Capitulo Tercero: "Nunca vas a matarme"

Harry esperaba en su habitación la llegada del resto de los Weasley y Neville, recostado sobre su cama con ambos brazos, sosteniendo su cabeza, y observando el cielo mientras pensaba en Sirius y la conversación que había tenido con Remus y el Sr. Weasley. (¿Había alguna posibilidad para ver nuevamente a Sirius? ¿Había alguna posibilidad de que Sirius estuviera vivo? Su corazón se hundió nuevamente y un nudo se creó en su garganta. Eso era todo lo que quería, todo lo que necesitaba… a Sirius. ¿Por qué él? ¿Por qué las personas más cercanas a él morían? Sus padres habían perecido siendo él un bebe, pero ahora, no podía sentir mucho dolor respecto a ellos. Nunca los conoció y no los recordaba y sin embargo, esa noche, la noche en que Sirius–– ese instante viviría eternamente en su memoria. Limpió sus ojos con sus manos, ocultó ese dolor; sólo podía seguir adelante, Sirius hubiera querido que Harry siguiera adelante.

Después de varios minutos de larga espera, finalmente se escucharon sonidos provenientes de afuera, ¡ya estaban ahí! Bajó las escaleras, no estaba completamente feliz, pero le alegraba saber que sus amigos vendrían y no tendría que pasar el verano solo encerrado en aquella casa en que todo le recordaba a Sirius. Escuchó la voz de Neville algo alterada, decía algo como "¿Por qué la quemaron?" Harry esta vez no evitó sonreír.

"¡Bienvenidos a casa!" exclamó mientras brincaba al piso, había bajado los escalones saltándolos de dos en dos.

Esta bienvenida tomo de sorpresa a Neville y a Ron, especialmente a Ron ya que él imaginaba que Harry estaría mas triste que contento, enojado como el año pasado y que le seria difícil conversar con él, pero después de unos segundos reaccionó, sonriendo ampliamente, y en este momento, Ginny se había adelantado para abrazar a Harry, el cual debe admitir, se sorprendió un poco. La Sra. Weasley abrazó a Harry después de Ginny, y se retiró a la cocina.

"Vaya, esta casa luce mucho mejor que el año pasado" sonrió Ginny "al parecer este verano será normal y no lo pasaremos limpiando"

"Si, es algo que le debemos agradecer a mamá" respondió Ron.

"¿y Hermione?" preguntó Harry, los chicos lo miraron.

"Ella…" se adelantó a responder Ginny "ella quería pasar el verano con sus papás" Harry sabía a que se refería, así que no presiono mas el asunto. Si él tuviera papás en medio de esta guerra, por supuesto que le gustaría pasar todo el tiempo posible con ellos.

"¿Dónde pongo mis cosas?" preguntó Neville que todavía traía cargando sus pertenencias.

"Oh, dámelos, no te molestes" dijo un Lupin muchísimo mas calmado y positivo que el anterior.

"¡Profesor Lupin!" exclamó Neville, Lupin sonrió.

"No necesitas decirme más así, si prefieres, puedes llamarme simplemente Lupin o Remus" le respondió atentamente mientras tomaba entre sus manos el equipaje de Neville y al notar las galletas "mmm, esto estará mejor en la cocina"dijo mientras tomaba una y la comía con gusto "¡mucho mejor que las que Tonks cocina!" dijo alegremente.

"¡Te escuché, Remus Lupin!" un grito provino de la habitación contigua, Remus trato de esconder su risa. Tonks apareció con las manos en la cintura aparentando estar enfadada, cosa que desapareció el instante en que bajó su brazo, golpeando el estante y haciendo caer unos cuantos libros. Sonrojada se inclinó a recogerlos, inmediatamente ayudada por Lupin. Neville recordaba haberla visto aquella noche en el Ministerio de la Magia, pero no sabía quien era o que hacia ahí. Miró a su alrededor, la casa se veía linda, ordenada y limpia pero, hasta ahora lo notaba; las puertas, ventanas y muebles tenían una tendencia: todos estaban decorados con serpientes.

Durante los días que siguieron los chicos le explicaron a Neville la historia de la casa y poco a poco se habituaron a ella.

El ministerio de la magia había aprobado La Orden del Fénix, la cual era reconocida ahora como una organización donde los miembros pertenecían a la élite; los mejores aurores y expertos en ciertas materias participaban en ella (Y los de más confianza). Personas antes tan insignificantes para el Ministerio como Arthur Weasley o Remus Lupin ahora ocupaban un cargo distinguido.

Pero ahora no hablemos de esto, ya que nuestro interés principal no se encuentra en ellos, pero si en los jóvenes cuyo cumpleaños se aproximaba con velocidad.

Durante el desayuno del 28 de julio, los chicos aun somnolientos desayunaban silenciosamente. La Señora Weasley los observaba detenidamente, cosa que los molestaba un poco.

"¿Dónde esta Neville?" preguntó finalmente.

"uh…" vaciló Ron.

"¿En su habitación?" respondió Ginny dubitativamente. El rostro de la Sra. Weasley mostraba ahora una gran preocupación.

"Me advirtieron que en esta fecha él siempre se ponía triste" susurró ella. Harry levantó la mirada.

"¿Esta fecha?" inquirió Ron.

"Es su cumpleaños" dijo mientras retrocedía y salía de la habitación. Harry al escuchar esto se puso inmediatamente de pie y se dirigió a la recamara de Neville. ¡Había olvidado por completo que era su cumpleaños!

Y mientras esto ocurría, mientras Harry, Ron y Ginny comían plácidamente (admitámoslo, no tanto ya que eran observados por la Sra. Weasley) en una de las habitaciones se veía a un chico sentado en la esquina de su habitación sosteniendo entre sus manos un retrato…

El retrato tenía un antiguo marco dorado que en algunos lugares se veía más negro que resplandeciente, pero lo interesante era la imagen que guardaba. Una pareja joven y feliz que sostenía entre sus brazos a un niño de 3 años, y si prestabas la suficiente atención, identificabas varios rasgos del bebe de la fotografía en el joven que ahora se encogía en esa esquina. Y a pesar de las similitudes también había una gran diferencia. El niño en el retrato era feliz y sonreía mientras era abrazado por sus padres, y en este una lágrima rodaba por sus mejillas en la más completa soledad.

Algunas veces envidiaba a Harry, él no recordaba a sus padres, sabía que se habían ido, que murieron protegiéndolo y amándolo… y los padres de Neville estaban ahí, a su alcance y sin embargo… tan distantes.

El quería abrazarlos, escuchar a su mama llamarlo "mi hijo" orgullosamente… que un día lo recordaran, que cada vez que los visitara no tuviera que recordarles que era Neville. Que lo amaran…

El no culpaba a nadie, ni siquiera a Bellatrix Lestrange, él solamente quería a sus padres y le dolía en el alma que aquello que ha sido lo único deseado por su corazón, sea lo único que no puede tener. .

Exactamente no recordaba a sus papás, lo que hacían… pero recordaba el sentimiento de completa felicidad y alegría; de dicha plena. Y después le arrebataron todo eso… y solo quedaba el dolor y la angustia. El trataba, luchaba con todo su ser de borrar estas memorias, de enterrarlas pero sabia dentro, en lo profundo, que nunca las mataría del todo.

Cuando Harry lo vio se sintió mal por él. Él entendía un poco de esto… él también había estado sólo.

Entró a la habitación tan silenciosamente que Neville no se percato de su presencia hasta que sintió el brazo de Harry sobre su hombro. Se exaltó un poco, pero inmediatamente se calmó, no sin antes guardar el retrato entre sus ropas. No quería que Harry o el resto pensaran que era así de débil.

"Feliz cumpleaños" dijo Harry sonriendo. Neville asintió con la cabeza, aunque hubiera deseado esconderse en ese momento. "Vamos a desayunar" dijo el ojiverde sencillamente mientras le ofrecía a su amigo una mano para que este se levantara. Neville la tomó agradecido y en un instante se encontraba de pie. Llegaron a la puerta de la habitación pero justo antes Neville flaqueo.

"No les digas que…" se quedo en silencio. Dolía… dolía demasiado y el decirlo en voz alta lo hacia tan real que parecía que las cicatrices se desgarrarían. Un nudo se creo en su garganta y tragó saliva. Harry casi sin mirarlo asintió.

"No te preocupes, todo esta bien. Recuerda que yo también he estado ahí. Pero no pretendas mantenernos alejados de ti, yo lo intenté una vez y no dio resultado. Hay personas aquí que nos quieren tanto, Neville. Y el compartir esa carga tan pesada con ellos ha sido lo mejor que pude haber hecho."

"no… no puedo permitírmelo. Todos ustedes tienen sus propias preocupaciones y yo, pues nunca he querido ser un estorbo" Harry sonrió.

"No te preocupes, nunca serás uno. Al contrario, la noche… en el Departamento de Misterios" la voz de Harry se quebró un poco "realmente fuiste valiente y sin ti, quizás yo no estaría aquí. Gracias por luchar a mi lado, fue un honor"

"No digas eso" dejó salir Neville en un susurro. Harry respiró profundamente y salió de la habitación. Neville caminaba tras de el pero sus pensamientos eran distintos ahora.

Esa noche, en el Ministerio de la Magia había luchado contra Mortífagos y había sobrevivido. Toda su familia estaba orgullosa de el, aunque lo reprendieron por haber sido tan insensato.

Pero había un nuevo sentimiento que antes había sido completamente desconocido para él.

Esa noche, su dolor por la pérdida de sus padres, su agonía de haber estado solo tanto tiempo, cada debilidad que su ser poseía se habían convertido en una fortaleza. Cada memoria le brindaba una nueva fuerza a su ser, un deseo de seguir adelante sin importar que. Era como si hubiera roto un hechizo, un hechizo que lo había mantenido con los ojos vendados y en un sueño aletargado durante los últimos años. Y ahora despertaba, abría los ojos ante un nuevo mundo, una distinta realidad y por fin, respiraba.

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Gracias a Garry por sus palabras! Nos vemos, y en serio… nada les cuesta dejar un review!!

Nos vemos!

Pd: El Estilo debe vivir!