31- Octubre- 2012

- Papá, papá.

Spike se giró para ver a una niña que, algo enfadada, le zarandeaba. Tendría unos ocho años e iba vestida de bruja y aunque l gorro la tapaba parte del pelo, se notaba por algún mechón, que era castaña. Los ojos no se la distinguían bien porque no había apenas luz en el cuarto, pero eran grises, como la niebla. No era de piel morena, sino más bien clara y, a veces, cuando dormía, daba la sensación de que era una pequeña muñequita de porcelana, como las de...

- ¡Papá! Me prometiste que me acompañarías a por las chucherias.

- No puedo, Coudy, todavía es de día.- protestó él.

- Eso no cuela. Esta atardeciendo y mamá dice que ya puedes salir, así que no tienes excusas.- La niña sonrió satisfecha al ver, que tras su discurso, su padre se había levantado.- Te espero abajo, no tardes o le pediré a Willow un hechizo.

Y la niña salió dando saltitos de la habitación de sus padres.

- Tan joven y ya es como su madre.

Refunfuñando por lo bajo, fue al armario a coger una camisa negra y la chaqueta, y mientras se la iba abrochando, bajó a la cocina, donde la pequeña Coudy estaba sobre un mapa de la ciudad con varios subrayadores de diferentes colores. Con cuidado iba señalando las distintas calles y el itinerario que seguirían para conseguir la mayor cantidad de golosinas en el menor tiempo posible.

A su lado Dawn y Xander la iban indicando y recordando cuales eran las mejores casas. Spike rodó los ojos mientras oía detalles sobre los dueños de las casas y antiguas y pesadas bromas que la niña escuchaba con atención y sonriendo con malicia, ¡lo que menos necesitaba esa niña eran más ideas!.

Suspirando, se sentó en una de las sillas y se recostó en la mesa escuchando hablar a Willow y Kennedy con Buffy, que estaba rellenando las fuentes con chucherias y chocolatinas.

- ¿Por qué tengo que ir yo?- protestó en voz baja.

- Porque a Coudy le gusta que vayas tú y porque...

- Me dan más caramelos que cuando voy con mamá- la niña se había acercado y con gran maestría consiguió que su padre la sentara en sus rodillas- además, das miedo a la gente y eso mola.

Buffy rodó los ojos y suspiró al ver la cara divertida de Kennedy, quien ahora daba más ideas a Coudy sobre bromas, y sin poder apartar los ojos de la niña, esbozó una leve sonrisa que Spike no pasó inadvertido.

- ¿Qué piensas?

- En que Coudy pasará la noche al cuidado de Xander y nosotros podremos pasar un rato sin niña...- Spike sonrió cómplice a la cazadora, pero Coudy le cogió del brazo y empezó a meterle prisa alegando, que si no se daban prisa, las mejores casas serían invadidas por pequeños monstruitos y estúpidas bailarinas.- ¡Ahh! No la dejes coger muchas chocolatinas, que luego se pone mala.

- Mi trabajo es solo acompañarla- sonrió divertido- luego tú haces de sargento y se las quitas.

- Se me olvidaba la mochila- la pequeña pasó corriendo a la otra punta de la habitación y cogió una mochila azul bastante abultada.

- Coudy, cariño, ¿qué llevas hay?- preguntó temeroso Spike, pero la niña solo levantó el dedo índice y sonriéndolo le dijo:

- Es un secreto.

31- Octubre- 2026

- Vamos, Suilma. Dime que demonios llevas en la mochila.

La joven de pelo castaño sonrió a la rubia que acababa de hacerla la pregunta. La rubia iba vestida de ángel, mientras que Suilma iba con un traje blanco y llevaba tiras blancas colgadas de las muñecas y los tobillos, iba vestida de...

- Es la decimotercera vez que te lo digo, Mónica- la joven miró a la rubia algo mosqueada.- Voy de bashe.

- Perdón por volver a pensar que ibas de fantasma...

- ¡Ahhh! ¿Pero que no vas de muerta viviente?

- Mira, Andy- Suilma se volvió para mirar al joven que acababa de llegar, parecía normal, pero tenía los ojos púrpura, y se notaba que era un demonio con apariencia normal.- Tú no eres la mejor persona para meterse con mi disfraz, ya que tú llevas puesta tu cara todos los días.

- Ja, ja, ja. Eres desternillante, Suilma. Pero cambiemos de tema antes de que me vuelvas a avergonzar, ¿dónde esta Joseph?

- Es verdad, habíamos quedado todos aquí.- Aseguró Mónica.

- Recapacitemos todos- Suilma suspiró mientras metía huevos y papel higiénico en la mochila- sabemos el pequeño problema de Josh con la luz, ¿no?- Andy y Mónica asintieron- pues cuando empiece a anochecer vendrá...

- No os preocupéis. Ya esta aquí vuestro vampiro favorito.

- Joseph, amor, no eres el único vampiro en esta calle...

- No te lo tomes a mal, Suilma, pero SI soy el ÚNICO vampiro PURO de esta calle.

Mónica se llevó las manos a la cabeza y miró a ambos molesta, siempre la misma cantinela. Tenía que tener alguna especie de relación la testarudez y el vampirismo, y tanto ella como Andy estaban trabajando en una tesis ha cerca de ese tema, se llamaría: "Vampiros testarudos o amigos idiotas"... pero aún no lo tenían muy claro... el titulo.

- Ya, ser hijo de vampiros es tu única meta en la vida ¿no, pet?- Suilma sonrió al ver la cara de desconcierto de su amigo- todos sabemos que llegare un momento en la eternidad en la que una estaca caiga en tu pecho. Y el polvo de vampiro mestizo es igual que el de un puro.

- ¿Eso es una amenaza?- Josh cogió a la joven del brazo y la miró a los profundos ojos grises.

- Nooooo

- Bueno, ¿qué tal si vamos a adornar un poco esta aburrida calle?- Se apresuró a preguntar Mónica.

Andy puso sus brazos alrededor de los dos jóvenes, que inmediatamente dejaron a un lado su discusión para trazar sus planes de bromas.

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- ¿Qué tal van las cuentas?- preguntó Suilma a Mónica mientras acababa de lanzar su ultimo rollo de papel al árbol del jardín de la señora Marfinn.

- Veamos- Mónica sacó una lista del bolsillo y un boli del otro- Humm... Teníamos cada uno tres docenas de papel higiénico...

- Mucho papel.

- Desde luego- afirmó Joseph.

- Más dos cartones de seis huevos...

- Ves- Andy saltó de una de las ramas más bajas del árbol.- Teníamos que haber cogido más huevos.

- Y Muchas bolsas de confeti, cinco bombas fétidas y veinte petardos.

- Conclusión de este año.

- Treinta y ocho casas "dulcemente adornadas". Otros años lo hemos hecho mejor, niños- suspiró Mónica algo decepcionada.- ¿Qué hacemos ahora? Tan solo son las doce menos veinte.

- Propongo ir al Kapital- Sonrió Joseph levantado la mano como cuando era pequeño.- A ver si ponen hoy algo de música buena.

Todos asintieron divertidos con la idea de ir a una de las discotecas más movidas de la ciudad. Y si tenían suerte a lo mejor llegaban para la hora feliz en la que a patir de esa hora hasta la siguiente la bebida estaba a mitad de precio. Los chicos bajaron la calle riendo, y en el caso de Suilma y Mónica, cantando canciones infantiles y de campamento.

- Chicos, ¿creéis que somos unos inmaduros?.- Suilma y Mónica dejaron de cantar para mirar a Andy extrañadas, ninguno de los tres sabía que responder, pero al final fue Joseph el que le contestó.

- ¿Quieres la cruel y malvada verdad o la sucia y vil mentira?

- Supongo que... ¡buff! La cruel verdad.

- Si, lo somos- Josh se acercó a Andy y le puso el brazo por el hombro- ¿A que viene esto?

- Pues... pues a que nos comportamos como críos- el chico se quitó el brazo de Josh de encima y se giró para mirar a los otros tres, que estaban desconcertados-, estamos haciendo cosas de chavales de dieciséis años... ¡¡Y tenemos veintidós!!- Suilma tosió de forma fingida y levantó en la mano derecha dos dedos y en la izquierda uno- ... y alguno veintiuno. Pero no hacemos cosas de nuestra edad.

- Vamos al Capital- susurró Mónica- A los de dieciséis no les dejan entrar...

- No me refiero a eso.- Andy suspiró negando con la cabeza lentamente.- No hacemos cosas acorde a nuestra edad, cosas... cosas normales.

- Andy, cariño, ninguno de nosotros es normal, digo- Suilma señaló a todos mientras volvía a reanudar la marcha- Mónica es una humana que quiere convertirse en la bruja novata, Joseph es un vampiro egocéntrico que solo piensa en si mismo y tú eres un demonio algo llorica...

- ¡¡¡¡EHHH!!!!- Todos se empezaron a quejar y corrieron a donde estaba la chica que solo les miró divertida.

- Queríais la cruel y malvada verdad.

- ¿Y tú que eres, "Suilma la Oscura"?- la preguntó Mónica sonriendo.- Si hay que sacar todos los trapos sucios, tú no te vas a librar.

- ¿Yo? Yo no sé que soy.

- Ohhhhh... la nena esta triste- todos corrieron a Suilma, que los miraba horrorizada- ¡¡Esto se soluciona con un abrazo en grupo!!

- No... nooooo, chicos, no puedo respirar... ¿qué es eso?

Los tres se giraron para ver lo que señalaba la morena. En la calle, un hombre alto y vestido de negro los miraba con maldad, no se le veía muy bien, ya que estaba algo alejado de ellos, pero sabían quien era. Tenía el pelo corto, negro y revuelto, lo que hacía que contrastara mucho con sus grandes ojos verdes, si estuviera más cerca, se podría distinguir sin dificultad el pircing de la ceja y aun más cerca, el de la lengua... uno de los que conocía muy bien Suilma.

Era James. James "El Insensible" Dyer. Su nombre se lo había ganado a pulso, ya que una de sus obras maestras fue en un orfanato en 1920, cuando mató él solo a ciento veinticinco niños y a todas las monjas que los cuidaban, encontraron todos los cuerpos con la garganta rebanada.

James empezó hacía el cementerio, seguido de Suilma y tras ella los tres chicos. Como siempre, se dividieron en dos grupos, por un lado Suilma y Andy y por el otro Josh y Mónica.

Tumba tras tumba comenzaron a buscar al vampiro. Lo ultimo que supieron de él es que se había ido de la ciudad por tiempo indefinido, pero parece que había sido un pequeño tiempo indefinido.

Andy caminaba intentando, a duras penas, seguir el ritmo de Suilma. Él sabía que la chica tenía un par de cuentas pendientes con el vampiro y no se veía nada a parte de tumbas, árboles y más tumbas. Se quedó mirando unos segundos a las sombras, y de pronto vio unos destellos azules, no le dio tiempo a decírselo a Suilma, ya que ella ya corría a los rayos. Suspirando resignado, salió tras ella, a ver si tenía suerte y no hacía ninguna locura.

Cuando Suilma llegó, se quedó bastante sorprendida al ver trazado en el suelo un circulo hecho con piedras pintadas con sangre de varios niños que yacían a un lado, y dentro de él, estaba James y lo que parecía ser un agujero de color azul. Él se giró y la sonrió malvadamente para después decir algo en voz tan baja que Suilma no oyó, pero si entendió. Y todavía sonriendo, se volvió y entró en el agujero. Suilma no se lo pensó dos veces.

Para cuando llegó Andy con Josh y Mónica, que también habían visto las luces azules, solo vieron a la morena correr al circulo azul, saltar dentro y desaparecer. Ellos fueron a él y Josh saltó para entrar, pero el circulo ya había desaparecido, y el joven vampiro acabó estrellado en un árbol.

- ¡¡Lo ha vuelto a hacer!!- Gritó enfadado Andy- ¡¡Se lo tengo dicho!! PIENSA-Y-LUEGO-ACTUA... ¡¡¡Pero ella, nooooo!!! Para que coño va a pensar donde demonios se mete.

- ¿Tenemos alguna idea de lo que era eso?

- Puede ser de todo- Susurró Mónica mientras ayudaba a levantarse a Josh.- Supongo que habrá que ir a avisar a los jefes.

- Ya... ¡¡pero donde esta ella!!

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Parecía uno de los tubos del parque acuático, solo que sin agua. La luz azul era bastante cegadora y molesta, y para colmo, no tenía ni idea de adonde iba... ¿¡Cuando empezaría a hacer caso a Andy!? De pronto, empezó a ver lo que parecía ser la salida de ese estúpido agujero extraño, notó como cogía más velocidad y era lanzada fuera... No sabía como lo hizo, pero cayó encima de algo... o alguien.

- ¡¡Hey!! ¡¡Quieta!! Si vienes con él, no... podrás ir...porque...yo te detendré.

Suilma miró al hombre que se había levantado del suelo con gran agilidad. Le miró bastante sorprendida y entonces le reconoció. Tendría unos años menos, pero tenía la misma cara.

- ¿¿¿Xander???

- ¿Qué?¿Nos conocemos?- Él la miró sorprendido y sin entender nada.

- ¿En que año estamos?

- 2012, pero... ¿quién eres?

- ¡Oh Dios mío! Era un agujero temporal... pero ¿para que necesita este imbecil un agujero de este tipo? ¿y por qué en este año?...

- Hummm... Siento meterme en tus divagaciones, pero él se ha llevado a alguien muy importante, así que si no te importa me voy.

Xander empezó a caminar hacía la salida mientras Suilma intentaba ponerse de pies, pero al intentar dar el primer paso, cayó gimiendo de dolor. Xander volvió a donde estaba la chica y se agachó para ver lo que ocurría.

- He debido de caer mal y me he torcido el tobillo... aparte de varias magulladuras del puto túnel ese.

- Deja que te ayude.

Xander se agachó y la cogió en brazos del suelo, Suilma no sabía lo que iba a hacer, así que cuando la levantó, ella se agarró al cuello de él por temor a caer.

- ¿Dónde vamos?- Le preguntó después de ver como se alejaban del cementerio.

- A casa de unos amigos, creó que esta noche alguien me va a matar y puede que tú me salves de esa muerte.

- Ahhhh... que bien- suspiró la joven irónicamente.

Estuvieron andando durante un rato por calles que Suilma conocía bien, estaban todavía en su ciudad, pero años atrás. Tenía varias hipótesis de lo que había pasado, pero no quería decirlas todavía, no antes de ver a donde la llevaba y si la llevaba a donde ella creía.

Al fin, después de una buena caminata, llegaron a una casa en la que había varias luces encendidas. Suilma notó como Xander se detenía a llamar al timbre, parecía algo asustado y muy preocupado, pero lo hizo.

La puerta la abrió una mujer rubia y sonriente, que después de mirarles dejó de sonreír. Con un gesto, le indicó a Xander que entrará. Él lo hizo y llevó a Suilma al salón, donde había varias personas congregadas que les miraron extrañados, Xander dejó suavemente a Suilma en el sofá y se volvió para responder preguntas.

- ¿Qué pasa? ¿Dónde esta Coudy?- Buffy le miró temerosa por la respuesta.

- Veras, Coudy dijo que para volver a casa y dar menos vueltas, que fuéramos por el cementerio, yo no la dije que no y mientras andábamos, apareció un circulo azul en el aire y de él salió un tipo que cogió a Coudy, cuando quise reaccionar, la chica salió del portal cayendo sobre mí...

No pudo seguir porque un hombre rubio le cogió de la camisa y le miro de manera amenazante.

- Como le haya pasado algo a Coudy, alguien va a perder mucha sangre.

- ¿Cómo era?- le preguntó Dawn.

- Era moreno, ojos verdes y tenía un pircing en la ceja. No sé bien que más decir...

- Es un vampiro- todos se volvieron para mirar a Suilma, que estaba con las manos en la cabeza-, se llama James Dyer. "El Insensible" Dyer.

- He oído hablar sobre él, mató a todo un orfanato en el veinte- Dawn se llevó la manos a la boca y Willow miró horrorizada a Spike que ahora abrazaba a Buffy. Esta se irguió y miró con ojos vidriosos a la joven.

- ¿Quién eres tú?

- Suilma.

- ¿Qué hacemos?- Kennedy les miró preocupada- No sabemos donde puede estar su guarida o donde puede tener a Coudy.

- Traed un mapa- ordenó Suilma-, tengo varias ideas.

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Subiendo por una de las laderas de una montaña, y oculta por los espesos árboles, estaba oculta una cueva de aspecto tétrico. En su entrada, James estaba apoyado mirando a la oscuridad e intentando descubrir algún olor que delatara a sus cazadores. Con una sonrisa de satisfacción, se dio media vuelta y entro en la cueva, no tenía nada interesante en su interior, quitando a la niña que le miraba fríamente con sus ojos grises y que en ningún momento le había quitado los ojos de encima.

- ¿Qué miras?

- Quiero quedarme con tu cara- la voz de Coudy era fría y distante, sabía que no tenía que dejarle creer que le tenía miedo... aunque si lo tenía- para cuando mis padres vengan a por mi poder señalarte con exactitud.

James se acercó amenazadoramente a la niña, pero esta no se rebajó y siguió mirándole, al final él empezó a reír a carcajadas.

- ¿Sabes que tienes mucho valor, niña?

- Mis padres me han enseñado a no temer a ningún vampiro o demonio.

- Sabes que tu padre es un vampiro.- La niña asintió sin entender a donde quería llegar.- No siempre fue tan buenecito como ahora aparenta, antes mataba a niñas como tú.- Coudy le miró horroriza y negó con la cabeza.- Si, nena, si. Tú padre era malo.

- Tú mismo lo has dicho, era.

James se giró para ver a la entrada de la cueva a Suilma, que llevaba una estaca en la mano izquierda y una daga en la derecha. James cogió a la niña en brazos y miró sonriendo a la joven, para después volver a hablar a Coudy.

- Sabes una cosa Coudy, esta no es la primera vez que estas en mis brazos- James sonrió malvadamente a Suilma- pero si la primera que estas callada.

Coudy abrió los ojos como platos y miró a Suilma, que estaba enfurecida, pero no movía ni un músculo.

- ¿Qué es lo que quieres, Dyer?

- Sabes lo que quiero preciosa- James se acercó a Suilma y dejó a Coudy en sus brazos, después se inclino sobre ella y la susurro en la oreja- a ti. Ya nos veremos, todavía no ha llegado el momento.

Y salió corriendo desapareciendo en la noche. Suilma suspiró y miró a Coudy que la miraba sorprendida.

- De esto ni una palabra a nadie, ¿capichi?

- Capichi. ¿Vamos con papá y mamá?

- Si, vamos con papá y mamá.

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¡¡Wew!! Segundo capitulo... más o menos me esta quedando como yo quería... más o menos.

BlazeVein, espero que te guste este segundo capitulo.

Ya sabéis, si veis algún fallo o tenéis alguna idea que darme, me mandáis un "bonito" review.

Besos.