Waapassssssssss!! (O wapos) Sigo con mi vida pribada, a las q no les interrese q dejen de leer: Gonzalo (legotas) se ha enterado q alguna de mi klase (seguramente se supondrá q soy yo) le llama legotas y sa empezaua reir... algo sí q e abanzado ya q antes no sabía kien era, y en carnavales me acoplé a su grupo de mala manera, po me da iwal!! Yo era feliz!!!!!! Creo q os e dau suficiente chapa x oy!! Ahora contesto reviews!!! A!! Hoy 2 amigas se qdan a dormir a mi ksa y os dan muxos besos!! (Se llaman Ane y Elizabeth):

CoNnY-B: A clase de nuevo... q depresión, mirando el lado weno vuelvs a ver a tus amigos!! y, gracias x seguir leyendo mi fik, aunq tus nervios estén de punta!!!!!

Synn: Estoy llendo "en contraataq" cn el wapísimo elfo!! Descubrirán cosas de ron y de Akisato, tú trankila y draco volverá pronto!!!

Mish1: Mis capis son cortos po tus reviews tb!!!! Jejeje!! Y Ron... ya verás!!

Bsssssss a tod@sssssss!!!!!!!

10. CAPITULO: En el bosque prohibido

Ron estaba allí. Tenía muy buena vista, no me podría equivocar. ¿Pero qué hacía él allí? ¿No tendría que estar con su familia en la madriguera? Aunque igual... sí seguramente era lo que habría hecho. Podría haberle dicho a su madre que se quedaba, y a sus amigos que se iba. Y así podría hacer todas las cosas que le vinieran en gana. Como por ejemplo prepararse para el nacimiento de Akisato y la muerte del que supuestamente era su mejor amigo Harry Potter. Ron ya no era de los nuestros, se había cambiado de bando. ¿Me atrevería a detenerlo? A ir en su busca y... no, no me atrevía a ir sola. Mientras yo pensaba en todo esto Ron ya había desaparecido de mi vista. ¿Y si iba a buscar a Harry? ¿Me creería? Mi cabeza daba vueltas, me tumbé en la cama más próxima de la ventana. La de Parvati. Allí mismo me dormí. Al despertar no estaba segura de si lo había soñado o no. Fui a desayunar. Y me encontré con Harry que estaba hablando con Lee Jordan. Me comí un par de tostadas. Antes de que Harry pudiera alcanzarme o preguntarme a donde iba salí corriendo, en dirección a la cabaña de Hagrid.

-¡¡Hola!! ¿Dónde están Harry, Hermione y Ron? ¿Vienes sola? Bueno pasa Galatea.

- ¡Hola Hagrid! Venía a preguntarte si esta noche ha pasado algo extraño en el bosque, es que ayer oí ruidos raros.

- Pues sí. Sí que pasó. Han herido a un unicornio. Y han destrozado la huerta. Oye, Galatea, ¿tu no verías quién fue el causante de todo esto verdad?

-No. Ya no siento no vi a nadie.

Me despedí y le dejé en su cabaña solo con su perro y su mal humor. Hagrid no había podido darme mucha información. Así que habían herido a un unicornio. Necesitarían su sangre seguramente. ¿Pero porqué destrozar la huerta? En fin solo me quedaba otra solución. Ir al bosque para hablar con Marduk. La noche calló pronto. Fui al gran comedor. Cené rápidamente y me fui diciendo que me dolía la tripa por la regla. Corrí por los terrenos de Hogwarts. La cabaña de Hagrid estaba oscura, no estaba allí. Entré en el bosque prohibido. E intenté buscar el mismo lugar en el que me había encontrado con Marduk las dos veces anteriores. Pero no encontré aquel claro. Fui a parar a un camino. Lo seguí y acabé en un acantilado. Bien... ¿qué hacía ahora? Estaba perdida no sabía volver, y aquel lugar por lo visto estaba desierto. Oí algo justo detrás de mí. Era Firenze. Parecía que algo iba mal, tenía miedo, se le notaba en la cara.

-Galatea... ¿qué haces aquí? ¡¡Rápido ven!! Si te encuentran...- hizo un gesto de "mejor ni pensarlo". Me subí a su lomo. Estuvimos cabalgando durante diez minutos, hasta que...- Aquí vivimos. No es gran cosa pero... no está mal.

Me bajé de su lomo. Sus casas estaban echas con paja y barro, y en medio de todas las casas había una hoguera. La gente iba saliendo de las casas. Había mujeres, y niños... hasta que de una cabaña salió Marduk. Cuando le vi... mi estomago se encogió y me sentí llena de felicidad.

-Otra vez nos encontramos Galatea, bienvenida a mi casa.

-Encantada de volver a verte. Pero en realidad esta noche salí de Hogwarts para hablar contigo.

Me hizo pasar a su casa. La decoración era bastante extraña por llamarlo de alguna manera. En los rincones había camas, y en medio una gran mesa bastante alta que a mí me llegaría justo por los hombros. Le conté todo lo referente a Ron, y lo que me acababa de contar Hagrid sobre los unicornios y la huerta. Entonces Firenze que por lo visto había escuchado la conversación interrumpió.

-Galatea... nosotros sabemos algo más sobre Akisato. Volverá a alzarse en 8 semanas más o menos, no estamos seguros. Voldemort utiliza el cuerpo de animales para seguir viviendo pero con la muerte de Harry Potter se alzará definitivamente junto con Akisato y los dos reinarán en el mundo mágico y en el muggle. Antes estaba cabalgando y trataba de escapar de varios de sus seguidores que me estaban persiguiendo.

-Pe-pe-pero eso ay qu-qu-que impedirlo.- No conseguía articular palabra. Todo me había pillado tan "por sorpresa".

-Tranquila Galatea, ven, vallamos a dar un paseo.- Me dijo Marduk.

-No os alejéis.- Nos dijo Firenze.

Caminaba junto a él. Pero me cansé rápidamente así que me subió a su lomo. Nos alejamos un poco del poblado y nos sentamos.

-¿Tú crees que mis amigos tendrían que saber esto? Yo no creo que lo acepten. Su mejor amigo de la infancia, un seguidor de Akisato y Voldemort...

-Si tu crees que deberían saberlo díselo.- Miró las estrellas. Era una noche despejada.- Marte está...

-Muy brillante, lo que significa problemas.- Le corté la frase sabiendo lo que él iba a decir antes de que lo hubiera dicho. Sus ojos verdes-azulados me miraron, tuve un escalofrío.

-¿Tienes frío? Ven junto a mí.

Me abrazó. Y me dio la vuelta, lenta, muy lentamente se fue acercando a mí. Me acarició el pelo. Y la cara mientras me seguía mirando a los ojos. Nuestros labios se iban acercando cada vez más hasta que...

-Creo que deberíamos irnos.- Dije.

-Sí. Tienes razón, oye si te ha molestado, lo siento es que me dejé llevar.

En realidad no me había molestado en absoluto, pero el hecho de que él fuera un centauro y yo... una humana pues, me hacía sentir, no sé, rara supongo.

Volvimos al pueblo y al ser ya muy de noche, decidí quedarme a dormir en el poblado.

A la mañana siguiente, cuando aún estaba amaneciendo me desperté. Yo estaba en la cama de Marduk. Y él estaba en el suelo, encima de un montón de paja. Se le veía tan tierno cuando estaba dormido... parecía un osito... Físicamente era muy corpulento, tenía la mandíbula muy marcada. Y una nariz recta y fina. Era tan guapo... era aun más guapo que Cedric, y estaba segura de que si Marduk hubiera sido humano, tendría novia. Mientras le miraba, Marduk se había despertado. Me llevó hasta la orilla del bosque prohibido. Pero esta vez al despedirse me dijo:

-Toma esto, cuando quieras hablar conmigo o necesites mi ayuda sopla por él. – Me dio un beso en la mejilla y se marchó galopando.

Me había regalado una concha marina. Era preciosa. Esas que usan los moluscos. Pero me pareció bastante pequeña para que él pudiera oírme si soplaba por ella. Aún así, el sabría lo que hacía.