Disclaimer: Hoy he visto una rata de alcantarilla y venciendo mi asco le he tirado una piedra. Por supuesto, la piedra le ha pasado a metros, pero la internción era clara. ¿Quién sabe si podía ser Pettigrew? Dejadlo, el hacer nada me pudre las neuronas... Y eso, que nada de lo que reconozcáis es mío... el resto sip!!!

20. JUGANDO AL ESCONDITE

Lily estaba lidiando con unos apuntes de alquimia desde el medio día. Sólo hacía cuarenta horas (contadas de reloj) que había estado con James, pero ya sabía que aquella tarde estaba guardada para siempre con los pocos recuerdos especiales que una persona guarda a lo largo de su vida. Le volvería a ver antes de ir al colegio, o eso había dicho... El timbre de su casa sonó entonces y ella bajó como una flecha a abrir la puerta con una sonrisa preparada, se había quedado sola esa tarde porque sus padres y su hermana habían ido a cenar a casa de Vernon Dursley, el buldog que se iba a casar con su hermana. La sonrisa desapareció cuando vio quien era.

- ¿Tú?- preguntó entre enfadada e incrédula- ¿Qué haces aquí, Snape?

Severus pareció incomodarse cuando ella usó su apellido. No era lo habitual. Normalmente usaba su nombre de pila o un mote estúpido con el que pretendía picarle.

- He venido a verte- siseó con su peculiar voz- ¿No me vas a invitar a entrar?

Lily cerró la puerta tras de sí.

- Vete Snape. Creo que ha quedado claro que no quiero saber más de ti.

- Tenemos que hablar Lily. Todo es culpa de Potter... si él no... ¡si no hablaras con él!

- James nunca me ha insultado por hablar contigo y te tiene el mismo odio que tú a él, sino más. Ahora por favor vete de mi casa- dijo con un tono de voz frío

Severus se acarició la barbilla, debía mantener la serenidad.

- Lily ¡Me mintió y perdí el norte! Dijo algo horrible sobre ti- chilló

Lily se quedó congelada ¿James la había insultado? No, no podía ser; ahora no podía desconfiar de él.

- No te creo Snape.

- ¿No? Me dijo que le habías besado- le espetó esperando una reacción alterada de la pelirroja.

Lily sólo parpadeó. No quería que él lo supiera, pero la sinceridad de James estaba por encima de eso

- No te mintió. Le he besado y... en más de una ocasión- dijo serena

Severus emitió algo parecido a un gruñido y se acercó hasta ella hasta arrinconarla contra la puerta.

- ¿Pero tú no entiendes nada, Lily? ¡Potter es arrogante, maquinador y prepotente! ¡No deberías relacionarte con alguien como él!

Lily estaba empezando a enfadarse y a ponerse nerviosa por la actitud de Snape. Le apartó de ella con un brazo.

- ¿Y con quién debo relacionarme? ¿Contigo, que me insultas y me humillas cuando no estás de acuerdo con lo que hago?

Al chico se le crisparon los puños y volvió a acercársele.

-¿Así que te da igual ir besando a cualquier hijo de perra que te haga un poco de caso no?

- Snape, no quiero hacerte daño, pero me estás cabreando- murmuró la pelirroja

- No eres más que una zorra disfrazada de inocente. No te importará besarme a mi también ¿no?- dijo atrayéndola hacia sí violentamente.

Lily notó como los dedos huesudos de su antes amigo se le calababan en los brazos y los hombros y como la empujaba hacia él, carente de toda suavidad. No se lo creía. ¿Qué demonios pensaba que estaba haciendo? Forcejeó y apartó la cara enfadada para librarse de sus manos, pero tenía una fuerza inusitada que sólo la rabia le podía dar.

- Eh, ¡besa esto Snape!- dijo una voz a su lado

De repente Lily se vio libre de la presión del Slytherin y chilló asustada cuando le vio caer a sus pies. Miró a su derecha, ahí estaba James, con aspecto de haber corrido mucho y con los ojos llenos de rabia. Le había dado un puñetazo en la mejilla a Snape, que se había caído, totalmente desprevenido.

- James!- Lily se puso delante de él para evitar que siguiera pegando a Severus, que ya se estaba levantando del suelo, frotándose la mejilla hinchada.

- ¿Qué James? Necesitas esconderte detrás de tu juguetito ¡Ven aquí e intenta volverme a pegar!

James intentó apartar a Lily, pero ella se quedo clavada en el suelo.

- Vete Snape. O será James el que me tenga que sujetar a mí y dudo que lo haga

La pelirroja le miró con sus profundos ojos verdes, inflexible. No la había visto así nunca. Murmuró algo indescifrable y se marchó rápidamente de allí.

Lily no dejó de mirarle hasta que no hubo desaparecido calle arriba. Luego se giró para ver a James, al que seguía agarrando por la muñeca. Le miró compungida.

- No entiendo por qué ha hecho eso... nunca había hecho algo así, te lo prometo.

El moreno movió levemente la cabeza, dando a entender que la creía. Sin decir nada más, Lily abrió la puerta de casa de nuevo e invitó a James a entrar. Le condujo hasta el salón y se sentaron en el sofá.

- ¿Quieres tomar algo?- preguntó demasiado consternada para sentirse incómoda.

- No- se dio cuenta del estado de la chica- ¡No me digas que aún te preocupas por Snape!- exclamó entonces, exasperado.

- ¡Sólo es que no entiendo por qué se ha comportado así!- chilló ella- Se ha puesto muy furioso cuando le dije que te había besado...

James negó con la cabeza.

- ¿Qué pasa?- preguntó ella

- Nada- contestó James dando a entender que sí que pasaba algo

- No, dímelo- exigió la pelirroja

James suspiró.

- Lily, a Snivellus le gustas- dijo al final a regañadientes- yo diría que mucho.

Se hizo silencio en el salón. Lily pestañeó varias veces seguidas

- ¿Qué?

- Me has oído- dijo James

- Pero eso... eso no es posible, James. Escúchate bien, es una tontería lo que dices.

El chico encogió los hombros.

- Piensa lo que quieras. Pero te digo la verdad. ¿No tienen ahora sentido todas las broncas que hemos tenido?

Lily le miró encarando las cejas y luego bajó la mirada. Quizás si que tuviera sentido ahora... Pero Snape... era surrealista.

- Por eso ha intentado besarme...- dijo más para ella que para James.

Él la miró, visiblemente disgustado.

- Lily... te agradecería que no habláramos de Snape.- murmuró más como una orden que como un ruego.

Ella agitó la cabeza y asintió.

- ¿Cómo has venido?- preguntó para cambiar se tema

- En autobús Noctámbulo- dijo abriendo mucho los ojos y haciéndolos girar.

Lily se echó a reír.

- Pobrecito- le consoló con voz dulce- Eres un poco pupas ¿no?

- ¡¿Pupas?!- chilló fingiéndose ofendido- Te recuerdo que estás hablando conmigo, que me enfrento cada mes a un feroz lobo y que arriesgo mi vida jugando a Quidditch.

- Anda ven, que te enseñaré la casa.

La parte que más pareció gustarle a James de la casa fue el cuarto de Lily. Allí pasaron un rato viendo fotos de cuando ella era pequeña, de Hogwarts y con sus padres y con su hermana. También le presentó a Betty, su lechuza presumida.

- ¿Y esta foto?- preguntó James señalando un marco desde donde ella, Kate y Elise sonreían vestidas de tirolesas.

Lily se sentó a su lado en la cama y tomó la foto. Kate estaba bostezando mientras Elise y ella saludaban.

- Es del verano pasado. Trabajamos en una heladería que el señor abre sólo en verano- suspiró- El trabajo está bien y no se pasa calor... pero el uniforme es horrible- dijo ella.

- Yo creo que estás muy sexy con esos zapatitos de tacón y esa falda tan acampanada- bromeó James ganándose un golpe con la almohada- ¡Ei, Te voy a denunciar por agresión a un menor!- dijo quitándole la almohada y derribándola sobre la cama.

Cuando se oyó el coche del señor Potter sobre el asfalto que llevaba al garaje de la casa, James y Lily aún estaban en la cama, y ahí hubieran seguido si Betty no se hubiera puesto a revolotear dentro de su jaula. A la lechuza le caía bien la madre de Lily, que siempre le daba chucherías, y se emocionaba cuando la veía. La joven pareja al principio no les prestó atención, pero el animal estaba haciendo ya demasiado ruido. Lily abrió un ojo, molesta, para hacer callar a la lechuza, cuando comprendió a que se debía su estado de nervios.

- ¡Mis padres!- chilló apartando de encima a James y empezando a adecentar su ropa y su pelo

James también empezó a saltar por toda la habitación colocándose bien los pantalones y la camisa y luego ayudó a la chica a colocar bien el arrugado edredón.

Justo cuando la señora Evans abrió la puerta, Lily se tiró a la cama con un montón de pergaminos y James tomó un libro de la mesa de la pelirroja y se dejó caer en una silla cercana a la cama con él abierto sobre el regazo.

- ¡Lily! ¡No me dijiste que esperabas visita!- exclamó la señora Evans cuando vio a James sentado en la silla.

Lily se incorporó en la cama y fue a besar a su madre.

- Mami, este es James Potter. Un... amigo. Ha venido para que le ayude con... con... transfiguraciones- la chica sonrió y James saludó a la señora tímidamente y se levantó de la silla.

- Encantado, señora- dijo educadamente.

- ¿Dónde está mi ratoncito?- el señor Evans entró sonriendo a la habitación y abrazó a una avergonzada Lily. Luego se dio cuenta de la presencia de James, que le miraba y le sonreía- ¿Quién eres tú?

- Papá...- murmuró la pelirroja.

- Es un amigo de tu hija- explicó la señora Evans sonriendo sin apartar la mirada de los dos jóvenes- James Potter. Están estudiando

- Encantado- volvió a decir James.

El padre de Lily sólo asintió con la cabeza.

- Bueno... James...- empezó la pelirroja

- Me estaba a punto de ir ya- explicó el chico con más habilidad para mentir- Tengo que coger el autobús.

La madre de Lily, que seguía sonriendo asintió y su padre simplemente le siguió mirando fíjamente.

- Yo le acompaño- dijo Lily cogiendo un abrigo y pasándole el suyo a James- ahora vuelvo.

Se abrió paso entre sus padres y James la siguió, despidiéndose con la mano de los señores Potter. Cuando bajaban por las escaleras ambos suspiraron y se miraron con complicidad. La mentira había colado. Lily acompañó a James hasta la esquina de la calle y le dio un beso suave antes de que James alzara la varita y oyeran el inconfundible pitido del autobus Noctámbulo. James siguió besándola y la rodeó con sus brazos para notar su cuerpo contra el suyo mientras el beso iba a más.

- Ejem... ¿suben?

Los dos pararon sonrojados y James subió al autobús.

- Nos vemos en el tren, ratoncito- le dijo antes de salir disparado con el vehículo lila.

La chica sonrió sola en la oscuridad y volvió a casa tarareando una canción.

- ¡La niña tiene novio!- exclamó emocionada la señora Evans cuando oyó la puerta de la casa- ¡Y qué chico más guapo!

- A mí me ha parecido un imbécil- murmuró su marido malhumorado y bajando a la sala de estar.

- Si hubiera sido Albert Einstein el que estubiera con tu hija también te hubiera parecido imbécil- exclamó- ¡Qué tiernos!- ambos se sentaron en el sofá

- Cómo le ponga una mano encima a mi niña se la corto- musitó el hombre.

La señora Evans le besó con dulzura en la mejilla y apoyó la cabeza en su hombro.

Elise y Kate llegaron a la estación de King's Cross con sólo cinco minutos de tiempo para subir al tren; la morena había vuelto a insistir en coger el metro para ir hasta allí. Pusieron su equipaje en uno de los carritos y echaron a correr hacia los andenes 9 y 10. Sirius, Peter y Remus las estaban esperando allí.

- ¡Un poco más tarde y llegamos para el día de la graduación!- se quejó Peter cuando ambas les alcanzaron jadeando.

- ¡Es culpa de Elise! Nos hemos perdido en el metro- protestó Kate

- ¡No nos hubieramos perdido si me hubieras dejado a mí el plano!

- ¿Podemos dejar eso para después?- exclamó Remus tomando los carritos de ambas chicas y atravesando el muro que había entre los dos andenes.

Elise y Peter le siguieron corriendo y después pasaron Kate y Sirius, de la mano. Remus ya estaba subiendo los equipajes al tren y Elise y Peter corrieron a ayudarle.

Un segundo después de que Kate pusiera un pie en el vagón, el tren silbó y empezó a moverse.

- Hemos encontrado un compartimento vacío al final del tren- les anunció Sirius.

- El tren va casi vacío- dijo Elise- seguro que no es muy difícil encontrar un compartimento... ¿ves?- abrió la puerta del compartimento que le quedaba más cerca- Éste está vacío

Sirius la miró enfadado y Kate se echó a reír y le cogió de la mano.

- Venga, vamos a ese compartimento que habéis encontrado, que seguro que está muy bien...- Sirius también sonrió

- No le malcríes, Kate, que luego se pone insoportable- se quejó Elise, pero su amiga no le hizo caso.

Llegaron al compartimento donde los Merodeadores habían dejado sus baúles y dentro encontraron a James y a Lily, hablando el uno frente al otro, y les sonrieron al entrar.

- ¿Cogisteis el metro, verdad?- preguntó la pelirroja y se levantó para colocar el equipaje de sus amigas. James hizo lo mismo.

- Lily, creo que no va a caber todo aquí- le dijo el chico.

La pelirroja asintió.

- ¿Llevamos los nuestros al vagón de prefectos?- propuso

- Sí, espera, que te ayudo con eso, que pesa mucho.

Con la ayuda de Sirius y bajo la mirada atónita de Kate y Elise, James y Lily bajaron sus maletas y colocaron las de ellas. Luego salieron del vagón y se despidieron hasta dentro de un rato: tenían que patrullar los vagones y mirar si estaban todos los alumnos.

Kate y Elise se quedaron mirando la puerta del compartimento como si por allí acabara de pasar un ángel.

- ¿Quiénes son estos dos y dónde se han metido James y Lily?- preguntó Kate.

- A ver, un momento... ¿Qué pasa aquí?- preguntó la morena mirando a los Merodeadores- ¿Por qué Lily y James no están cada uno en un extremo del tren, escondidos en una esquinita autocompadeciéndose e intentando evitarse?- se sentó

- Cuando yo he llegado me los he encontrado así- explicó Peter como sie Elise estuvier buscando un culpable y Remus asintió.

Sirius se rascó la cabeza y se sentó frente a su prima.

- Ahora que lo decís... James está un poco raro desde que volvimos de casa de mi tío... No está de mal humor desde entonces. Y me dijo que lo había arreglado con Lily. Que volvían a ser amigos o algo así...

- ¿Volvían? ¿Alguna vez han sido amigos?- preguntó Peter.

- Claro que sí- suspiró Elise- Una amistad... complicada. Pero no entiendo esto, de todos modos- dijo señalando pensativa el vagón.

- ¿El qué?- preguntó Kate

- Yo tampoco- dijo Remus- ¿No habéis visto como se han comportado hace un momento?

Elise asintió.

- Yo creo que os estáis comiendo demasiado la cabeza, a lo mejor se han cansado de pelear simplemente- dijo Peter mirando por la ventana

Todos valoraron la explicación de Peter; era tan improbable que podía ser cierta

- Pienso que...- empezó Sirius.

- Eso es mentira- se anticipó Elise- para pensar hace falta cerebro.

Sirius le hizo un gesto desdeñoso y cruzó los brazos, inmediatamente Kate le empezó a hacer mimitos para que le dijera que pensaba mientras el resto de personas del vagón entornaban los ojos y Sirius se dejaba mimar.

- ¿Qué crees que habrán pensado?- le preguntó Lily a James mientras iban hacia el vagón de prefectos.

- Que se nos ha derretido el cerebro de tanto estudiar o que hemos inhalado demasiado vapor en el aula de pociones- respondió James alzando los hombros y haciendo reír a Lily- Sirius no tardará en darse cuenta- dijo después.

- Y Elise y Artemis tampoco- murmuró Lily

-Bueno, da igual que se enteren ¿no?

- Sí... pero...

James la rodeó por los hombros.

- Ya lo sé. Tú y tu amor por el anonimato

- No todos estamos acostumbrados a ser mundialmente conocidos- musitó Lily

El chico entornó los ojos. Ella lo miró con la misma cara que usaba con su padre.

- No me mires así... me conozco todas esas miradas... las inventé yo- dijo el chico

Entonces la que entornó los ojos fue la chica.

- ¡Eh Mike! ¿Te he presentado a mi novia? Se llama Kate- le dijo Sirius a un jugador de Quidditch de Hufflepluf, que les saludó descentrado- Ven Kate, que ahora te voy a presentar a Dumbledore.

- Conozco al profesor Dumbledor- dijo Kate

- Sí, pero él no sabe que eres mi novia.

- Sirius, en serio, esto no es necesario- suplicó la chica deteniéndole antes de entrar al Gran Salón- Sé que ya no te importa que te vean conmigo. Ya se irá enterando la gente ¿vale?

Sirius la miró un poco contrariado.

- ¿Te avergüenzas de mí?- preguntó un poco picado. Ella le abrazó por detrás.

- Claro que no... Pero tengo hambre. Vamos a cenar- y le tomó de la mano para entrar al Gran Salón

Los demás les seguían por detrás, acababan de llegar a la escuela. Entraron con todos los alumnos que volvían de casa en el Gran Salón y fueron hasta la mesa de Gryffindor, donde Artemis, Kate, Tracy y Sirius les estaban guardando sitio. El resto de Gryffies parecieron sorprenderse un poco al verlos a todos juntos y empezaron pronto a oírse cuchicheos.

Mientras, Peter había ido a saludar a sus amigas, las chicas del NTCPSP, que estaban empezando a tomar un color ligeramente azulado. Ellas eran las que se sentaban al lado de los Merodeadores y no esas... cosas.

Gilda se levantó de su banquillo, furiosa y caminó hacia donde estaban ellos, dibujando una sonrisa perfecta en sus labios.

- ¡Hola chicos!- exclamó con falsa alegría- ¿No vais a venir con Peter a contarnos qué tal vuestras vacaciones?

- En otro momento Gilda. Estamos cenando- se excusó Remus volviendo a su conversación con Sirius y Artemis.

- ¡Oh vamos! Podéis cenar allí con nosotras...

- Pero es que están cenando aquí- dijo Tracy- Gilda, no quiero más escenitas ¿vale? Estamos cenando.- repitió

- Creo que no estaba hablando contigo, Tracy- musitó la chica.

- Pero sí con nosotros- dijo Sirius- Si quieres ven tú a cenar aquí, no nos vamos a mover- la chica frunció los labios- Por cierto ¿Conoces a mi novia? Se llama Kate- dijo rodeando a la aludida por la cintura, que dio un pequeño saltito en el banco y le miró reprobándolo.

Gilda se mordió los labios.

- Sí, ya la conocía... Está bien... hablaremos en otra ocasión- intentó que no se notara la rabia en su voz, pero aún así sonó algo chillona.

- ¡Sirius!- le riñó Kate cuando la chica se había alejado.

- ¿Qué? Ha venido a molestar- dijo alzando los hombros y sonriendo. La chica notó temblar sus rodillas.

Tracy les contó entonces a Sirius y a Elise, que ya se habían ido por aquél entonces, la ducha en granizado de naranja que se llevó Gilda y que desde entonces estaban furiosas e intentando poner a todo el mundo en su contra.

- Afortunadamente, yo sigo teniendo mis contactos- presumió Tracy- no les va a ser tan fácil hundirme. ¡Yo sigo siendo Tracy Chambers!

- ¡Y nosotros los caballeros de la mesa redonda! ¡Dios salve a Inglaterra y a su reina!- chilló Lily fingiéndose presa de la emoción.

Todos, incluso Tracy, se echaron a reír.

Después de cenar, estuvieron un rato en la Sala Común y se fueron quedando solos. Kate decidió irse a la cama y se despidió de Sirius besándose como si no se fueran a ver en seis meses.

- Acabo de cenar- musitó Elise

Artemis y Tracy también se besaron y les dieron las buenas noches a todos. Después de un rato se fueron Sirius y Elise también.

-Bueno, ¿va siendo hora de ir a la cama, no?- dijo Remus bostezando- ¿Subes James?

- Mmmm... me muero de sueño, pero es que Lily y yo tenemos que acabar una cosa...

- Para la próxima reunión de prefectos- acabó la pelirroja- Un coñazo, pero necesario- dijo sonriendo.

Remus asintió y les deseó buenas noches a ambos antes de desaparecer por las escaleras que llevaban al cuarto de los chicos. Tan pronto como oyeron el sonido de la puerta se tiraron el uno encima del otro y empezaron a besarse con ansias. Unos minutos después se separaron para respirar, se estaban empezando a marear por la falta de oxígeno. Lily estaba sentada sobre el regazo de James y no tenía ni idea de cómo había llegado allí ni sabía en que momento la túnica del uniforme y la corbata habían acabado en el suelo.

- Hola- dijo James riendo viendo la cara de desconcierto de la chica

Lily apoyó la cabeza sobre su hombro y él la abrazó.

- ¿Sabes? No sé por qué no hicimos esto antes...

- Bueno... quizás las amenazas de muerte fueron un problema- dijo separándola unos centímetros y juntando su frente a la de ella

- No eran amenazas de muerte- se defendió ella

- Una vez rompiste un vaso delante de mis narices y me dijiste que me harías eso a mí... ¿Cómo quieres que lo interprete?

Lily no dijo nada pero le volvió a besar. Suavemente en los labios y tomó la cara del chico entre sus manos.

- Pero qué mono eres- murmuró

Entonces se oyó el ruido de una puerta y Lily rápidamente se apartó de James y se dejó caer al otro lado del sofá, poniéndose la túnica de cualquier manera, el chico frunció el ceño. Alguien bajaba.

- Lily ¿Dónde tienes la pasta de dientes?- Elise asomaba la cabeza por las escaleras- Se me ha acabado.

- Está en mi baúl, en el fondo...

- Sube a dársela- dijo James entonces- Tengo sueño. Nos vemos mañana, Lily.

Lily alzó las cejas disgustada pero no dijo nada y subió a su cuarto. James parecía molesto.

Los exámenes habían dejado de ser una posibilidad lejana y ahora eran una posibilidad próxima. Los profesores se habían vuelto más persistentes con lo de que tenían que estudiar a diario y habían empezado a repasar en clase todo aquello que podía entrar en los exámenes de los EXTASIS.

Y el tiempo no ayudaba en absoluto a cumplir las premisas de los maestros, pues los últimos días de abril estaban siendo brillantes y cálidos, como los primeros de mayo; una invitación atractiva para no hacer nada y disfrutar del sol cerca del lago. Así que los estudiantes tenían que usar toda su voluntad para permanecer encerrados en la biblioteca, estudiando y practicando todo tipo de sortilegios.

Como había dicho Kate, la mayoría de alumnos de Hogwarts se fue enterando de su noviazgo poco a poco, pero causó menos revuelo que el de Tracy y Artemis. Entre otras cosas porque todo el mundo sabía que Sirius había estado detrás de la chica los dos últimos meses y Sirius Black normalmente no necesitaba ir detrás de ninguna alumna. Aunque también era de opinión general que la pareja no duraría mucho.

Una de las primeras tardes de mayo, las chicas salieron a estudiar cerca del lago. A Tracy y Kate tanto libro y tan poco movimiento las estaban volviendo locas y habían hecho un boicot para obligar a Elise y a Lily a salir esa tarde. Lily y Elise aceptaron, pero se llevaron sus libros pese a las quejas de sus amigas.

Se tumbaron cerca de un árbol grande, a pocos metros del lago. Tracy y Kate se descalzaron y caminaron hasta el lago para meter los pies en el agua. A los cinco minutos estaban empapadas de pies a cabeza y tirándose agua la una a la otra.

- Parecen niñas- dijo Elise

- Son niñas- contestó Lily- Aún somos algo niñas, por suerte. Si no tuviera tanto que estudiar me metería con ellas en el agua.

- Sí... esto de estudiar está empezando a convertirse en algo como comer o respirar. Estoy harta de no hacer otra cosa diferente.

- Bueno, quedas con Remus a menudo.- aventuró la pelirroja.

Elise alzó una ceja y la miró con una semi-sonrisa.

- Sí... quedo con Remus... y por si lo ibas a preguntar no, no estamos saliendo, cosa que no quita que tengamos una amistad fantástica y unas sesiones magníficas de besos y demás.- acabó diciendo muy tranquila.

Lily la miró y parpadeó repetidamente.

- ¿Y a eso no se le llama salir?

- No, porque yo soy libre de hacer lo que me plazca sin contar con él. No nos debemos nada. Es una amistad con derechos.

- ¿Y si te enamoras de él? ¿O si él se enamora de ti?

- ¿Quién ha dicho que no esté enamorada de él?

Lily puso cara de no entender nada.

- Lily, lo que menos necesito es una relación estable... y no sólo porque me vaya a ir... No te digo que al final acabe habiendo algo serio y no me refiero a largo plazo, sino unos meses. Pero ahora no. No estoy preparada.

Lily se preguntó porque Elise dijo eso último, pero sabía que Elise no quería hablar de ello si no se lo había contado.

- ¿Y si él te dijera que te quedaras para empezar algo serio?

Elise pareció pensárselo.

-No sé lo que haría. Quizás me quedara. Pero no lo sabré hasta que no me lo pregunte, si lo hace.

Lily suspiró.

- ¿Y tú y James?

- ¿A qué te refieres?- preguntó Lily mirando a Tracy, que había tirado a Kate al agua y se reía.

- Oh, vamos. Os vi salir detrás de una cortina. Os estábais besando. Además, ¿Crees que no t vi toda descamisada el día que llegamos después de vacaciones?

- No nos estábamos besando.- dijo con total falta de convicción

- No, claro. Intercambiabais saliva sólo.

Lily se quedó callada.

- ¿Lo sabe alguien más?- dijo unos segundos después

- Yo diría que Sirius lo ha notado también. Y Remus me comentó algo el fin de semana pasado, después de la luna llena.

Lily no dijo nada, sólo apoyó la cabeza sobre sus rodillas.

- Lo que no entiendo es por qué os andáis escondiendo de los demás.

- Es por mí- suspiró- Quiero decir, soy yo la que no quiero que nos vean. Creo que a James le molesta que nos escondamos.

- Seguro... es que me parece una tontería Lily- dijo Elise- ¿Qué más da que lo sepa la gente?

La pelirroja encogió los hombros.

- No sé... ya sabes que no me gusta...

- Que la gente note que existes sí. Pero si te escondes parece que estás haciendo algo malo, algo de lo que te avergüenzas, y James debe tener esa sensación.

Las dos siguieron mirando a Kate y a Tracy hasta que Elise se incorporó.

- ¡Qué demonios!- se quitó la túnica y echó a correr hacia el lago.

Kate y Tracy no se lo esperaban y Elise las tiró a las dos al agua y se empezó a reír. De repente ella también se cayó. Ahora Lily la que se reía. Las otras tres chicas unieron fuerzas y también la tiraron al agua, las cuatro se reían incontroladamente.

Poco después las tres chicas subieron empapadas a la Sala Común, felices y relajadas para seguir estudiando.

- Lo malo es que me había alisado el pelo...- murmuró Tracy observando uno de sus mechones rubios que ahora estaba ligeramente ondulado.

- Pero nos hemos dado un fantástico baño de lodo- anunció Kate- ¿Eso no es bueno para el cutis?

Tracy inclinó su cabeza como dando a entender que sí. Lily se puso delante de ellas y empezó a caminar de espaldas

- Bueno... ¡Me pido primera la ducha!- chilló echando a correr hacia la Sala Común.

Elise decidió no correr, pero Kate y Tracy salieron escopeteadas detrás de la pelirroja que ya estaba entrando en la Torre de Gryffindor.

La chica saltó habilmente y siguió corriendo hacia los cuartos de las chicas. Pero vio algo que le hizo quedarse congelada donde estaba y volver atrás, hacia la entrada.

- No entréis- les dijo la pelirroja a Kate y a Tracy, que intentaban pasar por el agujero

- ¿Por?- preguntó Kate

- Hay... cucarachas- explicó Lily

- ¡¿CUCARACHAS?!- preguntó Tracy asustadísima

- ¿Cómo va a haber cucarachas si estoy oyendo un montón de gente dentro?- preguntó de nuevo Kate.

- Mmmm...- la pelirroja le tapó la entrada a Kate- están gritando... ¿no les oyes? Las están intentando matar

Kate alzó las cejas. Tracy, mientras, había aprovechado el despiste de la pelirroja y había asomado la cabeza. Saltó dentro de la Sala Común. Lily lo vio y dejó pasar a Kate sujetándose la frente preocupada.

En el techo había colgada una pancarta que ponía "La verdadera Tracy Chambers" y colgadas debajo muchas fotos. En todas salía la rubia y en la mayoría con algún chico, o borracha o lo que es peor, las dos cosas.

Mucha gente estaba observando las fotos de la pancarta y empezaron a cuchichear cuando Tracy entró en la Sala y se quedó mirándolas también, con un gesto indefinible en la cara. Humillada. Rabiosa. ¿Qué estaría pensando la gente de ella? ¿Qué pensarían Lily, Elise y Kate?... ¿Y Artemis? Se fijó en una foto al azar, en la que salía besándose con un Slytherin que ya había dejado la escuela mientras otro la agarraba por la cintura, en una fiesta. Cerró los ojos con fuerza y empezó a sentir unas ganas terribles de llorar. Se avergonzaba de todas esas fotos y era como si cada una de ellas la alejase un poco de la felicidad que había sentido hacía unos minutos, en el lago.

- ¿Qué pasa aquí?- la rubia se giró para ver a Elise con cara de no estar de buen humor y oteando la sala común. Se sintió mal, muy mal y echó a correr. Fue casi imposible aguantar el trayecto hasta su habitación sin llorar.

- ¿Quién ha colgado esto?- dijo entonces Lily. En la Sala se hizo el silencio salvo por unas risitatas que venían de un grupo de sofas. Gilda y sus amigas; era de esperar.- ¿Habéis sido vosotras?

- Es un mural bonito ¿verdad?- fue todo lo que contestó Gilda, Rachel bajó la mirada

- ¡Sois unas zorras!- chilló Kate mirándolas furiosa- ¿Cómo se os ocurre hacer algo así?

- ¡Se lo merecía!- dijo Gilda- Por humillarnos de esa manera ¿Se cree mejor que nosotras? ¡Pues no lo es! ¡Ella también es una zorra!

Elise le dio una bofetada y la chica profirió un grito, pero no dijo nada al ver los ojos de la morena. La misma cara de amenaza que ponía Sirius.

- Nunca insultes a una de mis amigas ¿lo has entendido o te lo tatúo en la frente con mi varita para que lo veas cada vez que te mires en el espejo?- estaba inclinada sobre ella y Gilda estaba amedrentada. Las otras NTCPSP no parecían estar tampoco muy felices

- ¿Qué pasa aquí?- acababa de entrar Artemis, con Peter y Remus. Seguramente llegaban de ver el entrenamiento del equipo de Quidditch y ahora miraban las fotografías. Remus saltó un poco y arrancó la pancarta de la pared. Artemis se había acercado hasta sus amigas y había retirado a Elise, que parecía a punto de pegar a Gilda de nuevo.

- Creo que esto es vuestro- dijo Remus tirándoles la pancarta- Ni de vosotras me esperaba yo algo tan sucio y rastrero. Tracy era vuestra amiga- les escupió mirándolas desdeñosamente, las chicas volvieron a bajar la mirada. Peter se sentó con ellas y examinó las fotografías consternado: No había ninguna suya

Artemis se quedó mirando la pancarta brevemente

- ¿Dónde está Tracy?- preguntó apartando la vista, imperturbable como siempre

- En la habitación- contestó Kate. El chico se encaminó hacia allí.

Kate le iba a acompañar, pero Lily la detuvo y negó con la cabeza. Remus rodeó los hombros de Elise y la sacó fuera de la Sala Común, seguramente para que le diera el aire y se le borrara la rabia que sentían todos los poros de su piel. Antes, la morena dedicó una mirada amenazante a las chicas, que ahora sostenían la pancarta.

- No volváis a hacer algo así o informaré al director- dijo pausadamente Lily- Ahora, y gracias a vosotras, cincuenta puntos menos para Gryffindor.- todos los alumnos que oyeron eso abrieron la boca desmesuradamente- Dadles las gracias a ellas- dijo a la gente que la miró pidiéndole explicaciones

- ¡Eso sólo lo has hecho porque es tu amiga!- musitó entonces Gilda con veneno en la voz.

- Vuelvelo a hacer si quieres, con otra persona, yo estaré encantada de contárselo al director y quitarte otros cincuenta puntos... sí, a mi propia casa- dijo mirando al resto de alumnos.

Kate y ella también salieron de la sala Común hacia el baño de prefectos. Todavía seguían empapadas.

- ábreme la puerta Tracy- Artemis estaba dentro de la habitación de las chicas, llamando a la puerta del baño de donde salían unos sollozos inconfundibles.- Sé que estás aquí, ábreme

No hubo respuesta. Artemis suspiró.

- Tracy no tienes que llorar, no te autocompadezcas

- ¡No me estoy autocompadeciendo!- chilló con voz aguda la chica desde dentro

- Estás llorando por una cosa que no puedes cambiar ya, Tracy

- ¡Tú no lo entiendes Artemis!- chilló la chica desde dentro- ¡Tienen razón! Yo soy ésa de las fotos.

Se hizo un silencio extraño, cortado sólo por los sollozos de la chica.

- Sí Tracy, eres tú ¿Y qué?- preguntó el chico.

- ¿Cómo que y qué?- gritó la chica desde dentro mientras se oía como se estaba sonando.- ¿No has visto eas fotos? ¿No te avergüenzas de mí?- chilló como dando por sentado que así era.

Artemis suspiró

- Tracy, esas fotos no dicen nada nuevo. Yo ya sabía esas cosas... no te voy a decir que no me molesten...

- ¿Ves?- murmuró la chica entre lágrimas

- Pero lo que me importa es que ya no haces esas cosas porque has decidido no hacerlas. Lo que hace a las personas son sus decisiones.

Nuevamente hubo un silencio

- Eso se lo he oído a Dumbledore- murmuró la chica desde dentro

- Y es un genio.- concluyó Artemis

- Colecciona calcetines- añadió Tracy. Artemis no pudo evitar dejar escapar una sonrisa- Pero es tan humillante...- volvió a murmurar- ¡Yo sólo quería que me dejaran en paz!

- Estaban molestas y querían vengarse Tracy. Pero ahora tienes que salir ahí fuera con la cabeza bien alta y demostrarles que estás por encima de sus tonterías.

- No quiero salir...- murmuró la chica

- Venga, sé valiente...

- No, si no es por eso. Es que se me acabo de dar cuenta que con el agua del lago se me ha corrido todo el rimmel de la cara. ¡Estoy horrenda!

Artemis se volvió a reír.

- ¿Me abres la puerta, princesa?

Tracy no contestó, pero descorrió el pestillo. El chico entró y la vio sentada en la taza de váter limpiándose la cara con papel higiénico.

- Vaya, ¿así que esto es un baño de chicas?- dijo mirando todos los botes, botecitos, botellas y botellitas que había por las estanterías.

Tracy sonrió y Artemis se arrodilló delante de ella y le besó las manos.

- Vamos princesa, no tengo mucha experiencia con estas cosas, pero creo que todo estará mejor después de que nos comamos un buen helado de chocolate.

La chica frunció el ceño.

- El helado tiene muchas calorías.

- Bueno, pero hoy has hecho mucho deporte y has llorado, así que neceitas energías extras. Creo que nos lo podemos permitir...¿no?

La chica le miró de lado.

- Podemos, sí- luego le besó dulcemente en los labios y rodeó su cuello. El puso las manos sobre sus piernas y las acarició suavemente.- Ninguna de las cosas de las fotos... quiero decir que.. vamos... que...- se retorcía las manos con nerviosismo

- Lo sé- le acarició la mejilla y la chica sonrió.- vamos, nos espera un helado de chocolate.- dijo tendiéndole la mano. Tracy se la agarró.

- Espera que me arregle un poco... ¡Antes muerta que con estos pelos!

- Estás empapada

- Vaya... no lo había notado

- Estamos de mal humor ¿no?

Elise sólo se encogió de hombros mientras Remus le pasaba su propia túnica por encima.

- ¿Dónde vamos?- preguntó unos minutos después la joven mientras subían un tramo de escaleras.

- En realidad a ningún sitio. Estoy paseándoe para que te relajes.

La chica le miró y luego siguió caminando.

- Creo que ya podemos volver a la Torre.- volvió a hablar Remus. Se dio cuenta que desde hacía un rato era Elise la que iba guiando sus pasos y sonrió- ¿Dónde me llevas tú ahora?

Elise no contestó pero ahora sonreía. De repente se paró dio un cuarto de vuelta sobre us talones, estiró de la corbata al licántropo y estampó un beso ardiente en los labios de un pillado-por-sorpresa Remus, que se quedó con los ojos muy abiertos. Luego le dio un beso en la nariz.

- Necesitaba esto. Gracias.

- De nada. Encantado de ayudar- bromeó él.- ¿Crees que necesitarás más ayuda, quiero decir, en un futuro próximo? Por poner un ejemplo ahora.

Elise llevó las manos detrás del cuello del chico y le hizo un masaje con los dedos. Sonrió mientras él la abrazaba por la espalda y la acercaba a él

- Creo que necesitaré mucha ayuda- Remus enterró su boca en el cuello de la chica y empezó a recorrer con la lengua la fina piel de su garganta- Oh sí- murmuró- parece que ahí necesito mucha ayuda.

- ¡Ahhhhhhhhh!- chilló una voz entonces, ambos levantaron la cabeza molestos para ver de qué se trataba.

- Tú no- se quejó Elise en un susurro

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Este capi ha sido más que nada para establecer como son las cosas ahora en Hogwarts ya sé que no hapasado nada muy relevante. De todas formas chicos y chicas, aliens y criaturas no corpóreas, esto se acaba. Sí. No le doy mucha vida... aunque posiblemente... probablemente... puede que escriba una secuela, no tan larga como el fic y centrada en más cosas. Pero tengo que reflexionarlo. Si decido no hacer secuela, os prometo un epílogo en condiciones, de todos modos!!! UN BESO!!!!

HELENA: LO siento!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Esque estuve de vacaciones en lanzarote y por eso no pude actualizar antes espero que os guste este chap y que no os hayais enfadado mucho!!!!un besito y hasta el proximo que sera pronto de veras! Dejad reviews!!!!!!!!!!!