Notitas de la autora: Me imagino que ya se enteraron
de que Harry Potter, desgraciadamente, no me pertenece. Es propiedad
de JK Rowling, Warner Bros., Scholastic, etc etc etc... Pero quiero
que sepan que estoy en un proceso de negociacion con mi querida colega
Jo, para que me lo preste para yo casarme con el ^.~ Ah, no es bello
ese niño? *hugglez Harry*
Notitas de la autora, parte 2: Nada mas queria avisar que este capitulo se pasa un poquito del rating. Nada muy fuerte, no como para llegar a R, pero es verdad que cierta- *ac-hem*- parejita se salio un poco de control por alla abajo. No es mi culpa, fueron ellos! ¬_¬ En fin, yo diria que es mas bien PG-15. Asi que, niños pequeños, no puedo evitar que lean esto si en verdad lo quieren, pero haganlo con discrecion...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Harry Potter y el Orbe de Imago
Parte 9: Rendicion
You make me strong
You show me I'm not weak to fall in love
When I thought I'd never need, now I can't get enough
I always made it on my own
I always thought that I would keep control
You changed everything I believe in
And now I just can't fight this feeling baby
-- Laura Pausini, "Surrender".
"Oh, Dios mío. Me estoy escapando de Hogwarts."
La frase de Hermione resumió efectivamente lo que, en diferentes grados de angustia, emoción y nerviosismo, estaban sintiendo los tres.
Apretando más la cintura de Ron, volteo el rostro para ver los árboles pasar bajo sus pies. Se sentía tan rara... como si todos los eventos del dia hubieran ocurrido en cuestión de segundos, cuando en realidad habían pasado horas desde que Susan apareció en ese salón de Estudios Muggles. Pensándolo bien, era mucho mejor sentirlo así, porque lo que habían pasado esa tarde era toda una odisea, y no le haría bien pensar que había pasado de modo lento. Seria demasiado complicado.
Era alrededor del mediodía cuando Susan los encontró por primera vez. Fue una conversación corta pero productiva. Aparentemente la muchacha sabia la locación exacta de lo que solía ser la casa de los Potter en Godric's Hollow, porque lo había leído en alguno de los archivos que recuperaron de su padre. Oeste de Gales, les explicó. Ella podía servirles de navegadora, si se embarcaban en la búsqueda de Harry. Ron obviamente no había estado de acuerdo, pero la frenética premura de Hermione aplasto cualquier protesta que pudiera haber siquiera pensado en hacer. Y así se formó una tregua temporal entre Weasley y Bones.
Con esa misma energía Hermione subió a su habitación, a empacar todas sus pertenencias, tan rápido o mas que como Harry lo había hecho. Dejó la mayoría de las cosas poco importantes, llevando apenas cierta cantidad de ropa, sus implementos mágicos y alguno que otro libro que creía que podía ser de utilidad. Al fin terminó, aplicando el hechizo reductor. Escribiéndole una nota rápida a Ginny, salió de la habitación al Gran Comedor, donde debía encontrarse con Ron y Susan para tratar el próximo problema a la mano.
El cual, en este caso, seria el transporte. Ron tenía solamente su Cleansweep, que había heredado de Fred, la cual no era muy rápida, ni muy buena para pasajeros múltiples. Claramente necesitaban otra escoba, ya que eran tres, y a Ron se le ocurrió que la persona mas adecuada para... eh... "prestarles" una era Seamus. Aprovechando que estaba distraído por lo que había ocurrido en el juego de quidditch que se suspendió, de seguro no se molestaría... de seguro ni siquiera se daría cuenta.
Y así, casi cinco horas después, con el peso de sus propias paranoias sobre sus espaldas, los tres salieron volando de la escuela.
Hermione suspiro. Harry había hecho que todo pareciera mucho más fácil.
Harry...
"Se esta haciendo tarde. Lo mejor será que acampemos por la noche," comento Ron con voz seria, viendo al sol ocultarse en el horizonte. Hermione no pudo verlo, pero Susan, que estaba unos metros detrás de ellos (ella tenia la escoba lenta), asintió ligeramente con la cabeza y ambos descendieron.
*-*-*-*-*-*-*-*-*
Ginny,
No tengo mucho tiempo así que iré directo al punto. Como sabrás, el partido de quidditch se suspendió ayer porque Harry nunca apareció. El hecho es que Harry se escapó de Hogwarts por razones muy complicadas como para escribirlas aquí. Ron, Susan Bones y yo nos fuimos tras él. No tienes que intentar cubrirnos, porque sospecho que los profesores ya lo saben y además, probablemente nos expulsen de todas formas. Solo te escribo para que no te preocupes por nosotros y que no se te vaya a escapar nada de nuestra ausencia a nuestros padres. Volveremos pronto, con Harry.
Hasta después,
Hermione.
P.D.: ¿Puedes alimentar a Crookshanks mientras no estoy? Pensé en llevarlo, pero ya sabes cómo se pone Ron cuando Crookie está alrededor...
Ginny miró el trozo de pergamino que tenía en las manos como si fuera un bicho. La verdad era que no sabía si chocar su cabeza contra una pared... o morirse de la risa. No podia evitarlo, nada mas de imaginarse a Hermione diciéndole esas frases que coloco en la posdata, le daban ganas de tirarse al suelo a llorar entre carcajadas.
Se sentó en su cama, riendo ligeramente. A pesar de lo divertida que le resultaba la actitud de Hermione, no podia sentirse complacida. Su hermano y tres de sus amigos estaban ahí afuera, en la mitad de la nada, solos, y ella ni siquiera había podido seguirlos adecuadamente para ver hacia donde iban! ¡Pero que patético intento de rescate!
Con ese último pensamiento se recostó. Ésto se le estaba haciendo costumbre.
Tenia que admitir que, a pesar de estar preocupada por su gente, eso no era lo único que le impulsaba a tratar de encontrarlos. En cierta forma ella era como Ron-- tenían el mismo apellido, después de todo. E igualmente habían tenido que sufrir con la misma familia. Ginny siempre supo que Ron se sentía opacado por sus hermanos mayores, y ella pasaba por algo parecido. Por ser la mas pequeña, y la única niña, todos en su casa se habían puesto de acuerdo para sobreprotegerla a más no poder. Y aunque en el fondo apreciaba el sentimiento, era ciertamente irritante. ¡Nunca podría hacer nada por sí misma mientras no se independizara de su familia!
Incluso Ron, una vez que ella entró a Hogwarts, siguió intentando mantenerla al margen de cualquier peligro. Le molestaba, porque ella simplemente quería formar parte de su vida y estar con sus amigos... pero nunca pudo acoplarse al "trío." Claro que el hecho de ser amigo de Harry Potter venía con mucho equipaje añadido, pero Ginny quería correr el riesgo, y Ron nunca se lo permitiría.
Pero esta vez no iba a ser así. Si ellos podían correr el riesgo de muerte, y muy probablemente la expulsión del colegio, ella tambien lo haría. O todos, o nadie... después de todo, en la unión estaba la fuerza. Esta vez, ella iba a ser la heroína. Ella iba a demostrarles a esos tres que no tenían razón para dejarla fuera de sus cosas como si no fuera importante.
Y no tenia ni idea de como le iba a hacer, pero sabia que de alguna forma lo conseguiría.
Sus compañeras de cuarto escogieron ese momento para entrar a la habitación para irse a dormir. Al ver a Ginny recostada en su cama con un trozo de pergamino en las manos, todas saltaron a conclusiones muy rápidas:
"¿Es eso una carta de amor? ¡Wow, Gin, no sabía que- tu sabes- ÉL- llegaría a tanto!"
Ginny rodó sus ojos y se dio la vuelta, mirando hacia la ventana. Así sin más, sonrió. Eso de 'tú sabes- ÉL', le había dado una magnífica idea.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Harry había volado por... bueno, en realidad había perdido la cuenta de cuantas horas eran, sobre un bosque aparentemente infinito. ¿Estaría todavía en Escocia? No estaba seguro, pero sí sabía que era bastante tarde y que tuvo razón en decidir 'acampar' para la noche (en sentido figurado, desde luego, porque no tenia ningún equipo de tiendas de campaña ni nada...). Había pensado en eso cuando vio sobre las copas de los árboles que el sol se estaba poniendo, y rápidamente busco un árbol de tronco grueso y suficiente follaje como para cubrirlo de la lluvia.
Apenas estuvo ubicado, sintió que otro pequeño problema se le avecinaba. Tenía hambre. MUCHA hambre. No había comido desde el desayuno, y en su apuro por salir de Hogwarts no había pensado siquiera en llevar comida consigo. Era una situación casi ridícula. Casi podia escuchar la voz de Ron dentro de su cabeza:
"¿Te fuiste sin COMIDA? Genial, Harry, eres increíble..."
Entonces recordó que tenía que olvidarse de Ron.
Reprendiéndose a si mismo, sacó de su bolsillo su cajón y la jaula de Hedwig. Aplicó el hechizo para devolverlos a su tamaño normal, y fue recompensado con el ulular alegre de su lechuza. El animo de Harry se aligeró en cierta forma. Estaba seguro que si Hedwig tuviera algún tipo de modismo humano, estaría rodando sus ojos y suspirando "al fin" en ese mismo momento.
Dicen que la necesidad es la madre de la invención... Harry lo pudo probar justo entonces. El hambre que tenía no lo dejaba pensar en otra cosa que en comer. No sería mucho exagerar el decir que fue el hambre, y no la inteligencia, lo que le dio a Harry una solución a su problema. La lechuza lo miró curiosa mientras él buscaba en su baúl la bolsa donde guardaba su dinero. Todas las dudas del ave se disiparon cuando Harry le entrego un par de libras que había cambiado el verano anterior, y la envió a buscar el pueblo más cercano, o más específicamente, la tienda de conveniencia mas cercana, para que le trajera cualquier cosa que fuera comestible.
Al ver a la blanca lechuza volar hacia lo lejos, Harry se sintió algo culpable. Ni siquiera sabía donde estaba; el pueblo más cercano podía estar a horas de allí, lo cual era muy probable, ya que el bosque parecía nunca terminar. Solo esperaba que Hedwig pudiera lograrlo. Necesitaban una reserva de alimentos, sobre todo porque él no tenía ni idea de donde estaba Godric's Hollow, y podía tomarles días, inclusive semanas para llegar allá. En su mente reverberaba la voz de Hermione...
"Eso fue muy irresponsable, Harry. ¿Mira que irte así sin llevarte un mapa? ¡Debiste haberlo pensado mas!"
Pero él se había alejado de ellos. No tenía por que estar pensando en Hermione en esos momentos. Y en fin, no podían darse el lujo de morir de inanición después de haber pasado por tanto. Solo esperaba que Hedwig no sufriera ningún daño por el trayecto.
Inconscientemente, tembló. La noche se ponía poco a poco mas fría, a pesar del resguardo de los árboles. Algo apesadumbrado, busco en su baúl algo con lo que cobijarse. Irónicamente, lo único que parecía encajar con el criterio fue su capa de invisibilidad, la cual, pensándolo bien, serviría para matar a dos pájaros de un solo tiro: por un lado lo mantendría caliente, y por el otro lado, lo protegería de cualquier animal que pudiera rondar por el área, por lo menos en el aspecto visual.
Se recostó lo más cómodamente posible contra el tronco de un árbol, cubriéndose con la capa. Algo aburrido, miro hacia el cielo. Antes de salir de Hogwarts se había mentalizado en que de ahora en adelante estaría solo, pero nunca se imaginó cuánto. Apenas habían pasado unas horas desde que se fue, y ya extrañaba demasiado su antigua vida. Extrañaba el castillo, con todas sus comodidades... los manjares que preparaban para comer, y el fuego de la chimenea de la Sala Común, siempre listo para dar calor de más de una clase. Extrañaba las horribles bromas de Peeves, las escaleras que se cambiaban de posición a voluntad, y los retratos que no tenían más nada que hacer que meterse en lo ajeno hasta conocer cada detalle de cada vida de cada estudiante. Extrañaba sus clases y sus maestros; la vocecita chillona del profesor Flitwick mientras explicaba una lección, el humo que salía de la chimenea de la cabaña de Hagrid mientras estaban en clase de Criaturas Mágicas, y la gran sonrisa del profesor Dumbledore cada que hacía un anuncio alegre. Extrañaba los castigos que le ponía la profesora McGonagall cada vez que a sus llaves de práctica les quedaba la cola de la lagartija colgando de un extremo, y casi, CASI, extrañaba a Snape y sus necedades. Claro, que la melancolía no llegaba a tanto.
Pero más que nada extrañaba a sus compañeros. Extrañaba a Parvati y Lavender y sus constantes risitas y secreteos; a Dean y sus dibujos, y Seamus y sus bromas; a Neville y sus desastres... Extrañaba los pregones estrafalarios de Ron, que le devolvían siempre la alegría, y los abrazos calidos de Hermione, que eran como volver a casa después de un largo viaje. Incluso extrañaba aquellas cosas que antes le molestaban de ellos, como sus constantes discusiones, el pesimismo de Ron, y los eternos paseos de Hemione a la biblioteca. Los extrañaba tanto que era casi un dolor físico.
Pero ya no había marcha atrás. Harry había decidido alejarse de ese mundo, no por él mismo, sino por el bien de todos ellos. No había forma de arrepentirse, porque sabía que estaba haciendo lo correcto.
Ya había sido un don nadie durante once años de su vida. Y ahora tendría que volver a serlo.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
La Madriguera amanecía, como todas las mañanas, burbujeante de energía. Se podía sentir ya en el aire el olor a verdor que rebosaba en las colinas de Ottery St. Catchpole, contemplar el brillo del sol en el horizonte, y admirarse con el trino de los pájaros mañaneros. Ah, que día tan hermoso para despertarse en esa residencia...
"¡OH, DIOS MÍO!"
Fred y George dieron un respingo en sus camas en forma graciosamente idéntica. Se miraron el uno al otro, después al reloj de pared que se reía y anunciaba que era "endemoniadamente temprano", y al mismo tiempo se cubrieron sus caras con sus respectivas almohadas, esperando volver al sueño profundo del que los habían estrepitosamente sacado.
Dia hermoso, sus cuernos. ¿A quien se le ocurría ponerse a gritar a esas horas de la mañana, de todas formas?
Dándose por vencidos, se levantaron de las camas, ataviados en boxers y camisetas, y se dirigieron hacia la sala, de donde aparentemente provenía el caos, tambaleándose todavía de sueño. Al bajar las escaleras, sujetándose entre sí para no caerse, se encontraron cara a cara con una escena muy extraña: Su madre estaba sentada en el sofá, apretándose el pecho como si le doliera, pero con la sonrisa más brillante que jamás le habían visto en su rostro. De pie frente a ella estaban su padre, Percy y su novia Penélope. Al momento el señor Weasley estaba abrazando a su hijo, que se veía claramente que no cabía en si del orgullo, mientras que Penélope los miraba desde un lado, parecía al borde de las lágrimas.
La señora Weasley fue la primera en notarlos. Poniéndose de pie de un salto, se dirigió a ellos. "¡George! Fred! ¡No se queden ahí parados! ¡Vengan a celebrar la buena noticia!", exclamo, llevándose las manos al rostro. "¡Percy y Penélope se van a casar!"
Los gemelos no variaron su posición. Penélope rápidamente estiro la mano y les mostró el sencillo pero muy lindo anillo que a mucha honra llevaba en su mano izquierda. Percy y el señor Weasley los miraron, expectantes.
Hubo silencio.
"Percy, no pudiste decidir casarte..."
"...hasta después del mediodía?"
Ante la mirada seca de todos los presentes, la bomba nuclear Molly estalló, como si la frase combinada de sus hijos hubiera sido el detonador. "¡Cállense, insensibles!" exclamó, cruzándose de brazos. "No puedo creerlo..."
"No les hagas caso, Madre," le dijo Percy, en tono diplomático. "No me molesta. Debí imaginarlo..."
Molly frunció el ceño, y les dio la espalda a los dos muchachos, que seguían medio adormilados al pie de la escalera. "Ah, no importa. Percy, Arthur, espero que salgan temprano hoy del trabajo, porque DEFINITIVAMENTE tenemos que ir a celebrar. Voy a buscar mis ahorros y vamos a ir todos a cenar a un restaurante nuevo que abrió en Diagon Alley..."
Antes de que la Matriarca pudiera terminar de contarles a todos sus planes, sin embargo, una lechuza grande de color castaño entró por la ventana. Portaba el emblema de Hogwarts colgando de una cinta roja alrededor de su cuello, y tenía un trozo de pergamino atado en su pata derecha. Posándose sobre el brazo del sofá, el ave estiró su pata hasta que Molly tomó el pergamino, y prontamente salió por la misma ventana por la que había entrado.
Todos se llenaron de curiosidad. Era muy raro que el colegio enviara notas tan pasada ya la entrada a clases, y ninguno se imaginaba de que podia tratarse. Sin embargo, por la palidez en el rostro de la señora Weasley, podían darse claramente una idea.
La señora cayo límpida en el sofá, la mano que sostenía la carta perdiendo la fuerza y causando que el trozo de pergamino cayera al suelo. Arthur y los gemelos corrieron al lado de Molly, preocupados; Percy, por el otro lado, recogió la carta del suelo y la leyó.
Estimado Sr. Arthur Weasley y familia:
Me veo hoy en la penosa necesidad de informarles que su hijo Ronald Weasley se escapó el día de ayer de las instalaciones colegio Hogwarts de Magia y Hechicería...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Draco Malfoy plantó su mirada firmemente en el plato de avena que tenia frente a él. O más bien, en la lechuza desmayada que había caído dentro del plato de avena que tenía frente a él.
Sería bastante aceptable asumir que el rubio había perdido completamente el apetito.
Rápidamente el muchacho tomo de la mesa una cuchara y, cuidadosamente, como con asco, tanteó el cuerpo del ave. Parecía muerta. Pero al proseguir con la examinación por algunos minutos, el animal emitió un sonido que bien podía haber sido de dolor. Satisfecho con que no estaban cayendo bichos sin vida del cielo, dejó a un lado la cuchara, y tomó en sus manos la carta que el pájaro traía en el pico.
Crabbe y Goyle se acercaron a él por detrás, curiosos sobre el contenido de la carta, de seguro. Y es que normalmente los únicos que le enviaban algo al señorito Malfoy eran sus padres, y obviamente el señor y la señora Malfoy jamás usarían una lechuza de tan mala calidad como aquella.
Draco los observó. Nah, de seguro solo pensaban en la avena desperdiciada.
Sin preocuparse más por su audiencia, abrió el trozo de pergamino, y lo leyó.
Draco,
Necesito hablar contigo. Ya. Encuéntrame en el pasillo donde estuvimos la última vez.
Tú-sabes-quién.
Malfoy frunció el ceño mientras se daba la vuelta para mirar a sus dos "guardaespaldas". Ambos estaban todavía leyendo la carta, y poco a poco sus ojos fueron abriéndose más y más al terminar de leer, en especial al pasarse sobre la firma. El muchacho rodó sus ojos. Casi podia escuchar sus pensamientos: "Wow, Draco, ¿El señor Oscuro te envió una carta?"
Decidiendo en ese momento que debía haber estado drogado cuando aceptó ser amigo de ese par de morones, sin darles un pensamiento más, se dirigió hacia afuera del Gran Comedor. No sin antes dirigirle una mirada curiosa a la mesa de Gryffindor, claro. No había ningún pelirrojo a la vista.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Ron se sentó contra un árbol y observó. Total, no había mucho más que hacer en ese bosque oscuro y sin vida.
Hermione estaba unos metros delante de él, en el centro del pequeño claro que habían encontrado la noche anterior, juntando algo de leña para encender un fuego con su magia. Tenía a su lado unos pequeños tarritos que contenían comida reducida que había logrado que Dobby le diera... claro que el pequeño elfo no podía haber estado mas contento. Por poco y se ofrece él mismo para acompañarlos y cocinarles la comida.
La observo con detenimiento. Estaba en una típica pose "Hermione": Con el ceño fruncido, mordiéndose un labio mientras se aseguraba de que los pequeños maderos estuvieran en la posición perfecta. Aún con esa expresión, tomó en su mano su varita y murmuro el hechizo para crear la fogata, sus ojos no dejando escapar ni el más mínimo rastro de duda, completamente segura de que no tendría ningún error. Así era Hermione, siempre.
Cuando el fuego estuvo listo, suspiró y dejó la varita en el suelo junto a ella. Y nada más miró a las llamas.
Probablemente pensando en Harry.
Ron miró hacia el suelo. No quería volver a ese asunto. Suficientes problemas tenían con su escape, y con estar perdidos sin esperanza de encontrar a su mejor amigo, como para ponerse a pensar en problemas emocionales. No, eso sería totalmente contraproducente.
De pronto, se sintió extraño. Como si alguien lo estuviera observando a él.
Alzó la mirada, y efectivamente, hacia su izquierda, Susan lo miraba con una expresión... solo podía catalogarla como extraña. Cuando la muchacha se dio cuenta de que Ron se había dado cuenta, palideció e inmediatamente y miró hacia otro lado. Ron viró la boca. Susan llevaba toda la mañana haciendo lo mismo, desde que todos despertaron. Y siempre que Ron la cachaba in fraganti, volteaba la mirada como si estuviera asustada... o como si estuviera muy avergonzada para que él la viera.
*Y más vale que lo esté. Después de todo, actuó de una forma horrible.*
Decidiendo que no iba a dejar que ese jueguito de el gato y el ratón le arruinara el desayuno, se puso de pie y se internó entre los árboles... habría dicho "para tomar algo de aire" si no estuvieran ya al aire libre.
Se detuvo no muy lejos, pero lo suficiente como para no poder escuchar los sonidos provenientes del claro. Vio un árbol de tronco grueso que parecía muy viejo, y decidió ir a apoyarse contra él.
Alrededor de diez minutos después, escuchó pasos que se acercaban a el. No estaba muy contento de que interrumpieran su tiempo a solas, pero debía darle crédito a Hermione por haber esperado tanto.
"Oye, Ron, venia a preguntarte qué quieres desayunar... tenemos un menú amplio."
"Dame lo que sea," le respondió el, despreocupado.
"¿Que te pasa?" le preguntó, algo consternada. Ron nunca estaba 'despreocupado' cuando había comida de por medio. "¿Por qué te alejaste del claro?"
"Se estaba poniendo incómodo," explicó el pelirrojo. "Susan no para de mirarme..." terminó, con un gesto de repulsión en el rostro.
Hermione (nada nuevo) rodó sus ojos. "Ya sabes como es, Ron. Ella es tímida. Obviamente no sabe cómo acercarse a ti."
"Pues yo no la quiero cerca de mí," replicó él, en tono cortante. "Sólo acepté que viniera con nosotros porque tú dijiste que era nuestra mejor opción. Después de esto seré feliz si no me la vuelvo a encontrar."
"No deberías ser tan duro con ella," le aconsejó ella, cruzándose de brazos. "Se siente culpable."
"Y lo es. Lo que hizo fue muy desagradable." Ron empezaba a sentirse mal. Usualmente cuando Hermione empezaba a recriminarlo, él tenía la tendencia a salirse de sus casillas y terminaba frecuentemente diciendo cosas que no quería decir. Y eso era lo que menos necesitaba en esos momentos. Quizá podría simplemente darse la vuelta y volver al claro, evitándose todo el mal rato...
Hermione podría haber soltado una carcajada. "¡Oh, vamos, Ron! ¡Como si tú nunca hubieras hecho algo desagradable...! ¡No tienes NINGÚN derecho a guardarle rencor! Ella no te hizo nada a ti. Si Harry no tiene nada contra ella, entonces ni tú, ni yo, tenemos por qué..."
Ron la interrumpió. "Ah. Allí esta el detalle, Hermione. Que como yo soy el excluido aquí, claro que tengo que hacer todo lo contrario a lo que TÚ Y HARRY hacen. ¿No lo crees?"
La mirada incrédula de Hermione se oscureció inmediatamente. "Creí que habíamos llegado a un acuerdo sobre eso."
Ahora Ron pudo haber soltado una carcajada. "No, Hermione. TÚ decidiste que tu opinión era la mejor de todas y que por eso todos debían pensar igual. YO nunca dije nada."
La muchacha estaba genuinamente desconcertada. "Pero estas aquí... bueno, yo pensé que..."
El joven la interrumpió nuevamente. "Que este preocupado porque Harry corre peligro no quiere decir que los haya perdonado por no decirme lo que se traían. Son dos cosas muy diferentes."
"Ron, no empieces otra vez..." rogó ella. "En verdad. Créeme cuando te digo que entre Harry y yo no hay nada."
"No parecia así en la Sala Común," cortó el, recordando sin querer el momento en que encontró a sus dos mejores amigos en la más tierna de las expresiones, apenas unos días atrás.
Hermione rodó sus ojos. "Estaba pasando por un momento muy duro, Ron. Sólo lo estaba consolando," dijo, como si fuera un hecho más claro que el agua.
"Ah, consolándolo. Muy bien. ¿Y qué vas a hacer cuando las cosas se pongan peores? ¿Acostarte con él?"
Las palabras salieron de su boca antes de que pudiera detenerlas. Por unos segundos se sintió como si estuviera fuera de su cuerpo, como si no hubiera sido él quien habló. Por alguna razón se sentía como un simple espectador que escuchaba las frases sin tener el poder de cambiarlas. Se sintió como el peor canalla del mundo. Y solo hacía falta una mirada a Hermione para darse cuenta de que ella pensaba igual.
"Lo siento. No quise decir eso."
Viendo que la muchacha no planeaba responderle, lo intentó otra vez. "Mira, tú me conoces. Sabes como soy... hablo antes de pensar. De verdad no es así como me siento. Lamento si te ofendí, Hermione. ¿Podemos simplemente olvidar todo lo que dije?"
Hermione respiró profundo... parecía querer hacer algo drástico, como sonarle una bofetada o algo así, pero prefirió tomar las cosas con más calma. "Sólo no vuelvas a repetir algo así nunca."
"No lo haré, te lo juro," le replicó él, sincero.
Hermione fue a recostarse contra el tronco del árbol grande, que Ron había dejado desocupado cuando empezó a exaltarse. "Yo no sé... por qué todo tiene que ser así entre nosotros, Ron."
Él se metió las manos en los bolsillos de su pantalón (se había quitado la túnica porque hacía mucho calor, además de que no querían levantar ninguna sospecha), y la miró, algo triste. "Lo sé. Hermione, en verdad, yo no quiero pelear más. Me hace sentir mal, tanto como a todo el mundo. Es solo que no puedo creer que tú y Harry... no lo sepan."
Ella arqueó una ceja, algo curiosa. "¿No sepamos qué?"
Ahora Ron se cruzó de brazos. "Lo que hay entre ustedes dos."
Hermione se cubrió los ojos con una mano, como si la cabeza le doliera de pronto. "¡Ron! ¡Harry y yo no estamos enamorados! ¿Por qué no puedes verlo?"
Ron frunció el ceño y comenzó a caminar de un lado a otro entre los árboles, hablando más para sí mismo que para ella. "No, no, no. Ese es el punto, Hermione. Yo lo veo. Ustedes no, pero yo sí. Yo lo veo. Está en todas esos pequeños detalles que tienen el uno con el otro. Como que él siempre usa la pluma de fénix que le regalaste en segundo año, aunque tenga otras más nuevas y mejores. O que, cuando él entra a una habitación en la que tú estas, dejas escapar el aliento, como si estuvieras aliviada de verlo sano y salvo cada vez. O cómo te derrites cada vez que te sonríe. O cómo él cambia cada vez que lo abrazas, como si con solo eso quitaras todos los problemas del mundo de sus hombros. O sus continuos paseos por el lago. O cómo siempre piensan igual. ¡Por Dios, si hasta terminan las frases del otro! ¿Y de pronto se están besando? Hermione, las chicas como tú no hacen eso simplemente a cualquiera, aunque la persona sea su mejor amigo. ¿Es decir, tú no me besas a mi así, verdad? Tu relación con Harry siempre ha sido... diferente. Yo no lo noté antes, pero después de que los vi en la Sala Común, me puse a pensar en ello y... ¡es tan obvio! Todo el mundo lo puede ver. Y por eso es difícil de comprender que ustedes, que son los involucrados, no lo hayan notado aún."
Cuando terminó su profundo monólogo, dejo de caminar y miró a Hermione, esperando que dijera algo. Pero parecía que contestarle no estaba en sus planes, porque ella estaba muy quieta, mirando hacia el suelo, como digiriendo todo lo que el pelirrojo acababa de decirle.
Ron vio que tal vez no era el mejor momento para continuar con la conversación. "Eh, bueno, creo que es mejor que vayamos a desayunar. Tengo que sacar a Pig de su jaula... debe estar volviéndose loco, el pobre." La miró otra vez, y se dio cuenta de que aun seguía en la misma posición. "Err... Hermione... ¿vienes?"
Ella alzo la mirada rápidamente, como si no hubiera entendido bien lo que su amigo preguntó. "Ah? Oh, sí, voy en un segundo."
Ron asintió con la cabeza, dándose la vuelta para regresar al claro. No estaba muy seguro de si había hecho algo bueno o si había metido la pata, cuando vio que Hermione no empezaba a caminar, sino que se sentaba en el suelo contra el tronco del gran árbol.
*-*-*-*-*-*-*-*-*
Ginny se recostó contra la pared, esperando que cierto rubio hiciera su aparición. Estaba algo nerviosa, pero ¿qué había de nuevo en eso? Esa dura mirada gris siempre la hacía perder los estribos, pero esta vez no se podía permitir ese lujo. La situación era muy delicada para eso. Y bueno, lo que estaba a punto de hacer iba en contra de todos los principios que su madre le había inculcado, pero tenía que hacerlo.
Pudo distinguir algo amarillo que venía acercándose a ella, y rápidamente se despegó de la pared, enderezándose la túnica y colocando sus manos detrás de su espalda.
Sólo que el rubio que se le acercó no era el que ella esperaba.
"Hey, Gin," la saludó Seamus, que pasaba por allí, viéndose algo preocupado. "¿Has visto a tu hermano? ¡Creo que se robó mi escoba!"
Ginny miró alrededor, pensando en qué decir sin que sonara muy incriminarte. "Eh... no, Seamus, no lo he visto."
"Ah, bueno, gracias de todas formas," replicó el, dándose la vuelta para irse.
"Oye, Seamus!" exclamó ella, antes de que el muchacho pudiera irse. El volvió a mirarla, y ella sonrió, aunque la sonrisa era bastante falsa. "Estoy segura de que Ron te la va a devolver... tarde o temprano."
Seamus le dirigió una mirada extraña, y se fue. Ginny se quedo mirándolo mientras se alejaba, rogándole al cielo que estuviera muy, MUY lejos de allí cuando Draco decidiera hacer su aparición.
Si es que decidía aparecerse.
Y hablando del Rey de Roma...
"¿Ya que estás tan ocupada mirando al irlandecito, creo que no era tan urgente como decías, no?"
Inmediatamente Ginny se volteo, para encontrarse frente a frente, y muy de cerca, con esos ojos grises que la atormentaban. "Draco."
"Comadreja," dijo el, burlándose de su tono. "¿Qué quieres? Hacer enojar más a tu hermanucho?"
Ella rodó sus ojos y se cruzó de brazos. ¿Qué podía hacer si su objetivo venía con ánimo sarcástico? Después de pensar un minuto, decidió ir directo al grano. "Harry, Hermione y Ron se escaparon."
Draco dio algunos pasos hacia atrás, con la expresión tan radiante como si ella le hubiera dicho que de ahora en adelante iban a haber tres Navidades al año. "Estas bromeando. ¿Potter? El buenecito de Potter... ¿escapándose de la escuela? Oh, esto es demasiado," terminó, abanicándose con una mano como para enfriarse la emoción.
Ginny lo miró con rayos en los ojos. "Bueno, no esperaba que te preocuparas."
"¿Estás loca?" le preguntó, a un paso de ponerse a dar brinquitos. "Sólo tengo que decirle esto a Snape, ¡y Potter estará expulsado mas rápido de lo que se puede decir Dumbledore! HAH!"
Se dió la vuelta, listo para cumplir lo dicho, pero Ginny lo detuvo, halándolo por la túnica. "Malfoy, necesito tu escoba."
El muchacho la observó con una expresión extraña al comienzo, como si hubiera entendido la frase de otra manera, y pensara hacer algún tipo de comentario mordaz. Momentos después, sin embargo, rectificó y le respondió. "No me digas: ¿vas a jugar a la heroína?" le preguntó, arqueando una ceja. "Ese es el problema de ustedes los Gryffindors. Siempre actúan antes de pensar."
"Y el problema de los Slytherins es que no les importa un comino la vida de los demás," replicó ella, mordiéndose la lengua para no decirle algo peor. Después de todo, su objetivo era obtener la tonta escoba, y no atraparía a la mosca si no usaba miel. "¿Sabes, Malfoy? Lo único que me importa es que mi hermano y mis amigos necesitan mi ayuda. No es como si estuviera pidiéndote que me acompañaras."
Draco se cruzó de brazos, en actitud altanera. "¿No esperarás que te deje ir sola, no? ¿Quién me asegura que no me la vas a dañar, o a perder? Acuérdate que soy el capitán del equipo de Slytherin... la necesito."
Ginny rodó sus ojos. El día que se inventaron las excusas, Draco fue el primero en la fila, eso era seguro. "¡No te preocupes tanto por eso! Estoy segura de que tu papi podría comprarte una nueva," termino, sarcástica.
"Oh, claro que podría..." comento él, dando el hecho por obvio, y caminando hacia donde ella estaba recostada contra la pared. "Pero es el principio de la situación, ¿entiendes?" agregó, apoyando sus dos manos a ambos lados de la cabeza de la muchacha, efectivamente atrapándola. "Podría ir en este momento y contarle a tu adorable Jefa de Casa sobre tu oh-so-genial plan, ¿sabes? ¿Qué te hace pensar que no lo haré? ¿Qué te hace pensar que te ayudaría, en todo caso?"
Ginny miró a todos lados menos hacia el frente, volviendo a su pequeño debate mental. Ese era el momento de poner en marcha lo que había pensado antes. Enviándole una rápida disculpa a sus padres y pidiéndole valor a todos los dioses que la pudieran estar escuchando, alzo una mano y entre sus dedos tomo la corbata verde y plateada del muchacho. "Porque yo te puedo dar algo que tu... deseas," dijo, mirándolo entre pestañas y enfatizando la ultima palabra debidamente con una sonrisa insinuante.
Draco sonrió, muy al tanto de que sus rostros estaban solo milímetros aparte. "¿Intentas seducirme, Weasley? Qué patética."
Ella no se inmutó por el comentario; estaba esperando que dijera algo por el estilo. Sin más palabras, lo haló hacia sí, sus cuerpos escandalosamente pegados, con una mano por la corbata y con la otra por su correa. Escondió la cabeza en el pálido cuello del muchacho, cabellos de fuego haciéndole cosquillas al contacto, y comenzó a besarle lentamente el área debajo y detrás de su oreja. Sin fijarse mucho, Ginny soltó el broche de la túnica negra, la cual cayó al suelo al momento, mientras que su otra mano continuaba el recorrido de la cintura del pantalón, deteniéndose al final de la espalda, peligrosamente amenazando con continuar más abajo.
Draco no pudo evitar temblar.
Maldita sea.
"Está bien, Weasley," murmuro, con la voz grave y jadeante, como si de verdad no quisiera interrumpir. Ginny detuvo sus acciones, mirándolo, curiosa. Él continuó, con los ojos cerrados. "Pero no te voy a dejar ir sola. No queremos que mas tarde huyas de tu parte del trato, ¿verdad?"
Ella sonrió triunfante, y, dándole un último beso en la punta de la nariz, logró escaparse de los brazos que la aprisionaban, y se dirigió a la Torre a arreglar sus cosas. Draco no la miró mientras se iba; estaba muy preocupado ordenando su desorden mental. Tal vez ir a buscar a esos tontos sería una buena idea. Después de todo, ya se estaba cansando de que lo dejaran, una y otra vez, insatisfecho. Al menos estando ellos dos solos tendría más... posibilidades.
Esa misma tarde, ambos salieron de Hogwarts en la Skyscraper XF último modelo de Draco, volando por la puerta principal, en el justo momento en el que la profesora McGonagall entraba a la habitación de Ginny para avisarle que tanto sus padres como los de Hermione acababan de llegar.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
"¿Estas segura de que ese hechizo raro va a funcionar?"
Después del desayuno, los tres se habían sentado en el claro a pensar en formas de encontrar a Harry. Poco después, Susan sugirió el uso de un hechizo brújula, que había visto a su padre usar en sus investigaciones cuando era pequeña. Según recordaba, podía indicar la dirección y, si se usaba bien, hasta el lugar exacto donde se encontraba una persona, con sólo un objeto que dicha persona hubiese tocado durante el curso de la ultima semana. Hermione, preguntándose por que no había pensado en eso antes, había corrido a buscar su libro de hechizos, donde creía recordar que se explicaba el procedimiento. Ron tenía sus dudas, claro, pero como Hermione era la mas buena de los tres en Hechizos, rápidamente lo arregló todo para realizarlo sobre el Orbe mágico.
Los tres se espantaron un poco cuando del objeto salió un rayo verde que se disparó directamente al pecho de Ron.
"Oh, genial. Harry está dentro de mí," comento el en forma seca, dirigiéndole a Hermione una mirada cruzada. "Hurra. Bueno, al menos ahora puedo distinguir la cruda realidad: pasaste Encantamientos a base de pura trampa. Perdóname si dejo de admirarte un poco..."
"Bueno, el encantamiento para aparecer sapos en las bocas de la gente molesta sí me lo aprendí. ¿Quieres que te lo demuestre?" lo cortó ella, virando la boca. Necesitaba concentración, y Ron y sus comentarios impertinentes no la estaban ayudando.
Susan rio, y rápidamente contempló una explicación para lo que había pasado. "El hechizo busca personas que hayan tocado el Orbe en la última semana. A lo mejor tenemos que seguir intentándolo hasta que señale a Harry."
Hermione realizó el hechizo otra vez, y la trayectoria del rayo continúo como se preveía, pasando por Hermione y por la propia Susan antes de cambiar de dirección drásticamente, perdiéndose sobre los árboles hasta el horizonte, en dirección suroeste.
Los tres se miraron y asintieron. Hora de recoger todo e ir tras Harry Potter.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Ginny abrió los ojos a mas no poder cuando vio el rayo verde salir del trozo de pergamino que contenía la nota de Hermione perderse hacia el este de el horizonte. Draco, dejando caer el brazo que sostenía su varita a un lado de su cuerpo, sonrió en forma triunfadora.
La pelirroja se volteo a mirarlo, incrédula. "¿Como hiciste eso?"
Draco se metió la varita mágica en un bolsillo y replico, arqueando una ceja: "A veces ser aprendiz de mortífago tiene sus ventajas." Mirando a su alrededor, y viendo que Ginny no pensaba responderle esa frase, continuo hablando. "Tal vez deberíamos averiguar dónde estamos antes de seguir."
Ginny asintió con la cabeza, y Draco se sentó en el suelo, tomando en sus manos la recién-agrandada maleta que había traído en su bolsillo con sus pertenencias, buscando algo que pudiera servirles para conocer su localización. Pocos minutos después, tenía en su regazo varios rollos de pergaminos, intentando buscar una solución al problema. Ya estaba concentrándose en los escritos, cuando sintió algo peludo y grande apoyarse en sus piernas.
El muchacho le dirigió una mirada positivamente asesina a la criatura. "Comadreja, por que diablos tenias que traer contigo al estúpido gato de Granger?"
No había terminado la frase aún, y ya estaba alzando la mirada para esperar una réplica de parte de la chica. Esperaba uno de esos insultos repetidos una y otra vez que siempre le lanzaba cuando hablaba mal de uno de sus amigos, por lo menos. Pero su visión la encontro callada, observándolo.
Se había vuelto una rutina común para ambos. Un dia ella lo miraría a él, el otro dia él a ella; de pronto, esas miradas pasajeras se tornaban intensas y terminaban haciendo cosas que no debían estar haciendo. ¿Por qué siempre parecía perder la cabeza cuando la chica Weasley estaba a su alrededor? Ella tenía ALGO...
Pero una cosa era dejarse llevar por las miradas. En esos momentos, ella no parecia desear hacer ningún movimiento. Draco empezó a sentirse incomodo. No estaba acostumbrado a que lo mirara tanto tiempo y no pasara nada después.
"¿Qué?" le preguntó cortante, mirando para el otro lado. Aparentemente era él, los pergaminos o el gato lo que la tenían tan intrigada.
"¿Lo estás?" le replicó ella, sin siquiera parpadear.
"¿Que si estoy qué?" le devolvió él, poniéndose de pie y guardando los pergaminos de nuevo en la maleta. Visto que ya había iniciado una conversación, no faltaría mucho para que él estuviera demasiado... preocupado... con otras cosas para pensar en ellos.
"Estudiando 'Mortifago 101'," le respondió, sonriendo brillantemente, como riéndose de su propia broma. También se puso de pie y lo observó, cruzándose de brazos.
Draco cerró su maleta con fuerza, y la atendió, con una ceja arqueada. "Qué te importa a ti, Weasley," dijo, como si con esa ultima palabra explicara todo.
Ginny se encogió de hombros, y caminó hacia el frente para recoger a Crookshanks del piso. El animal protestó al principio, pero después se acomodó como pudo en los brazos de la pelirroja. Inicialmente Ginny pensó en dejarlo en Hogwarts con Parvati y Lavender, pero por un lado, tendría que decirles lo que pasó. Y por el otro lado, temía que las chismosas muchachas se olvidaran del gato y él se muriera de hambre; Hermione la mataría.
"Sólo quería saber si los rumores estaban basados en la verdad," explicó, acariciando el pelaje anaranjado del gato. "Como por ejemplo... ¿es verdad que tu padre te golpeaba?" soltó, inesperadamente.
Tan inesperadamente, que a Draco casi se le cayó la maleta de las manos. "¿Qué?! ¡¿Estás delirando?! ¿Por que me golpearía mi padre?" preguntó, tratando de encontrar sentido en su mente al por qué alguien iniciaría un rumor tan absurdo.
"¡Calma, sólo era una pregunta!" exclamó ella, viendo que el chico no estaba muy contento. "Yo no fui la que se salió con eso. Cierta gente estaba un día pensando en por qué eres... pues... un imbécil, y llegaron a la conclusión de que tal vez tu padre te golpeaba y tú te habías vuelto rebelde. Yo que sé. Solo lo escuché."
"Si quisiera ser rebelde, me teñiría el cabello de azul, usaría ropa de cuero y me haría seis perforaciones en la nariz," replicó él, cortando las protestas de la pelirroja. "No tengo razón para rebelarme. Mi padre me da todo lo que yo quiera."
"¿Así que básicamente eres un idiota malcriado que actúa mal solo porque quiere?" lo interrumpió ahora ella, dejando al gato en el suelo. Crookshanks pensó que era mejor desaparecer de la escena, y se fue a buscar algo que comer.
"Yo NO," comenzó el, un tono mas pálido que antes, "soy malcriado. Simplemente soy mejor que todos ustedes."
"Ah, bájate de las nubes, Malfoy," dijo, haciendo un ademán con las manos en señal de enojo. "El dinero no lo es todo."
"Claro que sí lo es," le devolvió el. "Tú eres la que no tienes idea de lo que hablas. Todo se mueve por dinero. Por poder. Pero que vas a saber tú, si estás del lado de los niños buenos," terminó, en forma despectiva.
"Pues si tanto detestas a los 'niños buenos'," afirmó, "entonces ¿por qué envidias tanto a Harry, eh?"
"CÁLLATE!" exclamó él, y Ginny no pudo evitar temblar un poco. "¡Tú no sabes nada! ¡Has vivido siempre encerrada en tu pequeña burbuja de amor y ternura, claro que no sabes cómo la gente es en verdad! Pues adivina... el mundo tiene un lado oscuro. Y si no eres superior a los demás, te hundes. Así de simple."
Ginny lo contemplo, atónita. Tenia los puños muy apretados y los brazos le temblaban. Sus ojos grises estaban casi descoloridos y su respiración era entrecortada. "Es por eso..." empezó, insegura de si debía formular esa pregunta. "Es por eso que quieres ser un mortífago?"
Sus puños se soltaron repentinamente, como si de una exhalación, la tensión hubiera salido de su cuerpo. De pronto Ginny recordó a ese Draco Malfoy que había visto en el salón de Estudios Muggles el dia antes de Navidad. Ese que la asustaba, pero que le hacía desear darle un abrazo reconfortante al mismo tiempo. El muchacho la miró a los ojos, con una expresión definitivamente triste y una risa seca, y le contestó:
"¿Y que más hay para mí?"
Con esa frase, Ginny supo que ya lo comprendía todo. Obviamente, el daño que le había hecho su familia era mucho mayor que unos simples golpes. Estaba claro que esa actitud que siempre tenía no podía ser actuada. En realidad creía todas esas cosas. ¡Era como si le hubieran lavado el cerebro! ¿Qué clase de monstruos eran Lucius y Narcissa Malfoy, que podían distorsionar la realidad de un pobre muchacho de esa manera? Eso sólo la hizo enojar más.
"¡¿De verdad crees eso?!" gritó más que preguntó, acercándose a él. "¡Tú eres el que está fuera de lugar! ¡Tú eres el que ha vivido encerrado, encerrado en la oscuridad! ¡Te has acostumbrado tanto a ella, que te rehúsas a ver que en el mundo hay cosas y personas que no se ajustan a tu idea de la corrupción! ¡Existe el mal, pero tambien existe el bien! ¡Y al final, no se puede llegar a la felicidad con el dinero, porque siempre te vas a quedar SOLO! ¡Como tú lo estas! ¡No tienes amigos, ni nadie que te quiera, porque quieres siempre ser superior a los demás! ¡Y si tus padres hubieran detenido sus planes megalomaniacos de obtener poder para enseñarte a QUERER, como lo hicieron mis padres, o los padres de Harry, que lo amaron hasta MORIR, tú podrías ver que tienes más opciones que ésa!"
El rubio estaba tan estático como si ella le hubiera dado un golpe. Por un momento hizo silencio, jurando que podía escuchar los latidos de su corazón acelerándose con la adrenalina. Por lo menos había demostrado que la pasión que obviamente existía entre ellos no siempre estaba dirigida al plano físico.
"Al final, tu filosofía esta errada... A pesar de tener tanto dinero, nunca pudiste comprar un vistazo hacia la luz."
Draco sentía que sus paredes se desmoronaban poco a poco. Descontrolado, no lo pudo soportar más, y corrió, desapareciendo tras las rocas.
*-*-*-*-*-*-*-*-*
Si hubiese habido alguien alrededor, de seguro se habría asustado por el sonido de las hojas secas partiéndose bajo una pisada. Afortunadamente, no había nadie por esos lares, quizá porque ese mismo miedo los había alejado a todos.
Por alguna razón, la noche estaba mas oscura que de costumbre. Una gran nube gris cubría la luna, y las estrellas no tenían el brillo de siempre. Las montañas que rodeaban el pequeño valle evitaban el paso de la luz de ciudades cercanas, y los vestigios de casas que estaban alrededor del área echaban al viento las últimas esperanzas de vida. No era extraño, entonces, el ambiente de terror que se acercaba, en la compañía de aquellas dos misteriosas figuras.
"Ya ni recordaba este lugar. Es impresionante. La magia se siente en el aire, aún después de tanto tiempo. Godric's Hollow... Ojalá pudiera traerme buenos recuerdos."
Había hablado la primera, que iba al frente, alta y delgada, sosteniéndose en un largo cayado oscuro. Su voz era grave pero silbante, como la de una serpiente. E igual de sigilosa que aquel animal, se paseaba por el lugar, con cuidado de no pisar ningún trozo de madera podrida. Al fin, se detuvo frente a un montón de escombros, apenas evocando la imagen de la residencia que quince años atrás se había levantado en ese sitio. Con algo de lentitud, se volteó hacia su acompañante, que se había rezagado unos metros.
"Colagusano... no es el momento de sentir culpas extintas hace años. Muevete."
La segunda figura, mucho mas pequeña y menos esbelta, asintió, y rápidamente se acerco a la otra, deteniéndose a su lado. "¿Señor, está seguro de que era necesario venir aquí? El Ministerio puede tener el área vigilada y..."
El Señor Tenebroso no se molesto en seguir escuchándolo. "Colagusano, ¿qué he estado buscando todo este tiempo?"
El sirviente contestó, algo tembloroso. "E-en encontrar una solución a la muerte, S-señor, para poder gobernar el mundo mágico por siempre."
"Y, ¿no te parece que el hecho de que una de las personas que yo mismo maté haya vuelto a la vida puede darnos una clave?"
"S-sí, Señor..."
"¿Entonces cuestionas mi decisión de venir aquí a pesar de que el lugar donde se dio la muerte es el mas lógico para empezar la búsqueda?"
"P-por supuesto q-que n-no, Señor..."
"Entonces CALLATE y tráeme la Gema de la Verdad aquí. ¡YA!" gruñó el Señor, haciendo que Colagusano temblara hasta los huesos.
Corriendo hacia la parte más clara del Valle, apuntando hacia el este, alzó su varita y exclamo hacia la noche: "¡ACCIO GEMA DE LA VERDAD!"
Le tomó unos minutos, debido a la distancia. Pero de forma infalible, con una velocidad grandiosa, a manos de Colagusano llego una pequeña gema roja, parecida a un rubí. El hombre cayó, como reacción al impacto de la joya, sobre una pila de hojas secas que estaba tras él. Asegurándose de no dejarla caer, se levanto, y se sacudió las hojas que tenía en la ropa. Con mucho cuidado, entonces, le llevó la piedra a su Señor, quien la envolvió con sus pálidos y huesudos dedos, y se sonrió.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Ya muy entrada la noche, Draco todavía no había hecho acto de presencia. Ginny había decidido quedarse en el mismo sitio, para evitar perderse o que la atacase algún animal. No es que le tuviera miedo a los animales... después de todo, tenía un animal guardián. No era un perro feroz, pero un gato snob era lo más cercano que había, ¿no? Y además, ella había practicado mucho sus hechizos defensivos, y también podía lanzar patadas muy fuertes. Nada podría lastimarla.
Y también estaba el hecho de que Malfoy había dejado todas sus pertenencias allí. En algún momento regresaría.
Temblando un poco, decidió iniciar una pequeña fogata. Cuando la tuvo lista, se sentó sobre una roca para calentarse. Crookshanks se echó a sus pies y prontamente se quedó dormido. Ginny, embolsando su túnica y colocándosela detrás de la cabeza a forma de almohada, pensó en hacer lo mismo, pero decidió que seria mejor esperar un poco más.
Fue una suerte que así lo hiciera.
"Sí tuve un vistazo hacia la luz."
Ginny volteo su mirada hacia la derecha, encontrándose con el familiar muchacho de cabello platinado. Tenía las manos en sus bolsillos y la observaba de forma intensa. Ginny no sabía si sonrojarse o arquear una ceja. Por el momento sólo se quedó quieta, esperando a que él continuara.
"Y me lo diste tú."
Ella negó con la cabeza, confundida. "¿A qué te refieres?"
Draco se sacó las manos de los bolsillos y se las pasó por el cabello. "Mira, Weasley, entre tú y yo hay algo. Y aunque me cueste admitirlo... sí me gusta. Y quiero que siga así."
Ginny se mordió el labio, algo insegura. "Malfoy, yo..."
"Y si eso quiere decir que tengo un lado bueno," continuo, sin importarle que la estaba interrumpiendo, "entonces... no me queda otra opción." Mirando hacia todos lados menos hacia ella, agregó, casi entre dientes:
"Esta bien. Me rindo."
Ginny sonrió. Por alguna razón, le encantaba como sonaba esa frase en la voz profunda y lenta del muchacho. "Eso es exactamente lo que quería escuchar," sentenció, cruzándose de brazos.
"PERO," agregó Malfoy, ahora volviendo a mirarla, "no puedes esperar que me olvide de toda mi vida así tan fácil. Sabes que no es posible."
"No te estoy pidiendo eso," afirmo ella, sonando totalmente sincera. "Sólo quiero mostrarte que tal vez hay algo más para ti que ser un mortífago."
Draco se encogió de hombros, sonriendo. "Bueno, una probadita no me puede hacer daño, ¿cierto?" Volvió a meterse las manos en los bolsillos, y agregó. "Solo no esperes que cambie. De hecho me gusta como soy, ¿sabes?"
"¿Quieres decir tu personalidad egocentrista, necia y prepotente?" agregó ella, sonriéndole de vuelta.
"Todo es parte del encanto," le devolvió él, con un brillo divertido en los ojos. "No veo por que tendría que cambiar."
"Ah, me va a encantar corromperte," agregó ella, sentándose recta. Su túnica cayó al suelo.
"Estaría de acuerdo con eso, pero de seguro haría que mi abuela se revuelque en su tumba. Así que nada mas me sonrojare tímidamente," replicó el, rodando sus ojos, en forma sarcástica.
Ambos cayeron entonces en silencio, no incómodo, sino expectante. Ginny miraba a su alrededor, pensando en que podría decir después. Draco observó por unos minutos la llama de la fogata, callado.
"Hey,Weasley."
"Hmm?"
"Esta mañana me ofreciste algo a cambio de traerte aquí. Lo quiero ahora."
Sus miradas se encontraron sobre la luz del fuego. Así de pronto, la temperatura del área había subido varias decenas de grados. Ella se puso de pie, caminando hacia él. El caminó hacia ella, y se encontraron a medio camino, bocas primero y corazones siguiendo de cerca.
Ginny con descuido entrelazo sus manos en el cuello de el, mientras él la apretaba por la cintura, buscando cercanía. Con eso él hizo más presión sobre los labios de ella, y ella se vengó abriéndolos y acariciando el labio inferior de él con su lengua. Inmediatamente el reaccionó, devolviendo el sentimiento con creces. Labios y lenguas se encontraron sin parar, en una intima caricia. Draco la sintió rozar el cielo de su boca, y un flash casi eléctrico recorrió todo su cuerpo.
Estaba soltándole los botones de su camisa incluso antes de que empezaran a moverse. Ginny lo arrastraba hacia atrás sin hacer ningún esfuerzo; con lo débiles que se sentían sus rodillas, no era nada sorprendente. Ni siquiera veía hacia dónde iban. Solo se enteró de su posición cuando sintió que ella lo empujaba hasta tenerlo sentado sobre una piedra. Dado que nunca dejaron de besarse, ella cayó limpiamente en su regazo, cada pierna a un lado de su cuerpo. En cuestión de segundos, su ropa empezó a quedar regada por toda el área.
Draco soltó fácilmente el gancho que le sostenía el cabello recogido, dejando los rizos del color del fuego caer, tan suaves como la seda, y enredarse en sus dedos. Sus labios dejaron un camino cálido sobre la barbilla de ella, y su mano derecha serpenteaba lentamente por su pierna, por debajo de su falda, poco a poco. Ginny dejó escapar, desde muy dentro de su pecho, un ronroneo que solo logró darle más seguridad al muchacho.
"Di mi nombre," murmuró, con los ojos cerrados como para apreciar más lo que él la estaba haciendo sentir.
Él le contesto, besando su cuello con delicadeza: "Ginny," dijo, la voz opacada por el deseo.
"Di mi NOMBRE," repitió, con más insistencia, pasando una mano por los rubios cabellos mientras que la otra acariciaba el blanco y firme pecho de él.
"VIRGINIA," exhaló el, sin aliento, mientras seguía preocupándose por besar cada peca que tenia la chica en sus hombros.
Sus besos bajaban ya de la clavícula. Ginny se sentía completamente perdida. En cada lugar que la tocaba, su cara, su espalda, su pecho, su cintura, ella sentía que la quemaba, pero al mismo tiempo la hacia temblar. Eran tantas sensaciones al mismo tiempo, que realmente no sabía como sentirse. Draco, por el otro lado, no podía aguantar mucho mas. Sus manos suaves contra su pecho y los sonidos que emitía lo estaban volviendo loco. Tenía que tenerla, rápido.
Tuvo que poner sus manos en las caderas de la muchacha, acomodándola mejor en su regazo, para calmar un poco la presión que tenia en sus pantalones. Ella lo notó, y sintiéndose cada vez más excitada, arqueó su cuerpo contra el de él, poniendo sus pelvis en contacto. Draco gimió, y ella tomó su cara entre sus manos y lo volvió a besar profundamente. No pasó mucho para que él tuviera la cremallera de su falda suelta, y ella comenzaba a trabajar en el cinturón de sus pantalones...
"Miau."
Ambos detuvieron sus acciones, congelados. Lentamente, aun abrazados, miraron hacia un lado de la piedra en la que estaban sentados, donde, efectivamente, Crookshanks los estaba observando con una expresión gélida que parecia decir: Miren, pues. Ustedes ahí en ropa interior haciendo sus cosas, y yo aquí parado, haciendo de voyeur. ¿No les parece que así no es como debería estar pasando?
Ni que decir que se había arruinado el ambiente de la noche. Irritado, Draco rodó sus ojos. "Maldito sea el día en que decidiste traer con nosotros a Bola de Pelos, el Chaperón."
Ginny suspiró. "Tal vez sea mejor así." Draco la miró, como retándola a decir que podia ser tan positivo de la situación, y ella se encogió de hombros. Se puso de pie y recogió sus camisas, que habían caído peligrosamente cerca del fuego. Después de ponerse la suya, se acomodó entonces junto a él en la piedra, abrazándolo por la cintura y apoyando la cabeza en su hombro. "Deberíamos dormir... tenemos que levantarnos temprano para seguir buscando."
"Hn. Tienes razón," consintió el. Colocándose la túnica de Ginny detrás de la cabeza, y la suya, que estaba sobre su maleta en el piso, cubriéndolos a ambos, se recostó, pasando un brazo por sobre los hombros de ella.
"Así que soy tu ventana hacia la luz, eh?" preguntó ella, mirando las llamas.
"Que no se te suba a la cabeza," le devolvió el, inconscientemente jugueteando con un mechón de cabello rojo. "Dios, mi papá se va a volver loco cuando se entere de todo esto."
"¿Tu papá?" interfecto ella, arqueando una ceja. "¡Al mío le va a dar un ataque!"
Draco rio. "Sería como el golpe de gracia, saber que su única hija está con el hijo de su peor enemigo."
Ginny lo miro, tratando de captar algún sentimiento en sus ojos grises. "Y como tú no pretendes cambiar, me imagino que el sentimiento es mutuo."
"Bueno..." comenzó el, algo inseguro sobre cómo poner la siguiente frase. "Digamos que siempre pensaré que tu hermano es un idiota."
Ahora ella rodó sus ojos. "Me lo imaginaba. Pero te vas a tener que acostumbrar a ese idiota, porque pronto vamos a encontrarlos, y lo vas a ver muy a menudo."
"Hn," murmuró el, y Ginny no estaba segura de si eso era un sí o un no. "Debería decirte otra cosa," continuó, mirándola.
"¿Que será?" preguntó ella, cerrando sus ojos y poniéndose cómoda para dormir.
Draco inspiró profundamente y dejó escapar el aire antes de hablar. "Soy muy posesivo. Así que más te vale no andar mirando a Potty cuando los encontremos."
Ella sonrió, y lo abrazo más fuerte.
Crookshanks, seguro ahora de que se iban a quedar tranquilos hasta la mañana siguiente, se sintió satisfecho y, cabeza y cola en alto, volvió a echarse junto al fuego, para descansar.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Harry observó bien los paquetes plásticos que sostenía en sus manos. Por la tarde había enviado a Hedwig nuevamente al pueblo más cercano por alimentos, y ella había vuelto minutos atrás, con una cajetita de galletas de sorbeto, un cartón de leche, un vaso de celofoam y un paquete de chocolate en polvo. El pensó que quizá un chocolate caliente lo ayudaría a contrarrestar el frió. Ya había calentado la leche, y justo cuando se preparaba para agregar el chocolate al líquido, un recuerdo insistente invadió su memoria.
"Once sickles. Pero por quince te damos chocolate caliente..."
Frunció el ceño. La idea no sonaba tan descabellada. Después de todo, le habían dicho a cualquier lado, con tal de que sea en tierra. Y Harry podía estar perdido, pero si había algo de lo que estaba seguro, era de que Godric's Hollow estaba en algún lugar de la isla.
Rápidamente metió la comida en su baúl y redujo todo nuevamente, con el respectivo quejido de Hedwig al presentir que iba a ser guardada en un bolsillo otra vez. Terminado ese trabajo, tomó su varita y, con cuidado, la alzó con una mano, como quien llama a un taxi.
Como por arte de magia, y haciendo que árboles y rocas se apartaran del camino como asustados, apareció frente a Harry un autobús idéntico a los de uso público, pero en un color morado fuerte, que se detuvo a escasos milímetros de él. De la cabina salió entonces un joven vestido en el mismo color, que habló en voz muy alta.
"Bienvenido al Autobús Noctámbulo, transporte de emergencia para el brujo o bruja perdidos a su suerte. Sólo levante su varita, suba a-- eh?"
Harry no había esperado que Stan dejara de hablar para subirse al autobús. Notó con algo de aprensión que aun era el viejo Ernie quien conducía. Debía haberlo imaginado, por la forma en que no le importó la vegetación alrededor.
"¡Ernie! ¡Mira quién es!" exclamó Stan, subiendo tras él y deteniéndolo por un brazo. "¡Es Neville! ¿Ya sabes? Ese Neville que resultó ser Harry Potter! Te dije que tarde o temprano volvería a pasar por el autobús, ¿no te lo dije, Ern?"
"Ah," respondió Ernie, asintiendo con la cabeza. Obviamente estaba más preocupado por seguir su camino que por Harry, porque en ese momento aceleró, enviando a Harry volando a una de las camas. Stan, que ya estaba acostumbrado, no se incomodó mucho.
"Oye, Neville, esto no es Hogwarts. ¿Que haces aquí?" preguntó, curioso.
Harry, obviamente no tan entusiasmado como Stan, se limitó a acomodarse en la cama. "Es una larga historia. Cuánto cuesta que me dejes en Godric's Hollow?"
"Oh, eso seria un galeón y un sickle. Aunque por tres sickles más te puedo ofrecer--"
"Si, si, ya sé cómo va el asunto. Sólo quiero que me lleven, gracias."
Stan se encogió de hombros y decidió dejarlo tranquilo. Parecía cansado, y además, ya era muy de noche.
Harry simplemente se sentó y observó los paisajes que pasaban a medida que se alejaba de esa área.
Lo único que quedó de Harry en ese lugar cuando Hermione, Ron y Susan llegaron, apenas veinte minutos después, era un paquete vacío de galletas y las huellas de las ruedas del autobús.
I have to admit that I
I never thought I'd need someone this way
Cuz you opened my eyes so that I, I could see so much more
-- Laura Pausini, "Surrender".
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notitas de cali-chan ^.^
ya se que no se lo creen. ni yo misma me lo creo. TERMINE ORBE 9 CON MEDIO DIA SOBRANTE ANTES DE LA FECHA TOPE! y solo han pasado, errrr... cuatro meses desde que termine el ultimo capitulo (#_#). wow. que bien me siento.
este capitulo se lo quiero dedicar primero que todo a todas las personas que me estaban pidiendo "algo mas" entre draco y ginny. no se si les pueda dar mas que lo que paso en este capitulo porque, despues de todo, este fic *ES* PG-13 ^^;;; y tambien se lo dedico a azusa, porque se paso 5 horas frente al computador leyendo el fic entero (comprendo tu dolor... *glares @ lori & her PoUniverse*), y a honguito, por ser mi reviewer #130! *hugglez hongui* gracias gracias gracias a todos por leer mi humilde (y enorme) fic... me siento tan querida... *snif*
gracias totales a manuel, por ser un magnifico beta y tener comentarios buenos a pesar de que lo hice quedarse despierto hasta tarde cuando tenia que dormir para irse de viaje al dia siguiente. *hugglez manuel* you're the best!
soundtrack para este capitulo:
- "surrender", by laura pausini (no duh. incluso le cambie el nombre a la pieza, ahora la llamo "la cancion que sigue... y sigue... y sigue..." muerete de envidia, conejito duracell.)
- "penelope", by diego torres (no pregunten. soy extraña).
- "digale", by david bisbal (bueno... siempre podia cambiar "ya no esta, se fue" por "harry no esta, se fue" @_@).
- "en algun lugar", by contratiempo (idem a la de arriba. hermosa cancion, se las recomiendo).
- "lying awake", by our lady peace (la cancion me recuerda a voldemort por alguna razon).
pequeños trocitos de sabiduria (bien random) de parte de cali:
- adopte hoy un niño magico necesitado! solo tres sickles mensuales y recibira a cambio su sticker de padrino oficial de parte de la fundacion. tenemos a su disposicion actualmente a harry potter, draco malfoy, ron weasley, y muchos mas! llevese uno a su hogar y dele todo el cariño y afecto que le fueron negados durante su niñez! *hugglez the boys* (lol. rowling, que le has hecho a estos muchachos...?)
- el euro fue adoptado por la UE en el 2000 (si mal no recuerdo). calmense, banqueros. no pretendo revertir el sistema.
- mucha observacion trae malas consecuencias. no le hagan caso a lo que dijo galileo.
- las hormonas adolescentes son cosas muy impresionantes, no lo creen?
- viva la avena! *snorts*
- el sexo sin proteccion es malo. asi que, a menos que conozcan como hacer un hechizo anticonceptivo, o que lleven consigo a Bola de Pelos el Chaperon, no lo intenten.
- de dictionary.com-- "corromper: cambiar algo de su valor original."
en fin, ahora tengo una pequeña noticia que dar... si es buena o mala, eso depende de como se la tomen ustedes. el hecho es que voy a tomarme un pequeño receso en orbe, porque ya vienen mis midterms y en agosto son mis finals, y tengo que estudiarme cuatro continentes para geografia, hacer un monton de mapas, aprender el completo funcionamiento de una computadora, escribir un maldito essay para mi clase de freshmen composition, asi que voy a estar muy, MUY ocupada. pero don't worry, les prometo que tendre listo el capitulo 10 antes del proximo año (re-PLOP! ^^;;;;).
ademas, comprendanme. no solo escribo de harry potter, sino que tengo un millon de fanfics de otros fandoms sin terminar. lo cual ha creado una legion de fangirls y fanboys que estan detras de mi amenazandome con arrojarme a las babosas toxicas mutantes si no termino los fics que siguen. como dicen en el norte, "they're out for my blood". creo que ya es hora de que los atienda ^^ asi que voy a ponerme a trabajar en mis otros fanfics, empezando por los que tienen como AÑOS sin actualizar...
- "sometimes" de rurouni kenshin
- "sin titulo" de card captor sakura
- "sin titulo" de digimon
- "cuando la fantasia se va fuera de control" de harry potter
...siguiendo con esos de los cuales escribi un capitulo y los deje pendientes por seguir con orbe...
- "quimica de la discordia" de the zack files
- "ira y destino" de jonny quest: the real adventures
- "tu primero" de harry potter
- "y la noche cayo" de shaman king
- "peste negra" de x-men: evolution
- "la caida de drømmbakke" de saint seiya
...terminando con la continuacion a mis otros fics mas largos...
- "somnium insidiae" de harry potter
- "la ultima prueba" de harry potter
...y tambien iniciar algunas ideas nuevas que tengo, por ejemplo de shaman king y gundam wing. espero me comprendan, y esperen pacientes, que orbe 10 llegara algun dia.
reviews... hmmm... 13. mejor que el capitulo anterior, pero... *cali mira alrededor* REVIEWERS! DONDE ESTAN TODOS? y yo que estaba feliz de que la mitad de mis lectores eran R/Hr-ers, lol. que paso? los espante a todos, o es que perdieron el interes en hp? espero que vuelvan a leer, aunque sea por draco y ginny...
wil: *megablush* wow, yo no diria que "de calidad", pero si tu lo dices ^.~ ojala no te haya dado un yuyu, lol. entiendo lo que te pasa, a mi tambien. de pronto me digo "voy a escribir un poquito de mis fics", y me siento en la compu. para variar, termino escribiendo historias nuevas... y ni siquiera tres lineas, hay veces que solo escribo dos palabras y lo dejo pendiente. creando OTRO fic por terminar ¬_¬ que horror. para desbloquearte no sabria que decirte, excepto que escuches mucha musica y leas muchos fanfics... eso siempre trabaja para mi.
shagy sirius: deberia mencionar que me encanta tu nickname ^^ esta bien que no me puedas decir nada, con saber que lo leiste y que te gusto, tengo. muchas gracias.
esther: gracias, gracias. espero que este tambien te guste.
gwen: a mi tambien me encanta draco! no tanto como ron, y debo admitir que parte de la razon por la que me gusta es tom felton, pero no puedo evitar que me encante meterme en su cabeza. es un personaje tan complejo... y aqui hubo MUCHO draco/ginny, espero que te haya gustado. y respecto a ron... pos si, esta celosisimo. pero que mas se podria esperar, dada la situacion? que bien que no soy la unica que piensa que a harry se le zafo un tornillo, pero el jura y perjura que lo que esta haciendo esta bien, asi que ni modo. sobre H&H besandose "como amigos", ya veremos en que termina eso. y que bien que te caiga bien susan! ^.^ ojala y ron pensara lo mismo. gracias por tu review!
padme: ojala hayas salido bien en tu examen! que bien que te ayude en algo, se lo estresante que se pone la fisica por experiencia propia x.x
joyce (I): lo termine lo mas rapido que pude! sorry por la demora...
joyce (II): ya esta el capitulo! para que no tengas que esperar mas.
satin: squee!! *hugglez satin* que bello review. muchas gracias, yo tambien espero poder llegar a escribir profesionalmente en un futuro. no muchas personas aprecian la escritura de esa forma. me encanta que te guste mi fic. gracias por tu review!
laura: como hago? pues tomo mucha coca-cola, escucho mucha musica, leo muchos fanfics y en general cultivo mi locura cronica, lol ^_________^ me alegra mucho que te guste. gracias.
honguito (I): jeje, no te culpo por querer asesinarme... comprendo totalmente la tortura con la que los traigo a todos ^^ no es a proposito, en verdad! tratare de mejorar. que bien que te gusten mis historias! se me va a inflar el ego con esto de que tengo "fans"...
honguito (II): que es CQC? *is confused* pero bueh, las frases las puse precisamente para que pensaran mal (i'm evil, bwahaha! ]BD)
azusa: wow, largo review ^.^ tendre que darle las gracias a wil por la propaganda *.* que como hago para meterme en la psicologia de los personajes? pues es lo me paso haciendo todo el dia (si, no tengo vida ¬_¬), incluso aunque no estuviera escribiendo nada. todo es culpa de sigmund freud, el muy maldito ha influenciado mi vida positivamente ¬_¬ no sabes cuanto me satisface que te guste como describo a ron. esa fue mi meta mas grande desde un principio, hacerle justicia a ese chico que es tan maravilloso (es mi personaje favorito) pero tan subestimado en la mayor parte del fandom. la gente no lo sabe apreciar, con su lado bueno *Y* su lado malo, sigue siendo un gran personaje. claro que tienes toda la razon... nadie supera la tragedia de harry. respecto a las parejas, mas enredos no me pude haber hecho @_@ no se si lo puedas descifrar, si ni yo se como le voy a hacer todavia #_# draco actua extraño porque-- pues, tiene un enredo mental tan grande que no sabe como hacerle. en este capitulo como que se decidio, mas o menos, pero en realidad sigue pendiendo de un hilo... he querido ponerle actitud a ginny porque me molesta lo modosita que se ve en los libros ^^;;; no me da la impresion de que, saliendo de la familia de la que salio, sea asi en realidad. esperemos que rowling se de cuenta de eso tambien. me alegra que te haya gustado mi historia. muchas gracias!
storm: lindo nickname... lo tomaste por xmen? *cali is an obsessed fangirl* auch, tomala suave con los sartenazos, que soy delicada y si quedo en coma no voy a poder seguir escribiendo ^^ lol. ya lo continue! perdon por la demora, escribo lo mas rapido que puedo. que bien que te guste mi ficcie ^.^
en fin... ya que tan poca gente ha estado leyendo esto, voy a decir algo que nunca pense decir: SI NO RECIBO 15 REVIEWS O MAS PARA ESTE CAPITULO, NO VOY A SUBIR EL PROXIMO. estan advertidos. no escribo por los reviews, pero me toma mucho tiempo escribirlo, y me gusta escuchar sus opiniones sobre mi obra. si nadie me las va a dar, entonces simplemente no lo publicare. lo escribire para mi misma y ya.
EN EL PROXIMO CAPITULO! errr... en realidad no lo se todavia ^^;;; por lo que tengo entendido, volvemos a pisar hogwarts por unos minutos, para apreciar las reacciones. ron va a cambiar de parecer con respecto a ALGUIEN... y cali va a tratar de hacer las notas de autor mas pequeñas que el fic en si ^^;;; y finalmente encuentran a harry. que, habia olvidado mencionarlo?
ninguna lechuza y/o gato fue lastimado durante la produccion de este capitulo. aunque estoy segura de que malfoy habria deseado lo contrario ^^;;; *snort*
intentare dejar snippets a medida que escribo, pero si no puedo, revisen mi ficlog (kyoudai.net/blog) periodicamente para ver si encuentran alguno. si quieren leer mis otros fanfics, vayan a mi pagina de autor o aun mejor, a mi pagina de escritos (kyoudai.net/ame). dejenme reviews! chau... -cali-chan.
Notitas de la autora, parte 2: Nada mas queria avisar que este capitulo se pasa un poquito del rating. Nada muy fuerte, no como para llegar a R, pero es verdad que cierta- *ac-hem*- parejita se salio un poco de control por alla abajo. No es mi culpa, fueron ellos! ¬_¬ En fin, yo diria que es mas bien PG-15. Asi que, niños pequeños, no puedo evitar que lean esto si en verdad lo quieren, pero haganlo con discrecion...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Harry Potter y el Orbe de Imago
Parte 9: Rendicion
You make me strong
You show me I'm not weak to fall in love
When I thought I'd never need, now I can't get enough
I always made it on my own
I always thought that I would keep control
You changed everything I believe in
And now I just can't fight this feeling baby
-- Laura Pausini, "Surrender".
"Oh, Dios mío. Me estoy escapando de Hogwarts."
La frase de Hermione resumió efectivamente lo que, en diferentes grados de angustia, emoción y nerviosismo, estaban sintiendo los tres.
Apretando más la cintura de Ron, volteo el rostro para ver los árboles pasar bajo sus pies. Se sentía tan rara... como si todos los eventos del dia hubieran ocurrido en cuestión de segundos, cuando en realidad habían pasado horas desde que Susan apareció en ese salón de Estudios Muggles. Pensándolo bien, era mucho mejor sentirlo así, porque lo que habían pasado esa tarde era toda una odisea, y no le haría bien pensar que había pasado de modo lento. Seria demasiado complicado.
Era alrededor del mediodía cuando Susan los encontró por primera vez. Fue una conversación corta pero productiva. Aparentemente la muchacha sabia la locación exacta de lo que solía ser la casa de los Potter en Godric's Hollow, porque lo había leído en alguno de los archivos que recuperaron de su padre. Oeste de Gales, les explicó. Ella podía servirles de navegadora, si se embarcaban en la búsqueda de Harry. Ron obviamente no había estado de acuerdo, pero la frenética premura de Hermione aplasto cualquier protesta que pudiera haber siquiera pensado en hacer. Y así se formó una tregua temporal entre Weasley y Bones.
Con esa misma energía Hermione subió a su habitación, a empacar todas sus pertenencias, tan rápido o mas que como Harry lo había hecho. Dejó la mayoría de las cosas poco importantes, llevando apenas cierta cantidad de ropa, sus implementos mágicos y alguno que otro libro que creía que podía ser de utilidad. Al fin terminó, aplicando el hechizo reductor. Escribiéndole una nota rápida a Ginny, salió de la habitación al Gran Comedor, donde debía encontrarse con Ron y Susan para tratar el próximo problema a la mano.
El cual, en este caso, seria el transporte. Ron tenía solamente su Cleansweep, que había heredado de Fred, la cual no era muy rápida, ni muy buena para pasajeros múltiples. Claramente necesitaban otra escoba, ya que eran tres, y a Ron se le ocurrió que la persona mas adecuada para... eh... "prestarles" una era Seamus. Aprovechando que estaba distraído por lo que había ocurrido en el juego de quidditch que se suspendió, de seguro no se molestaría... de seguro ni siquiera se daría cuenta.
Y así, casi cinco horas después, con el peso de sus propias paranoias sobre sus espaldas, los tres salieron volando de la escuela.
Hermione suspiro. Harry había hecho que todo pareciera mucho más fácil.
Harry...
"Se esta haciendo tarde. Lo mejor será que acampemos por la noche," comento Ron con voz seria, viendo al sol ocultarse en el horizonte. Hermione no pudo verlo, pero Susan, que estaba unos metros detrás de ellos (ella tenia la escoba lenta), asintió ligeramente con la cabeza y ambos descendieron.
*-*-*-*-*-*-*-*-*
Ginny,
No tengo mucho tiempo así que iré directo al punto. Como sabrás, el partido de quidditch se suspendió ayer porque Harry nunca apareció. El hecho es que Harry se escapó de Hogwarts por razones muy complicadas como para escribirlas aquí. Ron, Susan Bones y yo nos fuimos tras él. No tienes que intentar cubrirnos, porque sospecho que los profesores ya lo saben y además, probablemente nos expulsen de todas formas. Solo te escribo para que no te preocupes por nosotros y que no se te vaya a escapar nada de nuestra ausencia a nuestros padres. Volveremos pronto, con Harry.
Hasta después,
Hermione.
P.D.: ¿Puedes alimentar a Crookshanks mientras no estoy? Pensé en llevarlo, pero ya sabes cómo se pone Ron cuando Crookie está alrededor...
Ginny miró el trozo de pergamino que tenía en las manos como si fuera un bicho. La verdad era que no sabía si chocar su cabeza contra una pared... o morirse de la risa. No podia evitarlo, nada mas de imaginarse a Hermione diciéndole esas frases que coloco en la posdata, le daban ganas de tirarse al suelo a llorar entre carcajadas.
Se sentó en su cama, riendo ligeramente. A pesar de lo divertida que le resultaba la actitud de Hermione, no podia sentirse complacida. Su hermano y tres de sus amigos estaban ahí afuera, en la mitad de la nada, solos, y ella ni siquiera había podido seguirlos adecuadamente para ver hacia donde iban! ¡Pero que patético intento de rescate!
Con ese último pensamiento se recostó. Ésto se le estaba haciendo costumbre.
Tenia que admitir que, a pesar de estar preocupada por su gente, eso no era lo único que le impulsaba a tratar de encontrarlos. En cierta forma ella era como Ron-- tenían el mismo apellido, después de todo. E igualmente habían tenido que sufrir con la misma familia. Ginny siempre supo que Ron se sentía opacado por sus hermanos mayores, y ella pasaba por algo parecido. Por ser la mas pequeña, y la única niña, todos en su casa se habían puesto de acuerdo para sobreprotegerla a más no poder. Y aunque en el fondo apreciaba el sentimiento, era ciertamente irritante. ¡Nunca podría hacer nada por sí misma mientras no se independizara de su familia!
Incluso Ron, una vez que ella entró a Hogwarts, siguió intentando mantenerla al margen de cualquier peligro. Le molestaba, porque ella simplemente quería formar parte de su vida y estar con sus amigos... pero nunca pudo acoplarse al "trío." Claro que el hecho de ser amigo de Harry Potter venía con mucho equipaje añadido, pero Ginny quería correr el riesgo, y Ron nunca se lo permitiría.
Pero esta vez no iba a ser así. Si ellos podían correr el riesgo de muerte, y muy probablemente la expulsión del colegio, ella tambien lo haría. O todos, o nadie... después de todo, en la unión estaba la fuerza. Esta vez, ella iba a ser la heroína. Ella iba a demostrarles a esos tres que no tenían razón para dejarla fuera de sus cosas como si no fuera importante.
Y no tenia ni idea de como le iba a hacer, pero sabia que de alguna forma lo conseguiría.
Sus compañeras de cuarto escogieron ese momento para entrar a la habitación para irse a dormir. Al ver a Ginny recostada en su cama con un trozo de pergamino en las manos, todas saltaron a conclusiones muy rápidas:
"¿Es eso una carta de amor? ¡Wow, Gin, no sabía que- tu sabes- ÉL- llegaría a tanto!"
Ginny rodó sus ojos y se dio la vuelta, mirando hacia la ventana. Así sin más, sonrió. Eso de 'tú sabes- ÉL', le había dado una magnífica idea.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Harry había volado por... bueno, en realidad había perdido la cuenta de cuantas horas eran, sobre un bosque aparentemente infinito. ¿Estaría todavía en Escocia? No estaba seguro, pero sí sabía que era bastante tarde y que tuvo razón en decidir 'acampar' para la noche (en sentido figurado, desde luego, porque no tenia ningún equipo de tiendas de campaña ni nada...). Había pensado en eso cuando vio sobre las copas de los árboles que el sol se estaba poniendo, y rápidamente busco un árbol de tronco grueso y suficiente follaje como para cubrirlo de la lluvia.
Apenas estuvo ubicado, sintió que otro pequeño problema se le avecinaba. Tenía hambre. MUCHA hambre. No había comido desde el desayuno, y en su apuro por salir de Hogwarts no había pensado siquiera en llevar comida consigo. Era una situación casi ridícula. Casi podia escuchar la voz de Ron dentro de su cabeza:
"¿Te fuiste sin COMIDA? Genial, Harry, eres increíble..."
Entonces recordó que tenía que olvidarse de Ron.
Reprendiéndose a si mismo, sacó de su bolsillo su cajón y la jaula de Hedwig. Aplicó el hechizo para devolverlos a su tamaño normal, y fue recompensado con el ulular alegre de su lechuza. El animo de Harry se aligeró en cierta forma. Estaba seguro que si Hedwig tuviera algún tipo de modismo humano, estaría rodando sus ojos y suspirando "al fin" en ese mismo momento.
Dicen que la necesidad es la madre de la invención... Harry lo pudo probar justo entonces. El hambre que tenía no lo dejaba pensar en otra cosa que en comer. No sería mucho exagerar el decir que fue el hambre, y no la inteligencia, lo que le dio a Harry una solución a su problema. La lechuza lo miró curiosa mientras él buscaba en su baúl la bolsa donde guardaba su dinero. Todas las dudas del ave se disiparon cuando Harry le entrego un par de libras que había cambiado el verano anterior, y la envió a buscar el pueblo más cercano, o más específicamente, la tienda de conveniencia mas cercana, para que le trajera cualquier cosa que fuera comestible.
Al ver a la blanca lechuza volar hacia lo lejos, Harry se sintió algo culpable. Ni siquiera sabía donde estaba; el pueblo más cercano podía estar a horas de allí, lo cual era muy probable, ya que el bosque parecía nunca terminar. Solo esperaba que Hedwig pudiera lograrlo. Necesitaban una reserva de alimentos, sobre todo porque él no tenía ni idea de donde estaba Godric's Hollow, y podía tomarles días, inclusive semanas para llegar allá. En su mente reverberaba la voz de Hermione...
"Eso fue muy irresponsable, Harry. ¿Mira que irte así sin llevarte un mapa? ¡Debiste haberlo pensado mas!"
Pero él se había alejado de ellos. No tenía por que estar pensando en Hermione en esos momentos. Y en fin, no podían darse el lujo de morir de inanición después de haber pasado por tanto. Solo esperaba que Hedwig no sufriera ningún daño por el trayecto.
Inconscientemente, tembló. La noche se ponía poco a poco mas fría, a pesar del resguardo de los árboles. Algo apesadumbrado, busco en su baúl algo con lo que cobijarse. Irónicamente, lo único que parecía encajar con el criterio fue su capa de invisibilidad, la cual, pensándolo bien, serviría para matar a dos pájaros de un solo tiro: por un lado lo mantendría caliente, y por el otro lado, lo protegería de cualquier animal que pudiera rondar por el área, por lo menos en el aspecto visual.
Se recostó lo más cómodamente posible contra el tronco de un árbol, cubriéndose con la capa. Algo aburrido, miro hacia el cielo. Antes de salir de Hogwarts se había mentalizado en que de ahora en adelante estaría solo, pero nunca se imaginó cuánto. Apenas habían pasado unas horas desde que se fue, y ya extrañaba demasiado su antigua vida. Extrañaba el castillo, con todas sus comodidades... los manjares que preparaban para comer, y el fuego de la chimenea de la Sala Común, siempre listo para dar calor de más de una clase. Extrañaba las horribles bromas de Peeves, las escaleras que se cambiaban de posición a voluntad, y los retratos que no tenían más nada que hacer que meterse en lo ajeno hasta conocer cada detalle de cada vida de cada estudiante. Extrañaba sus clases y sus maestros; la vocecita chillona del profesor Flitwick mientras explicaba una lección, el humo que salía de la chimenea de la cabaña de Hagrid mientras estaban en clase de Criaturas Mágicas, y la gran sonrisa del profesor Dumbledore cada que hacía un anuncio alegre. Extrañaba los castigos que le ponía la profesora McGonagall cada vez que a sus llaves de práctica les quedaba la cola de la lagartija colgando de un extremo, y casi, CASI, extrañaba a Snape y sus necedades. Claro, que la melancolía no llegaba a tanto.
Pero más que nada extrañaba a sus compañeros. Extrañaba a Parvati y Lavender y sus constantes risitas y secreteos; a Dean y sus dibujos, y Seamus y sus bromas; a Neville y sus desastres... Extrañaba los pregones estrafalarios de Ron, que le devolvían siempre la alegría, y los abrazos calidos de Hermione, que eran como volver a casa después de un largo viaje. Incluso extrañaba aquellas cosas que antes le molestaban de ellos, como sus constantes discusiones, el pesimismo de Ron, y los eternos paseos de Hemione a la biblioteca. Los extrañaba tanto que era casi un dolor físico.
Pero ya no había marcha atrás. Harry había decidido alejarse de ese mundo, no por él mismo, sino por el bien de todos ellos. No había forma de arrepentirse, porque sabía que estaba haciendo lo correcto.
Ya había sido un don nadie durante once años de su vida. Y ahora tendría que volver a serlo.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
La Madriguera amanecía, como todas las mañanas, burbujeante de energía. Se podía sentir ya en el aire el olor a verdor que rebosaba en las colinas de Ottery St. Catchpole, contemplar el brillo del sol en el horizonte, y admirarse con el trino de los pájaros mañaneros. Ah, que día tan hermoso para despertarse en esa residencia...
"¡OH, DIOS MÍO!"
Fred y George dieron un respingo en sus camas en forma graciosamente idéntica. Se miraron el uno al otro, después al reloj de pared que se reía y anunciaba que era "endemoniadamente temprano", y al mismo tiempo se cubrieron sus caras con sus respectivas almohadas, esperando volver al sueño profundo del que los habían estrepitosamente sacado.
Dia hermoso, sus cuernos. ¿A quien se le ocurría ponerse a gritar a esas horas de la mañana, de todas formas?
Dándose por vencidos, se levantaron de las camas, ataviados en boxers y camisetas, y se dirigieron hacia la sala, de donde aparentemente provenía el caos, tambaleándose todavía de sueño. Al bajar las escaleras, sujetándose entre sí para no caerse, se encontraron cara a cara con una escena muy extraña: Su madre estaba sentada en el sofá, apretándose el pecho como si le doliera, pero con la sonrisa más brillante que jamás le habían visto en su rostro. De pie frente a ella estaban su padre, Percy y su novia Penélope. Al momento el señor Weasley estaba abrazando a su hijo, que se veía claramente que no cabía en si del orgullo, mientras que Penélope los miraba desde un lado, parecía al borde de las lágrimas.
La señora Weasley fue la primera en notarlos. Poniéndose de pie de un salto, se dirigió a ellos. "¡George! Fred! ¡No se queden ahí parados! ¡Vengan a celebrar la buena noticia!", exclamo, llevándose las manos al rostro. "¡Percy y Penélope se van a casar!"
Los gemelos no variaron su posición. Penélope rápidamente estiro la mano y les mostró el sencillo pero muy lindo anillo que a mucha honra llevaba en su mano izquierda. Percy y el señor Weasley los miraron, expectantes.
Hubo silencio.
"Percy, no pudiste decidir casarte..."
"...hasta después del mediodía?"
Ante la mirada seca de todos los presentes, la bomba nuclear Molly estalló, como si la frase combinada de sus hijos hubiera sido el detonador. "¡Cállense, insensibles!" exclamó, cruzándose de brazos. "No puedo creerlo..."
"No les hagas caso, Madre," le dijo Percy, en tono diplomático. "No me molesta. Debí imaginarlo..."
Molly frunció el ceño, y les dio la espalda a los dos muchachos, que seguían medio adormilados al pie de la escalera. "Ah, no importa. Percy, Arthur, espero que salgan temprano hoy del trabajo, porque DEFINITIVAMENTE tenemos que ir a celebrar. Voy a buscar mis ahorros y vamos a ir todos a cenar a un restaurante nuevo que abrió en Diagon Alley..."
Antes de que la Matriarca pudiera terminar de contarles a todos sus planes, sin embargo, una lechuza grande de color castaño entró por la ventana. Portaba el emblema de Hogwarts colgando de una cinta roja alrededor de su cuello, y tenía un trozo de pergamino atado en su pata derecha. Posándose sobre el brazo del sofá, el ave estiró su pata hasta que Molly tomó el pergamino, y prontamente salió por la misma ventana por la que había entrado.
Todos se llenaron de curiosidad. Era muy raro que el colegio enviara notas tan pasada ya la entrada a clases, y ninguno se imaginaba de que podia tratarse. Sin embargo, por la palidez en el rostro de la señora Weasley, podían darse claramente una idea.
La señora cayo límpida en el sofá, la mano que sostenía la carta perdiendo la fuerza y causando que el trozo de pergamino cayera al suelo. Arthur y los gemelos corrieron al lado de Molly, preocupados; Percy, por el otro lado, recogió la carta del suelo y la leyó.
Estimado Sr. Arthur Weasley y familia:
Me veo hoy en la penosa necesidad de informarles que su hijo Ronald Weasley se escapó el día de ayer de las instalaciones colegio Hogwarts de Magia y Hechicería...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Draco Malfoy plantó su mirada firmemente en el plato de avena que tenia frente a él. O más bien, en la lechuza desmayada que había caído dentro del plato de avena que tenía frente a él.
Sería bastante aceptable asumir que el rubio había perdido completamente el apetito.
Rápidamente el muchacho tomo de la mesa una cuchara y, cuidadosamente, como con asco, tanteó el cuerpo del ave. Parecía muerta. Pero al proseguir con la examinación por algunos minutos, el animal emitió un sonido que bien podía haber sido de dolor. Satisfecho con que no estaban cayendo bichos sin vida del cielo, dejó a un lado la cuchara, y tomó en sus manos la carta que el pájaro traía en el pico.
Crabbe y Goyle se acercaron a él por detrás, curiosos sobre el contenido de la carta, de seguro. Y es que normalmente los únicos que le enviaban algo al señorito Malfoy eran sus padres, y obviamente el señor y la señora Malfoy jamás usarían una lechuza de tan mala calidad como aquella.
Draco los observó. Nah, de seguro solo pensaban en la avena desperdiciada.
Sin preocuparse más por su audiencia, abrió el trozo de pergamino, y lo leyó.
Draco,
Necesito hablar contigo. Ya. Encuéntrame en el pasillo donde estuvimos la última vez.
Tú-sabes-quién.
Malfoy frunció el ceño mientras se daba la vuelta para mirar a sus dos "guardaespaldas". Ambos estaban todavía leyendo la carta, y poco a poco sus ojos fueron abriéndose más y más al terminar de leer, en especial al pasarse sobre la firma. El muchacho rodó sus ojos. Casi podia escuchar sus pensamientos: "Wow, Draco, ¿El señor Oscuro te envió una carta?"
Decidiendo en ese momento que debía haber estado drogado cuando aceptó ser amigo de ese par de morones, sin darles un pensamiento más, se dirigió hacia afuera del Gran Comedor. No sin antes dirigirle una mirada curiosa a la mesa de Gryffindor, claro. No había ningún pelirrojo a la vista.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Ron se sentó contra un árbol y observó. Total, no había mucho más que hacer en ese bosque oscuro y sin vida.
Hermione estaba unos metros delante de él, en el centro del pequeño claro que habían encontrado la noche anterior, juntando algo de leña para encender un fuego con su magia. Tenía a su lado unos pequeños tarritos que contenían comida reducida que había logrado que Dobby le diera... claro que el pequeño elfo no podía haber estado mas contento. Por poco y se ofrece él mismo para acompañarlos y cocinarles la comida.
La observo con detenimiento. Estaba en una típica pose "Hermione": Con el ceño fruncido, mordiéndose un labio mientras se aseguraba de que los pequeños maderos estuvieran en la posición perfecta. Aún con esa expresión, tomó en su mano su varita y murmuro el hechizo para crear la fogata, sus ojos no dejando escapar ni el más mínimo rastro de duda, completamente segura de que no tendría ningún error. Así era Hermione, siempre.
Cuando el fuego estuvo listo, suspiró y dejó la varita en el suelo junto a ella. Y nada más miró a las llamas.
Probablemente pensando en Harry.
Ron miró hacia el suelo. No quería volver a ese asunto. Suficientes problemas tenían con su escape, y con estar perdidos sin esperanza de encontrar a su mejor amigo, como para ponerse a pensar en problemas emocionales. No, eso sería totalmente contraproducente.
De pronto, se sintió extraño. Como si alguien lo estuviera observando a él.
Alzó la mirada, y efectivamente, hacia su izquierda, Susan lo miraba con una expresión... solo podía catalogarla como extraña. Cuando la muchacha se dio cuenta de que Ron se había dado cuenta, palideció e inmediatamente y miró hacia otro lado. Ron viró la boca. Susan llevaba toda la mañana haciendo lo mismo, desde que todos despertaron. Y siempre que Ron la cachaba in fraganti, volteaba la mirada como si estuviera asustada... o como si estuviera muy avergonzada para que él la viera.
*Y más vale que lo esté. Después de todo, actuó de una forma horrible.*
Decidiendo que no iba a dejar que ese jueguito de el gato y el ratón le arruinara el desayuno, se puso de pie y se internó entre los árboles... habría dicho "para tomar algo de aire" si no estuvieran ya al aire libre.
Se detuvo no muy lejos, pero lo suficiente como para no poder escuchar los sonidos provenientes del claro. Vio un árbol de tronco grueso que parecía muy viejo, y decidió ir a apoyarse contra él.
Alrededor de diez minutos después, escuchó pasos que se acercaban a el. No estaba muy contento de que interrumpieran su tiempo a solas, pero debía darle crédito a Hermione por haber esperado tanto.
"Oye, Ron, venia a preguntarte qué quieres desayunar... tenemos un menú amplio."
"Dame lo que sea," le respondió el, despreocupado.
"¿Que te pasa?" le preguntó, algo consternada. Ron nunca estaba 'despreocupado' cuando había comida de por medio. "¿Por qué te alejaste del claro?"
"Se estaba poniendo incómodo," explicó el pelirrojo. "Susan no para de mirarme..." terminó, con un gesto de repulsión en el rostro.
Hermione (nada nuevo) rodó sus ojos. "Ya sabes como es, Ron. Ella es tímida. Obviamente no sabe cómo acercarse a ti."
"Pues yo no la quiero cerca de mí," replicó él, en tono cortante. "Sólo acepté que viniera con nosotros porque tú dijiste que era nuestra mejor opción. Después de esto seré feliz si no me la vuelvo a encontrar."
"No deberías ser tan duro con ella," le aconsejó ella, cruzándose de brazos. "Se siente culpable."
"Y lo es. Lo que hizo fue muy desagradable." Ron empezaba a sentirse mal. Usualmente cuando Hermione empezaba a recriminarlo, él tenía la tendencia a salirse de sus casillas y terminaba frecuentemente diciendo cosas que no quería decir. Y eso era lo que menos necesitaba en esos momentos. Quizá podría simplemente darse la vuelta y volver al claro, evitándose todo el mal rato...
Hermione podría haber soltado una carcajada. "¡Oh, vamos, Ron! ¡Como si tú nunca hubieras hecho algo desagradable...! ¡No tienes NINGÚN derecho a guardarle rencor! Ella no te hizo nada a ti. Si Harry no tiene nada contra ella, entonces ni tú, ni yo, tenemos por qué..."
Ron la interrumpió. "Ah. Allí esta el detalle, Hermione. Que como yo soy el excluido aquí, claro que tengo que hacer todo lo contrario a lo que TÚ Y HARRY hacen. ¿No lo crees?"
La mirada incrédula de Hermione se oscureció inmediatamente. "Creí que habíamos llegado a un acuerdo sobre eso."
Ahora Ron pudo haber soltado una carcajada. "No, Hermione. TÚ decidiste que tu opinión era la mejor de todas y que por eso todos debían pensar igual. YO nunca dije nada."
La muchacha estaba genuinamente desconcertada. "Pero estas aquí... bueno, yo pensé que..."
El joven la interrumpió nuevamente. "Que este preocupado porque Harry corre peligro no quiere decir que los haya perdonado por no decirme lo que se traían. Son dos cosas muy diferentes."
"Ron, no empieces otra vez..." rogó ella. "En verdad. Créeme cuando te digo que entre Harry y yo no hay nada."
"No parecia así en la Sala Común," cortó el, recordando sin querer el momento en que encontró a sus dos mejores amigos en la más tierna de las expresiones, apenas unos días atrás.
Hermione rodó sus ojos. "Estaba pasando por un momento muy duro, Ron. Sólo lo estaba consolando," dijo, como si fuera un hecho más claro que el agua.
"Ah, consolándolo. Muy bien. ¿Y qué vas a hacer cuando las cosas se pongan peores? ¿Acostarte con él?"
Las palabras salieron de su boca antes de que pudiera detenerlas. Por unos segundos se sintió como si estuviera fuera de su cuerpo, como si no hubiera sido él quien habló. Por alguna razón se sentía como un simple espectador que escuchaba las frases sin tener el poder de cambiarlas. Se sintió como el peor canalla del mundo. Y solo hacía falta una mirada a Hermione para darse cuenta de que ella pensaba igual.
"Lo siento. No quise decir eso."
Viendo que la muchacha no planeaba responderle, lo intentó otra vez. "Mira, tú me conoces. Sabes como soy... hablo antes de pensar. De verdad no es así como me siento. Lamento si te ofendí, Hermione. ¿Podemos simplemente olvidar todo lo que dije?"
Hermione respiró profundo... parecía querer hacer algo drástico, como sonarle una bofetada o algo así, pero prefirió tomar las cosas con más calma. "Sólo no vuelvas a repetir algo así nunca."
"No lo haré, te lo juro," le replicó él, sincero.
Hermione fue a recostarse contra el tronco del árbol grande, que Ron había dejado desocupado cuando empezó a exaltarse. "Yo no sé... por qué todo tiene que ser así entre nosotros, Ron."
Él se metió las manos en los bolsillos de su pantalón (se había quitado la túnica porque hacía mucho calor, además de que no querían levantar ninguna sospecha), y la miró, algo triste. "Lo sé. Hermione, en verdad, yo no quiero pelear más. Me hace sentir mal, tanto como a todo el mundo. Es solo que no puedo creer que tú y Harry... no lo sepan."
Ella arqueó una ceja, algo curiosa. "¿No sepamos qué?"
Ahora Ron se cruzó de brazos. "Lo que hay entre ustedes dos."
Hermione se cubrió los ojos con una mano, como si la cabeza le doliera de pronto. "¡Ron! ¡Harry y yo no estamos enamorados! ¿Por qué no puedes verlo?"
Ron frunció el ceño y comenzó a caminar de un lado a otro entre los árboles, hablando más para sí mismo que para ella. "No, no, no. Ese es el punto, Hermione. Yo lo veo. Ustedes no, pero yo sí. Yo lo veo. Está en todas esos pequeños detalles que tienen el uno con el otro. Como que él siempre usa la pluma de fénix que le regalaste en segundo año, aunque tenga otras más nuevas y mejores. O que, cuando él entra a una habitación en la que tú estas, dejas escapar el aliento, como si estuvieras aliviada de verlo sano y salvo cada vez. O cómo te derrites cada vez que te sonríe. O cómo él cambia cada vez que lo abrazas, como si con solo eso quitaras todos los problemas del mundo de sus hombros. O sus continuos paseos por el lago. O cómo siempre piensan igual. ¡Por Dios, si hasta terminan las frases del otro! ¿Y de pronto se están besando? Hermione, las chicas como tú no hacen eso simplemente a cualquiera, aunque la persona sea su mejor amigo. ¿Es decir, tú no me besas a mi así, verdad? Tu relación con Harry siempre ha sido... diferente. Yo no lo noté antes, pero después de que los vi en la Sala Común, me puse a pensar en ello y... ¡es tan obvio! Todo el mundo lo puede ver. Y por eso es difícil de comprender que ustedes, que son los involucrados, no lo hayan notado aún."
Cuando terminó su profundo monólogo, dejo de caminar y miró a Hermione, esperando que dijera algo. Pero parecía que contestarle no estaba en sus planes, porque ella estaba muy quieta, mirando hacia el suelo, como digiriendo todo lo que el pelirrojo acababa de decirle.
Ron vio que tal vez no era el mejor momento para continuar con la conversación. "Eh, bueno, creo que es mejor que vayamos a desayunar. Tengo que sacar a Pig de su jaula... debe estar volviéndose loco, el pobre." La miró otra vez, y se dio cuenta de que aun seguía en la misma posición. "Err... Hermione... ¿vienes?"
Ella alzo la mirada rápidamente, como si no hubiera entendido bien lo que su amigo preguntó. "Ah? Oh, sí, voy en un segundo."
Ron asintió con la cabeza, dándose la vuelta para regresar al claro. No estaba muy seguro de si había hecho algo bueno o si había metido la pata, cuando vio que Hermione no empezaba a caminar, sino que se sentaba en el suelo contra el tronco del gran árbol.
*-*-*-*-*-*-*-*-*
Ginny se recostó contra la pared, esperando que cierto rubio hiciera su aparición. Estaba algo nerviosa, pero ¿qué había de nuevo en eso? Esa dura mirada gris siempre la hacía perder los estribos, pero esta vez no se podía permitir ese lujo. La situación era muy delicada para eso. Y bueno, lo que estaba a punto de hacer iba en contra de todos los principios que su madre le había inculcado, pero tenía que hacerlo.
Pudo distinguir algo amarillo que venía acercándose a ella, y rápidamente se despegó de la pared, enderezándose la túnica y colocando sus manos detrás de su espalda.
Sólo que el rubio que se le acercó no era el que ella esperaba.
"Hey, Gin," la saludó Seamus, que pasaba por allí, viéndose algo preocupado. "¿Has visto a tu hermano? ¡Creo que se robó mi escoba!"
Ginny miró alrededor, pensando en qué decir sin que sonara muy incriminarte. "Eh... no, Seamus, no lo he visto."
"Ah, bueno, gracias de todas formas," replicó el, dándose la vuelta para irse.
"Oye, Seamus!" exclamó ella, antes de que el muchacho pudiera irse. El volvió a mirarla, y ella sonrió, aunque la sonrisa era bastante falsa. "Estoy segura de que Ron te la va a devolver... tarde o temprano."
Seamus le dirigió una mirada extraña, y se fue. Ginny se quedo mirándolo mientras se alejaba, rogándole al cielo que estuviera muy, MUY lejos de allí cuando Draco decidiera hacer su aparición.
Si es que decidía aparecerse.
Y hablando del Rey de Roma...
"¿Ya que estás tan ocupada mirando al irlandecito, creo que no era tan urgente como decías, no?"
Inmediatamente Ginny se volteo, para encontrarse frente a frente, y muy de cerca, con esos ojos grises que la atormentaban. "Draco."
"Comadreja," dijo el, burlándose de su tono. "¿Qué quieres? Hacer enojar más a tu hermanucho?"
Ella rodó sus ojos y se cruzó de brazos. ¿Qué podía hacer si su objetivo venía con ánimo sarcástico? Después de pensar un minuto, decidió ir directo al grano. "Harry, Hermione y Ron se escaparon."
Draco dio algunos pasos hacia atrás, con la expresión tan radiante como si ella le hubiera dicho que de ahora en adelante iban a haber tres Navidades al año. "Estas bromeando. ¿Potter? El buenecito de Potter... ¿escapándose de la escuela? Oh, esto es demasiado," terminó, abanicándose con una mano como para enfriarse la emoción.
Ginny lo miró con rayos en los ojos. "Bueno, no esperaba que te preocuparas."
"¿Estás loca?" le preguntó, a un paso de ponerse a dar brinquitos. "Sólo tengo que decirle esto a Snape, ¡y Potter estará expulsado mas rápido de lo que se puede decir Dumbledore! HAH!"
Se dió la vuelta, listo para cumplir lo dicho, pero Ginny lo detuvo, halándolo por la túnica. "Malfoy, necesito tu escoba."
El muchacho la observó con una expresión extraña al comienzo, como si hubiera entendido la frase de otra manera, y pensara hacer algún tipo de comentario mordaz. Momentos después, sin embargo, rectificó y le respondió. "No me digas: ¿vas a jugar a la heroína?" le preguntó, arqueando una ceja. "Ese es el problema de ustedes los Gryffindors. Siempre actúan antes de pensar."
"Y el problema de los Slytherins es que no les importa un comino la vida de los demás," replicó ella, mordiéndose la lengua para no decirle algo peor. Después de todo, su objetivo era obtener la tonta escoba, y no atraparía a la mosca si no usaba miel. "¿Sabes, Malfoy? Lo único que me importa es que mi hermano y mis amigos necesitan mi ayuda. No es como si estuviera pidiéndote que me acompañaras."
Draco se cruzó de brazos, en actitud altanera. "¿No esperarás que te deje ir sola, no? ¿Quién me asegura que no me la vas a dañar, o a perder? Acuérdate que soy el capitán del equipo de Slytherin... la necesito."
Ginny rodó sus ojos. El día que se inventaron las excusas, Draco fue el primero en la fila, eso era seguro. "¡No te preocupes tanto por eso! Estoy segura de que tu papi podría comprarte una nueva," termino, sarcástica.
"Oh, claro que podría..." comento él, dando el hecho por obvio, y caminando hacia donde ella estaba recostada contra la pared. "Pero es el principio de la situación, ¿entiendes?" agregó, apoyando sus dos manos a ambos lados de la cabeza de la muchacha, efectivamente atrapándola. "Podría ir en este momento y contarle a tu adorable Jefa de Casa sobre tu oh-so-genial plan, ¿sabes? ¿Qué te hace pensar que no lo haré? ¿Qué te hace pensar que te ayudaría, en todo caso?"
Ginny miró a todos lados menos hacia el frente, volviendo a su pequeño debate mental. Ese era el momento de poner en marcha lo que había pensado antes. Enviándole una rápida disculpa a sus padres y pidiéndole valor a todos los dioses que la pudieran estar escuchando, alzo una mano y entre sus dedos tomo la corbata verde y plateada del muchacho. "Porque yo te puedo dar algo que tu... deseas," dijo, mirándolo entre pestañas y enfatizando la ultima palabra debidamente con una sonrisa insinuante.
Draco sonrió, muy al tanto de que sus rostros estaban solo milímetros aparte. "¿Intentas seducirme, Weasley? Qué patética."
Ella no se inmutó por el comentario; estaba esperando que dijera algo por el estilo. Sin más palabras, lo haló hacia sí, sus cuerpos escandalosamente pegados, con una mano por la corbata y con la otra por su correa. Escondió la cabeza en el pálido cuello del muchacho, cabellos de fuego haciéndole cosquillas al contacto, y comenzó a besarle lentamente el área debajo y detrás de su oreja. Sin fijarse mucho, Ginny soltó el broche de la túnica negra, la cual cayó al suelo al momento, mientras que su otra mano continuaba el recorrido de la cintura del pantalón, deteniéndose al final de la espalda, peligrosamente amenazando con continuar más abajo.
Draco no pudo evitar temblar.
Maldita sea.
"Está bien, Weasley," murmuro, con la voz grave y jadeante, como si de verdad no quisiera interrumpir. Ginny detuvo sus acciones, mirándolo, curiosa. Él continuó, con los ojos cerrados. "Pero no te voy a dejar ir sola. No queremos que mas tarde huyas de tu parte del trato, ¿verdad?"
Ella sonrió triunfante, y, dándole un último beso en la punta de la nariz, logró escaparse de los brazos que la aprisionaban, y se dirigió a la Torre a arreglar sus cosas. Draco no la miró mientras se iba; estaba muy preocupado ordenando su desorden mental. Tal vez ir a buscar a esos tontos sería una buena idea. Después de todo, ya se estaba cansando de que lo dejaran, una y otra vez, insatisfecho. Al menos estando ellos dos solos tendría más... posibilidades.
Esa misma tarde, ambos salieron de Hogwarts en la Skyscraper XF último modelo de Draco, volando por la puerta principal, en el justo momento en el que la profesora McGonagall entraba a la habitación de Ginny para avisarle que tanto sus padres como los de Hermione acababan de llegar.
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"¿Estas segura de que ese hechizo raro va a funcionar?"
Después del desayuno, los tres se habían sentado en el claro a pensar en formas de encontrar a Harry. Poco después, Susan sugirió el uso de un hechizo brújula, que había visto a su padre usar en sus investigaciones cuando era pequeña. Según recordaba, podía indicar la dirección y, si se usaba bien, hasta el lugar exacto donde se encontraba una persona, con sólo un objeto que dicha persona hubiese tocado durante el curso de la ultima semana. Hermione, preguntándose por que no había pensado en eso antes, había corrido a buscar su libro de hechizos, donde creía recordar que se explicaba el procedimiento. Ron tenía sus dudas, claro, pero como Hermione era la mas buena de los tres en Hechizos, rápidamente lo arregló todo para realizarlo sobre el Orbe mágico.
Los tres se espantaron un poco cuando del objeto salió un rayo verde que se disparó directamente al pecho de Ron.
"Oh, genial. Harry está dentro de mí," comento el en forma seca, dirigiéndole a Hermione una mirada cruzada. "Hurra. Bueno, al menos ahora puedo distinguir la cruda realidad: pasaste Encantamientos a base de pura trampa. Perdóname si dejo de admirarte un poco..."
"Bueno, el encantamiento para aparecer sapos en las bocas de la gente molesta sí me lo aprendí. ¿Quieres que te lo demuestre?" lo cortó ella, virando la boca. Necesitaba concentración, y Ron y sus comentarios impertinentes no la estaban ayudando.
Susan rio, y rápidamente contempló una explicación para lo que había pasado. "El hechizo busca personas que hayan tocado el Orbe en la última semana. A lo mejor tenemos que seguir intentándolo hasta que señale a Harry."
Hermione realizó el hechizo otra vez, y la trayectoria del rayo continúo como se preveía, pasando por Hermione y por la propia Susan antes de cambiar de dirección drásticamente, perdiéndose sobre los árboles hasta el horizonte, en dirección suroeste.
Los tres se miraron y asintieron. Hora de recoger todo e ir tras Harry Potter.
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Ginny abrió los ojos a mas no poder cuando vio el rayo verde salir del trozo de pergamino que contenía la nota de Hermione perderse hacia el este de el horizonte. Draco, dejando caer el brazo que sostenía su varita a un lado de su cuerpo, sonrió en forma triunfadora.
La pelirroja se volteo a mirarlo, incrédula. "¿Como hiciste eso?"
Draco se metió la varita mágica en un bolsillo y replico, arqueando una ceja: "A veces ser aprendiz de mortífago tiene sus ventajas." Mirando a su alrededor, y viendo que Ginny no pensaba responderle esa frase, continuo hablando. "Tal vez deberíamos averiguar dónde estamos antes de seguir."
Ginny asintió con la cabeza, y Draco se sentó en el suelo, tomando en sus manos la recién-agrandada maleta que había traído en su bolsillo con sus pertenencias, buscando algo que pudiera servirles para conocer su localización. Pocos minutos después, tenía en su regazo varios rollos de pergaminos, intentando buscar una solución al problema. Ya estaba concentrándose en los escritos, cuando sintió algo peludo y grande apoyarse en sus piernas.
El muchacho le dirigió una mirada positivamente asesina a la criatura. "Comadreja, por que diablos tenias que traer contigo al estúpido gato de Granger?"
No había terminado la frase aún, y ya estaba alzando la mirada para esperar una réplica de parte de la chica. Esperaba uno de esos insultos repetidos una y otra vez que siempre le lanzaba cuando hablaba mal de uno de sus amigos, por lo menos. Pero su visión la encontro callada, observándolo.
Se había vuelto una rutina común para ambos. Un dia ella lo miraría a él, el otro dia él a ella; de pronto, esas miradas pasajeras se tornaban intensas y terminaban haciendo cosas que no debían estar haciendo. ¿Por qué siempre parecía perder la cabeza cuando la chica Weasley estaba a su alrededor? Ella tenía ALGO...
Pero una cosa era dejarse llevar por las miradas. En esos momentos, ella no parecia desear hacer ningún movimiento. Draco empezó a sentirse incomodo. No estaba acostumbrado a que lo mirara tanto tiempo y no pasara nada después.
"¿Qué?" le preguntó cortante, mirando para el otro lado. Aparentemente era él, los pergaminos o el gato lo que la tenían tan intrigada.
"¿Lo estás?" le replicó ella, sin siquiera parpadear.
"¿Que si estoy qué?" le devolvió él, poniéndose de pie y guardando los pergaminos de nuevo en la maleta. Visto que ya había iniciado una conversación, no faltaría mucho para que él estuviera demasiado... preocupado... con otras cosas para pensar en ellos.
"Estudiando 'Mortifago 101'," le respondió, sonriendo brillantemente, como riéndose de su propia broma. También se puso de pie y lo observó, cruzándose de brazos.
Draco cerró su maleta con fuerza, y la atendió, con una ceja arqueada. "Qué te importa a ti, Weasley," dijo, como si con esa ultima palabra explicara todo.
Ginny se encogió de hombros, y caminó hacia el frente para recoger a Crookshanks del piso. El animal protestó al principio, pero después se acomodó como pudo en los brazos de la pelirroja. Inicialmente Ginny pensó en dejarlo en Hogwarts con Parvati y Lavender, pero por un lado, tendría que decirles lo que pasó. Y por el otro lado, temía que las chismosas muchachas se olvidaran del gato y él se muriera de hambre; Hermione la mataría.
"Sólo quería saber si los rumores estaban basados en la verdad," explicó, acariciando el pelaje anaranjado del gato. "Como por ejemplo... ¿es verdad que tu padre te golpeaba?" soltó, inesperadamente.
Tan inesperadamente, que a Draco casi se le cayó la maleta de las manos. "¿Qué?! ¡¿Estás delirando?! ¿Por que me golpearía mi padre?" preguntó, tratando de encontrar sentido en su mente al por qué alguien iniciaría un rumor tan absurdo.
"¡Calma, sólo era una pregunta!" exclamó ella, viendo que el chico no estaba muy contento. "Yo no fui la que se salió con eso. Cierta gente estaba un día pensando en por qué eres... pues... un imbécil, y llegaron a la conclusión de que tal vez tu padre te golpeaba y tú te habías vuelto rebelde. Yo que sé. Solo lo escuché."
"Si quisiera ser rebelde, me teñiría el cabello de azul, usaría ropa de cuero y me haría seis perforaciones en la nariz," replicó él, cortando las protestas de la pelirroja. "No tengo razón para rebelarme. Mi padre me da todo lo que yo quiera."
"¿Así que básicamente eres un idiota malcriado que actúa mal solo porque quiere?" lo interrumpió ahora ella, dejando al gato en el suelo. Crookshanks pensó que era mejor desaparecer de la escena, y se fue a buscar algo que comer.
"Yo NO," comenzó el, un tono mas pálido que antes, "soy malcriado. Simplemente soy mejor que todos ustedes."
"Ah, bájate de las nubes, Malfoy," dijo, haciendo un ademán con las manos en señal de enojo. "El dinero no lo es todo."
"Claro que sí lo es," le devolvió el. "Tú eres la que no tienes idea de lo que hablas. Todo se mueve por dinero. Por poder. Pero que vas a saber tú, si estás del lado de los niños buenos," terminó, en forma despectiva.
"Pues si tanto detestas a los 'niños buenos'," afirmó, "entonces ¿por qué envidias tanto a Harry, eh?"
"CÁLLATE!" exclamó él, y Ginny no pudo evitar temblar un poco. "¡Tú no sabes nada! ¡Has vivido siempre encerrada en tu pequeña burbuja de amor y ternura, claro que no sabes cómo la gente es en verdad! Pues adivina... el mundo tiene un lado oscuro. Y si no eres superior a los demás, te hundes. Así de simple."
Ginny lo contemplo, atónita. Tenia los puños muy apretados y los brazos le temblaban. Sus ojos grises estaban casi descoloridos y su respiración era entrecortada. "Es por eso..." empezó, insegura de si debía formular esa pregunta. "Es por eso que quieres ser un mortífago?"
Sus puños se soltaron repentinamente, como si de una exhalación, la tensión hubiera salido de su cuerpo. De pronto Ginny recordó a ese Draco Malfoy que había visto en el salón de Estudios Muggles el dia antes de Navidad. Ese que la asustaba, pero que le hacía desear darle un abrazo reconfortante al mismo tiempo. El muchacho la miró a los ojos, con una expresión definitivamente triste y una risa seca, y le contestó:
"¿Y que más hay para mí?"
Con esa frase, Ginny supo que ya lo comprendía todo. Obviamente, el daño que le había hecho su familia era mucho mayor que unos simples golpes. Estaba claro que esa actitud que siempre tenía no podía ser actuada. En realidad creía todas esas cosas. ¡Era como si le hubieran lavado el cerebro! ¿Qué clase de monstruos eran Lucius y Narcissa Malfoy, que podían distorsionar la realidad de un pobre muchacho de esa manera? Eso sólo la hizo enojar más.
"¡¿De verdad crees eso?!" gritó más que preguntó, acercándose a él. "¡Tú eres el que está fuera de lugar! ¡Tú eres el que ha vivido encerrado, encerrado en la oscuridad! ¡Te has acostumbrado tanto a ella, que te rehúsas a ver que en el mundo hay cosas y personas que no se ajustan a tu idea de la corrupción! ¡Existe el mal, pero tambien existe el bien! ¡Y al final, no se puede llegar a la felicidad con el dinero, porque siempre te vas a quedar SOLO! ¡Como tú lo estas! ¡No tienes amigos, ni nadie que te quiera, porque quieres siempre ser superior a los demás! ¡Y si tus padres hubieran detenido sus planes megalomaniacos de obtener poder para enseñarte a QUERER, como lo hicieron mis padres, o los padres de Harry, que lo amaron hasta MORIR, tú podrías ver que tienes más opciones que ésa!"
El rubio estaba tan estático como si ella le hubiera dado un golpe. Por un momento hizo silencio, jurando que podía escuchar los latidos de su corazón acelerándose con la adrenalina. Por lo menos había demostrado que la pasión que obviamente existía entre ellos no siempre estaba dirigida al plano físico.
"Al final, tu filosofía esta errada... A pesar de tener tanto dinero, nunca pudiste comprar un vistazo hacia la luz."
Draco sentía que sus paredes se desmoronaban poco a poco. Descontrolado, no lo pudo soportar más, y corrió, desapareciendo tras las rocas.
*-*-*-*-*-*-*-*-*
Si hubiese habido alguien alrededor, de seguro se habría asustado por el sonido de las hojas secas partiéndose bajo una pisada. Afortunadamente, no había nadie por esos lares, quizá porque ese mismo miedo los había alejado a todos.
Por alguna razón, la noche estaba mas oscura que de costumbre. Una gran nube gris cubría la luna, y las estrellas no tenían el brillo de siempre. Las montañas que rodeaban el pequeño valle evitaban el paso de la luz de ciudades cercanas, y los vestigios de casas que estaban alrededor del área echaban al viento las últimas esperanzas de vida. No era extraño, entonces, el ambiente de terror que se acercaba, en la compañía de aquellas dos misteriosas figuras.
"Ya ni recordaba este lugar. Es impresionante. La magia se siente en el aire, aún después de tanto tiempo. Godric's Hollow... Ojalá pudiera traerme buenos recuerdos."
Había hablado la primera, que iba al frente, alta y delgada, sosteniéndose en un largo cayado oscuro. Su voz era grave pero silbante, como la de una serpiente. E igual de sigilosa que aquel animal, se paseaba por el lugar, con cuidado de no pisar ningún trozo de madera podrida. Al fin, se detuvo frente a un montón de escombros, apenas evocando la imagen de la residencia que quince años atrás se había levantado en ese sitio. Con algo de lentitud, se volteó hacia su acompañante, que se había rezagado unos metros.
"Colagusano... no es el momento de sentir culpas extintas hace años. Muevete."
La segunda figura, mucho mas pequeña y menos esbelta, asintió, y rápidamente se acerco a la otra, deteniéndose a su lado. "¿Señor, está seguro de que era necesario venir aquí? El Ministerio puede tener el área vigilada y..."
El Señor Tenebroso no se molesto en seguir escuchándolo. "Colagusano, ¿qué he estado buscando todo este tiempo?"
El sirviente contestó, algo tembloroso. "E-en encontrar una solución a la muerte, S-señor, para poder gobernar el mundo mágico por siempre."
"Y, ¿no te parece que el hecho de que una de las personas que yo mismo maté haya vuelto a la vida puede darnos una clave?"
"S-sí, Señor..."
"¿Entonces cuestionas mi decisión de venir aquí a pesar de que el lugar donde se dio la muerte es el mas lógico para empezar la búsqueda?"
"P-por supuesto q-que n-no, Señor..."
"Entonces CALLATE y tráeme la Gema de la Verdad aquí. ¡YA!" gruñó el Señor, haciendo que Colagusano temblara hasta los huesos.
Corriendo hacia la parte más clara del Valle, apuntando hacia el este, alzó su varita y exclamo hacia la noche: "¡ACCIO GEMA DE LA VERDAD!"
Le tomó unos minutos, debido a la distancia. Pero de forma infalible, con una velocidad grandiosa, a manos de Colagusano llego una pequeña gema roja, parecida a un rubí. El hombre cayó, como reacción al impacto de la joya, sobre una pila de hojas secas que estaba tras él. Asegurándose de no dejarla caer, se levanto, y se sacudió las hojas que tenía en la ropa. Con mucho cuidado, entonces, le llevó la piedra a su Señor, quien la envolvió con sus pálidos y huesudos dedos, y se sonrió.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Ya muy entrada la noche, Draco todavía no había hecho acto de presencia. Ginny había decidido quedarse en el mismo sitio, para evitar perderse o que la atacase algún animal. No es que le tuviera miedo a los animales... después de todo, tenía un animal guardián. No era un perro feroz, pero un gato snob era lo más cercano que había, ¿no? Y además, ella había practicado mucho sus hechizos defensivos, y también podía lanzar patadas muy fuertes. Nada podría lastimarla.
Y también estaba el hecho de que Malfoy había dejado todas sus pertenencias allí. En algún momento regresaría.
Temblando un poco, decidió iniciar una pequeña fogata. Cuando la tuvo lista, se sentó sobre una roca para calentarse. Crookshanks se echó a sus pies y prontamente se quedó dormido. Ginny, embolsando su túnica y colocándosela detrás de la cabeza a forma de almohada, pensó en hacer lo mismo, pero decidió que seria mejor esperar un poco más.
Fue una suerte que así lo hiciera.
"Sí tuve un vistazo hacia la luz."
Ginny volteo su mirada hacia la derecha, encontrándose con el familiar muchacho de cabello platinado. Tenía las manos en sus bolsillos y la observaba de forma intensa. Ginny no sabía si sonrojarse o arquear una ceja. Por el momento sólo se quedó quieta, esperando a que él continuara.
"Y me lo diste tú."
Ella negó con la cabeza, confundida. "¿A qué te refieres?"
Draco se sacó las manos de los bolsillos y se las pasó por el cabello. "Mira, Weasley, entre tú y yo hay algo. Y aunque me cueste admitirlo... sí me gusta. Y quiero que siga así."
Ginny se mordió el labio, algo insegura. "Malfoy, yo..."
"Y si eso quiere decir que tengo un lado bueno," continuo, sin importarle que la estaba interrumpiendo, "entonces... no me queda otra opción." Mirando hacia todos lados menos hacia ella, agregó, casi entre dientes:
"Esta bien. Me rindo."
Ginny sonrió. Por alguna razón, le encantaba como sonaba esa frase en la voz profunda y lenta del muchacho. "Eso es exactamente lo que quería escuchar," sentenció, cruzándose de brazos.
"PERO," agregó Malfoy, ahora volviendo a mirarla, "no puedes esperar que me olvide de toda mi vida así tan fácil. Sabes que no es posible."
"No te estoy pidiendo eso," afirmo ella, sonando totalmente sincera. "Sólo quiero mostrarte que tal vez hay algo más para ti que ser un mortífago."
Draco se encogió de hombros, sonriendo. "Bueno, una probadita no me puede hacer daño, ¿cierto?" Volvió a meterse las manos en los bolsillos, y agregó. "Solo no esperes que cambie. De hecho me gusta como soy, ¿sabes?"
"¿Quieres decir tu personalidad egocentrista, necia y prepotente?" agregó ella, sonriéndole de vuelta.
"Todo es parte del encanto," le devolvió él, con un brillo divertido en los ojos. "No veo por que tendría que cambiar."
"Ah, me va a encantar corromperte," agregó ella, sentándose recta. Su túnica cayó al suelo.
"Estaría de acuerdo con eso, pero de seguro haría que mi abuela se revuelque en su tumba. Así que nada mas me sonrojare tímidamente," replicó el, rodando sus ojos, en forma sarcástica.
Ambos cayeron entonces en silencio, no incómodo, sino expectante. Ginny miraba a su alrededor, pensando en que podría decir después. Draco observó por unos minutos la llama de la fogata, callado.
"Hey,Weasley."
"Hmm?"
"Esta mañana me ofreciste algo a cambio de traerte aquí. Lo quiero ahora."
Sus miradas se encontraron sobre la luz del fuego. Así de pronto, la temperatura del área había subido varias decenas de grados. Ella se puso de pie, caminando hacia él. El caminó hacia ella, y se encontraron a medio camino, bocas primero y corazones siguiendo de cerca.
Ginny con descuido entrelazo sus manos en el cuello de el, mientras él la apretaba por la cintura, buscando cercanía. Con eso él hizo más presión sobre los labios de ella, y ella se vengó abriéndolos y acariciando el labio inferior de él con su lengua. Inmediatamente el reaccionó, devolviendo el sentimiento con creces. Labios y lenguas se encontraron sin parar, en una intima caricia. Draco la sintió rozar el cielo de su boca, y un flash casi eléctrico recorrió todo su cuerpo.
Estaba soltándole los botones de su camisa incluso antes de que empezaran a moverse. Ginny lo arrastraba hacia atrás sin hacer ningún esfuerzo; con lo débiles que se sentían sus rodillas, no era nada sorprendente. Ni siquiera veía hacia dónde iban. Solo se enteró de su posición cuando sintió que ella lo empujaba hasta tenerlo sentado sobre una piedra. Dado que nunca dejaron de besarse, ella cayó limpiamente en su regazo, cada pierna a un lado de su cuerpo. En cuestión de segundos, su ropa empezó a quedar regada por toda el área.
Draco soltó fácilmente el gancho que le sostenía el cabello recogido, dejando los rizos del color del fuego caer, tan suaves como la seda, y enredarse en sus dedos. Sus labios dejaron un camino cálido sobre la barbilla de ella, y su mano derecha serpenteaba lentamente por su pierna, por debajo de su falda, poco a poco. Ginny dejó escapar, desde muy dentro de su pecho, un ronroneo que solo logró darle más seguridad al muchacho.
"Di mi nombre," murmuró, con los ojos cerrados como para apreciar más lo que él la estaba haciendo sentir.
Él le contesto, besando su cuello con delicadeza: "Ginny," dijo, la voz opacada por el deseo.
"Di mi NOMBRE," repitió, con más insistencia, pasando una mano por los rubios cabellos mientras que la otra acariciaba el blanco y firme pecho de él.
"VIRGINIA," exhaló el, sin aliento, mientras seguía preocupándose por besar cada peca que tenia la chica en sus hombros.
Sus besos bajaban ya de la clavícula. Ginny se sentía completamente perdida. En cada lugar que la tocaba, su cara, su espalda, su pecho, su cintura, ella sentía que la quemaba, pero al mismo tiempo la hacia temblar. Eran tantas sensaciones al mismo tiempo, que realmente no sabía como sentirse. Draco, por el otro lado, no podía aguantar mucho mas. Sus manos suaves contra su pecho y los sonidos que emitía lo estaban volviendo loco. Tenía que tenerla, rápido.
Tuvo que poner sus manos en las caderas de la muchacha, acomodándola mejor en su regazo, para calmar un poco la presión que tenia en sus pantalones. Ella lo notó, y sintiéndose cada vez más excitada, arqueó su cuerpo contra el de él, poniendo sus pelvis en contacto. Draco gimió, y ella tomó su cara entre sus manos y lo volvió a besar profundamente. No pasó mucho para que él tuviera la cremallera de su falda suelta, y ella comenzaba a trabajar en el cinturón de sus pantalones...
"Miau."
Ambos detuvieron sus acciones, congelados. Lentamente, aun abrazados, miraron hacia un lado de la piedra en la que estaban sentados, donde, efectivamente, Crookshanks los estaba observando con una expresión gélida que parecia decir: Miren, pues. Ustedes ahí en ropa interior haciendo sus cosas, y yo aquí parado, haciendo de voyeur. ¿No les parece que así no es como debería estar pasando?
Ni que decir que se había arruinado el ambiente de la noche. Irritado, Draco rodó sus ojos. "Maldito sea el día en que decidiste traer con nosotros a Bola de Pelos, el Chaperón."
Ginny suspiró. "Tal vez sea mejor así." Draco la miró, como retándola a decir que podia ser tan positivo de la situación, y ella se encogió de hombros. Se puso de pie y recogió sus camisas, que habían caído peligrosamente cerca del fuego. Después de ponerse la suya, se acomodó entonces junto a él en la piedra, abrazándolo por la cintura y apoyando la cabeza en su hombro. "Deberíamos dormir... tenemos que levantarnos temprano para seguir buscando."
"Hn. Tienes razón," consintió el. Colocándose la túnica de Ginny detrás de la cabeza, y la suya, que estaba sobre su maleta en el piso, cubriéndolos a ambos, se recostó, pasando un brazo por sobre los hombros de ella.
"Así que soy tu ventana hacia la luz, eh?" preguntó ella, mirando las llamas.
"Que no se te suba a la cabeza," le devolvió el, inconscientemente jugueteando con un mechón de cabello rojo. "Dios, mi papá se va a volver loco cuando se entere de todo esto."
"¿Tu papá?" interfecto ella, arqueando una ceja. "¡Al mío le va a dar un ataque!"
Draco rio. "Sería como el golpe de gracia, saber que su única hija está con el hijo de su peor enemigo."
Ginny lo miro, tratando de captar algún sentimiento en sus ojos grises. "Y como tú no pretendes cambiar, me imagino que el sentimiento es mutuo."
"Bueno..." comenzó el, algo inseguro sobre cómo poner la siguiente frase. "Digamos que siempre pensaré que tu hermano es un idiota."
Ahora ella rodó sus ojos. "Me lo imaginaba. Pero te vas a tener que acostumbrar a ese idiota, porque pronto vamos a encontrarlos, y lo vas a ver muy a menudo."
"Hn," murmuró el, y Ginny no estaba segura de si eso era un sí o un no. "Debería decirte otra cosa," continuó, mirándola.
"¿Que será?" preguntó ella, cerrando sus ojos y poniéndose cómoda para dormir.
Draco inspiró profundamente y dejó escapar el aire antes de hablar. "Soy muy posesivo. Así que más te vale no andar mirando a Potty cuando los encontremos."
Ella sonrió, y lo abrazo más fuerte.
Crookshanks, seguro ahora de que se iban a quedar tranquilos hasta la mañana siguiente, se sintió satisfecho y, cabeza y cola en alto, volvió a echarse junto al fuego, para descansar.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Harry observó bien los paquetes plásticos que sostenía en sus manos. Por la tarde había enviado a Hedwig nuevamente al pueblo más cercano por alimentos, y ella había vuelto minutos atrás, con una cajetita de galletas de sorbeto, un cartón de leche, un vaso de celofoam y un paquete de chocolate en polvo. El pensó que quizá un chocolate caliente lo ayudaría a contrarrestar el frió. Ya había calentado la leche, y justo cuando se preparaba para agregar el chocolate al líquido, un recuerdo insistente invadió su memoria.
"Once sickles. Pero por quince te damos chocolate caliente..."
Frunció el ceño. La idea no sonaba tan descabellada. Después de todo, le habían dicho a cualquier lado, con tal de que sea en tierra. Y Harry podía estar perdido, pero si había algo de lo que estaba seguro, era de que Godric's Hollow estaba en algún lugar de la isla.
Rápidamente metió la comida en su baúl y redujo todo nuevamente, con el respectivo quejido de Hedwig al presentir que iba a ser guardada en un bolsillo otra vez. Terminado ese trabajo, tomó su varita y, con cuidado, la alzó con una mano, como quien llama a un taxi.
Como por arte de magia, y haciendo que árboles y rocas se apartaran del camino como asustados, apareció frente a Harry un autobús idéntico a los de uso público, pero en un color morado fuerte, que se detuvo a escasos milímetros de él. De la cabina salió entonces un joven vestido en el mismo color, que habló en voz muy alta.
"Bienvenido al Autobús Noctámbulo, transporte de emergencia para el brujo o bruja perdidos a su suerte. Sólo levante su varita, suba a-- eh?"
Harry no había esperado que Stan dejara de hablar para subirse al autobús. Notó con algo de aprensión que aun era el viejo Ernie quien conducía. Debía haberlo imaginado, por la forma en que no le importó la vegetación alrededor.
"¡Ernie! ¡Mira quién es!" exclamó Stan, subiendo tras él y deteniéndolo por un brazo. "¡Es Neville! ¿Ya sabes? Ese Neville que resultó ser Harry Potter! Te dije que tarde o temprano volvería a pasar por el autobús, ¿no te lo dije, Ern?"
"Ah," respondió Ernie, asintiendo con la cabeza. Obviamente estaba más preocupado por seguir su camino que por Harry, porque en ese momento aceleró, enviando a Harry volando a una de las camas. Stan, que ya estaba acostumbrado, no se incomodó mucho.
"Oye, Neville, esto no es Hogwarts. ¿Que haces aquí?" preguntó, curioso.
Harry, obviamente no tan entusiasmado como Stan, se limitó a acomodarse en la cama. "Es una larga historia. Cuánto cuesta que me dejes en Godric's Hollow?"
"Oh, eso seria un galeón y un sickle. Aunque por tres sickles más te puedo ofrecer--"
"Si, si, ya sé cómo va el asunto. Sólo quiero que me lleven, gracias."
Stan se encogió de hombros y decidió dejarlo tranquilo. Parecía cansado, y además, ya era muy de noche.
Harry simplemente se sentó y observó los paisajes que pasaban a medida que se alejaba de esa área.
Lo único que quedó de Harry en ese lugar cuando Hermione, Ron y Susan llegaron, apenas veinte minutos después, era un paquete vacío de galletas y las huellas de las ruedas del autobús.
I have to admit that I
I never thought I'd need someone this way
Cuz you opened my eyes so that I, I could see so much more
-- Laura Pausini, "Surrender".
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notitas de cali-chan ^.^
ya se que no se lo creen. ni yo misma me lo creo. TERMINE ORBE 9 CON MEDIO DIA SOBRANTE ANTES DE LA FECHA TOPE! y solo han pasado, errrr... cuatro meses desde que termine el ultimo capitulo (#_#). wow. que bien me siento.
este capitulo se lo quiero dedicar primero que todo a todas las personas que me estaban pidiendo "algo mas" entre draco y ginny. no se si les pueda dar mas que lo que paso en este capitulo porque, despues de todo, este fic *ES* PG-13 ^^;;; y tambien se lo dedico a azusa, porque se paso 5 horas frente al computador leyendo el fic entero (comprendo tu dolor... *glares @ lori & her PoUniverse*), y a honguito, por ser mi reviewer #130! *hugglez hongui* gracias gracias gracias a todos por leer mi humilde (y enorme) fic... me siento tan querida... *snif*
gracias totales a manuel, por ser un magnifico beta y tener comentarios buenos a pesar de que lo hice quedarse despierto hasta tarde cuando tenia que dormir para irse de viaje al dia siguiente. *hugglez manuel* you're the best!
soundtrack para este capitulo:
- "surrender", by laura pausini (no duh. incluso le cambie el nombre a la pieza, ahora la llamo "la cancion que sigue... y sigue... y sigue..." muerete de envidia, conejito duracell.)
- "penelope", by diego torres (no pregunten. soy extraña).
- "digale", by david bisbal (bueno... siempre podia cambiar "ya no esta, se fue" por "harry no esta, se fue" @_@).
- "en algun lugar", by contratiempo (idem a la de arriba. hermosa cancion, se las recomiendo).
- "lying awake", by our lady peace (la cancion me recuerda a voldemort por alguna razon).
pequeños trocitos de sabiduria (bien random) de parte de cali:
- adopte hoy un niño magico necesitado! solo tres sickles mensuales y recibira a cambio su sticker de padrino oficial de parte de la fundacion. tenemos a su disposicion actualmente a harry potter, draco malfoy, ron weasley, y muchos mas! llevese uno a su hogar y dele todo el cariño y afecto que le fueron negados durante su niñez! *hugglez the boys* (lol. rowling, que le has hecho a estos muchachos...?)
- el euro fue adoptado por la UE en el 2000 (si mal no recuerdo). calmense, banqueros. no pretendo revertir el sistema.
- mucha observacion trae malas consecuencias. no le hagan caso a lo que dijo galileo.
- las hormonas adolescentes son cosas muy impresionantes, no lo creen?
- viva la avena! *snorts*
- el sexo sin proteccion es malo. asi que, a menos que conozcan como hacer un hechizo anticonceptivo, o que lleven consigo a Bola de Pelos el Chaperon, no lo intenten.
- de dictionary.com-- "corromper: cambiar algo de su valor original."
en fin, ahora tengo una pequeña noticia que dar... si es buena o mala, eso depende de como se la tomen ustedes. el hecho es que voy a tomarme un pequeño receso en orbe, porque ya vienen mis midterms y en agosto son mis finals, y tengo que estudiarme cuatro continentes para geografia, hacer un monton de mapas, aprender el completo funcionamiento de una computadora, escribir un maldito essay para mi clase de freshmen composition, asi que voy a estar muy, MUY ocupada. pero don't worry, les prometo que tendre listo el capitulo 10 antes del proximo año (re-PLOP! ^^;;;;).
ademas, comprendanme. no solo escribo de harry potter, sino que tengo un millon de fanfics de otros fandoms sin terminar. lo cual ha creado una legion de fangirls y fanboys que estan detras de mi amenazandome con arrojarme a las babosas toxicas mutantes si no termino los fics que siguen. como dicen en el norte, "they're out for my blood". creo que ya es hora de que los atienda ^^ asi que voy a ponerme a trabajar en mis otros fanfics, empezando por los que tienen como AÑOS sin actualizar...
- "sometimes" de rurouni kenshin
- "sin titulo" de card captor sakura
- "sin titulo" de digimon
- "cuando la fantasia se va fuera de control" de harry potter
...siguiendo con esos de los cuales escribi un capitulo y los deje pendientes por seguir con orbe...
- "quimica de la discordia" de the zack files
- "ira y destino" de jonny quest: the real adventures
- "tu primero" de harry potter
- "y la noche cayo" de shaman king
- "peste negra" de x-men: evolution
- "la caida de drømmbakke" de saint seiya
...terminando con la continuacion a mis otros fics mas largos...
- "somnium insidiae" de harry potter
- "la ultima prueba" de harry potter
...y tambien iniciar algunas ideas nuevas que tengo, por ejemplo de shaman king y gundam wing. espero me comprendan, y esperen pacientes, que orbe 10 llegara algun dia.
reviews... hmmm... 13. mejor que el capitulo anterior, pero... *cali mira alrededor* REVIEWERS! DONDE ESTAN TODOS? y yo que estaba feliz de que la mitad de mis lectores eran R/Hr-ers, lol. que paso? los espante a todos, o es que perdieron el interes en hp? espero que vuelvan a leer, aunque sea por draco y ginny...
wil: *megablush* wow, yo no diria que "de calidad", pero si tu lo dices ^.~ ojala no te haya dado un yuyu, lol. entiendo lo que te pasa, a mi tambien. de pronto me digo "voy a escribir un poquito de mis fics", y me siento en la compu. para variar, termino escribiendo historias nuevas... y ni siquiera tres lineas, hay veces que solo escribo dos palabras y lo dejo pendiente. creando OTRO fic por terminar ¬_¬ que horror. para desbloquearte no sabria que decirte, excepto que escuches mucha musica y leas muchos fanfics... eso siempre trabaja para mi.
shagy sirius: deberia mencionar que me encanta tu nickname ^^ esta bien que no me puedas decir nada, con saber que lo leiste y que te gusto, tengo. muchas gracias.
esther: gracias, gracias. espero que este tambien te guste.
gwen: a mi tambien me encanta draco! no tanto como ron, y debo admitir que parte de la razon por la que me gusta es tom felton, pero no puedo evitar que me encante meterme en su cabeza. es un personaje tan complejo... y aqui hubo MUCHO draco/ginny, espero que te haya gustado. y respecto a ron... pos si, esta celosisimo. pero que mas se podria esperar, dada la situacion? que bien que no soy la unica que piensa que a harry se le zafo un tornillo, pero el jura y perjura que lo que esta haciendo esta bien, asi que ni modo. sobre H&H besandose "como amigos", ya veremos en que termina eso. y que bien que te caiga bien susan! ^.^ ojala y ron pensara lo mismo. gracias por tu review!
padme: ojala hayas salido bien en tu examen! que bien que te ayude en algo, se lo estresante que se pone la fisica por experiencia propia x.x
joyce (I): lo termine lo mas rapido que pude! sorry por la demora...
joyce (II): ya esta el capitulo! para que no tengas que esperar mas.
satin: squee!! *hugglez satin* que bello review. muchas gracias, yo tambien espero poder llegar a escribir profesionalmente en un futuro. no muchas personas aprecian la escritura de esa forma. me encanta que te guste mi fic. gracias por tu review!
laura: como hago? pues tomo mucha coca-cola, escucho mucha musica, leo muchos fanfics y en general cultivo mi locura cronica, lol ^_________^ me alegra mucho que te guste. gracias.
honguito (I): jeje, no te culpo por querer asesinarme... comprendo totalmente la tortura con la que los traigo a todos ^^ no es a proposito, en verdad! tratare de mejorar. que bien que te gusten mis historias! se me va a inflar el ego con esto de que tengo "fans"...
honguito (II): que es CQC? *is confused* pero bueh, las frases las puse precisamente para que pensaran mal (i'm evil, bwahaha! ]BD)
azusa: wow, largo review ^.^ tendre que darle las gracias a wil por la propaganda *.* que como hago para meterme en la psicologia de los personajes? pues es lo me paso haciendo todo el dia (si, no tengo vida ¬_¬), incluso aunque no estuviera escribiendo nada. todo es culpa de sigmund freud, el muy maldito ha influenciado mi vida positivamente ¬_¬ no sabes cuanto me satisface que te guste como describo a ron. esa fue mi meta mas grande desde un principio, hacerle justicia a ese chico que es tan maravilloso (es mi personaje favorito) pero tan subestimado en la mayor parte del fandom. la gente no lo sabe apreciar, con su lado bueno *Y* su lado malo, sigue siendo un gran personaje. claro que tienes toda la razon... nadie supera la tragedia de harry. respecto a las parejas, mas enredos no me pude haber hecho @_@ no se si lo puedas descifrar, si ni yo se como le voy a hacer todavia #_# draco actua extraño porque-- pues, tiene un enredo mental tan grande que no sabe como hacerle. en este capitulo como que se decidio, mas o menos, pero en realidad sigue pendiendo de un hilo... he querido ponerle actitud a ginny porque me molesta lo modosita que se ve en los libros ^^;;; no me da la impresion de que, saliendo de la familia de la que salio, sea asi en realidad. esperemos que rowling se de cuenta de eso tambien. me alegra que te haya gustado mi historia. muchas gracias!
storm: lindo nickname... lo tomaste por xmen? *cali is an obsessed fangirl* auch, tomala suave con los sartenazos, que soy delicada y si quedo en coma no voy a poder seguir escribiendo ^^ lol. ya lo continue! perdon por la demora, escribo lo mas rapido que puedo. que bien que te guste mi ficcie ^.^
en fin... ya que tan poca gente ha estado leyendo esto, voy a decir algo que nunca pense decir: SI NO RECIBO 15 REVIEWS O MAS PARA ESTE CAPITULO, NO VOY A SUBIR EL PROXIMO. estan advertidos. no escribo por los reviews, pero me toma mucho tiempo escribirlo, y me gusta escuchar sus opiniones sobre mi obra. si nadie me las va a dar, entonces simplemente no lo publicare. lo escribire para mi misma y ya.
EN EL PROXIMO CAPITULO! errr... en realidad no lo se todavia ^^;;; por lo que tengo entendido, volvemos a pisar hogwarts por unos minutos, para apreciar las reacciones. ron va a cambiar de parecer con respecto a ALGUIEN... y cali va a tratar de hacer las notas de autor mas pequeñas que el fic en si ^^;;; y finalmente encuentran a harry. que, habia olvidado mencionarlo?
ninguna lechuza y/o gato fue lastimado durante la produccion de este capitulo. aunque estoy segura de que malfoy habria deseado lo contrario ^^;;; *snort*
intentare dejar snippets a medida que escribo, pero si no puedo, revisen mi ficlog (kyoudai.net/blog) periodicamente para ver si encuentran alguno. si quieren leer mis otros fanfics, vayan a mi pagina de autor o aun mejor, a mi pagina de escritos (kyoudai.net/ame). dejenme reviews! chau... -cali-chan.
