NOTA: Este capítulo contiene spoilers del quinto libro de Harry Potter: "La Orden del Fénix". Que por cierto, me fascinó.
CAPÍTULO XII: Oclumencia y Legilimencia
Harry sintió que la corriente de aire estaba siendo interrumpida. El viento se partía justo en su espalda y pecho, provocando que un escalofrío lo recorriera completamente... sin embargo, no quizo voltear, sabía lo que ocurría y no había motivo para hacerlo.
- Harry?
La voz de Hermione parecía opaca, como si estuviera a varios pasillos de ahí. Harry no contestó.
- Harry, estás bien?
- Harry?
Ron y ella habían entrado al salón de Encantamientos ya, podía sentir la mirada de ambos clavada en él.
- Qué pasa?
No hubiera querido decirlo pero si no les respondía preguntarían más. Sólo esperaba que no tuvieran el...
- El Mapa del Merodeador nos dijo donde estabas... – dijo Ron.
Harry cerró los ojos un momento, implorando a todos los dioses de los que tenía noticia que algo hubiera pasado, que algo hubiera impedido que...
- Por qué estás sólo a las cuatro de la mañana? Te sientes mal? – Hermione sonaba preocupada.
Harry volvió a abrir los ojos: sólo? Cómo sólo? Si lo habían visto en el Mapa... no debieron... se levantó de la cornisa donde estaba sentado y miró a sus amigos de frente. No pudo evitar fruncir el entrecejo. Hermione le devolvió la mirada, apenada.
- Te molestamos? Perdón, Harry, pero estábamos preocupados.
- Pues... – Harry mejoró su expresión, concientemente – no hay de qué preocuparse, ven? Estoy bien.
Su vista pasó de Hermione a Ron, fue entonces cuando su corazón empezó a latir tan fuerte y tan apresuradamente que le dolía. Su mejor amigo estaba observando el suelo... donde yacía una corbata de franjas verdes. Harry tragó saliva.
- Una corbata de Slytherin… - Ron la tomó y sonrío – "DM"... Draco Malfoy? – concluyó, alzando una ceja.
- Déjala ahí, Ron, seguramente se le perdió, mañana vendrá por ella.
- Claro, claro... pero no estaría mal ponerle un hechizo adhesivo, a que no? – Ron se río – así nunca más la volverá a perder.
Hermione movió la cabeza hacia Harry.
- Regresas con nosotros?
- Eh?
Harry había estado viendo la corbata en las manos de Ron.
- Que si regresas con nosotros a la torre...
- Ah... si, está bien, vámonos.
Hermione fue la primera en salir, Ron, con una enorme sonrisa dejó la corbata sobre un escritorio y salió detrás de ella. Harry... avanzó unos pasos, tomó su capa y, al mismo tiempo, sacó una punta de su varita por entre ésta.
- Finite Incantatem – dijo en algo más bajo que un susurro, tomó las dos prendas: la corbata envuelta en su capa, caminó hasta la puerta y dando un suspiro de alivio, salió del salón.
***
La luna parecía estar más blanquecina que de costumbre. Iluminaba hasta los lares más oscuros del Bosque Prohibido, mientras los árboles se balanceaban en un baile que no parecía tener fin. Tom abrió un poco la ventana dejando que la brisa se colara por las aberturas de su pijama. Sentir el aire y el agua eran cosas especiales para él.
El insomnio se había apoderado de él una noche más... pero no importaba, la noche era una de las mejores del año, hermosa y pura, como si no fuera conciente de que alguien la estuviera viendo, hasta cierto punto parecía descarada porque, sin pudor alguno, mostraba las beldades de su existencia.
La oscuridad era bella a su parecer... o temible, pero, si el temor era bello, ¿la oscuridad no lo era también?. El viento seguía acariciando su piel y despeinando su cabello negro. Se sentía libre y por un momento tuvo el impulso de tomar la escoba de Lightow y salir volando hacia un lugar donde nadie lo conociera.
Su expresión cambió por un momento y de pronto sonrió: por supuesto, primero pasaría por David, lo rescataría de ese espantoso lugar y lo llevaría con él. Entonces, una sensación extraña se apoderó de su cuerpo, como una descarga eléctrica inmensa... instantáneamente deseo el cuerpo de David, el alma de David... a todo David, como jamás lo había hecho... su sola imagen en la mente resultaba insoportable estando tan lejos de él.
- Diablos, se ve mal... muy mal.
- Tom... Tom, me oyes?
- Será mejor que llamemos a alguien, está ardiendo.
"Quien está hablando? Por qué no se callaban?... no quiero despertar... váyanse... déjenme sólo... David... Dave ven... por favor, no me dejes, Dave"
- Qué es lo que sucede?... por la barba de Merlín!! Este muchacho está ardiendo en fiebre, me lo llevaré a la enfermería, señor Lightow avísele a la profesora Banks, el señor Riddle no puede asistir así a clases.
El primer gemido inundó la habitación y David aún no sabía si quería hacerlo o no. Estaba seguro de que su corazón estaba triste, destrozado, pero no podía evitar sentir placer... y no quería sentirlo... o sí quería? Por qué no podía comprenderlo?
Extrañaba a Tom más que cualquier cosa en el mundo, dentro de San Charbel era casi imposible no pensar en él continuamente, todo se lo recordaba: cualquier rincón, cualquier sombra que invitara a la censura.
Su mirada estaba fija en la delgada ventana que servía como ventilación al sótano del Internado, sintió como sus pantalones bajaban y como una lengua empezaba a recorrerle los muslos, lágrimas silenciosas cayeron al momento de cerrar sus pupilas, no quería ver más, su resistencia había terminado, sus fuerzas lo habían abandonado por completo.
Su mente parecía estar divida en dos aún más con los ojos cerrados, podía sentir el placer de las caricias y la repulsión que todo su rededor le causaba, necesitaba pensar en otra cosa... y la imagen de Tom apareció de la nada.
La secuencia de recuerdos que guardaba de Tom eran como videos, claros y completos, sólo tenía que elegir uno y reproducirlo para safarse del mundo.
Tom, de 13 años sonrió para él, de la manera que sólo él podía hacerlo, una combinación entre tristeza y reto, entre prueba y deseo. Era el recuerdo de su primer encuentro, de las primeras caricias compartidas, del primer beso y de la primera entrega. Tom y David habían estado horas limpiando uno de los baños del Internado, estaban exhaustos y se habían recostado sobre el piso empapado, muy cerca... tanto que David no pudo resistir las ganas de besar lo labios de Tom, tan suavemente y tan dulcemente que Tom se había separado con una expresión en el rostro que su amigo jamás le había visto antes: era miedo...
El niño más hostil del Internado, tenía una expresión de terror al estar en esos baños recién limpiados, mirando a David de frente. En ese momento, el pelirrojo no había tenido la más remota idea de qué hacer, lo que menos había pretendido era asustarlo de esa forma.
Recordaba que se había maldecido miles de veces en esos minutos que pasaron en silencio, sólo mirándose, sin saber qué decirle al otro.
- Perdóname..
Esa había sido la única palabra que se le había ocurrido, después, había hecho ademán de tomar una cubeta, sin embargo, Tom la había pateado antes. David, empapado, sólo había tenido tiempo de mirar la sonrisa de su amigo cuando sintió un beso tímido pero a la vez lleno de pasión... la suavidad de ese toque había marcado la pasión de ambos por dentro.
David sonrió recordándolo.
- Sonríes? Empieza a gustarte, verdad?
Una voz áspera y horrible lo sacó de su recuerdo y de pronto, sintió cómo si una ola de energía se apoderara de su cuerpo. Con nuevas fuerzas, sus brazos empujaron el cuerpo obeso de Norman que había estado encima de él por 10 minutos. Se acomodó las ropas con una mano y con la otra le dio un golpe en la quijada, tan fuerte que la sangre del gordinflón salpicó las paredes.
- No vuelvas a tocarme!!
***
Las tardes en Hogwarts eran tranquilas y llenas de buenas charlas. Las salas comunes y los jardines eran los lugares más frecuentados entre clases. Pero por esa semana, serían los más desolados, el clima era detestable para muchos, lleno de lluvia y ventisca... pero para él era completamente hermoso.
El azul nublado del cielo era exquisito, mientras que la ventisca helada penetraba y traspasaba su cuerpo, haciéndolo sentir libre... deseado, porque el viento se introducía por cualquier orificio de su ropa, ultrajándolo, acariciándolo sin piedad.
- Malfoy?
Frunció un poco el entrecejo, quién se atrevía a interrumpir ese culto? Abrió los ojos y se encontró con la única persona a quien no le reprocharía... porque él podía reemplazar al viento con maestría.
- Potter... qué quieres? – dijo, manteniendo la misma expresión.
- Tienes algo mío, recuerdas?
Draco se recargó en una de las columnas del pasillo que se interponen en las ventanas.
- Algo tuyo?
Los ojos de Harry también se mantuvieron... varios estudiantes pasaban por entre ellos, saliendo de sus salones o en dirección a la Biblioteca. Luna Lovegood pasó detrás de Ginny Weasley, Ginny frunció un poco el entrecejo al verlos pero no dijo nada. Luna, en cambio disminuyó la rapidez de su paso y miró a Draco mucho más interesada que otras veces.
- Qué me ves, Loony?
Harry parpadeó y miró hacia Luna, quien ya se había volteado y caminaba junto a Ginny sin mirar atrás. Por alguna razón, sintió una pesadez en el estómago, como si hubiera comido demasiado. Avistó de nuevo a Draco.
- Dámela, Malfoy – dijo, tranquilamente.
- Que te dé qué? – Malfoy no había dejado de mirar a Harry.
Harry sacó de la bolsa de su túnica un pañuelo blanco que envolvía algo y lo estiró hacia Malfoy.
- Esto es tuyo, ahora dame lo mío.
- Oh, vamos – Draco sonrió – no creerás que me interesa una estúpida corbata o sí? Tengo miles, Potter, si una se extravía no pierdo nada... no estás hablando con Weasley.
- Si no la quieres, no me interesa – Harry dejó caer el pañuelo con la corbata al suelo – pero...
Draco dejó de recargarse en la columna y hizo una seña rápida con la mano. Harry lo comprendió y lo siguió. Los dos se metieron a un salón cercano vacío. Inmediatamente después de haber cerrado la puerta, Harry se encontró de frente con Draco.
- Eso que me diste anoche... es algo... cómo decirlo... interesante – la voz de Draco parecía reseca – no sabía que tuvieras más sorpresas, Potter... eres realmente como una caja de monerías.
Malfoy soltó una risita perversa.
- Sabes que mi padre ha estado buscando una... daría cualquier cosa por poseerla.
El cuerpo de Harry se llenó de furia, alzó la mano y cogió con el puño cerrado a Malfoy de la corbata, pegándolo a la pared de un azotón.
- Ni siquiera te atrevas a pensarlo!
- Calma... calma, Potter – dijo Draco, aún sonriendo – sólo era un comentario... te la regresaré, pero no ahora. - Harry frunció más el entrecejo – entiende, la de Slytherin no es una sala común cualquiera, siempre hay alguien ahí, sea la hora que sea.
El estómago de Harry dio una vuelta... y si Snape la había recogido? Draco debió haber notado su duda porque aprovechó el momento y se soltó del apretujo.
- No... no la tiene Snape... – Harry lo miró con incredulidad – creí que te habían enseñado Oclumencia el año pasado... – la incredulidad de Harry cambió por sorpresa, Draco sonrió mas descaradamente.
- N-no... quien te dijo eso?
Draco dio unos pasos hacia la salida.
- Anoche, Zabini estaba en la sala común cuando regresé con tu capa de invisibilidad en el brazo, la vio, tuve que mentirle diciéndole que era de mi madre y que la tendría una semana conmigo – Draco, encogió los hombros – te la podré dar hasta dentro de una semana.
Y salió del salón, dejando a Harry preocupado, pensativo y con un vació enorme en el estómago: qué diablos había sido eso? Nadie, más que los miembros de la Orden del Fénix, sabía que Harry había tomado clases de Oclumencia con Snape... cómo rayos se había enterado Draco de eso?. El corazón de Harry estaba tan revuelto como su estómago, si Draco lo sabía era muy probable que su padre también... miró hacia el pasillo solitario... tal vez, tal vez por eso había dejado de tener sueños horribles... tal vez por eso, Voldemort había dejado en paz su mente. Sacudió el cabello y empezó a caminar hacia el Gran Comedor: después de todo, dudaba mucho que el Lord volviera a jugar con sus sueños, esa estrategia ya la sabía y estaba seguro de que él estaba tan o más convencido que el propio Harry de que no volvería a caer en esa trampa, la lección había sido bastante dolorosa pero había sido una de las mejores aprendidas.
***
Madam Crow lo ayudó a levantarse y a ponerse la capa.
- Tome, señor Riddle, tomará un trago cada 8 horas, sin falta, lo entendió? – dijo, dándole un frasco con un líquido cristalino en el interior – esperemos que no vuelva a darnos un susto así, debe aprender a controlar sus emociones.
Tom atravesó la puerta de la enfermería, mientras Madam Crow la cerraba de un portazo. La mujer estaba molesta porque él había tenido un ataque de nervios masivo en la mañana, eso no hubiera sido nada si no se contara que los síntomas de estos ataques eran los mismos que la Licaria, en la cual los segundos eran indispensables para la salud mental del enfermo, ya que las lapas que se adherían al cerebro terminaban con las neuronas en minutos.
Dobló la esquina y caminó por el pasillo hacia su sala común, cuando alguien chocó contra él desde otra pared.
- Estúpida Hufflepuff!! - Myrtle Singult, soltó un sollozo. – qué no ves por donde caminas, tonta?
- Callate, Riddle – gritó de pronto, Tom alzó la cabeza y la retó con la mirada – no me mires así, ya no puedes decirme nada!! O te acusaré, juro que lo haré!! Y te expulsarán...
- Qué? – Tom la tomó de un brazo, zarandeándola – de qué diablos hablas?
- Te oí, oí lo que Nadal te decía sobre la poción "De Liriope", a qué monstruo vas a despertar, Tom?
La boca de Tom, de repente se había quedado seca. Pero eso no le impidió poner en claro a Myrtle.
- Escúchame bien, niña fea – dijo, tomándola de la cara y acercándose demás – tu no oíste nada, entiendes? Nada...
Tom la soltó con un jalón añadido y pudo ver las marcas que le había dejado. El sollozo de Myrtle era agudo y casi imperceptible. La miró por última vez y empezó a alejarse.
- Te pediré algo a cambio de mi silencio, Riddle... e-eh... no me callaré tan fácil.
Tom siguió caminando sin hacerle caso, después de todo qué podría hacerle un escarabajo como ese?
***
Draco siguió todo el día con aquella sonrisa impregnada, todo había sido muy agradable, hasta el hecho de que la mente de Harry hubiera estado abierta.
Una pequeña risa se escapó de sus labios... qué tantos secretos podía ocultar aquella cabeza rajada? Con tan sólo un pequeño esfuerzo, había logrado ver las clases de Oclumencia de Harry... y por alguna razón había supuesto que habían sido el año pasado... sin embargo, parecía que Potter aún no lo dominaba, eso le agradaba más. Él había practicado ese arte de engaño desde los seis años y ahora, aunque aún no lo dominaba bien enfrente de algunas personas, podía sentirse satisfecho de retener sus más preciados recuerdos a salvo y lejos de las miradas indiscretas.
Ahora había una pregunta... tendría que decírselo a su padre? Eso sería lo más lógico en él, la revelación de que Potter había aprendido Oclumencia pero que no la dominaba bien, era información valiosa para El-que-no-debe-ser-nombrado, eso lo sabía bien... el hecho de que Harry no fuera lo suficientemente tonto para caer en otra trampa de sueño, no significaba que la Legilimencia fuera totalmente inútil con él.
Después de todo las Artes Obscuras no siempre tienen un solo propósito, y siendo éstas dos parte de la lista, era de suponer que no sólo servían con una sola intención... pero Draco estaba casi seguro de que Potter no lo sabía.
* Comentarios en los reviews.
USAGI – HK: tienes razón... pero no todo es malo en San Charbel...
KATHY: haber... te voy a contestar las preguntas que me hiciste por orden: David llegará a Hogwarts en un momento clave, la relación entre Marius y Voldie aún está incompleta, cuando sepas más de ellos entenderás mejor porque cada quien está donde está, Keira... tal vez si vuelva a hablar, yep, Voldie ya tiene forma humana, Ged no es Nagini o_O (las cosas que van a tu mente), Draco AÚN no es mortífago, sobre esta pregunta tengo que hacerte ver en el capítulo que vamos y que leas lo últimos párrafos otra vez..., la primera relación entre Draco/Harry fue en los vestidores del campo de Quidditch, digamos que fue su primera vez juntos, spoiler: sí habrá Harry/Zabini pero muy sutil... a menos que ha ustedes les agrade como va quedando ese triángulo amoroso, entonces sería menos sutil y más salvaje...
MORYN: Espero tus comentarios.
PALI: el asunto... jaja.. es que tengo clases de dirección (estudio cinematografía) y me pidieron montar una escena... obviamente no voy a hacerlo con Draco y Harry jajaja... (brincos diera) pero tuve que filmar una de las escenas... hice una de un cortometraje que ya tenía escrito porque no me decidí por ninguna de La Sangre del Lord, gracias por preguntar. Bueno... la pregunta de por qué no salió Draco en el Mapa se verá en el siguiente capítulo, a ti también te sugiero que vuelvas a leer los últimos párrafos de este capítulo antes de leer el otro, el siguiente es un capítulo dedicado casi por completo a Draco y a la Cámara Secreta.
