Bueno aqui està, es bastante cortito ya se pero para no hecerlos esperar mil años otra ves. please Reviews que es lo unico que hace funcionar mi cerebro casi muerto.
Capitulo 29:
Ya saben minúsculas... Severus joven... mayúsculas Severus adulto...
Titulo: Primer Amor.
"YO CONOZCO ESTE LUGAR Y ESTE AROMA, LO RECUERDO PERFECTAMENTE... ES CUANDO..."
-Llegas tarde Severus- dijo una voz en la oscuridad. En las misma mazmorra donde segundos antes se encontraba echado y melancólico el joven Severus Snape.
-Lo siento Remus yo... no pude salir antes... Lucius me estuvo entreteniendo todo este tiempo.- dijo el otro casi sin aire era obvio que había estado corriendo.
-No importa amor... ven aquí hoy tengo algo especial preparado...-
-¿Remus?... ¿qué es esto?- pregunto con una gran sonrisa el muchacho de cabellos largos y algo grasosos, al ver que la antigua aula se iluminaba con cientos de diminutas velitas a su alrededor, su novio estaba acostado en el frío suelo sobre una manta sobre la que había regados rojos pétalos de rosas.
-NO LO HAGAS, ES UN FEN"MENO, UN MONSTRUO... SOLO TE DAÑARA.-
El joven se acercó sonriente al otro y se lanzo a sus brazos , medio aplastándolo en el proceso, pero al otro no pareció importarle, lo recibió con una sonrisa y una vez acomodado entre sus brazos se dedico a la tarea de besarlo de todas las maneras que conocía.
El hombre dentro del niño, miraba entre horrorizado y cautivado las acciones de su yo más joven que se rendía en los brazos del otro muchacho.
El joven Severus paro por un momento la sesión de besos para mirar a los ojos a su amado.
-¿A que se debe tanta... mmm... molestia?-
-¿Molestia? Ninguna amor, solo que como hoy es nuestro día especial, pensé... bueno... hacerlo más especial aún.-
-Más todavía, ¿qué puede hacer más especial el día de nuestro aniversario?- pregunto sonriente el muchacho.
El otro lo miro encantado de poder dejarlo en la intriga y se estiro en su lugar logrando que el otro medio se cayera de su falda.
-¡¡¡Hey!!!... ¿qué te propones?- pregunto con un falso tono enfadado.
-Noooo seeee todo depende de cómo te portes...- dijo en tono pícaro. Mientras comenzaba otra vez con la sesión de besos que tanto le gustaba minutos antes.
Estuvieron besándose otros diez minutos sin interrupción cuando de repente el muchacho de cabellos castaños corto bruscamente los besos.
-Creo que escucho pasos- dijo preocupado.
-¿De verdad?- pregunto el otro mientras se paraba y miraba a su alrededor preocupado.
-No- contesto el otro lacónicamente y luego estallaba en una gran carcajada.
-Ohhh Remus eres un idiota.- dijo el otro medio enfadado.
-¿De veras?- pregunto en tono perverso mientras abrazaba a su novio por detrás y comenzaba a besarlo en el cuello.
El otro muchacho respondió a aquellas caricias gimiendo de placer y el muchacho aprovecho esto para pasar una mano debajo de la túnica de su novio y acariciar su pecho.
-Mmm... Remus...- dijo entre suaves jadeos el muchacho. Lentamente corto las caricias y lo dio vuelta para quedar cara a cara.
Y nuevamente lo beso pero esta vez era diferente con más desesperación era un beso nuevo para Severus, el joven de cabellos castaños lo miro a los ojos y pregunto:
-¿Confías en mí?-
-NO-
-Si-
-¿Me amas?-
-JAMÁS-
-Siempre.-
-Yo también -dijo sonriente, y comenzó a desabrocharle lentamente la túnica. -te adoro...- la túnica cayo a los pies de su amado...- eres lo único para mí...- y llevo las manos del otro hacia su túnica. -¿estarás siempre a mi lado?.-
-Siempre-
-NO-
-¿Me lo prometes?-
-Si- la túnica del otro cayo a sus pies.
-NO PUDE... NO PUEDO-
Ambos jóvenes estaban en prendas interiores y se miraban a los ojos, lentamente el castaño se acerco a su novio y lo beso tímidamente, como en los primeros días cuando no sabía lo que hacia, cuando no se conocían.
Suavemente el joven Severus le contesto las caricias que recibía y se perdía en los suaves sonidos que soltaba su amado, y se perdia en las caricias recibidas.
Perezosamente se recostaron en la mullida manta, que gracias a un hechizo despedía un suave calor a los jóvenes recostados en ella, las caricias cada vez más fogosas, recorrían los cuerpos semidesnudos sobre ella.
Una mano del joven hombre lobo se paso sobre la entre pierna del otro muchacho tímidamente, luego otra vez y otra vez hasta que al escuchar los gemidos del otro las escrupulosas caricias se convirtieron en ardientes caricias que recorrían sin temor el cuerpo del otro.
El hombre dentro del niño, que estaba a punto de dejar de serlo observaba extasiado el acto que se estaba consumando frente a él, los recuerdos, las sensaciones, los sentimientos a flor de piel.
Las caricias cada vez menos tímidas y los cuerpos más exigentes los llevaron a un estado de éxtasis total. Sin darse cuenta como la ropa interior estaban en el suelo a su lado y ambos muchachos totalmente desnudos se encontraban en el suelo en una rítmica danza.
Las manos del joven castaño recorrieron el cuerpo de su amado una vez más y luego se concentraron en el redondo trasero de su amado sin animarse a más, pero ante los gemidos de exigencia del joven de cabellos negros tomo valor para hacer el siguiente paso.
Tanteo en suelo hasta que encontró un pomito, tomo con los dedos un poco de la sustancia resbaladiza y le susurro palabras amorosas a su ardiente amante, y luego con todo el cuidado que pudo introdujo un dedo dentro del muchacho.
El joven Severus dio un grito al verse sorprendido, sintió como ingresaba dentro de su cuerpo aquella fría sustancia que enseguida tomo calor al entrar en contacto con su ardiente piel, la mano de su novio se movía suavemente para prepararlo para la intromisión y él estaba totalmente seguro de saber lo que vendría después.
El joven hombre lobo sintió como se tensaba su novio y se detuvo para mirarlo a los ojos, le susurro cuanto lo amaba al oído y continuo suavemente con aquella exquisita tortura, al ver que su compañero se relajaba con su atención.
Unos minutos después volvió a meter otro dedo lo más delicadamente posible y continuo acariciándolo para que no repara en ello, pero era imposible para el otro joven inadvirtiera aquello, el éxtasis lo estaba matando, y gemía y jadeaba sin cesar, su cuerpo quería más y él no podía controlar su cuerpo.
Un tercer dedo siguió al otro y luego de unos minutos estuvo listo para recibir a su novio, sabía que la intromisión dolería, ambos estaban consientes de aquello, pero poco le importaba a Severus en aquel momento y Remus estaba demasiado extasiado para pensar con claridad.
Un Severus adulto observaba todo, sentía todo, pero desde otra perspectiva el sentimiento era agridulce, sabía que su yo más joven se creía todas las mudas promesas que se profesaban en ese momento, sabía que el muchacho las guardaría dentro de él, tanto tiempo... aún cuanto todo hubiese sucedió, aún las recordaría por siempre, reprochándose...
¿Pero como evitar que algo así suceda? Aún más cuando ambas partes lo deseaban tanto... él sabía y siempre lo supo que algo no había andado bien en aquel inocente tiempo con el joven hombre lobo. Simplemente siempre había pretendido que aquel muchacho que el había sido hubiese tomado las decisiones que el adulto que era hubiese tomado.
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