Titulo: Heartache
Autor: Edward Wong H.P.
E-mail:
Rate: PG-13
Summary: Algunos cuantos capítulos auto conclusivos acerca de cómo Miroku e InuYasha tratan de lidiar con su amor o.o Un mundo rosa donde las cosas siempre salen bien :3
Pairings: Inuyasha/Miroku.
Words: Unlimited Words

Drabble I- Merry Christmas, stupid monk.
En navidad las personas obsequian cosas a quienes aman. Ni siquiera tiene que ser algo caro porque el simple hecho de dar es mucho mejor que recibir.
Sin embargo Miroku no había dado ni recibido nada aquél año.
"Esas son tradiciones occidentales." había refunfuñado, cuando Kagome les explicó el hecho del por qué les llevaba cosas a todos, e incluso rechazó los pendientes que la joven había comprado para él. "No entiendo por qué debemos someternos a las creencias paganas y no a nuestras propias raíces budistas."
Kagome no había objetado nada, pero por su mirada y la forma en la que se metió el obsequio dentro de los bolsillos del abrigo las palabras sobraban: De haber sido Inuyasha quien lo hubiese dicho, ahora habría un enorme agujero en el suelo.
Sin embargo las cosas con el sacerdote nunca eran iguales.
Algunos pasos se acercaron por el pasillo de la casa en donde habían conseguido alojo la noche de navidad y de pronto, en medio de la oscuridad interrumpida solamente por la luz de la vela, un cuerpo se sentó a su lado, pesadamente.
Miroku sonrió, con la cabeza inclinada sobre su pecho y los ojos cerrados.
"Buenas noches, Inuyasha."
El otro no respondió, simplemente estiró sus brazos hacia arriba e inclinó su mirada hacia la nieve que se extendía afuera de las puertas de la habitación.
Permanecieron en silencio algunos minutos, escuchando las risas lejanas de Shippou y los chillidos de Kirara.
"Estarán abriendo sus regalos." gruñó el houshi, sin abrir sus ojos.
"Seguramente, y tú deberías de ir a hacer lo mismo."
"No voy a rebajarme nunca a celebrar una tradición occidental." respondió, de mala gana. "No comprendo cómo es que ustedes son tan sencillos de convencer."
Silencio. Inuyasha respiró profundamente.
"Tengo algo para ti, bouzou."
"¿Qué?"
"Voltea."
El sacerdote no se molestó.
"Te he dicho que..."
"Yo te he dicho que voltees." y sin tiempo para objetar sintió el tirón de su ropa y su cuerpo golpeando al del hanyou bruscamente. Después, con los ojos bien abiertos, cómo los labios calientes de Inuyasha se cerraban suavemente sobre los suyos.
No tuvo tiempo para responder. Inuyasha le soltó, se puso de pie y salió de la habitación dejando a un aturdido houshi allá adentro.
"Feliz navidad, houshi-sama." fue lo último que alcanzó a escuchar, antes de que las últimas hebras del largo cabello plateado desaparecieran por la puerta.

Drabble II- The First Spring Flower.
Encontró aquél lugar cuando su nariz percibió un agradable aroma en medio del valle cubierto de nieve. Había echado a correr ignorando los llamados de sus compañeros hasta que frente a sus ojos apareció un trozo de colina cubierto de pasto recién nacido.
"¿Inuyasha?" llamó una voz, e Inuyasha no tuvo que volver el rostro para saber de quien se trataba.
"Estoy bien, bouzou." respondió, sentado a cuatro patas sobre la agradable hierba húmeda. "Solamente.."
"Este lugar es muy bonito." observó el houshi, apoyando su báculo sobre el suelo sin hielo. "Estoy seguro de que a Sango le gustaría que encontrase para ella la primera flor de la primavera."
El hanyou ahogó un gruñido, viéndolo de reojo.
"¿Para qué podría una taiji-yin (A/N: no me acuerdo cómo se escribe OoU) querer la primera flor? Suelen ser muy pequeñas y frágiles."
"Siempre es la más hermosa." dijo Miroku, de pie a su lado. "Y una cosa tan hermosa siempre va junto a alguna persona todavía más bonita."
"Keh. Eso es estúpido." resopló el hanyou, poniéndose de pie. "Será mejor que regresemos o..." sus ojos se toparon con una pequeña flor de 5 pétalos blancos que desprendía un profundo y agradable aroma. Se tambaleó ligeramente, embriagado con su olor, hasta que un par de manos le sujetaron por los hombros y la flor se enredó entre su pelo.
"Contigo está perfecta." murmuró el houshi, besando su frente.
Inuyasha respiró profundamente. Tan pequeña y frágil.

Drabble III- Nightmares.
Miroku se revolvió por centésima vez, entre sueños. Su rostro entero perlado por el sudor, un gesto de terror y la mano izquierda fuertemente cerrada alrededor de la derecha. Soltó un fuerte gemido de dolor y de pronto su pesadilla se desgarró cuando una mano tiró de él hacia afuera del mar de oscuridad en el que se había sumergido.
La pálida luz dorada de la fogata ya consumida acarició su rostro y se reflejó en el cabello blanco que caía en cascadas frente a él.
"I..Inuyasha.." jadeó, apretando la muñeca de la mano que Inuyasha había cerrado sobre el cuello de su ropa. "¿Qué..?" su respiración todavía acelerada, dolorosa.
La dura expresión del hanyou se decoloró hasta convertirse en una de alivio.
"Tranquilo." murmuró, en una voz baja que envió una descarga eléctrica a través del cuerpo del houshi. "Tenías una pesadilla pero ya todo está bien." una ligera sonrisa se formó en sus labios mientras aspiraba fuertemente el pesado aroma a terror que envolvía el cuerpo del sacerdote. "¿Qué ha pasado?"
Miroku guardó silencio algunos segundos, sin soltar la mano que tampoco le había soltado a él. Observó fijamente los ojos ambarinos que le miraban preocupados y de pronto inclinó el rostro, con las mejillas fuertemente ruborizadas y un par de lágrimas luchando por escapar de sus ojos.
"Y-yo..." apretó fuertemente su puño derecho. "Estaba solo en algún lugar muy oscuro. Entonces mi mano comenzaba a doler y... el kazaana..." su voz se quebró violentamente. "Tuve mucho miedo, Inuyasha... y ustedes no estaban ahí para.."
Sus palabras murieron al sentir el tirón de su cintura que impulsó todo su cuerpo hacia el de Inuyasha y aquél par de brazos que se cerraron alrededor de su torso. La mano del hanyou acarició torpemente su pelo y los labios de Inuyasha sobre la piel de su cuello le hicieron estremecerse por completo.
"Eso no va a sucederte nunca, bouzou, porque yo no voy a dejarte solo jamás."
"Inu-Inuyasha.." las lágrimas rompieron el rubor ardiente de sus mejillas y las palabras se atoraron dentro de su garganta. "Yo.."
"Te prometo que asesinaré a Naraku con mis propias manos antes de permitir que te suceda algo malo, ¿Escuchaste? Estarás bien; yo no voy a dejarte morir."
Cerró sus ojos y sus brazos aferraron también al hanyou a su lado, desesperadamente. Podía sentir las lágrimas escurriendo por su rostro.
"Inuyasha..."
Los dedos del hanyou acariciando su espalda enviaron sensaciones atronadoras por todo lo largo de su espina dorsal. Entonces Inuyasha le empujó suavemente antes de inclinarse hacia él y besar suavemente sus labios.
"No quiero que mueras, bouzou." su voz se quebró de pronto, ante la sorpresa del sacerdote. "Quiero que te quedes a mi lado para siempre..."
Permaneció en silencio hasta que los latidos de su corazón fueron como cañonazos a los oídos del hanyou. Entonces asintió fuertemente y volvió a apretar el cuerpo de Inuyasha entre sus brazos.
"Me quedaré contigo, Inuyasha. Mientras así lo desees."
Volvieron a abrazarse y sus mejillas se rozaron con el movimiento. Ambos se habían ruborizado.
"Te amo, bouzou de mierda."
Una sonrisa cansada apareció en los labios del houshi, quien con los ojos todavía cerrados besó el pelo del hanyou.
"Yo también te amo, Inuyasha."

notas: Drabbles 1 a 3 o.o... Aceptación. Lo dejo hasta aquí por el momento. Si recibo reviews tal vez continúe con las siguientes partes o.o... y tal vez surja algo más :) Éste es el primer fanfic de Inuyasha que publico e incluso apenas estoy viendo los primeros capítulos de la serie, así que perdonen cualquier error XD Adiox.

D'Monkey Ruffy, Jul 19, '04.