Disclaimer: Mmmm... no me he fumado nada antes de escribir esto, lo prometo. Es uno de los capítulos que más me ha costado escribir y... ah sí... que como tuviera que vivir de lo que escribo seguramente no me haría falta hacer dieta para lucir el biquini. Nada que reconozcáis es mí, ya sabéis.

18. QUIEREME ESTA NOCHE PORQUE EL DÍA NOS QUEDA LEJOS

- Otro día más sin que te mueras- le siseó una voz de alguien que venía
de enfrente. James levantó la vista- ¡Qué desperdicio!

- Snape, no estoy de humor para dejarte en ridículo, así que por favor
recuérdame que te lo haga pasar el doble de mal la próxima vez- James le
pasó de largo.

- ¿No querrás hacerle creer ahora a la gente que tienes sentimientos, no,
Potter? Aunque tienes bastante éxito, incluso Lily te cree.

- No la metas a ella en nuestros problemas- dijo James girándose.

- Demasiado tarde. Está metida en nuestros problemas desde el momento en
que tomó la equivocada decisión de hablarte.- contestó el con los ojos
amenazantes.

- Déjala al margen- repitió- Esto es entre tú y yo.

- ¿Qué pasa James?- se burló Snape- Entonces si que te importa la pequeña
Lily ¿no? Debe ser terrible que ella casi te odie.

- No me odia- contestó él con frialdad.-Estoy seguro de que siente algo
por mí

- De ilusiones también se vive, Potter- escupió el Slytherin con mucha
convicción- ¿Acaso te lo ha dicho ella?

- No, pero lo supe cuando me besó.- aseguró

El semblante de Snape se tornó rígido y pálido, y sus ojos empezaron a
centellear.

- Oh ¿así que la asquerosa sangre sucia te ha besado? Te compadezco,
Potter. Ni una mujerzuela como ella puedes conseguir.

Snape no vio venir el rápido puñetazo que le propinó James en la cara.
Aturdido se incorporó a tiempo para esquivar un segundo gancho y él mismo
le pegó con todas sus fuerzas en el centro del estómago, que se encogió
de dolor. Se olvidaron de toda racionalidad y empezaron a descargar la
rabia que ambos sentían. Acabaron rodando por el suelo del pasillo, sin
darse cuenta de que eso bien les podía costar la expulsión, y armando un
follón que pronto alertaría a media escuela.

Lily bajaba de su entrenamiento y oyó ruidos inusuales. Con la curiosidad
propia de cualquier estudiante de Hogwarts, buscó la fuente del
escándalo. Venía de pisos más abajo. Oyó murmullo de voces cuando estaba
llegando, así que no era la primera. Saltó los últimos escalones y asomó
la cabeza por el pasillo: ¡unas diez personas estaban observando como se
pegaban dos alumnos sin hacer nada!. Se abrió paso hacia los chicos y
haciendo gala de su fuerza, separo al que estaba arriba y lo empujó hacia
atrás, manteniendose de pie entre ambos. El chico que se había quedado en
el suelo se levantó rápidamente y los dos buscaron el enzarzarse de
nuevo, pero Lily los volvió a empujar. Entonces se fijó en sus caras
magulladas y con restos de sangre, reconociéndolos.

- ¡Pero sois idiotas!- les chilló a ambos volviéndoles a empujar- ¡Estaos
quietos ya joder!

Los chicos no parecían hacerle caso. Ahora había más alumnos en el corro.

- ¡Si no paráis ya quitaré todos los puntos de Gryffindor y de Slytherin!
¡Y no estoy bromeando!- amenazó por última vez.

Severus y James pararon, más por haberse dado cuenta de la afluencia de
público que por la amenaza en sí.

- ¡Vosotros!- chilló Lily a los curiosos.- A vuestras Salas Comunes ¡YA!

Los estudiantes obedecieron a regañadientes, murmurando lo que
posiblemente había pasado y mirando de reojo a cada dos pasos hacia los
tres estudiantes de séptimo.

- ¿Se puede saber en qué estáis pensando, joder? ¡James, tú eres Premio
Anual!

James murmuró algo y desvió la mirada.

- Severus...

- Para ti soy Snape. No permitiré que una cualquiera como tú me diga lo
que tengo que hacer. No te atrevas a levantarme la voz.- le dijo
mirándola directamente a los ojos mientras intentaba parar una hemorragia
nasal con la manga de su uniforme.

James hizo el ademán de volver a tirársele al cuello, pero Lily se puso
delante y lo apartó, arrastrándolo hacia la Torre de Gryffindor.

- ¡Eso Potter! ¡Ya que no la puedes tener en tu cama al menos que te cure
las heriditas!- chilló Snape.

La pelirroja siguió empujando a James, que forcejeaba para librarse. La
joven miró a Snape, con profunda tristeza y a él se le congeló la
expresión. Supo que en ese momento algo muy valioso se había acabado, y
que la opresión de su pecho al ver a su enemigo con ella no era mera
cuestión de celos infantiles.

Lily siguió empujando a James cabizbaja, hasta un baño de chicas, donde
lo metió a la fuerza vigilando que no hubiera nadie antes de entrar. Una
vez dentro, sacó su varita y murmuró un hechizo que hizo aparecer un
pestillo en la puerta.

James mientras se quedó con los brazos cruzados y recostado contra una
pared, mirando el suelo.

La pelirroja le miró de reojo, sacó una toalla de su bolsa de entreno y
la humedeció en uno de los lavabos. Luego se acercó a James y le obligó a
mirarla levantando su barbilla. Él intentó quitarle la toalla para
limpiarse el mismo, pero Lily le dio un manotazo en las manos y siguió
limpiándole minuciosamente. También arregló sus torcidas gafas con la
varita. Cuando hubo acabado, dobló la toalla y la volvió a guardar en la
bolsa.

- Tendrías que ir a la enfermería. Yo no tengo ungüento cicatrizante de
murtalp.

James gruñó, había vuelto a bajar la vista. Lily le siguió mirando unos
segundos y fue a abrir la puerta, pero paró a medio camino.

- ¿Por qué ha sido esta vez?- preguntó suavemente.

El chico no pareció dispuesto a contestar su pregunta así que Lily abrió
la puerta.

- Gracias.- murmuró James antes de que saliera.

Lily encogió los hombros.

- ¿Por qué le aguantas a Snape que te trate así? A mí me hubieras roto la
nariz- dijo entonces James, mirándola a los ojos por primera vez- No
deberías consentir que esa víbora te hablara de esa manera.

- Sufre mucho. Su madre murió, James, y su padre le odia- intentó
explicar ella.

James entonces hizo algo impensable, se echó a reír bajo la mirada
atónita de Lily.

- ¿Ah sí?- preguntó en un tono cruel- ¿Su padre le odia?- Lily en ese
momento le hubiera abofeteado- Lily, ¡Su padre pertenecía a la asociación
de brujos que mató a mis padres!- dio un puñetazo a la pared contra la
que se apoyaba

La pelirroja se quedó congelada a unos metros de James, que se había
girado con la cabeza gacha... Todo su odio por Snape... sus padres,
asesinados... Ella sabía que el padre de Snape había estado en Azkaban y
que era un reconocido mago oscuro... pero no sabía nada de organizaciones
y menos que los padres de James...

James notó entonces algo cálido de trás de él. Lily le estaba abrazando
por detrás, cogiendo su cintura con un brazo y acariciándole la espalda
con la mano libre. Apoyó la cabeza en su hombro.

Se giró para mirarla a los ojos. Le había contado uno de sus mayores
secretos... a ella. Y por raro que pareciese sintió que si lo hubiera
hecho mucho antes se hubiera sentido mejor. No quería que le viera
llorar, ni que fuese de rabia, Así que volvió a desviar la mirada. Pero
Lily no se dio por vencida y le volvió a abrazar fuerte, esta vez
estrechándole conta ella.

Se dejó abrazar. Se perdió en su cuerpo cálido y reconfortante unos
minutos, encontrando el consuelo sincero que la chica no sabía explicar
con palabras. Se sentía unido a ella.

Lily se separo de él, apretando su mano antes de soltarse del todo.

- Yo... yo no lo sabía- dijo al final

James entonces la miró, recordando quién era ella en realidad.

- No, seguro. Pero puedo apostar mi escoba a que tenías una fantástica
teoría sobre mi odio hacia Snape, en la cual yo no saldría nada
beneficiado... ¿o me equivoco? Recuérdalo Evans, aquí el malo siempre soy
yo- salió del baño dando un portazo y dejando a Lily sola.

- Yo también te quiero, James- murmuró segundos después dejándose
resbalar hasta quedar sentada por la pared del baño.

...

La despedida de Fabian y Jaques un día antes del final del trimestre fue
un poco triste para Lily, Artemis y Kate, pero algunos, como Remus,
respiraron aliviados. Estaba ya francamente cansado del acoso al que le
sometía el rubio y las continuas referencias que hacía de él y Elise y
como echaba de menos las conversaciones de ella.

Esta vez fueLily la que esquivó a Snape, y no por lo que James le había
dicho, al fin y al cabo eso era culpa de su padre, no de él; sino por la
manera como la había tratado. Desconocía los motivos de Snape para
extender esa animadversión que sentía por James hacia ella, pero desde
luego no iba a tolerar un insulto suyo nunca más... y menos sin una
disculpa antes, que tenía por seguro que no iba a llegar.

Tampoco había mejorado su relación con James, que seguía frío e
indiferente a su presencia. Remus y Artemis trataron de animarla, pero
Lily sabía que esta vez la que se había equivocado era ella y lo pero es
que no sabía qué hacer para solucionarlo... No era tan fácil como
plantarse delante de él y decirle "Lo siento mucho James. Todo. Te
quiero". Vamos, sonaba ridículo hasta para su mente desesperada. Al menos
quería recuperar... ¿Qué quería recuperar? ¿Su amistad? Mejor lo podría
llamar tolerancia. Se había dado cuenta de una cosa, eso sí, aunque no
era un gran mérito, porque era lo que sus amigos le habían estado
repitiendo desde hacía meses. Ella misma se había negado la cosa más
maravillosa que podía poseer. El amor sincero del chico al que ella
quería. Sí... sonaba muy cursi... pero ella había tenido exactamente los
mismos prejuicios que odiaba tanto en gente como la del NTCPSP y se había
considerado inapropiada para James, cuando él estaba gritando a los
cuatro vientos que quería estar con ella...

La vuelta a casa en tren sólo sirvió para acentuar la frialdad del joven
hacia ella. Sabía que tenía que hacer algo... pero... ¿qué?

King's Cross estaba como siempre abarrotado de gente. Lily buscó entre la
multitud a sus padres, que la iban a ir a buscar. Cuando todavía no les
había encontrado, alguien le tocó el hombro. Reconoció al hombre afable
que la miraba

- ¡Henry!- Lily abrazó al abuelo de James recuperando un poco de su
alegría- ¡Edna!- la abuela de James la besó en la mejilla- ¿Cómo se
encuentran?- preguntó con una sonrisa.

- Por lo que veo mejor que tú- contestó el hombre guiñándole un ojo- ¿No
habrás visto al cabezaloca de mi nieto?

Lily iba a decir que no cuando Remus y James aparecieron de entre la
gente. Henry y Edna abrazaron efusivamente a su nieto y a Remus. Lily
bajo la vista e intentó escabullirse rápidamente de allí.

- Precisamente le estabamos preguntando a Lily por ti- dijo jovialmente
Edna mirando a la chica, que le devolvió débilmente la sonrisa.

- Ya...- respondió secamente James sin ni siquiera mirarla- ¿Nos vamos?
Empiezo a tener hambre.

- ¡Ya decía yo que estabas más delgado!- exclamó Edna-Y tú también,
Remus. Ahora mismo cuando llegemos a casa le voy a decir a Ana que os
prepare una cena suculenta... Porque te quedas a cenar con nosotros ¿no,
Remus?

La gentil señora abrumaba a los muchachos con sus atenciones mientras los
conducía a la salida de la estación, donde también esperaban los padres
de Remus, que de inmediato fueron invitados a cenar por la señora Potter.
Lily observó la escena con ojos melancólicos.

- ¿Y bien, qué tal te encuentras?

Dio un respingo, no se había dado cuenta de que Henry seguía a su lado y
la había estado mirando.

- Bien...- respondio Lily intentando fingir entusiasmo- Muy bien.

- ¿Otra vez problemas con James?

- No señor, en absoluto- se apresuró a decir Lily- James no ha hecho
nada, se lo aseguro.

El anciano pareció dudar pero luego le dio una palmada a Lily en la
cabeza de conformismo.

- Entonces espero verte pronto por casa. Me marcho antes de que Edna se
olvide de mí – le guiñó un ojo mientras se abría paso hacia la salida de
la estación.

Otra vez sola, siguió buscando a sus padres. Kate se acercó hasta ella.

- Lily, mis padres han enviado un coche para buscarme ¿te acercamos a
casa?

- No, gracias, mis padres tienen que estar por aquí. Acuérdate de
enviarme una lechuza para decirme que día te va bien que vayamos a ver a
Elise.

Kate asintió y se despidió de su amiga. Tras unos minutos más de búsqueda
Lily por fin encontró a sus padres, que justo la estaban esperando en una
de las puertas de la estación

Los primeros días de vacaciones fueron para Lily como lo hubieran sido si
se hubiese quedado en Hogwarts: estuvo estudiando casi todo el tiempo.
Bueno, de hecho también comía, se duchaba y practicaba un deporte de
riesgo: aguantar a su hermana y a su prometido durante las comidas sin
tener arranques homicidas.

Sus padres estaban muy felices. Hacía mucho que no la veían y además
estaban muy orgullosos de su hija; todo lo que les había contado de esos
seis meses en la escuela era fantástico.

Lily recibió una lechuza de Kate a los cuatro días de estar en casa,
mientras cenaban.

- Estamos comiendo, hermanita, así que haz algo con esa alimaña- murmuró
su hermana Petunia entre dientes mientras Lily tomaba algo de plum-cake
para dárselo a la lechuza y cogía la carta ignorándo a su hermana
completamente

"Hey Lils,

¿Qué tal la vida sin mí? Tiste ¿a que sí? La mía también sin vosotras...
Estoy hasta las narices de estudiar y de estar sola en esta casa... Tengo
que ordenar a los elfos domésticos que me hagan compañía... Sí,
deprimente, ya lo sé. Así que he pensado que podríamos ir pasado mañana a
ver a Elise, ayer me envió una lechuza y me dijo que nos podíamos quedar
a dormir si queríamos.. ¿qué te parece la idea?

Ah, también he hablado con Lupin por la chimenea, quería saber cuándo
íbamos a ir. Me ha pedido que te pregunte si hay sitio para ir con
nosotras para él y Pettigrew (se ve que éste no aguantó ni un día sin sus
amiguitos en el castillo). Vendrían a mi casa con polvos flu y allí nos
podrías recoger a los tres.

¡Envíame la respuesta cuanto antes y no te olvides de grabar alguna cinta
nueva!

Besos

Kate Nicole K."

- ¿Malas noticias Lily?- preguntó la señora Evans mientras Lily leía la
carta.

La pelirroja negó con la cabeza y sonrió.

- Mamá... ¿me podrías dejar tu coche para ir a Londres pasado mañana?
Volveré al día siguiente.

La señora Evans frunció el ceño.

- ¿A Londres? ¿Qué tienes que ir a hacer a Londres?

- Es que Elise y Sirius están allí, su tío ha muerto y están limpiando la
casa para venderla. Es para echar una mano. Vendrán conmigo Kate y dos
amigos más.

- ¿Sirius? ¿dos amigos más?- preguntó con cara de circunstancias su padre
mientras su madre se reía y Lily los miraba perpleja sin comprender.

- Sí, dos chicos de la escuela... amigos de Sirius... el primo de Elise-
contestó la chica sin entender la cara de su padre.

- O, ¿Así que a pesar de ser un bicho raro ya tienes novio?- preguntó con
falsa inocencia Petunia, agravando aún más el rostro de su padre.

Lily la miró fulminantemente y luego miró a su padre.

- Papá, no tengo novio, no estoy embarazada y no estoy planeando fugarme
a otro país a vivir en pecado. Sólo quiero ir a ver a Elise.

Su padre la siguió mirando desconfiadamente y Lily se acercó hasta él y
le dio un beso en la mejilla.

- ¡Si sabes que el único hombre de mi vida eres tú, tonto!- le dijo con
voz acaramelada abrazándole el cuello, su madre los miraba con una
sonrisa y Petunia con evidente disgusto.

El señor Evans fue dulcificando su rostro y al final se dejó mimar por su
hija menor.

- Megg ¿le dejamos el coche?

Su madre afirmó con la cabeza. Lily dio una palmada conteta y le dio un
beso a ambos antes de apresurarse a escribir a Kate.

- Siempre te convence- murmuró la señora Evans a su marido con una
sonrisa en los labios

- ¿No la has oído? Soy el único hombre de su vida- dijo él orgulloso- si
eso es verdad, mi niña me puede pedir lo que quiera.

- ¡Mark!- eclamó ella juguetona pegándole con la servilleta- Algun día se
echaraá novio

- Algún día, pero no hasta dentro de dos o tres... décadas, si yo puedo
impedirlo.

Petunia se levantó entonces de la mesa y murmuró algo antes de subir a su
cuarto. Odiaba que le pasasen por la cara lo maravillosa y especial que
era su hermana para sus padres.

...

Lily empezó a conducir despacio hacia la casa de Kate. No cogía el coche
desde verano, cuando se había sacado el carné. No obstante no tuvo ningún
problema y enseguida se adaptó de nuevo. Era pronto y por la carretera
que salía de Surrey no había demasiados coches. Puso algo de música para
que le hiciera compañía.

En una hora, llegó a Norfolk y entró en el pueblo. La casa de Kate estaba
al lado de la iglesia, recordó mientras se dirigía hacia allí. Por fuera
parecía una casita pequeña y modesta, con la pintura de la fachada
saltada y las rejas del jardin oxidadas, pero por dentro era una mansión
enorme, lujosa y normalmente vacía de gente; los padres de Kate estaban
casi siempre en el Ministerio.

Aparcó el coche delante de la casa y bajó. Su madre la había obligado a
arreglarse un poco porque iba de visita, a pesar de que Lily le explicó
que todos estaban acostumbrados a verla vestida con la ropa que ella
tanto odiaba. También le había llenado una cesta con comida, a eso claro,
no se negó.

Se ajustó el gorro de lana, la bufanda y los guantes, a esas horas
todavía hacía frío, y se envolvió bien en el abrigo entallado que le
había regalado su madre para Navidad. Llamó al timbre que había en la
puerta de entrada del jardín y miró a las ventanas del piso de abajo de
la casa. Sabía que un elfo doméstico la estaría mirando. Se abrió la
cancela y Lily atravesó el jardín hasta la puerta de la casa, que también
se abrió justo antes de que ella llegara. Pasó y la puerta se cerró tras
de sí. Estaba en el amplio recibidor, tan grande que cabrían dos salas de
estar comola suya..

- Si es tan amable de esperar con los señores a que baje la señorita-
Lily miró al suelo, un elfo doméstico la miraba con sus ojos grandes y
acuosos y le tendía el brazo para que le diera su abrigo.

Lily sonrió y posó el abrigo en los brazos del elfo. Entró a la sala de
estar quitándose el gorro, la bufanda y los guantes. Se pasó una mano por
el pelo para adecentarlo.

- ¡ Buenos días!- exclamó. Tres cabezas se giraron para mirarla; Peter,
Remus y... ¡o no! ... James ¿qué hacía allí?

Al parecer el pensó lo mismo porque después de verla le dedicó una mirada
de profunda ira a Remus, que le ignoró y continuó mirando a la pelirroja.

- ¿Qué tal Lily?- preguntó dulcemente

- Bien...- contestó, si omitimos el hecho que acabo de ser víctima de una
encerrona por parte de una de mis mejores amigas, claro. Esto último sólo
lo pensó.

- Siéntate con nosotros, Kate dijo que sólo tardaría un momento- volvió a
decir Remus.

Lily suspiró y se sentó en el sofá frente al que estaban los chicos,
sintiendo tres pares de ojos sobre ella.

- La ropa de tu talla te queda muy bien- le soltó entonces Peter,
ganándose una mirada fulminante de Remus y James- ¿Qué? Es verdad. Está
guapa.

- Gracias, supongo- contestó Lily alisando el jersey blanco que llevaba,
bastante ceñido y de cuello cisne. No se lo había puesto nunca, igual que
los vaqueros que llevaba, también ceñidos a la cadera pero luego rectos.

Se hizo el silencio en la salita. Lily levantó disimuladamente la mirada
para mirar a James y vio que la estaba mirando también. Bajó la mirada
avergonzada.

- Y... bueno... ¿Qué tal las vacaciones?- preguntó para acabar con el
mutismo incómodo.

- Bien. Estudiando bastante- contestó Remus- ¿Y tú?

- También.

Otra vez el silencio. Como el viaje hasta la casa de Alphard fuera así se
lo iban a pasar en grande.

- ¡Lils!- Kate entró en la sala con una falda beis por las rodillas,
botas altas y una camisa de lycra verde. Se había deshecho las trencitas
del pelo y ahora lo tenía mucho más ondulado. Lily sonrió, seguramente se
había puesto así para ir a ver a Sirius- ¡Te he echado de menos!

Y se tiró al cuello de la pelirroja riendo.

- ¿Qué tal estos días? ¿Has ido al cine? ¿Te has casado?

Lily empezó a reírse.

- Bien, no no he ido y sí me he casado pero ya me divorcié también. Tracy
me dijo que no está de moda lo de casarse.

Kate también se rió.

- Bueno, otra vez será. ¿vamos?

Todos asintieron y se encaminaron hacia la puerta. Lily retrasó a Kate
deliberadamente.

- Te parecerá bonito eso de no decirme que no venía James- murmuró
mientras los chicos salían

- Oh, es que Remus y yo pensamos que necesitáis reconciliaros. Estáis
generando un aura de mala leche que nos está afectando a todos- acabó
Kate con voz de sufrimiento.- ¿No querrás que desarrolle un trauma por tu
culpa, no?

Lily la miró alzando las cejas y negó con la cabeza mientras caminaba
hacia el coche, donde ya la esperaban los chicos.

- Espera, guarda esto- Kate le pasó una cesta, parecida a la que le había
dado su madre- Es algo de comida de la abuela de James y la madre de
Remus.

Lily guardó la cesta en el maletero y se metió en el coche.

- ¿Me dejáis a mí ir alante?- preguntó Peter con los ojos chispeantes- Me
hace ilusión.

Los otros tres se miraron y encogieron los hombros, cediendo a Peter el
asiento de copiloto. Una vez estuvieron todos dentro, Lily arrancó y
salió del pueblo hacia Londres.

Tras unos minutos de silencio, la pelirroja preguntó si les importaba que
pusiera música.

- Yo la elijo- se ofreció Peter buscando en la guantera alguna cinta de
su agrado.

Escogió una que pareció convencerle.

"En un país multicolor... Nació una abeja bajo el sol"

Kate, James y Remus se miraron entre sí y empezaron a reírse
exageradamente.

"Y fue famosa en el lugar... por su alegría y su bondad"

- Peter, quita eso- le dijo Lily un poco roja- Es una cinta de cuando mi
hermana y yo éramos pequeñas.

"Y a la pequeña abeja la llamaron Maya"

- No, a mí me gusta- se defendió el chico moviendo la cabeza al ritmo de
la música mientras detrás todos se reían.- Teníais que haber cantado algo
así en el espectáculo de San Valentín. Tiene ritmo

"La traviesa y dulce abeja Maya"

- Peter, quita eso, anda- le dijo Kate limpiándose las lágrimas de la
risa.

"Maya vuela sin cesar... En un mundo sin igual"

- ¡Que no!- insisistió el chico- Dejádme escuchar la canción en paz que
si no no me concentro y no pillo el significado profundo de la letra.

"No hay problema que no solucione Maya"

- Es una canción para niños, Pettigrew- dijo Lily riéndose a su pesar
viendo como el chico cantaba el estribillo.

- ¡Todos conmigo!- exclamó el chico- Y a la pequeña abeja la llamaron
Maya...- por supuesto, se quedó solo, pero eso no le impidió poner todo
su espíritu en la canción. Kate casi vomita de la risa.

...

- La próxima vez me siento yo delante- se quejó Remus bajando del coche,
Lily había aparcado cerca de la que debía ser la casa de Alphard, situada
entre casas bastante parecidas, donde seguramente vivía gente que
trabajaba en la ciudad- Como vuelva a escuchar "el chocherito leré" una
vez más me corto las venas

- ¡Pero si es una canción preciosa!- exclamó Peter. Todos le miraron con
caras asesinas. Una hora de canciones infantiles había sido suficiente

Caminaron hacia la reja que rodeaba lo que parecía un casa de inspiración
victoriana que necesitaba una mano de pintura. El jardín estaba lleno de
hojas secas y crecían malas yerbas en toda la superficie. No obstante los
árboles eran grandes, de follaje espeso y ofrecían una buena sombra.
James abrió la puerta de hierro de forja y se dirigió a la puerta
principal, seguido por el resto. Llamó con unos golpes.

Tras unos segundos, la puerta se abrió y en la entrada apareció Sirius,
ataviado con un delantal rosa con volantes blancos, guantes de goma y una
fregona en la mano.

- ¡Ahhhh!- chilló cuando les vio a todos, intentando esconderse detrás de
la puerta- ¡Pensaba que era Ted!.

James, Remus y Peter ya estaban casi revolcándose por los suelos de la
risa mientras Kate y Lily miraban hacia otro lado e intentaban no reírse.
Sirius se deshizo rápidamente de los guantes, el delantal y la fregon y
le dio una patada suave a James, que estaba de rodillas en el suelo
sujetándose el estómago.

- Pasad- dijo abriendo la puerta del todo y luego conduciéndoles a lo que
parecía haber sido el salón, ahora lleno de cajas.

- Ay, Sirius, ¡Qué limpia tienes la casa! Me tienes que decir tu secreto
¿eh?- se burló Remus

- Bueno, ya valió ¿no?- dijo molesto el moreno- Sentaos por sonde
podáis... cuando llegue Elise la mato- murmuró

Los chicos se sentaron en diferentes taburetes, sillas y sillones, y las
chicas dejaron las dos cestas encima de una mesa llena también de cajas.

- Eh, ¡buenos días a todos!- Elise entró en el salón- Os esperaba más
tarde.

- Sí, lo hemos notado.... hemos pillado a Sirius en paños menores- bromeó
James

- ¿Por qué no me dijistes que venían?- protestó Sirius enfadado.

- Sorpresa- Elise alzó los hombros- ¿Cómo se te ocurre recibir a los
invitados sin el delantal de gala?- bromeó

- No, si lo lllevaba puesto- contestó Remus riéndose aún- Joder, Padfoot,
cuando cuente esto en la escuela...

- No te atreverás- le amenazó el chico

Remus y Peter volvían a reírse y Kate tampoco pudo aguantarse.

- ¿O qué? ¿Me harás tragar la fregona?

Sirius se levantó con inenciones no muy ortodoxas, pero Elise se puso en
medio.

- ¡Venga, que os enseñaremos la casa! Y de paso nos ayudáis a sacar
trastos, que esta tarde vienen a llevarse lo que no quiere nadie.

...

La casa de Alphard era grande y aún lo parecía más ahora, casi vacía. Lo
único que quedaba en las habitaciones eran las camas, los armarios y
algún mueble más que un anticuario del Callejón Diaggon iría a buscar un
día de esos. Todos pensaron que con un par de arreglos sería una buena
casa, pero Sirius les dijo que era demasiado grande para él y que no se
sentiría cómodo viviendo allí, en la casa de su tío.

- Era un buen hombre...-suspiró Elise cuando acabaron- Y tuvo una vida
intensa... aunque tuvo que pasar solo los últimos años... Sin la tía
Margueritte y repudiado por la familia. Me hubiera gustado conocerle más.

Empezaron a llenar cajas de cartón con un montón de trastos inútiles,
como radios rotas, ropa apolillada, periódicos viejos, una bicicleta
oxidada, etc. La verdad era que Sirius y Elise ya habían hecho la mayoría
del trabajo, y con la ayuda de cinco pares de brazos acabaron enseguida.
Sólo faltaba vaciar la casa y venderla. Durante toda la mañana, James
ignoró deliberadamente a Lily, que buscaba la manera de que al menos, la
chillara.

Comieron lo que habían traído en el coche y charlaron muy animados. Hacia
media tarde un trapero llamó a la puerta y le ayudaron a cargar las
cajas en la furgoneta; al final habían separado unas cuantas cosas para
conservar: los álbums de fotos, los libros, una cámara de fotos, el
tocadiscos y algunas cosas de valor como la vajilla, la cubertería y
algunas pinturas.

Por la tarde se dedicaron a adecentar un poco el jardín y luego se
sentaronen el porche trasero a hablar.

- Kate, ven, que te quiero enseñar algo- dijo de repente Sirius. Se
levantó, tomó la mano de la chica y la llevó dentro de casa. Los demás
entornaron los ojos al ver que se iban.

- A mí me apetece dar un paseo- dijo Elise- ¿Viene alguien? Podemos ir
hasta un pub que hay cerca

- Hay que moverse...- se quejó Peter- yo creo que paso, me voy a dormir.

- ¡Pero si son las ocho!- exclamó Elise.

- Estoy en edad de desarrollarme. Necesito dormir.

- Lo que se está empezando a desarrollar es tu barriga- se burló James.

Peter hizo un gesto para que le dejaran en paz.

- ¿Vamos?- volvió a preguntar Elise

- Sí- contestaron los tres a la vez.

Lily, viendo que James había aceptado, cambió de idea. James pareció
pensar lo mismo.

- No- volvieron a decir a la vez, mirándose malhumorados.

- ¿Entonces no vamos?- preguntó Remus, que era partidario de que Lily y
James se reconciliaran, pero aún no tenía muy claro que posición tomar
respecto a si se recnciliaban "demasiado".

Elise sonrió, se levantó y se prendió del brazo de Remus.

- Sí que vamos- dijo ella- Tú y yo.

Remus pareció valorar las posibilidades y al final decidió irse con
Elise, no sin antes lanzar una advertencia con la mirada a James. Después
del ruido de la puerta al cerrarse detrás del licántropo y la morena se
hizo el silencio entre ellos dos. James miraba el cielo, que empezaba a
oscurecerse y Lily observaba sus uñas. Era el momento para hacer algo,
decir algo, lo que fuese...

- Creo que me voy a mi habitación a leer- dijo entonces James

Lily que había abierto la boca para hacer un comentario sobre el tiempo
(sí, totalmente inútil, pero al menos era un intento de conversación)
asintió con la cabeza y no dijo nada. Se recostó en la silla del porche.
Una vez James se hubo ido, subió las piernas a la silla y se abrazó las
rodillas. Tenía que pensar algo.

....

- ¿Qué me quieres enseñar?- pregunto Kate sonriendo mientras Sirius la
llevaba a una de las habitaciones de la planta baja- Espero que no sea
otro delantal tan hortera como el de esta mañana.

- ¿Hortera?- dijo Sirius mirándola de reojo- Yo creo que es muy elegante-
bromeó

Kate empezó a reírse. Cuando llegaron a la puerta de la habitación El
chico la detuvo.

- Ponte delante y cierra los ojos.

Kate le miró desconfiada.

- Cierra los ojos, mujer. Prometo que no hay ningún intento premeditado
de incurrir en pecado carnal.

La mirada de la chica ahora fue de perplejidad.

- Que no te voy a hacer nada.- explicó- Cierra los ojos.

Kate obedeció y cerró los ojos ¿Quién podía resistirse a esa sonrisa?
Sirius la empujó suavemente y abrió la puerta.

- Abre los ojos ¿No es preciosa?

Lo que vio la chica fue una especie de moto, pero más grande y con
bastante mala pinta.

- Oh, qué cosa más... ¿oxidada?- dijo cautelosamente.

Sirius la miró como la hubiera mirado Lily si se atrevía a decir que los
Rolling se iban a separar.

- ¡Si es magnífica! ¡Mírala! Alphard la tenía en el trastero- paso su
mano por el asiento rajado de la moto- Es una belleza... Claro que
necesita unos arreglillos, pero cuando esté lista...

Kate le miraba encarando una ceja.

- No me mires así- dijo él- Ven aquí. Sube.- Kate obedeció y se sentó con
cuidado en el sillín, agarrándose bien la falda. Sirius se sentó detrás,
tomó sus manos y las puso en el manillar- Imagínatela brillante, con el
motor rugiendo y el viento sobre la cara... ¿No cambia la cosa?

La chica sonrió y giró la cabeza para mirarle.

- Estás loco

- No dirás eso cuando te vaya a buscar después de tus clases con ella.
Todo el mundo se girará para verte si vienes conmigo en esta preciosidad-
le susurró él al oído. Deslizó las manos del manillar, acariciando sus
brazos, sus hombros y al final su espalda y la agarró por la cintura-
¿Qué dices?

- Que si vuelves a hacer eso posiblemente me tengas que llevar a un
hospital- susurró la rubia abriendo los ojos y levantándose de la moto
rápidamente muy roja- ¿Volvemos al porche?

Sirius, que estaba sonriendo, se levantó dela moto perezosamente y volvió
a apoyarla en la pared. Se acercó a ella que estaba en la puerta y
salieron de la habitación en silencio. La estaba mirando y lo sabía... se
estaba poniendo muy nerviosa.

- Que digo yo una cosa ¿no te colgará Filch de los pulgares si vienes por
los pasillos con ese trasto a buscarme?

- No me refería a ahora; sino al año que viene- explicó Sirius- Cuando
quedemos para salir

Kate sonrió

- ¿Te pondrás un pasamontañas para que la gente no crea que sales
conmigo?- preguntó en un tono de falsa inocencia.

Sirius suspiró y se llevó las manos a la cara, exasperado. Kate riendo,
se las apartó.

- Era una broma- rodeó su cuello con los brazos- No tienes sentido del
humor.

Sirius la rodeó también por la cintura y la estrechó contra su pecho.

- Tengo mucho sentido del humor...- dijo inclinándose hacia ella

La puerta de la habitación frente a la que estaban se abrió y pudieron
ver la cara de sueño de Peter, vestido con un pijama de dragones.

- ¿Os importaría ir a deciros chorradas unos metros más allá? Estoy
intentando dormir. Gracias por vuestra colaboración- y volvió o cerrar la
puerta.

- Esa visión me ha cortado el rollo- dijo Kate con cara de disgusto- Uggg-
murmuró fingiendo un escalofrío.

- A mí también- contestó riendo Sirius- Pero me recupero pronto.- Y
volvió a inclinarse para besarla.

- Perdón... siento interrumpir, pero...¿me podéis dejar pasar a mi
habitación?- James los miraba parado en medio del pasillo que ellos
estaban obstaculizando.
La pareja se apartó y miraron como James se metía en su cuarto.

- Esto es un complot deliberado para que no nos besemos- dijo Kate- Eso,
o una señal de que si nos besamos habrá una catástrofe.

- La catastrofe la va a padecer aquél que nos vuelva a interrumpir-
suspiró Sirius cogiéndola de la mano y llevándola hasta su propia
habitación.- Muy bien ahora...

- ¿Ésta es la colección de discos que decía Elise?- preguntó Kate
acercándose a unas cajas y cogiendo un par al azar- Tenía razón, son una
maravilla... ¿Sirius?

El chico se había tirado sobre la cama preguntándose porqué el mundo se
había vuelto contra él. Kate se sentó a su lado en la cama.

- Es verdad, tienes que estar cansado- dijo acariciándole la espalda-
Mejor me...

Pero en dos segundos y sin saber como era ella la que estaba tumbada en
la cama y Sirius estaba de rodillas y con las manos una a cada lado de su
cuerpo.

Kate le acarició el pelo estirando un brazo y él entonces se agachó a
besarla y lo que es más increíble... lo consiguió. Suavemente, como
temiendo que sus labios fueran a partirse con el contacto. Se tumbó a su
lado sin dejar de besarla y ella le abrazó, presionando su cuerpo conta
el suyo a la vez que profunizaba el beso jugando con su lengua. Kate
entonces deslizó su boca hasta su cuello y le dio un pequeño mordisco
seguido de muchos besos que parecieron ir muy bien dirigidos porque el
chico no pudo esconder un pequeño gemido. Ella se incorporó un poco y
empezó a juguetear con su oreja y su cuello una y otra vez mientras el
chico creía volverse loco y la acariciaba suavemente la espalda y
delizaba las manos por dentro de la camiseta. Volvió a besarle en lo
labios y él le devolvió el beso con pasión. Kate se separó un poco para
recuperar el aire y se tumbó boca arriba en la cama.

- Esto tiene que ser bueno para la piel...- murmuró con la mirada
ensoñda.

Sirius apoyó la cabeza sobre una mano y le acarició el pelo.

- Quedate a dormir conmigo- le susurró, Kate le miró con reservas y se
incorporó para decir algo- Sólo dormir, en serio, nada más. Quiero
tenerte cerca de mí.

Kate no dijo nada, pero le dio un beso suave en los labios y se acurrucó
a su lado. Sirius la abrazó y le besó el pelo. Kate tenía razón. Aquello
tenía que ser bueno... ¿Sino de dónde le venía la sensación de que todo
estaba bien?

...

Elise y Remus volvían del pub donde habían tomado unas cervezas
charlando. Elise se ajustó el abrigo para protegerse del frío y Remus se
puso detrás de ella para frotarle los brazos.

- ¿Estás preocupado por Lily?- preguntó la chica mientras avanzaban hacia
la casa.

- En realidad... creo que ya no. James ha demostrado que está enamorado
de ella hasta las pestañas- dijo Remus riendo- La pena es que nada les
salga bien

- Sí, la encerrona parece no haber servido para nada- Elise suspiró-Está
empezando a llover- susurró notando una gota en su cabeza. Miró el cielo-
Deberíamos darnos prisa.

Remus también levantó la vista. Las gotas habían empezado a hacerse más
numerosas.

- ¿Una carrera?- propuso el licántropo cogiéndola de la mano y echando a
correr.

Pero la lluvia fue más rápida A los dos minutos ya estaban empapados,
cansados y lejos aún de la casa. Para acabarlo de arreglar, Remus resbaló
en la acera y se cayó al suelo donde enseguida le siguió Elise. Se
Rieron. Los dos mojados hasta la medula, debajo de la lluvia, no paraban
de reirse. Remus se levantó y ayudó a Elise a hacer lo mismo. El resto
del camino fueron caminando lentamente. Remus rodeando los hombros de
Elise y ella apoyando la cabeza en su hombro, riéndose de la lluvia e
ignorándola.

Llegaron a la casa poco después.

- Espera- dijo el chico- Te tengo que llevar en brazos o te vas a mojar
los pies.

Elise se echó a reír, en realidad tenía un charco portátil en cada zapato
ya, pero se dejó llevar en brazos. Remus empezó a dar vueltas sobre sí
mismo riéndose y mareando a Elise, que no podía más. Estaba ebria de
alegría y de juventud. Y volvieron a caer al suelo, esta vez sobre el
césped. Elise le besó por fin con todo el arrojo del momento, con la piel
fresca y la lluvia escurriéndose por todas las partes de su cuerpo. Remus
le devovlío el beso y la ayudó a levantarse de nuevo,. La tomó por la
cintura y la levantó Elise rodeó con sus piernas a cadera del chico y
siguieron besándose pasionalmente, sintiendo su respiración, su piel
húmeda. Elise al final se separó para respirar y Remus la posó sobre el
suelo. Sonrieron.

- Deberíamos entrar- dijo al fin Elise tomando una de sus manos y yendo
hacia la puerta. Llamaron con unos golpes. Fue Lily la que abrió, un rato
después, ya en pijama y llevando un libro.

- ¿Pero qué demonios habéis hecho?- exclamó al verles empapados y
cubiertos de verdín, sonriendo misteriosamente- O mejor, no me lo digáis,
creo que prefiero no saberlo. – se giró para volver a su habitación

- Buenas noches Lily- dijo Elise

- Quitaos los zapatos o Sirius os matará por ensuciarle el suelo- dijo
antes de subir las escaleras que llevaban a su cuarto como toda
despedida.

Remus besó entonces a Elise, con más suavidad que en el jardín y ella le
devovlvió el beso. Luego subieron las escaleras dejando rastro de agua y
se volvieron a besar frente a la puerta del cuarto de Elise. Se miraron
conscientes del arrebato sensual que inundaba sus cuerpos en esos
momentos, pero ambos sabían que no era el momento, así que sin mediar
palabra, Remus le dio un beso en la frente y se fue a su habitación.

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Bueno... jejeje... yo creo que aquí las hormonas se miden a litros!!!
Estos jóvenes... no sé... no me matéis si nos os gusta demasiado. La
canción que le gusta a Peter no sé si la conocéis todos, es de una serie
de dibujos animados que yo veía. Lo admito, yo tenía esa cinta. Culpable!

Bueno... ¿Qué tal lo está haciendo Helena? Espero que bien, sino le
enviaré un howler. Gracias por todos vuestros reviews! Exactamente no sé
cuantos son, pero son muchos, y cada uno de ellos es un cachito de
felicidad para mí (vale, me quedó muy cursi, es que me he aficionado a
las telenovelas). Un beso a todos.

HELENA: Lo siento, lo siento, lo siento, pero es que yo solo acato
órdenes de Henar y si ella me dijo que hasta hoy no
actualizara...pues...nada que ya está aquí actualizando el FF de Henar,
es que entenderme estoy trabajo y en casa de mis abuelos no hay
ordenador, para postre voy a la autoescuela y cuando tengo un rato
escribo esto de Henar y bufff en vez de estar de vacaciones parece que
viva en el mas absoluto estrés...(estoy exagerando un pokito jeje)
Bueno que sepais que Henar tiene noticias de los reviews que le dejais y
esta contentííííísima de que la escribais, es más, en vez de decirme hola
que tal cuando nos llamamos me dice: cuantos reviews tengo??jeje...
Espero que este chap os guste y que le dejeis muchos reviews un besazo y
hasta el próximo que espero no haceros esperar tanto....