Esencias

Capitulo I: Lo que no tenía que olvidar.

"Los murmullos de tu alma. ¿Qué es lo que te dicen?, ¿Aún te sientes extraña?, diferente... tú corazon grita lo que no quieres escuchar..."


Abrió el armario y lentamente comenzó a despejar lo que había en él. Cuantas cosas viejas y sin más valor que el sentimental. Kasumi suspiró. Era hora de botar algunas cosas, antes de que ellas la sacaran de su cuarto.

Era extraño. A la muerte de su madre, ella era la que había asumido la tarea de conservar los recuerdos de la familia. De alguna manera, su madre le había legado esa tarea antes de morir al entregarle muchas cosas que pertenecían sus tres hijas. Cosas banales como pequeños zapatos, pequeños vestidos y alguno que otro juguete.

Kasumi recordaba haberlos encontrado en el cuarto de su madre cuando su presencia ya había desaparecido mayormente de la casa.

Ahora, cuando la mayor de la casa miraba lo que había podido rescatar, no se arrepentía. Sobre todo, la fotografías. Ellas pertenecían al precario testimonio del paso de su madre por aquella familia. "Que momentos tan felices...". Mirando a aquella mujer que le sonreía se daba cuenta de lo traicionera que era su mente. Había olvidado muchos de los detalles, había olvidado muchos momentos.

Una de las fotos mostraba a su madre sonriendo. "Akane es su imagen viviente...". Miró tras la foto. Diecisiete años. Una joven de uniforme y pelo corto azul. Lo único que la diferenciaba de Akane, era un modesto collar alrededor de su cuello...


Soun estaba completamente concentrado en el Shogi. Por tercera vez estaba contemplando su juego, convencido de que no eran los movimientos que recordaba haber hecho. "Hace dos jugadas iba ganando". Contemplo brevemente a su adversario. Nada lo delataba, el panda gigante miraba el tablero inocentemente. Con un suspiró, Soun descartó la posibilidad de que su amigo estuviera haciendo trampa y volvió a concentrarse en el juego.

-¿Padre?

Sin mirar a Kasumi, Soun levantó una ceja.

-¿Sí?

-Quizá no sea el momento de preguntarlo, pero... ¿Dónde está el collar que tenía mi madre?

Soun se mostró dubitativo.

-Todo lo de tu madre lo regalamos hija...

-¿Todo?

-¡Ajá!, ¡Esta jugada no podrá superarla señor Saotome!

Kasumi miró a su padre y vio que no habría de momento esperanza de que su padre le prestara atención. Tendría que buscar por otro lado.


-¿Naviki?

Kasumi asomo su cabeza a través de la puerta. Su hermana estaba sentada en su escritorio, contaba dinero con rapidez, demostrando su gran habilidad como comerciante.

-¿Mmm...?

-Lamento molestarte, pero, ¿te acuerdas de esto?

Naviki miró a su hermana. Ella sostenía frente a su cara una foto. Al igual que la imagen, Naviki sonrió.

-Pues, creo que es nuestra madre...

-Lo sé..., me refería más bien al collar...

-No, no me acuerdo...- Naviki volvió a su tarea

-Es extraño, estoy segura de que era importante...

Naviki encogió los hombros.


-¡Ya llegué!

Kasumi escuchó atentamente, salió de la cocina para encontrarse con Akane.

-Bienvenida

-¡Hola Kasumi!, ¿Qué hay hoy para cenar?

-Albóndigas de pulpo

-¿Y Ranma?

-Aún no ha llegado, pero lo hará pronto, casi es hora de comer...

-Bueno, subiré a darme un baño.

Akane comenzaba a subir la escalera cuando Kasumi la detuvo.

-¿Hermana?

Akane la miró. ¿Serviría de algo preguntarle?, ¿Recordaría acaso?

-¿Qué pasa Kasumi?

-Dime...- Dudó- ¿Qué te gustaría para comer el día de tu cumpleaños?

Akane sonrió.

-18 años... ¿tendré que empezar a sentirme vieja?

Kasumi miró a su hermana, la copia fiel de su madre y sintió un escalofrío.

-Amo toda tu comida Kasumi, no importa cual me prepares...

Kasumi se inclinó levemente y se dirigió a la cocina. La duda era quemante dentro de su mente. Pero tenía la extraña sensación de que aquellos recuerdos provocarían el dolor de su familia. Quizás dentro de todo, aquello no era tan importante como imaginaba. ¿Para qué arriesgarse?


Era tarde y en la casa el movimiento había cesado horas atrás. Kasumi aún estaba despierta, pensando, tratando de recordar. Había revisado en contenido de cada caja sin poder encontrar nada útil, ninguna pista. Habían destellos de recuerdos demasiado borrosos. No tenían ninguna corcondancia ni tampoco sabía si eran partes de sueños.

Había pensado que quizás el collar estaba en ese momento con su madre, bajo tierra. No recordaba haberla visto dentro del ataúd, porque su padre había sellado aquella caja de malos presagios dentro de la habitación, ninguna de las hermanas vio el cuerpo sin vida.

El ruido de las campanadas del reloj de la sala interrumpieron el silencio.

"Las doce..." pensó Kasumi, "Debo tratar de dormir..."

Cerró los ojos y se arropó, pero el estruendoso ruido que comenzó en aquel momento hizo que se incorporara rápidamente. El suelo comenzó a moverse, y la casa crujía, lamentándose.

Kasumi corrió hacia el pasillo, asustada, saliendo al patio. Ahí ya estaban su padre y Naviki. Pronto llegaron su Ranma, Akane y el señor Genma. Todos parecían asustados y confundidos. La tierra se movía tan fuerte que perdían el equilibrio, cayendo al suelo. De un momento a otro, dejó de temblar. Una extraña luz comenzó a brillar desde el cielo. Una forma humana caía lentamente, aterrizando con suavidad frente a ellos.

Kasumi ahogo un grito, todos miraban asombrados.

-El plazo se ha terminado Soun...

Él calló de rodillas.

-Mamá...- el llamado desde la boca de Akane había sonado como un lamento.

Las tres hermanas sentían demasiada emoción dentro de sus cuerpos. De sus ojos caían silenciosas lágrimas. La presencia celeste avanzó hacia el grupo.

-Es tiempo de que nazca...- murmuró.

-Kagome- la interrumpió Soun- son mis hijas ahora... por favor... no...

Ranma estaba demasiado confundido. Dio unos pasos con intención de proteger a Akane, pero luego no se pudo mover. Miró a su padre, él estaba tranquilo, observaba en silencio lo que ocurría.

Akane, Kasumi y Naviki avanzaron hacia su madre. Su imagen era tan luminosa que Ranma tuvo que cerrar los ojos. Escuchó un fuerte lamento y luego unos sollozos. Cuando logró abrir los ojos, la luz había desaparecido. Soun estaba en el suelo, llorando como un niño. Las cuatro mujeres habían desaparecido...


Comentarios: Despúes de mucho tiempo, decidí volver a escribir . Esta vez decidí cambiar la temática y intentar hacer un fic de variados capítulos. Espero que al estar de vacaciones pueda terminarlo pronto... Y.Y

Agradecimientos: Ako, ud. que siempre me apoya. Gracias por ser mi paciente editora xP Espero no causarle más problemas.

Ok, Hasta el próximo capítulo!