Capitulo 14

Hogsmeade III

Llegue hasta la puerta de Las Tres Escobas y me dispuse a entrar, a través de la ventana vi a Potter, Weasley, y la sangre sucia, hablando sobre algo bastante preocupados,

**bueno no se preocupen, no los molestare por mucho más tiempo** pensé.

Había decidido irme lo antes posible de ese lugar mi mente estaba a punto de colapsar y no tenía ni fuerzas ni ganas de fingir ser un pobre niño al que dejaron solo.

Entré al bar y para mi desgracia estaba lleno, presentí que iba a hacer una escena y el que el bar estuviera a rebosar de alumnos de todas las edades no me ayudaba mucho.

Aparenté buscar la mesa de los Gryffindors con una expresión de preocupación, y para mi sorpresa vi como Potter levantaba una mano señalándome el lugar donde estaban.

-Hasta que llegaste- dijo el pelirrojo medio en broma medio en forma de reproche.

-Mshhmsjjshh- murmure algo, y me senté a su entre él y Potter, ellos se miraron entre ellos y luego continuaron bebiendo sus cervezas de manteca en silencio, llego Madame Rosmerta y me trajo una cerveza a mí.

Yo, por mi parte, miraba mis manos con mucho interés, no podía mirar directamente a Potter a los ojos, no quería hacer mi típica escenita. Estaba así cuando me distraje en sus manos que en ese momento descansaban en la botella de cerveza que traspiraba entre sus dedos.

Sin más ni más mi mente comenzó su conocido camino al abandono, pero a diferencia de las veces anteriores en lugar de recordar cosas de mi pasado mi imaginación dio rienda suelta a algo que había estado en mis pensamientos todo el día, aun sin que yo me diera cuenta. Mi sueño de la noche anterior.

Las gotas recorrieron sus manos tal como en mi sueño recorrieron su torso semidesnudo, las imágenes recorrían mi mente una y otra vez, Potter encima de mí, Potter acariciando mi pierna desnuda, recordé lo que se sentía estar atado y amordazado, el ser torturado por Potter.

-Y... ¿están estudiando para los NEWTs?- pregunto de repente la sangre sucia, sacándome de mis pensamientos, pero la sensación de Potter acariciando mi piel no se marchaba.

-Ya basta Hermione, preguntas lo mismo a cada instante, y mil veces te dijimos que si- contesto de mala gana el pelirrojo, pero yo no les prestaba nada de atención, ya que tenía el peor problema del mundo, el recuerdo de mi sueño estaba surgiendo efecto en mí, o mejor dicho en una parte en particular de mí anatomía.

Sentí como crecía mi pene en mi apretado pantalón, **Diosssssss, esto no puede estar sucediéndome a mí** pensé, y empecé a buscar con la vista una salida fácil hacia los baños.

-Aja y supongo que ya has hecho también la tarea de Adivinación ¿verdad?- dijo con un tono triunfal la muchacha, yo que en ese momento estaba buscando alguna salida hacia el baño, descubriendo, para mi malestar, que estábamos rodeados de mesas con alumnos charlando y bebiendo muy felices en ellas, sentía como me sonrojaba y como me corría la traspiración por la nuca.

-Bueno lo que pasa es que necesito que alguien me cuente lo ultimo que soñó para hacerla- dijo en forma de excusa el pelirrojo y lo escuche perfectamente por que la palabra "soñó" me puso los pelos de punta, **que no pregunten a mí, que no me pregunten a mí** rogaba silenciosamente.

-¿Y por que no le preguntas a Harry?- dijo la sangre sucia, salvándome de la vergüenza.

-Es que Harry ya lo hizo con Neville... ya sé ¿por que no me ayudas tu Hermione?- dijo el pelirrojo esperanzado.

-Oh Ron, es que ya le dije mi sueño a Parvati Patil- dijo la muchacha un poco arrepentida. Mientras tanto yo buscaba desesperadamente una forma de escape, finalmente decidí que mi túnica era lo suficientemente amplia como para tapar mí erección, e iba a levantarme cuando escuche que Potter pronunciaba mi nombre.

-¿Por que no le pides ayuda a Draco?- dijo repentinamente, yo me gire hacia él, e iba a protestar pero no me dio tiempo -¿Por que no lo ayudas tu Draco?- me dijo y para mi mortificación asentí sin darme cuenta.

-Bueno entonces algún día nos juntamos y hacemos el trabajo- dijo el pelirrojo.

-Oh si, si me parece bien- dije aliviado de tener tiempo para inventar algo o soñar otra cosa.

-No, Ron, nada de eso, tienes que hacer la tarea ahora a sí después no tienes que andar a las corridas ni inventando cosas.- intervino la sangre sucia, y en ese momento realmente la odie.

-Oh Hermione es sábado, y... y... no tengo con que escribir- dijo el pelirrojo, **si, si por favor, no ahora** rogaba mentalmente

-Pero Ron, sabes bien que después no lo vas a hacer, y además Malf... Draco compro pergamino, tinta y plumas te puede prestar un poco- cuando termino de decir esto los tres de dieron vuelta y me miraron, la sangre sucia de forma inquisitiva, el Weasley suplicante y Potter curioso.

-Eh... claro, claro, pero por que no lo hacemos cuando llegamos a Hogwarts- **no por favor, no por favor** suplicaba mentalmente, y trataba de buscar una salida a ese terrible embrollo.

-Lo que pasa es que después Ron no termina haciendo nada ¿entiendes? Por eso lo mejor es que lo hagan ahora ¿nos prestas unos pergaminos?- dijo y después de que asentí muy a mi pesar empezó a revolver mis bolsas de compras.

-Aquí tienes tinta y pergamino... ¿qué es esto? ¿Para que compraste esto?- me pregunto desconcertada y me alcanzó el pergamino, que resulto ser un calendario mensual.

-Ehh es un calendario, ya sabes... - dije de forma casual, pero ella continuo mirándome.

-Pero Draco, no es un calendario... bueno si lo es pero no uno común ¿entiendes?- me dijo de forma confidencial, para que solo nosotros cuatro lo escucháramos, yo me limite a mirarle perplejo y levantar los hombros.

-¿Es que ninguno se da cuenta?- dijo exasperada la sangre sucia- Hay chicos... ese calendario es solo para brujas ¿entienden?- pero los tres solo nos miramos entre nosotros y luego a ella- ese calendario es para... ya saben... ¿no se dan cuenta?... ese calendario es para marcar el ciclo menstrual-

-Haaa... Hooo. Huuggg- fue mí respuesta.

-¿Es que no te diste cuenta cuando lo compraste?- me dijo perpleja.

-No realmente no, pero no importa bueno no sé... si no se puede usar para escribir, no sé... ¿lo quieres?- lo dije antes de darme cuenta, ella simplemente me miró como si tuviera algo en la cara pero eso era lo que menos me importaba.

Mire hacia ambos lados buscando una salida, pero nada aparecía, mi problema estaba peor que nunca pero por el momento lo podía controlar solo tenía que buscar como llegar hasta el baño. Ahora me estaban mirando los tres de forma extraña ¿qué había hecho? ¿Tal vez se había ofendido por el ofrecimiento?.

-Ehh... no era por ofenderte... si no lo quieres... no sé... si no lo quieres tíralo- dije realmente no sabia que había hecho mal.

-No, no, nada que ver, no estoy ofendida lo que pasa es que, te salió más de diez Galeons... ¡Draco! ¡Eso es mucho dinero!- dijo entre sorprendida y escandalizada. Pero yo me limite a levantarme de hombros y a mirarla, era cierto que bastante oro pero no tenía ganas de volver a ese lugar a reclamar un cambio o devolución.

-¿No te importa tirar a la basura tanto dinero?- me pregunto horrorizado el Weasley a lo que conteste negando con la cabeza. - como se nota que no es tu dinero- dijo pero por la cara que puso después de decirlo me di cuenta que no se había dado cuenta que lo estaba diciendo en voz alta.

-Bueno en todo caso podemos acompañarte a cambiarlo más tarde- se apresuro a decir Potter para que dejáramos de mirar al Weasley. Pero las palabras de Weasley aún resonaban en mi cabeza.

-¡¿A que te refieres con eso?!- pregunte más fuerte de lo que quise pero la acusación me había sorprendido tanto como enfadado, hasta habían hecho que olvidara la erección que tenía en mi apretado pantalón.

-¿Por qué no pedimos otra ronda de cervezas?- dijo nerviosa la sangre sucia, pero su intento de distraernos no funciono.

-Yo quiero una ¿ustedes quieren?- dijo Potter tratando de atraer nuestra atención pero no funcionaba, los ojos de cada uno estaban puestos en los del otro.

-Me refiero Malf... Draco a que... bueno lo que dicen todos- dijo entre nervioso y enfadado.

-¡¿Y que es lo que dicen todos?!- pregunte, realmente quería saber que era lo que decían.

-Madame Rosmerta ¿Nos trae otras cuatro cervezas? Por favor- dijo la sangre sucia con voz inquieta, Potter se limitaba a mirarnos alarmado.

-Bueno... no digas que no sabes... - pero como yo me limite a mirarlo imperturbable continuo - Dicen que tu padre saca su dinero de las arcas del ministerio, que gasta el dinero de nuestros impuestos- termino diciendo.

-¿Y ustedes que creen?- pregunte realmente quería saber si creían esa estupidez, por supuesto que mi padre ganaba más dinero del que debería en el ministerio, entre arreglos internos y algunas cosas un poco bastante fuera de la ley, pero de ahí a vivir de ello... además todos sabían que nadie puede sacar ese dinero de esas arcas, estaban terriblemente hechizadas, mi familia había robado dinero y si que lo había hecho bien pero jamás nada que se pudiera comprobar, eso jamás, estaban hablando sin fundamentos y eso me enfurecía si querían juzgarme que lo hicieran en el ministerio con una orden de arresto para Azkaban como debía ser.

-Bueno... -empezó la sangre sucia- ¿de donde sacan tanto dinero entonces?- dijo ella, Potter siguió mirando la puerta como esperando uqe alguien entrara a detener la inminente discucion. La erección me estaba matando, **por que diablos tuve que ponerme justamente ese pantalón**, pero no estaba dispuesto a dejar esa conversación allí.

-No pensaron que tal vez era una herencia familiar- pero un bufido del Weasley me dijo que jamás creerían eso, que era la pura verdad, aunque también mi padre y mi abuelo habían hecho muchos buenos negocios a lo largo de su vida.- Bueno si no pueden creer eso entonces esto ¿jamás pensaron que tal vez nuestra fortuna nos la había dado el Señor Oscuro?.-dije solo para ver su reacción al parecer o no lo habían pensado o realmente los había sorprendido con mi pregunta.

Los tres se miraron horrorizados entre ellos y luego me miraron a mí de la misma manera sin embargo en el rostro de Potter pude ver ¿decepción? ¿Me estaba mirando con decepción?.

-Bueno ¿qué creen ustedes?- pregunte nuevamente para ver que me contestaban ahora. Ni el Weasley ni la sangre sucia me contestaron inmediatamente sin embargo Potter me miro a los ojos y justo cuando estaba cayendo en mi letargo su voz me saco.

-Yo creo... que si Lord Voldemort- cuando pronuncio ese nombre un escalofrió me recorrió la espina- les dio ese dinero, entonces tienes en tu conciencia muchas vidas, Malfoy- me dolió mucho que me llamara por mi apellido, por su tono de voz me di cuenta que el también estaba dolido, seguramente le hice recordar a sus padres.

-Mi familia es una de más ricas del mundo mágico desde que se conoce el nombre Malfoy, somos una de las familias más ricas desde que se tiene memoria y yo podría pasarme la vida gastando millones de Galleons por años y aun quedaría suficiente dinero para que también lo hagan mis hijos y mis nietos.- estaba exagerando un poco, pero si éramos muy ricos, suficiente como para que tres generaciones vivieran con todos los lujos sin necesidad de trabajar. Pero al ver que esto no les convenció les di una contestación a la Malfoy. - Pero si esta explicación no es suficiente para el trío de oro de Dumbledore pues bien pueden irse al carajo.- **ahora si que la cagué** pensé y por dentro me sentía fatal, pero mi orgullo Malfoy donde estuviera escondido no me permitía retractarme.

Estaba esperando los insultos, las caras de indignación, las bofetadas e improperios pero nunca llegaron, en cambio escuche como explotaban tres carcajadas **¿pero que diablos les causa tanta gracia?** estaba indignado no sólo creían a mi familia lo peor y aunque sus prejuicios estuvieran algo fundamentados, no les daba derecho a juzgarnos, el hecho de haberme criado entre lameculos no me había preparado para esta situación donde las personas no se desvivían por agradarme.

No tuve tiempo de preguntar que era lo que les causaba tanta gracia entre los balbuceos de Weasley y las lagrimas de Granger descifré algunas palabras que se fueron convirtiendo en frases a mediada que se les pasaba el ataque de risa.

-Jajaja trío de oro, jajaja- se reían a la vez, mientras estaban en pleno ataque busque una salida para ir al baño, no podía más **Diosssssss, este maldito pantalón en cuanto llegue a Hogwarts lo voy a cortar en mil pedazos a quemar hasta que se haga cenizas** pensaba a la vez que buscaba una salida, y la encontré cuando unas chicas se levantaron de su mesa para irse.

**Gracias, gracias, gracias, mi salvación** me pare enseguida y trate de ir hacia el baño, pero una mano me detuvo mire hacia el lugar de donde me detenían y para mi regocijo vi que Potter me había tomado la mano para detenerme, me detuve en seco y me quede mirando esa mano que me había detenido, me liberó gradualmente.

-No te enojes... no nos reímos de ti, nos reímos de lo "trío de oro"- dijo suavemente mientras sus compañeros se tranquilizaban un poco y asentían muy risueños.

-No, no estoy enojado solo quiero ir... - y el desastre vino, todo fue como si tardara siglos en suceder y yo solo era un espectador que no podía hacer nada más que observar horrorizado.

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Notas de la Autora:

Gala1: Bueno aquí tienes el otro capitulo y muy pronto tendrás el que sigue. Espero que este te guste tanto como los otros.

Akhasa: A mí también me dan ganas de abrazarle y consolarle, pero claro no puedo así que me contento escribiendo este fic, al final alguien va terminando abrazando a Draco. Lamento que este capitulo se allá hecho esperar tanto prometo que el próximo lo voy a subir pronto.

Fatima Gochi: Bueno, para abrazarle vas a tener que hacer fila, que yo estoy hace bastante rato esperando una oportunidad de hacerlo. Sobre las copias bueno que tengas muchas suerte al intentar conseguirlas, no creo que Severus y Draco te dejen el camino libre.