Libertad de Expresión IX –Envidia-

-Psyduck054-

"Inteligente" volvió a aparecer en el lugar, aún un poco mareada y sin su total capacidad. El tiempo que Raven había podido permanecer tranquila y leyendo, sirvió lo suficiente para opacar el efecto que la esencia de "Amor" le provocaba a la personalidad de capa amarilla. Miró al grupo de chicas sentadas a un costado del largo camino y avanzó hacia ellas analizando los distintos estados…

"Tímida" parecía más avergonzada de lo normal, usaba su capucha, algo muy inusual en ella, mientras escuchaba las confortadoras palabras de "Paciente", quien trataba de calmar los resultados de sus acciones. "Feliz" no demostraba en lo absoluto el estado que la caracteriza, miraba al suelo pensativa y distante, mientras suspiraba hondamente. "Valiente" observaba a sus compañeras de brazos cruzados enfadada.

La personalidad de anteojos se acercó al grupo. Aclarándose la voz se hizo notar entre el silencio reinante, captando la atención de las cuatro chicas…

-¿Qué sucede? –

-"Tímida" tiene una colección de miedos y dudas. – Respondió "Valiente" señalando con su mano a la aludida, en un gesto despectivo.

-¿Cuándo no los tiene? – Preguntó "Inteligente" sonriendo. –Y a ustedes dos… ¿Qué les pasa? –

-Nada. – Fingió "Feliz", pero al darse cuenta que no le creía ni una palabra, reformuló –Las cosas no salieron como debieron salir. –

-Pero… todavía se pueden cambiar algunas cosas… -

-No lo creo… -

-Es lo que yo digo! – Exclamó "Valiente" acercándose a "Inteligente" –Debemos hacer que olvide esos tontos miedos!.... –

-Hay razones por las cuales… -

-No me cuentes esa historia! La oí suficientes veces. –

-Pero es real… -

Las cinco presentes observaron a la portadora de la nueva voz. "Envidia" se acercaba al lugar, fijando su fría y odiosa mirada en "Inteligente" Las personalidades intentaron omitirla y continuar con la conversación, pero el aire helado y sombrío que adquiría el lugar con la recién llegada, era demasiado denso para ignorar…

-¿Qué quieres? –

-Si no pueden escuchar al lado 'supuestamente' inteligente, tendrán que escucharme a mí. –

-Disculpa, pero no soy "supuestamente" Inteligente, SOY "Inteligente". –

-Pues a veces no lo pareces. –


-Raven! No puedo poner algo tan directo. – Exclamó Robin frustrado. Raven se cruzó de brazos echándose hacia atrás en la silla y mirando al líder con un aire de superioridad…

-¿Cuál es el problema? Es lo que quieres decir. –

-Sí, pero hay que ser sutiles. –

-Da igual. Si quieres puedes quitar la parte de "Tontos" –

-Obvio que voy a sacarlo. –

-Si lo haces demasiado complicado nadie va a entenderte. –

-Si lo hago muy directo la gente va a ofenderse. –

-Esto no tiene sentido, hacer un discurso para que a los ciudadanos se les borre el mensaje nefasto de la televisión usando el mismo medio intoxicante. –

-Necesito agua… -

Robin se levantó de su lugar y caminó fuera de la habitación negando con la cabeza frustrado. Después de haber pasado una hora tratando de escribir el discurso, solo habían podido ponerse de acuerdo en lo que debían decir, el problema era '¿Cómo?' ambos tenían eficaces pero muy distintos modos de expresarse, él prefería la diplomacia, pero ella quería hacerlo fácil, rápido y directo, sin tiempo que perder en introducciones.

En la cocina encontró a Chico Bestia a y Cyborg discutiendo, mientras Starfire trataba de calmarlos con una obvia preocupación por el modo violento que sus amigos usaban para hablarse. Robin se interpuso entre ambos separándolos…

-¿Qué les pasa? Tendrían que estar trabajando. –

-Él empezó! – Gritaron los dos señalándose acusadoramente.

-¿Por qué están pelando? –

-No presta atención a nada! Tiene la cabeza en cualquier lado!! –

-Eso no es cierto! –

-Te golpeaste diez veces con la mesa antes de darme las herramientas, si no es distracción es que eres un tonto! –

-Fue culpa de la mesa… -

-Chicos! Esta discusión no tiene sentido, vamos tenemos que trabajar. –

-Yo me rehúso a seguir trabajando así. – Robin se masajeó la frente, pensando en una rápida solución para el problema.

-Chico Bestia, ¿Quieres venir a hacer el discurso con nosotros? –

-Yo no soy bueno para las palabras, Rob. –

-Tampoco pareces ser bueno para esto. –

-Ese fue un golpe bajo. –

-¿Quieres que Raven lo reemplace? –

-No va a ser necesario. Ya estamos terminando, ¿Cómo va ese discurso? –

-Mal. Todavía no lo hemos escrito. –

-Deben apurarse, en menos de media hora terminaremos con las señales. – Robin asintió con la cabeza y continuó camino hacia la heladera para sacar la botella de agua. Cyborg se retiró para seguir trabajando, dejando a los otros tres titanes en la cocina-living.

-Entonces… ¿Qué debo hacer? – Preguntó Chico Bestia algo confundido.

-Nos ayudarás con el discurso. – Se sirvió el vaso de agua mirando a su amigo, notando la leve perturbación en el más joven de los titanes -¿Qué sucede? –

-Nada! – Se defendió sonriendo nervioso. –Iré a… ver como… me voy… - Caminando hacia atrás entró al pasillo de las habitaciones. Cabizbajo y pensativo, no advirtió a la chica encapuchada a un costado del pasillo oculta en las sombras del lugar y de su propia vestimenta.

Viendo a su compañero desaparecer tras la puerta de la habitación de Robin, Raven se dirigió al living omitiendo a sus preocupadas personalidades que exclamaban distintas reacciones al notar el nerviosismo de Chico Bestia. Al abrir la puerta, la mayoría de las voces se suprimieron, quedando solo la opinión resentida de una recientemente aparecida "Envidia". Sus ojos, inexpresivos, se fijaron en sus dos compañeros y permaneció contemplándolos por unos minutos, escuchando los reproches y reprobaciones de su personalidad envidiosa…

-"Que molesto espectáculo!" – Sentenció "Envidia" –"Estamos en medio de una crisis y míralo! ¡Vaya líder tenemos!" –

Starfire solo trataba de levantarle el ánimo al agotado líder del grupo, quien agradecido le sonreía a su compañera con afecto, mientras un leve rubor se formaba en las mejillas de ambos. Robin se sonrojó aún más, probablemente por alguna pregunta de su amiga y se rascó detrás de la cabeza nervioso…

-"Ahora se comportan como niños de primaria… Deberías hacer algo…" –

Apenada, Star miró al suelo y continuó con alguna frase que había comenzado, pero le avergonzaba demasiado decirla mirando a Robin a los ojos. Él le sonrió y la abrazó de un modo confortador mientras la chica apoyaba su cabeza en el hombro derecho de su amigo…

-"Tanta cursilería me empalaga… Es mejor irse de aqu" –

-Tomaré agua después… - Murmuró Raven usando el mismo tono frío y resentido que escuchaba en su mente. Volvió a caminar por el pasillo, repensando en las palabras que cruzaron por su mente al observar a sus compañeros de equipo. Reconocía a "Envidia" detrás de esas hostiles frases -¿Por qué habría de sentir Envidia? – Pensó desechando los anteriores pensamientos…

-"Quizás porque ves algo que jamás podrás tener…" - Raven negó con la cabeza, llegando a la habitación de Robin. Suspiró melancólica mientras la puerta metálica le abría camino. –El problema es que Sí tengo esos sentimientos… -

Avanzó sentándose en el mismo lugar que ocupaba antes, justo frente a Chico Bestia, quien no la escuchó entrar o simplemente la ignoraba, fijando su mirada en el suelo…


Casi una hora después el discurso estaba más o menos armado. Ninguno de los tres estaba conformes con el resultado del mensaje, pero no tenían más tiempo para rehacerlo. Robin acomodó la hoja en una carpeta aliviado de haber finalizado una parte del plan y junto a sus dos compañeros salieron de la habitación.

Cyborg se sintió más que serenado al ver entrar a sus amigos, una historia más sobre las costumbres de Tamaran y el hombre mitad robot no respondería de sus acciones. Star sonrió feliz, esperanzada del funcionamiento de la idea de Chico Bestia, olvidando por completo su historia inconclusa…

-¿Todo listo? – Preguntó Robin

-Todo en orden. Solo colócate… - Antes que terminara de indicar las luces de la torre parpadearon en un tono rojo, mientras la estridente sirena resonó en el ambiente. Los cinco Titanes se miraron entre ellos sorprendidos, antes que Raven atendiera la llamada.

-Les dije que nos llamarían cuando nos necesitaran. – En la pantalla gigante apareció el mapa de la ciudad, con cinco puntos rojos titilantes en distintos puntos de la metrópoli y otros más pequeños en lugar céntricos. Robin analizó cada uno de los puntos pensando en una rápida estrategia.

-Plasmus, Cynderblock, Sobrecarga, los HIVE y todo un ejército de los robots de Slade. – Anunció Raven apretando los botones de la computadora. –Mambo y otros ladrones "menores" por toda la ciudad. Parece que tendremos mucho trabajo. –

-Tendremos que separarnos para cubrir más. – Robin señaló el punto Norte, mirando a Starfire –Star, ocúpate de Plasmus en el Norte. –

-De acuerdo, Robin. –

-Cyborg, encárgate de Gizmo, Jinx y Mammoth en el este. – Giró hacia Raven moviendo su mano al oeste. –Raven, Sobrecarga no será problema. – Observó los otros dos puntos pensando –No creo que Chico Bestia pueda solo con Cynderblock... mucho menos cuando está actuando tan extraño… -

-Viejo, no hay problemas. Dónde están esos robots podrás conseguir alguna pista sobre Slade. –

-Pero… -

-Puedo encargarme de Cynderblock solo. – Robin asintió, no muy seguro de la idea. –

-De acuerdo. Titanes, al ataque! –

Mientras tres de los titanes salían corriendo hacia los puntos que les correspondían, Raven detuvo a Chico Bestia antes que saliera junto a los otros…

-Yo iré con Cynderblock. – Le dijo sin intenciones de oír ninguna objeción.

-Claro que no! – Exclamó él adelantándose hacia la puerta. –Yo puedo con ese cabeza de piedra.

Raven voló hasta estar frente a él, sin dejarlo pasar. Su –generalmente- inexpresivo rostro, mostraba una profunda preocupación por su compañero mientras lo observaba fijamente…

-Si tanto insistes….. solo procura no ser tan tonto de dejarte lastimar. –

Diciendo eso último, levantó vuelo hacia el oeste. Chico Bestia la miró distanciarte, sonriendo débilmente…

-Que forma original de pedirme que me cuide… -

CONTINUAR

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