Capitulo 5: el ultimo espadachín

-Arg... estoy cansada de caminar. Ania llama a tu cosa esa para que nos lleve.

-Paciencia, el lugar donde recibirán sus armas queda muy cerca, no vale la pena llegar de otra forma que caminando, aparte también les servirá de entrenamiento.

Las tres jóvenes suspiraron, llevaban la mayor parte del camino tratando de convencer a Guru Clef de lo inútil que era caminar. Este las había llevado casi una hora al interior del bosque, diciéndoles que allí hallarían sus armas y les darían magia, por lo que ellas partieron entusiasmadisimas, pero luego luego se fueron cansando. Reiya se había vuelto más irritable que nunca, apenas podía respirar, mientras que Kía se arrastraba más muerta que viva enganchada del pie de Ania, quien era la única que mantenía una condición física decente.

-¿ya llegamos?

-No Kía.

-¿ya llegamos?

-No.

-¿ya llegamos?

-No.

-¿ya llegamos?

-No.

-¿ya llegamos?

-No.

-¿ya llegamos?

-No.

-¿ya llegamos?

-No.

-mira un monstruo.

-No...¿Qué dijiste?

-¡¡GRRRRR!!.- rugió un una especie de larva gigante saliendo entre los arboles. Ania, Kía y Reiya gritaron aterrorizadas, al mismo tiempo que Guru Clef se disponía a lanzar un hechizo, pero no logro terminarlo ya que la criatura fue despedazada por un espadachín salido de la nada. Entre los restos de la criatura pudieron distinguir más detalladamente su figura. Era un joven adolescente, de cabello rubio ceniza que se ondulaba al viento, ojos grises, alto delgado, piel trigueña, sonrisa pepsodent.

-¿Están bien?.- dijo acomodándose el largo flequillo que caía sobre su bello rostro.

pensamientos de Reiya

contigo estoy de lo mejor, ay eres guapisimo, soy tu esclava, has me lo que quieras, quieres que ladre como perro, mira guau, guau, guau, besaría cada lugar en donde pises, hazme tuya, te lo ruego, por favor, si quieres te pago, pero no te vayas eres como mi aire, mi corazón, mis pulmones, mi estomago, mi escuilish push y demás órganos, sin ti no soy nada, quiero tener 10000 bebes contigo...

lo que en realidad dijo

-Si, ese monstruo no era nada.

pensamientos de Ania

TEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMO TEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMO TEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMO TEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMO

lo que en realidad dijo

-si, nosotras también habríamos podido vencerlo.

pensamientos de Kía

(con música y coreografía) soy una tetera linda y fuerte, esta es mi asa y este mi pico cuando me calientan silbare viértanme y vacíenme... (Kía no esta del todo cuerda)

lo que en realidad dijo

-Hola soy Kía ¿Y tú?

-Mi nombre es Lancelot, el ultimo espadachín mágico de Céfiro.- dándose cuenta de la presencia del hechicero.- ¡Guru Clef cuanto tiempo sin verte! ¿Tu llegada tiene relación con los monstruos que he destruido?

-(murmurando para si) mocoso engreido.- tomando una pose solemne.- emm, se puede decir que si, un gran peligro acecha a nuestro querido planeta, un ser maligno llamado Kaos desea volver a implantar el sistema del pilar.

-¿Y eso se puede hacer?

-Por supuesto, solo hay que saber como.

-Comprendo.- el joven fijó, entonces, la mirada en las tres, ahora, aprendices de guerreras magicas. Dos de ellas seguian babeando con ojos de corazones mientras la tercera las pinchaba con un palito.- ¿Quiénes son ellas?

-Tus nuevas alumnas.- contesto con serenidad el pequeño de cabellos blancos.

El espadachín se acerco a ellas para examinarlas, la primera fue Reiya:

-Mi nombre es Reiya Umbrella guapo y te doy mi telefono cuando quieras.- dice la pelirroja en un tono sensual al mismo tiempo que le guiña un ojo.

-Estas algo flacucha.- examina sus brazos.- no pareces haber tenido un buen entrenamiento nunca, tu armadura tampoco me parece adecuada ¿has manejado alguna vez una espada?

-si... no...errr se como hacerlo.

-bueno muestrame.

La chica toma la espada que saca de la vaina de su cinturon el atractivo rubio, al tenerla en sus manos no puede evitar dejarla caer. Son más pesadas de lo que se ve en los videojuegos, piensa. El parece examinar detenidamente sus movimientos. Ella logra levantar el arma y dar algunos movimientos torpes con ella.

-¿es todo?

-eh si ¬¬

-no conocia esa tecnica ¬¬

en ese momento se dirigio a poner aprueba a Ania. La miro de arriba abajo, de lado a lado, mientras ella se mantenia paralizada con ruborizada como si le hubieran puesto un kilo de colorete en las mejillas.

-tu condicion fisica parace ser mejor que la otra muchacha ¿Cuánto tiempo has estado entrenando?

-...yo....err...esteeee...no...si....¿cuál era la pregunta?

-err¿has tenido algun entrenamiento de tipo militar o de combate anteriormente?

-....esto.....yoooo....no se...

-em... pasemos a la siguente.

-¿tu te llamas Kía cierto?

-sip, ese es mi nombre. No lo desgastes. No me gustan las cosas usadas.

-¿has tenido algun entrenamiento o preparación...... ¡oye escuchame cuando te hablo!

-Mira un pajarito... hola señora ardilla quiere ser mi amiga...¿me dijiste algo?

-¿te pregunto si alguna vez has luchado contra alguien?

-yo, nunca, espera una vez con almohadas, pero despues me senti muy mal y le ofreci disculpas a Peludin.

-¿Quién es ese?

-mi osito de peluche.

Entonces el joven se diriguio donde Guru Clef. Puso su mano en el hombro del hechicero.

-¿DÓNDE CONSEGUIESTE A ESAS LOCAS?

-Esas locas son las legendarias guerreras magicas y tu seras quien le enseñe todo lo que deben saber.

-¡¿QUÉ?!.- el rubio se quedo perplejo mientras guru clef llamaba a uno de sus criaturas y montaba en ella.

-Te las encargo. Cuidalas bien.- grito al mismo tiempo que se alejaba en su criatura similar a una quimera de dos cabezas.

-o.O(a punto de darle un tic) y si ellas me lastiman.- pero ya guru clef estaba muy lejos para escuchar sus suplicas.- nooooooooo.

Después de darse un tiempo para recuperarse del shock, el joven maestro ordeno a sus disipulas que se pusieran en una fila, si tendría que entrenarlas y convertirlas en verdaderas guerreras era mejor empezar desde ahora ¿o no? Su primera impresión de ellas no habia sido buena, la segunda tampoco, y seguramente pasaria un buen tiempo antes de que llegara a estimar a alguna.

-mi primera orden como su superior será llegar corriendo hasta mi vivienda. Solo deben seguirme el paso.

Ania y Reiya.-entendido.

-no quiero correr.- protestaba Kía.

-empecemos.- dijo el espadachín y se alejo corriendo ágilmente.

Minutos más tarde llego a una especie de mansión rural, muy espaciosa, pero también muy sencilla. Tenia un leve parecido a un dojo japonés de no ser que las puertas eran al estilo occidental. Tenia un aspecto algo descuidado, ese que dan las casa que una vez estuvieron rebosantes de vida y ahora están desocupadas.

-este es el lugar.-dijo Lancelot al mismo tiempo que miraba atrás.- ¿Dónde están las demás?- solo Ania yacía inerte atrás de él, mientras Reiya se arrastraban por algún lugar perdido del bosque (tengo que llegar mi querido Lancelot) y Kía seguía en el lugar de partida (me niego a correr, me niego a correr Xo).

-muy bien comenzaremos su entrenamiento con armas convencionales, después le enseñare a usar magia al mismo tiempo que utilizan sus espadas. Si Kía ¿quieres decirme algo?

-¿Nos vas a dar magia?

-¿Guru clef no les dio?

En un lugar muy distante el gran hechicero de Cefiro piensa: estoy seguro que se me olvido algo... lo que sea no creo que tenga importancia.

-¿por que las cosas tiene que ser tan difíciles? .- se queja el atractivo joven.

Continuará...

Fin del capítulo 5.