Los guardianes de Togenkyo
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Ranma Nibun no Ichi
Fanfiction by Argus Engel
Octava parte - Verdad
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Truth; the ultimate myth of reality, all things have two points of view, -there- is where reality is hided inside
Verdad; último mito de la realidad, todas las cosas tienen dos puntos de vista. –ahí- es donde la realidad está escondida
Argus Engel Marx
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Y en un abrir y cerrar de ojos, los dos años que pasarían los guerreros estaba a punto de terminar, Kuno Tatewaki seguía cortando el aire sin parar en aquella planicie, sus ropajes estaban desgastados y su bastón se había encogido por la fricción continua de aire, este era ya un palo que sobrepasaba el millar de varas de madera que había usado el espadachín y que había destrozado por su arduo entrenamiento, todos ellos apilados en una montaña a un lado del área de su práctica, la cual parecía rehusarse a dejar crecer el pasto, ya que alrededor de cincuenta metros un circulo delimitaba la gastada tierra que Kuno había pisado una y otra vez por cuestión de perfeccionar sus técnicas
-Ya no me duelen los pies...- susurró con una sonrisa arrogante que parecía no había cambiado en lo más mínimo desde que llegaron a aquel extraño lugar
-Te quejas por todo...- oyó decir al pasto al parecer, con la extraña voz de un chino
-¿Porqué te escondes?- le preguntó el rico hombre a uno de sus compañeros
-Si no has sentido mi presencia mi objetivo ha sido cubierto...- respondió el pasto
-Tu presencia tienes razón en decir que no se siente, pero tu respiración...- se sonrió el kendoísta y con un corte en el aire el pasto alrededor de su lado izquierdo se deshizo como si nunca hubiese existido ahí dejando ver a un harapiento hombre de cabello largo y ojos vendados
-Vaya... supongo que esa parte no la había tomado en cuenta...- se sonrió el chino pelinegro levantándose de su postura inclinada de donde escondía su cuerpo detrás del pasto
-¿Qué te trae por estos lugares Mousse?- preguntó Kuno mientras seguía con su rutina, después de todo solo llevaba cinco días sin parar y la última vez había resistido nueve
-El tiempo se ha cumplido, al parecer te ha aprovechado bien...- le comentó el de ojos tapados
-Supongo que a ti también, ¿no es así?- preguntó el otro
-Digamos que me ha ido bien...- le contestaron, mas sin embargo de pronto el chino volteo a dirección sudoeste del lugar –Ryouga viene para acá...- dijo
-Ya me había dado cuenta...- dijo el espadachín mientras seguía cortando el aire
-¿Cuándo piensa llegar Ranma?- preguntó el de la bandana fastidiado en un estado –Les aseguro que no tienen la mínima idea de cuanto quiero regresar...- comentó el colmilludo hombre, ya no tan joven como sus compañeros, a todos parecía haberles brotado una barba, en especial a Kuno que era el que tenía más, Mousse no tenía mucha y al parecer se la rasuraba como podía, algunas cicatrices se le veían en la mandíbula, Ryouga por su parte mostraba una barba de patilla a patilla unidas perfectamente, mas sin embargo el vello que mostraba no era tan poblado en su cara, después de todo, era japonés
-Te sugiero volver a plantear esa frase...- dijo Kuno sin perder la concentración en su ejercicio
-Creo que debo acordar...- dijo el chico cerdo usando una voz triste de disculpa, después de todo, él no era el único en esa situación
-Quisiera largarme ya...- dijo Mousse mientras apuntaba su rostro, aún que no veía hacia el bosque, donde se suponía Ranma entrenaba
-¿No venías tu de la montaña?- preguntó Tatewaki al recién llegado recibiendo una afirmación –No te topaste con Saotome...-
-No, por eso supuse que estaba ya aquí...- explicó él
-¿Se puede saber porqué este lugar fue el que escogieron para reunirse?- preguntó el rico
-Porque aquí fue donde aparecimos por primera vez...- se escuchó decir a sus espaldas por la conocida voz de Ranma Saotome, que parecía no haberle afectado el entrenamiento en su apariencia física –Es un gusto verlos, aunque se ven bastante acabados, ¿Qué apariencia es esa? – se mofó el de la trenza perfectamente limpio, como si no hubiese entrenado en lo absoluto
-Vaya pero si es Ranma...- dijo Mousse sin ver el estado del joven –Tu velocidad es increíble...- se sorprendió el chino al haber sentido su presencia desde el bosque hasta la planicie donde se encontraban sin haber siquiera pasado cinco segundos mientras se desplazaba
-Estuve entrenando tan duro como ustedes... pero a diferencia yo si me di el tiempo de verme presentable ante mi prometida- sonrió Ranma –En cambio ustedes...- empez
-En cambio nosotros no perdíamos el tiempo en idioteces y nos dispusimos a entrenar sin descanso- dijo Ryouga fastidiado golpeando la cabeza de su compañero
-Hey hey, no hay razón para estar molestos, después de todo, ya debemos estar listos para la prueba...- sonrió el tomando la atención de todos
"Y ha llegado la hora de su prueba..." se escuchó la voz de la primera vez a la que llegaron
-Por fin, en que consiste...- preguntó ansioso Ryouga
-En desear volver... solo eso...- dijo una silueta de voz conocida que ahora se acercaba hacia los hombres –Y no desconcentrarse en el intento...- dijo el doctor Tofú sorprendiendo a todos
-Usted era la voz...- afirmó Ranma mientras el doctor sonreía
-Soy el guía... soy el Jaguar, el guardián conciencia... virtud...- dijo a Ranma –Ranma tu eres el Tigre el guardián virtud, Ryouga por su parte es...- se detuvo el doctor observando al de la bandana –el León, el guardián pasión- entonces volteo a Mousse –el Lince, el guardián Perseverancia...- se refirió a Mousse el cual supo que se refería a él sin siquiera le haya visto los ojos –Y por último...- dijo volteando hacia el restante Kuno que en estos momentos ni siquiera había dejado de practicar –el Leopardo, el guardián espíritu...- dijo por fin atrayendo la atención de todos –Estas cinco definiciones son las que forman al ser humano en su generalidad... y los guardianes somos asignados por nuestra actitud y modo de pelear...- dijo
-Eso no me interesa... solo dígame como salir de aquí- exigió el bautizado león
-Tienes razón... discúlpame... todos ustedes, recuerdan la última vez...- dijo un tanto triste mientras se abría la muñeca derecha con un corte con su mano zurda –Es parecido a la última vez, si cada uno de nosotros tiene la fuerza y la actitud correcta, los deseos de proteger a nuestras amadas a toda costa, debemos regresar, solo dejen que sus puños estén uno sobre otro en este orden... conciencia, espíritu, virtud, perseverancia y pasión- dijo el doctor mientras colocaba su mano frente a él
Kuno por fin dejó de entrenar y con el mismo bastón con el que había estado cortando el aire se corto la muñeca y la colocó sobre la del doctor
Ranma no había perdido tiempo y su mano ya estaba cubierta de sangre desde un momento después que observó al doctor, con su chorreante muñeca colocó su mano sobre la de los otros
Mousse se apresuró a si mismo a tasajearse el área de articulación mas próxima de su mano diestra y al igual que los demás apiló su mano, un segundo después tenía ya la ansiosa mano de Ryouga sobre la de él
-Larguémonos...- dijo Ryouga y en un momento una esfera de luz los encerró y los transportó al túnel del limbo donde habían estado alguna vez
-Por favor...- se oyó la voz de Tofú –Concéntrese, quiero volver a ver a Kasumi...-
-Nunca flaqueará mi objetivo- susurró Kuno
-Nunca dejaré que mi amor decaiga...- murmuró Ranma para sí mismo
-Si falló esta vez lo volveré a hacer un infinito de veces hasta que lo logre- habló Mousse quedamente
-¡No me quedaré en este lugar!- gritó Ryouga con todo su corazón -¡Ukyou!- gritó con todo su ser escuchando los gritos de sus compañeros guardianes y sonriendo al ver la salida del túnel que se aproximaba a toda velocidad hasta ellos
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En la habitación donde todos los cuerpos yacían recostados se escuchó un estruendo mientras todos los jóvenes despertaban de su letargo, cuando se vieron a los ojos, sus cuerpos habían cambiado, no eran los mismos que se habían quedado, eran aquellos que habían regresado del mundo de entrenamiento
-Volvimos...- dijo Ranma sonriendo viendo un momento después salir disparado a su amigo colmilludo por la puerta hacia abajo gritando el nombre de su amada cocinera
Tofú se levantó un poco después que Kuno, el cual ya se encaminaba hacia la habitación de su querida financiera –Iré abajo...- dijo un tanto nervioso al ver la mirada alegre de Ranma
-Claro...- dijo el joven levantándose del futón donde lo habían colocado y dirigirse hacia la ventana, la presencia de Akane se sentía en el dojo, sin más pensamiento salto y corrió hacia el área de pelea observando en el camino a un Ryouga que por poco asfixiaba a su amada a abrazos, aunque a ella no parecía molestarle lo más mínimo
Se detuvo en la entrada y la miró sentada en el centro, y parecía mentira el poder verla ahí, el oler el perfume de botones de cerezo que desprendía, y la concentración que no paraba
La menor de las Tendo no se movía aunque sentía una mirada que se le clavaba en la espalda, una mirada conocida que le provocaba una sonrisa que no dejaba ver al mirón, el cual no se movía de su posición –Sabía que volverías...- susurró la chica oyendo pasos hacia ella hasta pararse justamente detrás, y abrazarle por la espalda mientras una respiración le enchinaba la piel en el cuello
-No iba a permitir que mi prometida se preocupará por mí- dijo él mientras cerraba los ojos y disfrutaba el momento –O que cocinara algo que pusiera en riesgo la salud de la familia...- rió sintiendo el aura de su mujer volverse amarilla de felicidad
-Te extrañe mucho...- dijo mientras le besaba las manos –Llegué a pensar que no despertarías... y aunque es poco tiempo, en mis sueños mi vida era mas larga, siento que ha pasado tanto tiempo...- dijo ella llorando en el cuello de su prometido que solo se dedicaba a atraerle más y más contra s
-No sabes cuanto... no sabes cuanto...- dijo Ranma, sus propias lágrimas mojando las ya húmedas mejillas de aquella dueña de su alma, su cuerpo y su corazón
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-No sabes la cantidad de dinero que debes...- dijo Nabiki en brazos de su "jefe"
-Tu y tu dinero, ¿podrías por lo menos hoy ser solo para mí sin costo monetario?- sonrió Kuno levantándola por las piernas –No sabes las ganas que tengo de comer algo decente...- y con esto salieron a toda velocidad a un restaurante caro, brincando él sobre los tejados solo haciendo escala en su mansión para recoger su billetera
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-Kasumi...- susurró Tofú sin sus lentes ahumados
Por su parte la hermosa mujer soltó el plato que secaba en las manos y volteo rápidamente –Doc... doctor Tofú...- sus ojos le traicionaron y sus lágrimas comenzaron a brotar
-Por favor... no llores... no volví hasta aquí para hacerte llorar... quisiera... que me brindaras un poco de tu tiempo para... salir...- se animó el doctor a decir, su nerviosismo casi haciéndole sudar sangre
-Por supuesto...- se limpió las lágrimas Kasumi, para luego sonreír como comúnmente lo hacia y derretir al doctor Tofú que con sus anteojos empañados ya soñaba con nubes de algodón de azúcar
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-¡Si te atreves a asustarme de esa manera otra vez te juro que te mato!- le gritó Ukyou a Ryouga golpeándolo en la cara a bofetada limpia -¡Me has entendido maldito cerdo!- preguntó con llamas en los ojos un momento después que Ryouga le había soltado
-¡Si señora!- sonrió el aludido recibiendo mas cachetadas
-¡Y borra esa estúpida sonrisa de tu rostro que no estoy jugando!- le dijo bastante molesta
-¡Si señora!- dijo el otro sin cambiar su expresión
-¡Y deja de llamarme señora!- le gritó de nuevo golpeándolo una vez más
-¡Si próxima señora!- contestó el chico cerdo confundiendo a la chica
-¿Cómo que próxima señora?- preguntó la chica mientras Ryouga la aprisionaba en sus brazos
-Señora Hibiki...- susurró él mientras le besaba impidiéndole contestar, aunque esta vez fue Ukyou la que sonrió aún con la boca del eternamente perdido joven sobre la suya
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Por su parte el señor Saotome al ver a su hijo se dirigió hacia él, pero una fuerte barrera que delimitaba el dojo se interpuso -¡Ranma!- grit
"Si me disculpas viejo..." oyó la voz de su hijo en la cabeza "Este tiempo es para mí y para Akane" escuchó haciéndole sonreír "Si no te importa, quisiéramos estar solos"
-Nada de travesuras muchacho...- se alejo el calvo hacia el estanque –Aún no están casados...- sonrió imaginándose la cara de Ranma
"¿Qué tipo de hombre crees que soy?" oyó la reclamación bastante dura en la cabeza
-Uno que parece chica la mitad del tiempo...- se mofó su padre sintiendo una corriente que lo lanzó al agua
"Deja de decir tonterías Panda"
El ahora peludo hombre se levantó y en un cartel escribió "Que bueno volver a verte muchacho" dejándolo en la entrada de dojo y sonriendo se dirigió a buscar a Shoun, tenía que darle la buena nueva que después de todo sus familias si estarían unidas
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Y la noche pasó sin muchos problemas, el maestro Happosai había hablado con los guardianes seriamente, pero después de todo los dejó descansar antes de empezar con un entrenamiento más duro para prepararlos totalmente
Tofú pensaba en las palabras del anciano, pero su pensamiento era interrumpido por cierta chica hermosa de cabello largo y castaño al igual que sus ojos que transitaba las calles a su lado, después de una visita al Cinema y una comida en el festival del sábado
-¿Se encuentra bien doctor?- se preocupó Kasumi al verlo extrañamente serio
-Solo un poco preocupado por las palabras del maestro, es todo- dijo él con franqueza y sonriendo a la mujer a su lado
-Todo saldrá bien... ya lo verá...- susurró ella mientras le tomaba la mano
-Te lo agradezco Kasumi... quisiera que me llamarás por mi nombre... si no es mucha molestia...- le dijo él colocando su otra mano sobre la de ella atrapándola de esta manera a lo que ella solo asintió con la cabeza sonriendo como siempre
-Como tu quieras... Tofú- sonrió de nuevo mientras el doctor parecía volar en su mente
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-¿Dormirás conmigo?- preguntó Ryouga juguetón a la chica que terminaba de asear el restaurante
-En tus sueños...- le dijo ella no prestándole mucha atención y escuchando su risa
-Hasta mañana...- le abrazó por la espalda y buscó el listón que lo llevaría a sus aposentos
-Que descanses...- dijo ella soltando la escoba y sentándose en una silla, la situación era un poco incómoda después de lo que había dicho Ryouga todavía en casa de los Tendo, pero la incomodidad se fue cuando la chef miró en el dedo anular de su mano izquierda una hermosa amatista que hacia juego con el aro que vestía su dedo, que significaba el compromiso que llevaba en estos momentos –Mi lazo a Ryouga...- dijo sonriendo tiernamente y llevándose la mano al pecho
El joven cerdo la miraba desde la escalera, deleitándose con su mera silueta, suspiró y entró en su habitación, probablemente hoy no dormiría, aunque algo en su cabeza le decía que tenía que hacerlo, además de rasurarse la barba... esto último lo pensó cuando se sobaba el mentón como acostumbraba –Me veo viejo...- dijo viéndose en el espejo –Y sucio...- dijo fastidiado maldiciendo a Ranma por su apariencia y como el parecía limpio y fresco como lechuga cuando volvieron –Primero que nada... necesito un rastrillo- dijo empezando a buscar entre sus pertenencias
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Mousse estaba fuera del local de la abuela, no se decidía a entrar... dentro, Shampoo le esperaba, no se decidía a salir, en la puerta la abuela se estaba impacientando de esperar que los jóvenes se movieran, después de todo ya llevaba tres horas esperando la escena
-¿Te vas a mover algún día muchacho?- preguntó la anciana
-En cuanto usted se mueva y nos dé privacidad- dijo él con firmeza y destapándose los ojos para que le viera las pupilas
-Entonces creo que he estado estorbando- se dijo la anciana a sí misma maldiciéndose por dentro ante su falta de sentido común –Los dejaré solos- y en un momento desapareció dando acceso libre al chino que con paso firme avanzó hacia la puerta y miró a Shampoo que en el momento que sus ojos se cruzaron los de ella cayeron al suelo
-Mousse... yo...- empezó la chica pero el otro no se lo permiti
-No tienes que decir nada Shampoo... volví aquí para protegerte... y reflexioné que quizá nunca llegues a quererme y estoy perfectamente de acuerdo si ese es el caso, con tal de que tu seas feliz... aún... siempre conservaré la esperanza en mi corazón de que algún día me llegues a querer como yo lo hago... si me disculpas quisiera descansar un momento, ya que mañana debo partir muy temprano...- dijo él mientras ella levantaba la vista
-Entiendo...- dijo ella -¿Ya has cenado?- le preguntó en mandarín con una gran sonrisa que el joven tuvo que responder con una propia
-No, te agradecería mucho un buen plato- dijo el en el mismo idioma
-Toma asiento...- dijo ella y se retiró a la cocina donde tarareando empezó a cocinar
Un vez Shampoo estuvo lejos de enterarse lo que pasaba en el área de comedor, Mousse lanzó una mirada a la esquina y en un momento como efecto de sublimación la conocida anciana apareció –Pensé que había dicho que nos dejaría solos- murmuró volviendo su vista hacia la cocina
-Mide tus palabras jovencito...- dijo ella en tono agresivo
-Mida sus acciones señora, yo ya no estoy bajo su disposición... y si le preocupa que pueda hacerle algo malo a Shampoo no se moleste, soy lo suficientemente hombre como para esperar el día en que ella me corresponda, y no trataré de sacar ventaja del asunto, puede estar tranquila- dijo el con voz dura y seria
-Supongo que te debo una disculpa muchacho... creo que te subestimé bastante...- dijo la mujer bajo mientras desaparecía, esta vez por completo
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Akane se había quedado dormida en los brazos de su amado, por su parte Ranma estaba igual, logró recostarse sobre la duela y colocar a la chica sobre él, de modo que ella descansara sobre su pecho
Y la posición era bastante cómoda, y este tiempo sería atesorado por el joven artista marcial durante el resto de su vida
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Sigues en esa apariencia mujer...- susurró el maestro en su cuerpo de joven sobre el tejado del dojo
-No tengo tanta energía como tú Happy, cambiaré de forma solo cuando sea necesario- dijo ella
-Esperaba besar aquellos hermosos labios tuyos...- sonrió el rubio hombre
-Hace tantos años que lo hiciste me robaste mi esencia y me quitaste la dignidad ante los ojos de mi familia... aunque te agradezco el haberme dado la bendición de ser madre...- dijo la ancianita mientras el rubio abría sus ojos
-¿Quieres decir que aquella vez?- preguntó el hombre
-Aquella vez... fue tu hijo el que dio paso a toda la descendencia de nuestra sangre, solo él tuvo doce hijos y siete hijas...- sonrió la vieja mientras comenzaba a brillar de un albo color y se posaba de nuevo frente a los ojos de aquel rubio que se entregó a ella como ella se había entregado a él hace mas de mil años
-Y yo que pensé que moriría sin hijos...- sonrió el hombre mientras dejaba escapar unas lágrimas al ver a aquella antigua chica que solo ella le había conocido en la intimidad
-Pues morirás, pero no sin antes haber desquitado todas esas noches que me dejaste dormir sola- dijo ella con una malévola voz infantil y una sonrisa traviesa
-Esa sonrisa me gusta...- sonrió el rubio mientras la chica le robaba los tantos y tantos besos que hacía eones debieron haber sucedido
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Fin del capítulo 8
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Y el final de este primer libro a llegado a su fin, no se asusten, que quedan dos más, un poco más cortos, de todas maneras, gracias a todo aquel apoyo que me brindaron desde que empecé el fic, les estoy eternamente agradecido
El siguiente libro de esta saga será de cinco capítulos
El otro constará de cinco también, más un epílogo que acostumbro poner tambien
Creo que es todo, Cuídense y nos leeremos siempre que ustedes
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Gracias