Oke, oke aquí está el nuevo capi.

Laura y Fery, mil gracias por sus reviews este capi es para ustedes.

Capítulo 11.-Faramir y Osgiliath

Apenas había amanecido cuando los viajeros fueron atados de manos y vendados los ojos. Al preguntar Frodo a donde los llevaban, los montaraces respondieron que a un refugio no lejos de ese lugar. Así pues, caminando en silencio guiados por los hombres, los tres caminaron hasta el refugio.

Al llegar ahí los sentaron y los montaraces se fueron. Pero no estaban solos, pues gran bullicio se escuchaba a su alrededor. Josie aprovechó este momento para meditar su plática con Galadriel. Después de escucharla mientras le contaba la historia entre sollozos, le dio unas palabras de consuelo, y le expresó su preocupación hacia Frodo. Josie se molestó al escuchar eso, pues ella era la que estaba desconsolada. Fue entonces que Galadriel le dio la respuesta al enigma: El anillo. Había sido el anillo el que había llevado a Frodo cometer semejante acción. Entonces Josie entendió el significado de las palabras de Frodo. Él creía que ella intentaba quitarle el anillo valiéndose de sus sentimientos. Sintió que su tristeza aumentaba, pues esta respuesta sólo le traía más preocupaciones. Alguien debía haber empujado a Frodo creer semejante cosa, pues ella no lo creía capaz de inventar algo así. ¿Gollum...? ¿Sam...?. Josie sabía la respuesta. Debía haber sido Sam, pues su comportamiento hacia ella lo delataba. Pero, ¿Por qué? ¿De dónde sacaría Sam esa idea?. Josie soltó un suspiro al no poder hallar respuesta a esta pregunta, pues Galadriel no se la dio, aunque Josie sospechaba que la sabía. Trató de relajarse y hallar una solución. Quería recuperar a Frodo, pero no lo podría lograr a menos que él cambiara su mentalidad...y ella no era la correcta para convencerlo. Y tampoco podía contar con Sam. Ni siquiera pensar en Gollum. Una desesperación creció en su interior al no hallar una salida. La única opción era esperar a que Frodo destruyera el anillo. Si es que lo lograba.

Pasos se acercaron y fueron liberados. Se encontraban en una especie de mina repleta de hombres. Entonces Faramir llegó frente a ellos.

-¿Eras amigo de Borormir?-preguntó sin rodeos a Frodo. 

-Sí-dijo Frodo después de un titubeo.-Por mi parte.

Faramir bajó su mirada y se puso de pie. Caminó un poco en su lugar con aire pensativo y de nuevo se volvió a los medianos.

-Entonces te dolerá saber que ha muerto.

Frodo y Sam intercambiaron miradas de asombro. Josie miró al suelo. Ella ya lo sabía, Galadriel se lo había dicho la noche anterior, pues después de que ella se calmara un poco, le dio noticias de la compañía.

-¿Muerto?-preguntó Frodo con un gesto de preocupación.-¿Cómo? ¿Cuándo?

-Como compañero de él, esperaba que tú me lo dijeras-respondió Faramir.

-Si algo le hubiera ocurrido a Boromir, nos lo hubieras dicho-dijo Frodo desafiante.

-Su trompeta fue llevada a la orilla, hace unos seis días-empezó Faramir sin apartar la vista de Frodo con la voz quebrada.-Estaba partida en dos. Pero más que esto, mi corazón lo sabe. Era mi hermano.

Un silencio incómodo tomó lugar. Ninguno de los medianos cabía en su sorpresa ni encontraba que decir.

-Llévenlos a un lecho-ordenó Faramir a uno de los guardias. Los medianos fueron arrastrados a otra cámara sin decir palabra. La puerta azotó tras ellos aunque sus mentes se habían quedado con Faramir y sus últimas palabras.

-Ahora sí que estamos en una grande-dijo Sam rompiendo el silencio.

-Esto no será bueno-murmuró Frodo mientras se sentaba en una cama.

-Debería dormir, Amo-dijo Sam después de unos momentos de silencio.-Le hace falta.

-No sé si pueda conciliar el sueño-dijo Frodo casi un susurro y recostó su cabeza. Cerró los ojos y soltó un suspiro. Se sintió cansado y viejo, como nunca se había sentido antes. Se giró y vio a Josie sentada en la cama de a lado, con la mirada perdida. Recuerdos invadieron su mente. Aquellos días que había pasado con ella le parecían muy lejanos, como si se tratase de una vida pasada. La felicidad que había experimentado ahora le parecía surreal e inalcanzable. Se preguntó que habría pasado si Sam no le hubiera abierto los ojos...si no le hubiera advertido sobre las intenciones de Josie. Frodo cerró los ojos para contener las lágrimas. El dolor era demasiado. Y una vez más, deseo jamás haber tocado ese anillo. No. Deseó jamás haber conocido a Josie.

Josie se encontraba ausente, perdida en sus pensamientos. ¿Qué era? ¿Qué había llevado a Sam a semejante conclusión?. ¿Por qué habría dicho a Frodo semejante barbaridad, si era su mejor amigo?. Dos lágrimas bajaron por sus mejillas. ¿Sería buena idea hablar con Sam? ¿Poner las cosas en claro?. Miró a Sam de reojo. Esa parecía la respuesta más ética, pero Josie no sentía deseos de hablar en ese momento. Se recostó en la cama y miró a Frodo dormir en la contigua. Se veía muy cansado y preocupado. Josie sintió unos deseos enormes de abrazarlo y decirle la verdad, que ella jamás jugaría así con él. Pero no podía. Frodo sólo la rechazaría otra vez y Josie no podría soportarlo de nuevo. Se cubrió los ojos para ocultar sus lágrimas. No podía olvidar las palabras de Frodo, ni su gélida mirada. No podía pasar por alto el hecho de que había desconfiado de ella y la había herido a pesar de haberle jurado que jamás lo volvería hacer. No podía deshacerse del dolor. No podía.

Sam miró a su amo dormir y luego a Josie. La miró desconfiado, tal y como hacía con Gollum. Pero el cansancio era más fuerte y Sam no pudo evitar caer dormido al poco tiempo.

Frodo abrió los ojos al sentir movimiento a su alrededor. Faramir y varios de sus hombres estaban frente a él.

-Debes venir conmigo-dijo en un susurro.-Ahora mismo

Frodo se levantó mientras lo miraba con desconfianza . A su lado Josie descansaba en la cama mientras Sam dormía en el piso, teniendo una cama a su disposición. Faramir lo guió a través de el refugio, hasta llevarlo a un acantilado de donde bajaba una cascada que caía en un pequeño y cristalino estanque. En el horizonte se extendía un paisaje que resultaba increíblemente hermoso, aún en esos tiempos de oscuridad.

-Allá abajo-le indicó Faramir parado en la orilla. Frodo se acercó y miró al lugar indicado.  Gollum se acababa de zambullir en el estanque.

-Entrar al estanque vedado acarrea la pena de muerte-dijo Faramir y con un gesto mostró a Frodo los arqueros que apuntaban a Gollum.-Esperan mi orden.

Frodo no respondió. Miró fijamente a Gollum mientras una expresión de preocupación cruzaba su rostro.

-¿Le disparo?-preguntó Faramir mientras levantaba su mano para dar la señal.

-Espera-dijo Frodo después de meditar unos segundos.-Esa criatura está ligada a mí, y yo a él. El es nuestro guía-agregó al ver la confusión del rostro de Faramir.-Por favor, déjame bajar con él.

Faramir asintió y Frodo se apresuró a llegar al estanque.

-¿¡Dónde está Frodo?!-Sam sacudió a Josie hasta despertarla.-¿¡Qué le hiciste!?

-¿Qué?-preguntó Josie confundida.

-¿Dónde está?-repitió Sam.

-¿De qué hablas...?-Josie se giró y notó la ausencia de Frodo.

-¡No finjas!-exclamó Sam.-¿Qué le hiciste?

-¡Yo no hice nada!-exclamó Josie asustada.

-¡Todo esto fue una trampa! ¡Lo entregaste al enemigo!

-¡No hice semejante cosa!-exclamó Josie mientras sentía la furia crecer en ella.

-¡Basta!-gritó Sam.-¡Déjalo ya! Lo sé todo, ¡Sé cuales son tus intenciones!

-¡No, Sam! Debes creerme, ¡Yo jamás haría algo así!

-¿Y por qué habría de hacerlo? ¡Sólo mira como nos has engañado!

-Sam, por favor escucha...

-¡No!-La ira se había apoderado de Sam.-¡Tú escucha!

-Sam..

-Jamás creí que fueras capaz de algo así-dijo Sam con la voz quebrada.-Él de verdad te amaba. Eras todo para él.

-Sam, por favor escuchame....

-¡No!-Sam desenvainó su espada.-¡No eres más que una maldita...!

-¡Basta, Sam!-lo interrumpió una voz. Frodo entró al cuarto con paso decidido.-¿Se puede saber qué estás haciendo?

-No lo encontré...-balbució Sam-...Y creí que ella le había hecho algo.

-Ella no me hizo nada-dijo Frodo con un tono severo.-Faramir encontró a Gollum y me llamó. Eso es todo.

Sam no respondió. Se sintió sumamente avergonzado de su comportamiento. Guardó su espada y se dirigió a Josie. Ésta dio un paso hacia atrás, temerosa de que Sam tuviera otro ataque de ira. Pero sólo se limitó a mirarla.

-Lo siento, Sr. Frodo-dijo volviéndose a su amo. Frodo asintió y después miró a Josie. Ella lo miró unos segundos antes de desviar su mirada y darle la espalda. Estaba realmente asustada, Sam había estado a punto de atacarla. Tenía que probar que era inocente, pero sabía que no había manera. Se sentó en la cama y sin poder contenerse, rompió en llanto.

Frodo sintió que su corazón se caía al piso cuando oyó los sollozos de Josie. No soportaba verla llorar, verla sufrir. Sin ser conciente de lo que hacía, avanzó lentamente hacia ella, dispuesto a consolarla.

-¿Qué está haciendo?-el rostro de Sam se interpuso entre Josie y él. Frodo no respondió, sólo se limitó a mirar a Josie.-Está fingiendo. No deber caer Sr. Frodo.

-No lo creo, Sam-susurró Frodo.-Algo me dice que no está fingiendo.

-No piense con el corazón Sr. Frodo. Usted sabe lo que ella quiere en verdad-Sam señaló el pecho de Frodo. Éste sujetó el anillo con una mano y sintió su poder envolverlo. Sam tenía razón, Josie era una enemiga, no debía confiar en ella.

-Tienes razón, Sam-dijo Frodo sin molestarse en bajar la voz.-No debo confiar en ella.

-Basta ya-exclamó Josie entre sollozos.-

-¿Disculpa?-preguntó Sam girándose a ella.

-Frodo-dijo Josie poniéndose de pie e ignorando a Sam.-Tienes que escucharme, yo...

-¡Aléjate de él!-dijo Sam enfrentando a Josie.

-No, ¡Tú aléjate de él!-exclamó Josie enfurecida mientras empujaba a Sam.-Frodo, yo te amo. ¡Debes creerme!

-No-dijo Frodo retrocediendo.

-¡Déjalo en paz!-dijo Sam tomando a Josie por los hombros.-¡Ya le has causado bastante sufrimiento!

Josie no respondió ni intentó liberarse. Se limitó a mirar tristemente a su amado hobbit, mientras éste negaba con la cabeza.

Tras Frodo, la puerta se abrió y Faramir entró.

-Con que ésta es la respuesta a todos los acertijos-dijo mientras desenvainaba su espada y amenazaba a Frodo con ella.-Aquí, en tierra yerma, tengo a tres medianos y una hueste de hombres a mis órdenes.

Frodo fue acorralado contra la pared. Miró a Faramir y luego a Josie. Ella negó con la cabeza al ver la expresión de Frodo.

-El Anillo del Poder está a mi alcance-dijo Faramir levantando el anillo del cuello de Frodo con su espada.-Una oportunidad para que Faramir, capitán de Gondor muestre su cualidad.

-¡No!-gritó Frodo y huyó a un rincón.

-¡Basta!-gritó Sam-¡Déjelo en paz! ¿No entiende? ¡Él lo tiene que destruir!. Hacia allá vamos, a Mordor-agregó al ver que Faramir no parecía ceder.-¡Al la montaña de fuego!

 -Osgiliath está sitiada. Nos piden refuerzos-dijo un montaraz entrando súbitamente.

-Por favor-continuó Sam-Es una gran carga. ¿No le ayudará?

-¿Capitán...?-insistió el montaraz.

-Prepárense para partir-dijo Faramir y el montaraz se retiró. Entonces se volvió a los medianos.-El anillo irá a Gondor.

Apenas se había ido Faramir cuando otros montaraces llegaron y ataron a los medianos.

-¡Caminen!-les ordenó uno de ellos mientras los guiaban a través de la mina. Pronto se unieron a la caravana y partieron a Osgiliath.

Apenas llevaban unas horas de camino cuando Osgiliath apareció frente a ellos.

 -¡Miren!-exclamó un hombre.-¡Osgiliath está en llamas!

-Mordor ha venido-murmuró alguien.

-El anillo no salvará a Gondor-dijo Frodo mientras contemplaba la ciudad.-Sólo tiene el poder de destruir.-Se volvió a Faramir.-Por favor, deja que me vaya.

-Apúrense-dijo Faramir por toda respuesta.

-¡Faramir!-exclamó Frodo al ser empujado a caminar de nuevo.-¡Debes dejarme ir!

Pero los gritos del hobbit fueron ignorados y él fue llevado a la ciudad, junto con Sam, Josie y Gollum. Mientras la atravesaban, soldados corrían a sus posiciones, acatando órdenes de sus superiores.

-Faramir-lo llamó un hombre.-Los orcos han tomado la ribera este. Son demasiados, para el anochecer nos aplastarán.

-¡Sr. Frodo!-llamó Sam al ver a su amo agitarse nervioso.

-Lo está llamando, Sam-dijo Frodo asustado.-Su ojo ya casi se ha posado en mí.

-Aguante, Sr. Frodo-dijo Sam.-Todo estará bien.

-Llévenlos con mi padre-dijo Faramir señalando a los medianos.-Díganle que Faramir le envía un regalo poderoso. Un arma que cambiará nuestra fortuna en esta guerra.

Los hombres los tomaron y los empujaron de nuevo. La desesperación se notaba en la cara de Frodo y Sam. Entonces Josie recordó lo que Galadriel le había dicho.

-¿Quiere saber qué le pasó a Boromir?-gritó. Faramir se volvió a ella y los hombres guardaron silencio. Los hobbits también la miraron con sorpresa.-¿Quiere saber por qué murió su hermano? ¡Trató de quitarle el anillo a Frodo después de jurar protegerlo! ¡Lo trató de matar! ¡El anillo volvió loco a su hermano!

Un silencio siguió a las últimas palabras de Josie. Faramir la miraba consternado mientras Frodo y Sam intercambiaban miradas.

-¡Cuidado!-un gritó rompió aquél silencio. Una piedra destruyó una de las torres.

-¿Sr. Frodo?-dijo Sam al ver la expresión de Frodo. El anillo lo estaba poseyendo.

-Están aquí-susurró con una voz que no parecía la suya.-Han venido.

-¡Nazgúl!-gritó Faramir al escuchar el grito del espectro. Tomó a Frodo y lo llevó a un lugar seguro. Josie y Sam lo siguieron.-Quédate aquí. No dejes que te vean-le dijo poniéndolo en un rincón.

Pero el poder del anillo era mayor y Frodo no pudo resistirlo. Empezó a avanzar s lentamente, ignorando las voces de Josie y Sam llamándolo. Caminó a través del ciudad hasta subir a un puente. El Nazgúl se posó frente a él y Frodo levantó el anillo y se lo acercó lentamente a su dedo.

-¡Se lo va a poner!-gritó Josie mientras Sam corría hacia Frodo. Lo tomó de las manos y lo obligó a dejar el anillo. Frodo se opuso y mientras Faramir disparaba al Nazgúl, los hobbits cayeron por las escaleras a los pies de Josie. Frodo sometió a Sam y desenvainó a Dardo mientras una expresión de locura cruzaba su rostro.

-¡Frodo!-exclamó Josie pero Frodo la amenazó con la espada también.

-Soy yo-susurró Sam mirando a Frodo.-Soy su Sam ¿No reconoce a su Sam?

Frodo pareció reaccionar a estas palabras y soltó la espada mientras se hacía a un lado.

-No puedo hacer esto, Sam-dijo Frodo recargado en una columna.

-Ya lo sé-respondió Sam levantándose.-Está mal. Ni siquiera deberíamos estar aquí. Pero aquí estamos-continuó Sam mirando al Nazgúl huir.-Es como en las grandes historias, Sr. Frodo. Las verdaderamente importantes. Siempre estaba llenas de oscuridad y peligro. Y a veces uno no quería saber el final porque, ¿Cómo podrías ser un final feliz? ¿Cómo puede volver el mundo a ser como antes después de tantas cosas malas?. Pero, al final, es sólo una cosa pasajera esta sombra. Hasta la oscuridad debe pasar. Llegará un nuevo día. Y cuando brille el sol, brillará con más claridad. Ésas eran las historias que recordabas, que significaban algo. Aún cuando eras muy joven para entender por qué.

Pero creo, Sr. Frodo, que sí entiendo. Ahora lo sé. La gente en esas historias tenías muchas oportunidades de volverse atrás, pero no lo hacía. Seguía adelante por que se estaba aferrando a algo.

-¿A qué nos estamos aferrando, Sam?-preguntó Frodo abatido. Sam se acercó a él y lo puso de pie.

-A que aún existe bondad en este mundo, Sr. Frodo. Y que vale la pena luchar por ella.

Josie miraba a los hobbits confundida. Parecía que las cosas se habían calmado, y que todo regresaría a la normalidad. Pero aún así, sentía temor de mencionar palabra alguna pues no estaba segura de que reacción obtendría.

-Creo que por fin nos entendemos, Frodo Bolsón-dijo Faramir acercándose a los medianos.

-Usted conoce las leyes de nuestro país, las leyes de su padre-dijo el otro capitán al adivinar las intenciones de Faramir.-Si los deja ir, perderá la vida.

-Entonces ya la perdí.-dijo solemne Faramir.-Suéltenlos.

Faramir indicó a los medianos que lo siguieran y los guió a través de Osgiliath una vez más. Se detuvieron frente a una cloaca que estaba lejos visiblemente abandonada.

-Esta es la vieja cloaca-dijo Faramir.-Cruza por debajo del río hasta el borde de la ciudad. Hallarán abrigo en esos bosques.

-Capitán Faramir-dijo Sam.-Ha mostrado su cualidad. La más alta.

-La Comarca debe ser un gran reino en el que los jardineros se tienen en gran estima-contestó Faramir a Sam. Luego se dirigió a Frodo.-¿Qué camino tomarás después de bosque?

-Gollum dice que hay un camino cerca de Minas Morgue que trepa entre las montañas.

-¿Cirith Ungol?-preguntó Faramir y tomó a Gollum del cuello al verlo intentar escapar.-¿Así se llama?

-¡No!-gimió Gollum. Faramir presionó su cuello con más fuerza.-Sí.

-Frodo, un terror se cierne sobre los pasos que dominan Minas Morgue-advirtió Faramir.-No puedes ir por allí.

-Es el único camino-dijo Gollum.-El amo dice que debemos ir a Mordor, así que debemos intentarlo.

-Debo-afirmó Frodo. Faramir soltó a Gollum.

-Ve, Frodo, con la buena voluntad de todos los hombres.

-Gracias-dijo Frodo y entró a la cloaca. Sam lo siguió y Josie también. Pero Faramir no dejó ir a Gollum sin una última amenaza.

-Que la muerte te halle rápidamente si los lastimas.

Gollum entró a la cloaca y siguió a los medianos. Sin embargo se detuvo y se tiró al suelo, jadeando.

-El Sr. Frodo no pretendía que los montaraces te lastimasen-le dijo Sam.-¿Lo sabes, verdad? Él intentaba salvarte, ¿Entiendes?

-¿Salvarme?-preguntó Gollum.

-Así que no hay resentimiento. Perdona y olvida.

-No, no, nada de resentimiento-dijo Gollum.-¡Gollum! ¡Gollum!

-Muy amable de tu parte-dijo Sam caminando de nuevo.-Muy amable de veras, Gollum.

Mientras tanto, Josie y Frodo avanzaban en silencio, sin saber que pensar uno del otro.