Los guardianes de Togenkyo

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Ranma Nibun no Ichi

Fanfiction by Argus Engel

Tercera parte - Convicción

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Conviction; the third myth of reality, only those who seek the truth can be
deceived

Convicción; tercer mito de la realidad, Solo aquellos que buscan la verdad
pueden ser engañados

Mistform Script

Magic the gathering, Onslaught edition

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El sol se había ocultado hacía solo un pequeño lapso de tiempo, el U- chans se preparaba ya para cerrar sus puertas a la clientela, claro que el trabajo de hacerlo era de la dueña del lugar, no podía permitir que su perdido empleado tomará camino por cualquier cosa que lo distrajera y por ende terminara en algún bosque desconocido, de donde probablemente le tomaría una par de semanas si bien le iba para salir

Ryouga se encontraba lavando los platos con agua bien caliente, obvio, es imposible lavar trastes con extremidades de tamaño de un pequeño cerdo –Ukyou, deberías darme un aumento...- dijo Ryouga sonriendo mientras seguía en su labor

-¿Un aumento?- preguntó ella sorprendida mientras volteaba a verlo -¡Olvídalo!- dijo ella mientras lo hacía reír sin motivo aparente -¿Has recibido tantos golpes que te has vuelto loco?- preguntó ella fastidiada

-No... pero aposté a Konatsu y a Tsubasa que si te pidiera un aumento no me lo darías, mientras ellos aseguraban que si... así que gané seis mil yenes, tres mil de cada uno...- dijo con una sonrisa

-Vaya... te has vuelto rico...- dijo con Sarcasmo la chef japonesa mientras lo hacía reír de nuevo –hoy estás de muy buen humor...- le sonrió ella

-¿Porqué no habría de estarlo?- preguntó él

Antes de que Ukyou pudiera contestar, Konatsu entró a la tienda, en su típico uniforme ninja –Kuonji-san, Hibiki-san, buenas noches...- saludó el joven mientras se preparaba para montar el material necesario para el puesto que durante la noche servía okonomiyakis a la gente que salía tarde del trabajo en el centro de la ciudad

-Konatsu, me debes tres mil yenes...- dijo sonriendo Ryouga mientras el siempre educado Konatsu murmuraba algunas cosas entre dientes, no dejando escapar ni un sonido

-Una deuda es una deuda...- dijo el ninja mientras de su uniforme, en la parte del pecho sacaba un pequeño morral con dinero –Tres mil yenes...- dijo el con desagrado mientras entregaba seis monedas, cada una de quinientos en moneda japonesa

-Gracias...- dijo Ryouga con una sonrisa mientras se lo guardaba en su bolsillo, junto con las propinas del día de hoy

-¿Qué necesitas Konatsu?- preguntó Ukyou mientras tomaba una lista

-Algo de carne, y mariscos, tambien un saco de harina si tiene de sobra, y también una caja de gaseosas de naranja, al parecer es muy popular...- dijo el joven mientras sonreía a la ironía del restaurant, ya que en el local la bebida de naranja no se vendía en lo absoluto, al parecer en el puesto nocturno, era la bebida mas aceptada

-Eso si es una sorpresa...- dijo Ryouga mientras con su mirada buscaba el listón café que lo llevaría al otro listo que posteriormente le indicaría la bodega

Bien eso da un total de... sigo sin saber utilizar esta cosa...- se quejó la chica de la espátula

-Esta bien Kuonji-san, aquí traigo una nota...- dijo el ninja

-Muy bien, entonces te esperaré el sábado y arreglamos lo del dinero, ¿está bien?- pregunto la joven

-Muy bien, iré con Hibiki-san, antes de que se pierda...- dijo quietamente no queriendo que el susodicho lo escuchara y haciendo que la chica riera

-¡Escuche eso!- se oyó desde la bodega mientras el pequeño ninja solo tragaba saliva haciendo reír más a la chef

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-Tengo hambre... espero que Ukyou me pueda vender algo...- dijo Ranma quien pasaba por un parque al que había visitado saliéndose de su ruta del lugar de Ryouga y Ukyou, meramente para apagar su sed, que logró en un bebedero público

De pronto sus ojos se fijaron en una larga cabellera color morada y en una igual de larga del color de las sombras, al parecer una pelea tenía lugar en el parque, una pelea de un solo lado si Ranma acertaba a las personas que eran

-¡Mousse!- gritó Shampoo mientras arrojaba uno de sus bómboris al joven

Ranma supo inmediatamente de quienes se trataban al oír la voz de la chica decir el nombre del chico –Oh no...- murmuró mientras se escondía en lo alto de un roble del parque para ver de que se trataba

-¡Shampoo he dicho que no voy a luchar!- gritó Mousse en mandarín frustrando a Ranma

-¡O sí, si lo harás!- dijo ella lanzando otro bómbori que por poco alcanza al chico pato -¡Si que lo harás!- dijo persiguiéndolo ahora tratando de atestar golpes con las manos desnudas en circunstancia de su desarmada persona

-¡Ya basta!- dijo Mousse mientras esquivaba los repetitivos ataques -¡No quiero pelear por algo tan tonto y sin sentido!- le gritó él mientras la chica molesta ahora lloraba

-¡Hiciste que Ranma me dejara, eso no te lo voy a perdonar Mut-suu!- dijo ella con rabia utilizando su verdadero nombre de pila

-¡He dicho que no!- dijo él cansado ya de la situación, la irritación presente en su voz

-¡Eres un hombre de la tribu de las amazonas, debes obedecer!- dijo ella furiosa

-¡Yo no obedezco a nadie de la tribu, no me importa si eres tú!- dijo él ahora tomando posición de batalla estilo cisne –Pero ya me cansé de este estúpido juego, te voy a derrotar, y después me largaré de este lugar y nunca volverás a verme...- dijo él bastante molesto

-¡No lo creo!- dijo ella mientras sonreía -¡Sho yo!- gritó ella

-¡¿Qué?!- gritó Mousse al igual que Ranma desde su escondite, aunque no entendía la conversación de los dos jóvenes de abajo, suponía lo que pasaba, Mousse se estaba negando a pelear, y por fin se había hartado de la situación, pero las palabras que había dicho la joven de cabellos púrpuras realmente lo dejó paralizado

Sho yo, eran las dos palabras que significaban "combate a muerte" en el idioma de los guerreros, y como su nombre lo indicaba, uno de los dos contendientes tenía que morir, esa era la regla, los peleadores utilizarían toda su fuerza, y tenían que asesinar a su oponente o perderían todo honor, esto tomaba más importancia todavía en dos chicos entrenados en una sociedad tan monárquica como eran las amazonas chinas

-Sho yo...- sonrió arrogante y despreciablemente Shampoo, que había dirigido su camino a recoger sus armas pérdidas hacía un momento

-Me niego...- dijo Mousse deshaciéndose de su pose de pelea en japonés

-No puedes... es el honor del guerrero lo que te juegas...- dijo ella enrabiada de nuevo utilizando aún su idioma natal

-No, el sho yo, se utiliza en una pelea de grandes trascendencias, no en problemas personales de "tú" índole...- le dijo él seriamente cambiando de nuevo a la misma lengua que ella

-Te he retado y tienes que hacerlo...- dijo ella de nuevo con lágrimas en los ojos –Me has humillado, y no te lo perdonaré...- dijo mientras apretaba los mangos de sus famosas armas -¡Sho yo!- gritó ella mientras atisbaba a tratar de embestirlo cosa que logró, pero sin resultados, ya que no había logrado mover a Mousse ni un milímetro de su ubicación

-¡Ya basta!- le gritó Mousse furioso, algo nunca visto en él, que desconcertó a la chica -¡No más!- gritó de nuevo mientras con sus manos que habían detenido las muñecas de ella en el anterior intento de ataque hacía que soltara los bómboris debido a la presión ejercida por sus dedos en su piel

Shampoo no sabía que hacer, estaba petrificada, los ojos de Mousse mostraban toda la ira y odio que unos ojos humanos podrían hacerlo, más su sorpresa aumentaría cuando Mousse le propinara una fuerte y sonora bofetada que la hizo caer al suelo, de donde él la levantó de nuevo y la miraba sin haber perdido el fulgor en sus azuladas-verdosas orbes visuales

-¡Lárgate!- le dijo él con una voz impactante -¡No quiero que te vuelvas a acercar a mi persona Xian-pu!- le gritó utilizando la verdadera fonética de su nombre aún que utilizaba el idioma nipón -¡Si vuelves a acercarte a mí, por cualquier razón, te juro... que esta vez seré yo quien te rete a Sho yo!- dijo soltándole mientras observaba como caía, al parecer el shock era tan grande que sus rodillas no habían soportado el peso de su propio cuerpo

-Maldito...- le dijo ella con odio y desesperación mientras él solo le daba la espalda –Maldito seas Mousse...- murmuró ella mientras sus lágrimas alimentaba al pasto que sus manos arrancaban desde la raíz en manera de su impotencia

-No...- dijo el mientras se paraba –Maldita seas tú...- dijo mientras los ojos de la chica de cabello color lavanda se agrandaban a las palabras –Maldita seas tú... por ser bella... y por ser mi sueño... maldita seas tú por todo el sufrimiento que me has hecho pasar... y maldito mi tonto y obstinado corazón que te ama con toda su fuerza... adiós Xian pu...- dijo él mientras se disponía a saltar –No me volverás a ver nunca más, no me busques, de esa manera, me darás por muerto, y yo algún día conseguiré olvidarte...- fueron sus últimas palabras mientras llegaba a lo alto de un gran roble donde observó a un Ranma que no ocultaba su presencia de su amigo

-¿Te vas?- preguntó él con una sonrisa triste –Cuídate...- le dijo él mientras le extendía la mano

-Cuida que no haga una estupidez...- dijo el chico de los anteojos mientras tomaba su mano –Y cuida mucho a Akane Ranma... me imaginó es hermoso que te correspondan todo el amor que un hombre está dispuesto a entregar...- dijo con una triste y melancólica sonrisa –Benditos aquellos que se aman y pueden demostrarse a ellos mismos que su corazón es bien recibido...- recitó para luego sacar de túnica blanca siempre impecable un globo con agua, que se hecho en la cabeza, sufriendo su maldita transformación

Los ropajes cayeron, de entre ellos solo un pato con extraños lentes salió, y llegando a la cúspide del enorme tronco extendió sus alas y se dispuso a romper el viento con gracia, planeando en lo alto del firmamento, atravesando las nubes que parecieran de algodón y perdiéndose con su albo color en la luminosidad de la luna llena y brillante, dejando solamente una estela de pequeñas estrellas fosforescentes, que se iban perdiendo poco a poco

-Adiós amigo... cuídate, algún día nos volveremos a encontrar...- dijo mientras retomaba su marcha al restaurant donde su rival más viejo le esperaba, sin preocuparse de la mujer china, después de todo, él se había dado presencia de su bisabuela en el campo de batalla donde ni siquiera se dignó a aparecer, por motivos desconocidos

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Ryouga había acabado de descargar las necesidades del pequeño puesto en la noche, después de ser llevado de nuevo al restaurant por el pequeño ninja para que de esta manera no se perdiera

Pero al buscar la línea colorida en el piso que lo llevara a su habitación, no levantó la cabeza ni un solo momento causándole el estrellarse contra algo suave y confortable, más específicamente dos "cosas" de las cuales era dueña Ukyou Kuonji

-¡Ryouga!- gritó ella apenada mientras el chico apenas se percataba del lugar donde se encontraba su cara, que ahora sufría un derrame nasal mezclado con sangre

La vista fue un grandísimo impacto al pobre cerebro del chico, quien por su sangrado había empezado a perder el conocimiento mientras caía encima de su patrona -¿Ukyou?- se le oyó decir antes de caer encima de ella dejándolos en una posición por más decirlo... incómoda

Y más incomoda se pondría la situación cuando un recién llegado Ranma entraba en aquel preciso y oportuno momento, viendo claro el espectáculo, al parecer Ryouga había caído de nuevo en los pechos de la chica de la espátula

-¡Ryouga!- se quejó la chica mientras el escarlata de sus mejillas aún se extendía más y más, y por si fuera poca la burla que haría Ranma, el tono en que ella se había quejado fue un tanto... ambiguo, dando la impresión de otra actividad

-Ryouga si querías verme para decirme que te quedarías con U-chan, me lo hubieras dicho y punto...- dijo un sorprendido Ranma desconcertantemente calmo

-¡No es lo que parece!- gritó Ukyou mientras se percataba del origen de la voz, y Ryouga movía su cabeza instintivamente sintiendo algún peligro, para después verse aún en los órganos mamarios de su jefa, lo que provocó que de nuevo se desmayara en ellos mientras recitaba ambiguamente el nombre de ella

-Seguro...- dijo Ranma mientras les daba la espalda –Aunque creo que van muy rápido...- dijo él mientras pensaba que Ryouga estaba tan concentrado en sus actividades "extracurriculares", que ni siquiera se había percatado de su presencia, para no "molestar" más a sus amigos, se dispuso a salir del local, donde lo golpeó el cuerpo de Ryouga haciéndoles quedar estampados en la pared de enfrente del local

-¿Qué pasó?- preguntó un mareado Ranma mientras despegaba su cuerpo raspado de la pared volteando instintivamente hacia donde había estado hace unos momentos, encontrando a una Ukyou en posición que indicaba que ella había golpeado a Ryouga el cual aún no se recuperaba del golpe que la espátula le regaló

-¡Más te vale que no traigas a ese cerdo hasta mañana o te aseguro que lo mato!- gritó ella mientras cerraba extraordinariamente fuerte la puerta que abierta fue por Ranma al llegar

-¿Qué paso?- imitó Ryouga al chico de la trenza mientras emulaba igualmente sus movimientos, antes de que alguien le contestara Ranma le pegó tremendo golpe en la cabeza que para alguna persona normal, le hubiera dejado en coma

-¡Por sobrepasarte con U-chan ahora ella se molestó también conmigo!- le gritó él

-¡¿De qué diablos estás hablando?!- preguntó Ryouga confundido y molesto

-¡No me digas que no recuerdas haber estado entre los senos de Ukyou!- gritó él lo suficientemente alto para que por lo menos tres cuadras a la redonda se enterará del "accidente", más sin embargo un frío recorrió los cuerpos de ambos cuando Ukyou abrió de nuevo la puerta, esta vez se vergüenza mezclada con furia, y un gran aura roja solo comparada con la de Akane

-¡Par de idiotas!- gritó Ukyou tomando su letrero de estandarte y golpeándolos a ambos haciéndoles volar, y para rematar tomó un balde de agua a un grado Celsius de ser congelada con el que los mojó en el aire mientras aún estaban en su rango de fuego, cuando desaparecieron en forma de estrella cerró de nuevo la puerta y se dirigió a su habitación totalmente roja de pena "¡¿Qué es lo que van a decir los vecinos?!, ¡pensarán que soy una cualquiera!" pensó ella mientras solo podía preocuparse más y más "¡Yo lo mato!" se prometió a si misma con respecto al chico de la bandana

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-Eres un tonto P-chan...- dijo Ranma chica con el cerdo en la cabeza

-Bwe, cui cui...- asintió el puerquito negro

-Por lo menos lo aceptas... vayamos con el doctor Tofú, el siempre tiene una tetera con agua caliente en caso de emergencia...- dijo él, ahora "ella" dirigiéndose hacia el consultorio –Y yo que pensaba comer algo en tu trabajo...- dijo la pelirroja

-Bweee...- hizo un chillido el pequeño cerdo, que según la interpretación de Ranma era un "lo siento"

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-Buenas noches- se oyó decir a una voz femenina en el consultorio

-Buenas noches... oh, Ranma... ¿qué haces aquí?- preguntó el doctor con una sonrisa

-Disculpe la molestia tan tarde doctor, ¿podría darme algo de agua caliente por favor?- se inclinó Ranma

-Claro... ven, cuéntame que has hecho...- le dijo el doctor mientras recogía algo de agua de un recipiente que se encontraba en la sala de tratamientos

-Pues nada... últimamente las cosas han estado tranquilas para mi... aunque antes de llegar con Ryouga Mousse se despidió y dijo que no lo volveríamos a ver... al parecer tuvo una seria discusión con Shampoo...- dijo él tristemente al recuerdo

-Ya volverá... está loco por Shampoo...- dijo Ryouga tomando su forma natural

-¿Qué me dices de ti con Ukyou?- preguntó Ranma burlón recibiendo un golpe en la cabeza

-¡No sucedió nada!- dijo él molesto –Todo lo mal interpretaste- dijo él turnándose carmesí

-Si claro... como sea...- se detuvo para echarse algo de líquido vital caliente –No creo que Mousse vuelva esta vez... se marchó para siempre...- dijo Ranma dándole la cara a ambos hombres que lo veían

-Vaya...- dijo el doctor –que pena...- murmuró

-Bueno... creo que es hora de regresar al restaurant...- dijo Ryouga haciendo reír tremendamente a Ranma -¿Qué te pasa Ranma?- preguntó el un poco molesto pensando en que se burlaba de él

-Ukyou dijo que no te quería ver hasta mañana, así que olvídate de volver al restaurant...- se mofó Ranma mientras Ryouga bajaba la cabeza

-Y aún no he cenado...- dijo Ryouga mientras el buen doctor empañaba sus lentes

-Ce... na...- dijo mientras una tonta sonrisa se mostraba en su rostro –Ka... su... mi...- volvió a su trauma el doctor, al parecer olvidándose de todo su alrededor

-Es hora de irnos Ryouga...- dijo Ranma mientras veía como el médico empezaba a bailar con su conocidísimo esqueleto humano

-¿Crees que está bien dejarlo así?- le preguntó viéndolo bailar con Bety

-Si no te preocupes, mientras le pongamos llave a la puerta no habrá de que preocuparse...- dijo él mientras veía como el doctor seguía con su baile –Vamos, vayamos al dojo, sabes que si lo necesitas te puedes quedar ahí siempre que quieras...- dijo Ranma mientras esperaba a su amigo para que saliera

-Gracias amigo, te lo agradezco...- dijo Ryouga

-Además, tenemos que hablar, ayer me citaste, ¿recuerdas?- le preguntó Ranma

-Cierto, es un tema algo importante...- dijo Ryouga mientras se vestía con la camisa china que le prestó Ranma por el momento, y tomaba unos pantaloncillos de enfermo que por lo menos le servirían para tapar su desnudez

-Que fea combinación, ¡si te pintas las mejillas con chapitas rojas serías todo un payaso!- se burló Ranma de su playera morada en combinación con ese horrible azul celeste que encontramos en las batas de hospital

-Déjame en paz...- murmuró mientras pasaba alrededor del chico de la trenza mientras le golpeaba un hombro con el suyo propio

-Que genio...- dijo Ranma mientras le indicaba el camino

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Akane había llegado desde antes que el sol se pusiera, caminaba por aquí y por allá, por todas partes de la casa, una gran sonrisa plasmada en su bella cara

-¡Hya!- gritó con fuerza mientras daba un golpe en el dojo, lugar donde había terminado -¡Hay!- gritó de nuevo mientras su pierna izquierda se elevaba en el aire simulando una patada al rostro

-Tranquila Akane... o te vas a lastimar...- dijo Kasumi sonriendo mientras veía el Gi empapado de su hermana menor

-Necesito agotar toda mi energía...- le sonrió de vuelta la menor de los Tendo

-La cena casi está lista, ve a darte un baño...- dijo Kasumi retirándose

-Bien...- susurró Akane mientras se quitaba el sudor acumulado en su frente

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-¡Ya volví!- gritó Nabiki desde la entrada a la residencia –Ranma trajo de visita a Ryouga- gritó a Kasumi mientras los veía llegar, avisándole de esta manera a su hermana mayor que pusiera un plato extra en la mesa

-Perdón por las molestias...- se disculpó Ryouga educadamente

-Olvídalo Ryouga...- dijo Nabiki no prestándole mucha atención

-Buenas noches Ryouga...- saludó Kasumi alegremente

-Buenas noches Kasumi-san- dijo el chico de la pañoleta sonriendo

-¿Quieres cenar con nosotros?- le preguntó ella

-Si no es mucha molestia...- dijo Ryouga rojo mientras su estómago rugía haciendo sonreír a la mayor de las Tendo y a Ranma, este último de manera malvada

-Nada de puerco Kasumi, no es bueno que Ryouga se coma a los de su misma especie...- sonrió y de repente recibió un golpe en la cabeza desde atrás

-¡No molestes a Ryo-kun!- dijo una enfadada Akane que levantaba su puño de su cabeza mientras terminaba de bajar los tres escalones que faltaban para llegar por completo al primer piso –Discúlpalo Ryouga...- dijo Akane

-No es nada...- dijo Ryouga mientras le sonreía

Ranma se alejó al comedor mientras murmuraba entre dientes un "¡que suerte tiene ese cerdo!" haciendo reír a Kasumi que al parecer era la única que parecía escuchar todos los murmuros de la casa

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-¿De qué se trata Ryouga?- preguntó el chico de la trenza desde el tejado del dojo –Dices que es importante...-

-Se trata de una carta que recibí hace unos días... de Togenkyo...- le refirió Ryouga

-¿De Togenkyo?- preguntó sorprendido -¿Qué pasa?- vio el entrecejo de su amigo arrugarse

-Dice que las chicas están en peligro...- dijo Ryouga

-¡¿Qué?!- dijo Ranma mientras le volteaba la cabeza bruscamente -¿Qué chicas?- le preguntó

-Todas las chicas que nos acompañaron... Kasumi-san, Nabiki, Akane, Shampoo... Ukyou...- dijo el preocupado

-Ya veo... estás preocupado por U-chan...- dijo Ranma mientras Ryouga asentía para después ponerse colorado y voltear a ver a un sonriente Ranma que se mofaba de su pena

-¡No es lo que piensas!- dijo Ryouga moviendo sus manos rápida y repetidamente frente a su cuerpo

-Y si lo fuera...- dijo Ranma serio -¿qué de malo tendría Ryouga?- dijo el tratando de cambiar su típica actitud a una concernida por la noticia

-Ukyou es diferente Ranma... ella no tiene a nadie que la proteja... es vulnerable...- se detuvo a ver la cara confundida de su amigo –piénsalo...- le dijo Ryouga mientras se recostaba en el techo de aquel lugar donde se practican artes marciales –Shampoo tiene a Mousse y a su abuela... Akane al igual que Kasumi y Nabiki te tienen a ti, a tu padre, el padre mismo de ellas, Kodachi tiene a su hermano, que la defenderá si es necesario aunque esté totalmente loca... pero... ¿en quién puede respaldarse Ukyou... ella no tiene a nadie ni siquiera a su padre...- dijo Ryouga tristemente

-Estoy seguro que Konatsu o Tsubasa la ayudarían... ¿porqué tanto interés?- preguntó el pelinegro

-No es lo mismo Ranma... ¿recuerdas como fue que yo llegue hasta Nérima?- le preguntó mientras asentía no entendiendo la relación –Yo llegué aquí por ti Ranma, te seguí... encontré amigos aquí, un lugar de donde no importa si me pierdo o a donde vaya, siempre regreso aquí por alguna extraña razón... esta ciudad es más mi casa que mi verdadero hogar...- dijo él

-¿Qué tiene que ver esto con Ukyou?- preguntó Ranma levantando una ceja mientras Ryouga reía por su poca capacidad de entendimiento

-Ranma... Ukyou llegó aquí por tu persona también... ahora este es su hogar... no importa si ella ya te ha perdido...- dijo el chico de la bandana mientras Ranma volvía a levantar una ceja –Lo sabemos todos Ranma, tu te ganaste a Akane...- dijo el sonriendo extrañamente tranquilo –Pero...- se detuvo un momento al ver que Ranma miraba al cielo intentando ocultar su rubor –Akane también te ganó a ti... era de esperarse, ustedes en verdad se quieren...-

-¿Por eso quieres proteger a Ukyou?, ¿por lástima?- preguntó Ranma con tristeza viendo como su amigo negaba con la cabeza –Entonces... ¿porqué?- le preguntó

-Ukyou es igual que yo... ¿que me queda a mí Ranma?- le preguntó sin recibir respuesta por enésima vez –Me quedan amigos... cierto... pero extrañamente reflexioné, ¿con quién he pasado más tiempo para verdaderamente llamar amigo a alguien de mis conocidos?...- dijo mirando ahora a las estrellas él también –Tu fuiste mi rival Ranma, aún eras mi amigo... pero Ukyou... pasamos muchas cosas juntos... tantas cosas que recuerdo...- dijo él

-Dime la verdad Ryouga... ¿sientes algo por U-chan?- le preguntó Saotome

-Si... no sé que es Ranma... no me siento incómodo delante de ella, sabes como soy con las chicas...- dijo mientras reía Ranma esta vez sin molestarse –Pero... con Ukyou es diferente... quiero intentarlo... aún que no funcione... quiero ver si es cierto que los que salen de "aquel" mágico túnel... quiero estar con ella- dijo Ryouga mientras su amigo engrandecía sus ojos -¿qué te pasa?- dijo mientras observaba como Ranma se había paralizado

-Ryouga...- se oyó la voz femenina a sus espaldas mandándole un frío por toda su espina dorsal

El chico del pañuelo amarillo no se levantó... su mente quedó en blanco... esto no le podía estar pasando... ¿hacía cuánto que ella estaba ahí?... un silencio reinó hasta que Ranma se paró

-Creo que ustedes dos necesitan hablar a solas...- dijo el chico de la trenza mientras bajaba del tejado e inmediatamente se dirigía a su cuarto dejando a una Ukyou bastante sonrojada y aun Ryouga imposiblemente noqueado mentalmente

-Yo...- empezó Ukyou tomando valor y tragando un poco de saliva

Ryouga se levantó abruptamente, se inclinó frente a Ukyou y juntó sus manos frente a él -¡Lo siento!- dijo más fuerte de lo que se esperaba –Me iré de inmediato- dijo saltando hacía la calle he intentando huir a toda prisa

Ukyou reaccionó un poco tarde ante la acción del chico, pero no lo suficiente para que éste estuviera fuera de su rango de tiró, con gracia saltó seis metros en el aire, desenvainó seis espátulas y las tiró todas con una precisión que solo años de práctica podrían dar

Ryouga se detuvo al ver un camino de pequeños instrumentos plateados de cocina, que cayendo desde arriba en forma de cometa le impidieron el paso –Por lo menos sé lo suficientemente hombre para decirme si todo eso es verdad...-

Ryouga sonrió tristemente y su expresión se volvió sombría –Hasta la más mínima sílaba empleada...- dijo él mientras su puños se apretaban –Comprendo si no me quieres volver a ver... puedes dejar todas mis pertenencias en el dojo, un día vendré a recogerlas...- dijo tratando de escapar otra vez

Esta vez Ukyou se armó con su gran espátula mientras saltaba y se colocaba enfrente de él, su expresión molesta y fastidiada –¡Yo no me relacionaré con un niño que no puede tomar decisiones de hombre!- gritó moviendo su arma tratando de golpearlo -¿Has entendido?- le preguntó con actitud recia

-Lo siento... soy un tonto... debí haberlo sabido- dijo después de posicionarse en el suelo debido al salto para esquivar el ataque de la chica que de nuevo se abalanzó contra él, esta vez impactando en su cara de llenó haciendo solamente mover la cabeza del joven

Ukyou despertó de su extraña furia al ver como la parte amplia de la gran pala dañaba a Hibiki, haciéndole sangrar de la boca en un pequeño hilo –Ryouga...- musitó levemente mientras veía como el chico le sonreía después tristemente con ríos de lágrimas al lado de sus mejillas

-Espero que con esto te sientas mejor...- se cortó a sí mismo viendo como la chica lo abrazaba fuertemente

-Perdóname...- dijo ella mientras le tocaba el lateral de su rostro donde ella había impactado –Lo siento mucho...- dijo quitándole la sangre –no fue mi intención...- dijo mientras ahora lloraba en su hombro

-Ukyou...- recitó el sonriendo para colocar sus brazos instintivamente alrededor de su ahora tembloroso cuerpo

-No quiero que te vayas...- dijo ella viéndole a los ojos, su rostro preocupado y suplicando que él se quedara -¡No quiero!- dijo arremetiendo su cara en su pecho y abrazándolo ahora –Quédate conmigo... por favor...- entrecortadamente le pidió

-Me quedaré...- dijo él mientras la abrazaba con alegría –Si tu quieres... me quedaré... no iré a ningún lado...- dijo él mientras la chica volteaba hacia arriba y le sonreía

-Si quiero...- le sonrió antes de volver a poner su rostro debajo de su cuello, donde ahora recostaba su cabeza suavemente dejándose embriagar por la sutileza y especialidad del momento

***

-Te ves pálido...- le dijo Akane a Ranma cuando se lo topó en las escaleras

Ranma solo murmuró estúpidamente mientras Akane solo entendió un "Ryouga" y un "Ukyou" en su frase

-¿Qué?- preguntó confundida

-Ryouga quiere a Ukyou...- dijo más lenta y fuertemente mientras Akane empalidecía casi al mismo tono que ahora Ranma tenía, más sin embargo por un momento Ranma pareció palidecer aún más

-¿Qué pasa?- preguntó Akane viendo la reacción de su prometido y esperando problemas volteó hacia todos lados

Ranma sonrió, la presencia de Ryouga había perdido la irá, era extraño sentir la energía del chico cerdo sin la común tristeza, melancolía o furia –Diablos...- dijo Saotome divertido

-¡¿Qué?!- gritó Akane viéndolo a los ojos no entendiendo nada, más sin embargo se tranquilizó cuando Ranma le sonrió

-Digamos que... ¡que suerte tiene ese cerdo!- dijo soltando una carcajada, feliz a la nueva forma de energía que emanaba de Ryouga, al que se le unía raramente la presencia de Ukyou, mientras se alejaban lentamente

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