejano, una figura oscura murmura.- las guerreras mágicas han venido desde el mundo místico. Ascot ha venido desde Ziceta a morir por ellas, pobre tonto, siempre me inspiro lastima. Dime Lucero crees que tu bisabuela Lucy habría llorado su muerte, seguro que si, era siempre tan caritativa.- la figura acaricio el cristal que retenía a la joven de cabello castaño, ésta sollozo:- ¿Que te he hecho por que me torturas así? - La figura sonrío.- Esto no solo tiene que ver contigo sino con todos...
-Kía, me dejas ver tu mascota.
-Eh, si tómala Reiya ¿Para qué la quieres?
-Me da la impresión de haberla visto antes.
-¿En serio? ¿Dónde?
-En varios lugares, cerca del castillo, camino hacia acá y no recuerdo donde más.
-lo que pasa seguramente, es que este debe ser un animal típico de este planeta y todos los integrantes de la especie deben ser muy similares entre si. Por que no creo que ella nos este siguiendo.
-sí, tienes razón no creo que esa cosa tenga la inteligencia suficiente para seguirnos kilómetros y kilómetros a través del bosque.
-Bueno, entonces que hacemos ¿Vamos a buscar al Guru?- pregunto Ania.
-Pues, no sé, este lugar no esta nada de mal. No me importaría quedarme en este lugar para siempre.- penso en voz alta la pelirroja, mientras descansaba sobre un sofá.
-Pero que dices.- alego Kía mientras jugaba con la coneja. - Recuerden que los soldados nos buscan, Ascot lucho para que pudiéramos llegar con Guru Clef, además si nos quedamos aquí no podremos volver a nuestro mundo, y eso significa ¡Qué no habrá televisión, ni videojuegos!
-¡¡Noooooo!! - Gritaron Ania y Reiya al unísono.
-Creo que eso significa que seguiremos nuestro viaje.- Sonrió triunfadora la rubia.
Las dos chicas asintieron y acordaron que en la mañana del día siguiente seguirían el viaje. Al día siguiente sintieron mucho pesar al tener que dejar aquella cómoda cabaña-huevo-cosa, pero Mokona (por que es mokona si es que alguien no se había dado cuenta) la hizo desaparecer de la misma misteriosa forma que la hizo aparecer. Shafrám se agacho para que las jóvenes pudieran subirse a su lomo, sin embargo el conejo rehusó a subirse y desapareció entre los arboles del bosque, a pesar de que Kía no deseaba dejarla las chicas la convencieron de que se había ido por propia voluntad y que era mejor dejarla ir. Caía la tarde cuando llegaron al un campo lleno de pequeñas flores blancas. En él, el animal se detuvo y les indico que descendieran. En medio del campo había un niño de unos diez años, vestido totalmente de blanco al igual que su cabello, un bastón y un anillo en la mano derecha, poseía también una tiara en la frente.
Las jóvenes dejaron atrás a Shafram y se acercaron al pequeño. Reiya con su natural sutileza le pregunto:
-¿Quién rayos eres tú?
-Soy Guru Clef, el hechicero más poderoso de Céfiro.- Respondió con paciencia.
-¿En serio? No lo pareces.- dijo Ania mientras tomaba a Guru Clef por la capa y lo alzaba por encima del suelo para poder estudiarlo mejor.
-Para mi se ve como un mocoso cualquiera.- comento Kía mientras lo examinaba.
-Suéltame, suéltame, suéltame.- pataleaba el gran hechicero.
-O.K.- dijo Ania dejando caer pesadamente a Guru Clef.
-Estas niñas del mundo místico tan irrespetuosas como siempre.- refunfuñó el hechicero.- Como se nota que en su planeta no les enseñan modales.
-Entonces realmente tú eres Guru Clef ¿Como es que un mocoso puede convertirse en el hechicero más grande de este planeta?- comento escéptica Ania.
-¡Tonta!.- dijo Guru Clef mientras golpeaba con su bastón la cabeza de Ania.- Aunque no lo parezca tengo más de 900 años.
-En serio.- exclamo Kía.- ¡Qué buen cirujano plástico tienes!
-¡Tonta!.- dijo Guru Clef golpeado a Kía.- me veo joven por que la fuerza de voluntad rige Céfiro, por lo que si deseas algo con fuerza se cumplirá.
-De verdad.- interrumpió Reiya, el hechicero asintió, por lo que empezó a repetir sin parar: "quiero tener senos más grandes, quiero tener senos más grandes, quiero ten..."
-¡plaf! (Sonido que hace el bastón de Guru clef golpeando una cabeza, esta vez la de Reiya).
-Solo funciona con deseos que provengan de lo profundo del corazón.
-Bueno te creemos, tú eres Guru Clef. Como eres Guru Clef supongo que nos puedes contestar como llegamos aquí y como nos podemos ir.- pregunta Kía.
-Supongo que ustedes fueron invocadas por el poder creciente del pilar que trata de imponer Kaos y principalmente por el deseo de todos los habitantes de Céfiro por ser salvados por sus queridas y legendarias guerreras mágicas.- les dice Guru Clef.
-Entonces.- concluye Kía.- debemos hacer que los habitantes de Cefiro nos odien para que nos devuelvan a nuestro mundo.
-Será fácil.- dice incorporándose la chica pelirroja (tanto llamarla así me recuerda a Kuno tatewaki de Ranma 1/2, ese que andaba siempre con una espada y lo pateaban todos)- destruiré este hermoso campo de flores.
-yo te ayudo.- agrego la chica de cabello negro.
-Estas jóvenes del mundo místico cada vez son peor.- Pensó Guru Clef.
Fin del capitulo 4
Continuará...
Nota de lagranbrujaoscura: La verdad es que vi la serie hace bastante tiempo y no me acuerdo bien de muchos detalles, así que perdóneme si algunas cosas que relato coinciden con la historia original. También esta historia esta inspirada en muchas partes por el manga como por ejemplo Aguila no muere y Mokona es la creadora del mundo de céfiro, pero también tiene partes de la seria. Menuda mezcla =P.
