Haitoku

Capítulo 5:

Tanjou Aoi.

Encuentros.

Los árboles me susurran suavemente sobre los extraños que han entrado y yo corro lo mas rápido que puedo, las plantas apartándose de mi camino para que este sea menos difícil. Mi corazón palpita dolorosamente contra mi pecho y no puedo evitar una ligera sonrisa al reconocer una de las presencias.... Así que has regresado Himura.... desafortunadamente también han regresado mis visiones de sangre y destrucción...

+ + +

"Obitum...."

Era de noche, Yahiko y Kaoru no hacia mucho que se habían ido a dormir y Kenshin y Sanosuke estaban a un lado del fuego, cada quien sumergido en sus propios pensamientos. Sanosuke trataba de entender todo lo que había ocurrido en tan poco tiempo mientras que Kenshin meditaba sobre las palabras que Kaoru le había dicho en su trance.

"Obitum... Muerte... ¿qué querrá decir con eso? ¿Qué la muerte nos matará a todos? Eso es absurdo... a menos que..."

- Vampiros.... – musito Kenshin.

- ¿Que?

- Oh, lo siento – murmuro al darse cuenta de que lo había pensado en voz alta – Solo pensaba en varias cosas.

- Si, te entiendo. – suspiro Sanosuke – A mi me gustaría poder comprender aunque sea algo de lo que esta sucediendo.

Kenshin le sonrió pacíficamente.

- No te preocupes Sanosuke, estoy seguro de que todo saldrá bi...

- Córtala Kenshin – lo interrumpió Sano abruptamente – Yo no vivo en Dulcelandia como Kaoru y no soy un mocoso que no entiende del mundo como Yahiko. – lo miro fieramente por unos segundos antes de cerrar los ojos – Yo... yo se... yo siento... que algo definitivamente no anda bien. – luego de esto volvió a abrir los ojos - No tienes porque tratar de reconfortarme como a ellos.

Un largo silencio se extendió entre los dos hombres.

- Sabes... – comenzó Kenshin, una suave y sincera sonrisa formándose en su labios – estoy seguro de que si Kaoru-dono te hubiera escuchado te abría dado un par de golpes.

Sano parpadeo un par de veces antes de sonreír él también.

- ¡Che! ¿Par de golpes? ¡¡La paliza de mi vida!! – ante esto ambos comenzaron a reír a carcajadas.

- ¿Qué piensas Kenshin? ¿Qué es lo que REALMENTE piensas?

Kenshin levanto la vista, observando a través de los árboles la luna que se encontraba suspendida sobre ellos.

- Dudo mucho... que los Uracks sean los únicos que anden tras Kaoru-dono – confeso tentativamente.

Sanosuke se sorprendió.

- ¿Y porque lo crees?

Kenshin le sonrió tristemente.

- Cuando me encontré con Kaoru-dono los Uracks nos mostraron una gema que se conoce como Tanjou Aoi – al ver la mirada de incomprensión de Sano, Kenshin se dio cuenta de que tendría que explicarlo.

"Claro" se dijo así mismo "Si no fuera por Shishiou, yo tampoco sabría sobre eso.... las Tanjou Aoi desaparecieron con la caída de los portales"

- Las gemas Tanjou Aoi – comenzó a explicar Kenshin pacientemente – son cristales de color azul, mas o menos de este tamaño – mostró él con su mano la medida – y sirven para localizar a la o las personas que el creador de la gema desee. Actualmente ningún hechizo puede evitar el poder de esa gema, es decir, si eres el blanco de su poder, jamás te podrás esconder de ningún modo.

Los ojos de Sano se abrieron enormemente.

- Entonces.... ¿dices que un hechicero anda tras Jou-chan?

- Así es....

- ¡Maldición! Eso es demasiado.... ¡¡ella no ha hecho nada!!

Kenshin iba a decir algo, pero de pronto ambos escucharon un ruido y se pusieron de pie, tratando de localizar de donde había provenido el sonido.

Sanosuke volteo hacia un lado y detrás de unos árboles aparece la figura de una jovencita, envuelta en un abrigo azul marino, cabello negro-azulado brillante y largo atado en una trenza.

Lucía algo cansada, pero corría rápidamente hacia ellos con una gran sonrisa en el rostro.

- ¡Himura! – exclama alegremente la chiquilla.

- ¿Misao-dono?

Parpadeando, Sano regresa su vista hacia Kenshin, quien a hablado.

"Pero por la gran señora.... que cambios...." medita observando como el cuerpo de Kenshin deja de estar tenso y sus ojos se vuelven mas grandes y menos amenazantes "Pero si cuando no esta alerta no parece mas que un chiquillo inocente...."

Sano mira con cierta curiosidad como Kenshin es envuelto en un gran abrazo.

- ¿Qué hace aquí Misao-dono? – le pregunta con suavidad Kenshin, sonriendo y correspondiendo el abrazo brevemente.

- Aquí vivo Himura... ¿o ya se te olvido? – respondió juguetonamente Misao.

Kenshin observa a su alrededor... si... ahora que presta atención puede sentir el aura de Misao en todo el bosque.

Pero...

- Misao-dono.... ¿en donde se encuentra su guardián? – pregunta Kenshin, separándose por fin de ella.

- ¿Guar...? – sus ojos se abren enormemente - ¡Cielos! Como me emocione tanto al sentirte cerca se me olvido por completo avisarle que salía.... Jejejeje – explico Misao con una risita nerviosa y rascándose la cabeza.

- Veo que no a cambiado nada Misao-dono.... – suspiro pesadamente Kenshin con una gran gota sobre su cabeza, mientras que Sanosuke no entiende nada...

* * *

Hoji se encontraba hincado frente al trono de su amo, dando una reporte del fracaso del caso Kamiya.

La habitación en la que se encontraban, estaba sumida casi por completo en la oscuridad y solo dos candelabros al lado del trono iluminaban el cuarto. Además los colores negro y púrpura de la habitación no ayudaban a la iluminación del lugar....

- ... así es que Soujiro le aviso a Saito y él inmediatamente comenzó a seguirle el rastro a Himura, señor Shishio.

Makoto Shishio era probablemente el vampiro mas peligroso y hábil del mundo entero. Oh, ciertamente para muchos no lo parecía, la mayoría de las personas y criaturas bajo el comando del Clan Shiakai había sido una decepción el enterarse que su antiguo líder había sido reemplazado por Shishio. Algunos incluso lo retaron para tratar de ganar el puesto de líder del Clan.... y los gritos y gemidos de esos pocos hicieron eco por largos días dentro de la mansión principal de Shishio.

- Ya veo... – dijo con tono pensativo Shishio – Cuando Soujiro se desocupe mándalo traer y sigue manteniéndome informado Hoji.

- Como usted ordene señor. – contesto el hombre poniéndose de pie y con una reverencia salió de la habitación.

- Soujiro ha estado muy ocupado – hablo Yumi, apareciendo detrás de una de las cortinas púrpuras colocadas tras el trono – Se ha interesado bastante en el caso Kamiya.

- Así parece. – fue lo único que dijo Shishio, levantándose con lentitud se acerco a una mesa – Es natural. – fue el único comentario que hizo después de pensarlo un rato. Tomando una botella y vertiendo el liquido en un par de copas se acerco a Yumi.

Esta sonrió levemente.

- Supongo... el chico me da lastima a veces. Lo molestan demasiado. – dijo ausentemente.

Shishio le dio una de las copas mientras él también sonreía, pero mas maliciosamente.

- Pero a sido bueno para él... así ha aprendido que nadie le mostrará compasión y por ello a sabido como... defenderse.

"Confía y serás traicionado. Si te descuidas, morirás. Mata o muere. Los fuertes vivirán, los débiles morirán" recito mentalmente Yumi dando un sorbo a su bebida y tratando de ignorar la tristeza que sentía...

* * *

Kaoru caminaba sin mucho ánimos. No solo era el hecho de que había tenido que levantarse a media noche, ni siquiera le molestaba que había estado durmiendo bien anoche pese a los eventos de esa mañana. Oh no. No era eso. Era...

- Lo que me asombra es que no has cambiado nada. ¡Sigues igualito! – decía animadamente Misao, caminando junto a Kenshin.

"Demasiado cerca" pensó con furia contenida Kaoru.

Sabia que no tenia derecho a sentirse de ese modo. Ningún derecho, apenas y conocía a Kenshin y aunque él fuera muy amable y gentil, realmente ella no sabia nada de él.

- Y también tu forma de ser sigue igual – sonrió Misao, viendo por sobre su hombro a Kaoru - ¡Aun ayudas a damiselas en peligro!

"¿Damiselas?" se sorprendió Kaoru "¿Es común? ¿Acaso lo hace todo el tiempo?"

Dudas surgieron rápidamente cuando la carcajada de Sanosuke la distrajo.

- ¡Oh! ¡Esa es una buena! – comento Sanosuke, aun riendo – Kaoru como damisela.... ¡si ella es una damisela yo soy un príncipe encantado!

Sanosuke necesito la ayuda de Kenshin y Yahiko para desenterrar su cabeza del árbol mas cercano, el primero con una gran gota y el pequeño con una cara de resignación.

Misao rió.

- ¡Genial! Tienes muy buen brazo. – la felicito con una gran sonrisa

Kaoru agacho la cabeza para ocultar su sonrojo, cayendo en cuenta que lo que acababa de hacer definitivamente no era muy... femenino.

"¿Y a mi desde cuando me han importado esas cosas?" se pregunto a si misma.

"Oh, muy fácil." Otra vocecilla en su cabeza contesto "Desde que cierto chico pelirrojo choco contigo"

- No te preocupes – la animo Misao, caminando junto a ella y dejando enfrente a Kenshin – Cuando conocí a Kenshin le di un buen coscorrón. – le dijo guiñando un ojo.

- Misao - todos (minus Misao y Kenshin) parpadearon al sonido de la voz.

Kaoru levanto la vista para encontrarse ante la muy imponente figura de un muchacho mayor. Era alto (incluso mas alto que Sano) y fuerte, tenia unos ojos bastante penetrantes y caminaba lentamente hacia ellos.

- ¿A dónde saliste? – pregunto el joven con gravedad.

- Es que sentí unas presencias... – comenzó a explicar, nerviosamente. - y reconocí a una de ellas, por lo que fui a ver si era quien yo creía. - Misao sonrió, algo apenada. – Me emocione tanto que se me olvido avisarle señor Aoshi. Lo siento.

El joven –Aoshi– suspiro pesadamente, asintiendo y aceptando la disculpa. Él sabía que Misao podía dejarse llevar de esa forma. Era demasiado impulsiva.

Recorriendo con la mirada a los extraños, su mirada se paro en Kenshin y reconocimiento brillo en sus ojos.

- ¿Himura? – pregunto levantando una ceja.

- A pasado largo tiempo Shinomori – sonrió amablemente el pelirrojo.

- Ahora entiendo porque Misao se fue tan repentinamente - murmuro por lo bajo el joven. - ¿Vendrá a la casa? – pregunto.

Antes de que nadie dijera nada, Misao salto inmediatamente.

- ¡Claro que si! Himura no se puede ir así como así.... además quiero saber muchas cosas mas como...

- Entiendo – interrumpió Aoshi - Síganme, la casa ya no esta muy lejos – informo a los demás – Apenas acababa de salir a buscar a mi protegida.

"Así que este es el guardián de quien hablaba Kenshin" pensó Sano. "Parece fuerte"

Encogiéndose de hombros, Sano siguió a los demás hacia la casa de Aoshi y Misao.


Notas Del Autor:

*hincada* ¡¡¡¡PERDÓÓÓÓÓÓÓÓN!!!! ¡Se que ya van muchos meses desde la ultima actualización, pero de veras he estado muy ocupada! También me disculpo para quienes me han estado escribiendo preguntándome que que onda con el fic y que me apurara, no he podido contestar y no podré contestar *suspiro*. Si leí los mails, pero no guarde las direcciones, además que aunque las hubiera guardado a lo mejor no hubiera podido contestar. ¡Prometo contestar de ahora en adelante cualquier mail directo que me manden!

Les diría todo lo que he estado haciendo, pero ha decir verdad mi itinerario no ha cambiado mucho desde la ultima vez que les conté. Lo único extra es que uno de los proyectos que tengo es crear tres sistemas en Visual Fox 6.0 y aprender para junio a usar el Flash (¡me muero!).

Acabadas mis disculpas, ahora si sigo con mis comentarios del fic.

Este capítulo estuvo muy flojo a mi parecer, pero al menos ya aparecieron Aoshi y Misao, además de que ya le dieron una miradita a Shishio (¿hay alguna admiradora de este hombre por ahí?). Para las fans de Sou, no desesperen, pronto aparecerá nuevamente, no he olvidado a este niño. Así mismo para las fans de Saito... pronto aparecerá para hacerle la vida de cuadritos a Kenshin. ¡¡MUAJAJAJAJAJAJAJA!!

Tampoco se en que episodio explicaré lo de Kenshin... pero si tiene una razón de ser el que siendo vampiro camine bajo el sol. ¡Tenganme paciencia!

PD.- Otra de las razones de mi retraso... tengo una nueva pagina *-_-U* Esta es una shrine para Duo Maxwell, llamada El Templo de Shinigami. Haciéndole comercialote descarado les dejo la dirección: