Hola! Aquí está el cuarto capítulo de AGUA! Espero k os guste!
OOclomalfoyOo- akí tienes el cuarto cap. K lo disfrutes!
Cerdo volador- sí ya sé k el último fue corto... po este compensa ( o almenos a mi...)
Paola: Aquí tienes el cap.! Espero k te guste...
Amaly Malfoy: Bueno... aún queda para que se junten pero... Supongo k la gente algo dirá... Pero ya se verá todo a su momento xD k te guste el fic!
Luzy Snape: Aquí tienes el cap. Espero k también te guste!
Lo que está entre "" son los pensamientos
Gracias por todos los revius! Acordaros k a mi no me pertenece nadie de esta historia sólo la trama... Y ahora sin más dilación... el fic!
------ CAPÍTULO 4 ------
Habían pasado cinco minutos de las siete y Draco estaba esperando a Harry en la puerta de entrada con una bolsa para dejar su ropa en una mano y la escafalga en la otra. Pasaron cinco minutos más y vio aparecer a Harry por el pasillo de la derecha.
-Lo siento, Hermione no me dejaba marcharme hasta que no acabara los deberes de encantamientos...- se disculpó Harry- decía que por cinco minutos no pasaría nada...- agregó fastidiado.
-Tranquilo, no te preocupes.- dijo Draco empezando a caminar hacia el lago.- Traigo puesto el bañador y en esta bolsa pondré la ropa. ¿Tú dónde la dejas normalmente?
-Pues doblada debajo de un árbol con un hechizo impermeable...
-Ah... también.
Llegaron a la orilla del lago más alejada y Harry empezó a desabrocharse la camisa. Al verle en semejante situación, la mente y las hormonas de Draco empezaron a trabajar creando tales imágenes que tuvo que girarse y quitares los pantalones y túnica de espaldas a Harry. Cuando hubo acabado siguió de espaldas, no quería ver a Harry desnudo... Oyó como alguien se tiraba al agua, "debe de ser Harry" así que se giró y encontró a Harry en el lago. El agua le llegaba un poco más abajo del ombligo donde ya se veían algunas escamas plateadas. Con el cielo negro y rojo en el horizonte y el reflejo del agua en la cara, Draco pensó que Harry se veía mejor que nunca. Pero el moreno no era tan romántico, no le importaba el color del cielo ni si el agua se reflejaba en la cara de alguien, él sólo se fijaba en el perfecto cuerpo de Draco, brazos musculosos, torso perfectamente definido con unos abdominales envidiables y unas piernas... "Por Merlín! Harry concéntrate..."
-Bueno... ahora tienes que tragarte la escafalga, te parecerá asquerosa pero lo tienes que hacer. Después te metes en el agua y cuando notes que no puedes respirar te sumerges. ok?- logró decir por fin Harry.
Draco también despejó su cabeza de pensamientos extraños y asintió. Empezó a caminar en dirección al lago. Cuando su pie derecho entró en contacto con el agua tubo que reprimir un grito por lo helada que se encontraba. Pero respiró hondo y se sumergió, se tragó la branquialga y después de unos treinta segundos empezó a notar la falta de aire. Acordándose de lo que le había dicho Harry, se volvió a sumergir en el agua. Esta vez la notó tibia, perfecta para nadar en ella. Notó como en su cuello habían aparecido branquias y entre los dedos de las manos y de los pies le había salido una membrana. Se giró para buscar a Harry y le encontró haciéndole señas hacia un montón de algas, se dirigió allí.
-Qué te parece? Es bonito?
Draco estuvo a punto de decir que a qué se refería con lo de bonito, si al paisaje submarino o a él, pero comprendió que se refería al paisaje así que asintió de todas formas.
-Puedes hablar también eh!
-Ya lo sé- dijo Draco haciendo salir burbujas de su boca.
-Venga ven, sígueme, no te separes de mí por qué si te encuentran solo, no sé que te harán.
Draco asintió y fue siguiendo a Harry, intentando que el movimiento de su cola y su torso no le distrajeran.
Fueron pasando cerca de algas de diferentes tonos de verdes, algunas negras y otras rojas, y Harry fue dando detalles de cada especie de ser acuático que veían. Para Draco todo eso era hermoso, pero porque estaba con Harry, si estuviera solo le hubiera parecido de lo más deprimente. "Pobre Harry, tiene que haber algo que pueda hacer en contra de la maldición" se dijo así mismo el joven Slytherin.
Cada vez se hacía más oscuro por lo tanto ya debería de faltar poco para llegar al pueblo sireno.
Fueron nadando y cuando Draco le iba a preguntar a Harry cuanto faltaba divisó una pequeña torre hecha con piedras y pechinas enganchadas. A medida que se acercaban pudo ver que se trataba de una cruz.
-Qué es esa cruz?.- le preguntó a Harry.
-Indica que a partir de aquí es territorio sireno.
Harry se paró y giró para mirar a Draco.
-Ahora, por favor, no hagas nada que pueda llamar la atención y mucho menos que pueda considerarse hostil. Nada siempre a un metro detrás de mí y no hables si no te preguntan, ok?
Draco asintió. Había oído decir que las sirenas eran raras, pero todo eso le parecía demasiado. Aún y así aceptó y siguió a Harry un metro detrás de él.
Fueron nadando un rato más hasta llegar a una roca con forma de estrella, giraron hacia la izquierda y un montón de casas de piedra oscura y llenas de hongos y algas aparecieron en su campo de visión. Por las ventanas se podía ver a sus ocupantes, al verlos un escalofrío recorrió la espalda de Draco. El rubio había visto los dibujos de las sirenas en sus libros de criaturas mágicas pero aún y así, verlas en directo era mucho más impactante. Su piel grisácea les daba el aspecto de cadáveres, su pelo verde hacía pensar que sus pelos eran serpientes y sus dientes... eran amarillos y todos estaban rotos. A Draco le pareció una mala idea haber venido. Pero lo había hecho por Harry recordó, y eso le dio ánimos para no huir.
-Harry!.- se oyó detrás de ellos.
"Quién llama con tantas familiaridades a Harry?" pensó Draco, y al ver como el Gryffindor se giraba él le siguió.
-Haruko!.- gritó Harry, y fue a saludar a la sirena.
Draco la miró, esa tal Haruko era peor que todas las sirenas que había visto por las ventanas. Tenía los dientes puntiagudos y una especie de tatuaje que le recorría todo el brazo izquierdo.
-Quén es él?.- oyó Draco que decía la sirena con voz fría.
-Oh! Es Draco, mi amigo, ya te hablé de él.- contestó Harry con una sonrisa.
-Ya... claro.
Haruko empezó a nadar y Harry y Draco la siguieron. El rubio un metro por detrás de su amigo.
Fueron nadando y nadando hasta llegar a la casa más grande que hubieran visto en ese pueblo, ciudad o lo que fuera, pero también la más fea y terrorífica. Sus paredes eran negras con escenas de cacerías pintadas y para la mente de Draco demasiado explícitas, con mucha sangre.
-Que, nunca habías visto una casa tan grande? Soy la hija del alcalde.- dijo con tono de superioridad al ver como Draco no apartaba la mirada de la casa.- tengo todo lo que quiero y más dinero del que tú nunca podrás imaginar.
Draco estuvo a punto de decirle a esa sirenita que él era un Malfoy, no pasaría penuria económica en doscientos años ni que no trabajara. Pero el miedo de ser atacado y la mirada que le dirigió Harry le hicieron callar.
-Entramos Harry? Mi padre estará muy contento de verte.- calló un rato y finalmente volvió a hablar.- tu amigo también puede venir si quiere.
Los dos chicos siguieron a la sirena hacia la casa. El interior aún aterró más a Draco. Todo era de colores oscuros al igual que su mansión, pero los cuadros que mostraban aún más explícitas escenas de caza, los esqueletos de algún pez colgados de las paredes y los collares de dientes hicieron que las rodillas de rubio empezaran a temblar.
-Iré a avisar que has llegado.
Cuando Haruko se perdió de vista Harry se giró hacia Draco.
-Escucha, sé que no te gusta Haruko, olvidé decirte que no es muy social.
-No me digas? No lo había notado?
-Perdona, oye, te estás comportando muy bien y te agradezco que hayas venido, cuando lo tengo que venir solo me da mucha cosa estar con sus padres... Pero si estás tú me siento protegido.
Draco intentó no ruborizarse, el solo hecho de oír a Harry decir eso contrarrestaba lo mal que lo estaba pasando.
-Ah! Y no es necesario que vengas más, sé que lo estás pasando muy mal.
-Mal? No lo estoy pasando mal!
-Ya, claro y por eso te tiemblan las rodillas?
-No me tiemblan las rodillas!.- dijo Draco poniendo las manos en ellas y mirando mal a Harry.
Éste sonrió y al oír que Haruko le llamaba se giró y se fue. Draco le siguió.
------
Si Haruko por si sola ya daba miedo, Draco pensó que no era nada comparado con el miedo que provocaba su padre. El pelo verde y corto era lo más normal que tenía. Su piel era de un gris verdoso que daba náuseas y sus dientes eran de color azafrán. Las uñas largas y llenas de mugre, un collar lleno de dientes y huesos... El rubio agradeció que les ofreciera asiento.
-Buenos días Harry.
-Buenos días señor Rulhan.- contestó el Gryffindor.
-Haruko me ha dicho que este humano es amigo tuyo...
-Sí señor, se llama Draco.
-Bien.
Tal como había hecho su hija, el alcalde Rulhan sólo lo miró fríamente y empezó a hablar con Harry. Que si las mareas del lago se estaban volviendo inestables y eso perjudicaba el cultivo de algas negras para su alimentación, que si el calamar gigante cada vez anidaba más cerca de su pueblo... Definitivamente entendía por que Harry se aburría tanto allí, a quién le importaba eso?
Draco no sabía cuanto tiempo había pasado, pero de pronto notó como el agua hasta poco tiempo antes tibia y perfecta se iba enfriando. Notó como la membrana que tenía entre los dedos desaparecía y se acordó que la branquialga sólo duraba una hora...
-Harry...- dijo en un susurro, pero el moreno no le oyó.
-Harry...- dijo más fuerte.
Esta vez Harry sí que le oyó y le puso una mano en la pierna para que se callase. A Draco le subieron los colores, pero no era tiempo de ruborizarse, si no le hacía saber a Harry que se estaba ahogando, pronto moriría.
-Harry, me ahogo...
Al oírlo, Harry reaccionó.
"Cómo he podido olvidarlo? Draco sólo puede aguantar una hora y han pasado cincuenta minutos por lo menos"
Se levantó y se despidió de Haruko y su padre, disculpándose una y mil veces. Las sirenas podían llegar a ser muy rencorosas si no se las trataba bien.
Draco no podía seguir el ritmo que llevaba Harry, se le entumecían los músculos por el esfuerzo y empezaba a tiritar de frío. Harry se dio cuenta y se lo cargó a los hombros. Cuando Draco notó como sus ojos y labios quedaban pegados a la espalda del Gryffindor tuvo que hacer una gran muestra de autocontrol para no empezar a besar y lamer esa piel tostada que tenía delante. Pero tampoco podría haberlo hecho, justo cuando había pensado eso, una gran cantidad de agua empezó a entrar en sus pulmones y sintió que no podía respirar. Lo último que oyó fue como Harry le decía:
-Aguanta Draco, aguanta que ya falta poco.
Pero dichas esas palabras Harry notó como Draco se había desmayado dejando caer todo su peso encima de él. Hizo un último esfuerzo y con dos coletazos más llegó a la superficie.
Harry puso al rubio boca arriba y tumbado en el césped. Seguía lloviendo. Hizo presión encima de sus pulmones, nada.
"Mierda, si no responde tendré que hacerle el boca a boca... Que mierda? Mejor" se dijo mientras una sonrisa lobuna asomaba en sus labios. Pero entonces Draco se convulsionó y empezó a toser y escupir agua. Harry respiró aliviado.
-Draco! Estás bien?- le preguntó mientras le levantaba la cabeza del suelo.
El Slytherin, que aún estaba confundido, no sabía quien le estaba hablando pero esos brazos que lo tenían cogido por la cintura se sentían tan bien...
-Estoy bien.- contestó.
-Menos mal, si te llega a pasar algo no me lo hubiera perdonado. Todo ha sido culpa mía.
Al oír esa voz, Draco empezó a recordar... Si esa era la voz de Potter, esos eran sus brazos? Y el torso que tenía delante también, y... El Slytherin desvió la mirada del cuerpo de su amigo mientras sus mejillas se teñían de un rojo carmín muy subido.
-Qué pasa? No me reconoces?
-Sí, Harry, sí te reconozco, pero... no crees que te puedes constipar si vas desnudo debajo de la lluvia?
Harry miró hacia abajo y entonces se dio cuenta que, efectivamente, no llevaba nada puesto. Con las prisas por salvar a Draco había salido del lago y no se había puesto calzoncillos ni nada...
-Sí bueno, ahora me visto. Menos mal que estás bien.
Y Harry se fue hacia donde había dejado su ropa. Draco cerró los ojos para no verlo.
Estando los dos ya vestidos se dirigieron hacia la puerta principal.
-Gracias.
-No me lo agradezcas. Es lo mínimo que podría haber hecho. Si te hubieses muerto sería por mi culpa.
-Si, bueno, hablando de eso... no te importa que no vuelva a acompañarte verdad? Es que esa tal Haruko... no me cae muy bien que digamos. Y su padre tampoco.- añadió.
-Es normal, no les gustan los humanos. Y supongo que Haruko debe estar celosa...Bueno adiós me voy a la sala común ya nos veremos mañana ok?
-Sí, sí. Adiós.
Draco se quedó mirando como Harry se iba. "Haruko celosa? Uy... ahora sí que tengo que encontrar una cura a la maldición. No quiero que esa sirena de los cojones me lo quite." Se dijo medio enfadándose. "Aunque... des de cuando es mío? Sí que se ha preocupado por mí, pero lo debe haber hecho por amigos, no por nada más..."
El rubio suspiró y se fue hacia Slytherin.
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Buenooo akí esta todo por hoy! Sé que el último cap. Fue corto pero con este no os quejareis eh!... Es uno de los más largos que he escrito nunca.
Para describir a las sirenas me he basado en la descripción que se da en el cáliz de fuego ok?
Enga hasta el proximo cap.!!
Besos ni€a y ya sabéis, dejad algún k otro reviu!!
OOclomalfoyOo- akí tienes el cuarto cap. K lo disfrutes!
Cerdo volador- sí ya sé k el último fue corto... po este compensa ( o almenos a mi...)
Paola: Aquí tienes el cap.! Espero k te guste...
Amaly Malfoy: Bueno... aún queda para que se junten pero... Supongo k la gente algo dirá... Pero ya se verá todo a su momento xD k te guste el fic!
Luzy Snape: Aquí tienes el cap. Espero k también te guste!
Lo que está entre "" son los pensamientos
Gracias por todos los revius! Acordaros k a mi no me pertenece nadie de esta historia sólo la trama... Y ahora sin más dilación... el fic!
------ CAPÍTULO 4 ------
Habían pasado cinco minutos de las siete y Draco estaba esperando a Harry en la puerta de entrada con una bolsa para dejar su ropa en una mano y la escafalga en la otra. Pasaron cinco minutos más y vio aparecer a Harry por el pasillo de la derecha.
-Lo siento, Hermione no me dejaba marcharme hasta que no acabara los deberes de encantamientos...- se disculpó Harry- decía que por cinco minutos no pasaría nada...- agregó fastidiado.
-Tranquilo, no te preocupes.- dijo Draco empezando a caminar hacia el lago.- Traigo puesto el bañador y en esta bolsa pondré la ropa. ¿Tú dónde la dejas normalmente?
-Pues doblada debajo de un árbol con un hechizo impermeable...
-Ah... también.
Llegaron a la orilla del lago más alejada y Harry empezó a desabrocharse la camisa. Al verle en semejante situación, la mente y las hormonas de Draco empezaron a trabajar creando tales imágenes que tuvo que girarse y quitares los pantalones y túnica de espaldas a Harry. Cuando hubo acabado siguió de espaldas, no quería ver a Harry desnudo... Oyó como alguien se tiraba al agua, "debe de ser Harry" así que se giró y encontró a Harry en el lago. El agua le llegaba un poco más abajo del ombligo donde ya se veían algunas escamas plateadas. Con el cielo negro y rojo en el horizonte y el reflejo del agua en la cara, Draco pensó que Harry se veía mejor que nunca. Pero el moreno no era tan romántico, no le importaba el color del cielo ni si el agua se reflejaba en la cara de alguien, él sólo se fijaba en el perfecto cuerpo de Draco, brazos musculosos, torso perfectamente definido con unos abdominales envidiables y unas piernas... "Por Merlín! Harry concéntrate..."
-Bueno... ahora tienes que tragarte la escafalga, te parecerá asquerosa pero lo tienes que hacer. Después te metes en el agua y cuando notes que no puedes respirar te sumerges. ok?- logró decir por fin Harry.
Draco también despejó su cabeza de pensamientos extraños y asintió. Empezó a caminar en dirección al lago. Cuando su pie derecho entró en contacto con el agua tubo que reprimir un grito por lo helada que se encontraba. Pero respiró hondo y se sumergió, se tragó la branquialga y después de unos treinta segundos empezó a notar la falta de aire. Acordándose de lo que le había dicho Harry, se volvió a sumergir en el agua. Esta vez la notó tibia, perfecta para nadar en ella. Notó como en su cuello habían aparecido branquias y entre los dedos de las manos y de los pies le había salido una membrana. Se giró para buscar a Harry y le encontró haciéndole señas hacia un montón de algas, se dirigió allí.
-Qué te parece? Es bonito?
Draco estuvo a punto de decir que a qué se refería con lo de bonito, si al paisaje submarino o a él, pero comprendió que se refería al paisaje así que asintió de todas formas.
-Puedes hablar también eh!
-Ya lo sé- dijo Draco haciendo salir burbujas de su boca.
-Venga ven, sígueme, no te separes de mí por qué si te encuentran solo, no sé que te harán.
Draco asintió y fue siguiendo a Harry, intentando que el movimiento de su cola y su torso no le distrajeran.
Fueron pasando cerca de algas de diferentes tonos de verdes, algunas negras y otras rojas, y Harry fue dando detalles de cada especie de ser acuático que veían. Para Draco todo eso era hermoso, pero porque estaba con Harry, si estuviera solo le hubiera parecido de lo más deprimente. "Pobre Harry, tiene que haber algo que pueda hacer en contra de la maldición" se dijo así mismo el joven Slytherin.
Cada vez se hacía más oscuro por lo tanto ya debería de faltar poco para llegar al pueblo sireno.
Fueron nadando y cuando Draco le iba a preguntar a Harry cuanto faltaba divisó una pequeña torre hecha con piedras y pechinas enganchadas. A medida que se acercaban pudo ver que se trataba de una cruz.
-Qué es esa cruz?.- le preguntó a Harry.
-Indica que a partir de aquí es territorio sireno.
Harry se paró y giró para mirar a Draco.
-Ahora, por favor, no hagas nada que pueda llamar la atención y mucho menos que pueda considerarse hostil. Nada siempre a un metro detrás de mí y no hables si no te preguntan, ok?
Draco asintió. Había oído decir que las sirenas eran raras, pero todo eso le parecía demasiado. Aún y así aceptó y siguió a Harry un metro detrás de él.
Fueron nadando un rato más hasta llegar a una roca con forma de estrella, giraron hacia la izquierda y un montón de casas de piedra oscura y llenas de hongos y algas aparecieron en su campo de visión. Por las ventanas se podía ver a sus ocupantes, al verlos un escalofrío recorrió la espalda de Draco. El rubio había visto los dibujos de las sirenas en sus libros de criaturas mágicas pero aún y así, verlas en directo era mucho más impactante. Su piel grisácea les daba el aspecto de cadáveres, su pelo verde hacía pensar que sus pelos eran serpientes y sus dientes... eran amarillos y todos estaban rotos. A Draco le pareció una mala idea haber venido. Pero lo había hecho por Harry recordó, y eso le dio ánimos para no huir.
-Harry!.- se oyó detrás de ellos.
"Quién llama con tantas familiaridades a Harry?" pensó Draco, y al ver como el Gryffindor se giraba él le siguió.
-Haruko!.- gritó Harry, y fue a saludar a la sirena.
Draco la miró, esa tal Haruko era peor que todas las sirenas que había visto por las ventanas. Tenía los dientes puntiagudos y una especie de tatuaje que le recorría todo el brazo izquierdo.
-Quén es él?.- oyó Draco que decía la sirena con voz fría.
-Oh! Es Draco, mi amigo, ya te hablé de él.- contestó Harry con una sonrisa.
-Ya... claro.
Haruko empezó a nadar y Harry y Draco la siguieron. El rubio un metro por detrás de su amigo.
Fueron nadando y nadando hasta llegar a la casa más grande que hubieran visto en ese pueblo, ciudad o lo que fuera, pero también la más fea y terrorífica. Sus paredes eran negras con escenas de cacerías pintadas y para la mente de Draco demasiado explícitas, con mucha sangre.
-Que, nunca habías visto una casa tan grande? Soy la hija del alcalde.- dijo con tono de superioridad al ver como Draco no apartaba la mirada de la casa.- tengo todo lo que quiero y más dinero del que tú nunca podrás imaginar.
Draco estuvo a punto de decirle a esa sirenita que él era un Malfoy, no pasaría penuria económica en doscientos años ni que no trabajara. Pero el miedo de ser atacado y la mirada que le dirigió Harry le hicieron callar.
-Entramos Harry? Mi padre estará muy contento de verte.- calló un rato y finalmente volvió a hablar.- tu amigo también puede venir si quiere.
Los dos chicos siguieron a la sirena hacia la casa. El interior aún aterró más a Draco. Todo era de colores oscuros al igual que su mansión, pero los cuadros que mostraban aún más explícitas escenas de caza, los esqueletos de algún pez colgados de las paredes y los collares de dientes hicieron que las rodillas de rubio empezaran a temblar.
-Iré a avisar que has llegado.
Cuando Haruko se perdió de vista Harry se giró hacia Draco.
-Escucha, sé que no te gusta Haruko, olvidé decirte que no es muy social.
-No me digas? No lo había notado?
-Perdona, oye, te estás comportando muy bien y te agradezco que hayas venido, cuando lo tengo que venir solo me da mucha cosa estar con sus padres... Pero si estás tú me siento protegido.
Draco intentó no ruborizarse, el solo hecho de oír a Harry decir eso contrarrestaba lo mal que lo estaba pasando.
-Ah! Y no es necesario que vengas más, sé que lo estás pasando muy mal.
-Mal? No lo estoy pasando mal!
-Ya, claro y por eso te tiemblan las rodillas?
-No me tiemblan las rodillas!.- dijo Draco poniendo las manos en ellas y mirando mal a Harry.
Éste sonrió y al oír que Haruko le llamaba se giró y se fue. Draco le siguió.
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Si Haruko por si sola ya daba miedo, Draco pensó que no era nada comparado con el miedo que provocaba su padre. El pelo verde y corto era lo más normal que tenía. Su piel era de un gris verdoso que daba náuseas y sus dientes eran de color azafrán. Las uñas largas y llenas de mugre, un collar lleno de dientes y huesos... El rubio agradeció que les ofreciera asiento.
-Buenos días Harry.
-Buenos días señor Rulhan.- contestó el Gryffindor.
-Haruko me ha dicho que este humano es amigo tuyo...
-Sí señor, se llama Draco.
-Bien.
Tal como había hecho su hija, el alcalde Rulhan sólo lo miró fríamente y empezó a hablar con Harry. Que si las mareas del lago se estaban volviendo inestables y eso perjudicaba el cultivo de algas negras para su alimentación, que si el calamar gigante cada vez anidaba más cerca de su pueblo... Definitivamente entendía por que Harry se aburría tanto allí, a quién le importaba eso?
Draco no sabía cuanto tiempo había pasado, pero de pronto notó como el agua hasta poco tiempo antes tibia y perfecta se iba enfriando. Notó como la membrana que tenía entre los dedos desaparecía y se acordó que la branquialga sólo duraba una hora...
-Harry...- dijo en un susurro, pero el moreno no le oyó.
-Harry...- dijo más fuerte.
Esta vez Harry sí que le oyó y le puso una mano en la pierna para que se callase. A Draco le subieron los colores, pero no era tiempo de ruborizarse, si no le hacía saber a Harry que se estaba ahogando, pronto moriría.
-Harry, me ahogo...
Al oírlo, Harry reaccionó.
"Cómo he podido olvidarlo? Draco sólo puede aguantar una hora y han pasado cincuenta minutos por lo menos"
Se levantó y se despidió de Haruko y su padre, disculpándose una y mil veces. Las sirenas podían llegar a ser muy rencorosas si no se las trataba bien.
Draco no podía seguir el ritmo que llevaba Harry, se le entumecían los músculos por el esfuerzo y empezaba a tiritar de frío. Harry se dio cuenta y se lo cargó a los hombros. Cuando Draco notó como sus ojos y labios quedaban pegados a la espalda del Gryffindor tuvo que hacer una gran muestra de autocontrol para no empezar a besar y lamer esa piel tostada que tenía delante. Pero tampoco podría haberlo hecho, justo cuando había pensado eso, una gran cantidad de agua empezó a entrar en sus pulmones y sintió que no podía respirar. Lo último que oyó fue como Harry le decía:
-Aguanta Draco, aguanta que ya falta poco.
Pero dichas esas palabras Harry notó como Draco se había desmayado dejando caer todo su peso encima de él. Hizo un último esfuerzo y con dos coletazos más llegó a la superficie.
Harry puso al rubio boca arriba y tumbado en el césped. Seguía lloviendo. Hizo presión encima de sus pulmones, nada.
"Mierda, si no responde tendré que hacerle el boca a boca... Que mierda? Mejor" se dijo mientras una sonrisa lobuna asomaba en sus labios. Pero entonces Draco se convulsionó y empezó a toser y escupir agua. Harry respiró aliviado.
-Draco! Estás bien?- le preguntó mientras le levantaba la cabeza del suelo.
El Slytherin, que aún estaba confundido, no sabía quien le estaba hablando pero esos brazos que lo tenían cogido por la cintura se sentían tan bien...
-Estoy bien.- contestó.
-Menos mal, si te llega a pasar algo no me lo hubiera perdonado. Todo ha sido culpa mía.
Al oír esa voz, Draco empezó a recordar... Si esa era la voz de Potter, esos eran sus brazos? Y el torso que tenía delante también, y... El Slytherin desvió la mirada del cuerpo de su amigo mientras sus mejillas se teñían de un rojo carmín muy subido.
-Qué pasa? No me reconoces?
-Sí, Harry, sí te reconozco, pero... no crees que te puedes constipar si vas desnudo debajo de la lluvia?
Harry miró hacia abajo y entonces se dio cuenta que, efectivamente, no llevaba nada puesto. Con las prisas por salvar a Draco había salido del lago y no se había puesto calzoncillos ni nada...
-Sí bueno, ahora me visto. Menos mal que estás bien.
Y Harry se fue hacia donde había dejado su ropa. Draco cerró los ojos para no verlo.
Estando los dos ya vestidos se dirigieron hacia la puerta principal.
-Gracias.
-No me lo agradezcas. Es lo mínimo que podría haber hecho. Si te hubieses muerto sería por mi culpa.
-Si, bueno, hablando de eso... no te importa que no vuelva a acompañarte verdad? Es que esa tal Haruko... no me cae muy bien que digamos. Y su padre tampoco.- añadió.
-Es normal, no les gustan los humanos. Y supongo que Haruko debe estar celosa...Bueno adiós me voy a la sala común ya nos veremos mañana ok?
-Sí, sí. Adiós.
Draco se quedó mirando como Harry se iba. "Haruko celosa? Uy... ahora sí que tengo que encontrar una cura a la maldición. No quiero que esa sirena de los cojones me lo quite." Se dijo medio enfadándose. "Aunque... des de cuando es mío? Sí que se ha preocupado por mí, pero lo debe haber hecho por amigos, no por nada más..."
El rubio suspiró y se fue hacia Slytherin.
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Buenooo akí esta todo por hoy! Sé que el último cap. Fue corto pero con este no os quejareis eh!... Es uno de los más largos que he escrito nunca.
Para describir a las sirenas me he basado en la descripción que se da en el cáliz de fuego ok?
Enga hasta el proximo cap.!!
Besos ni€a y ya sabéis, dejad algún k otro reviu!!
