"A pesar del tiempo"

Por Naoki Thanatos

5- Lo que no se puede olvidar.

****************************

- Hola – Jef extendió la mano, que Ron estrechó.

- Es… el hermano de Ginny – aclaró Hermione.

- Sí, ella lo ha mencionado algunas veces – dijo Jef -. Bueno, me preguntaba si podríamos salir, aunque si llegué en mal momento…

- No, yo me estaba yendo – dijo Ron -. Bueno… adiós, que estén bien – y sin más, salió de la casa.

"Estúpido, Ron Weasley, eres un estúpido" se dijo Ron. ¿Cómo se le había ocurrido besar a Hermione? Aunque el beso no había estado nada de mal… Pero… ¡No! Ella era su amiga, la acababa de ver recién el día jueves y era domingo, hace tres días se habían visto después de cinco años y la había besado… además ella tenía novio, y sabía que ella nunca lo amaría como él la había amado mientras estaban en Hogwarts. Si hubo una razón por la que había comenzado con Evelyn, era esa. "Un clavo saca otro clavo", decían. Pero a él le había costado mucho.

Llegó a su departamento y se tiró en el sillón. No tenía ganas de ir al bar ese día. Dejaría que Draco y Harry fueran.

Sonó su celular.

- Hola – contestó -. Ah, hola Fred.

~*~

- ¿Y se besaron? – preguntó Ginny una hora más tarde, después de haber vuelto a la casa.

- Si – dijo Hermione.

- ¡Que tonto es! ¿Y llegó Jef? – preguntó la pelirroja.

- Sí – respondió Hermione, más roja aún.

- Dios mío. ¿Y te gustó el beso?

- ¡Ginny! – exclamó Hermione, enojada. ¿Cómo su amiga podía estarle preguntando eso? - ¡Recuerda que Jef es mi novio!

- Sí lo se, solo era una pregunta. Si mi hermano conoce a tantas chicas, es porque debe besar muy bien, ¿no lo crees?

- Debe ser – dijo Hermione, y se puso roja solo al recordar el beso de Ron, y la manera en que la había abrazado, sus manos recorriendo su cintura y la sensación que había sentido – A… ¿A qué hora llega Grace? – dijo, para cambiar de tema.

- Si claro, cambia de tema… Supongo que dentro de unas horas… en verdad no creo que hasta después de las ocho.

- ¿Por qué tan tarde? Solo es una entrevista a Davis.

- Sí, pero ¿sabes donde queda su casa? Es un jugador de quidditch, vive lejos. Debería llegar como a las siete, pero si le descontamos el tiempo que se entretendrá allí…

Hermione rió.

- Oye, mi madre quiere que vayamos a casa el miércoles – dijo Ginny – Eso significaría ver a James antes de lo planeado. Se me olvidó decirte que te hecha de menos. Habla todo el día de su tía Herm – rió -. Bueno, mejor aún. Podremos… pasar el día con él. Le preguntaré a Grace si viene también.

- Vendrá – dijo Hermione.

En eso, sonó el teléfono, que Hermione contestó.

- ¿Hola? – dijo - ¡Ah, Grace! ¿Dónde estás?

- Todavía me falta una hora para llegar a la casa de Davis – la voz de su amiga sonaba enojada -. Llamaba para avisarte, Hermione que Tamy me llamó. Me dio una dirección, para ir mañana en la mañana sin falta a entrevistar a una chica testigo de no se qué. Debe salir todo en El Profeta del Martes...

- ¿Y por qué me llamas a mí? – preguntó la chica.

- Porque yo no pienso ir – dijo Grace -, ahora vas tú… Espera – Grace pareció alejarse el teléfono de la cara para decir algo parecido a "No, no quiero saber cómo te llamas ni quiero salir contigo, tengo novio" que sin embargo escuchó Hermione, la que no pudo reprimir una risa.

- ¿Es guapo?

- Sí. Pero ese no es el caso…

- ¿Desde cuando que tienes novio?

- ¡No dejaba de molestar! – replicó Grace -. Pero ese no es el punto. Yo te daré la dirección, y… no planees nada para mañana – agregó.

Hermione bufó. No sabía a lo que se refería su amiga, pero no quería saberlo así que anoto la dirección y colgó.

~* ~

A las diez de la noche, alguien tocó la puerta de la casa. Hermione, que en ese momento estaba leyendo un libro, pensando en todos los problemas que tenía, casi sin concentrarse en su lectura, dio un salto. Ginny estaba hablando por teléfono en el baño con Ethan (un chico que había conocido hace cinco días). Lo único que esperaba es que no fueran ni Harry, ni Ron ni Draco. Si era uno de ellos, explotaría. No quería mas problemas, aunque no sabía que pronto se agregarían otros más…

Abrió la puerta, y de inmediato vio a Grace entrando enojadísima en el departamento.

-¿Qué te pasa?

- Nada – dijo Grace, calmándose -. Es sólo que Davis trató de propasarse conmigo.

- ¿Davis se propasó contigo? – preguntó Hermione, alarmada.

- Intentó besarme, argumentando que no importaba porque después no nos veríamos más. Es un asqueroso.

- Tu también haces eso, Grace –le recordó Hermione.

- Sí, pero igual es asqueroso. ¿Dónde está Ginny?

- Hablando con Ethan.

- ¿Ese chico guapo que usa boxers negros? A nadie puede ocurrírsele comenzar a sacarse la ropa en un bar, no importa en el estado que esté – dijo Grace, recordando la escena de cinco noches atrás -… tenía un muy lindo trasero – agregó, sirviéndose un café – Y bueno, ¿Qué has hecho?

- Nada interesante, solo el hecho que Ron me besó y llegó Jef.

- ¿RON TE BESO?

- Sí – respondió Hermione con calma.

- Que envidia – dijo Grace, tomando una taza de café -¿Besa bien?

- ¡GRACE! ¡Jef es mi novio!

- Ah, cierto, en ese caso yo me quedo con el pelirrojo, el rubio y el de pelo negro. No estoy comprometida.

- No juegues.

- De acuerdo – dijo la chica.

~* ~

Al día siguiente, Hermione fue la primera en levantarse. No quería hablar ni con Ginny ni con Grace, porque ambas, lo primero que le habían preguntado cuando ella les contó lo que había pasado era "¿besa bien?". Como si ella se preocupara por eso… Lo único que quería era llegar rápido al maldito trabajo, y hacer rápido la maldita entrevista para llegar rápido al maldito departamento mas tarde.

Las oficinas de El Profeta y la revista Corazón de Bruja se encontraban en un gran departamento en Londres. Magos y muggles pasaban por allí. Los muggles nunca se interesaban demasiado por éste edificio, que no tenía nada fuera de lo común: Ventanas de cristal y modernas puertas automáticas, como cualquiera.

Hermione se acercó a las puertas automáticas, y dijo sin sacar su varita "alohomora", el hechizo abridor de puertas.

- ¿Quién es?

- Hermione. Hola Clarissa – dijo Hermione.

- Hola Herm – dijo una voz que salía de no se sabía dónde -, pasa.

Las puertas se abrieron, dando paso a Hermione, que entró y subió al quinto piso (el edificio tenía doce pisos)

Pasó por la habitación de Mensajes. Había un pergamino que tenía escrito mágicamente un mensaje de Grace. Lo leyó:

"Para Hermione Granger:

El día Domingo en la mañana, en la ciudad de Londres se produjo un ataque. La víctima fue Verónica Kriplin. La chica de la dirección andaba con ella. El ataque sucedió a las 10 de la mañana. La noticia debe salir en El Profeta de mañana martes, y en el suplemento de El Profeta la entrevista más detallada a la testigo, Herm."

Hermione plegó el pequeño pergamino y se lo guardó en el bolsillo.

Se dirigió hacia su oficina para buscar unos pergaminos. Entró ordenando unos papeles, y al ver quién se encontraba allí, los papeles se le cayeron de la mano. No de nuevo.

- ¡Ron! ¿Qué haces en… en mi oficina? – preguntó, alarmada - ¿Cómo entraste?

- Dije que necesitaba hablar urgente contigo sobre una noticia relevante – Ron se encogió de hombros, como si nada -. Sé como entrar a la oficina, mi hermana trabaja aquí, ¿te acuerdas?

- ¿Y para qué viniste? Tengo trabajo, así que si me disculpas… - Hermione le indicó la puerta.

- Venía a hablar contigo justamente por eso – dijo Ron -. Porque no quiero que esto quede así, no quiero que sigas enojada conmigo por lo que pasó ayer.

- No estoy enojada – dijo Hermione -. Pero tengo un novio al que quiero mucho Ron, y espero que lo entiendas.

- ¡Lo entiendo perfectamente! – exclamó Ron, levantándose del asiento -. ¿A dónde tienes que ir?

- Debo ir a hacer una entrevista, lo siento. Conversaremos más…

- Te puedo acompañar.

Hermione miró a Ron como si estuviera loco.

- ¿Acompañarme? No, Ron, no puedes…

- Te llevo – dijo Ron, sonriendo.

Hermione miró su reloj, y luego a Ron. Si no quería quedarse hasta más tarde trabajando, tendría que aceptar la proposición del pelirrojo. Asintió con la cabeza.

- De acuerdo – dijo Ron -. Vamos.

El auto de su amigo estaba estacionado abajo. Hermione no lo había visto nunca. Era un mercedes, convertible de color plateado.

- Me gusta tu auto – dijo Hermione. En el trabajo de auror debía ganarse bien.

- Gracias – dijo Ron -. Sube.

Hermione se subió al lado de Ron.

- ¿Cuál es la dirección? – preguntó Ron, mientras andaba por las calles. El viento le daba en la cara, y alborotaba más su cabello pelirrojo. Esto lo hacía ver aún más sexy, como en los viejos tiempos en Hogwarts, cuando no le gustaba peinarse ordenadamente.

- Aquí está – dijo la chica, leyendo el papel -. Calle Bruss Long número 17.

- De acuerdo – dijo Ron – Oye, por cierto, mi madre quiere que vayamos a casa el miércoles.

- ¿Quiénes?

- Bueno, quiere que vaya Ginny contigo, y si quiere Grace.

Hace alrededor de un año que no iba a la Madriguera.

- ¿Irán Draco y Harry?

- Sí.

- Esto estará mal… - susurró Hermione.

- ¿Qué?

- Nada – mintió Hermione. Ginny y ella querían ver a James, pero si Harry iba también…

- ¿Ahora sí podemos hablar? – Ron la sacó de sus pensamientos.

- Mmmm no lo sé. Ron, quiero que olvidemos lo que pasó ayer – dijo la chica de pelo castaño. Y era verdad, Aunque le costara olvidarlo, tendría que hacerlo.

- Lo sé… - dijo el chico -. Pero no sé si te pasa lo mismo, pero a mí me cuesta olvidarlo.

Hermione se sonrojó sobremanera. No esperaba esa respuesta.

- Aunque nos cueste, debemos…

- ¿Escuché bien? – Ron la miró y sonrió - ¿Dijiste "nos"? Debo suponer que te pasa lo mismo.

Hermione lo miró severamente, y se cruzó de brazos, sin responder. Ron volvió a mirar la pista. Ninguno de los dos habló hasta que llegaron a la casa. Hermione seguía enojada. Vio a Ron bajándose del auto.

- ¿Qué haces? Entraré sola – le espetó.

- No, gracias – Ron cerró la puerta -, me gustará verte trabajar – dicho esto, tocó la puerta de la casa.

Hermione iba a decir "¿Qué demonios…?" cuando la puerta se abrió, dando paso a una linda mujer de unos veintidós años. Tenía ojos oscuros, y pelo entre castaño y rubio. Llevaba un vestido verde sin mangas, y corto. Daba un aire de mucha elegancia. Hermione miró a Ron. El estaba concentrado mirando a la chica. Esta dijo:

- Hola – dijo - ¿Qué desean?

- Soy reportera del profeta.

- ¡Ah! Adelante, soy la amiga de Verónica – dijo la chica, sonriendo, mostrando sus blancos dientes.

Hermione y Ron pasaron.

- Bueno, como sabrás – dijo Hermione, tuteándola -. Necesito que me respondas algunas preguntas. ¿Dónde se encuentra Verónica en éste momento? – Hermione se sentó en un sillón a una seña que le hizo la chica, y extendió un pergamino en la mesa. Sacó de su bolso una pluma a vuelapluma como la de Rita Skeeter, sólo que de color naranjo.

- Está en el hospital San Mungo – el semblante de la entrevistada se volvió algo triste -. Le han arrojado una maldición.

- ¿A dónde iban ustedes cuando fueron atacadas?

- Ibamos al centro comercial. Debíamos viajar ayer en la tarde a ver a unos amigos, pero el viaje no será posible.

Ron veía cómo la pluma de Hermione escribía unas palabras en el pergamino, como sujetada por una mano invisible.

"Estoy aquí, junto a la mejor amiga de la víctima, Verónica Kriplin, quien ha sido atacada a las diez de la mañana del día Domingo por magos, mientras iban al centro comercial. Verónica se encuentra en el hospital San Mungo, recibiendo los cuidados necesarios: Los mortífagos le han arrojado una maldición…"

- ¿Sufrió usted algún daño?

- Me amenazaron de muerte.

- ¿Por qué?

- Dinero. Querían galeones. Pero no se los di.

La pluma de Hermione se movía rápidamente en el pergamino. A Ron, que no había pronunciado ninguna palabra, la entrevista se le hizo eterna. Habría hablado si no hubiera recibido una mirada amenazadora de su amiga cuando iba a abrir la boca.

- Bueno Grace, fue un gusto hablar contigo – dijo la chica, finalmente.

- ¿Grace? No soy Grace – dijo Hermione. Seguramente le habían dicho que Grace iba a ir.

- ¿No? – la chica se extrañó - ¿entonces quien eres?

- Soy Hermione Granger.

- ¿Hermione… Granger? –la chica se sobresaltó – Y tú me pareces familiar… - dijo la chica - ¿Eres…?

- Soy Ron Weasley – dijo Ron.

- ¡Ron! – la chica sonrió de nuevo, mostrando sus dientes blancos - ¿No me recuerdas? Soy Evelyn. Evelyn Murdock.

~* ~

Salió de su departamento. No iba a ir ese día al Bar, ni a trabajar ni a tomar. Había algo que lo preocupaba en ese momento.

Subió a su moto, se puso el casco y se dirigió hacia no sabía donde. Andaba sin un rumbo fijo. Veía a la gente caminar por las calles. Necesitaba hablar con alguien. Ron no estaba, y Harry no contestaba al teléfono. Debía estar solo. Ron también debía estarlo.

Vio a una hermosa chica caminar por la vereda. Vestía un vestido blanco con flores azules, y llevaba un bolso azul. Tenía pelo negro y largo, y ojos azules.

- Hola – Draco detuvo su moto al lado de ella - ¿A dónde vas?

- A ver a mi hermano – dijo ella.

- ¿Te llevo?

La mujer miró al chico y le sonrió. Draco le pasó un casco, pero la chica lo rechazó, diciendo que arruinaría su peinado el ponérselo, así que se subió sin él.

- ¿Cómo te llamas?

- Mary – dijo la mujer - ¿Y tú?

- Draco. Draco Malfoy.

- ¿Malfoy? He escuchado ese apellido… ¡Ah, sí! Debe ser por mi padre. Trabaja en el Ministerio de la Magia, y creo que mencionó a algún Malfoy alguna vez…

- Yo trabajo en el Ministerio – dijo Draco, arrancando la moto -. Pero ahora tengo algún tiempo de descanso. ¿Queda muy lejos la casa de tu hermano?

- No – dijo la chica -, yo te diré cuando lleguemos.

- Entonces, eres bruja… qué bien – dijo el rubio -. Por cierto, ¿cuál es tu apellido?

- Clein. Mary Clein. ¡Aquí es! – dijo la mujer – Te pasaste – rió -, más atrás…

Draco dio media vuelta hasta llegar a un edificio color gris. Mary se bajó de la motocicleta, cuidando bien su vestido, que no era prácticamente largo.

Draco alcanzó a ver esto. Verdaderamente, Mary tenía un cuerpo que la favorecía mucho. Esas piernas eran…

- Bueno – dijo Mary – Gracias Draco.

En ese momento, sonó su celular. Draco se despidió de la chica.

- Adiós Draco. Sí, Peter, estoy aquí – dijo, y colgó.

~* ~

- ¡Evelyn! – exclamó Ron -. Yo… estoy… verdaderamente sorprendido – Ron tenía expresión de sorpresa.

- Veo que estos años te han sentado muy bien – le dijo Evelyn, sonriendo más aún -. Tampoco te reconocí a ti, Hermione – dijo Evelyn.

- Yo tampoco te reconocí – dijo Hermione, sin sonreír. ¡Evelyn! ¡EVELYN!

¿Evelyn Murdock era esa hermosa chica que tenía al frente, y que miraba a Ron? Tal vez fuera sólo su imaginación, pero creía que Evelyn miraba a su amigo de la misma manera que hace años.

- Bueno Evelyn, un gusto en haberme encontrado contigo – dijo, lo más amigablemente que pudo. "Piérdete, maldita víbora".

- Sí, un gusto también Hermione – dijo Evelyn. "Sí, claro, tonta" pensaba.

- Debo irme, tengo trabajo. Ron, ¿vienes o te quedas?

- Yo… debo irme también – dijo Ron.

- De acuerdo… Bueno Ron, podrías dejarme tu teléfono, ya sabes, para que no perdamos el contacto. Cuanto ha sido… ¿Cuatro, cinco años?

- Mas o menos – dijo Ron, sonriendo -. Anótalo – dijo.

- Te espero afuera.¡Adiós! – "si esa estúpida no quiere apoderarse de Ron de nuevo y hacerlo sufrir, me como a mí misma" pensó mientras salía.

Ron llegó un minuto después. Hermione trató de encontrar alguna expresión que le dijera lo que el pelirrojo pensaba en ese momento. Pues claro, ¿qué estaría pensando Ron al haber visto a su antigua novia?

- Impresionante, de verdad – dijo Ron -. Creí que nunca más la volvería a ver… O que estaría enojada conmigo.

- ¿Enojada contigo? ¿Por qué? – preguntó Hermione, sorprendida.

- Ya sabes… - el pelirrojo (NA: debería decir el pelirrojo sexy xD mm no hagan caso a mi paréntesis^_^) -… por haber terminado con ella.

Hermione se impresionó. ¿Ron había terminado con Evelyn? ¿No era ella la que había terminado con él? Eso era lo que le había dicho Ginny, al parecer. Hermione creía que Evelyn lo había hecho sufrir mucho.

- ¿No fue Evelyn la que terminó contigo?

- No, fui yo – se extrañó Ron.

- ¿Y por qué? – preguntó Hermione. La verdad, Evelyn siempre había sido una chica bonita. Hermione siempre había pensando que a Ron le gustaban las chicas bonitas.

- Porque, lamentablemente, hay cosas que nunca se pueden olvidar…

- Sí, las hay… - dijo Hermione, recordando. Había cosas que no se podían olvidar, y la persona que tenía adelante era un buen ejemplo que la había seguido durante mucho tiempo.

***************************

Nota de la autora: Hola!!! Espero no haberme demorado mucho con el capítulo. Perdonen el cap tan aburrido, por lo menos los otros me han gustado más, pero era necesario ponerlo, por algunas razones… Ojalá que les vaya gustando la historia.

Bueno bueno, el próximo capítulo será en la casa de los Weasley, y ahí se podría revelar lo que la gente ha estado pidiendo…. Pero quizá no… muahahaha soy mala^^ ahí sabrán quién es el tal James así que no se desesperen o.O

Bueno, dejen reviews!!! O mándanme mails a naoki_thanatos@hotmail.com respondo absolutamente todos los mails. Ya gracias a mis reviewers!! (que, como dije la vez anterior, espero que vayan creciendo en número xD)

Tabatas: Don´t worry friend, lo que Harry le hizo a Ginny se sabrá después… Y eso que Harry hizo algo mal… si, lo hizo, aunque no diré si se dio cuenta o no, jejeje.

Ichan: Sí, eso es lo que pensaba poner, pero… ¿Crees que Jef no sabe algo de Ron? Más razones tendría para desconfiar…

Lil Granger: Si tienes alguna idea de lo que pasa… no la digas, que perdemos rating ^______^ Pero Bue, tienes razon!! Harry es de Ginny! Aunque veo difícil la relación, sólo ve como se tratan en ese fic xD Actualizé lo más rápido que pude… Ojalá un me haya demorado mucho…

Mione grint: Gracias por tu comentario!! Ojalá que te haya gustado el cap y si no… ya viene el próximo, que seguramente quedará mejor que éste.

Merodeadora-Chii: Sin duda, Draco es todo un galán ^^ (se escuchan suspiro entre las chicas) hey hey!! Cálmense un poco!! =D Y sobre lo de Grace… para que vean los efectos del alcohol, por poco y nos besa a nuestro Drakito o.O Cuando diré lo de Ginny?? No sé, lo más pronto posible, porque creo que todos están interesados en eso!!