¡Hola!, aquí ando nuevamente, actualizando, creo que demoré los quince días no?, la verdad primeramente muy agradecida de quienes han estado leyendo este fic (no, no va a terminar todavía, pero ya va por la mitad ), y bueno, como ya había dicho este fic tiene cierto significado para mi, así que, más aún agradezco su apoyo.
Por otro lado, dedicárselo a quienes están lejos, o con quienes no he hablado tan recientemente y si embargo rondan en mi mente a cada segundo- para ti Iyari, mi hermanita, que te extraño- Para Aiosami, de la cual tampoco he tenido muchas noticias, pero espero saber pronto de esta- A Yashi, mi sis, que me aguanta todas mis tonteras y me hace muy feliz al confiar en mi- A Ropna, de la cual no he sabido mucho UU, pero espero estés bien buena amiga y a Mi Okaa Kala.
Verdades Tras Nuestro Presente
Los personajes que se utilizan en este fic no son de mi pertenencia, son resultado la gestión de Rumiko sensei (ídola), yo solo los pido prestados para usarlos en manera de entretención sin fines de lucro. (Aunque aún sigo queriendo tener a Kirara ¬¬)
Por- "Sayis"
Capitulo V
"Regreso Inesperado; Acercándose a una Verdad"
Fecha de Inicio Capitulo V- 15 de Marzo de 2004
Notas Autora- En negritas tiempo presente, pensamientos en cursiva.
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Al entrar Sesshomaru a la casa, por la ventana del cuarto de la chica, notó cierto descontento en la mirada de ésta, un descontento mayor al antes visto, algo estaba ocurriendo. La observó calladamente, preguntándose a sí mismo si indagar en causales o no.
-¿Qué ocurre?- preguntó, sin dirigirle la mirada, pero no por eso desatento de ella.
-No ocurre nada- espetó enfurecida. Sesshomaru se acercó a ella, teniéndola ya en frente volvió a preguntar, esta vez viéndola a los ojos con tanta fijación que Kagome se sintió incómoda.
-¿Qué ocurre?- pregunt con un tono algo cansado.
-Mi padre ha visto a Rin y me ha reclamado que no le haya dicho que traería a alguien a casa, además- la chica suspiró- no sé con que derecho se entromete en mi vida- dijo en un susurro.
-Quizás lo mejor es que yo me vaya y me lleve a Rin- murmuró el Youkai, quien en realidad sabía que debía irse, mas no había pensado en tener que hacerlo tan pronto. Kagome le vio entristecida.
-¡Iee!- exclamó- yo... yo- titubeó- Tu eres el único ser en el que confío... sonará egoísta, pero yo te necesito- murmuró la joven, mas sin saber que significado tendrían sus palabras para el Youkai.
-" Ni tampoco lo que significarían pronto para m"-
Sesshomaru estaba sorprendido, mas un sentimiento más fuerte le embargaba y no se trataba de asombro. En su interior una llamarada parecía armarse en su pecho, un deseo extraño... acariciar ese rostro humano se le hacía una tentación, aquellos labios... "QUE DEMONIOS"- Sesshomaru entonces se alejó de ella- "es una humana"- se dijo- "NO ES MÁS QUE UNA SIMPLE HUMANA, y tú, simplemente, no eres más que víctima del deseo y ella... ella no merece que jueguen más con su persona"- pensó al tiempo que subía levemente la mirada, para notar lo confusa de la de ella.
Recordó lo que había descubierto: su hermano, ese híbrido, ese ser inferior había jugado con los sentimientos de ella," yo jamás le haría eso"-nuevamente su mente y su corazón le iban confundiendo, agradeció a Kami cuando entró a la habitación la pequeña Rin.
-Su padre ha regresado, señorita Kagome- dijo alegremente, para luego cambiar a uno temeroso- Rin teme a su padre- murmuró. Kagome sólo le sonrió.
-Iré por algo para que comas- le dijo en tono maternal a Rin- debes tener hambre- terminó, mientras desordenaba levemente el cabello de la pequeña, a lo que ésta sonrió ampliamente.
Kagome salió cerrando la puerta tras de sí, no sin antes pedirle a Sesshomaru que se mantuviese dentro de la habitación.
-Rin- chan quiere una madre como ella, señor Sesshomaru- comentó sonriente la pequeña, como si lo dicho fuese lo más natural del mundo- ¿Puede la señorita Kagome ser la madre de Rin –chan?- preguntó la chica con ojitos ilusionados. Sesshomaru sólo bajó la mirada, para luego ir al marco de la ventana.
-Quédate quieta aquí, Rin- habló con frialdad- Yo regresaré al instante- murmuró, al tiempo que saltaba por la ventana hacia el exterior... Necesitaba salir, salir de esa habitación, necesitaba aclarar sus pensamientos, sacarse a la joven humana de su cabeza – "y de mi corazón"- pensó.
-¡QUE RAYOS ME ESTÁ PASANDO!- gruñó, para luego perderse en el patio del hogar Higurashi.
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Kagome entró en la cocina decidida, para encontrar a aquel hombre sentado con los brazos apoyados en la pared. Se cubría la cara con sus manos, y entre ellas parecía guardar una hoja de papel, la cual al sentir ruido escondió. Para Kagome la acción no pasó inadvertida, mas no quiso preguntarle nada, la verdad no deseaba intercambiar palabra alguna con "aquel" hombre, pero algo le extraño de aquella hoja, o quizás fue una extraña sombra que se colocaba en la mirada de éste.
-¿Qué lleva allí?-preguntó la joven, casi inexpresiva.
-Nada- ocultó el hombre, guardando el papel tras de él. La joven entonces vio un sobre en la mesa, lo tomo sin poder ser detenida por su padre. En letra prolija, la letra tan hermosa de su madre decía: "A mi querida Kagome". La muchacha se volteó algo enfadada.
-Es para mí- espetó- ¡entrégamela!- dijo casi gritando. El hombre negó determinado.
-¡Dámela!- dijo esta vez gritando.
-Kagome, créeme, no es nada importante, sólo te dice que te ama- trató de convencer el hombre, pero Kagome le veía furiosa.
-Que no le basta "señor" con negarme, ¿ahora desea quitarme un recuerdo de mi madre para mí? - habló con tono cargado y con sus ojos llorosos. El padre de la muchacha entendió muy bien a lo que se refería, le vio algo arrepentido.
-Perdona Kagome, pero aún así, no puedo entregártela- susurró el hombre.
-¿Por qué aquella vez me hiciste sacar?- sollozó la muchacha- Yo solo quería verte- musitó, pero el hombre quedó sin habla... miraba arrepentido al suelo, sin atreverse a enfrentar los llorosos ojos de su hija.
-¿¡POR QUÉ ME TRAT" ASÍ!?- gritó.
-Tuve miedo, fui un cobarde, aquella con la que me viste era mi prometida y de hecho, jamás le dije que tuviera hijos- habló con voz temblorosa- Sé que hice mal, ¡pero además tenía miedo de muchas cosas!- trató de explicar- Además que, Kagome si supieras, pero tu madre y yo... - dijo casi en una suplica, tratando de abrazar a la joven, mas ésta se alejó al instante.
-No entrometas a mi madre... Es tarde para excusarse ya- dijo con frialdad que calaba hasta los huesos- Quizás Sota pueda perdonarte, pero para mí ya es muy tarde- nuevamente su voz se hacía temblorosa, sentía el llanto venir a sí.
Cierta parte de su corazón le rogaba corriese a abrazarlo y le dijera cuanto le necesitó, mas el resto de su ser se lo prohibía.
Salió de la cocina para cruzar la puerta de atrás... quería escapar, quería estar sola, donde él no pudiera afectarle "hay un lugar"-se dijo.
Retomó el paso con seguridad... hacía un tiempo ya que no iba, prácticamente un mes y medio, pero sabía que allí tenía una "familia" y aunque Inuyasha estuviera con Kikyou o algo similar, por lo menos sabía que allí tenía grandes amigos, entre ellos una de sus mejores amigas, "o la que creía como tal".
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Mientras, en la cocina, el hombre había quedado sin habla. Hubiera querido seguirla, mas temía la respuesta de ésta, no quería decirle el contenido de la carta, sabía que le haría daño, pero también le dolía parecer el malo de la situación. Habían sucedido tantas cosas... ese día por ejemplo, aquel día en que había cometido su peor error con Kagome, él estaba sumamente temeroso, le había llegado una carta de su ex esposa, en ella le contaba que tenía un caso de cáncer ya sin vuelta atrás, había sufrido metástasis y por lo mismo era casi imposible su recuperación, que no sabía cuanto le quedaba y le suplicaba que por favor se hiciera cargo de los niños cuando le llegase su hora. Él no sabía que decir, viajó al templo y habló con ella, le prometió cumplir, mas sin las verdaderas intenciones de hacerlo aún. Cuando vio a Kagome en la oficina pensó que ella iba a vivir con el, y eso, eso no podía hacerlo, ¡iba a casarse! Y Kagome... Kagome no estaba en los planes de la pareja, de hecho, ni siquiera la futura señora Higurashi tenía conocimiento de la existencia de la "niña", ni menos aún de Sota. "pero eso no era causa para que la tratarás as- se reprochó así mismo- "te mereces el trato que te da"- se dijo resignado.
-Esperó algún día me perdones- murmuró.
-El perdón debe ganarse- murmuró una voz masculina desde la oscuridad. El señor Higurashi algo atemorizado vio en dirección de donde ésta provenía, mas no pudo distinguir bien la imagen tras la oscuridad del lugar, pero si pudo notar lo imponente que ésta era.
-A demás que si usted no trata por todos los medios, jamás lo merecerá- habló la voz con frialdad.
-Pero ella... no desea oírme- susurró el hombre.
-¡Ella no desea oír a nadie!- espetó- ¿Qué no ve que sufre? ¿Qué no nota lo confundida que está?- dijo bajando la exaltación de su voz, retomando su frío tono, mas con cierto brillo en su mirada, un brillo extraño. Quería de corazón hacer entrar en razón a ese hombre, quería de corazón serle útil a aquella que le había temperado el corazón con su actitud y entrega hacia los demás.
El hombre quedó en silencio, jamás se esperó tales palabras de aquella desconocida sombra, en cierto momento hasta pensó que se trataba de la materialización de su conciencia, que a gritos le expresaba la realidad. Bajó la mirada lentamente, aquella voz tenía razón.
-Entonces debo hablar con ella y decirle toda la verdad, ¿no es así?- preguntó casi en un susurro el hombre, quien de cabeza gacha y voz tan apagada parecía estar desvaneciéndose.
-Sí- exclamó- Y cuanto antes mejor... Ella le necesita- terminó por decir el Taiyokai con gravedad en su voz.
-Pero no sé donde ha ido, debí haberla detenido al instante- se reclamó a sí mismo el hombre.
"¿Cómo?"- pensó alarmado Sesshomaru.
-¿En que dirección fue ella?- preguntó manteniendo la calma.
-No lo sé- Respondió el señor Higurashi, mirando fijamente a la figura oculta- sólo le vi salir apresurada, es mejor que vaya a buscarla- murmuró saliendo rumbo al patio.
-"Demonios"- pensó el Youkai. Ya no estaba tan calmo, algo dentro de sí le estaba asustando, mas no supo decodificar causas de su temor-"¿Cómo no noté en que minuto salió?"- se criticó. La había oído gritar "dámela", pero luego de eso y de escucharla con tanta tristeza se había quedado sumido en sus pensamientos, en como le dolió verla así, en como no se explicaba o no deseaba explicarse que se había terminado encariñando con aquella humana y hasta cierto grado, que quizás pasaba mucho más allá de un simple cariño. Pero trató de pensar que todo estaría bien, Kagome ya regresaría ¿no?
Subió las escaleras rumbo al cuarto de la miko, donde había dejado a Rin. Al entrar le dio la bienvenida tan ahora "grato" aroma, un aroma que ahora se le hacía prácticamente indispensable. La pequeña Rin sonrió. Estaba sentada frente al escritorio, con la luz prendida, haciendo dibujos con los lápices que días antes Kagome le regalara. Mas frente a esa calma, la inquietud que sintiera el Youkai en la cocina se hizo presente nuevamente, y esta vez con absoluta claridad. La verdad, la idea no le agradó en lo más mínimo.
-Espérame aquí- Dijo algo exaltado. Rin le miro extrañada.
-¿va a salir denuevo señor Sesshomaru?- preguntó- Rin no quiere estar solita- murmuró con tristeza. Sesshomaru se volvió hasta ésta, le miró con ternura y negó.
-Regresaré pronto y traeré conmigo a Kagome ¿si?- comentó el Taiyokai, sabiendo que la pequeña aceptaría si a cambio Kagome regresaba también. Y no se equivocó, la pequeña sonrió al instante y asintió contenta, dejando así a Sesshomaru libre para salir a la temida búsqueda.
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Kagome vio aquella luz que caracterizaba el cruce de épocas. Al llegar observó todo el paisaje, estaba levemente más oscuro que en su época, dado que en el Sengoku no existía la electricidad, sin embargo pudo notar la vegetación y el todo que le rodeaba, se veía igual, mas se preguntaba si la gente continuaría igual. Por un minuto pensó si se encontraría a Inuyasha- "Es mejor que no"-pensó lastimera y melancólicamente.
-Si los viera juntos sólo me causaría más dolor- susurró de manera inaudible, bajando la mirada y teniendo en su mente una imagen que le lastimaba, de Kikyou junto a Inuyasha.
Miroku caminaba cerca de allí, tratando de sacarse algunos pensamientos terribles de su cabeza. Le atormentaba tanto el tener que ver a Inuyasha allí, se sentía tan traicionado, y más aún le dolía el tener que ver a Sango- "mi querida sango"-pensó dolidamente. Vio al frente, para toparse con la muchacha. ¡Por Dios era la señorita Kagome!, ¿pero que no había quedado Sesshomaru de evitar tal situación?. "Y justo hoy, que él está aquí por la luna nueva"- pensó el houshi, tratando de calmar sus nervios para acercarse a saludar cordialmente a la joven, si no él mismo terminaría delatando la situación.
-Señorita Kagome ¿Qué la ha traído por acá?- preguntó esbozando una gran sonrisa.
-Yo- titubeó la joven- vengo a verles y deseaba ver especialmente a Sango- habló tímidamente.
Miroku le vio extrañado, aquella no era la Kagome que él había conocido.
-¿Qué le ha ocurrido en este tiempo señorita Kagome?- preguntó respetuosamente y con gran seriedad. Ésta le miró sorprendida, mas negó. Sabía bien que Miroku era un hombre inteligente y que no podría engañar, mas sabía que de saber que ella prefería no hablar, el respetaría su pensar.
-Han pasado muchas cosas en este tiempo, y me gustaría hablar con Sango- volvió a decir la muchacha. Miroku le vio detalladamente. Era verdad. Aunque había hablado con Sesshomaru, no había alcanzado a preguntarle nada acerca de cómo se encontrara la señorita Kagome y ciertamente, algo había cambiado en ella. Quizás era ese deje melancólico que antes era una sonrisa, en sus labios ya no habitaba esa sonrisa, en sus labios había ahora tristeza, en su rostro pesar y su mente, su mente era un mar de confusión que buscaba escape, recurriendo a la que fuera su mejor amiga. "Si supieras lo de tu mejor amiga"- Pensó el Houshi, haciendo una mueca de abatimiento
-Pues lo más seguro es que... - iba a mentir Miroku, diciéndole que la exterminadora no se encontraba o algo similar, pero la vocecilla de Shippo le detuvo en seco.
-¡KAGOME!- se oyó un grito, al tiempo que el kitsune caía en brazos de la Miko- ¡Regresaste!- exclamó alegremente- ¿Por qué te fuiste sin decirnos nada?- reprochó el Kitsune, haciendo un pequeño puchero.
-Shippo yo- contestó sin saber que decir Kagome-Ahora estoy aquí ¿no?- comentó tiernamente la Miko, a lo que éste olvidando su "enfado" correspondió con un gran abrazo.
-Pero- habló con una mueca de enfado- ¿Alguien me quiere decir donde está Sango?- preguntó entonces la chica.
-Está... - Iba a decir el Kitsune, cuando de la nada apareció Kirara y dándole un pequeño mordisco en su pierna le hizo callar- ¿Qué ocurre contigo Kirara? - vociferó el Kitsune. Kagome sonrió, mas empezó a temer. Era muy extraño que nadie le dijese nada. Un como zumbido se hizo presente en la oscuridad, un ser extraño, o no, no era extraño, simplemente hacía mucho no le veía, era una "serpiente", una serpiente caza almas de Kikyou. Tras de ésta, venían varias más, y luego una mujer portaba un traje de sacerdotisa, era sin dudas Kikyou.
Kagome temió lo peor. Ver a Inuyasha junto a ella sería el colmo del día... sentía como su corazón entraba en pánico. Si, pánico. Quería salir corriendo, mas notó que junto a la sacerdotisa no venía el Hanyou. Extrañada le vio acercarse, con mirada maligna observó al Houshi y luego a la mononoke.
-No sé por que le protegen tanto- espetó con voz enardecida- Debería enterarse de lo que han hecho a sus espaldas- continuó.
-¿Qué?- preguntó Kagome- No me digas que han usado la perla para que Inuyasha se transforme en youkai- habló alarmada- O que algo malo le ha ocurrido a Sango- habló cada vez más desesperada.
-Ese es el problema contigo- dijo irónicamente la ex – viva- Por noble te han pasado a llevar sin límites- dijo viéndola con malicia, mas su voz era sincera- Puedo decirte que Inuyasha tiene eso entre sus planes, el convertirse en un Youkai, y si lo que quieres es saber de Sango- se detuvo, para observar la palidez que tomaba posesión del rostro del houshi- Sígueme- Invitó Kikyou.
Kagome le siguió entonces, quería saber que ocurría. ¿Por qué Kikyou le decía todo aquello?. Miroku, quien quedó estático, retomó movilidad sólo para seguirle... por Dios que debía detenerla y cuanto antes mejor. Shippo iba a seguir a la pareja, mas Kirara le detuvo, él la miró extrañado.
-¿Qué pasa Kirara?- preguntó el kitsune. La gatita maulló con un deje de ¿tristeza?- Hay algo que tu sabes y que yo no sé ¿verdad?- dijo resignado el pequeño- sólo espero que no sea muy malo -comentó Shippo al tiempo que levantaba su vista. Una hermosa luna nueva, en un oscuro cielo estrellado, ¿Qué ocurriría ahora?.
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Fecha de Termino Capitulo V- 17 de Marzo 2004
Ando corta con las Notas de autora, es que en verdad, hoy no es un muy lindo día, de hecho… ;; ¡se terminaron las vacaciones de invierno! Y ya me esta quedando tan poco tiempo- suspiro- bueno, no molesto con eso, gracias a quienes han leído hasta aquí, espero este capitulo halla sido de vuestro agrado.
Agradecimientos a quienes con sus opiniones me han apoyado con este fic, de verdad son personas maravillosas.
Hispafics
Padilla- Amiga! Hola, que bueno que os ha llegado inspiración, de seguro una excelente idea, espero por lo mismo leerte pronto y si, Inuyasha actúa como un idiota de primera, pero, ya verás como se va a arrepentir . Gracias por los ánimos y espero el capitulo sea de tu agrado.
Fanfiction
Rurouni Andrea- (Sayo con toalla en mano)… creo que sacaré a Sesshy de este fic XDDD!!, no mentira!, verdad que se hace tierno, jeje, que gusto que te agrade el fic como va, es muy grato tener comentarios como esos, más de una amiga . Un abrazo grande!.
Ishi- Oo… GRACIAS , espero no haber demorado mucho, y que el capitulo sea de tu agrado. Besos y gracias.
Coolis- Jessy! Amiga, este, si, Inu engaño y Sesshy se porta como un angelito, pero bueno, todo en la vida se paga no?, ya verás que ocurre, Gracias por el review y el apoyo mi amiga!
La miko de hielo ahome- jeje, pues si, yo creo que se cumplirán tus palabras, gracias por tu apoyo, espero este capitulo halla sido de tu agrado (sale Kirara ).
Serena Minamino- Amiga! bueno si les pinte bien malos ¬¬… sin embargo, errar es humano UU, pero igual, más de uno pagara y otros perdonarán y bueno, espero saber que opinas si?, besos!
Bunny Saito- de verdad?, pues lo puse por que… lo base en alguien muy cercano…(a mi no me echaron eso si), jeje XDDD!, pero bien, Sesshy te agrada así?, bien!, oye gracias por tu apoyo y darme tu opinión de verdad es muy importante para mi.
Ady- Gracias, espero que este capitulo te halla gustado!
Aiosami- Y.Y!!! de verdad te gusta!? Y.Y, que linda eres!, aunque (Sayo roja) creo exageras, sin embargo me agrada que este fic os guste, sobre todo por que se que la pareja es de tu gusto!, por lo mismo te dedico el fic!, estas de regreso sin Internet? UU…yo quiero hablar contigo primi, te extraño. Besos mi niña, te quiero mucho!
Ahora si, me voy despidiendo, cualquier opinión, solo pinchen abajo en review, en caso de pastelazos, criticas, tomatazos, bombas, u opiniones, en go… REVIEW Y.Y
Besos y gracias por leer hasta aquí.
