^.^ Hola a tod@s. Bueno se que tarde mucho. Pero es que no estaba segura si estaba bien el capitulo. Ya decidí que lo subía hoy. El siguiente chap es más sencillo así que no tardaré tanto.

La historia contiene personajes de Harry Potter que como es lógico no son míos. La verdad nada de lo que puedan reconocer es mío. Y quiero pedirle perdón a cualquier autora que encuentre una semejanza con alguno de sus ffs. No lo hago a propósito la mayoría de mis ideas vienen de muchos lugares distintos. El personaje de Stella me lo ha prestado mi amiga Lorien Lupin y este aparece en su ff El calendario. Todos los lugares del ff realmente existen. La descripción es mía.

Contesto rrs abajo y dedico este chap a las personas que me leen, a Maris y a Ale.

~°~

La magia existe en ti.

Por Syringen

¿Qué es la magia? ¿Es algo real?

La verdad, lo único que se puede saber…

…es que existe en toda persona…

…que la busca y creé.

La magia puede y existe en ti.

~°~

Capitulo dos

Kilham un pueblo como ningún otro.

Kilham, Inglaterra, era un pueblo bastante grande cerca de la frontera con escocía. Con inviernos fríos donde nevaba y veranos templados por lo general con lluvia. Uno de esos pueblitos donde todo el mundo conoce a todo el mundo o a la mayor parte. Donde no hay más que una escuela. Y donde los amigos que haces serán tus amigos siempre. Con una iglesia, un cementerio y la comisaría. Era un lugar turístico por el rió que cruzaba por allí. Con un parque y un una estación de trenes.  Si quería alguien ir al cine, al centro comercial o a un supermercado decente había que viajar media hora en el tren a la ciudad más próxima de Inglaterra y veinte minutos hacía escocía.

Abrió sus ojos azules. Él olor a pan y el dolor de cabeza le pusieron de mal humor. Miró con una mueca el tapiz rosa del techo. Ese cuarto no tenía nada que ver con ella. Salió de la cama con el mal humor enzima. Ese tipo de mal humor que se va agravando durante el día. Salió una hora más tarde del cuarto. Ya vestida y lista para salir. El olor a pan recién hecho le revolvió el estómago. Como odiaba que su madre se portará de esa forma. Estaba de acuerdo con el resto del pueblo, su madre era falsa.

Los Nichelson vivían en la zona más cara del pueblo. Nadie sabía porque habían ido a parar a ese lugar. El señor William Nichelson tenía que viajar en auto durante horas hasta Londres tres veces al mes por negocios. Krystel Nichelson era un ama de casa. Adoradora del chismorreo, de gustos muy finos, una persona muy religiosa o de eso solía jactarse y claro una mujer conciente de su superioridad. El matrimonio tenía tres hijas. Lara de veinte años que estudiaba una carrera en Oxford. Esta muchacha era sumamente inteligente y con mucho talento, conciente de eso la chica no pensaba desperdiciarlo. Juliet tenía diecinueve y contaba con mucha gracia. Planeaba hacerse cargo de los negocios de su padre, todos estaban seguros de que lo lograría. Por último estaba Kate. Una chica liberal, de carácter fuerte e ideas fijas. Para su desgracia se parecía a su madre. Su cabello era totalmente liso hasta la cintura de color rubio o dorado. Además tenía sus ojos de color azul. Kate realmente estaba feliz de usar lentes. Sin importar que circunstancias ella usaría sus gafas. Primero para molestar a su madre y segundo porque realmente las necesitaba.

Entró con pasó cansado a la cocina. Su familia estaba ya sentada allí. Miró a su madre levantando una ceja. Krystel había decidido preparar pan. Esa era la gota que derramaba el vaso. Con paso rápido Kate saludo a todos, tomó la primera fruta que encontrará en el cesto y un baso con jugo y se dispuso a salir.

-Kitty, querida ¿a dónde vas? – chilló su madre desde la cocina. Ella era la única que le decía todos los días, a todas horas Kitty,  o miles de otros apodos igual de molestos, con el mismo tono pedante. Bueno ella y algunas veces Sirius Black.

-Al parque. – se apresuro a contestar. Quería salir de allí.

-Pero amor, hoy estamos todos juntos eso no pasará hasta el invierno. Pensé que podríamos desayunar…. juntos.- lo dijo de manera tan compungida y falsa que Kate tuvo ganas de ser enterrada.

-Pero…- Su padre salió de la cocina.

-Sólo por hoy Kate mañana desayunarás en el kiosco. Promesa.- Kate sonrió tanto como le desagradaba su madre quería a su padre. Era un hombre alto, delgado y con pinta de ser muy importante. De ese tipo de personas que se dejan notar a donde vayan.

-Está bien.- Se dejó caer en su lugar. Y miró a su familia.

Su madre parada en la cocina parecía salida de un programa de "la familia perfecta". Su padre había tomado el Times y leía la sección de finazas y discutía con Juliet. Lara le sonrió a su hermana. Su cabello era castaño oscuro como el de su padre y sus ojos eran más oscuros que los de Kate.

-¿Cómo va todo Kat? ¿Cómo esta la pandilla?- sonrió. Lara y Juliet solían llamar a su grupo de amigos como "la pandilla" aunque también eran los merodeadores.

-Bien, algo molestos como siempre pero bien.

-Ayer llegaste muy tarde ¿tuviste una sesión?- Kate le sonrió a Juliet. Una chica que era bastante alta para todos pero unos centímetros de menos estatura que Kate. De cabello rubio oscuro y ojos castaños.

-Si… hubiéramos contactado a la abuela de Remus si Sirius no se hubiera puesto a jugar "a ver si puedo enterrar a Peter" y luego Binky salió corriendo por los gritos que lanzamos y tuvimos que buscarlo. Eres un miedoso.- dijo al perro que había ido a acomodarse en sus pies.

-¿y vieron algo interesante?- Kat se alzó de hombros. Y lanzó una mirada a su madre. Con eso quedaba dicho que sí, pero que no lo diría frente a la señora Nichelson.

-Hoy hice pan casero.- dijo con tono chillón.

-No tengo hambre.

-Jamás tienes hambre Katty ¿seguro que estas bien amor?- Ese diminutivo le erizó el vello del cuello. Sólo faltaba que le dijera Katia y ya hubiera dicho los tres más horribles nombres de la historia.

-Es sólo que no tengo hambre no te preocupes.

-Pero Katia.- Allí estaba.- Tienes que alimentarte.

-Madre déjala. Ya comerá en el kiosco si tiene hambre. Créeme no se ve muerta de hambre.

-Larita sabes que debe alimentarse.

-Madre no me digas Larita soy Lara. Y mis hermanas son Kate y Juliet no July ni Kitty o Katia o Katty. Déjalas ser.

-Lara deja de hablarme así.

-Krys, querida, creo que Lara tiene razón. Están un poco grandes para esos apodos.

-Bueno tal vez…. Pero…

-Madre iré con Tory y Dialí y no creo que vuelva para comer.- dijo Juliet sin darle importancia a sus palabras.

-O bueno si tu crees que…

-Yo comeré donde Remus.

-Pero Katty… digo Kate pensé que comerías con Lara. Al fin no estará mucho tiempo aquí. 

-Déjala ir al fin y al cabo no estaré aquí para comer.

-Pero Lara…

-Tengo que ir a visitar a un profesor a Galashiels.

-Eso está algo lejos querida.

-Lo se, pero me queda más lejos desde Oxford y el Profesor Tweed ha hecho una investigación muy interesante y tengo que encontrarme con él. No se si estaré aquí para la cena. Porque no vamos a cenar el jueves todo juntos a algún restaurante. Será divertido.

La señora Nichelson se rindió al fin y decidió que comería con las señoritas Mortimer.

-¿y la cena?- pregunto con más cuidado a sus hijas menores. 

-Bueno si Lara no estará aquí creo que me iré donde Peter o donde Lily.

-Y en ese caso creo que cenaré con Dialí.

-Será una cena sólo para ustedes dos.- dijo Lara para convencer a su madre.

Poco después las tres hermanas se encontraron solas.

-¿enserio vas a visitar a un profesor?

-O si… a un profesor muy, muy joven. – Juliet rió.

-Bueno probablemente me esperan en el parque. Me voy.

-Una cosa antes. ¿Desenterraron a alguien?

-Si.

-¿a quien?- preguntó Lara.

-No lo se.

-Déjame adivinar…

-Si tenemos trabajo. – y sin más Kate salió de su casa para dirigirse al parque.

~°~

Lily Evans miró su cuarto. Se había terminado de vestir. Su habitación estaba en el primer piso a diferencia de las del resto de su familia que se encontraban en la segunda planta.

La joven Evans había rogado por ese cuarto por tres razones.

La primera porque era perfecto si quería escaparse a cualquier hora del día sin correr el riesgo de romperse algo. La segunda porque era muy amplio y la tercera porque no tendría que compartir el cuarto de baño con Petunia.

La habitación estaba pintada de manera peculiar. Se parecía a un atardecer. Empezaba con tonos muy oscuros de rojo, cerca del centro del techo, y llegaba hasta un amarillo casi blanco justo abajo en el suelo. Había un escritorio de cortina lleno de libros, cuadernos, plumas, cajones, rincones ocultos y una vieja maquina de escribir.

Su cama, un buró, una pared de corcho llena de fotografías y cosas como cartas y dibujos.

En la habitación había cinco ventanas con sus cortinas correspondientes de color naranja que en ese momento estaban abiertas. Había también dos puertas. Una de ellas llevaba al baño, por ella salía olor a húmedo. Ese baño tenía dos puertas a su vez una de ellas salía al pasillo al igual que la segunda de la habitación de Lily. La pelirroja se miró al espejo que había en la puerta del baño. Tomó un morral que había sobre uno de los sillones del cuarto y salió.

Camino por el corredor y entró a la cocina. Parada allí estaba Sarah Evans era una mujer alta y delgada. Tenía el cabello negro que durante la semana llevaba en un chongo. Sus ojos eran verdes como los de Lily sólo que no tan brillantes, un poco mas cafés y rasgados. Era una investigadora, utilizaba de las primeras computadoras para su trabajo, tenía un doctorado en biomedicina y estudiaba a las células. Todos los lunes, martes y jueves tomaba el tren, viajaba una hora a la universidad de Galashiels y pasaba allí todo el día para luego volver. Una vez al mes viajaba todo un fin de semana a Oxford y mostraba sus progresos a la junta. Los otros días de la semana los pasaba en casa sentada frente a su escritorio garabateando cosas y en su "estudio" que se encontraba en el sótano de la casa.

Esta mujer tan inteligente estaba parda a la mitad de la cocina peleando con el desayuno. Se acercó al refrigerador, sacó las mermeladas y la leche, luego puso a tostar pan y a calentar el café para ella y té para Petunia y el señor Evans. Eso quería decir que se había dado por vencida.

Mientras partía queso la mujer levantó la cabeza y miró a Lily.

-¿vas a salir?

-Si.

-Llevate las llaves que hoy me voy a Galashiels y tu padre debe de ir a Amble por un nuevo contrato. –

El señor Evans era un hombre algo entrado en años. Que durante su juventud había sido pelirrojo. Trabajaba para una importante empresa como gerente de ventas en Escocia y el norte de Inglaterra.

-Lo se mamá. Es martes y todos los martes desde que tengo siete años viajas a Galashiels.

-Si todavía creo que a los siete años eras muy pequeña para dejarte sola o con los Potter. – Sarah creía que todas las rarezas de su hija menor eran por los amigos que tenían que le arrastraban a la locura, pero por supuesto nunca hizo nada al respecto más que "lamentarse".

-Mamá deja de lamentar cosas que no existen.

-Es que a veces me da tanto miedo que pases tantas horas con esos chicos yendo al cementerio y…

-Lo se, no tienes que repetirlo mamá….- Lily no pudo decir todo lo que quería porque el señor Evans entró.

Iba silbando alguna cosa. Le dio un beso a su esposa y prendió el radio. Y allí sonaba la séptima sinfonía de Beethoven. Esa melodía enloquecía a Eduard Evans. Sin poder contenerse tomó a su hija y empezó a bailar. Entre risas Lily siguió su paso.

Sarah reía mientras les mandaba cumplidos y sonrisas. La última de los Evans entró en ese momento.

Petunia entró y miró a su familia. Se quedó parada en el lumbral del la puerta y pronto también comenzó a reír. Cuando los cuatro decidieron que era suficiente el radio se apagó y se sentaron a la mesa a discutir lo que haría ese día.

-Iré con Vernon al pueblo.- dijo Petunia con una sonrisa. Vernon Dusley era su novio. Según Lily un hombre de complexión muy, muy recia que podía ser algo gordo y que amaba a Petunia sin mesura lo cual sorprendía algo a la pelirroja.

Su hermana mayor no podría haber sido más distinta a ella. Era muy alta y Lily era bastante bajita. Tenía el cabello negro y era mucho más pálida. Tenía una nariz algo protuberante pero no era fea sólo un poco…. Se guardaba los comentarios.

-Bueno tengo que irme. Tengo que despertar a un Potter.

-O a los Potter porque al parecer no se han movido.

-Probablemente Sally este allí y Richard ya se haya ido.- dijo mas acertadamente Eduard.

-Bueno me voy. – Lily salió de la cocina después de despedirse de sus padres.

En la puerta había una caja de madera donde se colocaban todas las llaves. Lily abrió y saco un llavero inconfundible. Las llaves eran de color verde y el llavero estaba repleto de cositas como soles, peces, caballos y un tigre de peluche. El llavero era un poco grande para las seis llaves que tenía. Saco de su cuello una cadena y la dejo caer dentro de la caja. Sólo usaba esa llave cuando le preocupaba perder su otro llavero. Algo que era casi imposible debido a que también brillaba en la oscuridad. Pero sin darle importancia lo metió en el morral y salió de la casa.

Entró en el jardín de los Potter y tocó el timbre. Dos minutos después Sally Potter abrió la puerta.

Era una mujer joven con una sonrisa galante. Era profesora en la primaria así que estaba, como los alumnos, de vacaciones. Tenía el cabello corto y de color castaño oscuro y los ojos almendra como los de James, pero el chico Potter se parecía más a su padre.

-Hola cielo. ¿Vienes por James?

-Si. ¿Estará ya listo?

-No lo creo debe estar en su cuarto todavía durmiendo. Llegaron tan tarde anoche que no quise despertarlo. Aunque él me lo pido y como no tiene despertador…

-Entiendo ¿puedo subir?

-Claro estás en tu casa. – Lily pasó a la casa de los Potter y subió las escaleras.

La casa de los Potter ser asemejaba a la de lo Evans aunque se notaba que allí vivía un chico y no dos muchachas.

Se paró frente a una puerta y tocó. James le había dicho que le lanzará piedritas pero con su puntería rompería de nuevo una ventana. Lo mejor era no arriesgarse.

Del cuarto salió un gruñido.

-James levántate. Es tarde. James.- dijo no iba a entrar a esa habitación si podía evitarlo. Otro gruñido.

Entonces se le ocurrió una idea. Bajo las escaleras y entró a la cocina.

-¿Sally puedes prestarme un vaso por favor?- dijo y con el vaso volvió a subir.

Empujo suavemente la puerta y entró. Intento no fijarse en ningún punto de la habitación. Por lo menos se veía más arreglada que las últimas veces. Se acercó a la cama.

-James… despierta… James.- un gruñido salió del bulto de la cama.- James Potter levántate.- dijo más fuerte.

-Media hora más- dijo alguna voz y el bulto se movió. Lily negó una persona normal pedía cinco minutos no media hora.

-No me hagas hacerlo James paraté. – Nada. Lily no lo resistió más salió del cuarto se metió al baño metió el vaso bajo el grifo y dejo salir el agua.

Volvió a entrar al cuarto y vació el agua donde creyó que estaba la cabeza. La reacción fue instantánea. Con la respiración agitada la cabeza de James Potter salió de las cobijas.

-LILY EVANS.- grito mirando a la chica que reía.

-Hola a ti también.

-¿Qué haces aquí?

-Vengo a despertarte. Dormilón.- Se sentó en uno de los lados de la cama.- Me daba miedo volver a romper una ventana.

Esta vez fue James quien rió.

-Si eso fue gracioso.

-Bueno levántate que hay que llegar al parque.  

-Sal de aqu

-¿Qué?

-si quieres que me levante sal de aquí.- la chica entendió se paró y cuando estaba en la puerta giro.

-Sabes te vez muy lindo.- y salió corriendo para esquivas una almohada.

~°~

El Parque de Kilham era un gran territorio cubierto de pasto con muchos, muchos árboles. El rió Till, que cruzaba todo el pueblo,  cruzaba por allí. Este rió dividía a la mitad al pueblo.

Remus Lupin y Peter Pettigrew llegaron al parque, según ellos, de últimos.

-Tenías que quedarte dormido.

-Me dormí muy tarde. No sabes como se puso mi madre al verme. Y después que tuvo que mandar a lavar los pantalones.  

-Sin detalles. Eres un miedoso como Binky.

-No me compares con ese perro.

-Si como sea Peter.- Se acercaron al árbol más grande del parque. Allí sentados a su sombra había varias personas.

Lily y James discutían mientras que Sirius intentaba calmarlos. Kate reía y les decía cosas que hacían que se pusieran rojos.

-Ya llegamos ¿y Selene?- pregunto Peter.

-No ha llegado. Pensamos que llegaría antes que ustedes.

-¿Qué insinúas Kate?

-¿realmente quieres que te lo explique Peter?

-No.

-¿Dónde estará Selene? No suele llegar tarde. –pregunto Lily.

Nadie contesto. Peter miró a su alrededor buscando alguna señal de la chica. Y la vio.

-Allí está.

-Por las pantuflas de doña Palufa.- fue lo primero que pudo decir Kate.

Selene iba caminando hacia el árbol dando tropiezos. Llevaba su típica mochila azul sobre los hombros, ésta se veía mas pesada de lo normal. Cargaba con tres gruesos libros. En la boca llevaba un pan medio tostado que se iba desmoronando y que se veía algo mojado. Su cabello estaba todo desordenado y goteaba un poco. Un gran ganso le seguía.

Salieron corriendo a ayudarla. Cuando Selene ya no tenía los tres pesados volúmenes es sus brazos se saco la tostada de la boca y se la tiro al ganso.

-Cómetela ave de mala suerte.

-¿que te pasó?- le pregunto Remus.

-Sencillo. Me desperté temprano y fui a la biblioteca. Estuve allí buscando algunas cosas saque esos libros y ya venía para acá y me di cuenta que traía la agujeta desabrochada deje los libros en el piso al igual que la mochila. Estaba sentada sobre el puente. Y me quede allí sentada mientras comía mi otro pan y en eso que llega este pajarraco e intenta quitarme mi desayuno termine en el agua. Para cuando salí ya era tarde.

-Te va a dar gripa.

-Si pero primero tengo que decirles lo que averigüe.- Se sentaron bajo el árbol. El ganso se sentó a unos pasos de Binky y ambos animales se miraron.

El par que de Kilham esta muy cerca de la plaza principal y de la iglesia. Estos tres lugares son los más frecuentados y los que están en la sima del pueblo. Luego una gran avenida baja hasta la carretera. El resto del lugar esta lleno de callecitas empedradas. El kiosco está afuera de la iglesia y el rió Till pasa cruzando el pueblo cerca de la iglesia y por el parque.

-¿y entonces?

-La muerta… la que vimos anoche estaba enterrada sin lápida. Fui a revisar el lugar que por cierto sólo hay un montón de tierra, no hay rastros del hoyo.

-¿Cómo supiste que ese era el lugar?

-Por esto.- la muchacha saco de su mochila el brazalete.

-Pero explotó.- dijo Lily.

-Y volvió a surgir. Ten guárdalo tú.- se lo pasó a la pelirroja. – Fui a la biblioteca. Encontré que hace cincuenta años fueron encarcelados dos policías por enterrar un cuerpo sin en consentimiento de nadie. Ninguno de los dos oficiales dijo donde estaba el cuerpo aunque lo describieron y un viejo doctor que había visto el cuerpo certificó todo. Las últimas palabras de Joe Milletón antes de entrar a la cárcel donde murió de forma extraña fueron las siguientes. – Abrió uno de los libros y leyó.-  Joe Milletón fue juzgado ayer por la tarde por el delito ya conocido. Él acepta todos los cargos y la sentencia. Estará en la cárcel los siguientes tres años. Sus últimas palabras han sido: "Los seres fantásticos no mueren porque si. Hay algo más aquí. Dejemos descansar a esa criatura hasta que sea tiempo".- giró la página.- Esto es de seis meses después. Joe Milletón ex policía y presidiario fue encontrado muerto en su celda. Los forenses no pueden encontrar la causa de su muerte. Los guardias encargados de cuidar y administrarle comida a Joe dicen lo siguiente: "Durante la última semana ha estado repitiendo las mismas palabras Necesitan ayuda. La ayuda pronto llegará. Agradecen mis servicios. Me llevaran con ellos. Vendrán de nuevo. " Al parecer sus últimas palabras fueron "Volverán a venir los poderes al mundo" Joe murió con una sonrisa en el rostro. El preso de alado asegura haber escuchado pasos, la puerta de la celda abrirse. Voces y luego ver salir dos sombras. Nadie sabe que pasó con Joe. Por ahora que descanse en paz.- Selene cerró el libro.

-Entonces nos encontramos con una criatura de otro universo.- dijo con una sonrisa Sirius.

-No tan rápido. Dijo que era un ser fantástico.  

Miraron a Kate.

-Que insinúas.

-Lo causamos nosotros con nuestra sesión. Causamos que la muerta pudiera regresar a su hogar.

-Esto me da miedo.- dijo Peter.- ¿Qué haremos hoy además de hablar de muertos?

-Volveremos al cementerio en la noche y tendremos otra sesión.

Peter tembló ante el comentario de Kate.

-Ahora no comeré en mi casa así vamos a casa de Sely para que se cambie ustedes vayan a la biblioteca y vean que más consiguen.

~°~

Los merodeadores eran un grupo conocido por nombre en todo Kilham pero nadie sabía quienes eran sus integrantes. Sólo las hermanas de Kate, Stella y Ebi lo sabían. De estas dos últimas les hablaré luego. Lo que me interesa es la manera en que los amigos se habían unido.

James, Sirius y Lily habían sido vecinos desde su nacimiento. Cuando entraron a la escuela los Black se cambiaron a una residencia más cercana a la escuela para que su hijo pudiera levantarse cinco minutos antes del toque y aun así llegar al colegio.

Remus y Peter vivían como vecinos y amigos de la infancia. Si compras a uno te llevas a los dos y eso fue lo que sucedió.

Con Kate la cosa no fue tan extraña. Una muchacha como ella prefiere conocer gente y Lily fue su mejor amiga desde que la vio un día el plaza. Selene era una chica que al final acabó estando con ellos.

Selene era sin duda una persona bastante extraña y con un pasado peculiar.

Vivía a las afueras del pueblo. En una casa de un piso muy rustica y que se caía a pedazos, llena de goteras. Su madre la había tenido a la edad de quince años. Nunca fue una madre responsable, trabajaba en un restaurante, llegaba tarde y nunca estaba en casa. Madre e hija no podrían ser más distintas. Eland Sriver tenía la piel tostada, el cabello castaño oscuro enchinado y los ojos cafés. Era un desastre en todos los aspectos y jamás se había preocupado por su hija.

Selene era ordenada, inteligente, ahorradora, se carácter fuerte aunque sencillo y sensible. Afrontaba las cosas como eran y al final le gustaba su vida. El ser pálida, de aspecto enfermizo, con los ojos grises, una mirada penetrante y el cabello negro le hacían lucir bastante tétrica.

Lily siempre se había preguntado porque a Selene no le había tocado la madre de Kate y viceversa. Eso era para ella un misterio.

Llegaron a la casa y entraron. Selene se metió a un cuarto y salió unos minutos más tarde con ropa nueva. Encontró a sus amigas sentadas en la "sala" mirando alrededor.

Un sonido le hizo voltear. En una esquina estaba sentado el ganso.

-¿Qué hace esté pájaro aquí?

-Llegó con nostras.

-Genial.

-Tu mamá no te dirá nada si te lo quedas.

-Si pero es otra boca que alimentar.

-Sely ni te preocupes por el ganso ya se irá. Anda vámonos. –

Salieron y caminaron hacia el pueblo con el ganso siguiéndoles los talones.

~*~

-¿Qué hicieron esta vez?-pregunto Lily a los chicos cuando los encontraron sentados en las escaleras.

-Nada.

-Aja.

-Enserio Lily nada.

-¿Esperan que les creamos eso James?

-Miren lo que paso fue que nos pusimos a jugar al frisbi con unos libros. Luego por accidente Colagusano fue a golpear una estantería que desencadeno una catástrofe y bueno.

-Stella se quedo adentro.- se apresuro a decir Remus.

-te equivocas ya estoy afuera.- dijo una chica.

-¿qué conseguiste?- le pregunto Selene.

-Pues la llave de los registros. La bibliotecaria es tan descuidada, tendré la copia en unas horas. Además al parecer no hay mucho más en los registros al público. ¿Volverán al cementerio?

-Si esta noche. A media noche. Los quiero a todos allí.- todos asintieron de mala gana. Kate estaba de mal humor. Mejor no contradecirle.

-Bien en el cementerio a media noche. Solucionaremos un misterio.

~°~

Una vez más perdón por la tardanza. Enserio seré más rápida. Bueno que pudo decir aquí esta el chap. Y bueno es más largo que el anterior.

Se que tiene mucha descripción…. Pero bueno.

El siguiente chap se llama A media noche.

Regresan al cementerio y tiene otra sesión. Está vez algo aun más extraño ocurre.

Contesto rrs.

Ale: Pues puede que estés en lo correcto y como no iba a dedicártelo. Ya vez ya seguí. Que bueno que te gusto y bueno gracias.

Maxie-chan: Gracias por el rr. Si la historia, bueno trama me gusta bastante y que bueno que te guste.

Alicia: Si tienes Siriussitis. Pero bueno saldrá más. Por allí hay un chap dedicado por entero a él. Bueno gracias por el rr y si un nuevo ff.

Maris: Que bueno que te lo hayas imaginado y si dos rrs en cinco minutos pongamos un record. Si un lió bien grande esas son las palabras. Gracias.

Lian-Dana: Ya te había dicho que me encantaría que fueras mi beta. Ya nos comunicaremos y te mande el mail. Gracias por un rr y se que debo pulir mes personajes lo se.

Bueno eso fue todo gracias a todos los que leen. Ahora me retiró.

Syringen A.L.C.S ^.^

Terminado  22/02/2004 17:30