{Este capítulo va por ti, Marieta, por haber vuelto al colegio, y sobre todo, a casa}

 -¿Ron?-dijo extrañada Minerva McGonagall mirando hacia el centro de la habitación-¿Eres tú?

   -Sí, Minerva-contestó Ron algo extrañado- ¿Ya no me reconoces?

   -La verdad es que estás muy cambiado... Buen trabajo Fred-dijo Dumbledore mientras entraba por la puerta-La verdad es que ni yo lo hubiese hecho mejor.

   Mientras decía esto, McGonagall, Dumbledore y Fred miraban fijamente a la persona que hacía unas cuantas horas había sido Ron.

   Ahora, al lado de una falsa chimenea, se encontraba un hombre apuesto, que miraba fijamente a las tres personas que se encontraban delante de él.

   El pelo lo seguía teniendo en el mismo corte, no muy corto, pero peinado hacia arriba con algo de gomina, y era de color azabache con ligeros reflejos azulados, casi imperceptibles, pero resaltaban los rasgos algo afilados de la cara, nada exagerados.

   Los ojos eran de un azul oscuro muy profundo, como dos zafiros engastados en la superficie lisa de su cara.

   La piel estaba algo más tostada que antes, pero sin llegar a un color excesivamente extremo.

   El cuerpo, algo más musculoso, quedaba en armonía con los escasos centímetros que había crecido, llegando a medir cerca de 1'80.

   -Bueno, ¿os pensáis pasar toda la tarde mirándome? Todos vuestros ojos puestos sobre mí hacen que me sienta algo incomodo.-dijo Ron mientras arqueaba una ceja-¿Tenéis un espejo por ahí? Albus, ¿has averiguado algo sobre Hermione?

   -He releído las cartas, pero no te puedo traer muchas noticias suyas. Ahora vive con Malfoy y con tus hijos en una casa en Santa Mónica. Todos tus hijos van al colegio o a la guardería, no se muy bien si a una pública o a una privada. Draco y ella van a rodar una pequeña película juntos-dijo Dumbledore.

   Y ahora viene lo mejor de todo: conozco a Steve Watson, el director de la película, y se ha ofrecido para darte un papel protagonista en la película y una casa en Santa Mónica.

   Pero sólo ha dado una condición: que estés mañana por la mañana en su casa.

Si quieres yo te puedo acompañar, iremos por la red flu.

   -¿Y no sería más fácil ir con la red flu hasta mi nueva casa?

   -No. A Steve no le gusta usar mucho la magia en Santa Mónica, dice que hay demasiados muggles interesados en descubrirte al menor atisbo de magia que divisen. Y también hay que reconocer-contestó Dumbledore-que no es que se le de muy bien la magia...

   ¿Entonces le digo que sí vas?

   -Claro, ¿qué puedo perder?

   -Iremos sobre las once de la mañana, más o menos.

   -Vale. Pero una pequeña preguntita más: ¿cómo nos vamos a arreglar para que no me arresten cuando vean en mi pasaporte que me llamo Ron Weasley?

   -De eso ya me he encargado yo, Ron-dijo McGonagall- He conseguido unos documentos para ti. Lo típico: el documento de identidad, el pasaporte, la tarjeta sanitaria...

   También he conseguido un graduado escolar y algunas fotos sobre tu familia.

Ha sido fácil cambiar un poco las fotos, aunque tengo que reconocer que no hubiese podido hacer nada si no llego a contar con la ayuda de George.

   -¿Pero George no está en el Tíbet?

-Sí, pero me trasladé allí con un traslador. Hay veces que pueden llegar a ser muy útiles, como ya habrás podido comprobar por ti mismo.

-Cogimos el nombre de Jon para ti porque era muy parecido a Ron, y así no te harías demasiado lío cuando tuvieses que decir el nombre.

-Jon... que habrá sido de él...

-Déjate ya de sentimentalismos Ron -dijo Fred-Dentro de muy poco vas a volver a ver a tus hijos, pero necesitan a un padre entero, no que se ponga sentimental a la primera de cambio.

-Está bien, lo intentaré.

-Ron, es muy tarde ya, y has tenido demasiadas emociones por hoy. Creo que deberías irte a dormir -le aconsejó Dumbledore- Mañana vendré un poco antes, sobre las diez, más o menos, para ayudarte a hacer el equipaje. No necesitarás mucho, ya comprarás la ropa allí, pero sí que necesitarás algo de dinero.

Toma esto –dijo dándole un sobre bastante abultado- Esto, al cambio muggle, serían cerca de 100.000 dólares.

-Albus, yo no puedo aceptar esto, habrás estado ahorrando este dinero durante mucho, mucho tiempo.

-Lo estaba guardando por si un día era necesario, y qué mejor ocasión que para que recuperes a Hermione.

-Gracias.

-Bueno, Fred, Minerva-dijo Dumbledore- Creo que ya va siendo hora de que nos vayamos. Ron tiene que descansar. Mañana será un día muy duro para él.

Intenta dormir algo.

Buenas noches.

-Buenas noches a todos.

Fred, Dumbledore y McGonagall se fueron de la habitación, dejando a Ron sumido en sus pensamientos.

¿Cómo sería todo allí en Santa Mónica?

Tampoco estaba tan lejos de aquel pueblo de San Francisco, pero tenía cierto aire diferente... Por lo que había oído era una ciudad bastante más desenfadada, pero que, al estar cerca de Hollywood, tenía también cierto glamour.

También estaría todo el día viendo policías, los míticos policías que iban con las bicis por toda la ciudad. Pero era imposible que después del cambio lo reconocieran... ni ellos ni Hermione.

Hermione...

Intentó no pensar en ella, sólo por esa noche, pero le resultaba imposible.

Cogió una taza de leche caliente, cubrió sus hombros con una manta que estaba en su habitación y salió a la terraza.

Se acerco lentamente a la barandilla, apoyó la mano que tenía libre y miró hacia el horizonte.

Hacía algo de frío, algo que era bastante raro, pero hizo que se estremeciera. Notó como las gotas caían poco a poco sobre él, pero no le importaba.

Miraba fijamente hacia el océano que se extendía ante sus ojos, rugía enfurecido con la tormenta que caía sobre él.

Recordó la forma en que le había pedido a Hermione que se casara con ella, sobrevolando esas aguas.

################################ FLASHBACK ################################

Era una clara noche de verano, él estaba en la terraza mirando ensimismado el océano

No se dio cuenta de que Hermione se acercaba lentamente detrás de él

-Ron... ¿Vas a ser tan malo como para no acompañarme en el viaje? -le preguntó cogiéndole por la cintura.

-Lo siento mucho, Herms, los del ministerio no me han dado este fin de semana libre... Pero te prometo que cuando vuelvas iremos los dos juntos a cenar

-Pero no es lo mismo -dijo Hermione intentando aparecer enfadada-  Yo quería pasar un fin de semana romántico con mi novio en Hawaii...

-No puede ser, ya lo he intentado. Pero vámonos ya al aeropuerto que vas a perder el avión...

Hermione cogió la maleta, algo desganada, y siguió a Ron hacia el coche.

Ninguno de los dos dijo nada camino del aeropuerto.

Ron estaba concentrando conduciendo el coche, y Hermione estaba intentando averiguar cómo podía haber salido una mancha de grasa en el techo del coche.

Llegaron a la puerta del aeropuerto

-Hermione, te tengo que dejar aquí. Tengo que ir a trabajar, me ha llamado Ricky para decirme que hoy nos tocaba turno de noche.

-Ah... Bueno, vale... Ya llamaré cuando llegue.

Y dándole un corto beso en la mejilla, salió del coche para entrar en el aeropuerto.

Ron esperó hasta dejar de ver a Hermione entre la gente.

-Hey, Ricky, ya me puedes pasar la capa invisible.

Al oír las palabras de Ron, Richard se quitó la capa invisible, pasándosela a su amigo.

-Corre, Ron, coge la capa y el billete. Date prisa, que vas a perder el tren. El coche ya te lo traeré cuando vuelvas. Llámame para contarme qué tal ha ido todo.

Ron se puso la capa invisible y salió del coche.

Entró al aeropuerto.

Tuvo que hacer grandes esfuerzos para no chocarse con la cantidad de gente que había.

Vio cómo Hermione giraba su cabeza y la volvía desilusionada, esperando que él fuese a darle un último beso.

Siguió a Hermione hasta la puerta de embarque, y se quitó la capa detrás de unos árboles decorativos al verla pasar dentro.

Se acercó a la puerta de embarque, y le dio el billete a la azafata encargada.

-Muy bien, señor Weasley, el capitán me ha dicho que lo espere usted aquí.

***

Hermione estaba ya aburrida. No podía ver nada a través de la ventana, y no tenía a nadie al lado con quien hablar.

De pronto, se escuchó una voz por los altavoces:

-Hola, les habla el piloto.

Ahora mismo estamos sobrevolando el océano atlántico a una velocidad óptima.

Como algunos ya estarán comprobando, las azafatas están sirviendo la cena.

Llegaremos a Hawaii dentro de tres horas aproximadamente.

El tiempo allí es...

Hermione decidió no escuchar más, y se disponía a cenar, porque tenía hambre.

Vio una pequeña cajita al lado de la servilleta, y la abrió para ver lo que había dentro.

Era un anillo de plata, fino, con un gran diamante central con dos esmeraldas pequeñas a los lados.

De pronto, una voz conocida que salía de los altavoces captó su atención:

-Hermione, soy yo, Ron. Supongo que ya has visto el anillo...

Sólo quería decirte que te quiero y que... Que si quieres casarte conmigo.

Si me respondes que sí, ven a la cabina.

Si no quieres... quedate en tu sitio, lo entenderé.

Y se cortó la comunicación.

Toda la gente miraba en todas direcciones para ver quién había sido la chica del anillo.

Hermione se levantó del asiento, algo cohibida por las miradas que la seguían por los pasillos.

Ron estaba nervioso, esperando en la cabina, porque no sabía si Hermione aceptaría su propuesta o no.

Una azafata abrió la puerta, dejando pasar a una Hermione con lágrimas en los ojos, quien se echó en los brazos de Ron.

-Sí... Sí quiero -susurró.

############################## FIN FLASHBACK ###############################

Ron volvió a mirar hacia el horizonte.

Ya había dejado de llover, no había ya nubes en el cielo, que estaba empezando ya a clarear.

Decidió entrar en casa.

En su habitación encontró el álbum de fotos de su boda.

Empezó a verlas una por una: en la que salían Ron y Ginny sonrientes, en la que Hermione se tapaba la cara con una bolsa de papel, en la que estaba su madre sonriendo orgullosa...

Pasó las fotos, fijándose detalladamente en cada una de ellas.

Pero al llegar a la última foto, la que más le gustaba a Hermione, se encontró solamente un espacio vacío y varias marcas de lágrimas.

Ron cayó rendido por el sueño, aunque triste, porque ese vacío en el álbum significaba también un vacío en el corazón de Hermione.

****

-Ron, vamos, despierta.

-Albus, déjame dormir un poquito más...

-Me llevas diciendo eso desde hace casi una hora, cuando he venido para ayudarte hacer la maleta. Aunque he acabado haciendo la maleta yo solo...

Levántate ya o le digo a Steve que no quieres irte a Santa Mónica...

-¡No le digas eso! ¡Sí que quiero ir!-dijo Ron saltando de la cama.

-Entonces vístete, que vamos a llegar tarde.

Tardó exactamente tres minutos en cambiarse y asearse.

Las ganas que tenía de llegar a Santa Mónica eran mucho mayores que la pereza que tenía.

Cuando entró al salón ya estaba Albus preparado con las maletas al lado de la chimenea.

-Vamos. Iré yo primero para ir saludando a Steve y para que cuando llegues veas una cara conocida al menos.

Tenemos que ir al 565 del Baker's Avenue.

Y echando un puñado de polvos flu a las llamas de la chimenea, desapareció.

Ron echó un último vistazo a su casa, cogió el también polvos flu, y desapareció por la chimenea.

****

 Ron se quedó asombrado cuando salió de la chimenea.

   Se sacudió toda la ceniza de su ropa, ya que parecía que no habían limpiado la chimenea desde hacía siglos.

Miró a su alrededor.

La casa en la que se encontraba estaba algo desordenada, pero extrañamente transmitía un ambiente de paz  absoluta, quizá debida a la decoración en color blanco con apliques de madera no muy oscura.

También había grandes ventanales por los que pasaba la luz, que dejaban ver un gran bosque en la montaña de enfrente.

Ron giró su cabeza hacia el centro de la habitación, y pudo ver en un sillón, blanco como la nieve, a dos personas sentadas, mientras que otra persona traía cuatro tazas humeantes.

-Ron-dijo Dumbledore, que estaba sentado en el sillón-éste que ves aquí de pie es mi amigo Steve Watson, aquel director del que te hablé.

Y ésta que está sentada a mi lado es Mariette Watson, su mujer.

-Mi marido y yo estamos encantados de conocerle por fin, señor Balfour. Albus nos ha hablado muy bien de usted.

Siéntese aquí-dijo señalando el sillón que se encontraba enfrente de él.

Ron miró con atención a la mujer que estaba sentada en el sillón, justo enfrente de donde él se encontraba.

Era una mujer guapa, con una piel ligeramente tostada y los ojos de un color marrón oscuro, casi rozando el negro.

Su cara era ovalada, enmarcada por el pelo negro como el ébano, que le daba un toque italiano, al que acompañaba su acento.

-No me llame de usted, señora Watson, hace que me sienta más viejo de lo que en realidad soy-respondió Ron con una sonrisa.

-Lo primero de todo, Jon, sería decirte que no tienes por qué llamarnos de usted, eso no se estila mucho en Santa Mónica-dijo Steve mientras se llevaba una taza de té a los labios-  ¿De qué quieres que hablemos primero, de la película o de tu nueva casa?

-Steve, cariño, ¿no es un poco raro que tomes té caliente en pleno verano en California?

-Ahora que lo pienso... Tienes razón, Mariette-contestó el director levantándose para ir a cambiar el contenido de las tazas.

Albus, con un movimiento ágil de varita, reemplazó el contenido de las tazas por una extraña bebida muy fría de color azul cielo.

-Albus, ya sabes que no me gusta usar la magia.

Y mirando el interior de las tazas añadió:

-¿Se puede saber que narices has hecho aparecer en las tazas?

-Una bebida muggle que me preparaba mi madre cuando era pequeño-respondió Albus de manera algo soñadora-Un poquito de magia nunca hace mal a nadie siempre que esté bien utilizada... Y siempre que no haya ningún muggle por aquí cerca.

-Bueno sí, que se me iba el santo al cielo.

Creo que lo mejor, Jon, es que te explique un poco lo que va a ser la película. Trata de surf, música, amor, ganar...

-Steve-dijo Mariette sin dejarle terminar- no sé por qué no quieres ir a un médico muggle para poder averiguar la razón por la que no puedes expresar bien tus ideas.

Mira Jon, la película trata de un campeonato de surf y un concierto, aquí en Santa Mónica. Pero entre medias hay una historia de amor.

Tú eres Matt Warren, el cantante de un grupo de rock: "Surf & Rockin'" y vas a dar un concierto en Hawaii, donde vives normalmente.  Ves un concurso de surf en una playa y te apuntas.

Allí conoces a "Lucky" Woodrow y a Liz García, dos surferos.

Un mes más tarde tienes que dar un concierto en Santa Mónica, y por casualidades del destino encuentras con otra etapa del mismo campeonato al que fuiste en Hawaii.

De todas formas, aquí tienes el guión-dijo la italiana acercándole una especie de cuaderno.

-Muchas gracias Mariette-respondió Ron mientas dejaba el guión a su lado.

Albus también me ha dicho algo sobre una fiesta esta noche.

-Sí-respondió Steve, ya un poco más calmado- Es esta noche en casa de los Malfoy. Habrá que estar ahí sobre las nueve, vestidos algo decentemente, porque...

Pero Ron se dejó llevar por los pensamientos.

Hermione ya estaba considerada allí una Malfoy... Y lo peor de todo era que sus hijos también...

-¡Jon! ¿Te has enterado de algo de lo que te he dicho?

-¿Eh?-dijo Ron intentando escapar de sus pensamientos- La verdad es que no, Steve, estoy algo cansado.

 Los viajes por la red flu me producen demasiada fatiga.

-Ya veo...

Creo que será mejor que te enseñe tu nueva casa y que intentes descansar un poco para la fiesta de esta noche. No esperes poder volver pronto a casa.

-Llevas toda la razón, Steve. Yo me voy a ir ya, tengo una cena muy importante en Inglaterra -Y mirando el reloj que llevaba en la muñeca derecha continuó-que en estos momentos ya tiene que estar empezando.

-Adiós Albus.

-Adiós Albus. No me olvidaré de mandarte una lechuza informándote de cómo va todo –dijo Ron marcando con énfasis la última palabra.

-Eso espero Jon –y tras pronunciar un nombre casi impronunciable, seguramente escocés, desapareció con un "plop" por la chimenea.

-Creo que ya va siendo hora de que te enseñe tu nueva casa. No es muy grande, pero no he tenido tiempo de conseguirte otra cosa.

Más adelante, después de haber terminado de rodar la película, podrás mudarte a otra más grande.

-Muchas gracias Steve –respondió Ron- La verdad es que no me podría quejar aunque tuviera que dormir debajo de un puente.

-Albus tiene mucha confianza en ti, así que supongo que serás una persona de fiar.

Pero no quiero perder más tiempo aquí, se te ve muy cansado –respondió Steve cogiendo el tarro donde guardaba los polvos flu- A mí no me gusta usar un medio de transporte mágico, pero no te veo en condiciones de...

Pero un golpe seco le hizo quedarse con la palabra en la boca.

Todos miraron instintivamente hacia el lugar desde el que procedía aquel portazo.

-Hey ma, hola pa, ya estoy en casa. Traigo a la pequeña Nicks, como me mandasteis –se oyó una voz que se iba acercando por el pasillo- Ya sé que he tardado mucho, pero es que me he encontrado con Rose, y la enana no me dejaba en paz porque no le quería comprar un helado...

-Jon, te presento a mi hija Phoebe –la interrumpió Mariette- Phoebs, éste es Jon Balfour.

-Encantado-dijo Ron cortésmente.

-Igualmente-contestó Phoebe mirándole de arriba abajo- ¿Cómo es que estás en casa?

Papá no suele traer muchas visitas, las suele llevar al despacho del estudio... Bueno, hay un viejecito inglés que siempre viene... ¿Cómo se llama? Creo que era August, o Amus, o algo parecido.

Así que debe ser algo importante...

-Se llama Albus, Phoebs. Y sí, si ha venido por algo importante. Jon tiene el papel de Matt Warren en la película.

-¿Vas a actuar en la película? Guau, yo hago un pequeño papel, participo en el concurso de surf.

Pa me ha dicho que el concurso va a ser real, por lo que habrá que estar en buena forma para no quedar en muy mala posición...

¿Tú haces surf? Si no lo haces yo te podría dar unas cuantas clases rápidas, por un módico precio, claro.

-Phoebe, si tu padre ha cogido a Jon para el papel es porque sabe hacer surf, ¿no es así, Jon?

Por cierto, ¿dónde has metido a tu hermana?

-No lo sé ma, estará por aquí. Ha pasado delante de mí. Ahora iré a buscarla, o si prefieres doy una voz a ver si me oye.

-No, déjalo, ahora, cuando se vayan Jon y tu padre ya iré yo a buscarla.

-¿Cómo que se van ya? Pero si acabo de llegar y no he hablado nada con Jon...

-Phoebs...

-A mí también me gustaría quedarme para hablar un poco, eres muy simpática, pero el viaje por la red flu me ha cansado demasiado.

-¿Eres mago? Yo estoy estudiando en Salem, pero he venido para las vacaciones. ¿Y de verdad piensas que soy simpática? Es lo más bonito que me ha dicho un chico en toda mi vida, menos cuando David me dijo que...

-Phoebe, deja a Jon terminar de hablar. No parece que tengas dieciséis años...

-Las apariencias engañan, mamá, pero parece mentira que después de haber pasado tanto tiempo conmigo, si recuerdo bien desde que nací, no saber la edad que tengo... Hace más de medio año ya que cumplí los diecisiete...

-Es verdad, ya no me acordaba. Pero de todas formas no me gusta nada la manía que tienes de cortar a la gente cuando está hablando.

-Está bien, mamá... -y girando la cabeza hacia el lugar donde se encontraban Jon y su padre añadió en voz baja- No te preocupes, siempre es igual. No me deja hablar aunque tenga mucho que decir.

Como te estaba contando...

-PHOEBE, CALLATE YA ¿NO?

Cuando quieras puedes seguir Jon-terminó Mariette al ver la cara que se le había quedado a Jon y a su marido.

Pero antes de que Jon pudiese abrir la boca, una niña con una gran herida en la frente entró llorando en la habitación.

-Mami, papi, me he caído en el jardín y me ha empezado a salir sangre... Me duele mucho...

-No pasa nada Nicole, ahora iremos a un hospital para que un médico te vea –dijo Steve cogiendo a su hija en brazos- Y tú podrías ir a enseñarle la casa a Jon, supongo que tendrá ganas ya de verla.

-¿Para qué quiere Jon ver nuestra casa?

-No es nuestra casa la que tienes que enseñar, sino la suya, la que estuvimos viendo para él. Me temo que tu madre y yo tendremos que llevar a la pequeñaja a urgencias, la herida tiene muy mala pinta-terminó al ver que Nicole se echaba a llorar con aún más fuerza.

-Bueno, pues adiós. Yo estaré en casa a la hora de comer -y girándose hacia donde estaba Ron, continuó- Bueno, Jon, podemos irnos ya a ver tu casa.

Cogió algunos polvos flu, gritó el nombre de la casa y saltó a la chimenea, desapareciendo en el acto.

Ron hizo lo mismo que ella, pero algo más calmado.

**********

Se quedó asombrado con la vista de su nueva casa.

Tenía solo una planta, pero era muy grande.

-¿Te gusta?-preguntó una Phoebe sonriente- Esta casa fue la primera que vimos mi padre y  yo. Él quería comprar una casa más grande para nosotros, así que compró esta cuando se enteró de que ibas a venir tú.

Creo que me ha dicho que tenías algo de ropa en el armario.

¿Vas a ir esta noche a la fiesta en casa del rubio repelente?

-¿En casa de Malfoy?

-Seh, pero nunca le llamo así porque no es que me caiga especialmente bien... Sobre todo desde que no ha sido capaz de invitarme para ir.

-¿Entonces no vas a ir?

-No...

-Ven conmigo a la fiesta. No conozco a nadie, no sé dónde está la casa de Malfoy y estoy seguro de que tienes bastantes ganas de ir allí.

-¿Lo dices en serio?

-Completamente en serio.

-Pues entonces pasaré a buscarte a las ocho y media, porque habrá que estar allí a las nueve de una forma muggle y claro, pues...

-¿Pero no sería más lógico que fuese a recogerte yo a tu casa?-preguntó Ron extrañado.

-Encima que me llevas a la fiesta, sólo faltaría que vinieses a buscarme...

Bueno, me tengo que ir, porque tengo que comprarme algo para la ocasión, o intentar transformar algo, o...

-Pero hay un problema, Phoebe

-Llámame Phoebs ¿cuál es? No me dirás ahora que todo era una broma, porque sino te aseguro que te quedas sin carnet de padre.

-No, no es nada de eso-respondió Ron intentando contener la risa- El problema es que yo no tengo polvos flu en esta casa.

-Bah, eso no es problema para mí. Me he sacado la licencia para aparecerme, ¿sabes?. Creo que me apareceré en casa de Rose, ella me ayudará a elegir...

¡Adiós!

Y desapareció con un "plop"

Ron fue al salón, estaba cansado. Nada más tumbarse en el sillón se quedó profundamente dormido.

******

Hola!!

Siento muchísimo haber tardado tanto en subir este capítulo.

Al principio pensaba ponerlo el fin de semana pasado... pero tuve la necesidad de cambiar unas cuantas cosillas del principio...

Y acabé cambiando la gran parte del capítulo.

Y después tuve el examen de recuperación de biología... que no sé si habré aprobado o no, lo que es seguro es que estudié, para los que dicen lo contrario.

Todavía no pasa mucho en este último capítulo, va introduciendo la acción... que se va acercando a pasos  agigantados, aunque tampoco creo que haya mucho en el próximo... Pero si habrá fiesta!!

No sé, ya veré. Depende de si sois buenos o no... ^^

Muchas gracias a todas las que me habéis puesto una pistola en la cabeza para que escribiera rápido... aunque ya la podéis quitar si queréis.

Puede que no actualice tan rápido como me gustaría, pero os pido que tengáis paciencia conmigo...

Contesto a los reviews... ¡¡MUCHAS GRACIAS NENAS!!

Melania Weasley:  Wenas nena!! Qué tal va tu inspiración?? Muchas gracias por haber dejado review... siempre consigues alegrarme el día!!

Siento haber tardado tanto, pero no he tenido tiempo... _ Debo tomarme otras vacaciones... ^^

Espero que te guste este capítulo.

Muchos besos!!

***

Lil Granger: Hola wapa!! Muchas gracias por haber dejado review!!

Puedes creer que cuando me dejaste el review aún no había visto la película de Buscando a Nemo?? Pero ya fui a verla... y creo que Dory fue el personajillo que más me gustó.

Voy o hoblor on bolloooono... Mejor lo dejo ahí.

Espero que te haya merecido la pena esperar, aunque no pase demasiado.

Pero prometo que en el siguiente capítulo se encuentran Ron y Hermione.

Muchos besos!!

***

Pulga-h: Hola!! Muchas gracias por haber dejado review!!

Este es el primer fic que publiqué, pero tengo otros cinco más en fan fiction...

Me alegra que te gustase el fic, como ya dije se me ocurrió escuchando una canción de Bon Jovi, y sé, mas o menos, por dónde quiero que vaya y el final que va a tener.

Y soy una chica, me llamo Belén (mi bio está en construcción ^^)

Muchos besillos!!

***

Pues nada, decir lo mismo de siempre.

Si hay alguna duda, sugerencia, crítica, tomate o lo que sea dejad un review o mandad un email a kiaramcgonagall@hotmail.com

Y si queréis que no tarde tanto... alquilo pistolas para ponérmelas en la cabeza!!

Muchos besillos y cuidaos

...Kiara McGonagall...

...Albus & Minerva forever...