4. CAPITULO: Un cambio y la proposición para una cita
Se notaba que Malfoy estaba interesado en mí, y que Ron me quería decir algo, pero, tenía mucho entrenamiento con los chicos, y sabía que querían todo lo que no podían conseguir. Así que yo tenía que seguir así como si no me interesara ninguno de los dos. Hermione y yo una noche nos quedamos hablando largas horas.
-Dime Gal, ¿a ti no te interesa ninguno de este colegio?
-Pues, sí. Pero no quiero decir nada, porque luego pierde su interés. ¿Y a ti no te gusta nadie?
-Pues. sí pero es un amor imposible.
-¿Quién? Dime que no digo nada.
-Pues. ¡pero júrame que no dirás nada! Pues me gusta un poco.Cedric Diggory.
-¿¿¿Sí??? Pues para dentro de una semana más o menos vas a estar saliendo con él. Te lo prometo, soy una verdadera cupido.
-¡NO! No serás capaz de hacerme esto. No le digas nada a nadie.
-Mira Hermione no puedes quedarte sentada esperando a que él se de cuenta de que tú quieres salir con él. Lo que tienes que hacer es reaccionar o si no otra se te adelantará y te lo robará.
-Sí, sí, tienes razón Gal, haz lo que tengas o lo que quieras hacer para que Diggory y yo salgamos. - Me guiñó un ojo.
Y las dos nos quedamos dormidas. Ella ahora tenía una esperanza, una ilusión de levantarse a las mañanas. Igual era para verle, o para salir con él. O simplemente el hecho de que ahora tenía más confianza en sí misma. No sabía con seguridad qué era, solo sabía que Hermione había cambiado, y no era la única que lo había notado. Ron y Harry, un día vinieron a hablarme mientras yo estaba en la biblioteca leyendo acerca de las sirenas. Para un trabajo que teníamos que hacer para Hagrid.
- Gal, necesitamos saber lo que le has dicho o echo a Hermione. Esta mucho más alegre que normalmente y ya casi no viene a la biblioteca. ¿Qué has hecho?
- Le he dado esperanza. Solo le he dicho que le conseguiría una cita con el chico que le gusta.
- ¿Y quién le gusta?
- Eso es un secreto entre chicas.
- Bueno pues yo también quiero una cita con la que me gusta.- Me dijo Harry.
-¿Y quién es?
Bajo el tono y en un susurro para que solo lo oyera yo me dijo:
-Cho, pero también siento algo por Ginny. Así que no lo tengo claro.
-A... pues tú verás.
Ron se me quedó mirando, y de repente se le pusieron las mejillas rojas y al ver que yo me había dado cuenta de eso se dio la vuelta y se fue. Harry lo miró y me dijo:
-Es que al chaval le gustas pero no sabe como decírtelo. Así que te lo digo yo. Ahora si quieres algo con él díselo, pero si nada, dímelo a mí.
-Pues, la verdad es que no lo sé, me lo tendré que pensar.
Y Harry y yo salimos de la biblioteca. Nos encontramos con Malfoy que iba con Crabbe.
- Hombre aquí vienen el cara rajada y ricitos de oro.
-Disculpa pero no soy rubia. - Le dije, y le miré con cara de asco.- ¡Mira Harry! Aquí está cara rata teñido y una bolita andante.- Harry me miró y los dos nos empezamos a reír.
Nos fuimos de allí mientras nos seguíamos riendo. Malfoy me miró con odio. Y Crabbe me miró sin entender.
-¡Buena broma Gal! JAJAJA. Nunca pensé que podría ver a Malfoy mirar con odio a otra persona que no fuera yo.
-Sí, el pobre fijo que pensaba que él a mi me gustaba, y. ahora se ha quedado pillado. ¡Que se joda!
Fuimos al gran comedor a cenar y al volver cada uno a nuestras respectivas salas comunes me encontré con Cedric, iba solo, como con la mente en otro sitio. Y como yo también iba sola decidí ir a presentarme.
-Hola, ¿tú eres Cedric Diggory, no?
-Sí y tu eres la nueva, la de Beauxbatons, ¿como te llamabas? -Galatea Pommiers.
-Ah. yo conozco a una Pommiers, se llama Cecile. ¿La conoces de algo?
-Sí es mi hermana. ¿De qué la conoces?
-Nada pasé un verano con ella, era mi profesora de francés.
-Cedric, yo no venía a hablar de mi hermana. Es que verás. Hay a una amiga mía a quién le gustas. Pero no se atreve a decírtelo, así que aquí estoy yo para hacer el recado.
-¿Y quién esa amiga tuya?
-Pues, es muy guapa, tiene un pelo precioso, es muy simpática y es brillante.
-¿Va a tu curso?
-Sí. Se llama Hermione, la amiga de Potter.
-Ah. sí ya sé quién es. Pues, no está mal. Bien, cuando me la encuentre la invitaré a salir un día.
-Bueno, me tengo que ir, que tengo que volver.
-Bien, pues dale recuerdos a tu hermana de mi parte.
-Hasta otra.
Salí corriendo para contárselo a Hermione. Estaba como si se hubiera tomado un café. No podía parar, de saltar, brincar, chillar y de todo.
A la mañana siguiente a la hora de almorzar vino corriendo y me dijo:
- Tengo una cita con el tío más bueno del colegio. He quedado con Cedric el viernes a la noche en el bosque prohibido. A las 21.00 horas. ¿Tú me acompañaras asta el bosque verdad?
Se notaba que Malfoy estaba interesado en mí, y que Ron me quería decir algo, pero, tenía mucho entrenamiento con los chicos, y sabía que querían todo lo que no podían conseguir. Así que yo tenía que seguir así como si no me interesara ninguno de los dos. Hermione y yo una noche nos quedamos hablando largas horas.
-Dime Gal, ¿a ti no te interesa ninguno de este colegio?
-Pues, sí. Pero no quiero decir nada, porque luego pierde su interés. ¿Y a ti no te gusta nadie?
-Pues. sí pero es un amor imposible.
-¿Quién? Dime que no digo nada.
-Pues. ¡pero júrame que no dirás nada! Pues me gusta un poco.Cedric Diggory.
-¿¿¿Sí??? Pues para dentro de una semana más o menos vas a estar saliendo con él. Te lo prometo, soy una verdadera cupido.
-¡NO! No serás capaz de hacerme esto. No le digas nada a nadie.
-Mira Hermione no puedes quedarte sentada esperando a que él se de cuenta de que tú quieres salir con él. Lo que tienes que hacer es reaccionar o si no otra se te adelantará y te lo robará.
-Sí, sí, tienes razón Gal, haz lo que tengas o lo que quieras hacer para que Diggory y yo salgamos. - Me guiñó un ojo.
Y las dos nos quedamos dormidas. Ella ahora tenía una esperanza, una ilusión de levantarse a las mañanas. Igual era para verle, o para salir con él. O simplemente el hecho de que ahora tenía más confianza en sí misma. No sabía con seguridad qué era, solo sabía que Hermione había cambiado, y no era la única que lo había notado. Ron y Harry, un día vinieron a hablarme mientras yo estaba en la biblioteca leyendo acerca de las sirenas. Para un trabajo que teníamos que hacer para Hagrid.
- Gal, necesitamos saber lo que le has dicho o echo a Hermione. Esta mucho más alegre que normalmente y ya casi no viene a la biblioteca. ¿Qué has hecho?
- Le he dado esperanza. Solo le he dicho que le conseguiría una cita con el chico que le gusta.
- ¿Y quién le gusta?
- Eso es un secreto entre chicas.
- Bueno pues yo también quiero una cita con la que me gusta.- Me dijo Harry.
-¿Y quién es?
Bajo el tono y en un susurro para que solo lo oyera yo me dijo:
-Cho, pero también siento algo por Ginny. Así que no lo tengo claro.
-A... pues tú verás.
Ron se me quedó mirando, y de repente se le pusieron las mejillas rojas y al ver que yo me había dado cuenta de eso se dio la vuelta y se fue. Harry lo miró y me dijo:
-Es que al chaval le gustas pero no sabe como decírtelo. Así que te lo digo yo. Ahora si quieres algo con él díselo, pero si nada, dímelo a mí.
-Pues, la verdad es que no lo sé, me lo tendré que pensar.
Y Harry y yo salimos de la biblioteca. Nos encontramos con Malfoy que iba con Crabbe.
- Hombre aquí vienen el cara rajada y ricitos de oro.
-Disculpa pero no soy rubia. - Le dije, y le miré con cara de asco.- ¡Mira Harry! Aquí está cara rata teñido y una bolita andante.- Harry me miró y los dos nos empezamos a reír.
Nos fuimos de allí mientras nos seguíamos riendo. Malfoy me miró con odio. Y Crabbe me miró sin entender.
-¡Buena broma Gal! JAJAJA. Nunca pensé que podría ver a Malfoy mirar con odio a otra persona que no fuera yo.
-Sí, el pobre fijo que pensaba que él a mi me gustaba, y. ahora se ha quedado pillado. ¡Que se joda!
Fuimos al gran comedor a cenar y al volver cada uno a nuestras respectivas salas comunes me encontré con Cedric, iba solo, como con la mente en otro sitio. Y como yo también iba sola decidí ir a presentarme.
-Hola, ¿tú eres Cedric Diggory, no?
-Sí y tu eres la nueva, la de Beauxbatons, ¿como te llamabas? -Galatea Pommiers.
-Ah. yo conozco a una Pommiers, se llama Cecile. ¿La conoces de algo?
-Sí es mi hermana. ¿De qué la conoces?
-Nada pasé un verano con ella, era mi profesora de francés.
-Cedric, yo no venía a hablar de mi hermana. Es que verás. Hay a una amiga mía a quién le gustas. Pero no se atreve a decírtelo, así que aquí estoy yo para hacer el recado.
-¿Y quién esa amiga tuya?
-Pues, es muy guapa, tiene un pelo precioso, es muy simpática y es brillante.
-¿Va a tu curso?
-Sí. Se llama Hermione, la amiga de Potter.
-Ah. sí ya sé quién es. Pues, no está mal. Bien, cuando me la encuentre la invitaré a salir un día.
-Bueno, me tengo que ir, que tengo que volver.
-Bien, pues dale recuerdos a tu hermana de mi parte.
-Hasta otra.
Salí corriendo para contárselo a Hermione. Estaba como si se hubiera tomado un café. No podía parar, de saltar, brincar, chillar y de todo.
A la mañana siguiente a la hora de almorzar vino corriendo y me dijo:
- Tengo una cita con el tío más bueno del colegio. He quedado con Cedric el viernes a la noche en el bosque prohibido. A las 21.00 horas. ¿Tú me acompañaras asta el bosque verdad?
