Capitulo III
Hanamichi Sakuragi recorría los pasillos de la preparatoria dirección a su clase, aun cojeaba un poco debido a su rodilla envendada y en sus cabellos rojizos aun se podía divisar otras vendas que eran cubiertas por sus hilos rojizos.
-Sakuragi!!!! Que te a pasado en la cabeza?-
-Haruko!! Eh...esto...-
-Alguna pelea? ô.ò- preguntó tímidamente la chica.
-esto... sí!! Exacto! Me la ice peleando...- mintió algo avergonzado, pero no estaba dispuesto a decirle que hab´´ia ocurrido en realidad.
-No deberías pelearte Sakuragi...recuerda lo que prometiste al entrenador Anzai...-
-Ehh...sí...ya lo se...pero....se lo buscaron...y..claro...- balbuceaba el pelirrojo intentando conseguir una buena escusa (NdA: Hana, no te mates buscando excusas, que esta chica se tragará todo lo que le digas...¬¬ es idiota la pobre ¬¬).
-Ah...bueno, por lo menos no tienes heridas que te obliguen a dejar el básquet!- dijo toda feliz con su ridícula voz chillona.
-Sí...tienes razón...jeje – afirmó, pero no pudo evitar pensar en su rodilla.
-Voy ya hacia clases! Adiós Sakuragi y que te mejores!!- dijo mientras se alejaba alzando su mano en forma de despedida.
-Muy bien! Adiós!-
Siguió caminando. Debía ir a su aula para asistir a clase, pero no era lo que precisamente le apetecía (NdA: no creo que a nadie le apetezca -.-U), así que cojió otro camino y se dirigió hacia las terrazas de primer año para descansar durante esa hora. Una vez llegó, se acomodó en el suelo apoyando su espalda en la pared para poder reposar mejor.
-"que bien se está aquí...sin que nadie te moleste..."- y fue cerrando sus ojos cediendo así al sueño.
Pero el joven pelirrojo no estaba solo; al otro lado de esa misma terraza, se encontraba un joven de ojos zorrunos, también profundamente dormido, ya que había sido expulsado de su clase por dormir y subió allí para poder seguir haciéndolo.
Rukawa despertó. Llevaba, según calculó, tres horas dormido. Cuando se levantó para ir a clase de nuevo, vio a otro tipo cerca de la puerta con los ojos cerrados.
-"¿do'ahou?"-
-ZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZzZ....-
Rukawa se quedó por unos instantes observando a ese pelirrojo. Sus cabellos rojos le caían suavemente por su cara, una cara con una tez bronceada y a la vez transparente que permitía al número 11 del Shohoku observar los agradables sueños que debía tener en ese momento. Gesticuló una pequeña y dulce sonrisa ante tal imagen.
Rukawa estuvo mirando durante un rato más a su Do'ahou...
-"un momento...MI do'ahou?...Kaede...no seas estúpido..."-
Se sentó al lado del durmiente, y auque parezca extraño, no se llegó a dormir; tan solo observaba esa imagen.
Cuando pasaron una media hora, Hanamichi comenzó a alzar sus párpados.
-¿Kitsune?...- dijo con el sueño todavía pegado en su ser.
El otro chico no contestó nada, tan solo sentía mucho calor en sus mejillas...El Do'ahou lo había descubierto mirándole... Era su fin...Se levantó con la cabeza bajada y se fue del lugar sin decir una palabra.
El pelirrojo se quedó mirando perplejo por unos momentos, y después se revisó los bolsillos.
-...mhnn...no me ha robado nada...¿entonces que quería?...-
Kaede Rukawa caminaba con su mente en blanco. Había salido de la preparatoria. Se sentía extraño...¿por qué se sonrojaba cuando miraba a Sakuragi? No lo entendía...y tampoco quería entenderlo... Se dirigió a su casa, allí podría pensar tranquilamente. Fue directo a su habitación y se tumbó en su cama y en cuestión de segundos quedó dormido. Así estuvo todo el resto de la tarde y noche. Suerte que ese día se había suspendido el entrenamiento.
A la mañana sigueiente, se levantó de su cama y fue directo a tomarse una ducha para relajarse, debía volver a clase.
Pero, había algo que no era igual a todo el resto de mañanas. Rukawa sentía algo bastante doloroso situado en su entrepierna. Dirigió su miranda hasta ese punto y encontró un gran bulto debajo de sus pantalones de pijama.
-Ohh...Mierda!!!- Su primera erección involuntaria (NdA: aixx mi ninio que se hace mayor ¬)
Para Hanamichi, ese era un día especial. Se encontraba más lleno de energía que nunca. Había decidido, por fin, declararse a su amada Haruko (NdA: voy a vomitar...-.-U)
Salió de la cama con mucha energía, se tomó una ducha relajante de agua caliente y salió hacia su preparatoria cantando su ya conocida canción de Tensai.
Pasó medio día sin ninguna novedad. A la hora de la comida, Hana fue en busca de su Haruko en su aula, en el patio, en el comedor, en los pasillos... pero no llegó a encontrarla. Ya agotado, y su humor bastante desmejorado que en plena mañana, decidió subir a ver a las terrazas.
Allí se encontraba la chica, frente a un dormido chico de cabellos azabache. Hanamichi, ante tal situación, prefirió esperar en silencio tras la puerta para poder observar lo que ocurría allí.
-Ru...Rukawa... despierta...por favor...- dijo Haruko a media voz, mientras sus mejillas cada vez se tornaban más rojizas.
-....¿mhn?....-
-Esto...Rukawa....quería hablar contigo...sobre algo importante-
-¿Quién eres? Más te vale que sea importante...has interrumpido mi sueño...-dijo un malhumorado zorro-
Hanamichi, que observaba todo aquello, tenía ganas de saltar sobre el Kitsune y arrancarle su asquerosa cara de indiferencia hacía la joven... (NdA: Rukawa, perdona -.- tu ya sabes que me encanta tu cara 0 pero tuve que ponerlo -.-U)
-...me llamo Haruko Akagi...soy...soy la hermana menor de Takenori Akagi...tu capitán de basketball – pronunció la chica al ver que su objeto de deseo seguía con su cara de indiferencia cuando ella dijo su nombre.
-.........-
-Bueno...quería decirte que...esto...me....me....me gustas muchísimo Rukawa...te amo...tú...a tí... te gustaría salir conmigo?- dijo Haruko apretando sus manos con fuerza por los nervios mientras bajaba su mirada.
Kaede se levantó del suelo, la miró con cierta repugnancia y dijo: -Tú a mí no, así que aparta y no me molestes- (NdA: Rukawaa eres Diosss 0)
Haruko se quedó congelada al instante. Unas lágrimas comenzaron a surgir de sus ojos, que a cada segundo se iban multiplicando. Pero ella no estaba dispuesta a dejarlo así...ella estaba seguro que podría hacer feliz a ese chico de hielo, así que cuando Rukawa pasó a su lado para dirigirse a la salida sin ni siquiera mirarla, sintió como una mano cogió la suya y al girarse para ver que quería, sintió unos tibios labios sobre los suyos. Eran cálidos y mojados, producto de las miles de lágrimas que resvalaban de los ojos de la chica.
Kaede, no dudó ni un segundo a separarse de esa joven –¿Qué diablos crees que haces?- preguntó mientras que con la manga de su uniforme se limpiaba los labios.
-...yo...yo te haré feliz...¿no entiendes que te amo?...déjame estar a tu lado...- decía entre sollozos.
-Me das asco niña, no te vuelvas a acercar a mí en tu vida, entendiste? – (NdA: así se hablaaa!!!!!!! Muahahahahaha)
Haruko lloró aun más. Se dio la vuelta y corrió como nunca hacía la puerta de salida.
Hanamichi al ver como Haruko se dirigía a él (léase, la puerta) se escondió aun más para lograr no ser visto, y así vio como la chica pasaba por delante de él con los ojos empapados en lágrimas, y bajaba las escaleras para marcharse de aquel lugar. Su corazón se rompió en mil pedazos. Él había decidido ese día decirle sus sentimientos a la muchacha, pero se había encontrado con lo peor que podría haber visto o escuchado... Ese zorro apestoso había rechazado de mala manera a su amor. Ese zorro apestoso había rechazado el dulce beso de Haruko. Ese zorro apestoso había logrado lo que él más anhelaba y lo había rechazado. Su mente se llenó de rabia, rabia hacia ese sujeto...
En un movimiento rápido, salió de su escondite y se adentró en la terraza cerrando tras él esa puerta. Vio como Rukawa volvía a sentarse en el suelo como si nada hubiese ocurrido para, seguramente, seguir con su siesta.
-cómo...cómo has sido capaz de hacerle esto a Haruko.....- la rabia se reflejaba en sus ojos y en sus puños, los cuales se cerraban con fuerza provocando ciertos temblores.
-¿esto el que?...- dijo el Kitsune indiferente.
- MALDITO RUKAWA!!!!- la rabia lo recorría con mayor intensidad –Ella lo estará pasando fatal por tu culpa...ella no se merecía tu trato!! – (NdA: se merecía esto y más ¬¬ aun fui demasiado buena con ella ¬o¬)
-......- Rukawa sólo observaba.
- Habla joder...-dijo levantando u puño- ¡¡¡¡HABLA!!!!- gritó mientras dirigía su puño a la mandíbula del muchacho oji-azul, pero éste logro sujetar su brazo antes de que llegara a su fin.
-Do'ahou...- susurró- Yo...yo no podía corresponderla, eso es todo...-
-¿Por qué? Si ella es hermosa y dulce...cualquier hombre la desearía tener...-dijo el pelirrojo cerrando sus ojos con rabia, como si en cualquier momento fueran a soltar alguna lágrima traicionera –Tú...tú lo tienes todo.¿por qué no lo valoras? ¿por qué miras a todo y a todos con esa mirada helada?... Tienes todo lo que yo deseo...- dijo con la mirada baja, con sus ojos miel aun cerrados.
Rukawa, observaba sin hablar, con su brazo aun sujetado. Entonces lo agarró con más fuerza y se acercó a Hana.
-No es cierto que todo me sea indiferente... No la puedo corresponder porqué...porqué...- Y unos fríos labios se unieron con unos más cálidos pertenecientes a un joven pelirrojo.
Y el tercero!! 0
Aquí está el primer beso 0
Pero no se piensen que las cosas son tan faciles -o- No suelo
escribir todo tan dulce XDD Ahora poco a poco, vendrán las
complicaciones y la cosa se irá poniendo cada vez peor (o eso
creo xD)
Tampoco no se emocionen mucho, esq es mi primer fik i no
escribo muy bien TTTT Si no les gusta, aganmelo saber que lo dejo
u.u
Bueno, adiossss asta la proximaa nOn
