Capitulo no. 3

"Nadie escapa de mi" Helena dio una enorme risa ante el grupo de niños que le habían hecho perder su almuerzo.

Luego de casi veinte minutos de perseguirlos entres callejones, brincar muchos basureros y pasar por pequeños pasadizos, ella pudo agarrar al que parecía ser el líder del grupo cayendo los dos al piso. El resto de los niños al ver lo que sucedió, regresaron a ayudar a su jefe pero los chicos se dieron por vencidos ya que Helena les contó que ella era una gitana con poderes especiales y que si ellos se atrevían a atacarla podrían entonces ellos podían llevarse a su casa a un sapito como jefe.

"Esta bien, lo sentimos mucho" el niño jefe le dijo "podemos irnos antes de que hagas lo que dijiste que me harías"

"no tan fácil niño, primero darme algo a cambio para poder quedar a mano" ella se arrodilla y toma una bolsa de caramelos que se le cayeron al niño "deseo todos tus caramelos"

"que" el niño grito "estas loca, nos han costado una fortuna y tu emparedado no cuesta ni un décimo" este le respondió

"para tu información mocoso, ese emparedado vale el doble. Triple o cuatrogesima vez mas que tus pastillas" Helena mira con misterio al niño, este retrocede un poco "como es que era el hechizo para convertir niños en sapos"

"esta bien, tómalos, déjanos ir ya" el niño le grita asustado "no nos hagas nada por favor"

Helana se ríe en su interior "definitivamente, los niños de hoy en día no saben nada de historia, una gitana nunca podrá hechizar a nadie, bueno eso creo"

"esta bien pueden irse una vez me hayan respondido una pregunta" ella les dice y todos los chicos se miran "deseo saber en donde puedo encontrar el Edificio Woshimi"

Ninguno de los chicos parecían saber del edificio, su expresiones faciales demostraban mucha confusión ante el nombre del lugar hasta que uno recordó la información "claro, ya recuerdo, ese edificio esta justo al final de esta calle, nosotros no pasamos mucho por ahí por ser un basurero"

La joven se memorizo las palabras del niño "ya se pueden ir" ella se da la vuelta con su botín y ellos se alejan en sus bicicletas a toda velocidad.

Caminando en dirección recta tal como le dijo el niño miró su reloj "seis de la tarde, me queda una hora para que sea totalmente oscuro" comienza agilizar su paso.

Al pasar dos cuadas, freo ante un edificio color crema del cuatro pisos algo viejo y sucio "uff, por fin llegue" miro a un lado y vio que el nombre correspondía con el que le habían dado "ahora en busca del apartamento 204" saca de la bolsa de los niños dos barras de caramelos, uno se lo coloca en el bolsillo de su falda y el otro lo abrió dándole un enorme mordisco "es de nueces con caramelo, rico" guarda la bolsa de caramelos dentro de maleta y comienza a subir las escaleras.

Llego al segundo piso y se paro en el medio del pasillo, miro a la izquierda y luego la derecha. Vio una puerta que tenia marcado con marcador el número 204, camino despacio pues el momento de terminar su misión estaba cerca, su corazón latia rápidamente de los nervios y su garganta se torno reseca repentinamente que tragar un pedazo del dulce le dolió.

Respiro profundamente al quedar frente a la puerta, toco la misma pero nadie responde "buenas noches" ella dijo pero el silencio aun se mantenía, toca la manigueta de la puerta y se da cuenta que esta abierta "ummm esta abierta, a lo mejor salieron y no la cerraron".

Abrió despacio la puerta cuidadosamente e introdujo su cabeza para observar cada detalle de la habitación. Bueno para ser honesto no había mucho solo que lo que parecía ser la sala estaba llena de latas de cervezas por todo el piso, dos muebles viejos color chocolate eran los que llenaban la habitación, una lámpara llena de telaraña y nada de cuadros en la pared.

"ugg este lugar apesta" susurro cuando el fatídico olor del licor entro por su nariz. Abrió un poco mas la puerta y entro sin hacer ruido, una vez adentro dio unos pasos hasta notar a un hombre acostado sobre uno de los sofás, este estaba inconsciente por una borrachera, siguió caminando llevando un conteo en su mente de cada pasito que daba, camino a un lado del hombre sin mover ninguna de las latas vacías.

"eres tu chiquillo" la voz del hombre congelo a Helena inmediatamente "trajiste algo de comer" el hombre pregunto mientras en la mente de Helena ella podía escuchar su propia voz de desesperación, miedo y angustia "no puede ser que se haya despertado, no" y regreso en si cuando escucho que el hombre comenzó a gritar "Joey", ella miro a un lado tranquilizándose a si misma, sus manos temblaban "Santa Ana, ayúdame" y recordó el caramelo en su bolsillo, lo saco y manteniendo su pulso tranquilo lo coloco encima de aquel hombre.

"mal agradecido" grito el hombre "vete a tu habitación" este le dijo, fue cuando ella aprovecho para caminar hacia el pasillo que la llevaría otro cuarto, se voltio para verificar que todo estaba bajo control y para dar una doble verificación en voz gruesa contesto "si, ya me voy", camino rápidamente y entro a la primera habitación a la mano izquierda cerrando la puerta.

------------------------------

Los cuatro chicos estaban sentados alrededor de la mesa de la casa de Anzu. La anfitriona había puesto algunos bocadillos y bebidas para poder un poco mas de animo a la reunión que se llevaba a acabo en su casa.

El silencio era un enorme acompañante esa habitación, tanto que los padres de Anzu le preguntaron si acaso el grupo había tenido algún tipo de discusión en la escuela.

"Ojala" pensó en voz alta atrayendo las miradas de los tres chicos "disculpen" respondió

"por que, acaso ocurre algo" pregunto Honda intentando traer un tema a flote.

"no, es sólo que mis padres me preguntaron si acaso estamos peleados" ella respondió la pregunta "dicen que no es normal que estemos tan callados"

"entiendo" contesto Honda "ojala fuera esa la razón"

Y nuevamente el salón se silencio, Yugi se mantenía cabiz bajo, Joey miraba la ventana como quien busca una salida, Honda comía algunos de los bocadillos y Anzu tomo su vaso para refrescar su garganta.

Coloco su vaso sobre la mesita "chicos creo que callados no solucionaremos nada, no creen" la joven comento esperando algún tipo de respuesta.

"Anzu tiene razón" Joey fue el primero en hablar colocándose sus manos detrás de su cuello "debemos pensar en algo y rápido"

"como que señor genio" Honda pregunto le pregunto de manera sarcástica "pues tus últimas ideas no fueron de mucha ayuda" se cruzo de brazos y los otros dos chicos se rieron.

"oye, no me digas así" Joey le dijo y le dio un coscorrón del Honda dio un gran grito "al menos dije algo no crees, casanova"

"hey calmate quieres, sólo decía" este le dijo quitándose a su amigo de encima y terminando dándole la espalda.

"vamos chicos, estamos aquí por Yugi, no para ponernos a pelear" Anzu dijo de manera regañadienta y ambos regresaron a su posiciones anteriores.

"Entonces que hacemos" Joey comento tomando varios bocadillos y metiéndoselos a la boca comenzó masticar rápidamente "ya llevamos dos días pensando en que hacer" intento decir pues con la boca repleta no se le entendían muchas palabras.

"Lo único que sabemos es que Maximiliam Pegasus es nuestro enemigo, el creador del duelo de monstruos y dueño de una poderosa empresa que puede hacer y deshacer lo que este a su antojo" Honda comento

"tengo entendido que es un viejo excéntrico que vive solo en un enorme castillo que esta situado en una isla privada al norte de la ciudad" Anzu dijo "además de sus sucursales en otras partes del mundo y su casa principal en los Estados Unidos"

"Chicos, debemos tomar en consideración que de alguna forma el posee un objeto milenario, eso le incrementa su poder" Yugi dijo algo luego de haberse mantenido callado durante toda la tarde.

"Pero el debe tener algún punto débil" Joey dijo golpeando la mesa "alguna falla, no puede ser posible que el sea indestructible" y volvió a pegarle con un puño la mesa

"Joey, por favor, quieres calmarte" Anzu quito la mano del chico de la mesa "esa mesa es una reliquia familiar" luego le dio un codazo como castigo para que sintiera lo que sus muebles sentían.

"si, a lo mejor el tiene algún punto débil pero no va hacer tan sencillo" Yugi pensó en voz alta tratando de ser optimista pero le costaba.

"Por Dios, Yugi, tú derrotaste a Kaiba, eso fue sencillo" Joey intento lo mismo logrando que sus amigos también lo ayudaran a convencer a su amigo de baja estatura.

"Amigos les agradezco su gran ayuda pero esta no va a ser tan fácil como fue derrotar a Kaiba, estamos hablando del creador del duelo de monstruos" Yugi volvió agachar la cabeza luego la volvió a subir con una leve sonrisa "saben, ya se esta haciendo tarde, creo que es mejor que ya me vaya a mi casa" se puso de pie, tomo su bolsa y comenzó a caminar hacia la salida de la casa.

"Nosotros también nos vamos, así que te acompañaremos hasta tu casa" Honda le comenta poniéndose de pie y luego seguido por Joey.

Los tres chicos salieron de la casa despidiéndose antes de los padres de su amiga, luego se despidieron de ella agradeciéndole sus bocadillos y bebidas, en especial Joey

"ya no me debo preocupar por la cena de esta noche" Joey alzo mostrando una bolsita llena de algunos de los bocadillos

"Joey, se mas cortés quieres" Honda le dijo colocando su mano sobre su frente

"no te preocupes, ya todos sabemos como es Joey" Anzu dijo tratando de disimular un poco su frustración sobre la actitud de su amigo "y por favor chicos, apenes lleguen a sus casas, llámeme para saber que llegaron bien, así quedare mas tranquila" la chica les dijo a sus tres amigos actuando como su hermana mayor y a ellos en lo general no les molestaba tener siempre a alguien que les recordara esos detalles "en especial tú, Joey"

"sabes lo difícil que es para mi conseguir un telefono" Joey contesto molesto en su defensa "pero si deseas me prestas tu celular para que yo te pueda llamar esta noche" este le quiño el ojo

Anzu solo lo empujo "en tus sueños, amiguito, sabes que ese celular me costo tres meses de mesada" le contesto

"Anzu, amiga, no te preocupes por nuestro querido Joseph" Honda se acerca y le murmura algo al oido pero no fue lo suficientemente bajo como para que Joey no lo escuchara a lo que el lo empuja y se comienzan a corretear alrededor de ella.

Yugi se rio un poco y se sientio bien al por fin poder hacerlo después de tener casi dos días sin sentirse así, en especial cuando el solia sentarse a escuchar los cuentos de su abuelito.

"Hey Yugi" Honda le grita un poco mas alejado de él "ya nos vamos" a lo que el joven se despide de Anzu con un beso en la mejilla y se va corriendo detrás de sus mejores amigos.