Capitulo V
Hanamichi Sakuragi seguía corriendo por las desiertas calles de Kanagawa en altas horas de la noche. Corría lo máximo que podía. Le dolía mucho la pierna pero no se permitiría parar y mirar hacia atrás ya que si lo llegaba hacer, sabía que daría media vuelta para volver a casa del zorro...
Llegó al fin a su hogar cerrándolo de un gran portazo mientras que poco a poco se iba quedando sentado en el suelo contra la puerta.
-¿qué diablos he hecho...?- se repetía Sakuragi en su mente mientras que unas lágrimas traicioneras aparecieron de sus almendrados ojos. –Le digo que lo amaba y casi me entrego a él...papá...dime que es lo que debo hacer...por favor....- se decía entre sollozos.
"Muy bien hijo"
-¿eh? Papá?- Hana levantó su mirada al escuchar una voz.
"Tú no eres un homosexual...hiciste muy bien...
A la basura no la quiere nadie...
Debes despreciarlo y ridícula rizarlo"
-...sí, eso haré...tienes razón...te juro que lo haré papá...- y una vez dicho, quedó dormido entre lágrimas.
A la mañana siguiente, Hanamichi se levantó. Era hora de ir a la escuela y ver al Kitsune...así podría hacer lo que su padre le aconsejó.
"Desprécialo y ridiculízalo"
Esas dos palabras retumbaban en su mente y era exactamente lo que él haría. Iba a destruir a Kaede Rukawa y le iba a demostrar que no era igual que él.
Así pues, se vistió y desayunó y se fue hacia la Preparatoria Shohoku.
Mientras tanto, en el otro lado de la ciudad, Rukawa despertaba para ir también a la escuela. Deseaba seguir durmiendo y no tener que moverse ya que le dolía todo el cuerpo, pero necesitaba ir...quería volver a ver al Do'ahou... quizá lo del día anterior tan solo era que estaba asustado, al fin y al cabo, ese pelirrojo era como un niño... A demás, aun resonaban unas palabras en su cabeza. Esas palabras eran las que lo alentaban para no decaer..."Te amo Rukawa..."
Una sonrisa nació en sus labios... Y así, con esas ideas optimistas muy poco habituales en él, salió de su casa para dirigirse a Shohoku.
Las clases transcurrieron con total tranquilidad. El Do'ahou y el Kitsune no se llegaron a cruzar en todas esas horas. Pero la hora del entrenamiento llegaba y eso significaba que se tendrían que ver obligatoriamente.
Una vez en el gimnasio, todos los presentes estaban anonadados con la nueva actitud de la pareja conflictiva del Shohoku, que había dejado su conflictividad ya que en todo el rato no hubo ni un cruzo de insultos entre ellos, ni golpes ni nada. Las prácticas resultaron muy tranquilas al fin de cuentas.
Mitsui y Ryota se acercaron a Hanamichi.
-Hanamichi, amigo! Se puede saber que les pasa a Rukawa y a ti? – preguntó Miyagi.
.¿eh? a que te refieres...?- Hana empezó a preocuparse de que el Zorro pudiese haber dicho algo sobre lo ocurrido el día pasado.
-No han discutido ni una sola vez! –completó Mitsui, el tirador de tres puntos de Shohoku.
-Ahh...eso... -izo un suspiro de alivio- pues eso es porqué he comprendido que no hace falta malgastar mi valiosa saliva de Tensai en ese Kitsune apestoso! Jajajajajaja- E izo su típica pose de genio.
-.............UUU- Tanto Ryota y Mitsui se quedaron sin habla.
-Pero hoy iban a cumplir 150 días seguidos de insultos entre ustedes!!- siguió Hisashi.
-ah sí? Bueno, pos se quedarán en 149, jeje- dijo sin importancia.
-mierda....-susurró Ryota.
Así, el número 7 y 14 del Shohoku se alejaron del pelirrojo para ir junto al capitán Akagi.
-Toma...¬¬- dijo Michi.
-Aquí tienes Akagi....¬¬- siguió Miyagi.
-Gracias chicos!! Ya os lo dije! En mi gimnasio nadie se pelea por 150 días seguidos!- dijo un feliz Takenori al recibir 1000 yenes de cada uno de sus compañeros.
-No está bien que apostéis sobre vuestros compañeros de equipo!- gruñó la manager Ayako mientras se acercaba a los tres chicos.
-Lo siento mi querida Ayako uu – dijo Ryota
-Jojojojoj- rió Anzai (NdA: quién sino tiene esta risa? XD)
-Venga! A entrenar!!- dijo Akagi.
-Sííí!!- y ambos chicos fueron a la duela para seguir con su entrenamiento.
Entonces, Ayako se acercó al Gori y le entregó 1000 yenes a escondidas.
-Toma...u.uU Yo también creí que esos dos se matarían a golpes hoy-
-Gracias – e izo una sonrisa. Ese día había ganado 3000 yenes gracias a Rukawa y el pelirrojo, aunque ni él mismo sabía el por qué de ese cambio de actitud.
Ryota, que se había girado para observar de nuevo a su Ayako, se encontró con la escena de que ella también había apostado por esos dos y había perdido. Una gran gota inundó su cabeza por unos instantes.
-Jojojojojojoj- reía divertido el entrenador desde la banca ante tal escena.
Al finalizar el entrenamiento, todos los jugadores se dirigieron a las duchas y a medida que iban acabando, salían en dirección a sus respectivas casas.
Hanamichi Sakuragi aun seguía en la ducha, ya que siempre era el último en salir porqué le gustaba quedarse un buen rato bajo ese chorro de agua caliente que le relajaba antes de volver a su desierta casa. Rukawa, mientras, esperaba a que ese Do'ahou saliese para poder hablar con él.
Una vez salió de las regaderas, con una toalla envuelta en su bronceada cintura, vio al Kitsune sentado en la banca.
-Do'ahou, tenemos que hablar- se limitó a decir.
-¿qué quieres?- decía mientras sacaba su ropa de su locker para poder vestirse.
-Sobre lo de ayer...¿por qué? ¿qué pasó?- decía mirando el suelo.
-¿lo de ayer?...ah sí! ¿el por qué? Creo que lo dejé muy claro- dijo con total indiferencia mientras se colocaba la camisa de su uniforme escolar.
-Pues a mí no me lo pareció tanto... ya te dije que lo podríamos dejar para otro día que estuvieses más prep...-
-AH! YA CALLATE, SÍ?!! Nunca hablas y ahora lo haces por los codos-
-......-
-Muy bien, pos te lo dejaré más claro aun. Ayer me fui porqué no quería estar CONTIGO! Porqué te ODIO! Porqué eres un maldito homosexual y me das ASCO!! Ayer solo te confundí con Haruko, eso es todo. ¿Ya lo entiendes mejor, Kitsune?- dijo con una sonrisa irónica.
Todas estas palabras se clavaron como dagas afiladas en el pecho de Kaede.
-pero...pero...tú me dijiste que me amabas a mí...-dijo mirando aun con la cabeza agachada, cerrando sus ojos y sus puños con fuerza.
-Ais Zorro...qué inocente que eres! Jajajaja No sabes distinguir el teatro de la realidad...¿De verdad te creíste que te amaba? No seas ridículo...-Hana cogió la barbilla de Rukawa haciéndolo levantar de su asiento y le obligó que le mirara a los ojos. -¿de verdad crees que alguien puede llegar a amarte? Iluso... No vales nada, por eso mismo me das asco! Las veces que tuve que bañarme ayer para quitarse tu peste de encima...- Así, Hana lo soltó, se vistió y salió de aquel lugar.
Kaede Rukawa se había quedado congelado tras las palabras del pelirrojo. En su habitual inexpresividad, ahora se dibujaba cierta expresión de dolor. De sus canicas azules hicieron aparición un sin fin de gotitas saladas. Lloraba de nuevo.
Cogió sus cosas y se fue a su casa, no quería que alguien llegase a entrar y lo viesen llorando como un niño pequeño...Él era el Ice King, o eso era lo que todo el mundo creía sobre él...Cogió su bicicleta y pedaleó lo más rápido que pudo, mientras sus lágrimas no dejaban de brotar de sus ojos.
