DISCLAIMER: Todo lo que se les haga conocido es de JK Rowling, los magos de hielo y Yule son mios y de nadie más.

CAPITULO 11.

CONOCIENDO AL LORD

Harry estaba sentado sobre el húmedo suelo del calabozo donde se encontraba, su mente repasaba todo lo ocurrido la noche anterior, pasaron por su mente las escenas de alegría que compartió con sus amigos, la expresión radiante de Ginny cada vez que le decía lo bien que se veía, sus manos tomadas por debajo del mantel durante toda la cena y después Hermione con la expresión de miedo y horror en el rostro mientras él iba con aquellos extraños, una vez más Voldemort llegaba para recordarle que tenía una profecía por cumplir si quería que el mundo de la magia subsistiera, esa era su pelea y su destino, y una vez más necesitaba toda la ayuda que sus seres más queridos pudieran darle, Hermione y Ron había estado junto a él en los peores momentos de sus enfrentamientos anteriores con Voldemort, habían sido sus mejores amigos por siete años y sabía estarían ahí también esta vez, aunque además de ellos tenía a Ginny quien casi sin darse cuenta se había convertido en una parte fundamental en su vida, también confiaba en Draco, algo que nunca pensó que podría pasar pero el rubio se había ganado su confianza a pulso y había demostrado en más de una ocasión que podía confiar su vida en él…y ahora estaba también Shine…esa chica era un enigma, esa noche mientras ella se dejaba llevar por el que parecía el líder de los intrusos captó un guiño fugaz en su gélida mirada.

Desde el día que llegó a Grimauld Place la chica se había integrado perfectamente al grupo, pero todos notaron también que inmediatamente un lazo especial había unido a Shine con Draco, el mismo sarcasmo, el mismo humor negro y la misma facilidad para controlar sus emociones.

-Es la pareja perfecta para Malfoy "la pareja de hielo" – pensó con una pequeña sonrisa en su rostro, después de todo el rubio tenía un lado bueno cuando lo llegas a tratar – será más fuerte el deseo de estar con su gente que el de estar con Malfoy?...no…yo he visto como se miran, eso no se finge, está aquí tratando de ayudarme…- estaba sumido en estos pensamientos cuando lo distrajo un ruido proveniente de el hueco en la pared que pretendía ser una ventaja con dos barrotes protegiéndola.

Se levantó y se acercó cautelosamente, ya los rayos de la mañana inundaban el exterior, mientras unos brillantes ojos rojos se asomaban por la pequeña abertura.

-Yule! – susurró tomando al hurón que ya se había lanzado sobre él.

-Que haces aquí?, sabes donde está Shine? – murmuró mientras veía que la correa donde normalmente había visto a Shine y Draco mandarse mensajes estaba vacía.

-Búscala y entrégale esto…- dijo mientras quitaba de su solapa el ramito de flores que había puesto ahí Ginny y lo ponía en la correa del hurón- …corre – Yule lo miró por un momento como asintiendo a lo que le acababa de pedir y salió corriendo por la ventana mientras Harry se recargaba sobre la pared sintiendo nuevamente su cicatriz quemándole la frente.

-Me importa un pepino si soy su princesa o no!! – decía Shine fúrica mientras caminaba de un lado a otro de la habitación – aquí hay vidas en peligro y tenemos que hacer algo!

-Eres princesa por derecho y tienes la obligación de velar por los intereses de tu pueblo…- decía Lucien caminando detrás de ella.

-Pero no a costa de la vida de alguien! Y menos si ese alguien es mi amigo!

-Ese chico y todos los demás pueden cuidarse solos, nosotros sólo tenemos que hacer lo que nos piden para liberarnos y levantar nuevamente toda la grandeza de los magos de hielo – dijo Lucien parándose frente a Shine haciendo que esta detuviera su marcha por la estancia.

-Pues "ese chico" y toda esta gente me acogió cuando más los necesitaba, además… si mi padre hubiera pensado así hace 17 años se hubiera unido a Voldemort, en cambio prefirió luchar hasta las últimas consecuencias!! – soltó en la cara del chico.

-Y los magos de hielo casi desaparecieron...- contestó Lucien.

-Casi…pero quedamos nueve, y somos más que suficientes para ayudar al mundo de la magia y sobrevivir para levantar Castlegard nuevamente – interrumpió Shine – votos a favor! – dijo levantando la mano.

Sonja y Raze levantaron la mano al unísono, Lucien los miró atónito, negó con la cabeza pero terminó levantando la mano mirando a Shine resignado.

-Excelente!! Tenemos una abrumadora unanimidad – dijo Shine sonriente.

Tomando por sorpresa a los otros tres chicos Shine se abalanzó sobre ellos haciendo que los cuatro quedaran presos en un abrazo comunitario.

-Les prometo que todo va a salir bien – dijo optimista – vamos a terminar todo esto juntos y nuestro legado va a continuar – dijo mientras las cabezas de los cuatro se unían contrastando los oscuros cabellos de Shine y Lucien con las cobrizas melenas de Raze y Sonja.

Lucien siendo el más alto veía delante de él a sus compañeros por fin juntos, sintió el brazo de Shine tomando su cintura y recargó su cara en la melena negra que despedía un fresco olor a canela ante la mirada triste de Sonja.

-Todos juntos, pase lo que pase – pensó Lucien mientas a su mente llegaba la imagen de cierto chico rubio de mirada retadora.

Un ruido en el balcón hizo que se separaran y se dirigieran hacia el ventanal, sobre la cornisa estaba Yule saltando alegremente al ver que había encontrado por fin a su dueña, en cuanto esta se acercó el hurón salto sobre ella y se enroscó en su cuello como lo hacía desde que era un pequeño cachorrito.

-Yule! Me encontraste! – dijo Shine acunándolo en sus brazos – que traes ahí? Carta de Draco? – dijo buscando en la correa.

En lugar de la esperada carta estaba un pequeño ramito de flores silvestres que ella misma había ayudado a Ginny a juntar.

-Esto es de Harry! saben a donde lo llevaron? – preguntó mirando a los otros chicos.

-Deben tenerlo en los calabozos, unos cinco metros debajo de nosotros – contestó Sonja mientras se acercaba a acariciar a Yule – no nos permiten llegar hasta allá, pero podríamos comunicarnos con él con este amiguito.

-No, voy a regresar a Yule al colegio, tal vez necesiten comunicarse con nosotros y la forma más segura es a través de él, necesitamos encontrar una forma de comunicarnos con Harry, por lo menos que sepa que estamos de su lado y vamos a ayudarle – contestó Shine mientras ponía a Yule en los brazos de Sonja quien la miró sorprendida.

Shine salió al balcón y se encaramó sobre la cornisa, rápidamente Raze corrió a tomarla por la cintura antes que cayera vencida por su propio peso sin siquiera preocuparse por ello, adelantándose a Lucien quien lo miró con recelo.

Tal como Sonja dijo, siguiendo el muro debajo de las habitaciones donde se encontraban se alcanzaban a ver pequeñas ventanas con barrotes, sólo tenía que averiguar en cual de ellas se encontraba Harry.

-Sonja, suelta a Yule para que nos diga en cual está – dijo todavía con medio cuerpo colgando del balcón.

El delgado cuerpecito del hurón bajó fácilmente por la pared y se detuvo en la ventana del centro, Shine pudo ver una mano que salió por entre los barrotes para acariciar a Yule y supo de inmediato que se trataba de Harry.

Puso su mano sobre el muro y una línea de escarcha se extendió sobre él hasta llegar a la pequeña ventana, se enroscó en uno de los barrotes y en su extremo se formó una pequeña flor de hielo que la mano solitaria tomó con todo cuidado y la llevó dentro del calabozo saliendo nuevamente para hacer una seña de aprobación con el dedo gordo.

-Listo! – dijo Shine regresando al balcón con ayuda de Raze.

-Eso fue muy arriesgado princesa…- dijo Lucien acercándose a arreglar los cabellos desordenados de Shine.

-Dejemos algo claro Lucien – contestó Shine apartando la mano del chico – soy una persona adulta que sabe cuidarse sola, el hecho que sea princesa no quiere decir que necesito una niñera que cuide que el aire no me despeine.

-No sólo tú tienes obligaciones de nacimiento princesa – dijo el chico acercándose más a Shine – mi obligación es cuidar de ti.

-De que diablos estás hablando Lucien? - dijo Shine con gesto de desagrado.

-Soy hijo del consejero, mi obligación es cuidar de ti y del reino, eres mi responsabilidad…

-Yo soy responsable de mí misma, búscate alguien más a quien proteger – dijo secamente mientras se dirigía a Sonja que ya tenía en sus brazos nuevamente a Yule.

-Busca a Draco y llévale esto – dijo al pequeño hurón mientras acomodaba nuevamente el ramito de Harry en su correa.

Se acercó al balcón y después de darle un beso en la nariz dejó que Yule corriera perdiéndose en el bosque prohibido con dirección al colegio.

-----------

Hermione corrió por el pasillo para alcanzar a Draco, en cuanto el profesor dio por terminada la reunión el rubio había salido disparado de la oficina antes de que pudiera hablar con él.

-Draco! – dijo tomándolo del brazo

-Ahora no Granger…

-Tengo un mensaje de Shine! – La atención del rubio giró inmediatamente hacia ella – Me pidió que cuando estuvieras sólo abrieras el sirik…

No terminaba la frase cuando Draco ya se dirigía a toda prisa hacia las mazmorras murmurando un "Gracias" entre dientes.

Los pensamientos se agolpaban en su cabeza al entrar a la sala común cuando una voz melosa lo llamó.

-Drak!! Amorcito – dijo Pansy acercándose a él – te dije que esa noviecita tuya no era de fiar… resultó la peor traidora que ha pisado la casa Slytherin…

-Pansy porque no buscas alguien más a quien molestar? – contestó Draco dando cerrando su habitación de un portazo.

Se tiró de espaldas sobre su cama abriendo el adolorido puño donde tenía casi incrustado el sirik de Shine, lo miró fijamente por algunos minutos hasta que incorporándose se animó a abrirlo, acaso le había dado tiempo a Shine de escribir una carta antes de todo el alboroto y meterla ahí? No parecía su estilo…no encontró ningún papel, ningún hechizo con luces y chispas con su imagen, ni siquiera escuchó alguna grabación de su voz…del pequeño pendiente abierto solamente salió un fino hilo de humo blanco que comenzó a envolverlo, lo que estaba rodeándolo no era un mensaje ni un recado…era la esencia de Shine, sintió los dedos fríos de la chica cuando tocaban su piel, el olor de su melena azabache y la fuerza de sus ojos violeta cuando tenían esos duelos de miradas…estaba rodeado de ella…y demonios, era mucho mejor que una carta!!.

Estaba disfrutando de su regalo cuando un ruido en la ventana lo sacó de su ensoñación.

-Que dem..!! Yule!! – abrió la ventana y tomó al pequeño hurón – donde te habías metido bola de pelos? – dijo cuando se dio cuenta que el animalito le traía algo en la correa.

-Potter… - dijo tomando el adorno del traje de Harry.

–Parece que la princesa ya está haciendo su tarea, verdad? – dijo sonriendo por primera vez desde la partida de Shine.

-A una dama no se le hace esperar, no Yule? – terminó su monólogo saliendo de la habitación , se suponía que tenía que descansar para la incursión de la noche pero de ninguna manera podría hacerlo así que…que mejor que atracar la cocina para estar listo para una buena pelea.

-------

-Deben traer a los bebés – dijo Sonja al escuchar el seguro de la puerta abrirse.

Shine se acercó expectante viendo cómo entraban dos mujeres en túnicas negras y miradas oscuras llevando en sus brazos a dos niños pequeños y otros tres caminaban junto a ellas, los dejaron en los brazos de Sonja y salieron en silencio de la habitación no sin antes dirigir una mirada de antipatía a la morena.

-Ellos son los gemelos Ulrik y Erik – dijo Sonja mostrándole a los pequeños que tenía en los brazos, dos pares de ojos violetas la miraron divertidos, tenían la misma piel dorada que ellos y sus desordenados rizos castaños caían sobre sus caritas sonrientes.

-Que edad tienen? – preguntó Shine tomándolos en sus brazos.

-Un año, Ella es Ivanka, es la mayor y tiene 5 años – dijo Raze tomando en sus brazos a una pequeña de largos cabellos negros que le recordaron a Shine su propia cabellera alaciada para el baile del colegio.

-El es Andrevka – dijo Lucien tomando en sus brazos a un chico de alborotados mechones rubios y nariz respingada poblada de pecas – tiene tres años y ella es su hermana – dijo señalando a una niña rubia también que la miraba con curiosidad.

-Se llama Ania y tiene 4 años – dijo Sonja levantando a la rubia.

Estaban ahora de pie con los chicos en sus brazos y nueve pares de ojos violeta mirando hacia un lado y otro reconociéndose y sintiéndose más unidos.

-Tu eres la princesa? – preguntó Ivanka

-Soy Shine – contestó la morena sonriente – mírense bien, nosotros nueve somos los últimos de nuestra raza, somos una familia y tenemos que cuidarnos unos a otros siempre.

Todos asintieron mientras los gemelos reían divertidos jugando con los alborotados rizos de Shine cuando después de un plop! La mesa junto al ventanal se llenó se alimentos y bebidas para ellos.

-A comer!! – dijo Raze bajando a Ivanka y abalanzándose a la comida seguido por Lucien y Andrevka , Sonja bajó a Ania que los siguió y tomó a los gemelos de brazos de Shine.

-No comen si no les doy yo de comer – dijo llevándoselos hacia la mesa, Shine se quedó de pié sonriendo ante la escena cuando sintió una fría manita aferrarse a la suya, cruzó una mirada de simpatía con la pequeña Ivanka y juntas se reunieron con los demás alrededor de la mesa donde ya Raze divertía a los gemelos jugando malabares con dos naranjas.

Después de la comida le mostraron a Shine los adelantos que tenían los pequeños en el manejo de su magia, sus padres habían tenido el cuidado de enseñarlos desde muy pequeños por lo que Shine se sorprendió cuando los dos gemelos comenzaron a mover a distancia los objetos de la mesa y la tímida Ania pudo servir jugo en un vaso sin tocar la jarra.

Andrevka podía hacer levitar y volar por la habitación objetos algo más grandes, todos se tiraron al suelo cuando se le ocurrió que era una buena demostración levitar el sillón de un extremo a otro de la habitación, mientras Ivanka se mantenía observando en silencio sin abandonar su lugar junto a Shine.

-Ivanka ya puede manipular el hielo, además de otras cosas que no nos ha querido mostrar – dijo Lucien mirando a la pequeña morena que se puso de pié de frente a Shine, levantó las palmas de sus manos mirándola serenamente mientras Shine hacía lo mismo, estaban frente a frente unidas por las palmas de sus manos cuando un halo de luz brillante las rodeó, Shine miraba los tristes ojos violetas de la niña que trataban de mostrarle algo, recordó los ejercicios de lectura de mente que estuvo practicando con el profesor Snape y se dispuso a ver lo que Ivanka quería compartirle…pudo ver a través de los ojos de la pequeña una habitación en desorden, se escuchaban gritos y explosiones, rayos verdes y rojos cruzaban la sala mientras ella estaba escondida detrás de un sillón, un hombre que supuso era el padre de la niña la tomó en sus brazos y mirándola muy fijamente le dijo "Ivanka, pase lo que pase tu mamá y yo vamos a estar contigo siempre, busca a la princesa, ella va a protegerte…" un rayo rojo lo alcanzó por la espalda cayendo al suelo con la pequeña y unas duras manos arrancaron a la llorosa niña de los brazos de su padre.

Con un pestañeo Shine volvió a la realidad sintiendo cómo las lágrimas corrían por su rostro, en la cara de Ivanka dos lágrimas cruzaban también el rostro infantil.

Shine tomó a la niña en sus brazos apretándola contra su pecho mientras le susurraba al oido.

-Ya estoy aquí Ivanka, yo te voy a proteger, te prometo que no te voy a dejar sola otra vez – Ivanka le rodeó el cuello con ambos brazos mientras pequeños sollozos sacudían su pecho.

Los demás chicos las miraban sorprendidos cuando la puerta se abrió nuevamente dando paso a dos mortífagos malencarados que se acercaron a Shine y la tomaron por ambos brazos.

-Nuestro señor quiere verte – dijo uno de ellos secamente, Lucien se puso de pié tratando de soltar a Shine pero ella lo detuvo.

-No Lucien, yo también quiero conocer a ese famoso Lord – dijo Shine soltando sus brazos de un tirón – cuento con ustedes – susurró mirando alternativamente a Raze, Sonja y Lucien quienes asintieron en silencio.

Entraron en una amplia habitación supuso que rodeada de sillones o asientos de piel pues la oscuridad no le permitía enfocar muy bien, el salón estaba lleno de gente con mascaras blancas, túnicas negras y llevaban descubierto el brazo izquierdo donde lucían la oscura marca tenebrosa, al entrar toda la atención se centró en ella y abrieron un camino hacía el fondo del salón donde la esperaba Lord Voldemort.

Sentado en un sillón alto estaba el lord oscuro, llevaba una túnica de terciopelo verde que lo cubría desde el cuello hasta los pies, largos mechones de cabellos oscuros caían sobre sus hombros enmarcando un rostro marcado con largas cicatrices y unos ojos profundamente oscuros que la miraban impasibles.

-Así que tenemos a la famosa princesa de hielo – dijo con voz hueca mientras miraba detenidamente a Shine.

-Mi Lord – dijo Shine haciendo una reverencia.

-Con que decidiste unirte al lado oscuro, verdad? – dijo Voldemort poniéndose de pié y acercándose a Shine.

-No me gusta que me limiten, además me estaba aburriendo…-

-Niña tonta…- dijo Voldemort interrumpiéndola – yo se toda la verdad.

Shine sintió un espasmo en el estómago al escucharlo, el plan de rescate se estaba desmoronando?

-El poder es lo que nos mueve a todos, lo que quieres es irte con tu gente y que te adoren como la princesa que eres – dijo mientras pasaba un huesudo dedo por el rostro impasible de Shine que respiró tranquila al escucharlo.

-Bueno, si por nacimiento me corresponde sería un desperdicio no tomarlo…- dijo tratando de sostener la mirada a Voldemort.

-Se necesita algo más que recibirlo por nacimiento, tienes que sufrir por él, luchar por él, matar por él – murmuró Voldemort arrastrando las palabras.

-Entonces supongo que no podremos irnos tan fácilmente, verdad? – contestó Shine arqueando una ceja.

-Así es princesa, necesito pedirles algunos favores…pero antes… Crucio…- susurró la maldición como si disfrutara la sensación de pronunciarla, un rayo verde salió de su varita e impactó en el pecho de Shine.

Esto la tomó desprevenida, era la misma maldición de la que Draco la protegió pero ahora la recibía de lleno, el dolor de miles de agujas clavándose en su cuerpo la recorrió, sentía que sus entrañas se incendiaban y su cabeza iba a estallar, pero se mantuvo con la mirada fija en Voldemort, apretando los puños para no gritar e inevitablemente cayó de rodillas.

-Muy impresionante princesa, no cualquiera resiste tan estoicamente una de mis maldiciones – dijo mirando burlonamente a los mortífagos que lo rodeaban.

Shine se puso de pié respirando con dificultad, el dolor se iba desvaneciendo y tuvo que controlarse para no arremeter contra Voldemort con unos cuantos hechizos que se le estaban ocurriendo.

-Esto es sólo una muestra de lo que puede pasarle a usted y a sus súbditos si alguno intenta algo en mi contra, correcto?.

-Entendido – contestó Shine secamente.

-Bien, nos entendemos entonces – dijo volviendo a su sillón e indicándole a Shine que se sentara junto a él.

-Verá princesa, existe cierta tonta profecía entre Harry Potter y yo que dice que para que uno viva el otro tiene que morir y como usted comprenderá no planeo ser yo el que muera, después de escaparse en repetidas ocasiones por fin tengo en mis manos a este escurridizo chiquillo sin embargo no dudo que Dumbledore quiera rescatarlo, aquí entra el favor que necesito de ustedes – dijo acercando su rostro al de Shine que lo miraba inalterable.

-Hoy voy a cumplir esa profecía y no quiero interrupciones, como he tenido muchas sorpresas con esta sarta de inútiles – dijo nuevamente mirando a su legión de mortífagos – en esta ocasión también voy a tener aquí a los magos de hielo, quiero que estén presentes y se hagan cargo de que nada interrumpa mi ceremonia…después de eso son libres de irse y hacer lo que quieran, que le parece?.

-Me parece bien, pero no quiero que los niños estén aquí durante la ceremonia y tampoco en los calabozos – dijo tomando la pose de negociadora.

-Está bien, se quedarán en la torre mientras los demás están aquí.

Shine se iba a levantar cuando la huesuda mano de Voldemort la detuvo.

-Pero usted no se va a mover de aquí, quiero que esté junto a mí durante toda la ceremonia y hasta que todo esto termine – dijo Voldemort sin soltarla.

Shine asintió en silencio cuando algo llamó su atención, al fondo del salón se alcanzaba a distinguir a uno de los mortífagos acercándose a la puerta, todos los demás miraban a Voldemort pero este parecía querer escapar del salón cuando se dio cuenta que la morena lo miraba, rápidamente sacó la máscara de su cabeza y la miró fijamente, Shine vio a Severus Snape quitarse la máscara sin mover un músculo del rostro pero respiró con alivio, Dumbledore estaría enterado de todo lo que acababa de decir Voldemort.

Snape salió del salón rápidamente rumbo al colegio, tenía una misión que cumplir.

------------

N/A: Voy a comenzar la nota del autor con un consejo ¡Nunca escriban dos historias al mismo tiempo!!, perdón por la tardanza, pueden matarme si gustan pero entre el trabajo y mi otra historia había tenido a la pobre Shine congelada por un tiempo…pero ya regresé!!!

Lelekasha: Como puedes ver en este capítulo se van conociendo todos un poquito más, vamos a ver que tal les va, gracias por tu rw y por leer mi historia, espero que te siga gustando. Besos.

Sashira: Verás, todavía no he decidido si es príncipe o no así que vas a tener que seguir leyendo para enterarte, ok?, gracias por escribir. Besos.

Zara Zabini: Pues si! Princesa y todo vamos a ver como les va, espero que este capítulo nuevo te guste también y muchas gracias por escribir.

Vilandraxls: Y vieras todas las demás cosas que se me ocurren!! Dios mio, lástima que no puedo escribirlo todo aquí, jejeje, espero que te esté gustando la historia con este capi nuevo, gracias por escribir, besos.

Landry: Oye! Pues gracias por leerlo de una sentada que bastante tiempo te debe haber tomado, me alegra mucho que te esté gustando y espero que este capi te guste tambien, gracias por escribir, besos.

Tau: Mi niña, como ya te había dicho en el msn…PERDONAME!!!! Por tardarme tanto pero aquí está el nuevo para que lo agregues a tu colección. Gracias por escribir y muchos besos.

Nuevamente muchas gracias a todas por sus mensajes, nos vemos por aquí pronto, lo prometo.

Besos.

Icy

Miembro de la Orden Draconiana.