Hola hola. Bueno, les informo que fan fiction ha eliminado el fic "Middle-Earth MSN" ¿La razón? Va contra las reglas del sitio pues no aceptan chats ¬¬
¿Qué pasará ahora? Pues el fic no ha terminado. Pienso seguirlo en alguna otra página web, tal vez en mi página personal. Hasta ahora no sé bien que hacer, pero cuando tenga una página para el fic, lo publicaré en mi biografía. Gracias
Capítulo 13.- Una promesa
-La Ciudad Muerta-susurró Gollum tras la saliente. Los medianos miraron con asombro y temor la ciudad que se erguía frente a ellos. Un enorme complejo de torres, rodeado por altas murallas e iluminado por una siniestra luz verde que no parecía natural.
-Un lugar muy desagradable. Lleno de enemigos.-siguió Gollum. Saltó de la saliente y cruzo el camino frente la ciudad. Los medianos lo siguieron.-¡Pronto! ¡Pronto! ¡Los verán!
Gollum salió del camino hacia el pie de la montaña y empezó a trepar. Pero Frodo se detuvo para mirar la horrible piedra en forma de monstruo que hacia de centinela.
-Aléjese ¡Aléjese!-le gritó Gollum.-Mire, lo encontramos: El camino a Modor. Las escaleras secretas.
Los medianos miraron hacia arriba y pudieron apreciar un camino de escaleras que subía la montaña.
-Debe ser broma-susurró Josie al no ver el fin de las escaleras.
-Suban-ordenó Gollum.
Fue entonces que Frodo lo sintió. Algo llamaba al anillo y sin poder resistirse caminó una vez más hacia el centro del camino, hacia la ciudad muerta.
-¡No! ¡Sr. Frodo!-gritó Sam.
-¡Por ahí no!-aulló Gollum.-¿Qué está haciendo?
-¡No!-Sam corrió y tomó a Frodo de los hombros.
-Me están llamando-dijo Frodo mientras se resistía a regresar.
-¡No!
Entonces la tierra empezó a temblar de nuevo y todo quedó en silencio. Sam arrastró a Frodo hasta las salientes justo en el momento que el silencio era roto por un gran estallido. La luz verde de la ciudad muerta estaba concentrada en la gran torre en el centro de ésta, y subía a su alrededor hasta tocar las nubes negras que estaban sobre ella.
-¡Escóndanse!-chilló Gollum. No había necesidad de decirlo dos veces. Se tiraron tras una roca, temiendo de lo que vendría a continuación.
-¡Dios mío!-exclamó Josie cuando una enorme bestia emergió de la ciudad y trepó a una muralla.
-¡Nazgûl!-gimió Frodo mientras tomaba su hombro izquierdo.
-¡Frodo!-Josie hizo ademán de ayudarlo, pero entonces el nazgûl soltó un chillido que los hizo retorcerse de dolor.
-Siento su espada-dijo Frodo con una mueca de dolor.
Entonces, miles de pasos hicieron temblar el suelo. Un enorme ejército salía de la ciudad; miles y miles de orcos marchaban hacia Gondor, con el jinete alado guiando el camino.
-Vengan hobbits-dijo Gollm ansioso.-Nosotros subimos, debemos subir.
Y así empezó el doloroso ascenso. Las escaleras estaban resbalosas, así que tenían que sujetarse con las yemas de los dedos mientras obligaban a sus adoloridas piernas a flexionarse una vez más.
"Si caigo" pensaba Josie mientras subía "Será una muerte instantánea. Y si por casualidad sobrevivo, los orcos me encontrarán y sólo Dios sabe que harán conmigo…." Sintió que sus dedos se resbalaban y miró abajo. Ella era la última en la fila. "¡No mires abajo!" se reprendió y siguió subiendo. "Frodo te lo dijo, no mires abajo…" Frodo. Josie se detuvo y miró hacia arriba. Frodo iba tras Gollum muy por arriba de ella. Sam iba tras él.
"Ya no puedo más" Josie hacia un esfuerzo sobrehumano para subir al siguiente escalón. "¿Cuál es el sentido de esto? " Se preguntó. "¿No sería mejor si me dejo caer ahora mismo y acabo con todo este dolor?" Miró hacia abajo una vez más. Y volvió a mirar hacia arriba. "No…no puedo más" Josie miró a Frodo una última vez. "Espero que sepas algún día cuanto te amé…"
Y fue en ese momento que Frodo sintió que debía mirar hacia abajo.
"Adiós…" Josie perdió toda fuerza y se dejó caer.
-¡JOSIE!-Frodo gritó desesperado al ver como la mediana rodaba escaleras abajo.
-¡¿Qué está haciendo?!-preguntó Sam sorprendido cuando Frodo lo empujó y empezó a descender.
-¡Amo!-chilló Gollum. Pero nada de esto hizo que Frodo se detuviera.
Siguió bajando hasta llegar alcanzar a Josie, que había sido detenida por una roca saliente de la pared.
-Josie-susurró mientras la tomó en sus brazos.-¿Puedes oírme?
Por toda respuesta obtuvo un quejido. Josie estaba muy malherida y había perdido el conocimiento al golpearse con la roca.
-Aguanta, ya casi llegamos.-Frodo la cargó en su espalda y miró el largo camino que debía recorrer antes de volver a alcanzar a Sam.-Ya casi llegamos-repitió y empezó a subir.
Sam empezó a bajar también hasta que llegó con Frodo.
-¡¿Está usted loco?!-lo reprendió.-¡Mire en qué condiciones está! ¡No debe gastar tanta energía!
-Sam-gimió Frodo sin aliento.-Ayúdame…
Sam negó con la cabeza en señal de desaprobación, pero aún así tomó a Josie y siguió subiendo. Hasta que finalmente llegaron a la cima.
-¡Ya estamos aquí!-bailó Gollum sobre la plataforma.-¡Lo hemos hecho!
-Ya era hora…-dijo Sam con un bufido y arrojó a Josie a la plataforma para después subir él.
-¿Está bien, Sr. Frodo?-Sam se volvió hacia Frodo quien apenas había llegado a la cima. Lo tomó de la mano y lo ayudó a subir a la plataforma.
-Josie-fue todo lo que Frodo dijo. Una vez arriba, se tambaleó hasta donde ella yacía y se arrodillo junto a ella.
-Sigue viva-dijo Sam tras él. He podido sentir como respiraba mientras subíamos.
Frodo no respondió. Sam suspiró y se sentó mirando la ciudad que habían dejado abajo.
-Es mi culpa-murmuró Frodo tomando la mano de Josie.-Yo debí estar ahí para ayudarte.
Miró el rostro de la joven. Tras todas las magulladuras y golpes se escondían las hermosas facciones de Josie. Las que Frodo no había visto en tanto tiempo. Las que formaban una mueca de angustia ahora.
"¿Cuánto daño te he hecho?" pensó Frodo mientras sollozaba. "¿Cuánto has sufrido por culpa mía?" Frodo escondió su rostro detrás de sus manos y la de Josie. "Oh, Josie. No te merezco. Alguien como yo no merece siquiera que un hermoso ángel como tú lo mire. Perdóname, Josie. ¡Por favor, perdóname!"
-Amo no debe culparse por lo que ha pasado-susurró una voz a sus espaldas.-Todo es culpa del gordo.
-¿Smeágol?-Frodo levantó su rostro para mirar a la criatura.
-El gordo no puede saber el peso que usted carga. Yo cuidaré de usted.
-¿De qué hablas?
-Él lo quiere. Él lo necesita. Smeàgol lo ve en sus ojos. Por eso quiso deshacerse de la niña. Se interponía en sus planes. Muy pronto, él se lo pedirá. Ya verá. El gordo se lo quitará.
Frodo miró consternado a Gollum. ¿Sam? No, era imposible. Sin embargo, dentro de él sentía que algo de cierto tenían las palabras de Gollum…
-Descanse un poco Sr. Frodo-dijo Sam sacándolo de sus pensamientos.
-Tú también deberías descansar-dijo Frodo sin siquiera mirarlo.
-Yo haré la guardia. Ya sabe que no confío en ese apestoso.
-Como tú quieras, Sam-murmuró Frodo mientras Sam se alejaba. Tomó su capa y cubrió a Josie, después lentamente se recostó junto a ella.
-Frodo…-dijo Josie casi en un susurro.
-Ya, ya, mi amor-susurró Frodo tomando su mano.-Todo saldrá bien.
Sam los miraba sentado contra la pared. Ya no sabía que pensar respecto a Josie. Pero definitivamente no bajaría la guardia. Se sumergió en sus pensamientos, tratando de no caer dormido. Pero cada vez era más difícil, y sus ojos se negaban a seguir abiertos. Así que tras asegurarse de que Gollum dormía, cayó rendido.
Pero de haber sabido que gran error cometía, jamás l habría hecho. Acto seguido Gollum se puso de pie, y dio inicio a su perverso plan. Tomó las lembas de a mochila de Sam, y tras tirar unas migajas sobre él, tiró el resto al vacío.
-¿Qué estás haciendo?-Sam despertó al sentir el movimiento.-¿Escapándote?
-¿Escapando?-repitió Gollum-¿Escapando? El hobbit gordo es siempre muy cortés. Smeágol les enseña caminos secretos que nadie más puede encontrar y me dicen "escapando" ¿Escapando? Qué buen amigo. Sí, mi tesoro. Muy bueno.
-¡Está bien!-dijo Sam poniéndose de pie.-Nada más me espantaste, eso es todo. ¿Qué estabas haciendo?
-Escapando-respondió Gollum con malicia.
-Bien. Como tú gustes.-Sam se arrodilló y tomó a Frodo del hombro.-Disculpe que lo despierte, Sr. Frodo. Tenemos que seguir adelante.
Frodo se incorporó y miró a su alrededor. Josie seguía durmiendo a su lado.
-¡Ya no está!-exclamó Sam mientras rebuscaba en su mochila.- ¡El lembas!
-¿Qué?-preguntó Frodo preocupado.-Eso es lo único que nos queda.
-¡Él lo agarró!-acusó Sam a Gollum.-¡Tuvo que ser él!
-¿Sméagol? No, no el pobre Sméagol, no. Sméagol odia el pan feo de los elfos.
-¡Eres un sinvergüenza mentiroso! ¿Qué hiciste con él?
-Él no come eso-dijo Frodo poniéndose de pie.-No pudo haberlo agarrado.
-¿Qué sucede…?-Josie abrió los ojos para encontrarse con aquella escena.
-Miren-dijo Gollum sacudiendo la capa de Sam.- ¿Qué es esto? Migajas en sus abrigos. ¡Él lo agarró! Lo he visto. Siempre está tragando cuando el amo no le ve.
-¡Eso es una mentira!-exclamó Sam y golpeó a Gollum.-¡Desgraciado ladrón mentiroso!
Josie se incorporó asustada sin poder pronunciar una palabra. No sabía que estaba pasando ni como había llegado ahí, pero definitivamente aquello no era bueno.
-¡Sam!-gritó Frodo apartándolo de Gollum.-¡Ya basta! ¡Sam!
-¡Lo mataré!
-¡Sam! ¡No!-Frodo tuvo que hacer uso de mucha fuerza para poder calmarlo. Fue por eso que tuvo que sentarse para descansar.
-Disculpe-dijo Sam preocupado.-Se me pasó la mano, no fue adrede. Estaba muy enojado. Nada más descanse un poco.
-Estoy bien-respondió Frodo.
-No. No está bien. Está exhausto. Es el Gollum ése. Es este lugar. Es la cosa ésa que trae en el cuello.
Tras escuchar esas palabras Frodo lanzó una mirada de desconfianza a Sam, ¿Sería cierto lo que dijo Gollum?
-Le puedo ayudar un poco-ofreció Sam.-Lo puedo cargar por un rato. Compartir la carga.
-¡Aléjate!-Frodo empujó a Sam.
-No quiero quedármelo-dijo éste.-Sólo le quiero ayudar.
-¿Ve? ¿Ve?-dijo Gollum tras Frodo.-Quiere quedárselo él.
-¡Cállate, tú!-Sam se incorporó.-¡Vete de aquí!
-No, Sam-dijo Frodo.-Eres tú. Lo siento, Sam.
-Pero es un mentiroso-dijo Sam consternado.-Lo emponzoñó en contra de mí.
-Ya no me puedes ayudar más.
-No habla en serio.
-Vete a casa.
Al escuchar ésta última frase Sam se sentó de nuevo y echó a llorar. Frodo lo miró inexpresivo. Entonces se volvió a Josie.
-Vámonos-le dijo mientras le extendía su mano.
-No…-Josie negó con la cabeza y dio un paso hacia atrás.
-¿Qué sucede, Josie?-preguntó Frodo.-Ahora todo va a estar bien.
-No Frodo, esto no está bien-dijo Josie con la voz rompiéndosele.-No podemos deja a Sam. ¡Gollum miente!
Una expresión de ira cruzó el rostro de Frodo.
-¿Tú también?-preguntó con la voz tensa.
-No Frodo, escúchame-sollozó Josie.
-¿Estás de su lado, entonces?
-Frodo, por favor.-Josie caminó hasta estar frente a Frodo.-Sabes que es mentira. Gollum está haciendo exactamente lo que Sam hizo conmigo. No cometas el mismo error dos veces, por favor.
-¡No la escuche!-siseó Gollum.-Ella sólo defiende al gordo porque también quiere el anillo.
-¡Cállate!-chilló Josie.-¡Frodo, no lo escuches!
-¡Nooo!-gritó Gollum.-Ella es la que miente. Siempre le ha mentido. Todo lo que quiere es el anillo.
Frodo miró confundido a Josie y a Gollum. Era evidente que no sabía que hacer ni a quien creerle.
-Frodo-dijo Josie tomándolo por los hombros.-Si aún me amas, no escuches a Gollum. Él te está mintiendo. Yo jamás te haría daño, mi amor.
-¿Ve?-rió Gollum.-Ella no lo ama. Ella sólo lo está usando para quedarse con el anillo. Al igual que el gordo. Si, yo los he visto charlar mientras usted duerme. Yo los he visto reír y tomarse las manos…Planean quitarle el anillo y luego deshacerse de usted, pues se interpone en su camino…
-¡Eso es una mentira!-exclamó Sam.
-¡Frodo, no lo escuches!-sollozó Josie.
-¡Ya basta!-gritó Frodo. Luego se volvió hacia Josie.-Suéltame-le ordenó con una voz llena de odio.
Josie negó con la cabeza, pero al ver la mirada iracunda de Frodo no tuvo otra opción que hacerlo. Entonces, sin decir palabra alguna, éste dio media vuelta y siguió a Gollum a las siguientes escaleras.
-Lo siento-dijo Sam después de un largo silencio.
Nadie había dicho palabra alguna desde que Frodo había partido. Ambos se habían quedado mirando el horizonte, perdidos en sus pensamientos. Hasta ahora la único que había roto el silencio eran los sollozos de ambos.
-¿Qué es lo que sientes?-preguntó Josie secándose las lágrimas.
-Lo que hice. Lo que dije.-respondió Sam.-Haberlos separado a usted y a Frodo.
-Yo también lo siento-dijo Josie.-Pero lo que hayas dicho o no, no creo que hubiera cambiado lo que acaba de pasar.
-No entiendo como es que pudo creer semejantes mentiras-murmuró Sam.
-Yo tampoco lo entendía-dijo Josie mientras miraba las heridas que tenía en las manos.-Es por ese anillo, está consumiendo a Frodo lentamente.
-¿Qué vamos a hacer ahora?-preguntó Sam mirando hacia arriba.
-Bueno-dijo Josie con un suspiro mientras se ponía de pie.-Tenemos dos opciones. La primera es escuchar al hobbit poseído y regresar a casa, y la segunda es seguir trepando para salvar a nuestro Frodo.
-Creo que me agrada más la segunda-respondió Sam sonriendo.
-Sí, a mí también-respondió Josie sonriendo también.
-Ahí adentro-dijo Gollm señalando una cueva.
-¿Qué es este lugar?-preguntó Frodo tratando de divisar algo entre la oscuridad.
-El amo tiene que entrar al túnel-respondió Gollum.
-Ahora que estoy aquí, creo que no quiero.-Frodo retrocedió unos pasos.
-Es el único camino-chilló Gollum.-Entre…o regrese.
-No puedo regresar-dijo Frodo entrando a la cueva. La oscuridad lo cubrió mientras seguía a ciegas las indicaciones de Gollum.-¿Qué es ese olor?
-Inmundicia de orcos-respondió Gollum.-Los orcos vienen aquí, a veces.
Frodo siguió caminando a ciegas y sintió que había perdido todo sentido de orientación con tantos pasajes aquí y allá.
-¡De prisa!-pudo escuchar decir a Sméagol, pero no lo vio a él.-Por aquí.
-¿Sméagol?-lo llamó al no encontrarlo.
-Aquí estoy-respondió la voz chillona.
Frodo siguió avanzando. Cuando sintió algo en las paredes. Lo tocó y sintió como se adhería a su piel.
-Es pegajoso. ¿Qué es?-preguntó.
-Ya verá-respondió Gollum.-Ah, sí. Ya lo verá.
-¿Smeágol?-Frodo se dio cuenta que estaba rodeado de telarañas. Gollum no respondió.-¡Smeágol!
Entonces Frodo lo comprendió. Había caído en la trampa. Era Gollum el que mentía, no eran Josie ni Sam. Había vuelto a cometer el mismo error, justo como Josie le había advertido. ¿Y ahora qué? ¿Dónde estarían ellos? ¿Dónde estaba él? Un ruido lo sacó de sus pensamientos. Algo se movía cerca de él.
Presa del pánico, Frodo empezó a correr sin dirección fija, esperando perder a lo que fuese que lo persiguiera. Pero al avanzar a ciegas es muy probable que tropieces, y eso fue lo que le pasó a Frodo. Cayó al suelo y sintió como las telarañas lo rodeaban. Pataleó tratando de liberarse, pensando en una escapatoria. Entonces recordó las palabras de Galadriel: "Y para ti, Frodo Bolsón te doy la luz de Eärendil, nuestra estrella más amada." Frodo buscó entre sus ropas por el frasco que la Dama le había dado. "Que te sirva de luz en la oscuridad cuando todas las demás luces se apaguen." Frodo miró el frasco que tenía en su mano y vio que brillaba débilmente. Sin saber de dónde habían venido, pronunció unas palabras élficas y el frasco emitió una brillante luz que le permitió ver donde estaba…Y por supuesto, el monstruo que tras él aguardaba.
Ella-Laraña abrió sus fauces y trató de morder a Frodo. El hobbit se puso de pie en el momento oportuno y con su brazo en alto, ahuyentó a la araña con la luz de Eärendil. Sin perder más tiempo, corrió a través de los pasadizos con la araña pisándole sus talones. Para su sorpresa, cayó por un agujero en el suelo y quedó fuera del alcance de Ella-Laraña. Temiendo por lo que pasaría a continuación se puso de pie y empezó a correr, dejando la luz olvidada. Tomó otro pasadizo que estaba repleto de telarañas, y antes de que se diera cuenta, ya estaba atrapado.
-Mosquita traviesa…-un canto rompió el silencio e hizo que el corazón de Frodo saltara.-¿Por qué lloras? Atrapada en una red….-Frodo pudo ver la figura de Gollum frente a él.-Pronto serás….devorada.
Una ira enorme se apoderó del hobbit. Entonces Frodo empezó a cortar las telarañas con Dardo, mientras Ella-Laraña lo acechaba una vez más. Avanzó trabajoso entre las telarañas hasta que al fin quedó libre, pero quedando Dardo tras él. Sin reparar eso, siguió el camino que Gollum tomó y logro salir del túnel. Pero apenas y estaba recuperando el aliento, cuando la criatura le saltó encima e intentó estrangularlo.
-Se escapó ¿verdad, tesoro? Esta vez, no-Gollum golpeó a Frodo contra la roca.-¡Esta vez, no!
-¡No!-Frodo sometió a Gollum.
-¡No fuimos nosotros!-chilló la criatura.-¡No fuimos nosotros! Smeágol no lastimaría al maestro. ¡Prometimos! Nos debe creer. ¡Fue el tesoro! ¡El tesoro nos obligó a hacerlo!
-Lo tengo que destruir, Sméagol-dijo Frodo soltándolo.-Lo tengo que destruir por el bien de los dos.
-¡No!-Gollum trató de empujar a Frodo hacia el barranco, pero éste lo esquivó siendo Gollum quien cayó.
Frodo se puso de pie y siguió su camino, tambaleándose pues ya no poseía mas fuerzas. Tenía que sostenerse de las paredes para no caer.
-Lo siento-repetía una y otra vez.-Lo siento mucho.
No podía dejar de pensar en lo que acababa de hacer. Lo que le había dicho a Sam, la forma en que le había hablado a Josie.
-Lo siento mucho-dijo con las pocas fuerzas que le quedaban y se dejó caer, pues ya no podía más.
Extrañamente, cuando levantó su rostro ya no estaba en aquellas cuevas. Se encontraba en un bosque, y no estaba solo. Frente a él estaba Josie, mirándolo dulcemente. Frodo la miró incrédulo, pues no recordaba cuan hermosa era. Llevaba un vestido blanco que ondeaba con el viento y parecía emitir luz propia. Sus cabellos caían sobre sus hombros y una tiara adornaba su cabeza. Avanzó hacia Frodo mientras repetía las palabras que Galadriel le había dicho en Lórien.
-Esta tarea te fue encomendada a ti, Frodo de la Comarca.-Josie se arrodilló frente a Frodo.-Si tú no hallas la manera, nadie lo hará.
Le tendió a Frodo su mano y éste la tomó sin dejar de mirarla. Entonces se arrodilló también y miró a Josie a los ojos. Josie le sonrió y acarició su mejilla. Apenas iba Frodo a abrir la boca para disculparse cuando Josie lo atrajo hacia ella y lo besó dulcemente. Frodo sintió como todos sus miedos se iba y la esperanza renacía, pero cuando levantó sus brazos para abrazarla, la ilusión desapareció. Se encontraba de nuevo solo, en las cuevas.
Siguió avanzando, sin entender muy bien lo que acababa de pasar. Frente a él, pudo ver unas escaleras que subían, y en el horizonte el ojo de Sauron. Avanzó con temor hasta el pie de las escaleras y las empezó a subir cuando escuchó un ruido tras él. Se volvió nervioso pero no vio nada. Dirigió su mirada de nuevo a la torre, pero lo que vio fue un aguijón, que se clavó en su pecho. Después, ya no vio más que oscuridad.
Ella-Laraña lo tomó entre sus patas y empezó a envolverlo en sus telarañas. Tan concentrada estaba en su trabajo, que no vio acerarse las dos figuras hasta que fue muy tarde.
-Suéltalo, inmundicia-ordenó Sam con el la luz de Eärendil en una mano y Dardo en la otra. Tras él, Josie miraba con una expresión de pánico el capullo que tenía entre sus garras aquél monstruo.-¡Suéltalo! No lo volverás a tocar.
Ella-Laraña emitió un rugido en señal de amenaza y soltó a Frodo.
-Quédate aquí-ordenó Sam a Josie.-Acabemos con esto.
Sam atacó a la araña con Dardo , pero era poco el daño que le hacía. En cambio, bastó un golpe de Ella-Laraña para lanzarlo contra el suelo. Sam soltó la luz y Ella-Laraña la hizo a un lado con uno de sus tentáculos y se lanzó contra Sam. Josie corrió entonces a recoger la luz y sin saber muy bien que hacer se dirigió a la araña.
-¡Hey!-le gritó.-¡Por aquí!
Ella-Laraña se volvió a ella. Josie sostenía el frasco en alto aunque la mano estaba temblándole. La arañas dejó a Sam y se acercó lentamente a Josie, pero mientras más cerca estaba de ella, mayor era la luz que irradiaba el frasco, hasta que la obligó a escabullirse a las rocas.
-¡¿Cómo hizo eso?!-preguntó Sam corriendo hacia ella.
-¡No tengo idea!-respondió Josie sin perder a la araña de vista.
-¡Aquí viene!
Ella-Laraña se lanzó contra Sam una vez más, pero éste logró atinarle con la espada en sus ojos. La araña se retorció de dolor y retrocedió, Sam se acercó a ella con la espada en alto y trató de clavarla otra vez pero Ella-Laraña lo golpeó con uno de sus tentáculos haciendo que la espada resbalara de su mano y que él cayera al suelo. Josie corrió por la espada mientras la araña se intentaba clavar su aguijón a Sam.
-¡Sam!-Josie arrojó la espada cerca de Sam. Éste rodó hacia ella esquivando los aguijones y la tomó. Se encaró con la bestia y encajó la espada en su vientre, haciendo que se retorciera de dolor una vez más.
-¡Atrás!-Josie se acercó a ellos, y con el frasco en su mano hizo que la araña retrocediera mientras emitía chillidos de dolor hasta que huyó por el mismo túnel por el que había venido.
-¡Sr. Frodo!-Sam soltó la espada y corrió hacia donde su amo yacía.
-¡¿Está bien?!-preguntó Josie arrodillándose junto a Sam.
Éste no respondió. Tomó las telarañas que cubrían el rostro de Frodo y las quitó. Ahogó un gritó cuando vio a cálida para de Frodo mirándolos fijamente. Josie se cubrió el rostro con las manos mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas.
-¡Sr. Frodo!-lo llamó Sam mientras buscaba su pulso.-¡Despierte, Sr. Frodo!
Frodo no respondió. Sólo los miraba con sus ojos azules, ahora carentes de vida. Sam sintió que la ira lo llenaba. Golpeó el suelo mientras gritaba.
-¡Está muerto! ¡No duerme, está muerto!
Se puso de pie y se alejó de Frodo sollozando y negando con la cabeza.
-¿Frodo?-lo llamó Josie mientras acariciaba su mejilla.-Despierta, Frodo.
Las lágrimas que bajaban por sus mejillas cayeron sobre el rostro de Frodo. Josie vio como los ojos sin vida de Frodo la miraban fijamente y estalló en lágrimas.
-¡No! ¡No puedes hacerme esto! ¡No puedes dejarme sola! ¡Frodo!
Josie abrazó al hobbit. Sintió como el calor había abandonado el cuerpo de Frodo, ahora estaba frío, sin vida. No. No podía ser. No era justo. Ahora toda esperanza se había perdido. No volvería a escuchar la voz de Frodo susurrarle palabras de amor. No sentiría nunca más sus brazos rodearla ni sus manos acariciarla. No volvería a probar el dulce sabor de sus labios. No.
-Frodo, no me dejes-sollozó.-No me dejes sola. No te vayas. No puedo…-la voz se le quebraba a Josie.-¡No puedo vivir sin ti! Te necesito conmigo, a mi lado. No me dejes, no me dejes.
Sam tomó el hombro de Josie. Ella no se inmutó, siguió llorando sobre el cuerpo de su amado. Entonces Sam tomó a Josie del otro hombro y la apartó con delicadeza de Frodo. Josie se refugió entonces en los brazos de Sam y lloró en su hombro.
Sam la consoló en silencio mientras miraba el cuerpo de Frodo frente a él.
-Debemos partir-dijo al fin.
-No quiero-sollozó Josie.-No quiero dejarlo.
-Yo tampoco, pero no tenemos otra opción. Debemos terminar lo que él empezó.
-¡No!
-Vamos, Lady Joselyn. Probablemente Frodo ahora está en un lugar mejor.
-¡Pero no estoy con él!
-Tranquilícese. Usted sabe que a Frodo no le gusta verla llorar. Él adora su sonrisa.
Josie se limpió las lágrimas de su rostro y miró a Sam.
-¿Qué voy a hacer ahora, Sam?-preguntó Josie.-¿Qué voy a hacer sin él?
Sam la abrazó con más fuerza como toda respuesta.
-Debemos irnos ya-dijo una vez más. Soltó a Josie y se inclinó sobre Frodo.-Con su permiso, Sr. Frodo.-Sam tomó la cadena que colgaba en el cuello de Frodo y se la pasó por la cabeza.-Adiós, Sr. Frodo. Perdone a su Sam. Haré todo lo posible por regresar aquí con usted. ¡Adiós!
Sam se incorporó y se alejó un vez más, para que Josie pudiera despedirse.
-Adiós, mi amor-susurró cerrando los ojos de Frodo.-Aquí es donde te dejo. Aquí es donde tomo otro camino. Pero no me iré sin darte antes algo.-Josie tomó su bolsa y sacó una cajita de ella. La abrió y tomó un anillo de plata. Su padre se lo había dado antes de partir al que sería su último viaje, pero Josie nunca lo usó, pues le quedaba grande, pero siempre lo guardó recelosamente. Lo deslizó en el dedo anular de la mano izquierda de Frodo y después la besó.
-Este es mi regalo para ti-susurró en élfico.-Una seña de mi amor. Pues mi amor por ti nunca morirá y te seguirá a donde vayas. Nadie jamás podrá romperlo, pues es eterno.
Soltó la mano de Frodo y se inclinó sobre él.
-Adiós-se despidió y selló su promesa besando los helados labios de Frodo una última vez.
Dos últimas lágrimas cayeron sobre el rostro de Frodo mientras Josie se ponía de pie y se alejaba de él. Sam la miraba en silencio. Ella asintió y ambos empezaron a subir las escaleras, dejando a Frodo atás.
