Y aquí estoy de nuevo. Pareciera como si quisiera publicar uno por día, pero no se hagan ilusiones, no es así. si tuviera todo el tiempo del mundo si, pero en estos momentos yo no soy dueña de mi tiempo, así que espero que me tengan paciencia. Este me salió un poco D/G. Espero que les guste.
Título: De borregos y demás
Rating: G
Género: Tiene algo de humor. Al menos yo me reí al escribirlo.
Después del último castigo creía que podrían soportar cualquier cosa. Estaba equivocado. Jamás los hubieran preparado para eso. Harry se miró al espejo, en los baños de chicos del segundo piso. Patético. Soltó un suspiro largo. Definitivamente el director se estaba volviendo mas estrafalario en cuanto castigos y correcciones se refería. Además, no había sido su culpa. Si no fuera por Malfoy, él no estaría sufriendo las consecuencias. Lo único bueno era que el rubio tendría la misma suerte. No debió mandar a Ron a la enfermería.
-Vamos Malfoy, tienes que salir- gruñó el muchacho de ojos verdes, volteando hacia una de las puertas de los cubículos, la cual permanecía herméticamente cerrada.
-Cierra la boca Potter, no pienso hacerlo-
Harry suspiró. Trató de abrir la puerta. Nada. Malfoy le había puesto seguro y un hechizo. Por unos momentos sintió la tentación de hacer lo mismo que el Slytherin, pero se pudo contener. No por nada era Gryffindor. Eso y el hecho de que Dumbledore les amenazara con un castigo peor en caso de no cumplir el primero. Volvió a mirarse en el espejo. Su disfraz no estaba tan mal. Dio gracias mentalmente a su padre por ser un ciervo. Por dentro compadecía al chico platino. Luego su pensamiento voló a las muchachas y cómo estarían ellas. Seguramente aún refugiadas en los servicios. Estaba equivocado.
-Malfoy como no salgas de ahí tumbo la puerta- exclamó Ginny Weasley, deshaciéndose de la capa invisible de Harry. A su lado estaba Hermione Granger. La pelirroja iba disfrazada de una hermosa zorrita y la segunda iba de castor. Harry se sonrojó al ver a Ginny.
-Por favor Draco, es solo un momento- pidió la mujer Weasley. La puerta se abrió al instante, para sorpresa de todos. Un rubio platino apareció, algo mas que ruborizado.
-¡Soy una bola de lana!- bufó. Ginny lo abrazó y le dio un beso en la mejilla.
-Eres el borrego mas hermoso que he visto en mi vida- A partir de ahí el castigo no estuvo tan mal para el Slytherin.
¿Les gustó? ¡Digan que si! ¡Digan que si! ¡Por favor! Jamás he escrito nada sobre esta pareja. De hecho, si se dan una vuelta por mis fics, podrán ver que solo llevo puros de Severus.... Si, creo que tengo una seria fijación con él. No importa, si quieren mas, ¡solo díganlo! (Como dije antes, se aceptan retos. Mientras no haya yo seguiré escribiendo lo que se me ocurra).
