3. CAPITULO: Las clases
La primera clase que tuvimos fue la de pociones. Snape era el profesor de esta materia. Y estábamos con los de Ravenclaw. Entró en clase con aire de superioridad. Y en cuanto me vio dijo:
Vaya, vaya. aquí tenemos a la pequeña Pommiers. hija de Julie, ¿sabes? Tu madre y yo fuimos muy buenos amigos. y tu tía y yo lo seguimos siendo, aunque a veces tengamos algo de competencia por el trabajo.
Me puse roja. No le había dicho a nadie que mi tía era Minerva McGonagall. Empezarían con chorradas como el favoritismo y esas cosas. Aunque eso sinceramente era una chorrada ya que, la preferida de mi tía era mi hermana Cecile, acababa de acabar sus estudios y estaba en la universidad de Londres estudiando para profesora de Transformación. (No es de extrañar que sea su preferida.)
Bien, empecemos la clase. Tomen apuntes de esto.
Empezó a dictar como hacer una poción sobre no sé que tema. La siguiente clase fue de Adivinación. Menos mal que estaba con Lavender, Harry, Ron y Parvati para poder ir a clase porque sino. me perdería. La clase de adivinación estaba en una de las torres. Y en cuanto entré me dieron ganas de volver a salir. El calor de allí dentro era sofocante. me senté en una mesa con Lavender y Parvati. La profesora entró y se fijó en mí.
Mira por donde. Galatea, nuestra nueva alumna. Un placer tenerla aquí. Ya me dijo Madame Maxime que a usted se le daba muy bien esta materia.
Eeee. sí. Saqué muy buena nota en los exámenes el año pasado.
Bien. queridos alumnos, este trimestre estudiaremos sobre el viento.
Se oyeron rumores.
Sí habéis oído bien. el viento, un bonito y fuerte elemento. Hay que saber entender lo que nos dice. Esa brisa de otoño, lo que nos demuestra, nos trae y nos avisa. Por favor Potter léanos las primeras hojas del libro. Página 12.
Cuando Harry leyó todo el capítulo la profesora dijo:
Por favor bajen al jardín, hoy hace un día perfecto.
Todos bajamos y me alegré de salir de esa estancia. Todavía quedaba media hora de clase. Hacía un día precioso. El cielo estaba algo nublado pero se estaba bien, y había una suave brisa.
Coger el libro en la página 14. ¿No consiguen interpretar nada de lo que les dice esta suave brisa?
Nadie hablaba y todo el mundo trataba de escuchar lo que a cada uno le decía el viento. De repente oí algo. Como un silbido, era algo así como. "sígueme." pero cuando intenté concentrarme más, Ron me dio un empujón y caí al suelo y él encima mío. Harry había sido el que le había empujado.
Lo siento, no fue culpa mía, Harry me empujó.
Tranquilo, no pasa nada.
Lo malo era que ya había perdido toda concentración. Volvimos al castillo.
Esa noche en la sala común le dije a Hermione lo que creía haber oído con la brisa, pero me dijo que solo eran imaginaciones mías.
Es muy poco supersticiosa con lo que se refiere a la adivinación. El año pasado abandonó la clase y odia todo lo que tiene que ver con esa materia. Perdón, no me he presentado mi nombre es Seamus Finnigan. ¿Tú eres la nueva verdad? Galatea. me gusta tu nombre.
Pues a mí no. No me gusta nada.
Pues peor para ti, porque es precioso.
Bueno, lo siento pero tengo que irme, estoy cansada y. me duele la cabeza.
Cuando llegué al dormitorio Lavender estaba sentada en la cama. Me miró muy mal y me dijo:
Oye Galatea, me parece bien que seas la nueva aquí y que no sepas nuestras costumbres, mira, Seamus es mío y no conseguirás quitármelo.
Lo siento Lavender, no sabía que te gustase. Pero solo estaba hablando con él. Y la verdad, no me atrae para nada, aunque no te niego que me parece un chaval muy majo.
Amm, lo siento, pero es que llevo un día horrible. Y soy muy celosa.
¿Pero Seamus sabe que le gustas?
¡NO! Y tampoco se va a enterar.
Con esto dejó zanjada nuestra conversación y se metió a la cama.
El jueves a las 23.30 tuvimos nuestra primera clase de astrología. Estaba muy emocionada. Esta clase la teníamos que compartir con los de Slytherin. Llegué con 10 minutos de antelación. Allí todavía no había nadie. Miré hacia arriba y una estrella fugaz pasó ante mis ojos. Pedí un deseo. Unos pocos minutos más tardes Ron y Harry aparecieron. Iban hablando del próximo partido de quidditch. Los dos al verme se me quedaron mirando, como esperando a que yo dijera algo.
Esto. ¿las clases de astrología son interesantes?- solo se me ocurrió eso.
Pues. no sé sí, puedes descubrir muchas cosas, y entretenerte, pero. a mi me aburre un poco.- Me dijo Harry.
Oímos unas voces y aparecieron todos los alumnos restantes. La profesora llegó con cinco minutos de retraso.
Discúlpenme. He tenido un inconveniente. Por eso me he retrasado. Bien, comencemos, cojan su telescopio. Aquella estrella que ven allá es la estrella Trahidal. A ella se le invocan muchas cosas, y por la forma en la que brilla se puede saber si va a hacer bueno o malo. Hoy Marte está muy brillante. eso quiere decir que habrá problemas. ¡venga! Apunten todo lo que acabo de decir.
La clase duró asta la 1 de la madrugada. Y todos recogimos nuestras cosas y nos dirigimos a nuestras casas, cuando de repente Malfoy me agarró del brazo y me dijo:
Oye Galatea, ¿no te apetece venir a dar un paseo por el bosque prohibido?
Pues. la verdad es que no. Estoy cansada y no me hace ninguna gracia estar rondando por hay a estas horas de la noche.
Bien, tú te lo pierdes.
¿Qué me voy a perder tu compañía? ¡Qué desgracia!
No te pases de lista con migo.- me miró amenazadoramente. Lavender y Parvati tenían razón, menuda mirada.
Me fui de allí dejándolo mal y solo. Yo no era unas de las que son fáciles de llevar al huerto, a mí sin cosas bonitas, nada. Cuando llegué Ron me estaba esperando en frente del cuadro de la señora gorda.
¿Qué te ha dicho Malfoy?
Que fuese a dar una vuelta con él. ¡Tiene huevos para preguntarme eso! ¿No se me ve que estoy cansada?
Oye. yo te quería hacer una pregunta. esto que. bueno nada olvídalo.
La primera clase que tuvimos fue la de pociones. Snape era el profesor de esta materia. Y estábamos con los de Ravenclaw. Entró en clase con aire de superioridad. Y en cuanto me vio dijo:
Vaya, vaya. aquí tenemos a la pequeña Pommiers. hija de Julie, ¿sabes? Tu madre y yo fuimos muy buenos amigos. y tu tía y yo lo seguimos siendo, aunque a veces tengamos algo de competencia por el trabajo.
Me puse roja. No le había dicho a nadie que mi tía era Minerva McGonagall. Empezarían con chorradas como el favoritismo y esas cosas. Aunque eso sinceramente era una chorrada ya que, la preferida de mi tía era mi hermana Cecile, acababa de acabar sus estudios y estaba en la universidad de Londres estudiando para profesora de Transformación. (No es de extrañar que sea su preferida.)
Bien, empecemos la clase. Tomen apuntes de esto.
Empezó a dictar como hacer una poción sobre no sé que tema. La siguiente clase fue de Adivinación. Menos mal que estaba con Lavender, Harry, Ron y Parvati para poder ir a clase porque sino. me perdería. La clase de adivinación estaba en una de las torres. Y en cuanto entré me dieron ganas de volver a salir. El calor de allí dentro era sofocante. me senté en una mesa con Lavender y Parvati. La profesora entró y se fijó en mí.
Mira por donde. Galatea, nuestra nueva alumna. Un placer tenerla aquí. Ya me dijo Madame Maxime que a usted se le daba muy bien esta materia.
Eeee. sí. Saqué muy buena nota en los exámenes el año pasado.
Bien. queridos alumnos, este trimestre estudiaremos sobre el viento.
Se oyeron rumores.
Sí habéis oído bien. el viento, un bonito y fuerte elemento. Hay que saber entender lo que nos dice. Esa brisa de otoño, lo que nos demuestra, nos trae y nos avisa. Por favor Potter léanos las primeras hojas del libro. Página 12.
Cuando Harry leyó todo el capítulo la profesora dijo:
Por favor bajen al jardín, hoy hace un día perfecto.
Todos bajamos y me alegré de salir de esa estancia. Todavía quedaba media hora de clase. Hacía un día precioso. El cielo estaba algo nublado pero se estaba bien, y había una suave brisa.
Coger el libro en la página 14. ¿No consiguen interpretar nada de lo que les dice esta suave brisa?
Nadie hablaba y todo el mundo trataba de escuchar lo que a cada uno le decía el viento. De repente oí algo. Como un silbido, era algo así como. "sígueme." pero cuando intenté concentrarme más, Ron me dio un empujón y caí al suelo y él encima mío. Harry había sido el que le había empujado.
Lo siento, no fue culpa mía, Harry me empujó.
Tranquilo, no pasa nada.
Lo malo era que ya había perdido toda concentración. Volvimos al castillo.
Esa noche en la sala común le dije a Hermione lo que creía haber oído con la brisa, pero me dijo que solo eran imaginaciones mías.
Es muy poco supersticiosa con lo que se refiere a la adivinación. El año pasado abandonó la clase y odia todo lo que tiene que ver con esa materia. Perdón, no me he presentado mi nombre es Seamus Finnigan. ¿Tú eres la nueva verdad? Galatea. me gusta tu nombre.
Pues a mí no. No me gusta nada.
Pues peor para ti, porque es precioso.
Bueno, lo siento pero tengo que irme, estoy cansada y. me duele la cabeza.
Cuando llegué al dormitorio Lavender estaba sentada en la cama. Me miró muy mal y me dijo:
Oye Galatea, me parece bien que seas la nueva aquí y que no sepas nuestras costumbres, mira, Seamus es mío y no conseguirás quitármelo.
Lo siento Lavender, no sabía que te gustase. Pero solo estaba hablando con él. Y la verdad, no me atrae para nada, aunque no te niego que me parece un chaval muy majo.
Amm, lo siento, pero es que llevo un día horrible. Y soy muy celosa.
¿Pero Seamus sabe que le gustas?
¡NO! Y tampoco se va a enterar.
Con esto dejó zanjada nuestra conversación y se metió a la cama.
El jueves a las 23.30 tuvimos nuestra primera clase de astrología. Estaba muy emocionada. Esta clase la teníamos que compartir con los de Slytherin. Llegué con 10 minutos de antelación. Allí todavía no había nadie. Miré hacia arriba y una estrella fugaz pasó ante mis ojos. Pedí un deseo. Unos pocos minutos más tardes Ron y Harry aparecieron. Iban hablando del próximo partido de quidditch. Los dos al verme se me quedaron mirando, como esperando a que yo dijera algo.
Esto. ¿las clases de astrología son interesantes?- solo se me ocurrió eso.
Pues. no sé sí, puedes descubrir muchas cosas, y entretenerte, pero. a mi me aburre un poco.- Me dijo Harry.
Oímos unas voces y aparecieron todos los alumnos restantes. La profesora llegó con cinco minutos de retraso.
Discúlpenme. He tenido un inconveniente. Por eso me he retrasado. Bien, comencemos, cojan su telescopio. Aquella estrella que ven allá es la estrella Trahidal. A ella se le invocan muchas cosas, y por la forma en la que brilla se puede saber si va a hacer bueno o malo. Hoy Marte está muy brillante. eso quiere decir que habrá problemas. ¡venga! Apunten todo lo que acabo de decir.
La clase duró asta la 1 de la madrugada. Y todos recogimos nuestras cosas y nos dirigimos a nuestras casas, cuando de repente Malfoy me agarró del brazo y me dijo:
Oye Galatea, ¿no te apetece venir a dar un paseo por el bosque prohibido?
Pues. la verdad es que no. Estoy cansada y no me hace ninguna gracia estar rondando por hay a estas horas de la noche.
Bien, tú te lo pierdes.
¿Qué me voy a perder tu compañía? ¡Qué desgracia!
No te pases de lista con migo.- me miró amenazadoramente. Lavender y Parvati tenían razón, menuda mirada.
Me fui de allí dejándolo mal y solo. Yo no era unas de las que son fáciles de llevar al huerto, a mí sin cosas bonitas, nada. Cuando llegué Ron me estaba esperando en frente del cuadro de la señora gorda.
¿Qué te ha dicho Malfoy?
Que fuese a dar una vuelta con él. ¡Tiene huevos para preguntarme eso! ¿No se me ve que estoy cansada?
Oye. yo te quería hacer una pregunta. esto que. bueno nada olvídalo.
