Disclaimer: A mi no me pertenecen los personajes, situaciones y lugares del libro del Señor de los anillos estos le pertenecen y le pertenecerán a la gran imaginación de JRR Tolkien.
'Tell me nothing ever counts. Lashing out or breaking down'
/Tatu, "Show me Love", CD:200km in the wrong lane/
"Show me Love"
Capitulo IV¿Acaso es Amor?
Eve estaba viendo la luna elevarse sobre las montañas nubladas que rodeaban Rivendell, la noche era clara y fresca mientras observa la hermosa esfera plateada moverse por el cielo y no pudo el evitar preguntarse si era verdad que Tilion cuidaba la ultima flor de Telperion y le daba la forma de Isil y si Arien cuidaba el ultimo fruto de Laurelin para convertirse en Anar, ella dio un pequeño suspiro las explicaciones con respecto al sol y la luna le placían mas que las que la ciencia de su tiempo otorgaban, aunque el hecho de pensar en la luna y el sol no la apartaban del verdadero pensamiento que atormentaba su corazón y por un momento la luna pareció detenerse sobre ella como si se hubiera percatado de su dolor, pero pronto la luna siguió su recorrido y no pudo el evitar sonreír al comprobar que en verdad era de marcha incierta.
El verdadero pensamiento que la atormentaba era el bienestar de cierto príncipe de cabellos dorados y hermosos ojos color zafiro profundo y brillante, despues del concilio se habian mandado mensajeros para ver cual seria la mejor ruta para que Frodo siguiera, Aragorn y los hermanos de Arwen habian sido enviados y para su desesperación también Legolas, por supuesto que ella no lo supo hasta que el príncipe se despidió de ella causándole un poco de dolor al avisarle tan tarde, desde que el príncipe se había ido, casi todas las noches ella se sentaba en esa ventana para ver si el regresaba y pensando porque había a empezado a surgir pensamientos tan extraños en ella al igual que su comportamiento alrededor del príncipe.
-¿Man Tet?- La voz de Arwen sonó a su lado.
Eve suspiro y miro a la elfa sentada a su lado -Unat- En el tiempo que había estado ahi Arwen y Fairëundómë le habian enseñado a dominar el élfico lo suficiente para defenderse -Unat-
-¿Meralye yulma nen?- Arwen le pregunto
-La- Eve respondió mientras su mirada pasaba a la luna otra vez -Hantalë-
-Melda Eve- Arwen coloco una mano en su hombro -Él esta bien no te preocupes-
-No se de que hablas Arwen- Eve se ruborizo un poco mientras contestaba.
La hermosa voz de Arwen rió -A! Entonces tu contemplación a la luz de la luna no es para preguntarte del bienestar de cierto príncipe llamado Legolas-
-No- Eve respondió rápidamente sus ojos tratando de concentrarse mas en la brillante esfera plateada -Solo me preguntaba acerca de Tilion e Isil-
-No niego que también hayas pensado eso, pero tus pensamientos también están en él- Arwen dijo suavemente -Que acaso no me tienes la confianza suficiente para hablarme de eso- Los hermosos ojos grises miraron a Eve intensamente -Crees que no se como te sientes yo siento lo mismo cuando Aragorn se va-
-Lose pero hay una pequeña diferencia entre tu y yo- Eve le dijo mientras su mirada seguía en la luna y podía sentir a Arwen con la pregunta a punto de salir de sus labios -La diferencia es que tu amas a Aragorn y ese amor es lo que hace que te preocupes por él-
Arwen la vio confundida -Pero no es lo mismo que tu sientes por Legolas- Ella dijo suavemente -¿O es acaso que tu no lo amas?-
-Yo...no...lo se- Eve dijo suavemente y para sorpresa de Arwen ella se puso a llorar en su regazo, las claras lagrimas empapando la tela del fino vestido de Arwen -Yo simplemente no lose...estoy muy confundida-
-Eve meldo melda- Arwen empezó a acariciar el suave cabello tratando de hacerla sentir mejor, la imagen de su amiga así le partía el corazón en tristeza -¿Porque estas confundida¿Que es lo que provoca que tu corazón este confundido?-
-No lose...no es que yo no haya sentido algo así antes pero nunca con tal fuerza...la verdad hubo un hombre en mi vida...pero todo termino mal- Eve explico entre sollozos -Y supongo que temo que otro hombre venga y rompa el corazón que tanto me costo unir-
-¿Crees que Legolas podría hacerte eso?- Arwen pregunto suavemente a su amiga
-No...no lo creo- Eve suavemente respondió
Arwen sonrió suavemente -¿Que sientes cuando estas con el?-
-Me siento feliz- Eve dijo suavemente y vio a Arwen -Siento como mi corazón clama por él deseando que este junto a mi y cuando lo estamos siento su regocijo-
-Melda Eve- Arwen le dijo mientras limpiaba unas cuantas lagrimas del hermoso rostro de su amiga -No te das cuenta de lo que tu corazón quiere decirte-
-Tienes razón, mi corazón quiere decirme algo- Eve volvió a verla a la cara -Pero mi mente no quiere aceptarlo-
-A Serelinya- Arwen dijo un poco triste y abrazo a su amiga como una hermana mayor abrazaría a su hermana menor -Pero que mas pruebas quiere tu mente-
Eve la abrazo de vuelta -Acciones y palabras sinceras que me demuestran que no piensa amarme por un tiempo y luego desecharme como un juguete gastado-
Eve sabia lo que su corazón y alma deseaba y anhelaba pero su mente no dejaría que fuera lastimada de nuevo. Ella despertó a la mañana siguiente cuando los pálidos rayos de Anar acariciaron su suave rostro con los largos y calidos rayos de luz, abrió sus ojos y vio al distante pero brillante sol. Era poco despues del mediodía cuando Arwen encontró a Eve en la amplia biblioteca de Rivendell tratando de leer un libro para ver si su lectura élfica había mejorado al igual que el hablado, Arwen se sentó enfrente de ella con una sonrisa de felicidad en su hermoso rostro, Eve aparto su mirada del libro en donde estaba leyendo la 'Balada de Beren y Luthien', una de sus historias élficas favoritas, y la vio extrañada con sus profundos ojos gris-azulados.
-¿Man vinyar colalye?- Eve le pregunto
La sonrisa de Arwen se ilumino mas -Pues parece que cierto príncipe de cabellos dorados ha sido visto dirigiéndose hacia acá...a buen galope-
-¡¿Man!?- Eve pregunto sorprendida y sus ojos brillaron en felicidad -De verdad-
-Si- Arwen le contesto y sonrió complacida cuando vio la sonrisa en el rostro de su amiga -Pareces estar feliz-
-Arwen no sabes lo feliz que estoy- Eve miro a su amiga élfica y tomo las hermosas y tersas manos de la elfa mas hermosa de la Tierra Media -¿Cuando lo vieron¿Cuando esperan que regrese?-
-Calma- Arwen rió suavemente al sentir la felicidad de su amiga -Fue visto hoy y esperan que regrese hoy como a las cuatro-
-No puedo creerlo- Eve le dijo -Me has quitado un peso de encima-
-¿Iras a recibirle entonces?- Arwen le pregunto, Eve dejo ir sus manos mientras sus mejillas se ponían rojas y miraba hacia abajo -¿Iremos a recibirle entonces?- Arwen se corrigió
Eve levanto la mirada hacia su amiga -Claro que iremos- Ella contesto -Gracias-
-Uman nat- Arwen le respondió suavemente y un pequeño rubor vino a sus mejillas -Además te la debo-
-Supongo que si- Eve le dijo y las dos se vieron.
La habitación se lleno de la amplia y hermosa risa de las dos damas, los elfos que estaban ahi vieron como su adorada dama y estrella de la tarde reír como nunca antes lo había hecho en compañía de la dama a la que ellos ahora llamaban la dama de la llama indomable como si fueran dos grandes hermanas, la dulce risa lleno la biblioteca y los otros elfos no pudieron evitar las sonrisas en sus rostros antes de que ambas salieran de ahi.
Ambas damas iban caminando tranquilamente por los pasillos de la morada de Elrond el medio-elfo, cuando doblaron en una esquina encontraron a la otra elfa mas hermosa de la Tierra Media, la dama Fairëundómë hablando con una dama muy hermosa también, tenia los cabellos dorados, piel blanca, y ojos color gris, un vestido celeste ceñía su cuerpo, despues se despidió de ella y se marcho. Fairëundómë se dio la vuelta su hermoso vestido azul moviéndose al mismo tiempo que ella y las vio.
-Aiya hérincës- La hermosa dama saludo a las jóvenes damas enfrente de ella -¿A donde van?-
-Vamos a recibir a Legolas- Arwen contesto para evitarle a Eve una vergüenza
-Umm...¿les importa que las acompañe?- La alta y hermosa dame les pregunto y miro a Eve -Además creo que Eve se sentiría mas segura con mas personas-
Eve miro al suelo -No se de que habla-
-Por Eru no puedes mentirme- Fairëundómë rió ante la inocencia de la dama -He vivido lo suficiente como para saber esto-
Eve se sonrojo profundamente -Esta bien puede venir-
-Esta bien- Fairëundómë coloco una de sus hermosas manos en el hombro de Eve -No le temas a tus sentimientos-
-Umm...yo- Eve miro a otra dirección -¿Quien era esa dama con la que hablaba?-
-Era su hija- Arwen contesto colocando otra mano en el otro hombro de Eve -Su hija Eldarwen Assandria-
-Basta de charlas vamos a recibir a Legolas- Fairëundómë dijo feliz a las damas
Las tres hermosas damas estaban sentadas en una hermosa banca de piedra esperando pacientemente por Legolas, era la segunda semana de Invierno, el viento había empezado a tonarse mas frió, al principio no les importo mucho mientras el tiempo pasaba el viento parecía hacer su piel mas fría, las tres mujeres se acercaron un poco mas para calentar a la joven mortal para luego seguir esperando.
Despues de estar cuarenta y cinco minutos ahi usando ningún abrigo mas que sus finos vestidos de seda blanco, no había ningún rastro del príncipe, las suaves y delicadas pieles se habian tornado muy frías casi como la nieve, las dos elfas se pusieron de pie mientras que Arwen proponía entrar por algo para abrigarse y luego regresar a esperar por Legolas.
Suspirando derrotada por el frió Eve se levanto y empezó a caminar detrás de Arwen y Fairëundómë, cuando estaba a punto de entrar oyó el suave trote de caballos, dándose la vuelta con una sonrisa dibujada en su rostro cuando vio quienes eran. El príncipe élfico se miraba majestuoso y apuesto mientras el viento suavemente movía algunas hebras de su cabello dorado, ella dio unos pequeños pasos hacia adelante para saludarlo la sonrisa todavía en su rostro a verlo acercase mas a ella.
Legolas se detuvo cuando sus ojos vieron a la hermosa dama que había llevado en sus pensamientos en todo el trayecto se su viaje exploratorio, pero los recuerdos de su belleza no se comparaban con el hecho de tenerla enfrente de el, los largos cabellos castaño/cobrizos se movían suave y delicadamente al mismo compás del viento, sus ojos gris-azul parecían brillar con una extraña luz de felicidad y una sonrisa agraciaba su ya hermoso rostro, sin duda Eru había hecho un excepcional trabajo con la joven mortal en frente de el.
-Maratulda Taru Legolas- Ella lo saludo con su dulce voz mientras el desmontaba del caballo -Haira lúmello!-
Legolas camino hacia ella, hizo una pequeña reverencia y la vio con una sonrisa amable -Alassië nar I hendu I cenantet vanima wen Eve-
Ella sonrió con un pequeño rubor -Hantalë- Antes de que otra palabra saliera de sus bocas ella lo abrazo -¡Me alegra que estés de vuelta!-
-Umm...dama Eve...Esta muy fría- Legolas le dijo suavemente -¿Cuanto tiempo estuvo aquí?-
-Umm...yo...- Sonrojada se alejo de Legolas y vio a sus manos
-Estuvimos aquí afuera como cuarenta y cinco minutos- Arwen dijo, mientras Fairëundómë colocaba un abrigo en los hombros de Eve -Es des cordial hacer a las damas esperar- Arwen bromeo
-¡Dama Arwen, Dama Fairëundómë!- Legolas hizo otra reverencia y vio a las elfas mas hermosas y la mortal mas hermosa de toda la Tierra Media -Mis sinceras disculpas-
Fairëundómë rió suavemente -No, esta bien Legolas no tienes porque disculparte- Ella le dijo al rubio príncipe -Porque no entramos-
Los cuatro entraron pero un elfo vino y se llevo a Legolas para que viera a Elrond para informarle la situación. Todos mensajeros regresaron en el transcurso de esas semanas, los últimos en llegar fueron los hermanos de Arwen, Eve sabia que el momento de partir estaba cerca, despues de reflexionarlo mucho y de pensar en una solución, decidió que debía hablar con Gandalf y Aragorn acerca de donde venia en realidad talvez ellos entendería.
Ella llego a la habitación donde se suponía que los dos se encontraban, pero cual fue su sorpresa al encontrar a Elrond y los hobbits en la misma habitación, aparentemente estaban decidiendo los últimos detalles se sorprendió al oír el nombre de Legolas como parte del equipo, por decirlo de alguna manera, también se sorprendió al oír el suyo haciéndolo oficial, ella iría con ellos, luego se oyó una pequeña discusión entre los dos hobbits que quedaban, Gandalf y Elrond, silenciosamente ella entro.
-De cualquier modo me parece que el mas joven de los dos, tendría que quedarse. Me lo dice el corazón- Elrond dijo
-Entonces, tendrá que encerarme en prision o mandarme a casa en un saco- Pippin le contesto -Pues de otro modo yo seguiría a la compañía-
-No creo que eso sea necesario- Eve dijo al fin haciéndose notar para los que estaban ahi -Hola a todos-
-Hermosa dama Eve- Frodo fue el primero en hablar mientras hacia una reverencia -¿Como se encuentra mi hermosa dama hoy?-
-Muy bien, gracias por preguntar- Eve respondió mientras se colocaba al lado del gran Señor medio-elfo -Pero no actúes tan formal conmigo, solo llámame Eve-
-De acuerdo da...-Frodo se detuvo y la vio con una pequeña sonrisa -Eve-
-Así esta mejor- Eve le sonrió antes de pasar su mirada a Pippin -¿De verdad deseas ir?-
Pippin se sonrojo un poco ante la hermosa dama -Si-
-Señor Elrond, como usted sabe yo soy una mujer muy joven en edad mortal y mas para los elfos- Ella le dijo suavemente a Elrond mientras lo miraba -Así que podría decir que sobra mitad de espacio, el cual Pippin podría llenar felizmente, así la cuenta de nueve no se vería afectada-
Elrond la vio con una sonrisa -Dama Eve aunque tu punto de vista es muy interesante...no creo que sea posible-
-Oh, esperaba convencerlo así- Eve dijo con un suspiro -Uno mas no significaría nada, el grupo seguiría sin llamar la atención- Ella lo vio dulcemente, una miradita como la de los muñequitos de Precious Moments(Kawaii) -Por favor-
-Que así sea entonces, ira- Elrond dijo suspirando, sorprendido de que ella lo halla convencido tan rápido -La compañía partirá dentro de siete días-
Todos empezaron a retirarse -Aragorn...Gandalf- Su suave voz los detuvo -Necesito hablar con ustedes a solas-
-¿Que deseas hablar con nosotros?- Gandalf le pregunto a la chica
Eve los miro un poco nerviosa -Les diré la verdad del lugar de donde vengo y mis razones por las que voy en este viaje-
-Esta bien- Aragorn coloco una mano en uno de los hombros de la joven -Puedes empezar cuando quieras-
-Yo vengo de un mundo donde todo esto no existe, a excepción de los hombres...es un mundo muy distinto a este donde hay tecnología- Eve finalmente dijo -Mis razones para ir son para buscar una forma de regresar al lugar de donde yo pertenezco...mi vida no esta aquí-
Gandalf miro a Eve -¿Pero como llegaste aquí?-
-Eso no lose- Eve miro al suelo -Despues de que el idiota de mi ex-novio me empujara por ese barranco no se que paso solo se que aparecí aquí-
-Eve- Aragorn miro a la joven profundamente como si tratando de descifrar si lo que decía era verdad, y al fin parecía haber encontrado su respuesta -Si hay una forma para que regreses te ayudaremos¿de acuerdo?-
-Si, muchas gracias- Eve les dijo con una sonrisa -De verdad quiero regresar a casa-
Despues de hablar con ellos Eve regreso a la habitación que le habian dado, por el momento estaba satisfecha con que solo ellos lo supieran talvez despues le diría a los demás la verdad de su procedencia. Cuando entro a la habitación decidió echarle una ojeada a la mochila que había venido con ella desde 'su mundo', no había visto en ella desde que había llegado ahi porque aparentemente había estado muy ocupada para ver, ya fuera pasando tiempo con las dos amigas que había hecho ahi hasta su clases de élfico o cualquier otra cosa, como platicas con Glorfindel, Elrond o con Bilbo y Frodo o con algún otro hobbit e incluso con otros elfos.
Se sorprendió al darse cuenta que no recordaba lo espaciosa que era su mochila, dentro encontró dos mudadas de ropa dado que el día que Joe la empujo iba a pasar dos días en la casa de Sandy, entre la ropa encontró su perfume y shampoo favorito y celular -que obvio no tendría señal alguna- ,aparentemente la ropa los había mantenido intactos despues de esa caída y el impacto, también estaba intacto su Mp3 player con todas sus canciones favoritas, el libro del 'The Count Of Montecrist' que era el que había estado leyendo para un reporte escolar, una triste sonrisa vino a su rostro cuando encontró el Gameboy advance de su mejor amigo, que le había quitado para que estudiara para los exámenes, ella vio todas esas cosas y no puedo el evitar sentir melancolía por regresar a su hogar en especial cuando encontró una foto de su madre, a la que había dejado sola.
Alguien toco a la puerta asustándola un poco, rápidamente ella guardo todo, no quería ni imaginarse el escándalo que se armaría al verse esos objetos, lo guardo todo con excepción de su ropa dado que esa si podría explicarla si alguien preguntaba dado que no eran tan llamativas, cuando vio todo en orden ella le dijo a quien fuera que estaba tocando la puerta que entrara, Arwen y Fairëundómë entraron en la habitación, Arwen estaba sosteniendo algo envuelto en un manto gris.
-Aiya Eve!- Arwen la primera en saludar y sus ojos grises pasaron a la ropa -¿Que ropa tan rara?-
-Arwen- Fairëundómë miro a la joven elfa -No la llames rara, es solo estrafalaria-
-Es solo ropa de mi pueblo- Eve mintió rápidamente -¿Que tienes ahi?-
-Oh, esto- Arwen revelo dos hermosas espadas mas cortas que las normales, la hojas eras delicadas y fuertes, el frió metal de la hojas brillaban en contra de la luz, las empuñaduras estaban bellamente talladas en oro y se miraban muy resistentes -Son para ti-
Eve miro las espadas asombradas y las tomo -Son muy ligeras- Examino una de las espadas y pudo ver el excepcional trabajo élfico en la herrería -¿De donde las sacaste?-
-En realidad Elladan y Elrohir mandaron a forjar una cada uno, como una representación de que parte de sus corazones estaba conmigo- Arwen le contesto
-Entonces son tuyas y no mías- Eve le dijo mientras trataba de devolverlas.
-Son mías para dárselas a quien yo quiera- Arwen le dijo mientras grácilmente se sentaba a su lado -Además me temo que yo tengo uso para ellas, tu las necesitas mas que yo. Y creo que es mejor que estén en batalla que acumulando polvo en mi recamara-
-Gracias Arwen- Eve le agradeció mientras se ponía de pie y las colocaba suavemente en una mesa, ahora tenia que aprender a usar espada -Pero te las devolveré-
Arwen rió suavemente -Claro que si, las esperare con ansías- Los profundos ojos grises miraron a su prima en segundo grado -Fairëundómë también tiene algo que decirte-
-¿Que es?- Eve pregunto curiosamente
-Creo que seria conveniente que llevaras un arco como arma de apoyo¿sabes usar uno?- Fairëundómë le dijo
-No mucho- Eve coloco una de sus manos en su cintura -Mi padre me enseño, pero no tanto como yo quería-
-¿Pero sabes lo básico?- Fairëundómë le pregunto y Eve asintió lentamente -Entonces yo te enseñare lo demás que necesitas saber, tendrán que ser lecciones rápidas dado que te iras pronto-
-Que suerte tienes Eve- Arwen le dijo a Eve mientras le sonreía a su prima -Feanordel es la mejor arquera de Rivendell-
-Que bien por mi- Eve se sentó en la cama de nuevo -Ojala Feanordel no sea muy exigente-
Fairëundómë solo rió -No te preocupes no lo soy tanto-
Las tres mujeres hablaron por una hora mas antes de que ambas elfas se fueran para dejarla descansar tranquilamente, la verdad que el momento en el que dejara Rivendell se sentiría muy triste, lo iba a extrañar mucho en especial a sus dos amigas que ya las consideraba como las hermanas que nunca tuvo, colocando sus cosas en una mesa ella camino a la ventana y vio a Legolas hablando con Aragorn de quien sabe que, posiblemente del viaje, pero mientras mas lo miraba el fin entendió que lo que sentía o podría llegar a sentir por el príncipe.
Era mas que una atracción pasajera que como lo había sentido con Joe, lo que sentía por él era un sentimiento que le daba dicha y tristeza. Ahi fue cuando entendió que ella podría llegar a amar al príncipe élfico al punto como Arwen amaba Aragorn o Fairëundómë a Glorfindel, pero las preguntas eran¿Seria capaz él de amarla también¿Y si era así como podría ella irse de vuelta a su hogar y dejarlo?
Frustrada ella se dio la vuelta y se alejo de la ventana sin ni siquiera haber notado que tanto Aragorn como Legolas la habian estado observando, aparentemente el príncipe élfico se sentía igual y Aragorn estaba ayudándolo, pero como podría ese amor suceder si ambos pertenecían a distintos mundos...Aragorn sabia que había prometido a Eve a encontrar su camino a casa pero que pasaría con los sentimientos que ambos llegarían a tener por el otro.
Palabras:
Isil: Luna
Anar: Sol
Telperion y Laurelin: Árboles que crecían en Valinor antes de que Morgoth los destruyera y de que cuya luz fueron creados los silmarills
Man tet?:¿Que pasa?
Unat: Nada
Meralye yulma nen?: ¿Quieres un vaso/copa de agua?
La: No
Melda Eve: Querida Eve
A!: Oh
Serelinya: Hermana
Man!?: Que
Maratulda taru Legolas: Bienvenido Señor Legolas.
Alassië nar I hendu I cenantet vanima wen Eve: Dichosos los ojos que la ven hermosa dama Eve.
Hérincës: Pequeñas damas.
Aiya: Hola
Feanordel: Dama nacida en el crepúsculo, nombre materno de Fairëundómë.
Haira lúmello¡Cuanto Tiempo!
Uno que otro cambio, que la verdad no creo que sean muy llamativos, pero como ya he dicho no quiero que sean cambios muy radicales.
Siguiente Capitulo V: Partida.
