DISCLAIMER: Ninguno de estos personajes son mios. Todo pertenece a JK Rowling, Warner Bros, etc, etc... NO gano dinero con esto
ADVERTENCIA: Este fic contiene slash,
si no te gusta no lo leas. ¡¡¡Estás avisado/a!!! ¡¡¡No quiero
problemas!!! Podrá tener escenas de violencia o sexo explícito, pero yo voy a
avisar cuando suiceda para que si no quieren no las lean.
AVISO: Ya decidí completamente el rumbo de la historia. Voy a hacer algunos avisos, así todos saben a que se atienen si siguen leyendo. ¡¡¡Después no quiero quejas!!!
Definitivamente la relación de Ron y Hermione, asi como la de Remus y Severus me gustan, asi que van a quedar. Va a haber otra pareja slash: Draco y Harry. Y va a haber un triangulo amoroso entre Narcissa, Lizeth y Sirius.
Por eso, a quienes no les gustan los romances entre alumnos y profesores, pueden ir dejando el ff, porque aquí se va a desarrollar uno..
En fin, para todos los que sigan leyendo....¡GRACIAS!
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PAREJAS: Remus/Severus, Ron/Hermione, Lizeth/Sirius/Narcissa, Harry/Draco.
TIEMPO: After Voldemort. La guerra terminó y Harry está en septimo año.
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RESPUESTAS A REVIEWS:
LUNA_LOVE BLACK: Me alegra que te guste la historia. Y sí el capítulo pasado es como un punto de inflexión, ahora van a empezar a cambiar algunas cosas. Draco tiene sus motivos para haber maltratado a Lizeth y se van a saber...Un beso.
BLIZARD: Lamento si no te gustan las relaciones homosexuales. Pero no podés decir que yo no avisé...De todos modos, espero que sigas leyendo...Besos.
LIAM_BLACK: ¡¡Gracias!! Un placer recibir tantas "flores" de tu parte. Que el ff guste es uno de los motivos por lo que lo escribo, sino no tendría sentido publicarlo. Espero que el giro de las cosas te vaya gustando. Saludos.
AGUSSTINA: Me alegra que te haya gustado el capítulo anterior. A ver que te parece este ahora. Te mando un beso.
AMY-LEE-MALFOY: Empiezo pidiéndote perdón por tardar tanto en actualizar. Es que estuve dandole muchas vueltas al asunto. Ahora que ya definí el ff, espero no tardar tanto. Me alegro que te guste como voy. La idea es que los que lo lean disfruten haciéndolo. Un beso.
DIONEY: No, no. Draco no siente nada por Lizeth, y su comportamiento ya se va a ir aclarando. En cuanto a lo de Harry, como verás, los voy a poner de parejita...jeje. A ver que te parece este capítulo. Un beso.
OPHELIA DAKKER: ¡¡Gracias!! Sos un amor, siemrpe dándome terribles ánimos. En cuanto al otro ff, hoy hablé con nuestra amiga en común y me dijo que ya tiene listo el nuevo capítulo, así que voy a ver cuando me lo manda, así lo subo acá. Un beso.
KAILEY HAMILTON: Me encantan tus reviews...son muy educativos..jeje. Bueno, te hice caso en algo. Van a pasar algunas cosas entre Sirius y Narcissa. Pero también entre Sirius y Lizeth...ya veremos con quien se queda el hermoso perrito. Draco VA a estar con Harry, pero les va a costar un poco me parece..jeje. Y yo también daría cualquier cosa por ser su prima...aunque mejor saría cualquier cosa por ser su novia...¿no? Espero que te guste lo que viene, un besote.
AZAZEL_BLACK: ¿Que Lucius se caiga de un barranco? No lo había pensado...pero creo que no. Merece algo peor. Como habrás visto si leíste mi aviso, Harry y Draco se van a hacer algo mas que amigos. Espero que te agraden los cambios desde ahora. Un beso.
MACGONAGALL_LIL'KAT: Bueno, como ves, acá hay un nuevo capítulo. La chica comienza su nueva vida a partir de hoy, y van a haber muchos cambios en las historietas..jeje. Espero que te guste, un beso.
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CAPITULO 9: DESPERTARES.
En la
habitación del profesor de Transformaciones, las cortinas que cubrían las
ventanas se abrieron, como todos los sábados, cerca de las nueve de la mañana.
El sol del frío invierno penetró a través del vidrio, dándole de lleno en el
rostro a los ocupantes de la cama adoselada.
Lizeth se negó a despertar, acurrucándose mas en el pecho del adulto, mientras que él, en un acto reflejo, apretó sus fuertes brazos alrededor de la estrecha cintura de su alumna. Se sentía tan placentero dormir con alguien entre sus brazos, que no pudo evitar sonreír mientras abría sus ojos perezosamente.
Las iris azules descubrieron una mata de pelo rubio bajo su barbilla, que se extendía hacia su costado, adornando la cama. Durante la noche, la alumna se había acercado mas a él, casi abandonando las sábanas rojas y cobijas que la cubrían, para acurrucarse junto a él y taparse con su manta conjurada.
Luego de un tiempo observando a la frágil figura de Lizeth, Sirius decidió despertarla. No era que estuviera incómodo (de hecho, pensó que podría pasar su vida así), pero cualquiera podía llegar y no era una posición "decente". Narcissa, Snape, incluso Harry podían entrar y encontrarlo durmiendo junto a una menor de edad.
-Lizeth -susurró sin obtener respuesta -Vamos niña, despierta.
-Mmmmmm
-Lizeth, debes levantarte.
-Si, si, ya voy. -murmuró la chica con los ojos cerrados -Cinco minutos mas.
-No Lizeth, tenemos que levantarnos ahora.
Ante el uso del plural, la rubia abrió los ojos inmediatamente. Se sonrojó visiblemente cuando se encontró con medio cuerpo sobre su profesor, especialmente, porque su rodilla izquierda rozaba cierta parte de su anatomía masculina. Sin dudarlo, se separó de Sirius, quien sonrió al ver su reacción.
-Yo...lo siento, profesor. -balbuceó Lizeth cubriéndose con las sábanas.
-Está bien -enconces Sirius cayó en la cuenta de las palabras pronunciadas esa mañana y la noche anterior -¿Cómo me llamaste?
-Profesor...¿qué tiene de extraño?
-¿No recuerdas? -Lizeth negó con la cabeza -No sé como explicártelo. Tu ayer creías que yo era otra persona, creías que yo era...
-Lukas -susurró Lizeth -Discúlpeme profesor, no sé que me pasó. Nunca antes me había comportado así.
-No hay problema -dijó Sirius guiñándole un ojo -Estabas algo...estresada por lo que sucedió en la tarde.
-Si, lo se -respondió Lizeth con pesar -Narcissa estuvo aquí, ¿verdad?
-Si, se fue cuando te dormiste. Estaba muy asustada.
-Ya recuerdo -Lizeth se quedó pensativa unos momentos, antes de fijar su vista en los ojos de su profesor nuevamente -¿Y Draco? ¿Cómo es que Draco no está aquí?
-Sniv...Snape se hizo cargo de él -le dijo Sirius -No te preocupes, no te hará daño. No voy a permitir que se vuelva a acercar a ti.
-Gracias -dijo Liezth sonriendo -Pero el daño ya está hecho. Nada de lo que haga puede ser peor que...*eso*.
-¿Quieres hablar de lo que pasó?
-No, pero aprecio su interés de todos modos -dijo Lizeth saliendo de la cama contra su voluntad -Lo mejor va a ser que vaya a cambiarme para desayunar.
-Me gustaría que te quedaras.
-¿Perdón?
-Que *preferiría* -dijo Sirius recalcando el cambio de verbo -que te quedaras aquí hasta que venga Narcissa.
-Pero quiero ducharme y...
-En esa puerta está el baño -dijo Sirius señalándole el camino -Y, mientras estás ahí dentro, puedo pedirle a un elfo que traiga tu ropa y el desayuno.
-Pero...¿no le causaría problemas? Después de todo yo soy una estudiante y usted mi profesor.
-Nada de eso. Tengo el consentimiento de la Directora para que duermas aquí, no creo que una ducha sea un gran problema.
-Si es así...
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Desnudo y tiritando de frío se despertó Remus Lupin. La noche había quedado atrás y, con ella, el lobo que llevaba dentro suyo. Grande fue su asombro al descubrir que Padfoot no estaba con él. Su único amigo volvía a convertirse en perro cada noche de luna llena para hacerle compañía; pero ésta vez, no había segnos de que lo hubiera hecho.
Con pesadez y dificultad, se "arrastr" hasta su cama y se arropó para darse calor. La transformación le había "obsequiado" una terrible jaqueca, un insoportable dolor en sus huesos y mucho sueño.
Se hizo un bollito, quedando en posición fetal, mientras pensaba en el motivo de Sirius para no acompañarlo la noche anterior. ¿Habría pasado algo con Harry? Sólo pudo rogar internamente para que su pensamiento no se cumpliera. Sirius y Harry merecían ser felices, como una verdadera familia, después de todos los sucesos que habían tenido que atravesar, tanto juntos como separados.
Cuando la puerta de la habitación se abrió, Remus ni siquiera se dió cuenta. En parte porque el lobo estaba demasiado cansado, y en parte porque estaba intentando tomar su varita de la mesa de luz para poder cerrar las cortinas. El sol que le dana en el rostro no hacía mas que aumentar sus pesares.
Un hombre alto, de piel casi cetrina y cabello negro, lo observó preocupado. Sus movimientos eran erráticos y murmuraba cosas como "mas vale que hayas tenido un buen motivo para dejarme solo Padfoot". Severus no estaba completamente seguro de su próximo paso. Cierto era que se sentía atraído hacia el licántropo y se habían besado, pero eso no le daba derecho a ingresar en su habitación, y mas aún, sin permiso.
Por otra parte, todas sus anteriores relaciones se habían basado en la usual frase "Si te he visto, no me acuerdo", y sabía que no quería lo mismo con Lupin, pero no estaba seguro de como aproximarse a él, de como avanzar o de como llevar la relación sin lastimar al otro con su frío y poco demostrativo carácter.
-Severus -escuchó una voz que lo sacó de sus matinales cavilaciones -¿Vas a quedarte ahí parado toda la mañana? ¿O piensas ayudarme y cerrar las cortinas?
-Si, si, lo siento.
-¿Puedo preguntar a qué se debe el honor de tu visita a mis humildes aposentos?
-Vine a ver como habías amanecido después de la transformación. -le dijo mientras le hacía caso a las palmadas que Remus daba en la cama, para que se siente.
-Gracias -le sonrió Remus -Estoy bien. Sólo tengo un insoportable dolor de cabeza, acompañado por mucho sueño, siento que se me van a partir los huesos, y tengo muchísimo muchísimo frío. Nada fuera de lo normal.
-¿Y a eso llamas "estar bien"? -ironizó Severus levantando una ceja. -Permíteme.
Severus se acostó sobre la colcha, cerca de Remus y lo atrajo hacia el (con mantas y todo), tomándolo de la cintura. El licántropo, luego de superada la impresión inicial, dejó salir un suspiro placentero y se acomodó entre esos brazos, pegándo completamente sus cuerpos.
-¿Mejor?
-No te imaginas cuanto -murmuró Remus.
Así permanecieron durante un largo tiempo. Inmóviles y en silencio, tan sólo disfrutando de la compañía del otro. Hasta que Remus, embriagado por el aroma de Severus, se removió un poco. Aún a punto de dormirse, Severus sintió como los labios del licántropo jugaban con su cuello, regalándole besos, algunas lamidas y suaves mordiscos.
Después de disfrutar en silencio y quietud, decidió "colabrorar" con la acción de su compañero. Proponiéndose sorprender al Gryffindor, metió sus manos entre las sábanas. Pero el sorprendido fue él, cuando se encontró tocando la helada piel de la espalda de Remus al descubierto.
Cuando iba a preguntarle si siempre dormía desnudo, o sólo era por la transformación, un par de labios hambrientos se apoderaron de los suyos y no puedo hacer mas que corresponder al beso con la misma urgencia.
El roce de sus lenguas, entrelazándose y explorando cada rincón de sus bocas los estaban encendiendo a ambos, y Remus se dejó llevar por el peso de Severus, cayéndo bajo él en la cama.
Gimió dentro del beso y Severus supo, de alguna manera que no había sido de placer. Levantó su cuerpo lo suficiente para observar la débil figura de Remus, apoyándose en sus codos y quiso patearse a sí mismo al ver la expresión de dolor en su rostro contraído.
Con cuidado, y procurando no volver a lastimarlo, se apartó y se acostó junto a él, sobre su lado izquierdo de su cuerpo. Remus se giró para enfrentarlo y no pudo contener una sonrisa al ver la preocupación y frustración en los ojos negros que lo observaban detenidamente. Abrió la boca, pero sus palabras fueron cortadas por un dedo índice sobre sus labios.
-No tienes que decir nada. Olvidé que estas débil.
-De verdad lo siento. -le dijo Remus sonriendo tímidamente y besando su mano.
-Nada de eso. -le respondió el otro acariciándo esos hermosos labios -Será mejor que te deje descansar.
-Quédate conmigo. -pidió Remus -Es sábado, no tienes clases. Y quiero que hablemos.
-Me temo que no va a ser posible. Tengo que recibir a Narcissa y después pasar por la habitación del "chucho".
-¿Le sucedió algo a Sirius? -preguntó alarmado Remus.
-No, no te preocupes. Lamentablemente, se encuentra en buen estado.
-Entonces...
-Avery tuvo un "inconveniente" con Lucius Malfoy. El muy bastardo la obligó a manterer relaciones con él. La chica se encuentra muy mal y creó un mundo de fantasía en el que su ex novio aún vive. -Remus iba a interrumpir, pero Severus levantó una mano en señal de que no lo interrumpa -El problema mas grave, es que cree que tu amigo es ese chico. No me mires así, yo no le dije nada. Sólo la dejamos durmiendo en su habitación, pues él es el único en quien confía.
-Pobrecita -dijo Remus en un susurro -En ese caso, voy a dejarte ir, pero regresa mas tarde.
-Lo haré -prometió Severus saliendo de la habitación.
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Cuando Sirius vio a Lizeth salir del baño con la túnica celeste que le había traído Winki, el rostro sonrojado debido al calor de la ducha y su cabello rubio enrulado y mojado, se quedó con la boca abierta. Era una de las imàgenes mas preciosas que había visto en su vida entera.
Inmediatamente se recriminó esos pensamientos. No sólo era una niña, sino que era su alumna y, para completarla, estaba comprometida, nada menos que con un Malfoy. Lizeth notó su mirada y se sonrojó aún mas. Observó mejor a su profesor y fue como si lo viera por primera vez.
El cabello negro, pulcro y brillante le caía hasta los hombros, su piel ligeramente bronceada y sus ojos azules lo hacían ver demasiado atractivo. Un cuerpo envidiable notó, aún con la túnica puesta, y una sonrisa encantadora.
-¿Te sientes bien, Lizeth?
-Si, no se preocupe. -la rubia miró a todos lados, buscando algo -¿Tiene usted idea de dónde está mi varita? La necesito para secarme el cabello.
-¿Por qué? Los rulos te quedan mejor que el cabello tan lacio que llevas siempre.
-Lo se -dijo ella sin pudor -Pero a Draco....¡¿Y qué me importa lo que diga el niño mimado ese?! Me lo dejaré así.
-Me alegra oírte hablar así. -dijo Sirius acercándose a una mesa con dos sillas -Desayunemos.
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Draco abrió los ojos al sentir una mano acariciar con ternura su rostro. Sólo había una persona que lo hacía y, si ella estaba allí, significaba que no estaba tan enfurecida con él. Su madre sentada junto a su cama y su padrino apoyado contra una pared, fue la primer imagen que vio en el día.
-Bueno días, Draco.
-Buen día mamá. ¿Has visto a Lizeth hoy?
-No, aún no. -respondió Narcissa con tristeza -Quería hablar contigo antes de ir.
-¿Sobre qué?
-Draco, Severus me dijo que ella habló contigo antes de recluírse y necesito saber que es lo que te dijo.
-Eh...yo....eh...
-Vamos Draco -lo animó Severus -Necesitamos saberlo para ayudarla.
-Ella dijo.....ella dijo que la había matado...y que era culpa mía. -susurró bajando la mirada, para luego levantarla de golpe -Mamá, ¿tu sabes que fue lo que pasó? Dime con qué la amenazó para que aceptara...eso.
-No Draco, él no... -Narcissa se interrumpió al ver el furia en los ojos grises de su hijo -No me lo dijo.
-Bueno -dijo Draco recuperando la calma -Tendré que esperar a verla para que me lo diga ella.
-No se si eso va a ser posible hoy Draco -dijo Severus entrando en la conversación -Además, si ella se opone a verte, siento decirte que ni Black ni yo te lo vamos a permitir.
-Lo sé, y está bien. Después de todo, para ella yo sólo soy un monstruo que no hace mas que darle órdenes y golpearla desde que llegamos a Hogwarts. -terminó Draco ocultando su rostro entre sus manos.
-¿Hay algo que quieras decirme? -preguntó Narciisa son esperanza en su voz.
-No. Prefiero hablar con Lizeth antes.
-Pero Draco...
-Dije que NO.
*********************
-¡Harry!
-¡Quiero dormir Ron!
-¿Dónde estuviste anoche? -intervino Hermione.
-Por ahí. -respondió Harry hundiendo la cabeza en la almohada.
-¿Con Avery? -insistió la chica -Porque ella no vino a dormir.
-¡LIZETH! -exclamó Harry saltando fuera de la cama y corriendo al cuarto de baño.
Mientras el agua corría por cada milímetro de su cuerpo, Harry pensó en los sucesos de la noche anterior. Se había quedado hasta la 1:30 de la madrugada conversando con su némesis, sin agresiones ni ironías.
No se habían dado cuenta del correr del tiempo por estar enfrascados en los relatos de sus cortas pero intensas vidas. Ea extraño como podían ser tan iguales y tan diferentes a la vez. Pero lo que mas le había llamado la atención a Harry, era que el rubio parecía tener genuino interés en el estado de Lizeth y eso lo desconcertaba.
Cuando salió del baño, Harry agradeció a Merlín por el hecho de que ni Ron ni Hermione lo estaban esperando. Aún no sabía que decirles porque, si bien Malfoy le contó que era lo que había pasado con su padre, no creía tener el derecho de divulgarlo. Era una situación delicada y personal, sin considerar que la persona en cuestión estaba en un "mundo paralelo"
Sin apresurarse, se vistió con una de las túnicas que Sirius le había regalado. Al ser fin de semana, no había necesidad de usar el uniforme de Hogwarts. Intentando hacer el menor ruido posible, para no ser detectado por Ron y Hermione (que, de todos modos, estaban muy ocupados demostrandose cuanto se querían), atravesó la Sala Común.
Sus pasos fueron mecánicos y, sin siquiera desayunar, se encontró en la puerta de la habitación de su padrino. Aunque él no era el único que se encontraba allí. Narcissa Malfoy lo miraba con una expresión diferente a la que siempre había utilizado, hasta parecía una mujer amable. Snape y Malfoy, como siempre, ojos y rostros inexpresivos, aunque ya estaba comenzando a leerlos.
-¿Qué hace aquí, Potter? -preguntó Snape, intentando sonar amenazante.
-Creo que es obvio. Vine a ver como se encuentra Lizeth.
-Sin discusiones, por favor -dijo seriamente Narcissa -YO voy a entrar primero y, si Lizeth lo desea, los haré pasar.
Narcissa pronunció la contraseña e ingresó a la sala de estar de los aposentos de Sirius. Al ver que no había nadie, se dirigió al dormitorio y golpeó suavemente la puerta. Cuando escuchó la voz de su primo autorizándola a ingresar, lo hizo y se encontró, para su asombro, con una sonriente Lizeth que desayunaba como si nada sucediera alrededor suyo.
-Buenos días, Narcissa -la saludaron los dos.
-Buenos días. -respondió la mujer educadamente -¿Cómo has dormido pequeña?
-Eh...bien -dijo Lizeth sonrojándose al recordar la manera en la que se despertó -Gracias por estar conmigo ayer. Y...siento haberte preocupado de tal manera. Pero, como verás, me encuentro perfectamente bien.
-¿De...de verdad? -preguntó Narcissa mirando a Sirius.
-Absolutamente recuperada -dijo Sirius encongiéndose de hombros. -No me preguntes como, pero ella está bien.
-Si, bueno, es que...no sé. Cuando me dijiste que mamá ya no...ya no estaba conmigo fui volviendo a la realidad. De verdad lo siento, Narcissa.
-No, querida, yo soy la que tiene que disculparse. No debí dejarte sola con él.
-Y no lo vuelvas a hacer -le dijo Lizeth -Salvo que quieras enviudar, claro.
-Lizeth, no estarás hablando en serio. -la regañó Sirius preocupado.
-Tal vez, nunca se sabe. En fin, supongo que Draco está algo impaciente, ¿verdad?
-Si -respondió atónita Narcissa -De hecho, está afuera, junto con Potter.
-En ese caso...tendré que hablar con él. -una sonrisa apareció en la boca de Lizeth -Esto va a ser divertido.
-Lizeth...¿de verdad te encuentras bien? ¿No crees que es mejor que descanses antes de verlo?
-No Profesor, me encuentro perfectamente. ¿Puedo utilizar su sala para hablar con Draco?
-Claro...
Lizeth dejó la habitación, sonriendo ante las sorprendidas expresiones de los dos adultos que la acompañaban. Definitivamente, la verdadera Lizeth Avery estaba de vuelta y Lucius Malfoy se iba a arrepentir de haberle tocado un pelo.
Cuando abrió la puerta, se encontró con un Severus Snape que la observaba escudriñándola profundamente con sus ojos negros y expresión seria. Seguido por Harry Potter, que la miraba triste y preocupado. Y Draco Malfoy...oh si. Su rostro era un poema. Pasó de la indiferencia a la sorpresa y luego a la preocupación para terminar...¿feliz?
-Bueno días profesor -dijo Lizeth con una inlinación de cabeza en señal de respeto -Harry, Draco, que bueno que estén aquí.
-Bueno días Avery, veo que ya está recuperada.
-Absolutamente. Muchas gracias por todo. -dijo Lizeth y se volvió hacia su prometido -Draco, ¿te importaría esperar aquí mientras hablo con Harry? -y antes de que el rubio responda prosiguó -Y si te importa lo siento, tendrás que esperar de todos modos.
La rubia tomó la mano del moreno y lo llevó a rastras hacia el interior de la sala de estar, dejando a su novio en una situación de confusión y desespero demasiado profundas. Harry la siguó y cerró la entrada del lugar, mientras ella se sentaba en un sofá.
-Gracias Harry -dijo inmediatamente Lizeth -Ni sólo por lo de ayer, por todo. Fuiste el único que se preocupó por mí desde que llegué a Hogwarts, a pesar de todos mis maltratos.
-No fue nada. Sólo supe ver detrás de tu fachada -dijo el ojiverde con una sonrisa -Además, bueno...yo....me dijeron que era lo que pasaba entre tu y draco y..
-Está bien -dijo ella desestimando el tema con un movimiento de su mano -No es importante eso. Sólo quería agradecerte por comportarte tan bien conmigo.
-Entonces...¿amigos? -ofreció Harry extendiendo la mano.
-Amigos -declaró Lizeth tomándola -Será gracioso el rostro de Granger cuando se entere.
-Peor va a ser el de Ron, no te preocupes.
-Lo sé.
****************
Narcissa se había quedado observando la puerta por la que salió Lizeth, sin reparar en que estaba sola, con Sirius Black, en su habitación. No comprendía bien que había querido decir Lizeth con "esto va a ser divertido", pero estaba segura de que no iba a gustarle.
Sirius, apreció la preocupación en el rostro de su prima y se acercó a ella, intentando silenciar la voz interior que le decía que olvide el hecho de ser parientes y que haga lo que verdaderamente quiso hacer toda su vida...besarla y amarla.
-¿Crees que haya dicho de verdad lo de matar a Lucius? -preguntó al fin Narcissa.
-Por su bien, espero que no. -respondió Sirius -Porque no hay manera de que lo logre sin salir lastimada o en Azkaban.
-Tengo miedo Sirius.
-No... -susurró abrazándola -No va a sucederle nada, te prometo cuidar de ella.
-No sólo tengo miedo por ella, también por Draco. No me gusta su nueva actitud. Además, no hay manera de que una persona normal se pueda sobreponer de la noche a la mañana a una violación.
-¿QUÉ? -le gritó Sirius soltándo el abrazo -¿LUCIUS MALFOY HIZO QUE COSA?
-Tranquilízate. Ya me escuchaste. Lucius la violó. No la obligó, como todos creen. Por favor no lo divulgues.
-Claro que no. -dijo Sirius -No te preocupes por ella, yo la voy a cuidar, de verdad. Como cuando lo hacía contigo y Andrómeda, ¿recuerdas?
-Como olvidarlo -susurró Narcissa hundiéndose en la mirada azul de Sirius.
******************************
Después de hablar con Harry durante un tiempo mas, Lizeth le pidió a Draco que ingrese a la habitación. El rubio seguía demasiado confundido, por lo que ella le pidió que se siente e hizo lo mismo frente a él.
-¿Qué piensas? -dijo Lizeth luego de un arto, rompiendo el silencio.
-¿Me odias, verdad?
-No. Para ser sincera...me das lástima. Pero no te odio.
-Genial -murmuró Draco.
-Hay algunas cosas que quiero preguntarte, Draco. -dijo Lizeth, recibiendo un asentimiento -No nos llevabamos mal antes de llegar a Hogwarts. De hecho, pensé que hasta iba a ser posible que me enamorara de ti en algún momento de mi vida. ¿Qué pasó para que cambiaras tanto?
-Me enfurecí cuando el Sombrero te mandó a Gryffindor. Me volví loco al pensar que ibas a estar con esos imbéciles sin cerebro.
-No me engañas. Ese no es un motivo lo suficientemente válido para que me trataras como lo hiciste.
-Yo...yo...
-Draco...que te estoy dando la posibilidad de que seas sincero conmigo. Si no quieres hacerlo, bien. No lo hagas. Pero yo tampoco voy a serlo contigo. Sé que quieres saber que pasó en la Mansión y vas a tener que preguntarle a tu padre, sabiendo que no vas a recibir la verdad como respuesta.
-Vamos...no seas ridícula.
-No voy a decirte nada, si no me das un buen motivo. Y no me vas a doblegar, Draco. Si te atreves a acercarte a mí con otras intenciones que no sean las de un gesto cariñoso, vas a recibir un hermoso Cruciatus.
-No te atreverías.
-Pruébame.
-Está bien. -concedió Draco -No quería que...me dio terror que....yo..
-Dracooooo
-¡¡NO TE QUERÍA CERCA DE POTTER!! ¿DE ACUERDO? ¡¡Y SIGO PENSANDO LO MISMO!! ¡¡NO QUIERO QUE TE ACERQUES A ÉL!!
-Bueno, bueno, tranquilo. -dijo Lizeth con una sonrisa -No es necesario que te pongas así. Harry y yo somos amigos, nada mas.
-El me dijo que lo habías rechazado.
-Ah...si, pero lo acepté hace unos minutos.
-¿Estás enamorada de él? -preguntó Draco con un hilo de voz.
-No. Y, deja de preocuparte, porque él está interesado en alguien mas.
-¿Quién?
-No importa. En fin, ¿Qué quieres saber?
-Quiero que me cuentes lo que sucedió en mi casa. Todo.
Lizeth relató todos los hechos, uno por uno, de principio a fin, con detalles incluídos. Le contó, de cabo a rabo, todo lo que había sucedido entre su padre y ella, apeciando los cambios en la actitud del rubio.
A medida que Draco escuchaba lo que su novia decía, la furia y necesidad de venganza corrían por sus venas a una velocidad alarmante. Su rostro estaba rojo, furioso, como nunca antes se lo había podido apreciar, y Lizeth supo que no iba a decansar hasta que su padre pague por lo hecho.
-Draco, cálmate. -pidió Lizeth cuando el rubio tiró un jarrón contra una pared.
-¿C"MO DEMONIOS QUIERES QUE ME CALME CUANDO EL MUY MALDITO OS" A PONERTE SUS MANOS ENCIMA SIN TU CONSENTIMIENTO?
-Draco, por favor...
-¡VOY A MATARLO!
-No draco, a mí no me importa, de verdad -dijo ella acercándose.
-¡¿C"MO QUE NO TE IMPORTA?! -Tan enfurecido estaba que no se dio cuenta de que Narcissa y Sirius habían ingresado por una puerta, mientras Harry y Severus por la otra -¡TE VIOL" LIZETH!
-Ya lo sé, Draco. Pero cálmate, por favor.
-¡¡VA A SUPLICAR POR SU MALDITA Y MISERABLE VIDA ANTES DE QUE ACABE CON ÉL!!
-¡BASTA! -le gritó la rubia.
Lizeth se acercó a él y le tomó la cara con sus dos manos, haciendo lo primero que se le vino a la mente. Lo besó. Lo besó con fiereza, intentando calmarlo y que se enfoque solamente en ella.
Poco a poco, Draco sucumbió ante esa boca que reclamaba su atención y rodeó con sus brazos la cintura de Lizeth, apretándola contra él. Demostrándole que él siempre iba a estar con ella, y que nadie le iba a hacer daño de nuevo.
Diversas reacciones fueron las que sufrieron los testigos del beso. Severus Snape se mostró complacido y se permitió una pequeña sonrisa, que desapareció tan pronto como vio el rostro de HArry Potter.
El moreno estaba desencajado. Primero se había enterado que Lizeth había sido víctima de un acto atroz, y después, al verlos besarse de ese modo, la furia dio paso a la mayor de las trsitezas. Aunque sonrió, porque las cosas eran como deberían ser.
Narcissa se vio preocupada. estaba segura de que no se amaban, pero no se veían mal juntos y tal vez, sólo tal vez, podían llegar a mentaner una buena relación. Además, Draco había amenazado con matar a su padre. Y, aunque eso era demasiado preocupante, supo que no le iba a hacer mas daño a Lizeth. La historia de su propio matrimonio no se iba a repetir.
Y Sirius, sin saber por que, le dolió verlos besándose. Había sido un estúpido al imaginarse a sí mismo despertando conLizeth entre sus brazos cada mañana. Era mas que obvio que ella estaba enamorada de Draco, su prometido. Y su corazón sintió el mismo dolor que cuando se enteró del compromiso de Narcissa con Lucius Malfoy.
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ESO ES TODO POR AHORA...
ESPERO QUE LO HAYAN DISFRUTADO. A MI ME GUSTO, AUNQUE NO QUED" COMO ESPERABA.
LES MANDO UN BESO
DEJENME SUS REVIEWS...PORFIS...
BESOS
Gala.
