"A pesar del tiempo"

Por Naoki Thanatos

7- Pasado y presente.

El dolor se cura, dicen. Todo pasa con el tiempo, dicen. También dicen que todas las heridas sanan... Pero Hermione creía que no era cierto.

Era verdad que ella quería a Jef, más que a nadie en el mundo. Por que lo quería, él, era su novio...

Observó a James jugar con Ginny en el patio. Angelina y Katie estaban sentadas a su izquierda, riendo y tomando un refresco. Harry, Ron, Draco, Fred y George estaban más apartados. Grace conversaba con los señores Weasley.

- ¿Qué pasa, Hermione? – le preguntó Katie - ¿Quieres? – le pasó un vaso de bebida.

- Claro – dijo ella – Gracias.

- Es muggle... Pero es muy buena – añadió Angelina – Te veo cansada Hermione, ¿Qué pasa?

- No estoy cansada – dijo Hermione y sonrió, aunque le costó hacerlo - ¿De qué hablaban?

- De los gemelos, por supuesto – dijo Katie -. ¡Con sus locuras ya tenemos tema para escribir un libro! Hace algún tiempo George me dio unas flores, sin decirme que una serpiente horrible saltaría a un centímetro de mi cara – puso expresión resignada.

Hermione rió, pero en verdad sus pensamientos estaban en otra parte. Y esa otra parte se encontraba con Harry, Draco y los gemelos.

Grace se había separado un momento de los señores Weasley, para ir a buscar un vaso de jugo. Molly le había ofrecido ir ella, pero ella había querido ir sola. Así que entró a la gran casa, y fue a la cocina.

Se sentía rara, fuera de lugar. Como si viviera en un lugar que no le correspondía. Una extraña en casa de los Weasley.

Harry, Ron, Hermione, Draco y Ginny se conocían de antes. Ella sólo había llegado después.

- ¿Qué haces?

La chica de pelo negro se dio vuelta.

- ¿No puedo entrar a la cocina? ¡Oh, lo siento! – y se dispuso a irse, pero el chico que la observaba la tomó del brazo antes que saliera.

- No he dicho eso – Grace sintió sobre ella la mirada de aquellos ojos grises.

- De acuerdo – Grace se soltó y se apoyó en el mesón, llevándose el jugo a los labios.

Draco la observó por unos instantes, sonriendo. Le gustaba aquella chica. Le gustaba su manera de ser, había algo en ella...

- ¿Por qué me miras así? – Grace se sentía incómoda.

- ¿No puedo mirarte?

- No.

- ¿No podrías ser un poco más simpática conmigo? – el rubio parecía herido, y Grace se contuvo de responderle de nuevo duramente. Ni siquiera sabía por qué lo hacía. Se sentía apartada, y quería descargar su ira con alguien. Draco parecía conocer mucho más a sus propias amigas...

- De acuerdo – dijo de nuevo.

- ¿Qué te parece si salimos de la cocina? – sonrió.

Era guapo, claro. Como muchos chicos que conocía.

- ¿Y cómo conociste a Hermione y Ginny? – le preguntó.

- En el trabajo. Cuando entramos a trabajar a El Profeta, hace unos tres años.

- Es mucho tiempo...

- Sí, nos hicimos muy amigas y luego encontramos departamento y ahora vivimos juntas. ¿Cómo es que nunca te había visto antes en el bar?

- Entre a trabajar ahí hace poco, con Harry y Ron. Antes no iba mucho ahí, ahora voy casi todos los días – se detuvo y se apoyó contra un árbol. Habían llegado casi al final del gran patio de la casa de los Weasley.

Hermione se encontraba sola sentada, mirando hacia el cielo. Draco y Grace pasaban por ahí y se dirigían hacia un árbol. Se habían hecho amigos, al parecer. Luego desaparecieron de la vista.

No veía a Ginny por ninguna parte. James estaba sólo, jugando con una varita.

Se levantó de la silla, y se iba a dirigir hacia donde estaba él, cuando alguien le habló.

- Hola –le dijo -, no hemos tenido oportunidad de hablar hoy.

Hermione se dio vuelta, para ver al chico de pelo negro y lentes. Al lado de él, estaba el pelirrojo. Hermione hubiera querido irse de allí inmediatamente, pero no podía salir corriendo sin decir nada. Sólo imaginárselo era tonto...

- No, es que... lo siento... – no se le ocurría que decir. "¿Qué puedo decirles? ¡Ah, ya sé! Lo siento Harry, Ron, es que he estado evadiéndolos toda la tarde... sobre todo a ti Ron, porque hay algo que me atormenta..." Eso era exactamente lo que quería decir, pero no iba a hacerlo.

- ¡Harry, ven un momento! – llamó George. "Gracias George, ¿no podrías llamar a Ron también?" Pero George no le hizo caso, y Harry se fue diciendo que volvía en un rato.

Hermione miró a Ron con cara de "Debo irme, lo siento" pero antes que pudiera hacer lo que su mirada decía, Ron sonrió.

- ¿Qué pasa? No me has hablado en todo el día.

A Hermione le dio algo en es estómago. No sabía por que quería evitar al pelirrojo. ¿Quizá era por que gracias a él había sufrido más que nunca en su vida? ¿Quizá por que había estado con depresión por mas de un año, gracias a él? ¿O quizá era por que era la persona que la había hecho llorar durante muchas noches? Cualquiera de estas razones bastaba, ¿no es así?

- Lo siento – atinó a decir. Tonta respuesta, pensó.

- Qué bueno que hayas venido... – Ron también estaba algo nervioso. "Dile otra cosa, idiota". -. Oye, ¿Desde cuándo está es chico, James, en esta casa?

- Bueno... Está aquí hace unos dos meses, desde que empezamos a trabajar... Porque, claro, mi hermano tuvo que viajar por trabajo también y no podía hacerse cargo de él – se apresuró a agregar.

- ¿Y su madre?

- Es separado – mintió. Era casi verdad, sólo con la diferencia que su hermano no era separado y su sobrino era una niña de dos años.

- Ah – Ron se sentó. Hermione lo miró, e hizo lo mismo - ¿Dónde está tu novio?

- No lo sé. No le avisé que venía.

- ¿Por qué?

Por qué... Ni ella sabía la respuesta. No se hubiera sentido cómoda si hubiera estado Jef ahí, eso era todo. Al parecer no le había tomado simpatía al pelirrojo...

FLASHBACK

- ¿Y que quería? – preguntó Jef, de pronto muy interesado en un diario de "El Profeta" de hace tres días que estaba al lado del sillón.

- Nada, pasaba por aquí y vino a saludar. ¿Por qué?

- No, es que... me pareció extraño, eso es todo – replicó Jef – Escucha, algo he escuchado de él.

- ¿Enserio? –Hermione se sorprendió un poco, y le quitó el diario de las manos – deja eso.

- Sí... Bueno, una vez que vine aquí a buscarte para ese asado, ¿recuerdas? – Hermione asintió. Jef levantó su varita y la taza de café encima del mesón voló hacia él, tambaleándose un poco en el aire. Estaba algo nervioso, pensó Hermione -. Bueno, cuando llegué las escuché. A ti y a Ginny.

Hermione abrió mucho los ojos, pero como no dijo nada, Jef prosiguió después de haber tomado un sorbo de café.

- Decías algo de ese tal Ron Weasley...

- ¿Qué cosa?

o-o-o-o-o-o-o-

- Hermione, han pasado cuatro años... – Ginny dijo.

- Si lo sé, es sólo que me acordé cuando vi esa fotografía, nada más – Jef no alcanzaba a ver la foto que Hermione tenía en la mano, y se movió para poder ver mejor entre la puerta medio abierta -. Pero no es nada... Es sólo que tu sabes lo que sufrí por tu hermano, Ginny.

- Lo sé. Ron fue un tonto...

- Harry me había dicho que él me quería. Yo creí que era cierto, y me hice muchas ilusiones. Y Evelyn... Esos siete años conviviendo juntos, y esos siete años con esos sentimientos no pueden pasarse por alto... Pero no importa, ahora tengo un novio magnífico que me ama... – Hermione guardó la foto que Jef no pudo ver.

- Bueno, vamos – Ginny se levantó de la cama donde habían estado sentadas viendo la fotografía, y se dirigió a la puerta. Antes que pudiera abrirla, la abrió Jef.

- Hola – dijo -, vine a buscarte...

o-o-o-o-o-o-o-o-

Hermione calló. Entonces, Jef lo sabía... y nunca se lo había contado...

- ¿Por qué no me dijiste

- Pensé que te molestaría – dejó su taza en la mesa a medio tomar -. Lo lamento.

Consideraba algo imprudente a Jef al haberse puesto a escuchar la conversación... Pero ya nada podía hacer.

- Por que no quise – respondió mordazmente.

- ¿Hace cuánto que estás aquí?

- Hace tiempo.

- Ya lo sé...

- Hace dos o tres meses – dijo el niño.

- Con razón no te habíamos visto antes... ¿Por qué estás aquí?

- Mi madre me dejó por un tiempo, porque tiene mucho trabajo.

Harry se acomodó los lentes y observó al niño sentado en el pasto. Harry estaba sentado al frente de él.

- ¿Dónde está tu madre? – preguntó - ¿Te viene a ver a menudo?

- Sí, muy a menudo – el niño sonrió – La quiero mucho. Ella... Está esta ahora en su trabajo.

Se acordó de la advertencia de su madre. Ese hombre era uno de los que le había hablado. No debía revelar que Virginia Weasley era su madre.

- ¿Y tu padre?

- No lo sé, nunca me habla de él. Supongo que yo nací cuando eran jóvenes o que se pelearon o tuvieron problemas... Prefiero no preguntarle.

- ¿Cuántos años tienes? – preguntó Harry, sorprendido – Para tener ocho años te ves más pequeño...

- No tengo ocho, tengo cinco – dijo el pequeño James.

- ¿Cinco? – Harry se sorprendió aún más -, pues no hablas como un niño de cinco años. Eres muy precoz.

James rió, aquel hombre no era la primera persona que le decía eso.

- Por cierto, no me he presentado, soy Harry Potter. ¿Tu apellido es...? ¡Ah, lo olvidaba! Granger, ¿No es cierto? Eres el hijo de su hermano.

- Sí – afirmó James, sin pensarlo. La verdad era que ese hombre le causaba simpatía.

¿Dónde estaría Hermione? ¿Dónde estaría Grace? ¿Y Ron? ¿Y Draco? James no estaba por ninguna parte... Ahí estaba Grace, con Draco. Los observó marcharse por la ventana. ¿Hacia dónde irían? No tenía idea, pero mejor no interrumpir...

Hermione debía estar con Ron. Lo presentía. Y no le agradaba la idea de encontrarse de repente con Harry en aquella casa: No había hablado con él en todo el día.

James... James debía estar con sus padres.

- ¿Ginny? ¿Qué hora es? – preguntó Molly.

- Las ocho. Mamá... ¿Y James?

- No lo sé...

- ¿No está con papá?

- No, él está descansando... – dijo su madre – Tu hijo ya puede controlarse solo, Ginny.

Pero Ginny se preocupó, así que lo fue a buscar afuera. Estaba ya casi todo oscuro.

Molly Weasley sabía que James era hijo de Ginny. Así como lo sabían Fred, George, Bill, Charlie y el señor Weasley. Pero Ron no... Ron estaba demasiado cerca de Harry como para saberlo. Claro que no sabían quién era el padre, y no pensaba decírselo....

De pronto, se sobresaltó. Lo que vio la dejó helada. Él estaba allí. James, estaba sentado en una silla, conversando con Harry. ¡Con Harry!

- Ejem... – dijo – James, hace frío, será mejor que entres – dijo, ignorando a Harry completamente.

- Mamá, espera un poco más... – dijo James, y mostró una cara de perro herido.

- Lo siento... Vamos, entra.

- De acuerdo – dijo James - ¡Vamos, Harry!

Harry le sonrió al chico, se levantó y lo siguió.

- ¿Harry? James, debes decirle tío – dijo con frialdad. Tanta familiaridad no le gustaba.

- No importa, Ginny – le dijo Harry – Le dije que me llamara así.

- De acuerdo – dijo Ginny, y entró, seguida del chico de pelo negro – y por cierto, mi nombre es Virginia.

Y dicho esto, se fue con el corazón encogido. James... Harry... No, eso no podía pasar... No podía él tenerle simpatía a... a su propio padre... El padre que tan mal se había portado, que tanto la había hecho sufrir... El padre que no había querido que él naciera.

El sonido de un timbre la sacó de sus pensamientos. Se dirigió hacia la puerta, para ver quien era. Se asomó a la ventana, pero sólo se veía una sombra... Así que se dirigió a la puerta, y ...

- ¡Jef! – exclamó, sorprendida al ver al hombre- ¿Cómo llegaste aquí?

- Fui a buscar a Herm al trabajo y no la encontré, y me dijeron que había venido aquí... Una tal Mariam...

- Ah, nuestra colega... – dijo Ginny, tratando de sonreír - ¿Quieres que vaya a buscarla?

- Bueno – dijo Jef.

- Pasa y siéntate... Estás en tu casa – dijo, y se marchó a buscar a Hermione.

Era mejor que no encontrara a Hermione con el pelirrojo de nuevo. No le tenía mucha simpatía, sobre todo porque sabía que había escuchado su conversación con Hermione: El mismo Jef se lo había dicho al día después. Y le había preguntado quién era Ron y que había tenido con Hermione. Claro que ella no le había dicho nada...

- ¡Hermione! Estás aquí – dijo Ginny, aliviada al ver a Hermione y a Ron en una de las tres salas de estar que tenía la casa.

- Sí... ¿Qué pasa? – preguntó esta, nerviosa.

- Jef está aquí – dijo Ginny.

- ¿¿¿Jef??? – exclamó Hermione - ¿Qué hace aquí?

- No lo sé - dijo Ginny -, pero es mejor que vayas... y que no vayas tú, hermanito.

- ¿Yo? ¿Por qué? – preguntó Ron.

- Porque... – dijo Ginny – Porque yo te lo digo. Tú te quedas aquí, mejor que no te aparezcas allá. Vamos, Herm.

Hermione siguió a Ginny a través del pasillo hasta la sala de estar, donde encontró a la señora Weasley conversando con Jef.

- ¡Hermione! – dijo ella – Este muchacho ha venido a verte...

- Es... es mi novio, señora Weasley – dijo ella -, Jef.

- Ya me dijo su nombre... ¿Tu novio? No sabía que tenías novio – Molly lucía sorprendida.

- Sí... desde hace un año, no lo había mencionado.

- Por supuesto que no... Dime Jef, ¿se van ahora?

- ¿Quieres quedarte un poco más, Herm? – dijo Jef, y le puso encima su abrigo.

- No, yo creo que... debo irme, mañana es jueves, tengo que trabajar – Hermione sujetó el abrigo – Adiós, señora Weasley. Ha sido muy amable.

- De nada, querida – dijo Molly – Vengan los dos cuando quieran – sonrió.

Hermione y Jef salieron de la casa, Hermione aún cubierta por el abrigo de Jef.

- ¿Por qué fuiste? – le preguntó Hermione una vez que se habían aparecido en el departamento de ella.

- Lo siento si te molestó...

- No, no es nada...

- Esa era la casa de Ginny.

Ginny seguía en La Madriguera, y Grace no la había visto por ninguna parte.

- Sí –dijo Hermione, secamente.

- ¿A qué fuiste? Me gustaría saber... – comenzó a decir Jef, pero Hermione lo interrumpió.

- Fui porque hace mucho que no veo a la señora Weasley, y porque ellos me invitaron. Y si quieres saber, sí, si conversé con Ron – soltó Hermione. No le gustaba que Jef se pusiera a preguntarle tanto...

Jef se limitó a fruncir el entrecejo. No le gustaba ese pelirrojo para nada. Le daba mala espina, además, con todo lo que había averiguado, Hermione lo había querido mucho hace algunos años... demasiado para su gusto.

- De acuerdo – dijo -. En serio, no quiero que nos enojemos por algo así, no me importa si conversaste con él o no.

Hermione sonrió y Jef se inclinó sobre ella y le dio un pequeño beso en los labios. Luego se levantó del sillón en el que había estado sentado, se despidió y se fue.

Hermione se levantó ese jueves sin ánimos de nada. Presentía que ese día iba a ser malo. Tenía un presentimiento...

Ginny fue con ella al trabajo. Debían ir a pie, pero en el camino se encontraron con unos chicos que ofrecieron llevarlas en su auto, y ellas sin más, aceptaron su ofrecimiento y sus números de teléfono.

Grace no aparecía por ninguna parte. No la había visto desde el día anterior, y no había amanecido en la casa.

- ¿Dónde demonios se habrá metido Grace? – preguntó Hermione.

- Ayer la vi irse a eso de las ocho con Draco – dijo Ginny, tranquilamente, mirando a su amiga.

- ¿Enserio? – preguntó Hermione, levantando una ceja – Dios...

Y justo en ese momento, cuando estaban a punto de salir de la oficina, entró una Grace muy alterada, corriendo. Estaba toda despeinada, igual que hace pocos días. Estaba toda despeinada.

- Grace... – dijo Ginny – Deberías haber llegado hace media hora, es segunda vez que llegas tarde en una semana, lograrás que te despidan...

- Lo siento, es que... – trató de decir Grace.

- ¿Y cómo fue todo con ese sexy rubio? – Ginny fue al grano.

Grace les sonrió pícaramente. Ginny sonreía también, pero Hermione movió la cabeza hacia ambos lados susurrando "no tiene remedio..." pero igual rió.

- Mejor no les doy detalles... Sus oídos no lo soportarían... –volvió a sonreír.

- ¿Tanto así? ¿Cómo es?

- ¡Fue la mejor noche que haya pasado nunca! Es magnífico... – Grace se sentó – Les daría más detalles, pero... Digamos que es mejor en la cama que cualquier otro hombre con el que haya estado.

Ginny sonrió también. Grace no tenía remedio, simplemente...

- Pero bueno... fue sólo esa noche la verdad – dijo Grace – ahora debemos trabajar. Ginny, debes ir a hacer la entrevista ahora. Hermione puede ir contigo.

- Yo no iré a ninguna parte, le asignaron a Ginny la entrevista y tú la acompañarás.

- ¡No quiero viajar fuera de Inglaterra! – dijo Grace. El entrevistado era el ministro de magia de Moscú - ¡Sabes cómo son los magos de la aduana! Hay que hacer un tremendo papeleo al aparecerse... Me demoro más allí que manejando hasta la casa de Davis...

- Lo siento, la última vez que hubo que salir del país lo hice yo, y ahora no estoy de ánimo. Adiós – dijo Hermione, y concentrada, les cerró la puerta en la cara.

Era un hermoso día para estar sola en el bar, tomando una malteada de chocolate que un hombre del bar le había servido, sin más compañía que la confusión que sentía y lo triste que estaba. Los recuerdos de tiempos pasados se agolpaban en su mente, era por eso que no tenía ánimos de nada. Además, la tarde anterior se había sentido tan... intrusa...

Entonces vio a una chica entrar. La misma chica que el día anterior, según creía, le había parecido familiar. Tenía ojos azules y cabello negro. Era... ¡Sí, si era! La chica la vio, y le hizo una seña. Hermione la saludó también, sonriendo. Esperó que esa sonrisa no se viera forzada...

- ¡Hola! – dijo la chica, que andaba con un vestido azul algo corto - ¿Cómo estás? ¿Puedo sentarme?

- ¡Claro! – dijo Hermione – Muy bien, ¿Y tú?

- Bien también... ¿Qué haces sola acá? – preguntó de nuevo la mujer.

- Nada, quería estar sola... No tenía ganas de...

- Hola, Herm – saludó Draco - ¿Quieres...? ¿Mary?

Draco había mirado a la mujer que estaba sentado con Hermione, y la saludó.

- No sabía que se conocían – dijo.

- Bueno, sí, nos conocimos en la fiesta de mi hermano – dijo Mary, y saludó al rubio -, Peter.

Aquella chica era la hermana de Peter. Realmente, no había nada mejor... esa chica no era precisamente de su agrado. Se preguntaba cómo la había conocido Draco...

- Esperen un momento – dijo Mary, y se levantó de la silla. Y lo que vio Hermione, no le gustó nada.

El pelirrojo iba entrando al bar, y al ver a Mary, la saludó sonriendo. Ella le dio un apretado abrazo y un beso en la mejilla. Lo que dijeron no pudo escucharlo.

Draco levantó una ceja, y rió.

- Vaya, veo que ya se han comenzado a llevar muy bien... Y eso que se conocen desde... ¿Ayer?

- ¿Cómo la conociste? – preguntó Hermione.

- Ella estaba caminando y le ofrecí llevarla en mi motocicleta – Draco se encogió de hombros – Y le agradó la idea, la llevé a casa de su hermano y luego en la noche fue al bar y conversamos con Harry y luego Ron llegó como a las doce y media y ahí la conoció. Eso sí, se quedó poco tiempo.

Hermione apoyó su mano en su mejilla. Draco se levantó un momento, para ir a atender: Lo retaban a cada momento por ponerse a conversar con las chicas que iban al bar.

Ron y Mary fueron a sentarse con ella un minuto después.

- Hermione, él es...

- Ron Weasley – dijo ella, y bebió su malteada de nuevo – Lo conozco.

Mary parpadeó.

- Y hace mucho tiempo, debo decir – dijo él, sonriendo – Desde los once años.

Mary sonrió de nuevo. A Hermione no le gustaba su sonrisa... Parecía que siempre la estaba forzando, claro que en sonrisas forzadas, nadie le ganaba a Evelyn.

- Bueno... Ron, me gustaría que me trajeras algo de beber – dijo ésta, mostrándole sus dientes blanquísimos en una gran sonrisa. Dientes más blancos que los de Evelyn.

- Claro – dijo éste, y se levantó un momento.

- Y... ¿Es verdad que se conocen desde hace tanto tiempo? – dijo ella.

- Claro, era mi mejor amigo en Hogwarts – dijo ella, pero luego se corrigió – Es decir... Mi mejor amigo era él y Harry también.

- ¿Y ha pasado algo entre ustedes alguna vez? – preguntó Mary, sonriendo nuevamente.

- No – respondió ella. "¿Por qué preguntas eso, dientes blancos?".- Nunca. Oye, son las ocho, debo irme, es tarde... Dile adiós a Ron de mi parte.

Mary asintió y le hizo una seña de adiós cuando Hermione ya iba por la puerta. Ella simplemente no se molestó en contestarlo. Debía ir a ver a Jef.

Fue caminando. No le apetecía aparecerse, quería disfrutar de la noche sola, caminando y pensando, disfrutando a medida que el camino se iba haciendo más largo...

Cuando llegó al departamento de Jef, estuvo a punto de irse. No quería estar con nadie, casi se alegraba que Ginny y Grace estuvieran en Moscú... Pero entró igual. Debía ver a su novio. Le había dicho a Jef que ella iría a Moscú, para poder estar sola en un rato. Simplemente le diría que había decidido no ir.

Subió las escaleras. Quedaba en el segundo piso.

Le pareció escuchar voces dentro de departamento. Sacó la llave y la introdujo en la cerradura. (No sirve el alohomora, imagínense que todas las puertas se pudieran abrir con éste hechizo... simplemente una llave mágicamente adaptada para cada puerta), y abrió la puerta con cuidado.

Parecía que Jef no la había escuchado entrar, porque seguía hablando. Hermione se asomó a la puerta de su habitación, y sintió como un cubo de agua helada caía en su cabeza.

- ¿Dónde está ella? – preguntó una mujer rubia de ojos verdes, abrazada a su novio.

- En Moscú – dijo él, besando a la mujer – En este momento, debe estar entrevistando al ministro de magia de allí...

Los dos rieron. Jef se movió, y se tapó un poco con las sábanas, que lo cubrían a él y a la rubia. ¡No podía creerlo! Las manos con las que sujetaba su pequeño bolso naranjo le temblaban... Jef... Jef... ¡¡la engañaba!! Se sentía herida...muy herida.

- ¿Y dices que trabaja en un periódico?

- Sí, escribe para él – dijo Jef.

- ¿Cuál?

- Mmmm no importa... lo que importa es que estamos los dos aquí – dijo, y la volvió a besar – Y tenemos tiempo.

- Siempre tenemos tiempo – dijo ella. Era una muggle. Una asquerosa y tonta mujer – Oh, Jefy, qué bueno que te hayas puesto lo que te regalé para tu cumpleaños... – le tomó la mano señalándole el reloj.

Hermione se inclinó más para poder ver entre la puerta medio abierta. ¡¡El reloj! ¡El supuesto regalo de su jefe por su buen trabajo como abogado!! Y su cumpleaños había sido hace siete meses... Osea que... Hermione había sido una completa tonta durante siete largos meses: Siete meses de engaño... Y nunca se dio cuenta...

Salió sin hacer ruido, secándose las lágrimas de los ojos. Cerró la puerta silenciosamente, y bajó apresurada. Su pasos resonaban mientras bajaba las escaleras.

Así, llorando, llegó hasta la calle, donde se apoyó contra la pared. Necesitaba hablar con alguien... Con una de sus amigas. Pero Ginny y Grace estaban en Moscú, a kilómetros de ahí. ¿A quién podía recurrir?

Pensó en Draco o Harry... No confiaba en muchas personas... Se imaginaba hablando de eso con uno de los dos chicos, y entonces pensó que ninguno de ellos podría calmarla. Sólo había una persona, y aunque le costaba admitirlo... Era la única persona que podría ayudarla.

Pero, ¿Qué pasa cuando la persona que tanto te hizo llorar es la única que puede hacerte sonreír?

Nota de la autora: Mil disculpas!!! Mucho atraso!!! Es que con mi colegio muggle casi ni podía escribir!! Weno, ojalá que les haya gustado este cap... Y si esperan algo de acción entre Ron y Hermione, tal vez pase algo en el próximo capítulo.... xD quién se sorprendió con lo de Draco y Grace?? Nadie, estoy segura!!!

Y para todos mis reviewers!!!

Tabatas:

Si, tienes razón, Harry es bastante miope... necesita una persona como yo para recuperar la vista xD (=D) Y creo que después de esto sabes que todo paso a la historia...

Luna Locatis Lunática: Si, yo tmb me lo imagino tierno a James!! Y lo de las mentiras es verdad, me gustó mucho ese dicho...

Ann de Weasley: eso se sabrá... muy pronto xD

VIOLETAPOTTER: Hola amiga y gracias por tu comentario!! Traté de actualizar rápido... es que tengo muchas cosas que hacer, pero trataré de hacerlo más rápido en adelante. Lo siento por demorarme tanto!!

Ichan: No kiero provocarte un ataque... pero sí que sigas leyendo el fic!! =) Tu crees que Harry estará feliz.. Eso ya se sabrá, no te preocupes... Y que Jef muera?? Después de este capítulo, ¿quién no lo desea?

Lily-McGonagall: Bueno, es exáctamente como lo dices. Ginny le pidió a su madre que no le revelara nada. Ahora, ¿por qué? Muahahaaaaa....

Airhead14: Gracias por tu review, y espero que te esté gustando el fic!!

Lil Granger: Sherlock Holmes me gusta más =) Evelyn es maldita, eso todo lo sabemos... Pero será más aún cuando se sepa que...

Tonks72hrs: Te desagrada Grace?? A mi me cae muy bien... es graciosa grax por tu coment!!

GloRIa: Jajaja, si, algo me demoré... Gracias friend por tu review!!

Pame-leo: Gracias, espero k sigas leyendo!! =D

CoNnY-B: Gracias, me alientas a escribir mas!!! Espero que te vaya gustando la historia... los capítulos serán igual de largos jejeje

Weno, pueden dejarme un review o escribir a naokithanatoshotmail.com, respondo todos los mails!! Adiós, lo siento por la demora!!!

Naoki