Undécimo Acto "Del Otro Lado del Sol" Tras la cascada
(El viaje fue agotador para la mente de Sanosuke, pero al fin habían llegado. Sayo se despierta automáticamente al dejar de percibir el movimiento constante del cabriolé. Sanosuke le acaricia el pelo).
Sano- Llegamos.
Sayo- (con los ojos entrecerrados) Ah?
Sano- (le paga al cochero. Ayuda a Sayo a bajar del carruaje, ella se despereza con delicadeza). Descansaste?
Sayo- Si. Adonde vamos?
Sano- Por acá... (la toma de la mano y comienza a caminar. Sayo reconoce el lugar, no le extraña porque Sanosuke había dicho que su viaje era a Shimabara. Llegan hasta un monte conocido. Bordean la ladera de la montaña por el sendero que a ambos les resulta familiar).
Sayo- Qué hacemos acá?
Sano- sssshhhht...
(De la mano de Sanosuke, Sayo llega hasta la cascada que hacía de entrada al templo subterráneo. Sanosuke le cubre los ojos con sus manos. Atraviesan la 'puerta', Sanosuke le descubre los ojos. Sayo ve lo que queda del templo, ve la luz que se cuela estratégicamente por el techo. Sanosuke tiene las manos en los hombros de Sayo).
Sano- (susurrando) ves esa luz? La primera vez que la ví, debajo de ella había un ángel.
Sayo- (sorprendida) Sanosuke... (lo toma de la mano y lo lleva debajo de la luz. Se abrazan. Sayo lo contempla unos segundos y lo besa. Sanosuke se arrodilla).
Sano- Sayo, no sé cómo pedirte esto... desde aquel día en que te vi, decidí seguirte, conocerte. Desde el día en que te preocupaste por mis heridas, decidí protegerte de quien pudiera lastimarte. Desde el día en que nos separamos, porque nuestros caminos eran diferentes, porque tenias que cuidarte de tu enfermedad, decidí que algún día cuando la tormenta pasase, estaríamos juntos. Desde el día en que volviste, decidí no dejarte ir, decidí que serías mi esposa. En cada uno de estos pasos, si se cumplieron mis propósitos, la mitad es mérito tuyo. Así que, mi humilde pedido es... ¿te comprometerías conmigo?
(Sanosuke saca el anillo de su bolsillo, mira a Sayo. Ella tiene los ojos húmedos por la emoción, se deja colocar el anillo y ayuda a Sano a ponerse de pie, entonces lo besa como nunca antes).
Sayo- Claro que sí, Sanosuke.
(Después de un largo rato abrazados en la cueva, deciden emprender el viaje. Esta vez en tren, Sayo lo terminó convenciendo...)
Sano- Sé que tal vez te cueste hablar de esto...
Sayo- Si, Sanosuke?
Sano- De... bueno... de tu enfermedad.
Sayo- Ah, no te preocupes, Sanosuke. Mi hermano Shougo tiene un amigo en Alemania, Robert Koch. Hace unos meses, tras concluir un importante trabajo bacteriológico fue nombrado consejero del gobierno en el Departamento Imperial de la Salud en Berlín. Mi hermano le encomendó la investigación de la tuberculosis y él aceptó encargarse.
Sano- Pero, confias en que este tipejo pueda salvarte?
Sayo- Hoy en día se conocen muchas cosas que antes no. En la década de 1870 Robert pudo demostrar por primera vez sin duda cuál era el agente causante de una enfermedad infecciosa. Descubrió que no estaban causadas por sustancias misteriosas, sino por microorganismos específicos, en este caso bacterias.
Sano- Entonces... vas a estar bien?
Sayo- Ya lo creo. Confío en este hombre y en la voluntad del Señor.
Sano- Igualmente espero que te cuides.
Sayo- Siempre. Algo mas de lo que quieras hablar?
Sano- Esteee... no. Por ahora no.
Sayo- Entonces si me lo permitís voy a intentar dormir un poco.
Sano- Adelante, descansa.
(Sayo se recuesta sobre su asiento, Sanosuke se queda pensando...
Sano- "No, no voy a hablar ahora de las ideas enfermas de Shougo, tal vez se enoje y quiera irse con él a Holanda... no tiene sentido, si va a ser mi esposa, tiene que vivir conmigo... No? Además, quiero ver la expresión de Shouzo cuando se entere... ja ja. Quizás Shougo se moleste conmigo. No me conviene tenerlos en contra, porque son capaces de llevarla. Sayo estaba segura de quedarse conmigo hasta que habló con Shougo. Tiene un poder de convicción este tipo... tengo que hacer algo..." (entre tanto trabajo mental Sano termina por quedarse dormido, para ser despertado por Sayo al llegar a destino).
Sayo- Sano, llegamos, despertate.
Sano- Ya? Tan rápido?
Sayo- si, estabas sudando y moviéndote... tuviste una pesadilla?
Sano- Eh? No... no. No me acuerdo.
Sayo- Si te parece, vamos a visitar a mi hermano
Sano- (espantado) Por qué?
Sayo- para darle la noticia, para que más?
Sano- Ah, claro...
Sayo- No te preocupes, se va a alegrar.
Sano- De que?
Sayo- De que quieras hacer las cosas a su manera.
(Sagara y su prometida llegan a la posada en donde se hospedan Shougo y Shouzo. Sanosuke está aterrado. Shouzo les abre la puerta del cuarto).
Shouzo- que pronto terminaste los trámites!
Sano- (perdiendo el miedo y ganando soberbia) ja! Que te cuente Sayo.
Shouzo- No seas insolente, Sagara. Voy a llamar al señor. (Shouzo desaparece tras la puerta que conduce a la oficina de Amakusa. Shougo sale por la misma puerta).
Shougo- Shouzo me anunció su llegada. Como les resultó el viaje?
Sayo- Algo largo, hermano. Pero tengo algo que decirte.
Shougo- No saludas primero?
Sayo- (se acerca y lo abraza. Levanta la mirada y en voz baja le dice) Me comprometí con Sanosuke.
Shougo- (que no puede ocultar la sorpresa, mirando a Sanosuke) Entenderás que debo matarte.
Sano- Eh? (le volvió el miedo)
Shougo- He, he. Siempre quise decir eso. Sólo bromeaba, Sagara. (En ese momento está saliendo de la oficina Shouzo, con una bandeja con copas en la mano) Los felicito, así que comprometidos... (Shouzo pierde el equilibrio, no puede evitarlo y las copas van a parar al suelo, quebrándose con estrépito. Los demás se dirigen con las miradas a Shouzo, que está inmóvil, en el umbral de la puerta).
Shouzo- Disculpen. (Entra a la oficina. Sale y limpia el desastre que había dejado).
Sayo- (algo incómoda por lo de las copas) Bueno...
Sano- (para romper el iceberg) Quieren venir a cenar al dojo?
Shougo- No se si sería apropiado...
Sano- (con exceso de confianza, palmeando a Shougo en la espalda) Vamos, cuñado.
Shougo- "lo que me espera, con estos modales..." Está bien, adelántense.
Sano- Si ya anochece, vamos todos juntos.
Shougo- Permítanme que lo voy a buscar a Shouzo.
Sano- Vaya, nomás. (Shougo se disipa entre su capa y la puerta, dejando a los prometidos a solas).
Sayo- Fue un lindo gesto de tu parte invitarlos a cenar.
Sano- Es que quiero que se conozcan con mi familia. Bueno, con mi familia adoptiva.
Sayo- De todas maneras estoy agradecida de que aceptes a mi hermano. Sé que no es fácil.
(Shougo sale acompañado de Shouzo, listos para la cena. Los cuatro parten hacia el dojo. No queda tan lejos).
Shougo- Y esta gente ¿sabe que vamos?
Sano- Nah... pero está bien. Shouzo, ¿no hablás?
Shouzo- No si no tengo nada importante para decir.
Sayo- Pero Kaoru y Kenshin son muy amables y bien predispuestos, no se van a molestar.
(Silencio)
Sano- Es en la otra cuadra.
(Silencio. Afortunadamente llegan. Kaoru sale a recibirlos).
Kaoru- Cuantos son! Bueno, pasen, pasen, que hoy cociné yo.
Shougo- Entonces vamos a probar lo que sus manos prepararon, señora.
Kaoru- "que extraño es que me diga señora" Adelante, pasen todos. Sanosuke!
Sano- Jou-chan! Sayo, mostrale la mano.
Kaoru (mirando el anillo) los felicito!
(Una vez en la casa, Kenshin los invita a sentarse, Kaoru sirve la cena que todos miran con desconfianza).
Kaoru- coman, coman.
Sano- Bueno, ahora que están todos, les presento a mi prometida, Sayo.
Kenshin- Que bien, Sano.
Kaoru- Felicidades.
Shougo- Propongo un brindis.
Shouzo- (algo desganado, pero disimulando) por Sagara y Santa Magdalia.
Yahiko- Quien es este tipo?
Kaoru- por ellos. (a Yahiko) es un amigo de la familia de Magdalia.
Shougo- La comida está deliciosa, Sra. Kaoru.
Sano- "que tipo mentiroso" Verdad que sí? (a Kaoru) como siempre, nena. Mejor que vos, ni Kenshin.
Shougo- ¡nena?
Sano- nena, Jou-chan, nenita... qué tiene?
Shougo- es la Sra. De Kenshin.
Sano- En realidad Kenshin es el Sr. De Kaoru, él vive en su casa. Sin embargo no sé qué tiene que ver, Kaoru es una nena de 18 años.
Kenshin- "se me pasó otro cumpleaños, que desatento"
Sano- Además, aunque vieja y casada, Kaoru es una nena para mi.
Shougo- Ahhh... "que raro es todo esto..." de todas maneras, deliciosa.
Sano- la nena?
Shougo- la comida!
Shouzo- Concuerdo con el señor Amakusa.
Yahiko- En serio... ¿quién es este tipo?
Kaoru- muchas gracias. (A Sayo) cuando es la fecha, Magdalia?
Sayo- No pusimos fecha, hay tiempo. Sanosuke es un niño de 20...
Sano- Hey!
Sayo- no hay tanta diferencia con Kaoru.
Sano- son dos años!
Yahiko- Sanosuke, no sos tan mayor... no seas ridículo.
Sano- Mirá, Yahiko...
Kenshin- entonces, no hay fecha, eh?
Sayo- No, todavía no lo hablamos.
Kaoru- (a Shougo) Y ustedes, se quedan en Tokio?
Shougo- No puedo, estoy aquí por un permiso especial del gobierno. Cuando termine con mis asuntos, debo regresar a Holanda.
Kaoru- Eso es muy triste... no se puede hacer nada?
Shougo- puedo, si me disculpo ante el gobierno, hay arreglos que se pueden hacer, pero mi gente me necesita, y está desterrada. No puedo traer a todos. Así que me voy mañana.
(Todas las conversaciones se detienen. Todos miran a Shougo).
Sayo- Ya? Mañana? Es muy pronto!!
Shougo- Hablémoslo cuando estemos solos, de acuerdo, hermana?
Sayo- (bajando la cabeza) de acuerdo.
(Al terminar la cena, Kaoru y Kenshin van a lavar los platos, Sanosuke, Yahiko y Shouzo se quedan haciendo sobremesa. Sayo y Shougo se apartan para tener su conversación a solas).
Sayo- mañana.
Shougo- Hace meses que estoy en Tokio.
Sayo- No más de uno, no pasó tanto tiempo. Desde que llegamos para la boda de Kenshin.
Shougo- Tengo que volver.
Sayo- Llevame.
Shougo- Sinceramente no quiero dejarte. La gente en Holanda te extraña, te necesita. Yo te voy a extrañar. Pero no puedo hacerte eso. Si te comprometiste con Sagara, lo hiciste tambien con su entorno "aunque estén todos locos", con la tierra en la que vive. Ya hiciste un pacto, sería muy deshonroso de tu parte irte.
Sayo- (mirando al suelo) no soy un samurai!!.
Shougo- no seas insolente, (la abofetea, indignado) no es necesario ser un samurai para tener honra.
Sayo- (tocándose la mejilla) tenes razón (las lágrimas comienzan a rodar por su rostro. Tose, tose y cae de rodillas).
Shougo- Sayo, disculpame, fui muy brusco, olvidé lo de tu enfermedad. (Se acuclilla a su lado, le acaricia los cabellos). Cuando Robert consiga la cura, viajaremos para hacerte el tratamiento. Disculpame, nada me gustaría más que llevarte conmigo, pero ya tomaste una decisión. Ahora es el momento de confirmarla; ya la habías tomado, lo importante es que sepas por qué.
Sayo- (aun de rodillas, levanta la cabeza tímidamente). Por... qué?
Shougo- Si, dentro de ti está la respuesta. Decidiste quedarte, pero ahora dudas. Busca las razones de tu elección, creo que las conoces.
Sayo- ¿Qué pasa si me siento débil y sola, y quiero buscarte en Holanda?
Shougo- Las puertas allá siempre estarán abiertas, y yo estaré feliz de recibirte en tu casa. Las elecciones no son para siempre. Sin embargo huir ahora es cobarde de tu parte. Y si estás casada con ese hombre cuando decidas volver, no vengas sola.
Sayo- Es que este no es mi ambiente, no voy a soportarlo. Nunca estuve sin ustedes...
Shougo- Me cansaste. Si aun eres una niña, entonces no sigas jugando a la prometida con Sagara y mañana mismo nos vamos a Holanda.
(Shougo se aleja hasta perderse en el pasillo. Sayo va a buscar a Sanosuke, necesita contarle todo lo que le produce la partida de su hermano, necesita consuelo).
Sayo- Sanosuke... podemos hablar?
(Yahiko y Shouzo automáticamente se levantan de la mesa. Shouzo va donde esta su señor Shougo. Yahiko, a dormir).
Sano- Si, sentate.
Sayo- Bueno, por donde empiezo... mi hermano se va mañana. Y yo... yo sé que me va a hacer falta.
Sano- Y si... es tu hermano.
Sayo- Y me gustaría ir a Holanda...
Sano- (un poquito fuera de si) yo de acá no me muevo! Cuando volviste, me dijiste que tu lugar estaba donde estaba yo, ahora resulta que donde está tu hermano... bueno, las personas no pueden dividirse!!
Sayo- No, yo hablaba de irme sola...
Sano- (exasperado) Ah! eso mejora las cosas?? Yo no lo creo! Y ¿cuándo pensas volver? Eh? ¿Cuándo vuelva Shougo? ¡Y si no vuelve?!!
Sayo- Es por un tiempo, hasta que me sienta preparada para estar sola.
Sano- Ahora que!? Estar conmigo es lo mismo que estar sola? Te das cuenta de cómo estas despreciándome? Te importo un poquito así aunque sea? ¿O por ser nuevo en tu vida tengo que hacer fila detrás de Shougo y detrás de todos esos obsecuentes?
Sayo- ¡Sanosuke! No cambias más!! Siempre el mismo violento! Estoy tratando de explicarte algo y lo único que haces es gritarme! Esta noche la voy a pasar en la posada. Hasta luego!! (Sayo se va, muy ofendida a buscar a Shouzo y a Shougo, los tres vuelven a la posada).
Kaoru- (saliendo de la cocina) Qué fue todo ese griterío?
Sano- Se quiere ir con Shougo.
Kenshin-(Asomándose desde la cocina) eso no tiene sentido.
Sano- Ya se que no, pero no importa, ya la perdí.
Kenshin- No, Sano, no la perdiste, tenes hasta mañana.
Kaoru- Anda a buscarla ahora!!
Sano- Les parece?
Kenshin- No te parece que vale la pena?
Sano- Tienen razón, me esforcé mucho, ahora no me la van a sacar esta manga de exiliados.... (Sanosuke sale presuroso y decidido al encuentro de su amada Sayo. Llega a la posada, Shouzo lo hace pasar a la habitación de Sayo, que está llorando incesantemente en su cama. Sanosuke se sienta al lado),
Sano- Sayo, no llores.
Sayo- (llorando) es que no se que hacer.
Sano- Estuve mal en gritarte, contame.
Sayo- Que cosa.
Sano- Lo que querías explicarme hace un rato, pero no te dejé.
Sayo- Bueno, me gustaría irme a Holanda un tiempo hasta sentirme lo suficientemente segura... (Sayo espera la interrupción de Sanosuke, pero al ver que éste la observa atentamente, sin emitir sonido, prosigue)... sin embargo no lo voy a hacer, porque decidí que es el momento de dejar de depender de mi hermano para empezar a hacer mi vida. Y mi vida está en Tokio, y al lado de un vago que holgazanea todo el día en casa de sus amigos y come como un cerdo sin pagar. Pero al que yo elegí.
Sano- (la abraza) igualmente, no te voy a obligar jamás a que te quedes.
(Alguien toca la puerta del cuarto. Es Shougo).
Sayo- Pasa.
Shougo- permiso... Sanosuke, ¿la hiciste llorar? ¿o estaba llorando por mi culpa?
Sayo- No tiene importancia, estoy bien.
Shougo- Entonces, Sagara, es hora de que hablemos. En mi oficina. (Shougo se retira de la habitación, espera a Sano en su oficina).
Sano- Ah?
Sayo- No sé que te irá a decir...
Sano- Deséame suerte.
Sayo- No te va a morder, andá.
(Sano camina lento. ¿Teme lo que Shougo pueda decirle? No. Es la capa. Esa capa que usa, ese atuendo ostentoso que lo hace parecer un robot gigante, o un desquiciado... gigante. Todo el conjunto lo intimida).
Sano- "Ja. Si hubiera traído mi Zanbatou, ese disfraz de redentor se vería minúsculo..." Toc, toc.
Shougo- adelante
Sano- "pero no la traje". Permiso.
Shougo- Te cité para que hablemos, ahora que vamos a ser de la familia, hay unas cosas que aclarar. "conmigo, respeto. Ya vas a aprender, Sagara." .
Sano- (sentándose frente a Shougo). Si, decime.
Shougo- ¿Hay algo que deba saber antes de que te cases con mi hermana?
Sano- cosas, no sé, saber de qué? "Qué le pasa??"
Shougo- "¿se me hace el desentendido?" Saber si hay algo que nos estés ocultando... me parece mejor enterarme ahora y no después por terceros.
Sano- "por qué no traje algún arma?" Podrías ser más específico, es que de mí sabes muy poco. El menor detalle podría servirte más tarde para acusarme de ocultar cosas, y no voy a contarte toda mi vida.
Shougo- Vayamos por partes. No andas en malos ambientes.
Sano- Eso fue una afirmación. "qué le digo... que incómodo!" definí mal ambiente.
Shougo- juego, bebida, opio...
Sano- No sigas.
Shougo- "te tengo!" Entonces...
Sano- A veces apuesto, con amigos. Tomo pero muy poco... desde que Sayo volvió sólo me emborraché una vez.
Shougo- y con el opio...
Sano- (ofendido) No me hables de esa basura, mató a un amigo mío. Con esas cosas no me meto.
Shougo- "Una a favor" Me parece bien... en cuanto al resto, espero que haya un cambio de actitud.
Sano- listo?
Shougo- Mujeres.
(Mientras tanto...)
Shouzo- Santa Magdalia, puedo pasar?
Sayo- (sentada en su cama) Adelante, Shouzo...
Shouzo- (entrando tímidamente) yo.. este..... quería comentarle...
Sayo- ¿te encuentras bien? Ultimamente... no sé, estás.... bueno, hoy se te cayeron las copas...
Shouzo- De eso le venía a hablar.
Sayo- Ah. Habla, entonces. (Sayo no entiende por qué Shouzo le viene a decir esto...)
Shouzo- Bueno, esto es difícil...
Sayo- toma asiento, por favor.
Shouzo- (se sienta en un sofá frente a la cama de Sayo) Yo... bueno, yo la admiro mucho, Santa Magdalia.
Sayo- (sin entender a dónde quiere llegar Shouzo) Ahá.
Shouzo- (acercándose a la cama de Sayo y arrodillándose a un lado) Desde que éramos niños, y ustedes me ayudaron... yo me consagré por completo a devolverles el favor, ahora me convertí en amigo de la familia, pero siento que les fallé. Falté a la lealtad que prometí, falté a nuestra amistad.
Sayo- (preocupada) ¡Qué ocurre Shouzo?!! ¡Qué te acontece?!!
Shouzo- No se altere, Santa Magdalia. Lo que me pasó no lo quise yo, ni nadie. Tal vez Dios quiso ponerme a prueba, fue Su voluntad.
Sayo- (acercándose a Shouzo, más calmada, tomándolo de las manos) Estás bien?
Shouzo- No lo pude evitar, yo... la amo, Santa Magdalia.
(Entre tanto...)
Sano- No tengo otra. "que bruto, que desconfiado... y qué le importa"
Shougo- y Megumi? "estuve averiguando, he, he. Shougo Amakusa no improvisa"
Sano- Somos amigos.
Shougo- Sólo eso?
Sano- "si no fuera porque ya se va a Holanda... qué tipo fastidioso". Si, sólo amigos.
Shougo- Si Sayo está segura de eso...
Sano- "... no te metas" no te... preocupes.
Shougo- "Bueno, ya lo ataqué bastante" Eso es básicamente lo que quería saber, puedes ir en paz.
Sano- (levantándose de la silla...) entonces
Shougo- Alto! Antes espero que me prometas que la vas a cuidar y que vas a hacer todo lo que esté a tu alcance y más allá para que ella sea feliz.
Sano- Eso se lo voy a prometer a ella. (Se va y cierra la puerta, dejando a Shougo boquiabierto).
Shougo- eh...pper... "el tipo tiene su carácter, lo importante es que la quiere...no?... NO!!?"
Fin del Undécimo Acto por Mintaka Himura.
AAAH!!! No puedo dejar esto así!!! No me odien, sigue en el capítulo 12.
