Capítulo 4
La maldición de los Black
A los tres días de ingresar en el hospital, Percy pudo irse y volver al cuartel de la Orden. Durante esos tres días mucha gente visitó al pelirrojo aparte de Harry, Lupin y Paige. Incluso los padres de Penélope fueron a visitarle, aunque en aquella ocasión la visita no fue tan agradable.
Por fin regresó al cuartel general de la Orden y como siempre la señora Black le recibió gratamente, es decir que comenzó a gritar y a llamar a su elfo doméstico que apareció enseguida como si fuera su perro faldero. Todos tiraron sus cosas al suelo y se llevaron las manos a los oidos.
Paige consiguió hacer callar a la anciana, aunque Harry seguía sin entender por qué le tenía tanto respeto la señora Black, ya que era a la única a la que escuchaba y hacia caso a la primera. Sin embargo Kreacher comenzó a ponerse violento (solía hacerlo demasiado a menudo ultimamente).
- Si no te vas ahora, lo lamentaras dentro de tres semanas...- amenazó Lupin agachándose - No he probado nunca un elfo doméstico pero no debe saber malo...
Kreacher miró con odio al licántropo y se marchó farfullando. Remus se levantó y le indicó a Percy dónde estaba su habitación, después arqueó las cejas al mirar a Paige que se estaba riendo junto a Harry.
- ¿Se puede saber de que os reis los dos?
- Nada come-elfos, no nos reimos de nada - respondieron los dos al unisono.
- ¿No os parece que Percy esta triste? - preguntó Harry - Creo que debería ir a Rumania con los demás, que pena que no tengamos dinero para el avión... O sí, ¡eso es! Le pagaré el billete con el dinero de Sirius, seguro que él lo hubiera echo.
- ¿Con mi dinero? ¡Ni loco! No tocaras ese dinero nunca asqueroso...
- ¡Cállese señora Black!
- Será mejor que hablemos en otra parte, vayamos a la cocina - dijo Remus yendo hacia allí - Harry, no creo que debas usar ese dinero demasiado... Por mucho que Sirius te haya dicho que sí.
- ¿Por qué?
- Veras, dicen que la familia Black está maldita desde hace mucho tiempo, que se hicieron ricos a costa de inocentes y que por eso todo aquel que empleé esa fortuna o que tenga sangre de los Black corriendo por sus venas acabará mal.
- Mira a Sirius, ya sabes como murió... Y su hermano acabó más o menos igual, y el señor Black acabó loco... Asi que es muy posible que eso sea cierto - explicó Paige.
- Sí, lo que no me acuerdo es de la otra parte... Sirius no solía hablar demasiado de ella, no sé si la nombró alguna vez. De todas maneras, Harry, es mejor que no la uses demasiado aunque es tu elección, no nuestra.
Harry asintió y decidió no hacer nada con ese dinero, y se preguntó si seria cierto que una maldición recaía sobre la familia Black.
Ya había anochecido y todos dormían, incluso Harry. Empezó a soñar con sus padres, y con los weasly, con todos aquellos a los que quería. Todo era muy bonito hasta que el cielo se volvió gris y todos poco a poco fueron desapareciendo. Desde Cho Chang hasta Ron y Hermione, hasta que solo quedó Sirius.
Al principio parecía feliz, por eso Harry no se sintió mal al quedarse a solas con él. Al fin y al cabo era su padrino, era como un padre para él, alguien que nunca lo dejaria y al que siempre podría recurrir. Pero de repente, el Sirius alegre de su sueño fue cambiando hasta convertirse en el que lo había conocido pero más triste y pálido.
- Harry, Harry... Ayúdame, por favor... Ayúdame, sacáme de aqui - le agarró fuertemente de la muñeca. Tan fuerte que incluso le hizo una marca.- Liberame Harry, por favor...
El moreno se despertó sudando, se pasó la mano por el pelo y se puso las gafas, entonces se dió cuenta de que realmente tenía la marca en la muñeca. ¿Eso quería decir que Sirius estaba vivo? Pero entonces, ¿por qué no estaba allí con él? ¿Por qué le pedía tan desesperadamente ayuda?
Se levantó de un salto y fue hacia la puerta, cuando tocó el pomo se detuvo. ¿Qué debia decirles a los demas? ¿Le creerian se dijera que Sirius estaba realmente vivo? Decidió volver a la cama, y esperar a que fuera de día para pensar que debía decirles a Lupin y Paige, no quería que pensaran que estaba loco o que era su imaginación.
Hedwing aluló suavemente, quería salir de su jaula. Harry se levantó y la abrió, cuando fue a abrir la ventana se dió cuenta de que alguien había escrito algo: la maldición de los Black. Casi dejó caer a Hedwing de la impresión, después miró alrededor. Aquello era la gota que colmaba el vaso, salió de su habitación y fue a la de Paige y Remus.
Nada más entrar vió como dormían abrazados, dejó suavemente la jaula con Hedwing en una cómoda. Se dirigió hacia la pareja y los despertó con cuidado, no quería asustarlos. Rápidamente les explicó lo que había pasado, los dos parecían reacios a creer que Sirius estaba vivo pero decidieron hacerle caso, por si acaso.
- ¿Dónde podriamos encontrar informacion sobre esa maldicion? - preguntó Harry - Seguro que es ella la que mantiene preso a Sirius.
- No sé, no hay ningún libro o por lo menos no conozco ninguno que hable de antiguas maldiciones.- dijo Lupin pensativo.
- Ojala estuviera aqui Hermione - susurró Harry - ¿Y en el ático? A lo mejor hay algun libro de familia, Sirius dejó unos cuantos allí...
- ¡No en el ático no! - exclamaron los dos adultos a la par.- Tiramos todo lo que había en el ático, está completamente vacio.
- Creo que ya sé dónde podríamos encontrar información, por mucho que no me guste la única que puede ayudarnos es la señora Black - reconoció Paige.- Será mejor que bajemos a verla, aunque espero que no arme demasiado jaleo... Hay gente descansando...
- Entonces será mejor esperar hasta mañana. Ahora vamos todos a la cama - ordenó Remus - ¡Ya!
Al día siguiente Harry no veía la hora en que todos se marcharan de una vez. Cuando por fin lo hicieron, arrastró a los dos adultos al hall para hablar con la señora Black. Esta empezó a gritar pero en cuanto vió que Paige la fulminaba, cerró la boca.
- Señora Black - comenzó a decir Lupin educadamente - nos gustaria pediros un favor, si usted es tan amable, claro...
- ¡No! Despreciables sangre sucia, aparte de torturarme quereis que os haga un favor... ¡Ni loca!
- Señora Black, por favor... Es importante, muy importante - suplicó Harry - Queremos que nos cuente todo lo que sepa sobre la maldicion de los Black.
- Vaya, veo que por lo visto que Sirius era en realidad hijo mio, ¡que desgracia, macillar asi nuestra honorable sangre!
- ¡Ni diga eso de Sirius! - exclamaron los tres a la vez.
- Será mejor que empiece a hablar de una vez, señora Black, nuestra paciencia tiene un límite, ¿sabe?
- Esta bien, esta bien... Hablare. Todo comenzó con el primer Black, era un hombre pobre pero con ganas de comerse el mundo. Y asi lo hizo, poco a poco, mentira tras mentira, estafa tras estafa consiguió hacerse un hueco en la sociedad y recaudar algo de dinero. Aunque él deseaba más y más, asi que investigó. Descubrió a una familia muy rica, y conoció a la joven hija del matrimonio, decidió casarse con ella a pesar de que todavía era una niña. Ella aceptó casarse e incluso lo amó o por lo menos eso dicen, aunque él nunca la quiso y por eso acabó con todos los miembros de su familia. Y finalmente la mató a ella, lo que no sabía era que era una bruja asi que en su lecho de muerte lo maldijo.
- ¿En qué consistía esa maldición? - le interrimpió Harry.
- Ahora iba a explicar eso, si me dejas jovencito - exclamó la anciana - Le condenó a que su alma y la de los hijos que le habia dado y todos aquellos que llevaran su sangre no descansaran nunca. Siempre serían malvados, asi que cuando morían iban directos al infierno. Efectivamente cada generación Black era peor a la anterior, y por supuesto todos los Black estan en el infierno. Y todo aquel que toca ese dinero, maldito por la sangre de aquella bruja tiene un trágico final.
- Pero Sirius era cualquier cosa menos malvado - comentó Harry.
- Aquello si que fue extraño, Sirius fue el único Black que fue a Griffindor y también fue el único bueno en la familia, no pensé que la maldición le afectara, seguramente irá directo al infierno - la mujer comenzó a reirse como una psicópata, asi que los tres decidieron irse.
- Sirius no está muerto, como no fue malvado no fue al infierno y su alma al ser de la familia Black no podrá entrar en el cielo, asi que está vivo - exclamó Harry con los ojos muy abiertos - ¿Verdad?
- Harry no deberias hacerte ilusiones - dijo Remus calmadamente - Hay muchas historias de esas por el mundo y nunca son ciertas, Sirius está muerto hay que hacerse a la idea y no aferrarse a la idea de que esté vivo.
- Remus tiene razón, además esa mujer está loca, lo más probable es que sea todo una patraña que se ha inventado. No le hagas caso, de verdad... Será mejor que vayas al salón, Snape te estará esperando...
"La señora Black dice la verdad - pensaba Harry mientras se dirigía lentamente hacia el salón - Sirius está vivo y yo encontraré la forma de liberarle de su castigo, o de encontrarle... Sirius, se paciente, encontraré la forma de ayudarte y de contactar contigo. ¿Por qué Hermione no estará cuando se le necesita?"
Durante la clase de Snape no dejó de pensar en aquello, por suerte Harry se había tomado mucho más en serio las lecciones de Oclumancia y poco a poco mejoraba. Severus estaba mucho más desagradable que otros años, Harry pensó que tal vez le fastidiaba el interrumpir sus vacaciones por él aunque luego se rió al imaginárselo en la playa.
- Haz lo de siempre antes de acostarte y deja de imaginarme en bañador. Por cierto, tenga cuidado con los Slytherins si sale de aqui me parece que el señor Malfoy no está muy contento contigo...
Snape salió apresuradamente del salón, Harry lo miró de forma extraña y se preguntó por qué le habría avisado aunque la respuesta era clara, por Dumbledore. Después recordó a Malfoy y aunque no quiso admitirlo sintió pena por él, sabía lo que era perder a un ser querido y sabía como se debía de sentir. Se preguntó que estaria haciendo Draco en aquel mismo momento.
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Por fin el cuarto capitulo, siento el retraso pero esta semanas han sido caóticas. Exámenes por todas partes, asi que no he tenido mucho tiempo, aunque ahora en verano escribiré con mucha más frecuencia.
Espero que os haya gustado, ya me contareis que tal y si teneis alguna idea será muy bien recibida.
Por último darle las gracias a Diana-Lily-Potter por mandarme un review. Bueno no escribí que le perdonara porque se me pasó (a ver si en el siguiente o en algun flash back lo hago).
La maldición de los Black
A los tres días de ingresar en el hospital, Percy pudo irse y volver al cuartel de la Orden. Durante esos tres días mucha gente visitó al pelirrojo aparte de Harry, Lupin y Paige. Incluso los padres de Penélope fueron a visitarle, aunque en aquella ocasión la visita no fue tan agradable.
Por fin regresó al cuartel general de la Orden y como siempre la señora Black le recibió gratamente, es decir que comenzó a gritar y a llamar a su elfo doméstico que apareció enseguida como si fuera su perro faldero. Todos tiraron sus cosas al suelo y se llevaron las manos a los oidos.
Paige consiguió hacer callar a la anciana, aunque Harry seguía sin entender por qué le tenía tanto respeto la señora Black, ya que era a la única a la que escuchaba y hacia caso a la primera. Sin embargo Kreacher comenzó a ponerse violento (solía hacerlo demasiado a menudo ultimamente).
- Si no te vas ahora, lo lamentaras dentro de tres semanas...- amenazó Lupin agachándose - No he probado nunca un elfo doméstico pero no debe saber malo...
Kreacher miró con odio al licántropo y se marchó farfullando. Remus se levantó y le indicó a Percy dónde estaba su habitación, después arqueó las cejas al mirar a Paige que se estaba riendo junto a Harry.
- ¿Se puede saber de que os reis los dos?
- Nada come-elfos, no nos reimos de nada - respondieron los dos al unisono.
- ¿No os parece que Percy esta triste? - preguntó Harry - Creo que debería ir a Rumania con los demás, que pena que no tengamos dinero para el avión... O sí, ¡eso es! Le pagaré el billete con el dinero de Sirius, seguro que él lo hubiera echo.
- ¿Con mi dinero? ¡Ni loco! No tocaras ese dinero nunca asqueroso...
- ¡Cállese señora Black!
- Será mejor que hablemos en otra parte, vayamos a la cocina - dijo Remus yendo hacia allí - Harry, no creo que debas usar ese dinero demasiado... Por mucho que Sirius te haya dicho que sí.
- ¿Por qué?
- Veras, dicen que la familia Black está maldita desde hace mucho tiempo, que se hicieron ricos a costa de inocentes y que por eso todo aquel que empleé esa fortuna o que tenga sangre de los Black corriendo por sus venas acabará mal.
- Mira a Sirius, ya sabes como murió... Y su hermano acabó más o menos igual, y el señor Black acabó loco... Asi que es muy posible que eso sea cierto - explicó Paige.
- Sí, lo que no me acuerdo es de la otra parte... Sirius no solía hablar demasiado de ella, no sé si la nombró alguna vez. De todas maneras, Harry, es mejor que no la uses demasiado aunque es tu elección, no nuestra.
Harry asintió y decidió no hacer nada con ese dinero, y se preguntó si seria cierto que una maldición recaía sobre la familia Black.
Ya había anochecido y todos dormían, incluso Harry. Empezó a soñar con sus padres, y con los weasly, con todos aquellos a los que quería. Todo era muy bonito hasta que el cielo se volvió gris y todos poco a poco fueron desapareciendo. Desde Cho Chang hasta Ron y Hermione, hasta que solo quedó Sirius.
Al principio parecía feliz, por eso Harry no se sintió mal al quedarse a solas con él. Al fin y al cabo era su padrino, era como un padre para él, alguien que nunca lo dejaria y al que siempre podría recurrir. Pero de repente, el Sirius alegre de su sueño fue cambiando hasta convertirse en el que lo había conocido pero más triste y pálido.
- Harry, Harry... Ayúdame, por favor... Ayúdame, sacáme de aqui - le agarró fuertemente de la muñeca. Tan fuerte que incluso le hizo una marca.- Liberame Harry, por favor...
El moreno se despertó sudando, se pasó la mano por el pelo y se puso las gafas, entonces se dió cuenta de que realmente tenía la marca en la muñeca. ¿Eso quería decir que Sirius estaba vivo? Pero entonces, ¿por qué no estaba allí con él? ¿Por qué le pedía tan desesperadamente ayuda?
Se levantó de un salto y fue hacia la puerta, cuando tocó el pomo se detuvo. ¿Qué debia decirles a los demas? ¿Le creerian se dijera que Sirius estaba realmente vivo? Decidió volver a la cama, y esperar a que fuera de día para pensar que debía decirles a Lupin y Paige, no quería que pensaran que estaba loco o que era su imaginación.
Hedwing aluló suavemente, quería salir de su jaula. Harry se levantó y la abrió, cuando fue a abrir la ventana se dió cuenta de que alguien había escrito algo: la maldición de los Black. Casi dejó caer a Hedwing de la impresión, después miró alrededor. Aquello era la gota que colmaba el vaso, salió de su habitación y fue a la de Paige y Remus.
Nada más entrar vió como dormían abrazados, dejó suavemente la jaula con Hedwing en una cómoda. Se dirigió hacia la pareja y los despertó con cuidado, no quería asustarlos. Rápidamente les explicó lo que había pasado, los dos parecían reacios a creer que Sirius estaba vivo pero decidieron hacerle caso, por si acaso.
- ¿Dónde podriamos encontrar informacion sobre esa maldicion? - preguntó Harry - Seguro que es ella la que mantiene preso a Sirius.
- No sé, no hay ningún libro o por lo menos no conozco ninguno que hable de antiguas maldiciones.- dijo Lupin pensativo.
- Ojala estuviera aqui Hermione - susurró Harry - ¿Y en el ático? A lo mejor hay algun libro de familia, Sirius dejó unos cuantos allí...
- ¡No en el ático no! - exclamaron los dos adultos a la par.- Tiramos todo lo que había en el ático, está completamente vacio.
- Creo que ya sé dónde podríamos encontrar información, por mucho que no me guste la única que puede ayudarnos es la señora Black - reconoció Paige.- Será mejor que bajemos a verla, aunque espero que no arme demasiado jaleo... Hay gente descansando...
- Entonces será mejor esperar hasta mañana. Ahora vamos todos a la cama - ordenó Remus - ¡Ya!
Al día siguiente Harry no veía la hora en que todos se marcharan de una vez. Cuando por fin lo hicieron, arrastró a los dos adultos al hall para hablar con la señora Black. Esta empezó a gritar pero en cuanto vió que Paige la fulminaba, cerró la boca.
- Señora Black - comenzó a decir Lupin educadamente - nos gustaria pediros un favor, si usted es tan amable, claro...
- ¡No! Despreciables sangre sucia, aparte de torturarme quereis que os haga un favor... ¡Ni loca!
- Señora Black, por favor... Es importante, muy importante - suplicó Harry - Queremos que nos cuente todo lo que sepa sobre la maldicion de los Black.
- Vaya, veo que por lo visto que Sirius era en realidad hijo mio, ¡que desgracia, macillar asi nuestra honorable sangre!
- ¡Ni diga eso de Sirius! - exclamaron los tres a la vez.
- Será mejor que empiece a hablar de una vez, señora Black, nuestra paciencia tiene un límite, ¿sabe?
- Esta bien, esta bien... Hablare. Todo comenzó con el primer Black, era un hombre pobre pero con ganas de comerse el mundo. Y asi lo hizo, poco a poco, mentira tras mentira, estafa tras estafa consiguió hacerse un hueco en la sociedad y recaudar algo de dinero. Aunque él deseaba más y más, asi que investigó. Descubrió a una familia muy rica, y conoció a la joven hija del matrimonio, decidió casarse con ella a pesar de que todavía era una niña. Ella aceptó casarse e incluso lo amó o por lo menos eso dicen, aunque él nunca la quiso y por eso acabó con todos los miembros de su familia. Y finalmente la mató a ella, lo que no sabía era que era una bruja asi que en su lecho de muerte lo maldijo.
- ¿En qué consistía esa maldición? - le interrimpió Harry.
- Ahora iba a explicar eso, si me dejas jovencito - exclamó la anciana - Le condenó a que su alma y la de los hijos que le habia dado y todos aquellos que llevaran su sangre no descansaran nunca. Siempre serían malvados, asi que cuando morían iban directos al infierno. Efectivamente cada generación Black era peor a la anterior, y por supuesto todos los Black estan en el infierno. Y todo aquel que toca ese dinero, maldito por la sangre de aquella bruja tiene un trágico final.
- Pero Sirius era cualquier cosa menos malvado - comentó Harry.
- Aquello si que fue extraño, Sirius fue el único Black que fue a Griffindor y también fue el único bueno en la familia, no pensé que la maldición le afectara, seguramente irá directo al infierno - la mujer comenzó a reirse como una psicópata, asi que los tres decidieron irse.
- Sirius no está muerto, como no fue malvado no fue al infierno y su alma al ser de la familia Black no podrá entrar en el cielo, asi que está vivo - exclamó Harry con los ojos muy abiertos - ¿Verdad?
- Harry no deberias hacerte ilusiones - dijo Remus calmadamente - Hay muchas historias de esas por el mundo y nunca son ciertas, Sirius está muerto hay que hacerse a la idea y no aferrarse a la idea de que esté vivo.
- Remus tiene razón, además esa mujer está loca, lo más probable es que sea todo una patraña que se ha inventado. No le hagas caso, de verdad... Será mejor que vayas al salón, Snape te estará esperando...
"La señora Black dice la verdad - pensaba Harry mientras se dirigía lentamente hacia el salón - Sirius está vivo y yo encontraré la forma de liberarle de su castigo, o de encontrarle... Sirius, se paciente, encontraré la forma de ayudarte y de contactar contigo. ¿Por qué Hermione no estará cuando se le necesita?"
Durante la clase de Snape no dejó de pensar en aquello, por suerte Harry se había tomado mucho más en serio las lecciones de Oclumancia y poco a poco mejoraba. Severus estaba mucho más desagradable que otros años, Harry pensó que tal vez le fastidiaba el interrumpir sus vacaciones por él aunque luego se rió al imaginárselo en la playa.
- Haz lo de siempre antes de acostarte y deja de imaginarme en bañador. Por cierto, tenga cuidado con los Slytherins si sale de aqui me parece que el señor Malfoy no está muy contento contigo...
Snape salió apresuradamente del salón, Harry lo miró de forma extraña y se preguntó por qué le habría avisado aunque la respuesta era clara, por Dumbledore. Después recordó a Malfoy y aunque no quiso admitirlo sintió pena por él, sabía lo que era perder a un ser querido y sabía como se debía de sentir. Se preguntó que estaria haciendo Draco en aquel mismo momento.
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Por fin el cuarto capitulo, siento el retraso pero esta semanas han sido caóticas. Exámenes por todas partes, asi que no he tenido mucho tiempo, aunque ahora en verano escribiré con mucha más frecuencia.
Espero que os haya gustado, ya me contareis que tal y si teneis alguna idea será muy bien recibida.
Por último darle las gracias a Diana-Lily-Potter por mandarme un review. Bueno no escribí que le perdonara porque se me pasó (a ver si en el siguiente o en algun flash back lo hago).