Capítulo 7: Más bien te tengo antipatía, eso es todo
(KURAMA'S POV)
"¡Hiei... Hiei...!"
"¡Kurama, deja de retorcerte!"
"Lo haría si fueses con un poco más de cuida—¡AY!"
"Iría con un poco más de cuidado si pudiera, pero si esto tiene que caber entonces tenemos que ser un poco bruscos."
"Hiei, sabes que yo—¡ay!—Tengo mucha más experiencia en este tipo de cosas, así por qué no te mueves y me dejas intentarlo a mí?"
"¡Porque no quiero que tú tomes el mando cada vez que nos metamos en esta situación!"
"Pero... dudo que alguna vez lo volvamos a hacer...."
"¿Por qué no?"
"Porque es extremadamente incómodo, restrictivo, y, bueno, vergonzoso..."
"Olvidaste cómico."
"Ah, sí, y cómico."
Hiei y yo acabábamos de decidir renovar nuestra relación... por primera vez. Así que, lo sellamos con un beso. Pero a medio camino durante la extensa y apasionada demostración de afecto, nos dimos cuenta de que era extremadamente difícil hacer mucha cosa para expresar más nuestros sentimientos, como por ejemplo abrazarnos o mimarnos, mientras estuviésemos esposados juntos. Entonces empezamos a buscar la llave perdida, pero en vano. Desgraciadamente, temí la llave se hubiera perdido para siempre. Entonces decidí que a lo mejor tenía una llave en mi gigantesca colección de llaves que probablemente encajaría con las esposas. Y aquí estábamos, sentados en el suelo de mi habitación, probando llave tras llave. Ninguna había funcionado, y Hiei había recurrido a intentar hacer entrar cada llave por la fuerza en la cerradura, lo cual no era muy divertido para la muñeca de la persona que estaba siendo arañada y magullada durante el proceso.
"Kurama." Suspiró Hiei. "¡Esto no funciona!"
"Lo sé, Hiei." Dije con calma, colocando suavemente mi mano sobre el hombro de mi amor, intentando restablecer el hermoso momento que habíamos compartido justo un momento antes. "Encontraremos un modo de quitárnoslas. No tienes que preocuparte."
"Hn." Gruñó Hiei, negando con la cabeza impacientemente.
"Está bien... eso no es lo más probable. A lo mejor... ¿y si hablas con mi otra parte? Él debe saber una o dos maneras para que tú y yo—él—quedemos libres, de las esposas, quiero decir."
Hiei me miró severamente, negando mi propuesta. Parecía como si no quisiera tener nada que ver conmigo—con él. Me preocupé, entonces. ¿Qué había hecho—él—para que Hiei se sintiera así?
"Emm... ¿Hiei...?" Empecé a decir, mirándole seriamente.
"¿Sí, zorro?" Respondió, claramente sabiendo lo que le iba a preguntar.
"¿Qué... pasó... entre...?"
"Él no está... muy... contento conmigo ahora mismo..." Dijo Hiei con desesperación.
"¿De verdad? ¿Por qué no?"
"Porque le dije que no iba a volver contigo, supongo."
"Pero Hiei, ya lo has hecho. Cualquier resentimiento puede ser ahora descartado. Habla con él." Le dije alegremente.
"¿Resentimiento? Más bien sentimientos compasivos, quieres decir. Volví contigo, pero no creo que eso haga ninguna diferencia en lo que siente por mí. Claro, nunca dijo que me odiase ni nada, pero es la clase de demonio que se privaría a sí mismo sólo para darme una lección."
"Cierto, pero también creo que solía ser uno que fácilmente cedía ante la persistencia, sobre todo una persistencia tan dulce como la tuya." Reí ligeramente, escabulléndome cerca de Hiei, silenciosamente apoyando mi cabeza sobre su hombro.
No lo diría en voz alta, pero Hiei en realidad era mi protector. Era tan fuerte... no me sentiría bien cuidando de él completamente. Hiei no era de la clase de los que dejarían que alguien como yo cuidara de él.
Hiei dijo que no quería volver a perderse por amarme.... Cumpliría sus deseos sin importar cómo tenían que ser satisfechos.
Haría por él lo que fuese necesario, nada más.
"Kurama." Empezó Hiei, apartando sus ojos de mí. "Le veré."
Sonreí, asintiendo y empezando a cambiar de forma.
(HIEI'S POV)
¿Qué iba a decir? La última expresión que vi en su cara fue una mirada de tal profundo dolor, una expresión que era demasiado conocida. No quería añadir nada. Sólo tenía que tener cuidado al escoger mis palabras....
"Hiei." Habló, mirándome inexpresivo. La mirada le hizo tan imposible de leer. No había ningún rastro de emoción en sus ojos. ¿Cómo podía juzgar lo que era correcto decir con eso...?
"Estás... bastante... atractivo... hoy." Dije, no siendo muy consciente de mí. Estaba registrando desesperadamente sus ojos.... ¡¿qué había hecho?!
"Yo lo dejaría para alguien a quien le importe." dijo fríamente, entrecerrando los ojos mientras éstos penetraban más hondo en mi corazón. Se sentía como si... me hubiesen quitado todos mis sentimientos, como si no los mereciera.
"Hay muchas personas a quienes les importa..." Susurré, dirigiendo mi mirada al suelo.
"Te equivocas." Dijo suavemente. Levanté la vista para mirarle con curiosidad. "Soy el gran Youko Kurama, Hiei. Estuve muy orgulloso de eso. Me aseguré de sobresalir en todo lo que hice. Me aseguré de que yo fuera el mejor. Y mantuve eso durante mucho tiempo, y todavía lo hago. Pero... a los demás ahora no les importa. A los que conozco ahora no se preocupan de eso. Incluso antes de la muerte, antes de perder todo en lo que había estado trabajando tan duro, he sido sustituido. Yusuke y Kuwabara son los amigos de Shuichi, en realidad. Shiori es su madre... Y, niégalo tanto como quieras, tú eres su amante, no el mío. Shuichi tiene el ingrediente clave que le hace mundos mejor que yo. No... puedo ser como él, tampoco trataré de serlo." Kurama se veía hundido... solo.
Quise decirle que dejase de regodearse en su propia tristeza, pero yo no podía ver ninguna mentira detrás... en su mayor parte. Y no me atrevería a mentirle.
"Kurama." Empecé, girándome para mirarle, él me devolvió la mirada. "Eres egoísta."
Él cerró los ojos, movió nerviosamente las orejas, luego soltó la sonrisa que trataba de retener.
"Crees que eres más listo, ¿no, Hiei?" Me sonrió con satisfacción, mirándome juguetonamente.
"No. Si acaso, tú eres lo bastante estúpido como para creerlo." Respondí rápidamente, guiñándole un ojo.
"¿Estúpido o loco...?"
"Loco, definitivamente loco..."
Rió un poco, colocando con firmeza su mano en mi rodilla, acercándose a mí mientras miraba directamente en mis ojos.
"He estado pensando, Hiei..." Dijo, sonriendo astutamente. "No te amo. De hecho, más bien te tengo antipatía." Me quedé allí sentado, estupefacto. "La próxima vez que te vea, ¡cuidado!" Gritó, fingiendo con sarcasmo estrangularme. Poco después, empezó a volverse a transformar en su forma humana, mandándome un beso mientras lo hacía.
Simplemente me quedé sentado. ¡¿Qué demonios quiso decir?! ¿De verdad que me odiaba...? ¿O estaba... jugando? Me había confundido perfectamente.
"Hiei, ¿arreglaste las cosas?" Preguntó Kurama, rodeándome con su... brazo, mientras sonreía.
"Emm... sí."
Uo! Youko se nos deprimió! Increíble, pero cierto... ¿Cómo acabará esto? n.n
Que sí, que sí, muy cortito. No tardaré en actualizar, tranquilidad.
Bueno, y como esta vez no ha habido preguntas, el fic es muy corto y no quiero extenderme mucho, me despido ya hasta el siguiente n.n
Mata ne!
