Capitulo IV
Hanamichi Sakuragi caminaba sin rumbo fijo. Ya habían pasado tres semanas des de aquel extraño beso... Des de ese entonces, siempre intentaba evitar a toda costa al Kitsune, ya que no deseaba mirarle a la cara y mucho menos dirigirle la palabra. A veces incluso, se tenía que saltar sus prácticas de basketball para librarse de aquel estúpido que le había robado su primer y valioso primer beso que él reservaba para la persona amada.
------------------------------ FLASH BACK ------------------------------------
-Mmmmmhhh.....- Hanamichi intentaba separarse de Rukawa apoyando sus manos en el pecho del joven de hebras azabache, intentando hacer presión para lograr separarse, pero aquel astuto zorro lo sujetaba fuertemente por la espalda parra que todo intento de soltarse fuese en vano.
Finalmente, el pelirrojo logró separarse del Kitsune dándole un fuerte empujón que llevó al chico más bajo al suelo.
-...............-
-...............-
-Ru...Zorro....por qué hiciste esto...?-
-.......- Rukawa se levantó del piso, cojió su mochila deportiva y se marchó sin nisiquiera mirar al chico pelirrojo.
¿A caso el Do'ahou era imbécil? ¿Cómo podía preguntarle eso? Lo había dejado muy claro...
-maldito do'ahou estúpido...- susurró Rukawa mientras bajaba las escaleras dejando a un confuso pelirrojo que sólo atinaba a tocar sus labios y pensar en lo que había ocurrido.
--------------------------------------- FIN DEL FLASH BACK-----------------------------------
Otro joven más iba sin rumbo por las calles de Kanagawa, pero en este caso, iba subido en su bicicleta. Llevaba sus ojos cerrados, aunque no dormía (NdA: Rukawa sin dormir? O.oUU nos lo han cambiado o.o)
Más allá de esos ojos azules de hielo, había un chico que sufría al haber estropeado aun más las cosas con la única persona importante en su vida: su Do'ahou.
Kaede Rukawa seguía avanzando con su bicicleta, cuando de pronto sintió que había pasado sobre algo que le había hecho temblar su vehículo hasta el punto de caer hacia el suelo mientras que la bici iba hacia un lado.
El zorro abrió lentamente sus ojos y vio a una mancha rojiza que se encontraba debajo de él, que pronto identificó como su querido pelirrojo.
-Auch!!! Maldito seas Kitsune!!!! Qué crees que estás haciendo??!!- gritaba Hanamichi.
-.........-
Los dos se levantaron, pero Hana cayó de nuevo al suelo.
-MIERDA!! Me has vuelto a joder la rodilla! Es que nunca me puedes dejar tranquilo e intentar mirar por donde conduces? Ò.o- decía malhumorado Sakuragi.
-..........no lo ice queriendo, do'ahou-
-Ya claro!!....- Hana quería contestarle a Rukawa, pero por su cabeza pasaron de nuevo las imágenes vividas hacía tres semanas sobre un beso que compartió con ese sujeto. No pudo evitar sonrojarse, por lo que bajó su mirada y se levantó como pudo y comenzó a cojear mientras se agarraba a la pared para evitar caerse de nuevo.
-Do...Do'ahou...espera...- Bien, Hana se había parado, pero...¿ahora que le decía? Lo único que quería era no dejarlo ir. Necesitaba poder hablar con él ahora que lo había encontrado solo, sin su Gundam. –Sakuragi...ven a mi casa si quieres...está aquí cerca y podrás mirarte detenidamente la rodilla-
-....- Hana no sabía que hacer ante tal proposición. No quería ir a la casa del zorro, pero su propia casa estaba lejos y le dolía mucho la pierna izquierda...-De acuerdo- dijo sin más. No tenía más remedio. Allí se vendaría la rodilla bien fuerte y podría seguir con su camino a casa.
Rukawa cojió la bicicleta del suelo y subió en ella y luego izo una señal con su cabeza para que el pelirrojo se montase tras él. Hanamichi, más rojo que su propia melena, sebió, sintiendo un gran pinchazo en la rodilla al doblarla, lo que le izo escapar un gemido de dolor.
-Tranquilo, pronto llegaremos...- dijo Kaede antes de comenzar a pedalear rumbo a su hogar.
Una vez llegaron y entraron, Hana se quedó observando aquel lugar. Allí dominaba el color azul. Era un apartamento no muy grande donde se respiraba un ambiente bastante gélido. A penas se podían divisar muebles y los que habían eran de color muy ocuro.
-Siéntate en el sofá, voy a por lo necesario para tu pierna- dijo mientras se dirigía al baño.
Hanamichi recordaba aquel lugar. No hacía mucho había estado, también por culpa de su lesión.
Rukawa ya había vuelto y traía consigo unas vendas que ató fuertemente alrededor de la rodilla bronceada del pelirrojo. Mientras, éste, no podía dejar de pensar en el beso que compartió con ese sujeto, y como siempre, se acabó sonrojando (NdA: aixxx que mono que eres Hana-chann 0) Ahora el zorro y él estaban solos. Se puso muy nervioso.
-...Esto ya está Do'ahou-
- ok... gracias...- dijo mirando un punto X de la habitación, con tal de no tener que mirar a su acompañante.
-Do'ahou...esto....- empezó a titubear el Kitsune.
-Mira qué tarde es Kitsune! Me tengo que ir ya!! Matta ne! – dijo levantándose del sofá rápidamente. No quería permanecer ni un segundo más en aquel lugar, pero su pierna no pensaba lo mismo, ya que como tan rápido se levantó del asiento, se volvió a caer, producto de la inestabilidad de su extremidad.
-Do'ahou-
-....U- Hana no podía contestar a ese insulto porqué en verdad ahora si que había sido un do'ahou al levantarse de ese modo tan brusco.
Rukawa se quedó un rato mirand a Sakuragi y este al notarlo se puso todavía más nervioso de lo que podía estar antes.
-Sakuragi, quédate a cenar, ya es tarde-
-Esto, yo...-
-No le pondré veneno-
-...¿des de cuando Kaede Rukawa hace bromas? ¬¬- dijo Hana
-.....-
-bueno, está bien...me quedaré, pero más te vale que prepares una muy rica cena a este Tensai en agradecimiento a que te acompañe a cenar Jajajajajaja- Rió el pelirrojo intentando disimular sus nervios.
Kaede se dirigió a la cocina y comenzó a preparar lo que sería la cena.
Hanamichi, mientras, seguía en el sofá mirando más detenidamente el lugar donde se encontraba.
Era muy pequeño, por lo que podía observar, tan sólo constaba de la sala de estar, una pequeña cocina, una habitación y un cuarto de baño. Las paredes estaban adornadas con pósters de la NBA. Eso sí, todo estaba muy recogido y limpio.
-Zorro...me gusta tu casa- dijo mientras seguía observando.
-No es nada fuera del otro mundo...es muy pequeña- contestó des de la cocina.
-Por lo menos es mucho más grande que mi casa –
-¿vives solo tú también?-
-Sí...-contestó el pelirrojo
-.....-
Después de unos 15 minutos más, la cena estuvo servida y fueron comiendo en silencio.
-Gracias por todo Kitsune- Dijo Hana mientras se levantaba (con cuidado xD) de la silla.- Debo irme ya-
-Puedes quedarte a dormir si quieres...nadie te espara en casa, no?- dijo Kae mientras recogía los platos de la mesa, de espaldas al pelirrojo para así ocultar su rubor.
-No me parece bien...tú y yo no somos amigos ni nada por el estilo...Temo por mi seguridad jeje-
-idiota...-
-Teme Kitsune!!- dijo enfadada Hana.
-no somos amigos porqué tú no lo deseas...-dijo bajando la cabeza.
-....es que...Haruko...a tí... Te quiere...y yo...- tartamudeaba.
-No se quien es y me da igual si me quiere o me deja de querer. A ti te gusta ella? – Rukawa volvió a darse la vuelta, estab muy nervioso.
-Bueno...sí...o no lo se...creo que ya no mucho...- dijo –"des de que vi como te besaba y se te declaraba mis sentimientos han ido cambiando..."-pensó e pelirrojo para sí.
Una brisa de esperanza apareció sobre Rukawa al escuchar sus palabras.
-Kitsune...quisiera preguntarte algo-
-......-
-aquel día en la terraza de la escuela, que tú...tú... bueno ya sabes...¿por qué lo hiciste?-
-...........- Ru no quería responder a aquello...
-¿fue para reirte de mí, cierto?- Hana apretó sus puños con fuerza.
-¡¡¡No!!!- Expresó Rukawa. No podía creer que su Do'ahou pensara eso de él...claro que...como él había dicho antes, ellos nunca fueron amigos, ni compañeros ni niada...se pasaban la vida discutiendo y mostrando su odio.
-¿Entonces?- quiso saber Hana, el cual miraba al suelo. Tenía miedo de...¿de qué? Sí...sabía de que tenía miedo...Era miedo de esa respuesta y sus consecuencias.
-Do'ahou...yo...Aishiteru- dijo al fin Kaede tan rojo como las hebras de Hanamichi.
Sakuragi abrió mucho sus ojos. Esa respuesta que tanto temía, había llegado. Poco a poco fue elevando su mirada para observar los ojos azules del kitsune y así saber si todo esto era una farsa o no, pero se topó con la cruda realidad de que todo era verdad. ¿des de cuando esas canicas azuladas eran tan hermosas? No lo sabía...Las pupulas normalmente gélidas de ese chico, ahora emitían un cierto brillo que las hacía especialmente bonitas.
-Zorro...tu debes estar tomando el pelo al Tensai, eehh? Sí eso es!! Te ríes de mí!!- ni él mismo se llegaba a creer las palabras que decía, pero tenia que decirlas para poder cubrirse como fuese. Entonces rogó para que Rukawa lo insultara y lo golpeara por haberse tragada toda aquella farsa, pero estas acciones nunca llegaron.
-Do'ahou...es en serio...no se como...pero te amo...te has convertido en lo más importante para mí...-
-Por favor Kitsune!! No digas bobadas! Pero si a ti solo te importa el basketball!! Tú no puedes querer a nadie! Eres de hielo! Deja de decir estupideces...- decía el pelirrojo intentando parecer severo en sus palabras.
-Lo se... yo solo amaba el basketball, pero ahora es distinto...ahora tu estás primero que todo...déjame demostrarte que te amo, por favor...- Dijo Rukawa –"mierda...ahora ya se como se sentían todas esa chiquillas inútiles cuando me declaraban sus sentimientos y yo las aborrecía...bah, pero esto es distinto...lo que yo siento no se puede comparar con el simple capricho que ellas sienten por mi..."-pensó.
Hanamichi estaba atónito. Por primera vez alguien le declaraba su amor hacia él. Por primera vez alguien le amaba tal y como era, sin que le pidiera que cambiase...pero...¿él podría corresponderle? Por Kami, si eran los dos hombres!!! ¿des de cuando él era homosexual? ¿Qué ocurría con Haruko? Miles de dudas asaltaban su cabeza constantemente, hasta que notó que unos labios aprisionaban los suyos.
En ese momento no supo reaccionar. Rukawa lo estaba volviendo a besar, pero él no respondía a ese beso. Esos labios masajeaban los suyos con dulzura, podía notar que lo estaba haciendo con mucho cariño y suavidad. Poco a poco, esa caricia se iba intensificando más. Kaede ponía cada vez más fuerza y pasión para poder lograr que el pelirrojo reaccionara o bien respondiéndole o sino lanzándole al suelo. Pero Hanamichi estaba estático.
Vencido al fin, el morocho separó sus labios...había perdido...ese ser nunca lo amaría.
-Lo siento...no debí hacerlo... no te volveré a molestar...puedes dormir en la habitación, yo estaré aquí en el sofá- dijo resignado – claro que...si prefieres irte...lo entenderé – Rukawa en esos momentos quería desaparecer, estaba hundido y no deseaba que el do'ahou lo viese así.
-No...-susurró Hana.
-¿eh?- subió su mirada hacia la avellanada.
-que no me iré...- dijo el pelirrojo mientras avanzaba un paso hacia Ru.
El Kitsune veía como los labios de su do'ahou se acercaban peligrosamente a los suyos, hasta que se unieron. Así comenzó el contacto. Las dos lenguas se entrelazaban en perfecta armonía mientras saboreaban intensamente cada rincón de la boca de su acompañante. Cuando se quedaron sin más aire, no hubo más remedio que cortar ese contacto. Los dos respiraban ahora de forma entrecortada. Ese beso que había comenzado como una suave caricia se había ido intensificando hasta el punto de dejarlos a los dos exhaustos.
-Hana...te amo...-volvió a repetir Kaede.
-............y...yo a ti...te amo Rukawa-
Rukawa sintió como un escalofrío recorrió toda su espalda ¿había oído bien? ¿el do'ahou le acababa de decir que lo amaba? Otro escalofrío más pasó por su columna vertebral.
-Hana...quiero demostrarte que te quiero...- dijo acercándose al pelirrojo para poder besarlo de nuevo.
-...quieres...quieres...que hagamos el amor?- dijo con sus mejillas más coloradas que su cabello.
-Sí...- dijo antes de unir su boca a la de aquel chico.
Hana se entregó totalmente en aquel beso ardiente y apasionado, cargado de emociones. Entre besos y caricias, los dos se fueron dirigiendo a la habitación del chico más bajo.
Rukawa tumbó delicadamente al pelirrojo en la cama, ya que debía tener cuidado con su pierna de su monito ya que no quería lastimarle más.
El beso aun se prolongaba y el juego de caricias se hacía más intenso a cada segundo que pasaba.
Kaede dejó los labios del pelirrojo para dirigirse a su cuello, el cual lo mordía y besaba e iba bajando mientras que sus manos se esforzaban por sacar la remera al pelirrojo. Éste, por su parte, emitía suaves gemidos por el placer que le estaban proporcionando esas caricias.
Para Rukawa too aquello era increíble, no hacía ni cinco minutos que temía por el rechazo del do'ahou y ahora lo tenía aquí, a su entera disposición. Comenzó a recorrerle el cuerpo bronceado con sus manos, mientras que sentía como las de su pareja le acariciaba sus hebras azabaches. Ahora necesitaba más; quería ver su cuerpo estructural sin ropa, quería rozar su piel bronceada con la suya lechosa a la vez que deseaba probar con su lengua cada centímetro de esa epidermis que tanto adoraba.
Sí que era cierto que ya había visto a Hanamichi desnudo en las regaderas del gimnasio miles de veces y como consiguiente, tenerse que esconder tras los lockers para poderlo observar sin que él se diese cuenta y para poder masturbarse ante tal visión, pero ahora podría disfrutar de todo ese cuerpo directamente, sin necesidad de esconderse.
Pasó sus manos bajo la camiseta de Sakuragi, recorriendo así todo el pecho de éste. Después alzaba sus manos para poder sacársela lentamente y así pudo observar mejor todo ese espectáculo.
Bajó su cabeza hacía sus pezones para lamerlos y succionarlos dejándolos así, sensibles ante cualquier caricia.
-Ahh...Ru..- Kaede sabía que Hana lo estaba disfrutando. No le importaba que esa noche su monito pelirrojo no lo tocase, sabía que debía estar algo asustado ante tal situación.
Sus besos fueron bajando hasta su abdomen, para llegar a ese pequeño orificio, donde sumergió su lengua. Tenía que saborear toda esa piel, y aquel pequeño lugar no sería la excepción.
Entonces Hanamichi, con todas sus habilidades propias de un Tensai (o eso creía él ¬¬U) giró a Rukawa para poder estar sobre él, ya que él también quería probar esa piel blanquecina que tan sumamente sexy veía en las duchas de la preparatoria, aunque en ese momento siempre lo negase huyendo del lugar.
Él...él no podía ser homosexual...pero, ¿entonces que hacía él en aquel lugar?
Hanamichi para olvidarse de sus pensamientos, besó fuertemente los labios del Kitsune y de un solo jalón sacó la camisa que llevaba el zorro. Éste a su vez estaba muy excitado, aun no creía que ese do'ahou estuviese allí con él y ahora estuviese tomando la iniciativa.
Sakuragi seguía dando miles de besos por el cuello de Rukawa mientras que éste emitía gemidos de excitación. Cuando llegó a su pecho, paró para levantar su mirada y observar al Kitsune.
-Eres hermoso Kitsune...-dijo mirando fijamente esos ojos azules que tanto le gustaban.
-Te amo do'ahou...mi do'ahou...- contestó.
Hana volvió a bajar al cabeza para lamer el pecho del zorrito, parándose también en esos pezones tan apetecibles y en sus músculos bien formados. Hana fue bajando cada vez más, y se topó con el botón de los pantalones del Kitsune y con su boca lo desabrochó y también fue bajando la cremallera y seguidamente, con sus manos, los acabó de bajar completamente sacándoselos para encontrarse con los bóxers negros de Kaede (NdA: perdonen las molestias, en breves segundos la autora del fik continuará con su historia, ya que en estos momentos, está intentando secarse todas sus babas. –Ran: ya estoyy 0).
-Vaya zorrito...creo que hay algo que desea salir de un lugar...-dijo Hana con su mirada fija en el gran bulto que estaba situado en la entrepierna del joven moreno.
Rukawa no atendía a nada, estaba totalmente ido. Sentía su cuerpo erupcionar con tan solo un pequeño roce con su Hana y ahora él le estaba proporcionando suaves besos sobre la tela de su miembro erecto.
-..Te gusta?-
-Ahhh...Hana...sigue...- gemía Rukawa levantando su cabeza.
Hanamichi tomó esa respuesta como una afirmación y de un solo jalón, el zorro se vio totalmente desnudo.
El pelirrojo se quedó unos segundos observando toda la humanidad del Kitsune. Por Kami, ¡era perfecto! Músculos bien formados, nalgas fuertes y ese miembro... totalmente erecto que le estaba volviendo totalmente loco.
-Hana...ahora es mi turno...-dijo el Kitsune mientras se colocaba sobre su monito pelirrojo.
Bajó sus pantalones con mucha delicadeza mientras besaba el pecho bronceado de su amante.
Después, dirigió su mirada a la entrepierna del pelirrojo.
-mmmm....vaya Do'ahou...me parece que tu miembro también desea salir- dijo mientras daba besos y mordiscos a lo largo del pene de Hanamichi, mientras que sus gemidos se podrían escuchar incluso fuera de la habitación.
Kaede siguió las pasos de Sakuragi y quitó sus bóxers, quedando así los dos se quedaron completamente desnudos.
Por varios minutos, se quedaron así, en silencio, observándose, desprendiendo toda su pasión a través de la mirada.
-Tómame Hana- musitó Kaede al fin.
-No...quiero que lo hagas tú...-
-estás seguro? Yo no quisiera hacerte daño...-
-claro...- afirmó Hana dando un suave beso a su Kitsune, pero que poco a poco se fue tornando apasionado y lleno de sentimientos.
Los ojos de Kaede desprendieron un cierto brillo. A lo largo de su vida tan solo había tenido sufrimiento y soledad pero ahora...estaba con la persona que más amaba en el mundo con la cual nunca pensó poder compartir los momentos que ahora pasaba, y mucho menos podría haber imaginado en poseerlo... Su Do'ahou iba a ser finalmente de él, solo de él. Había conseguido una invitación para poder entrar en su cuerpo y con mucho gusto no la iba a desperdiciar.
-Esto...Kae...esta es la primera vez que yo...- A Hana le subió mucho más el rubor de sus mejillas mientras sus manos apretaban más la suave piel de Rukawa.
El zorro izo una sonrisa tranquilizadora y volvió a besar esos labios tan apetecibles.
¡Kami-sama! Había logrado la mejor invitación de todas! Él sería el primero en visitar su altar!!
Rukawa bajó hasta el pene de Hanamichi y lo empezó a lamer de la base a la punta. Los gemidos de Hana se intensificaron más y de pronto, introdució todo ese miembro en su boca.
-Ahhhhhh!!!- Jadeó Hana ante el contacto de su miembro con aquella boca que lo izo arquearse de placer.
Rukawa lo lamía y lo mordía y a continuación comenzó a mover su boca de arriba abajo masturbándolo. Hanamichi estaba en el séptimo cielo; ese sexo oral que le estaba proporcionando el Kitsune era demasiado. No podía dejar de gemir.
-Ahh..Ah...Más!! Se siente muy rico...- jadeaba el pelirrojo mientras movía sus caderas acompasadas por el movimiento de la boca del chico de ojos azules.
-Kae!! Voy a terminar!!-
Rukawa, al escuchar tales palabras se movió más rápido. La sola idea de que Hana expulsase todo su líquido en su boca, lo hacía excitar todavía más.
-AHHHHHHH- El orgasmo llegó al muchacho de hebras rojizas, soltando así, toda su semilla en la boca del otro joven que no dudó en tragarlo todo hasta la última gota.
-Kaede, eso fue increíble!- dijo con la respiración entrecortada. Rukawa fue en busca de sus labios para besarlos dando así a probar el sabor salado del pelirrojo a su dueño.
Pero lo que el Kitsune no podía permitir es que el miembro del pelirrojo se volviese flácido, la noche aun era joven. Así mientras lo besaba, iba masajeando su miembro consiguiendo el efecto esperado: su sexo se puso erecto por segunda vez.
-"Bueno...creo q ya es el momento"-pensó el morocho y seguidamente volteó al Do'ahou y levantó un poco sus caderas. Chupó tres de sus dedos, embadurnándolos de saliva para poder preparar al pelirrojo.
Separó suavemente con su otra mano las nalgas del pelirrojo e introdujo uno de sus dedos en su entrada.
Un gemido salió de la boca de Sakuragi. Rukawa comenzó a moverlo con un movimiento de vaivén y cuando notó que su amante ya se había acostumbrado a esa intromisión, introdujo el segundo dedo y después el tercero y último acompañado de un fuerte grito por parte de Hana.
Rukawa movió sus tres dedos una vez Hana estuvo más calmado. Sabía que le dolía, pero debía prepararlo bien para la siguiente fase del acto.
-Estás...estás bien?-
-sí...sigue...-
Kaede bajó su cuerpo y comenzó a besar la espalda del Do'ahou. Estaba llena de pequeñas gotitas saladas formadas por el sudor que desprendía esa epidermis bronceada. El Kitsune las lamió dulcemente.
Mientras que todo esto ocurría, Hana desplazaba su mente hacia otro lugar...
¿Realmente amaba al kitsune? Oh! Que cosas se le ocurrían! Pues claro que sí!! Sino no estaría haciendo el amor con él...Entonces esta afirmación llevaba a otra...Él era homosexual...¿de verdad lo era? Sí verdaderamente amaba al zorro significaba que sí...
Él siempre creyó que la gente homosexual era basura, gente que no había sido "fabricada" correctamente...o al menos esto le había enseñado su padre des de que él era bien pequeño hasta que murió...No entendía por qué ahora le venía todo esto a la mente...justo en ese momento...Él debía ser gay...
Pero...no podía aceptarlo....No quería aceptarlo, pero entonces, ¿qué diablos hacía con ese Kitsune hentai en la cama a punto de ser penetrado? Rukawa lo amaba...pero él no se permitirá amarlo...esas fueron las enseñanzas de su padre y las respetaría por memoria a él.
-Hana...¿listo?- musitó Kae en su oído, lo que le izo despertar de sus pensamientos y luego sintió como era volteado de nuevo.
-Quiero verte en este momento...-dijo el zorro sonriendo.
Sus piernas fueron abiertas y colocadas suavemente sobre los hombros del Kitsune. Supuso que lo hacía así de suave por miedo a empeorar su lesión.
Sintió como algo rozaba su entrada y comenzó a temblar.
-Tranquilo...lo haré despacio para dañarte en lo más mínimo...-
Hanamichi tembló aun más.
-Relájate Hana... o te haré más daño...-
El pelirrojo dejó soltar un grito de dolor, algo había sido introducido en su ano.
-Sssssshttt...tranquilo....va venga relájate...si tan solo era la punta -.-'- Y seguidamente le dio un suave beso en los labios.
Hana seguía ido entre el dolor y las dudas. En su cabeza aparecieron las palabras de su progenitor:
"Los homosexuales no son personas normales...son basura"
"Debes odiarlos, no se merecen el respeto de nadie...son criaturas
nacidas del diablo..."
Estas y otra frases más resonaban en su cabeza...
-Kitsune...sal...salte de mí...venga...-
-...¿Nani?- los ojos de Rukawa se abrieron como platos. Lo estaba penetrando suavemente, sabía que dolía...pero...
-¿Qué te pasa Hana? ¿te duele demasiado?-
-Salte de mí YA!!!! No me toques más!!!-
-¿NANI?- Kaede no daba crédito a sus oídos...¿a qué venía todo eso? – Hana...esto es una broma, verdad?...Se que te duele...si quieres lo dejamos para otro día, cuando estés preparado-
-¡Que broma ni qué tonterías! No me vuelvas a tocar en tu vida! Salte ya de encima! VENGA!!
Seguidamente, Rukawa sintió un fuerte empujón que lo tiró al suelo, separándose así de la calidez del pelirrojo.
Hana se levantó de la cama, cogió su ropa y se vistió y finalmente, sin decir ni una sola palabra se marchó de la casa del zorro.
Rukawa, aun seguía en el suelo en estado de shock. No podía ver ni oír nada. Ce pronto, pequeñas gotitas saladas surgieron de sus ojos azules. El rey de hielo lloraba...
No entendía por qué el pelirrojo había reaccionado de esa forma...él le había dicho que lo amaba, entonces, por qué? ¿Des de cuando no lloraba?
-"Ah...sí, ya recuerdo..."- pensó – "des de que mis padres me dejaron solo en este mundo cuando tenía 9 años..."- pensaba mientras sollozaba. Des de ese entonces, él había adoptado esa careta de frialdad y indiferencia para no permitir que nadie lo dañase, pero ese Do'ahou había logrado lo que nadie supo hacer: partir en mil pedazos esa careta, que ahora era imposible de volver a construir.
Le dolía todo el cuerpo del fuerte golpe contra el suelo cuando Hana lo tiró al piso, pero también podía sentir un fuerte dolor en su miembro al haber sido sacado con brusquedad del altar que intentaba abrir. Pero el dolor físico no se podía ni siquiera comprar con el emocional...
Lloraba y lloraba mientras soltaba palabras como: Hana...vuelve...por favor...
Pero tuvo que agarrar su miembro erecto pidiendo atención para no tener que soportar todo aquel dolor. Se vino encima manchando su abdomen y sus piernas, pero no le importó. Se acurrucó en la pared y siguió llorando como hacía años que no lo hacía.
Muahahahaha que os pareció el lemon? 0 Bueno, era el primero que he escrito en mi vida así que no se podrái esperar mucho n.nU Espero que les haya gustado el capitulo. Aquí las cosas ya comienzan a complicarse 0 Dejen sus reviewwss!!
