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Hola a todos… después de muchos meses me presentó aquí. Que sepan tods ustedes que no he abandonado este ff y que cada uno que comienzo y no quitó en dos meses si lo acabó… así que bueno no tengo disculpa por mi tardanza… espero que entiendan que bueno… no había seguido.

Nada de lo que puedan reconocer es mío.

Dedicado a: AleBlackMoon y a Maris.


Capitulo cuatro

Secuelas.

Las olas del mar golpeaban la blanca arena. El viento frío la golpeaba. Sus sentidos algo entumidos ya no lo reconocían. Aún en su rostro se notaban los caminos que las lágrimas habían dejado. Giró su cabeza, despegando su mirada cobalto de las estelas blancas que dejaba el mar con su imparable bamboleo. A su lado una niña estaba sentada en el suelo. Abrazaba sus rodillas intentando, con ello, guardar el calor y sentirse protegida. La pequeña lloraba aún y de su boca salían quejidos casi inaudibles. Con un movimiento de su mano la mujer alejó su cabello que le había estado golpeando el rostro. Comenzó a caminar, pero la voz dulce y lastimosa del infante la detuvo.

-¿Ya te vas?

-¿Esperabas que me quedará?- contestó con tono algo frío sin voltear a verla.

-No.- respondió la niña y tras sorber pasó la manga de su vestido por su nariz.- Todos acaban por irse al final, sólo esperaba que tú te quedarás algo más.

-Tengo que irme.

-Te atraparán, la guerra no cesará, Voldemort nos tiene en su mirada nos matará sin piedad.

-No tengo miedo a morir, ya no Rea.

-Sé que Cassy se fue, yo también la extraño. No siento su presencia… ya no siento nada.

Ambas se miraron a los ojos por unos minutos. El viento era cada vez más fuerte.

-¿Crees que consiga ayuda?- preguntó a Rea.

-Tiene que…- murmuró para darse ánimos.- No nos dejará nunca.

-Es como si hubiera muerto…

-¿y si…?

-¡Ni lo pienses!- la riño- Ella está bien volverá con nosotros.

Se acercó con sus ojos cobalto sobre Rea y le extendió la mano.

-Acompáñame.- dijo en tono de suplica.

La niña asintió y se levantó. Era muy bajita, sus ojos estaba rojos por tanto llorar y era un desastre. Volvió a limpiarse con la manga de su sucio vestido. Y luego le dio su mano a la mujer.

Antes de comenzar a caminar ambas miraron el mar. Con una respiración profunda Rea se giró al igual que su acompañante.

-¿a dónde vamos?

-A dónde Voldemort no nos encuentre.


Sirius Black tenía sus ojos grises fijos en el techo negrusco. Acostado en el viejo y sucio sillón en casa de Selene parecía tan aburrido o consternado como sus amigos.

Último día de vacaciones y había que agregarle a eso la lluvia. Jugaba con una pelota roja que lanzaba hacia el techo y cachaba con gran destreza.

-¿alguien más está tan aburrido como yo?

-Ni lo dudes, Black, ni lo dudes.- El chico levantó la cabeza para ver a Kate acostada en el suelo, con la cabeza apoyada en un cojín de raso azul. La chica parecía estar de mal humor y tenía sobre su regazo una revista que levantaba de vez en cuando.

Selene pasó por arriba de ella llevando algunos trastes y colocándolos en lugares específicos por donde el agua se filtraba. Con una mueca movió al ganso de su sitio con todo y el antiquísimo almohadón del cual se había adueñado al otro lado de la habitación junto a Binky. Ambos animales se miraron largamente antes de volver cada uno a lo suyo. Binky seguía con la mirada la pelota de Sirius y Sigmud, el ganso, se comía trocitos del almohadón. Extraño nombre para un ganso, pero venía de la primera cosa con la cual el ganso se había encariñado y había llevado a su esquina de trofeos. Un libro de Freud que le había regalado su abuela a Selene hacía algunos años.

-Sigmud deja el almohadón.- lo riño la chica mientras colocaba una casuela quemada y abollada sobre un montículo de libros.

-¿Dónde estarán Peter y Remus? Prometieron que llegarían temprano.

-Ya los conoces, y no ha pasado tanto desde que llamaron para decir que Peter se estaba cambiado porque se cayó en un charco.

-Torpe.- espetó la joven Nichelson antes de girar la página de su revista.- ¿Cómo están los demás animales?

Selene contaba con varios animales en distintos lugares de su casa. Había un par de petirrojos en la esquina de su cuarto, en una jaula siempre abierta y de donde rara vez salían. Sobre un bonito mueble de madera estaban colocados el hogar de los dos peces y el de la pequeña tortuga. Un gato atigrado viejo, huraño y que sólo vivía para y por Selene parecía ver a todas las criaturas como bichos raros y pasaba sus días sobre un estante en la cocina.

-Están bien, les agrada Sigmud, Feder como siempre no lo nota.

-¿Y tú madre?

-Ha estado noqueada las últimas semanas, entre el trabajo y lo demás.

Nadie hizo más preguntas. Todos sabían lo que le sucedía a la madre de Selene y también estaban concientes de que no debían entrometerse.

De pronto el ganso comenzó a hacer ruidos horribles, la puerta de la casa se abrió golpeando la pared, Sirius soltó la pelota que Binky no tardó en perseguir, pero en aquella persecución pasó por arriba de Kate que chilló y se levantó dando voces contra el perro.

Selene corrió hacia la puerta. Remus estaba regañando a Peter, que se había tropezado al asustarse por el ganso.

-¡Eres un perro estúpido!- chilló Kate antes de dejarse caer en el sillón junto a Sirius.

-No es tan malo.- le dijo Remus mientras dejaba su gabardina en un perchero oxidado. Peter hizo lo mismo.

-Comienzo a pensar que nos faltan las sesiones de espiritismo.- dijo Kate.- Estamos aburridos.

-Mejor aburridos que con miedo.- dijo Selene.- No pienso repetir lo de la última vez.

-Pero si no va a pasar nada y…

-¡No!- le gritaron sus amigos.

-¿pero no tienen curiosidad de saber lo que paso?

-Yo sé lo que pasó.- dijo Peter. Kate levantó una ceja.

-Lo dudo.- le espetó enfadada.

-¡Claro que lo sé!- se defendió.- Nos quedamos dormidos por tus monerías.

-¿y soñamos lo mismo?- preguntó escéptica.

-Creo en lo sueños en conjunto.

-Bueno entonces puedes explicar porque James decidió pedirle a Lily que lo acompañará para decirle algo al respecto de esto.

-¿Tú como sabes que era sobre el espiritismo?- preguntó Sirius.

-¿y que otra cosa sería tan importante?- de pronto se quedó callada.- ¡¿No?!

Kate se puso de rodillas sobre el sofá y tomó el cuello de Sirius.

-¿En serio es sobre eso?

-¿Sobre que Katty?- la chica pasó por alto el diminutivo y con los ojos brillosos se giró hacia Peter. Se levantó y dio una vuelta estilizada en las puntas de sus zapatos.

-Sí, tienes razón es eso. ¡¿Cómo se me ocurre el espiritismo?! James Potter… oh claro…

-Hm Kate, no entendemos.- le dijo Selene.

-Oh por favor, todos nosotros sabemos que James Potter está loco por Lily.

Se quedaron callados. Hasta que Selene lanzó un gemido.

-Él no…- murmuró.

-Probablemente.- le dijo Sirius.- Parecía decidido hacía un par de días.

Kate volvió a caer en el sillón.

-Ah, que lindos, son el uno para el otro.

-Oigan chicos no entiendo.- declaró Peter.

-¡Idiota! ¡James le dirá a Lily cuando le gusta!- le gritó Kate.- Y se formará una pareja.- suspiró antes de mirar el techo.- ¿Quién lo diría?

Pero bueno como sabría Kate que estaba un poco equivocada.


La lluvia caía sobre ellos. No la habían visto venir y ahora estaban empapados y tiritando sentados en un porche.

Lily recargaba su cabeza en el hombro de James mientras tomaba una taza de café que habían comprado dentro del edificio, pues este era una cafetería.

-La verdad creo que deberíamos regresar.- le dijo a su amigo.

-Pero tengo que decirte algo importante.

-¿Qué cosa? Me estoy congelando.

-No tardará mucho.

Se quedaron callados. La lluvia no daba indicios de detenerse.

-¿y porque no me lo dices aquí?

-Es que bueno- James se ruborizó pero no tardo en controlar el color de sus mejillas.- Ya estaba planeado.

-Oh, vamos Potter, seguro que me lo puedes decir en cualquier lado.

-Bueno Lil, son dos cosas… la primera… bueno… es que tú…- pero en vez de su voz de su garganta salió un áspero gruñido parecido al ladrido de un perro.

-¿James? No es una broma ¿verdad?

-No… es sólo que…- otro gruñido.

-¡Potter!

-Espera.- tomó la mano de Lily y con un gesto de apuro comenzó a correr.

-¿Qué demonios te pasa? ¡Suéltame! ¡James!

Habían entrado al bosque y corrían por entre los árboles. Las ramas pequeñas golpeaban sus caras.

-¡James!- chilló desesperada.- el chico se paró en claro.

-Lily.- murmuró.- Lily me siento raro.

La muchacha lo miró extrañada.

-Si es una de tus bromas…

-No Lily…- James cerró sus ojos con un gesto de dolor.- Me duele todo.

De pronto se cayó al suelo.

-¡James! ¡James me estás asustando!

Pero el chico no se levantó. En su lugar comenzó a formarse en él un trasformación.

-¡James!

Y de pronto aquella voz extraña salió de entre los árboles.

-AYUDA… AUXILIO.

Con un grito Lily cerró sus ojos. Minutos después los abrió, pero James Potter no era quien estaba junto a ella… si no un ciervo.

-Auxilio.- llegó el eco de entre los árboles.

El ciervo abrió los ojos. Lily se llevó sus manos a su boca. Ese animal tenía los mismos ojos de James, lo sabía.


Gracias a quienes me mandaron rrs.

Ale, Alicia, Maxi-chan y Blackiegirl…

No tiene mucho sentido que conteste sus rrs porque bueno en algunos casos las contestaciones no tiene sentido ya y en otros pues creo que sólo sería un simple gracias.

Syringen.

A.L.C.S --