Ikeda: vas muy bien Len... tus movimientos cada vez adquieren mas agilidad ¡pero estas muy distraido! ¿Hay algo que no te deje pensar?
Len: no hay nada... ¡¡todo esta bien!!
Len siempre se repetía esas palabras 'todo esta bien' a pesar de que supiera que algo lo estaba afectando... sabía que era, solo le faltaba admitirlo, le hacía falta la compañía de la dulce Sadako, aquella joven tan bella, tan dulce, tan fria al mismo tiempo, era excepcional ¿Cómo podia ser alguien asi? Pero mientras se hacía todas estas preguntas sintio un golpe departe de su profesor.
Ikeda: ¡Te estas distrayendo en medio de un combate Len!
Len solo se apresuro a llevar su mano a su mejilla adolorida ¿Qué le pasaba? ¿Por qué la extrañaba? La imagen de la joven rondaba sin descanzo en su cabeza, pero fue interrumpida por un gemido extremadamente escandaloso
Len: ¡¡PORFESOR!!
Ikeda: AGHH...
El anciano se tocaba el pecho con gran desesperación y el joven no entendía que ocurría con su profesor, desesperado llamo a gritos a su hermana, quien no tardo en acudir
Jun: ¿¡LEN QUE PASA!?
Len: ¡¡¡si supiera no te estaría llamando!!!
Sin mas que pensar Jun ordenó a su acompañante que tomara al profesor y lo llevara a la habitación mas cercana, al llegar ahí lo acostaron y vieron como el dolor iba y regresaba, no sabían que hacer ¿Una ambulancia? Su padre jamás lo admitiría
Ikeda: Len... porfavor... tienes que escucharme...
Len: ¡¡¿si que pasa, se siente bien?!!
Ikeda: me temo... que me ha llegado la hora
Len: ¡¡NO, NO PUEDE DECIR ESO!!
Ikeda: tienes que ser muy fuerte Len... solo cumpleme un ultimo favor
Len: el que quiera ¡digame!
Ikeda: ve a japón, busca a mi familia, diles que he muerto... solo eso, dile a mi hijo que lo siento mucho, que me perdone... deja mi cuerpo donde lo desees, no quiero estar en Japón de nuevo, donde reside la maldad, pero te pido cumpleme este ultimo deseo ¡Ah Len... también te quiero pedir... que seas feliz!
El joven comanzo a lagrimear ¿¡Por qué la vida tenía que ser tan injusta con el!? Y quitarle todo lo que había querido ¡el que era un padre para él! Sentía como si corazón fuera oprimido con fuerza, las lagrimas salían fuertemente de sus ojos, ya no hacía nada para evitarlas, tomo con fuerza la mano de su profesor, pero ya era muy tarde, su profesor ya no sostenía la suya, al ver su rostro paralizado se dio cuenta de la cruel realidad y comenzo a llorar fuertemente, por primera vez su corazón de hielo no era mas que un budín, toda su voluntad, su fortaleza comenzó a flaquear; su hermana miraba tristemente la escena desde afuera, unas cuantas lagrimas recorrieron su rostro también, ver a su hermano tan derrotado e indefenso, quizo consolarlo pero sabía que era mejor si lo dejaba solo.
El cielo estaba mas nublado que nunca, el frío mas intenso, la lluvia muy fuerte, pero a Len no le importo nada de esto, estaba ahí en un pequeño cementerio de la familia Tao viendo donde descanzaba ahora el cuerpo de aquel hombre que había admirado, se había separado de él, jamas la muerte de un ser querido le había dolido tanto, el pudo ver que su maestro había ido a otro mundo, pues su fantasma no rondaba por su casa ni ningún alrededor, ya no había esperanzas de verlo, no quería molestarlo en el otro mundo, sabía que su maestro estaría feliz alla... pero el, estaria insatisfecho aquí, apreto su mano contra su pecho y sentía latir su corazón, sentía un enorme nudo en la garganta ¿Por qué habia desperdiciado asi su ultima clase con el profesor? Pensando en tonterias, pensar en una joven, lo había cautivado, le había hecho sentir que era feliz a su lado... ¿Feliz? ¿Qué no había sido ese el ultimo deseo de su profesor? Se sentía completamente confundido... si buscaba la felicidad entonces la buscaría a ella también, y le diría lo que sentía, librarse de una carga, ya de ahí lo que ocurriera decidiría que hacer con su vida, y decidiría cual sería su destino.
Jun: hermano... yo lo siento mucho
Al escuchar esas palabras a Len se le salieron unas lagrimas de los ojos, jamas quería volver a escucharlas, tenía miedo de perder a sus seres queridos, primero a su maestro y luego volteo con los ojos lagrimeantes tampoco quería perder a su hermana, sin pensarlo dos veces la abrazo y esta confundida comenzo a acariciar su cabeza "ya, ya Len... todo saldra bien" Era lo único que alcanzaba a repetir Jun mientras su hermano la abrazaba con mas fuerza, ya estaba decididó, tenía que ir a cumplir el ultimo deseo del profesor Ikeda, y luego buscar a Sadako y decirle que sentía algo por ella.
Bueno si, este capitulo es cortito la verdad! Pero no se preocupen n.n voy a poner mas! Agradezco a Aomesita! Por apoyarme n.n!! la quero musho musho y no le digo que le dedico este capitulo porq ya tengo uno en especial q va para ella P sigan leyendo chaito!
