Si fuera tú
Harry llevaba un buen rato en el Gran comedor antes de que se sirviese el desayuno, desde que había despertado no había podido volver a dormir y por una vez en estos últimos meses no se debía ni a Voldemort ni a la culpa que sentía por el destino de Sirius. Harry sentía que había invadido la intimidad de Luna y el hecho de que no hubiese podido evitarlo no le hacia sentirse mejor. Una cosa era que Luna le hubiese contado que su madre había muerto, pero otra muy distinta era él haberlo presenciado con todo detalle. Tan ensimismado estaba que no se dio cuenta de que hacia un rato que habían empezado a entrar mas alumnos y el desayuno estaba servido hasta que la voz de Ginny le saco de sus pensamientos.
-Por fin te encuentro ¿has desayunado ya?
-¿Eh?... –fue lo único que pudo responder al principio –No, de todas formas creo que no voy a desayunar, no tengo hambre –dijo recuperando la compostura mientras se levantaba de la mesa.
-Oh, bien perfecto –respondió Ginny con una extraña sonrisa en la cara –entonces vamos a dar un paseo ayer no termine de contarte lo que te quería contar. –tras lo cual prácticamente le arrastró fuera del comedor.
Mientras salían Harry intento localizar sin éxito a Luna en la mesa de Gryffindor.
Había algo extraño en el comportamiento de Ginny, pero Harry no le presto demasiada atención, estaba más preocupado por reunirse otra vez con Luna para solucionar el asunto del cambio de cuerpos, pero cada vez que Harry intentaba poner una excusa para escabullirse Ginny conseguía encontrar otra para que se quedase. Llevaban algo más de una hora dando vueltas por el castillo cuando Ginny se detuvo delante de la clase de transformaciones.
-¿Por qué no nos sentamos un rato? Hoy es sábado, así que como no hay clases estará vacía. –Dijo Ginny abriendo la puerta.
Resignado a no poder librarse de Ginny hasta la hora de la comida, Harry entro en la clase.
-Accio varita –Harry oyó decir a Ginny, volviéndose a tiempo de ver como la varita de Luna que llevaba en el bolsillo de la túnica volaba los dos metros que le separaban de la puerta y de Ginny.
-Ginny... ¿Qué estas haciendo? –consiguió decir una vez recuperado de la sorpresa de ver a Ginny apuntándole con su varita, mientras recogía la de Luna con su mano libre.
-Atrás, retrocede hasta el centro de la clase –Fue la única respuesta que obtuvo aparte de una mirada amenazante.
-Pero...
-He dicho atrás
Una vez que la supuesta Luna estuvo donde Ginny quería ésta entro a la clase cerrando la puerta tras de sí.
-Fermaportus –dijo Ginny apuntando a la puerta que acababa de cerrar y al instante siguiente volvió a apuntar a Harry. –Bien, ahora me vas a responder a unas preguntas ¿Quién eres tú y que has hecho con Luna?
-Ginny, si esto es una broma no tiene gracia –Dijo Harry
-Sé que no has usado una poción multijugos –le interrumpió Ginny –Hermione me hablo de ellas, cada dosis dura solo una hora, con lo que para conseguir mantener una apariencia es necesario estar tomándola cada hora como máximo y me he asegurado de que no tomases nada en mas de una hora, exactamente una hora y diez minutos –Dijo consultando su reloj –para eso era nuestro pequeño paseo. Por lo tanto deduzco que es algún tipo de posesión y no me gusta nada que posean a mis amigos. Así que o me dices quien eres aquí y ahora o me encargo de ti y aviso a Dumbledore.
-Te aseguro que no me creerías –Dijo Harry con resignación, al fin y al cabo ya no tenia sentido seguir con la mentira si Ginny le había descubierto.
-Ponme a prueba
-Soy Harry
-Cierto, no te creo así que o te inventas algo mejor o me cuentas la verdad o...
-Puedo demostrarlo
-Adelante –dijo Ginny incrédula
-Emmm bien, en la primera clase del D.A. os hice practicar el hechizo para desarmar. –dijo tras pensar un momento
-Eso no prueba nada –respondió Ginny sin dejar de apuntarle. –podrías haber sacado esa información de los recuerdos de Luna. Creo que lo mejor será que te lleve ante Dumbledore. DESMA...
-GRIMAULD PLACE –Ginny se paro en seco a medio convocar el hechizo aturdidor –el año pasado, en Navidad –prosiguió Harry –Después de que la serpiente de Voldemort atacase a tu padre, yo estaba obsesionado con la idea de que Voldemort me hubiese poseído, de hecho me comporte como un idiota con todos vosotros... Solo tú me plantaste cara y me hiciste ver que no era lo que yo creía, y creo que aun no te he dado las gracias.
Ginny se quedo petrificada intentando asimilar lo que acababa de oír.
-¿Harry? –Dijo incapaz de salir de su asombro -¿de verdad eres tu?
Como respuesta Harry se limito a asentir con la cabeza mientras Ginny seguía con tal expresión de asombro que si fuese posible su mandíbula estaría rozando el suelo.
-P... pero ¿cómo es posible? –Dijo la pelirroja relajando el brazo con el que hasta hacia solo un momento apuntaba a Harry -¿y Luna?
-Veras... Todo empezó ayer por la tarde mientras daba un paseo...
Harry le contó la historia, omitiendo algunos puntos, como los recuerdos de Luna
-así que era eso y yo que pensaba que ayer Harry volaba tan raro por que no se podía concentrar... Bueno quiero decir Luna... es decir... bueno tu me entiendes –Dijo Ginny totalmente confusa una vez que acabo de oír la narración de Harry.
-Si, es un tanto confuso –dijo Harry –Espero que nos guardes el secreto...
-Si, cla... ¡¡Un momento!! Eso ocurrió antes del entrenamiento ¿no?
-Si, es lo que he dicho –respondió Harry sin entender la repentina reacción de Ginny.
-Entonces eras tu quien me acompaño a las duchas –Dijo Ginny ruborizándose de sobremanera mientras volvía a apuntar inconscientemente a Harry con la varita.
-Gi... Ginny, te aseguro que no vi nada, a... además yo ni siquiera quería entrar... Ginny por favor apunta hacia otro sitio.
Lentamente Ginny volvió a bajar la varita mientras le enviaba una mirada de soslayo e hizo un ruidito que sonaba extrañamente parecido a "pervertido".
-Más te vale que no me entere que has hecho algo raro con el cuerpo de Luna –añadió Ginny mientras mantenía la misma mirada.
-Por quien me tomas –ahora era el turno de Harry para ruborizarse desde el cuerpo de Luna, cosa que desde el punto de vista de Ginny era toda una novedad, ya que en todo el tiempo que conocía a la Ravenclaw jamás la había visto sonrojarse así.
-Esta bien solo era una broma... –Dijo Ginny con una sonrisa– ¿tenéis alguna idea de cómo volver a la normalidad?
-Alguna... –respondió Harry de manera esquiva.
-Y eso quiere decir...
-Luna y yo hemos quedado para intentar encontrar otra vez a esa cosa y repetir lo que ocurrió ayer.
-Lo cual quiere decir que no tenéis ni idea.
-Si –Admitió Harry tras un incomodo silencio.
-Y por que no se lo contáis a Dumb...
-No –interrumpió Harry –no, Dumbledore ya tiene bastante de que ocuparse ahora mismo organizando una guerra y dirigiendo el colegio.
-Lo estas haciendo otra vez ¿sabes?
-¿El que?
-Ignorar deliberadamente que necesitas ayuda.
-No digas tonterías –respondió Harry mientras pasaba al lado de Ginny en dirección a la puerta.
-No son tonterías y lo sabes –Dijo Ginny lanzándole una mirada desafiante –lo hiciste con tus castigos con Umbridge, lo hiciste con los sueños que tenias... ¿Cuando vas a dejar de lado tu maldito orgullo y dejar que alguien te ayude en algo?
-Bien, pues ayúdame abriendo esta puerta o devolviéndome la varita –respondió mientras forcejeaba con el pomo de la puerta mágicamente cerrada.
-Se puede saber que demonios té pasa con él. –Ginny también avanzo hasta la puerta.
-Nada... –Fue la única respuesta que Ginny obtuvo de Harry que seguía mirando hacia la puerta.
-Si sigues así alguien saldrá perjudicado. Igual que paso con Sirius.
-¡¡¡¡CÓMO TE ATREVES!!!! –Gritó Harry dándose la vuelta –Como te atreves a usar la memoria de Sirius contra mí.
-Me atrevo porque eres mi amigo y Luna también es mi amiga –respondió Ginny con una determinación que igualaba a la ira de Harry –y no pienso dejar que te hagas daño o se lo hagas a ella. ¿Es que se te ha olvidado que no estas solo en esto?
Fue como si Harry hubiese recibido una bofetada, era verdad que no había pensado en ningún momento que podía estar poniendo a Luna en peligro, al fin y al cabo ahora ella estaba en el cuerpo del chico al que el mago oscuro más poderoso de este siglo quería ver muerto... ¿y si Voldemort se llega a dar cuenta y aprovecha la situación de alguna forma?
-Pase gran parte de mi segundo año en la biblioteca –prosiguió Ginny un poco mas calmada –buscando posibles efectos secundarios a lo que me ocurrió en primero. Recuerdo que en algunos libros que miré se describían algunos hechizos que se parecen a lo que os esta ocurriendo a Luna y a ti, lo que malo es que la mayoría de ellos tienen un limite de tiempo antes de que los efectos sean irreversibles.
-Esta bien ¿Cuánto tiempo nos queda? –respondió Harry casi en un susurro mientras miraba al suelo.
-Eso depende del hechizo en concreto, aunque me parece que variaban desde 24 horas hasta un ciclo lunar completo, aproximadamente un mes, pero no me acuerdo muy bien.
-Tenemos que encontrar a Luna ¿podrías darme hasta el mediodía antes de avisar a Dumbledore?
-Supongo que es lo mas que puedo sacar de un cabezota como tu –respondió Ginny con un suspiro mientras le tendía la varita que le había quitado al entrar en la clase.
Una vez abierta la puerta se dirigieron hacia el gran comedor. Por una vez Harry se alegró de no pasar desapercibido, ya que aunque Luna (ahora en el cuerpo de Harry) ya no estuviese desayunando seguro que alguien sabría donde estaba.
-Siento haber tenido que mencionar a Sirius –Dijo Ginny mientras iban de camino al gran comedor.
-No tienes por que, tenias razón en todo lo que me dijiste antes.
-Bueno, ya hablaremos de eso luego ahora tenemos que encontrar a Lu... –Ginny se interrumpió al pasar al lado de dos alumnos de Hufflepuff -a "ella".
No tardaron demasiado en llegar al Gran comedor donde a pesar de que ya casi había acabado la hora del desayuno aun quedaban muchos alumnos en las mesas de las diferentes casas. Por suerte para ellos allí estaba Luna en el cuerpo de Harry, al parecer masticando una tostada sin demasiado interés mientras miraba de manera distraída algo cerca del techo. Harry seguía sin acostumbrarse a verse a sí mismo comportándose de una manera tan... estilo Luna.
-Bueno... tampoco es que ella sea muy buena actriz –Dijo Ginny –no se como no me di cuenta del cambio por ella en vez de por ti.
-¿Podrías hacer que nos encontrásemos en la entrada del castillo? Se lo diría yo, pero no quiero que nadie piense que pasa nada raro... las cosas ya están bastante complicadas.
-De acuerdo, pero que piensas hacer –Dijo Ginny con resignación.
-Quizás la criatura haya vuelto por aquí, así que pensaba que podríamos adelantar el plan de repetir el incidente... Pero si no lo encontramos antes del mediodía tienes mi palabra que iremos derechos al despacho de Dumbledore –Añadió inmediatamente viendo la mirada de Ginny.
-Esta bien... Mientras yo iré a la biblioteca a reunir información. ¿Has notado algún otro efecto que pueda ayudarnos a identificar el hechizo concreto?
Harry dudo un momento si contarle a Ginny los hechos de la noche anterior.
-Dilo –Insistió Ginny ante la duda de Harry.
-Bueno... creo que anoche vi algunos de los recuerdos de Luna.
Ginny se quedo pensativa un momento pero no dijo nada.
Al entrar en el Gran comedor Ginny casi se dio de bruces con un alumno de Ravenclaw al que Harry reconoció como el mismo chico que le habló la noche anterior. Tras intercambiar un par de disculpas con Ginny salió por la puerta dirigiendo una sonrisa y un pequeño saludo con la cabeza a Harry. "¿Quién demonios es ese?" Se preguntó Harry frunciendo el ceño, "Luna me dijo que casi nadie en Ravenclaw hablaba con ella... pero ¿y sí...?". Antes de terminar de pensarlo se dio cuenta de que el chico seguía mirándole "o mejor dicho a Luna". Se obligo a sí mismo a sonreírle de vuelta y saludarle "Y a mí que me importa que a ese chico le pueda gustar Luna" se dijo a sí mismo mientras observaba al misterioso chico dirigirse hacia la escalera que llevaba a la sala común de Ravenclaw. Harry decidió dejar esos sentimientos a un lado para concentrarse en el problema que tenia ahora entre manos.
Harry no tuvo que esperar demasiado, apenas dos minutos después de que él llegase a la entrada del castillo también llegó Luna.
-Hola, Ginny me dijo que querías verme –A Harry aun le parecía muy extraño oírse hablar, y mas aun por el tono de ensueño con el que Luna hablaba siempre.
-Ginny sabe lo que ha pasado, me ha dado hasta el mediodía antes de avisar a Dumbledore, así que había pensado que podíamos intentar encontrar a esa cosa antes y volver a nuestros propios cuerpos antes de que nadie mas se entere.
-Oh... de acuerdo, además me apetecía dar un paseo –Dijo Luna casi de manera casual.
Llevaban casi media hora recorriendo los lindes del bosque y a Harry cada vez le pesaban mas en la conciencia los hechos de la pasada noche a pesar de que era consciente de que fuesen cuales fuesen las razones por las que se introdujo en los recuerdos de Luna desde luego no fueron voluntarias. Pero sentía que lo menos que podía hacer era decírselo.
-Luna, tengo que decirte algo... –empezó a decir, pero se interrumpió al ver que no le prestaba atención, sino que miraba hacia el bosque con una expresión de sorpresa.
Siguiendo su mirada lo vio, allí estaba la extraña criatura en una de las ramas bajas de un árbol cercano al camino.
-Esta vez tú lo espantas y yo lo cojo –dijo Luna en un susurro.
-¿Igual que ayer? –replico Harry con una sonrisa cómplice.
Luna no contesto, simplemente se metió sigilosamente entre los arbustos. Por lo visto Luna era bastante buena escondiéndose ya que instantes después Harry ya no la veía por ningún sitio, aunque por suerte el bicho tampoco ya que seguía en la rama sin moverse.
Tras varios minutos Harry decidió que Luna ya debía estar en posición y empezó a avanzar hacia su objetivo. Pero al parecer el ser tenia otras intenciones, ya que en cuanto vio a Harry (en el cuerpo de Luna) salió disparado hacia él.
Harry tuvo una cierta sensación de "deja vu". La cosa iba a pasar por su lado y Harry instintivamente se lanzo sobre él, desesperado por no perder la oportunidad de volver a la normalidad. Tal como había ocurrido el día anterior el ser continuo su carrera ajeno al peso extra que se le había agarrado.
-ESE NO ERA EL PLAN –Harry oyó gritar a Luna desde algún punto del bosque.
-NO ES CULPA MIA, PARECE QUE LE GUSTAS –Replicó Harry aun agarrado como una lapa al extraño animal.
Tras un par de vueltas por la zona al final Luna (en el cuerpo de Harry) consiguió interponerse en el camino del bicho. Repitiéndose también el estallido de luz.
"Ouch... será mejor que haya funcionado" pensó Harry. Estaba tumbado de espaldas en el suelo con algo medianamente pesado encima de él. Abrió lentamente los ojos para encontrarse con un paisaje bastante borroso, instintivamente se recolocó las gafas.
Estuvo a punto de gritar de alegría cuando de repente se dio cuenta de que lo que tenia encima no era otra cosa que el cuerpo inmóvil de Luna.
-Que este bien... No puede estar mu... –susurro mientras ponía un par de dedos en el punto en que se unen la mandíbula y el cuello para buscar el pulso de la chica.
"Solo esta inconsciente" Harry suspiro aliviado.
No se dio cuenta de que la estaba abrazando hasta que Luna empezó a recobrar la conciencia.
-Funcionó –Dijo Luna con una sonrisa, pero al ver que Harry estaba más rojo que un tomate su expresión cambió –oh, lo siento debo pesar mucho. –Dijo sentándose a un lado de Harry.
-No, no pesas –Murmuro Harry sentándose también. "La verdad es que era bastante agradable" Harry se obligo a apartar aquel pensamiento mientras miraba hacia otro sitio para evitar que Luna viese que se ponía aun más colorado (sí es que era posible).
Tras un rato de incomodo silencio Harry recordó que había algo que debía confesarle a Luna.
-Tengo que contarte una cosa... –Dijeron los dos a la vez.
Otra vez silencio...
Harry volvió a mirar de reojo a Luna. Parecía que a la chica no le afectaban para nada el cúmulo de situaciones embarazosas que se habían sucedido.
-Veras, anoche mientras dormía, no se como ocurrió, pero creo que entre en algunos de tus recuerdos –Al final fue Harry quien rompió el silencio.
-¿qué fue exactamente lo que viste? –Dijo Luna, en su voz no había rastro del tono de ensueño que la caracterizaba.
Harry le contó todo lo que recordaba. Mientras hablaba se dio cuenta de lo mucho que significaban para Luna esos recuerdos. Un par de veces Harry estuvo a punto de interrumpirse al ver lo mucho que le estaba afectando a Luna el relato, lo hubiera hecho de no ser por que Luna le pidió que continuase. Al final Luna parecía al borde de las lagrimas, estaba sentada abrazando sus rodillas y respirando rápidamente. A Harry le dolía verla así, pero no sabia que podía hacer para tranquilizarla. Antes de pararse a pensar en lo que estaba haciendo le paso el brazo por encima de sus hombros. Luna le miró sorprendida, pero en vez de alejarse (que era lo que Harry creía que iba a hacer... o eso o darle una bofetada) Luna recostó su cabeza en el hombro del chico.
-Aun tengo pesadillas... –Dijo ella al cabo de un rato cuando estuvo un poco más tranquila –No tan a menudo como antes, pero a veces pienso en que hubiese ocurrido si no hubiese estado allí aquel día.
Harry no dijo nada, sabia bastante bien como se sentía Luna porque era lo que el mismo sentía con respecto a Sirius.
-Pero entonces lo recuerdo –Continuó Luna mirando a Harry a los ojos, en su voz ya no había el menor atisbo de tristeza – Algunas de las cosas que me solía decir mi madre, como que no merece la pena preocuparse por lo que no puedes cambiar y que siempre hay esperanza.
La mente de Harry registro las palabras, pero él estaba demasiado ocupado mirando aquellos preciosos ojos grises. Sus caras estaban a menos de un palmo de distancia, solo tenia que inclinarse un poco y...
-Yo también tengo algo que decirte –Dijo Luna alejándose un poco para sentarse.
-Eh... –Fue la única palabra que Harry consiguió articular, despistado por lo que había estado a punto de hacer- Ah, si es verdad.
Luna le contó que había tenido una experiencia bastante parecida a la suya, solo que mucho más extensa ya que abarcaba desde algunas de las jugarretas más crueles que Dudley le había hecho en el colegio, pasando por un pequeño resumen de la vida con los Dursley (no muy agradable), hasta los momentos más importantes de su vida en Hogwarts . Cuando Luna llegó a la parte en la que Harry en su tercer curso había descubierto la inocencia de su padrino hubo unos instantes en los que dudo si continuar o no.
-No pasa nada –Dijo Harry notando la indecisión de Luna.
Harry se sorprendió de oír que la muerte de Sirius no era el ultimo recuerdo que Luna había visto, sino que también había presenciado la discusión en el despacho de Dumbledore, lo cual implicaba que había oído la profecía.
"Otra persona a la que pongo en peligro, estupendo" se dijo a si mismo en tono sarcástico.
-Escucha Luna, nadie debe enterarse de lo que me acabas de decir.
-Oh... no te preocupes, es normal que no quieras que alguien a quien apenas conoces sepa estas cosas –Dijo Luna –puedes borrarme la memoria si quieres.
-Me refería a la profecía –Respondió Harry bajando la voz –Si Voldemort o alguno de sus mortifagos se enteran que aun hay alguien que sabe lo que decía podrías estar en peligro.
Luna se quedo mirándole con sorpresa.
-Solo era por eso –Continuó Harry ruborizándose ligeramente–No es que quiera que el resto se divulgue a los cuatro vientos, pero no me importa que tú lo sepas. De todas formas Ron y Hermione también saben la mayoría de esas cosas.
-Pero ellos son tus amigos –Dijo Luna casi en un susurro.
-Igual que tu –Replicó Harry.
Otra vez se quedaron en silencio, pero esta vez no era para nada incomodo. Harry no supo cuanto tiempo estuvieron así, simplemente mirándose y sonriéndose el uno al otro, hasta que por fin un ruido estropeo su pequeño momento. El rugido de la tripa de Luna.
-Que hambre tengo –Dijo Luna mientras Harry intentaba asimilar que por fin había visto un atisbo de rubor en la joven Ravenclaw –Parece que no haya comido nada desde ayer.
-Creo que eso es culpa mía –Respondió Harry levantándose.
Luna se limito a mirarle arqueando una ceja.
-Si nos damos prisa puede que aun puedas desayunar –Dijo Harry ofreciéndole su mano para ayudarla a levantarse.
-Y de paso evitar que Ginny vaya corriendo al despacho de Dumbledore para nada –Respondió Luna aceptando la ayuda que el chico le ofrecía.
-¡¡Es verdad!! –Respondió Harry recordando la promesa que le hizo a la joven Weasley–Quizás sea mejor que pasemos por la cocina a ver si Dobby nos da algo para llevar.
Sin darse cuenta de que seguían agarrándose la mano el uno al otro volvieron corriendo al castillo.
FIN
