Disclaimer: Digimon y sus personajes no me pertenecen (aunque bien yo quisiera) y este fic esta hecho sin fines de lucro. Jiminisu Kamiya, su hermano Mamoru y Kosuke Nakajima, tampoco. Son personajes inventados por la genial Hikari Takaishi Y.

Cuando haya un "*", significa que hay una explicación en las Notas finales.

VIVIR INTENTANDO

SECUELA DE " EL VALOR DE TUS SUEÑOS" (HIKARI TAKAISHI Y.)

CAPÍTULO 3

MOROCHA PELIGROSA

- ¡Je, je! ¡Por fin estamos aquí!- Taichi se estiró todo lo que su cuerpo le permitía sobre el sillón de terciopelo rojo.

- Si. Este lugar es muy bonito, ¿verdad, amor?- Yamato descorrió con cuidado la  cortina que formaba la espesa cabellera castaña, queriendo observar la expresión de su prometida.

- Mmmmmm…, supongo que sí- Jiminisu no sabía como evitar los intensos ojos azules.

La pelirroja, que había observado toda esta situación, se acercó presurosa a socorrer a su amiga.

- ¿Mini? ¿Podrías venir un momento? Necesito tu opinión acerca de un asunto…-

La castaña no esperó a que Sora terminara la frase para levantarse y seguirla, como si en eso se le fuera la vida.

- ¿Estás bien?- Takenouchi temía que ese breve encuentro hubiera podido debilitar las decisiones de su amiga.

Jiminisu no respondió. Sora se volteó a verla. Hubiera esperado ver en sus ojos: dudas por su promesa, tristeza por lo que había hecho o agradecimiento porque acababa de "salvarla", pero nunca tanta determinación…

**********************************************************

- ¡Apúrate, Hikari! ¡Vamos a quedarnos sin lugares!

- Tranquilo Dai. No quiero que Takeru se agite.

El rubio y el moreno revolearon los ojos mientras escuchaban por decimotercera vez en esa noche la perorata de la castaña acerca de la salud de Takaishi.

- Si, Kari. Como tú digas. Pero por favor, tratemos de avanzar un poco más rápido o tu querido Takeru va a tener que quedarse parado, y eso realmente sería contraproducente para su delicado estado, como diría Jun.

Takaishi trató de ocultar una pequeña sonrisa detrás de su mano, al tiempo que Yagami hacia un mohín de enojo al darse cuenta que su preocupación era tomada a broma.

 - No te preocupes, Kari. No podría estar mejor que en este lugar. Después de todo, tengo la mejor compañía del mundo, ¿o no?- el rubio le toco la nariz con picardía para luego depositarle un dulce beso en los labios.

Daisuke, sintiéndose un poco fuera de lugar, observó el salón con atención por primera vez, buscando un paisaje que lo avergonzara menos. Pero lo que descubrió lo hizo enrojecer hasta las raíces del cabello.

- ¡Esmeralda! ¡Precioso verde esmeralda!- fue lo único que llegó a los oídos de la joven pareja.

***************************************************

- ¡MIMI! ¡TE APURAS O NOS VAMOS SIN TI!- el reclamo del joven Ichijouji no admitía replicas.

- ¡Ya voy, ya voy! Ay, Dios, como se nota que ustedes no son mujeres, Si lo fueran, sabrían comprenderme.

- ¡Solo comprendo que por tu culpa llevamos quince minutos de retraso! ¿Me podes explicar que tanto hacías en el cuarto de baño?

La pelirrosada se sonrojo, al tiempo que Miyako reía de buena gana.

- ¡Cosas de mujeres! ¿O es que ahora te interesa?

Ken estuvo a punto de reclamar otra cosa, pero prefirió volverse hacia el joven Izzumi.

- ¡Todavía no entiendo como se me ocurrió esa loca idea de que vayamos juntos hacia el karaoke!

El pelirrojo suspiró con desgano.

- Yo tampoco entiendo como a mi, conociéndola, se me ocurrió quedarme a esperarla, y sin embargo no reclamo, así que será mejor que te calles.

-  ¿Qué esperan para salir? ¿La carroza? ¡Ahora son ustedes los que nos están haciendo perder tiempo!- Mimi taconeó el suelo, impaciente, mientras los hombres advertían que las femeninas ya estaban del lado de afuera, llaves en mano, y a punto de cerrar la puerta. Como pudieron, manotearon sus abrigos y salieron, antes de que Mimi les cerrara la puerta en la cara.

- ¡Hombres!- se pudo escuchar que suspiraba Tachikawa.

*********************************************

- ¡Daisuke! ¡Que alegría! Tanto tiempo sin verte.- la muchacha palmeó con confianza la espalda del joven.

- A…A…Akara…- solo pudo murmurar en respuesta Motomiya.

Takeru y Hikari miraban a la bella mujercita con intensa curiosidad.

- ¡Donde están tus modales, Davis! ¿No piensas presentarme a tus amigos?

- Ellos son Hikari Yagami y Takeru Takaishi, compañeros de…- el moreno no encontraba palabras que le permitieran explicar brevemente la situación en que los había conocido.- …viejos amigos.- prefirió decir finalmente.

- ¿Yagami Hikari? ¿Hermana de Yagami Taichi?

Hikari asintió con la cabeza, muda del asombro.

- ¡No puedo creer que conozco a una de las integrantes de "Yagami`s Onna"! ¡Soy acérrima seguidora de la música de ustedes!

¡Con que era eso! Luego de tantos conflictos que le habían mantenido la cabeza ocupada en otros asuntos, distantes de lo que era su carrera artística, había olvidado la no poca fama que había alcanzado "Yagami`s Onna".

- Pues me siento muy halagada,¿…?

- Sasaki, Akara Sasaski. Encantada de conocerte.

- Igualmente.

- ¿Y de donde conoces a Daisuke?- Takaishi intervino en la conversación por primera vez.

- ¿Al viejo bueno Dai? ¡Pues de la secundaria! Realmente este hombre merece un mérito por haberme soportado sin chistar durante cinco largos años de su vida- la morocha estrujo a Daisuke en un abrazo, depositándole, también, un afectuoso beso en cada mejilla. Motomiya estaba tan rojo que podría haberse freído un huevo frito en su rostro. (Sonrojo al estilo Syaoran de CCS :D).

- ¿Estás sola?

- Si, de tanto en tanto me gusta venir a darme una vuelta por este tipo de lugares. Sirve para despejarme la cabeza.

- ¿Te… te… gustaría venir con nosotros?- parecía que la formulación de esa pregunta había necesitado de todo el aliento de Daisuke.

- Si no es molestia…

**********************************************

- ¿Verdad que si? ¡Eso se lo debes a papá!- Sora reía complacida, mientras miraba a Taichi haciendo morisquetas delante de su estómago.

- ¿Puedo preguntar que es lo que te debe? ¡Tan pequeño y ya haciéndole reclamos!

El castaño tomo asiento al lado de la pelirroja, sujetándole la mano con dulzura.

- Acabas de cometer un error muy grave, Sora. Imperdonable, hasta yo diría.

- ¿Así? ¡Pues, explícamelo!- diversión destellaban los ojos rojizos.

- ¡Acabas de llamar de forma masculina a nuestra pequeña!

La sonrisa de Takenouchi se acentúo aún más. Con que era eso…

- Así que era eso lo que te debía… pertenecer al sexo femenino…

Un leve rubor cubrió las mejillas morenas.

- No exactamente…- Yagami suspiró- Lo que me acaba de prometer es que siempre será mi princesa.

- Pues será una princesa muy hermosa…

Taichi se perdió en esos astros rojizos que para él eran más vitales e importantes que la Luna, el Sol y las estrellas juntos.

- Si se parece a ti, no me queda ninguna duda de que lo será…

**********************************************

Koushiro se sentía volar. Entre los alaridos de Ken, que pretendían decir algo así como"¡APURÉNSE!" y la velocidad a la que Mimi, que lo llevaba tomado de la mano, corría, no podía pensar con demasiada claridad. De pronto, vio algo así como… una cabeza…si, eso era. Una cabeza cubierta de sedoso pelo oscuro. Pero…¿Qué hacía interponiéndose en el medio de su camino? Cuando Koushiro quiso darse cuenta, el choque era inevitable…

¡BOOM!

El genio había caído rodando al piso. Por suerte, Daisuke había estado lo suficientemente atento como para salvar a Akara del choque, pero eso no había impedido que el pelirrojo se comiera un buen golpe.

Tardó unos cuantos segundos en reaccionar y, cuando pudo enfocar la vista, se percató de que veía todo borroso. Todo…salvo…¡Dios! ¿Qué diantre hacían esos ojos verdes mirándolo con tanta intensidad?

****************************************

- Iori… discúlpame, pero creo que se te está haciendo tarde para el festejo.

- Podría decirte lo mismo, Mamoru- el pequeño Hida se dio la vuelta, para enfrentarse cara a cara con su interlocutor. Evidentemente, ni el poco tiempo que llevaban de conocerse ni la diferencia de edad intimidaban al menor.

- Nah… Yo voy a quedarme. Toshiki disfrutará más de mi compañía que todo ese conjunto de locos enamorados.

- Lo mismo digo.

Ambos sonrieron al escuchar las risas provenientes de la habitación contigua, donde se encontraba sentado mirando televisión y comiendo papas fritas un pequeño pelirrojo.

-Sin embargo…- interrumpió el breve silencio que se había vuelto a formar el muchacho de ojos verdes- Pensé que no te gustaría que tu hermana se fuera con Ishida…Creí… que no te agradaba.

- Estás en lo correcto…En el pasado, no me agradaba- Kamiya se sentó en el sofá, indicándole a su acompañante que hiciera lo mismo. Esa iba a ser una larga plática…

*****************************************

-¿Seguro que estas bien? Perdona, fue mi culpa. Debí haber tenido más cuidado de donde me quedaba parada.

- No te preocupes…- Koushiro intentó levantarse, pero había sido un duro golpe el que se había dado en la cabeza.

- Por lo menos permíteme que te ayude…- la joven extendió una mano, para que el pelirrojo se apoyara en ella.

- Muchas gracias.- Izzumi se puso de pie y, en unos instantes, había recuperado el equilibrio.

- Pues bien- el incidente solo había logrado acentuar el enfado en el rostro de Ichijouji-consideraría prudente que nos apresuráramos, si no queremos que el resto empiece a divertirse sin nosotros.

Koushiro encabezó la marcha que se dirigía hacia las mesas reservadas por Yagami. Mimi quiso acercarse a él, pero el pelirrojo estaba muy entretenido en su charla con la morena.

- Discúlpame, ¿tu nombre es…?

- Akara Sasaki. ¿Y el tuyo? No sé muy bien porque, pero creo haber visto tu rostro en algún otro lado.

La cara de Izzumi enrojeció hasta emparejarse con su cabello. ¿Por qué siempre tenía que toparse con gente lo suficientemente aficionada a la computación como para leer revistas sobre ella? Por suerte, esta chica tenía mala memoria, que si no…

- No, no lo creo. Yo nunca antes te había visto.

Los ojos verdes brillaron de desconfianza. Pero no, no tenía porque desconfiar de este muchacho tan agradable (?), seguramente amigo de Daisuke. Continuaron hablando, dejando atrás a una muy furiosa Tachikawa…

**************************************

-¡Por fin! Creíamos que ya no vendrían- Ishida recibió al grupo con el entrecejo fruncido. Evidentemente, Jiminisu aún lo tenía preocupado.

- Hicimos todo lo que pudimos. Pero tuvimos un pequeño incidente en el camino- el del pelo liso tomo asiento en un sillón, al lado de Taichi

- Un desagradable incidente- se ocupó de recalcar Tachikawa, poniendo especial énfasis en el adjetivo calificativo.

- ¡Ey!- reclamó el mayor Yagami- Cuéntenos. Queremos saber que sucedió.

- Nada que pueda tener importancia, hermano.

- No, yo quiero saber. Algo que tiene que haberle sucedido a Koushiro…

- Se tropezó y se golpeó la cabeza…Oye…- el rubio Takaishi recién se dio cuenta de la pregunta que estaba respondiendo- ¿Cómo sabes que el del incidente fue Koushiro?

- Pues sencillo. El golpe en la cabeza debe haber sido muy fuerte- la sonrisa de Taichi se acentúo hasta su máxima expresión- Ahora parece hasta casi sociable.

Si esto era aún posible, la furia de Mimi se intensificó aún más. Sora, luego de darle un buen coscorrón a Taichi por "tus inoportunos comentarios", se acercó, junto con Miyako, a consolar a su amiga. Hikari y Jiminisu comentaban algo que seguramente no era muy interesante, porque cada tanto contribuían, con alguna frase o comentario, al discurso de Sora. En la otra punta del salón,  Jyou recitaba y enumeraba con los dedos, mientras Jun lo observaba con infinita adoración. Daisuke, bostezaba, aburrido, mientras tomaba una copa que un mozo le había servido. El resto de los hombres habían desaparecido de la vista de las muchachas.

- Mira, Mimi, tú no  debes enfadarte. Sabes que Koushiro te quiere a ti y solo a ti…- unas risas estridentes dejaron a la pelirroja a la mitad de la frase.

Asombradas, las mujeres se voltearon a mirar y lo que vieron casi las hace caerse de espaldas.

Akara estaba ubicada en medio de un círculo que los hombres habían formado a su alrededor. Hablaba y se reía con soltura y, cada tanto, se estiraba para revolverle el cabello a alguno. Taichi había sido la última víctima. Dos pares de ojos celestes, uno azul marino, uno negro intenso y uno avellana la observaban con admiración.

Las chicas se miraron. Esta vez fueron dos pares rojizos, uno ámbar, uno miel y uno castaño los que se encontraron, al tiempo que cinco bocas de mujer pronunciaban una sola palabra: "¡MÍO!".

*****************************************

N. de la A.: ¡¡¡JAJAJA!!! ¡Las cosas se complican! (Y eso me gusta mucho pero mucho). Este capitulo fue un poco más largo, espero que les guste. Y dejen sus comentarios, porque he recibido pocos en este fic (los tuyos no cuentan, Dragon!!!!)

Cielocriss: primero que nada, gracias por inventar el sistema de llamar a los fics por sus iniciales, me ahorras así mucho trabajo. Segundo, me pone muy contenta que te guste esta idea de hacer una secuela a mi manera. Gracias por los halagos (que valen mucho más por venir de una excelente escritora como vos) y espero que sigas leyendo y dejando tus comentarios.

Hikari Takaishi Y.: (siendo aclarado el tema anterior) jaja, lo hice para ver como reaccionabas, no te alteres, amiga. Hablando de el sobrenombre de Jiminisu, te digo que al principio era "Jimi" (y Yamato la sigue llamando así en "Un ramito de claveles", fic que, con suerte, estará terminado para tu cumpleaños!!!!), pero decidí que Sora la llamara de otra manera. Pues si, Sora es muy hermana mayor (y también me imagino a Hizami de esa manera), pero no puede evitarlo ( y yo tampoco ^^). Y si  el asunto de los ojos de Yama te inspira…. ¡Pues no seas vaga! ¡Siéntate delante de la computadora y ponte a escribir, que aquí todos te lo agradeceremos muchísimo! Seguí dejando reviews y, cuando puedas, mándame a mi mail un comentario del capítulo 4, que no me convence mucho.

Eso es todo, por ahora. Como saben, comentarios o lo que quieran en un review o a mis e-mails:

yosoyflor8@yahoo.com.ar

eowyn_soyyo@hotmail.com

¡Sigan leyendo!

Estrella de la Tarde1