N. de la A.: Voy a hacer por primera vez algo que nunca hice: voy a escribir notas iniciales. (Para responder reviews ^^)
Lovely Flower: ¡Coincido plenamente contigo! EVDTS (El Valor De Tus Sueños) (Sorry por plagiarte el sistema, Dragon, pero es que si no se me hacia demasiado largo ^^) es uno de mis fics predilectos (aunque también me halla costado mis buenos dolores de cabeza, sobre todo cuando decidí releerlo 2 veces para grabarme todos los detalles y poder empezar a escribir este fic correctamente) Espero no decepcionarte ( porque no creo que esto pueda ni siquiera parecérsele) y te aclaró que esto es tan solo una secuela "alterna", porque…no, nada, mejor me callo. ¡Continúa leyendo y dejando tus comentarios!
Hikari Takaishi Y: Dragon…acá, entre nosotras… ¿No te tiene un poquito harta este fic? Digo, no: te mando los capítulos por e-mail, te los cuento en el MSN y ahora también dejas comentarios en fanfiction… pobrecita de vos, condenado a vivir pegada a mi locura (creo que con la tuya sola ya te alcanza y te sobra ^^) Sobre Ankoku, ya tengo algo pensado, soy romántica, pero sería un crimen dejar este fic sin siquiera un poquito de acción. Y sobre lo "otro"… ¡Sabes que lo espero con más ansias que nadie!. Me alegro de que te guste y te corrijo: no deberías sentirte halagada, deberías sentirte humillada de que alguien use tus historias para hacer desastres como estos... Ahora de en serio, amiga, gracias por tu apoyo en esta historia y en "Cuando…". Sigue dejando comentarios, que los tuyos son los que más me animan.
Disclaimer: Digimon y sus personajes no me pertenecen (aunque bien yo quisiera) y este fic esta hecho sin fines de lucro. Jiminisu Kamiya, su hermano Mamoru y Kosuke Nakajima, tampoco. Son personajes inventados por la genial Hikari Takaishi Y.
Cuando haya un "*", significa que hay una explicación en las Notas finales.
VIVIR INTENTANDO
SECUELA DE " EL VALOR DE TUS SUEÑOS" (HIKARI TAKAISHI Y.)
CAPÍTULO 2
¿DE QUÉ MANERA ME QUIERES?
- ¿Jyou? ¿Estás seguro de que el joven Takaishi no sufrirá una recaída?- las mejillas de Jun se colorearon al hablar con el joven médico.
- No te preocupes.- El muchacho sonrió.- ¿Ey, porque ese repentino interés por Takeru?
Las mejillas de la chica Motomiya pasaron del rosa pálido al carmín oscuro.
- N…No… lo que pasa… es que….yo…
- No tienes porque darme ninguna explicación.- Kido bajó la cabeza, evitando mirar los ojos castaños.
- Este… Jyou- la voz de Jun era un susurro apenas audible.
- Tus decisiones son tus decisiones. Yo nunca tuve ninguna influencia en ellas. Ahora si me disculpa, enfermera…- el delgado abandonó la habitación, no sin un dejo de tristeza.
- Influyes más de lo que crees… Jyou…
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- ¡Ey, Sora! ¿Por qué esa cara? ¿Acaso el médico te dijo que algo andaba mal?- el rostro alegre de Jiminisu comenzó a tornarse preocupado.
La pelirroja salió de su ensimismamiento.
- ¡No, no! No te preocupes, todo esta bien. Este chiquito viene en camino sin mayores inconvenientes.
Jiminisu no pudo evitar sonreír ante la forma tan maternal en que Sora observaba su vientre.
- ¡Pero basta de hablar de mi! No se preocupen. Solo voy a tener un bebe, no se me va a venir el mundo encima.
- ¿"Solo" vas a tener un bebe?
- Pues si. Creo que… es algo bastante normal y natural en una mujer de mi edad, ¿o no?
Jiminisu sonrió con amplitud.
- Supongo.
- Por eso, no es mi embarazo lo que me tiene así de preocupada.
- ¿Y se puede saber que es, entonces?
- Tú.
- ¿Yo?- la castaña parpadeo con perplejidad. ¿Qué podría sucederle a ella para que la chica que era casi como su hermana mayor estuviera perturbada.?
- Si. Y no. Bueno, si. Lo que quiero decir es que… Esta bien, mejor lo largo de una vez- la pelirrojo aspiró una gran bocanada de aire, tratando de obtener voluntad y decisión del vital elemento.- No me satisface tu relación con Yamato.
La noticia le cayo a Jiminisu como un balde de agua fría un domingo de enero a las 6 de la mañana. Los ojos chocolates se abrieron al máximo a causa de la impresión y la sorpresa.
- ¿Ya..ya… Yama…Yamato?- tampoco era capaz de articular palabras con facilidad.
Sora suspiro y, con un leve empujón, logró que su acompañante se sentara en un banco de madera.
- Mini… por favor, sé que puede sonarte duro, pero trata de escucharme hasta el final y luego trata de comprenderme. No me juzgues hasta conocer mis motivos.
Kamiya asintió levemente con la cabeza.
- Se que tú lo quieres, no pongo tus sentimientos en tela de juicio, pero…
- Entonces si estás juzgando los de él- los ojos castaños brillaban a causa de las lágrimas que pujaban por salir.
- Desconozco lo que sucedió en la casa de los espejos, pero sabes que ya una vez él te utilizo, y luego te descarto sin importarle tus sentimientos.
- ¡Pero esta vez es diferente!
- ¿Cómo puedes saberlo?- Sora sentía que la situación comenzaba a salírsele de control. La chica Kamiya estaba resultando más dura de roer que lo que había imaginado.
Jiminisu esquivo los ojos rojizos de Takenouchi. Realmente no entendía porque las dudas de la muchacha. Ella no conocía a Yamato… no tanto como ella misma.
- ¿Y tú como puedes saber que Taichi tampoco esta metido de vuelta en "estos asuntos"?- la voz dejaba entrever un dejo de amargura. Las mejillas de Sora comenzaron a descender en la escala cromática (simple y sencillamente hablando, se estaba sonrojando.)
- No puedes comparar- esta vez, era la pelirroja quien evitaba los ojos de su interlocutora- Taichi no cometió ninguna locura.
Jiminisu abrió la boca para replicar. Pero un gesto de Sora la detuvo.
- Sabes que no te diría esto si no pensara que estoy haciéndote un bien- Sora atrajo hacia el suyo el cuerpo de la menor, atrapándola en un abrazo.
No quería… No quería dejar a Yamato indefenso. Pero la voluntad de la pelirroja fue más fuerte.
- ¿Y, entonces? ¿Qué piensas que puedo hacer para comprobar los sentimientos de Yama?
- Aléjate de él.
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- ¡Ey! ¿Puedo preguntar porque esa felicidad tan absoluta?- a Taichi le asustaba el brillo tan intenso que tenían los ojos azules.
- Es que estoy decidido a hacer algo. Y no hay nada ni nadie que pueda disuadirme. A menos que…
- ¡Espera, espera! ¿Qué estás queriendo decirme?
Yamato no respondió, pero metió la mano en su bolsillo, para sacarla acompañada de una cajita de terciopelo azul.
Estas vez fueron los ojos de Yagami los que se abrieron en su máxima extensión.
- Yama… - comenzó a decir el castaño, mientras realizaba una extraña y seductora (?) caída de ojos- Lo siento mucho, pero… ¡Yo estoy enamorado de Sora!
Las mejillas del muchacho rubio se encendieron al instante.
- ¡TAICHI YAGAMI!- el grito sacudió la casa entera.
- ¡Tranquilo! ¡Solo estaba bromeando! No es para que te pongas así tampoco- Taichi palmeó la espalda de Yamato- Pero ahora de en serio, amigo, estoy muy feliz por ti.… o debería decir por ustedes.
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La castaña quedo tan paralizada que Sora pensó que debió haberle dado esa idea de forma un poco más gradual.
- ¿Qué quieres decir?- parecía que Jiminisu por fin había recuperado el habla.
- Que lo ignores. Que simules que no lo quieres. O que ya no te importa. Solo por un día. Así podrás ver cual es su reacción y sabrás cual es su manera de quererte.
Jiminisu estuvo a punto de decirle que ella sabía perfectamente de que manera la quería Yamato. Que podía sentirlo cuando la miraba con ojos emocionados. Cuando la besaba. Cuando la abrazaba o la acariciaba. Cuando le susurraba al oído, con la voz quebrada, un simple "Te quiero"(Hikari: ¿Qué opinas? ¿"Te quiero" o "Ai shiteru"?). Pero prefirió quedarse callada. Lo conveniente sería despejar las dudas que Sora sentía y, cuanto antes, mejor.
- Esta bien.- Jiminisu soltó un suspiro con el cual declaraba que se había resignado a su suerte.- ¿Cuándo te parece conveniente?
- ¿Podrías soportarlo el día que vayamos al karaoke?
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- ¡Ja, ja, ja! ¡Mañana va a ser un día muy divertido!
Miyako sonrió con dulzura.
- Espero que si. La verdad es que Taichi- san ha tenido una muy buena idea.
Mimi contrasto la sonrisa de Miyako, poniendo un toque de malicia en la suya.
- Me muero de ganas por ver como los chicos se van a retorcer delante del micrófono.
- ¿Tú crees que van animarse a cantar? Recuerda que ellos pusieron como excusa que querían homenajearnos, así que no sería rato que solo nosotras y quizás Yamato lo hiciéramos.
- No te preocupes, Miyako. Estoy segura de que lo harán… puedo asegurártelo.
La morada miro a su amiga con algo de desconfianza en los ojos color ámbar.
- ¿Qué quieres decir?
- Tú no te preocupes por nada. Déjalo todo en mis manos.
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- Si. Espero poder soportarlo.
- No te preocupes. No será tan malo. Yo estaré allí para apoyarte, ayudarte y, en el peor de los casos, ahuyentarlo.
- Confió en que eso no será necesario.
- Bueno, ahora, si me permites, voy a irme a acostar. Hoy tuve un día muy agotador.
- Ve tranquila. Buenas noches, Sora.
- Buenas noches.
Luego de que la pelirroja se hubiera retirado, Jiminisu aún permaneció un largo rato despierta, pensando, sentada en su cama.
¿Cómo iba a hacer para mantenerse alejada de Yamato durante todo un día? Sabía que le iba a resultar muy difícil resistir las ganas de besarlo y abrazarlo. Pero tenía que ser fuerte. Lo único que sabía era que no iba a poder mirar esos profundos ojos azules, por que si no, todo estaba perdido…
N. de la A.: Acá esta el segundo capítulo. No quede muy satisfecha, quizás porque no es del todo agradable lo que sucede. ¿Qué estará tramando Mimi? (Incluso a mi, que soy la escritora, me asusta) Sinceramente, no es algo muy inocente…
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¡Nos vemos1
