Cerdo volador. Mil gracias otra vez por tu apoyo, y ya prometiste que lo vas a leer hasta el final, espero que no sufras demasiado como o0clomalfoy0o que ya casi me quería matar jajaja. Y no te preocupes por el hecho de que tus reviews sean cortos, me da mucho gusto recibirlos.

Velia de que Harry esta sufriendo y va a sufrir mas no cabe duda, no se porque soy tan mala con el, pero así va a ser, en otra ocasión ya le tocara ser feliz no? Y sigue leyendo, así encontraras las repuestas que buscas.

Malena que bueno que te ha gustado mi fic, y pues lo que Draco realmente siente, próximamente se sabrá, será un malvado sin corazón? pues quien sabe, bueno, yo si se, pero no puedo decirlo, le quitaría la emoción al asunto, jejeje.

A todos los que lo hayan leído y no me dejen reviews, gracias de todas formas por tomarse su tiempo para leer lo que escribo y mil gracias de nuevo a o0clomalfoy0o que puso la cara por mi para subir este fic tkm hermanita jajaja. Un beso a todos...

starshine

3.- LA NOCHE

Era muy extraño y lo sabía: la amistad que ahora entablaba con su acérrimo enemigo. Esto lo inquietaba, porque además de que tenían tiempo viéndose por las noches para que nadie lo supiera y de que se sentían tan tranquilos y seguros juntos, Harry no estaba seguro de ver a Draco tan sólo como su amigo:

- No puede ser... no, no Harry, no puedes estar enamorado de Draco Malfoy, eso es algo incoherente – pensaba para sí mismo Harry Potter.

Por otra parte Draco también se encontraba alterado, se sentía totalmente atraído por su nuevo amigo, pero las consecuencias serían terribles si alguien se enterara, más bien dicho, si su padre se enterara. Eso era realmente escalofriante tan sólo imaginar a su padre enterándose de que ahora era amigo de Harry Potter, y si... ¿si se enterara de que lo amaba??; no, esto sería la muerte para él, un Malfoy nunca aceptaría que uno de sus hijos (su heredero para ser exactos) fuera gay. Eso sería una aberración. Pero Draco no podía hacer nada para cambiarlo, sentía amor, y no había nada más que decir.

Harry esperaba durante todo el día ansiosamente a que llegara la noche para poder ver a Draco en la misma habitación de la primera vez.

A las 12 de la noche, llegó al lugar acordado, pero Draco no estaba. Esperó durante una hora, y como Draco no aparecía decidió ir a buscarlo; se puso la capa y salió al pasillo, caminó por algunos pasadizos hasta que vio la bella cabellera rubia platinada. El chico se encontraba sentado en las escaleras.

Harry se hincó para estar a su altura y le preguntó qué era lo que sucedía, por qué no había ido a la cita de esa noche:

- Es algo que no puedo explicarte, y aunque pudiera, no quiero que lo sepas -

- Pero, ¿por qué no quieres decírmelo? ¿qué no me tienes confianza? ¿acaso no te he dado motivos para que confíes en mí?

- No es eso Harry, es sólo que ya no quiero verte -

- Pero ¡¿Por qué?!, si nuestra amistad es un hecho, eres mi mejor amigo y necesito tu compañía -

- Exactamente por eso es por lo que ya no quiero verte -

- No lo entiendo, ahora tú también me abandonas, ahora que te conozco y te aprecio. Pero, está bien, si es lo que quieres, no pienso detenerte -

Harry se dio la vuelta y estaba a punto de marcharse cuando sintió en su cintura los brazos de Draco, giró y se encontró con los labios del rubio, que se posaban en los suyos, esto le sorprendió, pero lo aceptó con gran placer.

Se besaron lentamente, primero con los labios, después la lengua penetró poco a poco en la cavidad bucal del chico Potter y el contacto de ambas fue como una explosión de sensaciones intensas, una corriente eléctrica recorrió sus cuerpos de los pies a la cabeza. Cada vez que la lengua de uno tocaba el paladar del otro se producía un placer que parecía infinito.

El beso fue espectacular, no sólo por la perfecta coordinación de ambos sino por el cariño que se tenían aumentaba muchísimo las sensaciones del beso.

Cuando poco a poco se fueron separando y abrieron los ojos, los dos bajaron la mirada y se sonrojaron. Esto era más de lo que podían creer, porque aunque los dos tenían una atracción recíproca, no se lo habían dicho al otro, nunca creyeron que el amor era mutuo. De no ser por Draco no se habrían enterado nunca.

- Harry, lo siento, no se si esto fue correcto, es que soy muy impulsivo pero si tu no estás de acuerdo pues lo entenderé y... -

- Calla – dijo el moreno poniendo un dedo sobre los labios de Malfoy – no tienes nada que explicar, además creo que ambos lo queríamos, ¿qué no te bastó el beso para darte cuenta? -

- Pues sí -

- Realmente fue un gran beso – dijo Harry

- Opino lo mismo -

- ¿Te puedo confesar algo? -

- Adelante -

- Nunca había besado a nadie en toda mi vida -

- Ja, ja, ja, debes estar bromeando -

- Es verdad, aunque no lo creas -

- Realmente no lo entiendo, con toda tu fama y tu montón de admiradoras, además mientras nos besábamos parecías todo un experto -

- Pues hay cosas para las que tengo el don... - dijo Harry, mientras un empujón de Draco lo interrumpía – ja ja ja, no te creas, era sólo una broma -

- Más te vale, me chocan los presumidos Señor Potter – dijo Malfoy riéndose porque había utilizado su tono pedante y su mirada altiva

- Pero, ya fuera de broma, lo que acaba de pasar va a cambiar todo entre nosotros – dijo Harry

- ¿Y no crees que valga la pena? -

- Sí, pero... -

- Hay que dejar las cosas bien en claro, ¿quieres o no que seamos más que amigos? -

- Sí – contestó Harry con mucha seguridad

- Entonces, ¿cuál es el problema? – y dicho esto los bellos ojos del heredero de Lucius Malfoy se cerraron y sus labios se dirigieron hacia el hermoso cuello de Harry haciéndole experimentar nuevas sensaciones.

Después de eso, fueron a la habitación donde había estado el espejo de Oesed, se sentaron junto a la ventana y observaron el hermoso cielo nocturno. Ninguno de los dos dijo nada más, pero no hacían falta las palabras. Los hechos de esta Noche no los olvidarían jamás.